Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

lunes, 20 de diciembre de 2010

Santos Yubero, exposición de fotografía


Está hasta el 16 de enero, os da tiempo, y yo creo que os gustará.

Os estoy hablando de la exposición de fotografías de Santos Yubero que hay en la sala de exposiciones de Alcalá 31. Eso es, en la misma calle de Alcalá, en la acera de la derecha, según subes hasta la puerta del Sol desde Cibeles.

Yo estuve ayer, y me gustó mucho. Haces un repaso, a traves de sus imágenes, a la historia de Madrid y a  la de España desde el año 1925 hasta 1975, porque la última foto es del día que murió Franco. Son 160 fotografías a cual más interesante y más curiosa. Y después hay un audiovisual en las que están todas y alguna que otra más. 

Santos Yubero fue un tipo más bien bajito que de alguna forma estuvo en casi todos los acontecimientos importantes de Madrid en años muy convulsos. Es una exposición de contrastes, hay tanto imágenes de las celebraciones de la República, como institucionales del régimen franquista, como dentro de las prisiones o de presos políticos. Estaba en todas partes dejando constancia de un lado y del otro. Fotos de mítines, de actos culturales en los que salen las primeras figuras literarias del momento, fotos de trabajadores del campo, de "productores" que se iban a trabajar a Alemania, de pobres, de dirigentes políticos, de anarquistas, de velatorios, de fiestas, de vedettes... de todo. ¿Cómo no iba a poner a su perro de nombre "foto"? Era inevitable.
Funeral por Jacinto Benavente. Camilo José Cela. Capilla ardiente de Concha Espina y Pio Baroja en una librería de viejo


Jardiel Poncela en una conferencia que dió para mujeres

Valle Inclán en el Ateneo

Los anarquistas condenados por atentar con el Fiscal General de la República, Eduardo Ortega y Gasset




Dónde: Sala Alcalá 31 (calle Alcalá, 31).
Cuándo: hasta el 16 de enero de 2011.
Horario: de martes a sábados de 11:00 h. a 20:30 h; domingos, festivos, 24 y 31 de diciembre: de 11:00 h. a 14:00 h; cerrado los lunes, 25 de diciembre, 1 y 6 de enero.
Precio: entrada gratuita.


Y ya si de paso reservais para comer en el restaurante "La vaca Verónica" yo creo que redondais el día. Es un restaurante de paredes amarillas, lleno de cuadros y adornos, muy acogedor. Con una dueña bajita de pelo blanco, pizpireta, que va recorriendo las mesas tomando nota y avisándote (lo que es un detalle) si te pasas pidiendo, y unos camareros muy amables. Ensalada, pastas, y carne. Y normal de precio. En la calle Moratín, 38.



Fotos diferentes de Madrid en los años 30


Bueno y ya  para terminar, si os apetece seguir leyendo sobre esta exposición os dejo con un artículo de Ruth Toledado de hace un par de meses que tenía guardado desde que lo leí porque me gustó mucho. Está bien, ya vereis...

RUTH TOLEDANO

Rompeolas de las Españas

RUTH TOLEDANO 29/10/2010
Así se refirió a Madrid el poeta Antonio Machado: "Madrid, Madrid, ¡qué bien tu nombre suena / rompeolas de todas las Españas! / La tierra se desgarra, el cielo truena, / tú sonríes con plomo en las entrañas". Lo cita el fotohistoriador Publio López Mondéjar en su prolija y apasionante introducción al catálogo de la exposición del fotógrafo Santos Yubero, que él ha comisariado y que se puede disfrutar en la sala de exposiciones Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid. Machado escribió estos versos el 7 de noviembre de 1936, cuando sus amigos León Felipe y Rafael Alberti trataban de convencerlo para que abandonara la ciudad, dado el peligro que corrían su vida y su familia. Por esta última accederá finalmente a salir de Madrid, aunque tal movimiento fuera ya inútil para su propia vida, que durante dos tristes años más iría consumiéndose, hasta la extinción, por un periplo de exilios que concluyó en Colliure. Estos versos sobre Madrid encabezaron el artículo titulado Madrid, baluarte de nuestra guerra de independencia, que se publicó un año después en la revista Hora de España, donde el poeta celebraba la ciudad y su carácter al tiempo que se dolía por su destino.

Esa ciudad, Madrid, es la que Santos Yubero retrató, recorriendo con sus entonces precarias cámaras el largo periodo de su historia que va de 1925 a 1975, es decir, que comprende gran parte del convulso y crucial siglo XX español: desde la dictadura de Primo de Rivera hasta la muerte del dictador Franco, pasando por la dictablanda, la Segunda República, la Guerra Civil, el franquismo puro y duro de la posguerra, la tecnocracia, el desarrollismo y el tardofranquismo. Una ingente tarea que le permitieron sus, a la par, innegables e impresionantes talento y colaboracionismo: en sentido estricto, Santos Yubero colaboró con periódicos y revistas de muy distinto signo político; del mismo modo, ocupó la primera fila del fotoperiodismo franquista, vistiendo, literalmente, el uniforme de corte falangista que el Régimen impuso a los fotógrafos cuando Antonio Machado ya solo era una leyenda. Es, sin embargo, gracias a esa "sorprendente militancia", como la define López Mondéjar, que podemos volver ahora la vista al pasado. "Mi abuela siempre me decía que debemos conocer la historia para no repetir los errores", evoca Lucía Laín, comisaria adjunta de la exposición. Acaba de asistir, regocijada, a la siguiente escena: en la sala de Alcalá 31, inusualmente llena para la mañana de un día no festivo, se oyen las risas de dos ancianos que no se conocen entre sí y que, ante la foto de un grupo de civiles durante la guerra, discuten si se trata de "los tuyos o los míos". Una escena ante la que siento el alivio propio de las heridas ya cerradas y una cierta melancolía, la del dolor que puede provocar en sus víctimas el capricho del tiempo. "Mi madre siempre me decía que es mejor ser víctima que verdugo", recuerda Publio después, ante una cerveza que dora aún más el sol del otoño madrileño, "pero que conviene ser víctima lo menos posible".

Con el entusiasmo y la generosidad que le caracterizan, lo primero que cuenta Publio es el interés por conocer "su nueva ciudad" que la exposición ha despertado en los bedeles extranjeros de la sala, la pasión que han mostrado por conocer cómo han ido cambiando el paisaje y el paisanaje madrileños (incluidos esos lugares que ya no existen, como el Café Negresco o el Frontón Recoletos). Son un ecuatoriano, una rumana, no recuerdo: lo que ahora llamamos inmigrantes y el franquismo llamaba productores, cuando eran de aquí quienes huían de la miseria. Santos Yubero los fotografió también, abrazados a sus familias en los andenes, porque siguiendo su trayectoria profesional (aparte de los momentos que iluminan toda vida social y cotidiana: las actrices, los niños, las hazañas deportivas) se puede seguir también la trayectoria de la miseria española: la miseria social (cuando el fotógrafo nace en 1903, el 60% de la población era analfabeta); la miseria económica (esa indigente con sus hijos en la misma calle de Alcalá en la que estamos); la miseria política (la guerra y la dictadura como su máxima expresión); la miseria física (él mismo padeció tuberculosis); la miseria moral (su afición por la tauromaquia, que comenzó, como en muchos, con una fascinación por las falsas luces del toreo que esconde un afán de huida de la precariedad; en su caso, la de su vida en el barrio de Lavapiés, sin padre, al cuidado de una madre que trabajó duro en el restaurante Casa Lastra de la calle del Olivar). Un entusiasmo, el de Publio, que se torna en desgarro histórico ante el retrato de Gómez de la Serna (cuya mirada destila toda su íntima derrota: la derrota común) que Santos Yubero hizo al escritor cuando regresó en 1949 a España desde su voluntario exilio en Buenos Aires. Un entusiasmo que es pasión literaria ante ese Madrid de Galdós, Valle-Inclán, Azorín, Pío Baroja, Jardiel Poncela, Cansinos Assens, que Sagarra y Pla contrapusieron a la moderna Barcelona y César Vallejo consideró "la ciudad más original del continente". La que también se asfixió entre los muros de la cárcel de Yeserías, de la plaza de toros Monumental de Las Ventas o del palacio de El Pardo. Un entusiasmo que evitará el mayor temor de Publio López Mondéjar: que la obra de los grandes fotógrafos caiga en un descuidado olvido.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Del guión de Princesas de Fernando León de Aranoa


Apartamento de Caye                                                                                         Int. Atardecer

Zulema le hace trenzas africanas en el pelo a Caye, que está sentada en su silla, frente a un espejo.

CAYE
Si quieres te pinto luego.

Zulema sonríe.

CAYE
Hice un curso del inem. De maquillaje para películas. Y otro de modelo. De pasarela, pero lo tuve que dejar porque no tenía equilibrio. (Mira a Zulema en el espejo). ¿Tú tienes equilibrio?

La chica se encoge de hombros.

ZULEMA
Normal.

CAYE
Yo es que nunca he tenido. De pequeña me caía todo el rato, hubo un dia que me caí siete veces. Mi madre me llenaba los bolsillos de arena, para que pesara más y no me cayera.

Zulema se ríe.

CAYE
Como las princesas. Que son tan sensibles que notan la rotación de la tierra, por eso se marean todo el rato ¿no lo sabías? A mí me pasa también, que noto cómo gira. (Lo piensa). Dicen que son tan sensibles que cuando están lejos de sus reinos se enferman. Y que hasta se pueden morir de tristeza. Menos mal que yo no soy princesa, porque ya estaría muerta.

ZULEMA
¿Notas que la tierra gira?

CAYE
De verdad. Cuando tengo la regla sobre todo, son como tirones pequeños. (Lo piensa) Así que claro. Como para caminar por una pasarela.

Se queda pensativa, un instante.

CAYE
Por eso me gustan tanto los equilibristas. Yo debería casarme con uno, para compensar ¿En tu país hay equilibristas?

ZULEMA
Diez millones.

Caye sonríe. Zulema termina con sus trencitas, le ahuela el pelo a Caye, mostrándoselo.

ZULEMA
Cómo te ves.

Caye se mira.

CAYE
¿Le gustará a Manuel? No es equilibrista, pero me gusta mucho, sabes. (Lo piensa) Igual es el .¿Te imaginas? El hombre de mi vida. El que me va a venir a buscar cada día a la salida del trabajo.

Lo piensa un instante.

CAYE
A mí me gustaría mucho ser la mujer de su vida, también. Aunque solo fuera por un día.

Zulema sonríe. Caye la mira.

CAYE
Te quiero pedir un favor, Zule, es muy importante para mí.

... Págs 56 y 57 del guión literario de la película PRINCESAS de FERNANDO LEÓN DE ARANOA.


Porque me gusta mucho escribir diálogos. Porque me gustan los guiones literarios. Porque me gustan los equilibristas. Porque emociona. Porque me gusta lo que escribe Fernando León de Aranoa. Porque sí.
Para que lo recordárais...

jueves, 16 de diciembre de 2010

Tres frases hechas de origen marinero: A palo seco, irse al garete y dar al traste



¿Vale que hoy aprendíamos?

Aunque supongo que muchos de vosotros ya lo sabréis.

El caso es que ayer en la tertulia una compañera trajo un poema salpicadito de expresiones marineras que han llegado hasta nuestro días. Entre ellas estaba la expresión "Irse al garete".

Es lo que ocurre con algunas expresiones que se vuelven tan, tan coloquiales que al final aunque las estamos utilizando constantemente vamos olvidando su origen. Como ocurre con estas tres de las que os voy a hablar hoy.

Irse al garete:

Consultamos el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua:

garete.

(Quizá formación del fr. être égaré, andar extraviado).

ir, o irse, al ~.

1. locs. verbs. Mar. Dicho de una embarcación sin gobierno: Ser llevada por el viento o la corriente.

2. locs. verbs. Ir a la deriva, sin dirección o propósito fijo.

3. locs. verbs. coloqs. Fracasar o malograrse.


A palo seco:

a ~ seco.
1. loc. adv. Escuetamente, sin nada accesorio o complementario.

2. loc. adv. Sin comer ni beber.

3. loc. adv. Mar. Dicho de navegar una embarcación: Con la velas recogidas.



Dar al traste:

En el Vocabulario de refranes y frases proverbiales del maestro Correas se lee:

“Dar al traste, es perderse la nave por dar en roca o en navío; de aquí se toman muchas frases, verbigracia: dar con ello, o con todo, al traste.”

Según el lingüista Joan Corominas, tanto la palabra trasto como traste son una derivación del latín transtrum, ‘banco de remero’, término que luego se aplicaría a cualquier mueble viejo o a cada uno de los trastes de la guitarra por comparación con la serie de bancos de una galera. Así se entiende que un naufragio finaliza con la destrucción de la embarcación, bancos de remeros incluidos.

Antigua expresión marinera que significaba naufragar una embarcación.


martes, 14 de diciembre de 2010

Turismo Literario por Ray Loriga


Hace tiempo uno de mis hermanos me trajo un artículo del periódico porque pensaba que me gustaría leerlo. Y la verdad es que sí que me gustó.

Tenía pendiente hablar de ello, pero es de esas cosas que uno piensa  en un momento dado, pero vas relegando y relegando y relegando hasta que se queda al final de un montón de folios y libros y terminas por medio olvidarlo.

El fin de semana pasado estuve pasando un día en Segovia. Os cuento ésto porque pensé entrar a ver la fonda donde vivió Antonio Machado mientras estuvo allí. Pero la visita del Alcazar se alargó y al final no me dió tiempo. Aunque como podéis ver las fotos tuve que hacerlas... 



Por esas asociaciones curiosas y espontáneas que a veces hace la memoria recordé aquel artículo que me había traído mi hermano: Turismo Literario de Ray Loriga.

Y hoy lo he vuelto a releer. Me gusta, me siento muy identificada con lo que dice. Así que os lo traigo para que si os interesa le echeis un vistazo, sobre todo si cuando andais por ahí de viaje aprovechais para ver el cementario donde está enterrado Cortazar, la casa museo de Juan Ramón Jiménez... en fín para hacer esas cosillas que me gusta hacer a mí y que tan bien explica Ray Loriga.


Os lo dejo escaneado, pero por si acaso no lo veis muy bien, os copio algunos párrafos...

"Los escritores sentimos cierta curiosidad por las vidas de otros escritores, supongo que es natural que así sea. Un oficio, y sobre todo un oficio elegido, uno que no se cambiaría por otro, ni se abandonaría por un golpe de fortuna, termina por ser más que una forma de ganarse el pan y se convierte en la parte del león de la existencia. Conozco escritores que llevan esta curiosidad hasta extremos delirantes, pero son los menos, la mayoría, creo, nos limitamos a visitar ciertas tumbas y ciertas casas en ciertas ciudades o pueblos donde moraron en su día ciertos escritores... "
"...No soy de los que planean sus vaciones con un mapa de visitas literarias, pero de una manera no premeditada siempre acabo por tomar ese pequeño desvío que casualmente pasa por delante de aquellos lugares donde algunos escritores vivieron, o murieron, o por esos otros, los mares del sur o Transilvania que, en ocasiones sin siquiera conocerlos imaginaron.
Lo más curioso es que una vez allí, en ese bar, ese cementerio o esa casa, uno no sabe muy bien qué hacer ni a qué ha venido exactamente."

"...Admirar no nos acerca en absoluto al objeto de nuestra admiración, de la misma manera que por mucho que uno peque la nariz a los cristales de la pastelería no se aproxima en realidad ni un milímetro a la tarta de chocolate."

"No sé como será para otros colegas, pero en mi caso, el turismo literario, por más que quiera imaginarlo accidental, resulta siempre una experiencia agridulce. Soy consciente de que la escritura sucede en lugar diferente de aquel donde habitó este escritor o aquella escritora, pero me cuesta no detenerme delante de esas placas..."

"...Ignoro si algún día abandoraré esta mala costumbre de asomarme por las ventanas de los demás, de poner flores que nadie ha pedido sobre las tumbas, de beberme las copas de los muertos, puede que sí, pero si no lo consigo espero al menos que aquellos fantasmas que ya han sido molestado y esos otros a los que molestaré sin duda el próximo verano acepten esas líneas a modo de disculpa."

sábado, 11 de diciembre de 2010

¿Cine? Tres películas... Bon appétit, 18 comidas y The way



 
Pues hoy no vamos a hablar de literatura, para variar vamos a hablar de cine.



Bon Appétit: Me gustó mucho esta historia de sentimientos ambiguos, de amistad que parece amor, de amor que no lo es... Se iba a titular "Historias de amigos que se besan". Le cambiaron el título y yo creo que la fastidiaron un poco. Pero bueno por lo menos lo conservaron como subtítulo. Hombre no me gustá algún que otro cliché como el del casado con la chica... Pero me gustan mucho algunas de sus imágenes, de sus ciudades por la noche, sus escenas de cocina vertiginosas... Y sobre todo me encantó el final que tiene, me gustó mucho: es un regalo "en y para" la película.


18 comidas: 6 historias, 24 personajes, un día cualquiera. Me gustan las historias de muchos personajes cruzándose en un mismo tiempo cada cual con sus historias... Dos borrachos, un músico callejero, un chico que no hace más que cocinarle a la chica que no acaba de llegar, dos hombres que se quieren, una chica que quiere lo que otro no le quiere dar mientras un tercero piensa en ella... Tosar y Esperanza Pedreño... qué diálogo más bueno... Y en fín la eterna búsqueda de la felicidad por parte de todos y cada uno de nosotros.


The way: Sobre todo una película de paisajes, los paisajes del camino de Santiago. Supongo que al que ha sido peregrino le gustará. Y si no lo has sido, como yo, pues hasta te entrarán ganas de hacerlo. A mí me ha gustado la historia por lo que conlleva de complicidad, de amistad, esa posibilidad de ir por la vida solo con lo que llevas encima y te vas encontrando. ¿Una frase? la que le dice el hijo a su padre cuando se va a ir: 
"La vida no se escoge, se vive"


Son tres películas que desde luego pueden dar lugar a muchos comentarios.  Si buscas acción, intriga, terror, un subidón de adrenalina... Está claro: no vayas a verlas. Si quieres sentir... sí. A mí me han gustado, son de gente normal y corriente que siente y se enfrenta a  las circunstancias y a sus propios sentimientos como mejor puede y sabe... 

Tres películas tranquilas, sentimentales y en algunos momentos emotivas. La vida misma.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Las hijas del frío de Camilla Lackberg



Bueno pues me terminé de leer "Hijas del frío" de Camila Lackberg.

Ya os he hablado en este blog de cuando me leí el primero de la saga: http://rociodiazgomez.blogspot.com/2010/11/la-princesa-de-hielo-de-camila-lackberg.html

He dado un pequeño salto porque me he leído el tercero antes que el segundo. Pero no importa porque se pueden leer de forma independientemente, sin necesidad de haber leído el inmediatamente anterior.

El argumento es el siguiente: Un pescador de langostas va subiendo hacia la superficie una de las cubetas dejadas en el fondo. Pesa. Parece un buen día, desde luego. Pero la sorpresa es mayúscula cuando una blanca mano asoma en el agua. Es el cadáver de una niña. “Frans Bengtsson se asomó por la borda y vomitó”. Era Sara, la hija de unos amigos de Erica y Patrick. ¿Accidente? Todo parece indicar que es así. Pero más adelante la autopsia indicaría que no: agua dulce y restos de una extraña ceniza en los pulmones.

Mientras, en la vida de nuestros protagonistas nos centramos ahora en la reciente maternidad de Erica (compañera del policía Hedström) y el sacrificio que conlleva, la falta de sueño, el cansancio, y su amistad con la madre de la niña asesinada. Al mismo tiempo se nos evoca la historia de Agnes que discurre en el año 1923 y que vamos a ir conociendo de forma paralela a cómo discurre la del asesinato de la niña en la actualidad, hasta que ambas puedan converger en un mismo presente. 

Como vemos todos los personajes siguen siendo vecinos del mismo pueblo donde se desarrollaba la primera historia de Camilla Lackberg, con Patrick y Erika como protagonistas, nos referimos a la poblacion costera de Fjällbacka. Seguimos teniendo a ellos como los principales personajes que no varían de libro a libro más Anna la hermana de Erika y su amigo Dan, después aparecen los que van surgiendo a raíz del asesinato que se cuente. La autora sigue haciendo un retrato psicológico de cada uno de ellos en su forma de abordarlos. Te cuenta sus motivaciones, sus pensamientos, sus sentimientos. Son personajes aparentemente de vidas sencillas, personajes rurales que sin embargo son complejos y esconden secretos y vidas ocultas.

Los temas también siguen siendo los mismos: la maldad, el maltrato, la vida cotidiana...

El tratamiento del tiempo en esta novela ha cambiado con respecto a la anterior que me leí, a la primera. Como ya hemos dicho hay dos historias, una que discurre en tiempo real y otra a la que acudimos haciendo flasback. Ese cambio de tiempo enriquece la lectura y la hace más ágil.

Es una novela de género policíaco que te atrapa. Ya me ocurrió eso con la primera que leí y con ésta también me ha pasado. No puedes dejar de leer porque quieres saber qué pasa. Se mantiene la intriga toda la novela. No es que sea la gran obra literaria, es entretenida, su lectura es fácil y ágil, sencilla y cercana.

Y claro, ahora quiero ya leer el siguiente, ya no tengo prisa por leer el segundo, quiero ya leer el cuarto, quiero saber que pasa con Anna la hermana de Erika porque nos han dejado en un punto álgido y claro quiero saber como siguen discurriendo la vida de Patrick y Erika... Y eso es buena señal ¿no?

martes, 7 de diciembre de 2010

Qué emotivo el discurso de Vargas Llosa ante la Academia Sueca...



¡Cuánto me ha gustado!

Qué emotivo ha sido. No dejeis de leerlo o escucharlo cuando podais. Os dejo con algunas de sus frases:

"El Perú es Patricia, la prima de naricita respingona... y es tan generosa, que, hasta cuando cree que me riñe me hace el mejor de los elogios: "Mario, para lo único que tú sirves es para escribir..."

"Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida". 

"Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas disponemos de una sola"


"La nuestra será siempre, por fortuna, una historia inconclusa. Por eso tenemos que seguir soñando, leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar nuestra condición perecedera, de derrotar la carcoma del tiempo y de convertir en posible lo imposible"

Paula Varona, pintora


Os voy a contar algo muy curioso que me ha ocurrido. Porque a veces y de pronto en la vida pasa eso, que ocurren cosas buenas, cosas aparentemente pequeñas pero importantes, que me sorprenden y dibujan una sonrisa en mi cara de forma totalmente espontánea. Una sonrisa de pura gratitud.

Hace unos meses, allá por abril, yo visité una exposición que me gustó mucho. La de Paula Varona que había en la Casa de Vacas del Retiro titulada "Madrirámicas 2" compuesta de cuadros sobre Madrid.

Me gustó tanto que después escribí una entrada en el blog sobre ella: 

Pues bien, ayer 6 de diciembre recibí un comentario en dicha entrada de la misma Paula Varona... sí de la pintora, que podéis leer en la misma entrada a continuación.

Qué sorpresa. ¿Cómo iba yo a imaginar que la pintora de aquella exposición que me gustó tanto, meses después dejaría un comentario en mi blog? Si mi blog es una partícula  minúscula en la inmensidad de blogs que existen... si yo no soy ninguna entendida en pintura...

Me gusta mucho cuando las personas, personas que además no conozco de nada, son así de espontáneas y de detallistas, y optan incluso por dejarme huella de su paso con un comentario. Yo no puedo por menos que sentirme muy agradecida. Mucho.


lunes, 6 de diciembre de 2010

Un poema inédito de Luis García Montero




Un poema para un día gris y lluvioso.

Es inédito, y forma parte de los poemas del último libro de Luis García Montero. De ellos nos habló y tuvimos la suerte de que nos recitara algunos en el Festival Eñe de Literatura en el Círculo de Bellas Artes en noviembre, hace casi ya un mes.

En la presentación que hicieron de él, dijeron algo con lo que estoy muy de acuerdo, que Luis García Montero es perfecto para que un narrador se adentre en la poesía. Es cierto. Sus poemas son tan cercanos, tan sencillos, tan claros, tan narrativos que en efecto te llegan aunque no seas un lector de poesía.

Su próximo libro se va a titular "Un invierno propio.Consideraciones". Nos dijo que son poemas largos con un titulo también largo, casi un aforismo.

Nos confesó que él escribe poesías porque su padre leía poesías en voz alta, porque él aprendió mucho con un libro de poemas. Pero también nos dijo que a él le gusta dotar a sus propios poemas de un significado. Aspira a que su poesía sea un espacio público donde sea posible el diálogo, un espacio literario donde se reinvindique la conciencia individual, la indagación del yo.

Para él la poesía es más interesante cuando abre preguntas, no cuando da respuestas. Tienen más que ver con la inquietud que con las soluciones.

No era la primera vez que escuchaba hablar de poesía a García Montero, ni que le escuchaba recitar sus poemas... Es de hecho uno de los primeros, si no el primero, al que yo me acerqué leyendo poemas. Siempre es un lujo escucharle.

Bueno os dejo con uno de los primeros que nos leyó, creo que es el que dijo que había surgido a raíz de que su hija Elisa estaba estudiando idiomas. A ver que os parece, yo creo que os gustará...

Otro día os dejo con algún otro de ese día...



sábado, 4 de diciembre de 2010

Manuel Vicent y Angel S. Herguindey en el Festival Literario Eñe


Tengo atrasadas un montón de entradas que quería compartir con vosotros. Y no quería dejar de hacerlo porque incluso alguna de ellas se refiere al Festival Eñe de Literatura que hubo en noviembre, y que estuvo muy bien, por lo menos en lo que se refiere a los eventos que pude disfrutar.

Ya os hablé del cara a cara entre Manuel Rivas y Juan Cruz. Pues bien, el siguiente acto al que fui dentro de dicho Festival  fue a una conversación entre Angel S. Herguindey y Manuel Vicent que titularon "lugares comunes". Al primero no lo conocía pero del segundo ya sabéis que he leído algunos libros y artículos y siempre me gusta mucho. Tengo otras entradas ya en este blog dedicadas a él.

En este caso se trataba de una conversación entre dos amigos en los que hablaban sobre recuerdos, sobre Denia, sobre los artistas que de alguna manera sabemos todos...  Y mientras paseaban con las palabras por esos "lugares comunes" iban saltando de un tema a otro, salpicándolos de anécdotas entretenidas y divertidas. Dedicad un momento a este vídeo, escuchad como cuenta la anécdota de cuando estuvo Bette Davis rodando en Denia en los años cincuenta y tantos y quería comer "carne buena, carne buena" y no había carne... Que gracioso. No se escucha muy bien, hay bastante ruido de fondo, pero si prestais atención yo creo que sí podéis oírlo. Fijaros como describe a las personas Vicent, y las situaciones, que buen narrador de historias, y claro las risas del público... Yo creo que con el vídeo os hacéis una idea muy buena del ambiente.



Decía Manuel Vicent: Todo el mundo tiene un verano en el que has despertado al amor, a la política... son veranos iniciáticos...

Las historias de amor verdaderas son las que el objeto de amor ha desaparecido o bien no han ocurrido nunca.

También habló largo y tendido sobre sus tertulias de Café Gijón, sobre algunos tertulianos y allegados  en aquel tiempo: "Descubrí de verdad el Mediterraneo cuando llegué al Café Gijón, cuando lo perdí". Contaba que cuando llegó a esta tertulia todos eran muy viejos. Y entre ellos estaba un señor llamado Acacio, un poeta que ya era muy mayor. Coincidió que era jueves y los jueves siempre había paella, y este señor tan mayor se la pidió y de pronto se murió. Y todo el afán, ya no recuerdo bien si del camarero o del dueño, era preguntar: ¿Ha pagado? ¿Ha pagado? Con mucha insistencia. Y luego ¿La había probado, la había probado? y cuando le contestaron que no, rápidamente tomó el plato del muerto y se lo puso a otro delante que la había pedido. Claro Manuel Vicent que vió todo aquel trajín solo pudo pensar: "De aquí yo no me muevo, es cojonudo este Café..."

También dentro de su vida en el Gijón habló de un poeta que estaba autoexiliado en una mesa cercana a la suya desde hacía tres años. Y nadie le había oído hablar. Pasó el tiempo, y después de 10 años viéndole allí en su mesa sin dirigirse a nadie, de pronto un día le ven que se levanta para acercarse a una chica guapa que había llegado y estaba en la barra. El autoexiliado se acerca hasta ella y le dice: "Esta usted cojonuda". Se volvió otra vez a su mesa y otros tantos años sin volver a hablar ni una sola palabra...

Y por supuesto habló del Mediterraneo, de su pueblo. Decía Manuel Vicent que el Mediterraneo es la inmediatez, es mirar a la altura de los ojos. Es también el placer de la comida, de la comida que se ve a simple vista, no que tienes que adivinar lo que lleva. Y es... cuando entras a la barbería y te preguntan: ¿Que va a ser? ¿Con conversación o no? ¿Con polémica o no?

El público disfrutó mucho con esta conversación. Se oían constantemente las risas de fondo entre las palabras de Manuel Vicent. Y la verdad es que la conversación escuchándole se pasó volando. Escuchabas sin poder evitar todo el rato tener una sonrisa en la boca mientras le oías todas las anécdotas, todos los recuerdos que iba desgranando y te iba contando de esa forma tan cercana...


jueves, 2 de diciembre de 2010

Origen de la palabra Tiovivo



Este fin de semana he ido a montar a los caballitos. Por supuesto que yo no he montado (aunque os confieso que ganas me daban...) pero iba con dos señoritas que no me llegan al ombligo que, qué suerte, aún pueden hacerlo sin levantar sospechas. Sobre todo la más pequeña (porque las dos lo son) era loca por gritar: "tiovivo, tiovivo..." en cuánto alguno se ponía ante sus ojazos azules y parecía que se le pegaban los pies al suelo como si no fueran a despegarse jamás si no acabábamos por encaramarnos a alguno de esos caballitos que subían y bajaban... Y claro una vez arriba te sonreía de una forma que cómo la ibas a bajar... Menos mal que la menos pequeña decía: "Ahora otra vez a ver el Belen grande a ver qué descubrimos..." si no todavía estaríamos allí subidas, dando vueltas y más vueltas.

¿Por qué se les llamará tiovivo? fue lo primero que yo me pregunté en cuánto mi edad mental volvió a alcanzar a la cronológica.

Y claro no he podido por menos que buscarlo. Y parece ser que hay una única explicación bastante curiosa en la que coinciden todas las fuentes que he consultado y que os copio...


TIOVIVO

Sofía Tartilán relata en su libro Costumbres populares. Cuadros de color (Madrid, 1880):

El 17 de julio de 1834 fue en Madrid un día de luto y de desolación. Más de ciento cincuenta personas habían fallecido del cólera en la noche anterior. Una de las víctimas fue el infortunado Esteban Fernández, que tenía que ganarse la vida (con un aparato giratorio de los llamados “caballitos”) en lo que hoy se llama paseo de las Delicias, sito detrás del Hospital General.

Muerto el buen Esteban, su familia sólo pensó en sacar de la casa el cadáver. Cuatro amigos cargados con las andas —entonces las cajas mortuorias eran un objeto de lujo vedado a los pobres— se encaminaron al cementerio. Silenciosos y taciturnos marchaban en fúnebre cortejo los que llevaban en hombros al muerto y los pocos amigos que le acompañaban en su último paseo, cuando al llegar al sitio próximamente en que estuvo el circo, el que creían cadáver, incorporándose bruscamente dentro de las andas y arrojando lejos de sí el paño negro que le cubría, empezó a gritar:

-¡Estoy vivo! ¡Estoy vivo!

El terror que inspiró en el fúnebre cortejo estuvo a punto de serle fatal. Los que llevaban las andas las arrojaron al suelo, apretando a correr a campo a través, como si el muerto les pisara los talones…

La convalecencia fue larga; mas su fortuna estaba hecha. Desde aquel día, el tío Esteban desapareció para dar paso al Tío Vivo; y cuando el cólera hubo calmado su furor y volvió a pensarse en diversiones, al reaparecer en el paseo de las Delicias el aparato de los caballitos y las barquitas de madera, los habituales parroquianos del tío Esteban le saludaron con su nuevo nombre: le llamaron el Tío Vivo y el Tío Vivo se hizo célebre, se hizo popular, fue conocido en todos los rincones de la Corte; se le buscó, se le admiró como a una cosa sobrenatural, y hasta hubo quien le pidió noticias del otro mundo. Todo esto empezó a disgustar al buen hombre; pero al fin se acostumbró a su confirmación, tanto más cuanto que le era lucrativo, y olvidando él mismo su verdadero nombre de pila, se oyó llamar con complacencia Tío Vivo, legando este nombre a sus hijos y descendientes. Desde entonces el aparato de diversión llamado los caballitos tomó el nombre de los caballitos del Tío Vivo. Andando el tiempo se le llamó solamente el Tío Vivo. Hasta que se generalizó la denominación y la Real Academia incluyó en su Diccionario la palabra “tiovivo”: “Aparato giratorio con asientos de varias for¬mas dispuestos en círculo, que sirve de recreo en las ferias y fiestas populares.”


miércoles, 1 de diciembre de 2010

"EL EXPURGO DEL ARCHIVO GENERAL", un relato de Rocío Díaz



Tengo la sensación de que hace mucho tiempo que no os dejo con alguno de mis relatos. Así que he pensado que no estaría mal empezar el mes con uno de ellos.

Se titula "El expurgo del archivo general" y fue premiado en el año 2007 en un certamen artístico que hubo en el Ministerio de Medio Ambiente, en la modalidad de narrativa.

Bueno pues aquí os lo dejo:




EL EXPURGO DEL ARCHIVO GENERAL

Oficio del Ministerio de Medio Ambiente de fecha 12 de mayo de 2004.

Asunto: Expurgo del Archivo General del Departamento.

Destinatario: Todo el personal.


Como ya conocéis por la sesión informativa que se llevó a cabo en el salón de actos el pasado día 10, desde hace semanas hay una empresa contratada por este Organismo para que realice un proyecto denominado: “Organización y Expurgo del archivo central”. Esta tarea la han llevado a cabo en varias etapas: identificación de la documentación, decisión de la conservación o expurgo e inventariado de la documentación...


Sigiloso bajaba al Archivo General. 10 de la mañana, cualquier día. En silencio abría la puerta entrando deprisa. Con cuidado cerraba tras de si ésta, con dos vueltas, guardándose la llave en el bolsillo. Caminaba sin hacer ruido y sin encender las luces, colándose nervioso entre las estanterías, hasta encontrar la más escondida: la que buscaba. Se paraba delante de ella. Miraba a un lado, luego al otro y despacito sacaba de su bolsillo una pequeña linterna. Sosteniéndola hurgaba entre la cajas de archivar hasta dar con lo que se escondía entre dos de ellas. Un manoseado poster. Y como quién desenvuelve un regalo, con mimo y ansiedad, tras colocar estratégicamente la linterna para que lo iluminara directamente, lo desplegaba ante sí con ambas manos. Como si fuera un atlas. Un atlas de anatomía humana. Bien estirado, bien. Admirándolo despacito en la penumbra. Despacito. Y mientras con una mano y bien abierto lo dejaba sobre las cajas, se llevaba la otra mano hasta el pantalón. Y mirando el poster, la admiración que se colaba por sus ojos a oleadas escapaba nerviosa por sus manos. Escapaba rítmicamente. Y sin dejar de mirar, sin parar, sin dejar de mirar, sin parar, disfrutaba de las vistas del secreto papel cuché. Y allí, a salvo de compañeros. Con la muda compañía de los papeles y los ácaros. El jefe del servicio de “Métodos y Procedimientos” se dejaba, dejaba, llevar.


Una vez realizada la primera etapa de su trabajo, la empresa ha remitido a la Secretaria General informe detallado de toda la documentación almacenada en cada estantería, caja, y legajo del archivo. Para vuestra información se ha encontrado documentación de lo más variada...

Sigilosos bajaban en dos zancadas al archivo general. 11 de la mañana. Cualquier día. Haciendo muecas de “tío date prisa, dale, dale”, “joder con el abuelo que hoy no salía ni a tiros...”, abrían la puerta y se colaban dentro. Entre risas la cerraban tras de sí. Escuchaban en silencio y cuando ya estaban seguros de que los pequeños y familiares ruidos eran los de siempre, ufanos buscaban su escondite, también el de siempre. Una estantería a la derecha, otra a la izquierda y a la derecha otra vez. “Venga chaval, trae”. “Para nada”. Uno le pedía siempre al otro la tarjeta de fichar. Un ritual. Él lo pedía, el otro no quería dejársela, el primero insistía, el segundo le decía de qué vas, él primero que de qué vas tú, que te den, que te den a ti, pero al final el segundo terminaba sacándola. “¿Ves chaval? tu tarjeta está de lujo”, decía entonces el primero apoyándose entre las cajas de archivar, “salen niqueladas...” “Pero ¿qué me estás contando? si a posta las haces más rectas cuando usas la mía...” Pero siempre terminaba dejándosela. Y allí, haciendo corrillo. Sobre la tarjeta: sus ojos, sus dedos, su nariz. Sobre las cajas, su alboroto. Y entre risas y expedientes iban haciendo las reparticiones secretas. “¿Has traído algo más?” “Anda cabrón, algo quedará por aquí escondido de otras veces...”, “pues tira chaval que como nos quedemos sobados se nos llena esto de marujas y no nos hemos ido, sácalo tío que hay que abrirse que van a dar las doce”. Y sin dejar de reír, sin dejar de cuchichear, con la muda compañía de los ácaros, se dejaban, dejaban, llevar.

Respecto a cierta documentación, ha sido totalmente imposible establecer a qué unidad responsable se debía imputar debido a su particular idiosincrasia, aunque la investigación, sigue abierta. Como también ha sido imposible establecer cual era el plazo que esa documentación debía permanecer en el archivo, o si debía o no encontrarse en ese momento en el archivo central. Pueden creer que ha sido una labor muy complicada. En algunos casos podría tratarse incluso de objeto de expediente disciplinario...


Sigilosas bajaban de una carrerita al archivo general. 12 de la mañana. Cualquier día. Correo electrónico a todas las féminas del departamento: “Oye que si queréis bajar ya está abajo”. Enviar. Responder: “¿Qué tal? ¿Trae muchas cosas?”. Enviar. Responder: “Sí, que bajéis. Nosotras ya hemos subido”. Enviar. La alegría empuja con prisa sus pies por la escalera. Abren la puerta del archivo con ojos de ganga y baratillo. La cierran con cuidado, sonriendo ante la nutrida concurrencia. “¿Tienes una talla más de ésta?”. “¿No la tienes en otro color? Era por llevarme otra para mi hija...”.”¿Cuándo dices que vuelves?”. Y allí rebuscando en los montones de ropa, escogiendo, desechando, sin soltar el tesoro encontrado ya, de las manos. Sin dejar de mirar, sin dejar de cuchichear, sin querer perderse la oportunidad. Y allí, sobre las cajas, las prendas. Y allí, tras las últimas estanterías, aquellos improvisados probadores secretos. Con la muda compañía de los papeles y los ácaros ellas se dejaban, dejaban, llevar.

Una vez identificada la documentación, se ha pasado a la toma de decisión de qué hacer con ella, decidir si es conservada o propuesta para expurgo. Para facilitar la consulta de los fondos conservados en el archivo, se ha elaborado en la Intranet una página de consulta a la base de datos de inventario. Sería recomendable que se visitar, puede resultar cuánto menos... curiosa.
Sigilosos bajaban cada uno por su cuenta al archivo general. 4 de la tarde. Cualquier día. Jornada de tarde: no hay casi nadie. Nota interior: Del jefe de área a la jefe de sección del Departamento: “A la misma hora en el mismo sitio”. Abren la puerta del archivo: él deprisa, ella más lenta. Ninguno de los dos enciende la luz al entrar. Cierran ésta tras de sí, muy rápido, él nervioso, ella quizás turbada. A tientas, se orientan. Y de la mano ya, anticipando el deseo, buscan su escondite secreto. A oscuras, entre los expedientes se acercan, se buscan, se huelen, se besan. Y descubren cómo se vistieron esa mañana, a fuerza de desvestirse del lugar, del cargo, las ataduras, la realidad no laboral de sus vidas. Y sus manos, sus brazos, sus labios, su piel. Sin dejar de acariciarse, de susurrarse, entre murmullos y expedientes, van haciendo recuento del deseo. Y sin dejar de tocarse, con la muda compañía de los ácaros, se dejan, dejan, llevar.

Y en líneas generales éste ha sido el cometido de la empresa contratada con respecto al asunto que tratamos. Se adjuntan las recomendaciones para enviar a partir de ahora la documentación al archivo.

Por último la Dirección General de este organismo ha decidido en base a todo esto, una vez reducida toda la documentación que existía en dicho archivo general, el suprimir esta dependencia, puesto que si antes ya era poco frecuentada ahora que toda la documentación que supere el expurgo se va a integrar en el archivo que existe en el Ministerio, no tiene ningún sentido que siga existiendo; solo sería un espacio habitado por las telarañas y los ácaros. Todo ello para conseguir unas dependencias lo más cómodamente habitables que nos permita trabajar en las mejores condiciones posibles.


Un cordial saludo,

El Director General.

©Rocío Díaz Gómez










lunes, 29 de noviembre de 2010

La velocidad de la luz de Javier Cercas



Creo que esta noche me terminaré de leer el libro que estoy leyendo ahora, y resulta que aún no os he hablado del anterior que, iba a decir disfruté pero casi mejor que debo elegir "me arrastró": La velocidad de la luz de Javier Cercas. Dada la intensidad de la historia.

Lo primero que os diría es que yo me lo leí muy rápido, casi de un tirón. Aunque no es una historia ni mucho menos agradable.

El libro comienza así: "Ahora llevo una vida falsa, una vida apócrifa y clandestina e invisible aunque más verdadera que si fuera de verdad, pero yo todavía era yo cuando conocí a Rodney Falk."

El argumento cuenta que un jóven español, que quiere ser escritor, se traslada a una universidad americana para trabajar como profesor. Ahí conoce a Rodney Falk, un colega pero también veterano de la Guerra de Vietnam, con el que hace amistad. Poco después ambos se separan porque Rodney Falk desaparece, se interrumpen sus diálogos, y el jóven regresa a España. Pero volverán a reencontrarse...

Pronto te das cuenta a medida que estás leyendo que no va a ser una historia fácil ni mucho menos amable: "...demasiado jóvenes o demasiado ilusos para saber que significa que una vida se está yendo a la mierda, pensábamos que nuestra vida en Barcelona se estaba yendo a la mierda" (pág 20).

Porque efectivamente los temas que abordan el libro son varios, pero todos igualmente trascendentales y complicados, cuando no cargados de negatividad: La literatura y la vida, el fracaso y el éxito, la amistad, y sobre todo la vulnerabilidad del ser humano, la culpa, los remordimientos, el sufrimiento de quién ha pasado al lado oscuro de la vida y carga de por vida con la muerte de otros.

Sí como podréis imaginar es una historia intensa.

Los personajes protagonistas son el narrador del que no sabemos el nombre en toda la novela, solo sabemos que es español, jóven y que quiere ser escritor; y Rodney Falk, ya os he dicho que es un veterano del Vietnan cargado de misterio, desengañado, atractivo porque su carácter es incierto. Esos son los dos personajes más importantes, a mi modo de ver, de la novela. Pero también está el otro amigo del protagonista, su amigo de Barcelona, Marcos Luna. Y el padre de Rodney Falk. Ya hemos dicho que todos tienen nombre menos el protagonista. Y luego hay una serie de personajes femeninos, mujeres todas ellas cargadas de positividad. Ellas van a ser las personas más equilibradas de la historia, las más sensatas y maduras. La madre de Rodney Falk, y las mujeres de los tres jóvenes, Jenny (la de Rodney), Paula (la del protagonista) y Patricia (la de Marcos Luna).

La novela está dividida en una estructura de cuatro capítulos solamente. No es una novela larga. Y en cada una de estas partes se narra una etapa en la relación de los dos personajes principales.

Tiene una forma circular en general en su forma de contarlo,  pues comienza en el mismo bar "El Yate" en que termina.

Pero además tiene varios círculos interiores marcados por contrastes: Hay una camarera a la que Rodney defiende en un bar de Saigón y hay otra camarera a la que el protagonista no defiende en el cabaret Tabú de Barcelona. Las muertes con las que cargan las conciencias de ambos personajes, las de los inocentes del poblado Man Key y las de Paula y su hijo en la conciencia del protagonista.  

Y por último señalar que me gusta mucho la frase final, contundente, que acaba de cerrar por completo otro círculo enorme que está presente pero invisible toda la novela, cuando la realidad y la ficción se unen:

"Acaba así."

Podría estar analizando esta novela de forma mucho más exhaustiva durante líneas y líneas. Porque sobre todo para los que nos gusta la literatura y sobre todo la creación literaria, esta pequeña novela es un filón. No es que el argumento me haya gustado especialmente debido sobre todo a la carga de retorcimiento, de culpa que arrastran los personajes. Por supuesto si a alguien le apetece leer una historia dulce o sencilla, ésta no sería la novela que tendría que elegir. Pero tengo que reconocer que me ha gustado mucho cómo está contada. Literariamente hay mucho trabajo detrás. Y yo creo que es un fiel reflejo del oficio de escritor de Javier Cercas.


domingo, 28 de noviembre de 2010

la frase del día: Yo soy...





Yo soy una parte de todo aquello
que he encontrado en mi camino.

Alfred Tennyson  





viernes, 26 de noviembre de 2010

Hoy en Madrid comienza la navidad... Recomendaciones fin de semana


Dice don Alberto que hoy en Madrid comienza la navidad y a las 18 horas se encenderán todas las luces de la ciudad (ya le vale en Noviembre...). Así que nos echaremos a la calle mi Paco, mi Paquito y yo para que el niño sepa que ya es Navidad y empiece a dar la tabarrita desde hoy mismo con los juguetes y los Reyes Magos, que no debe saber don Alberto que falta un mes para que sea Navidad, échale  para los Reyes...  Claro que no lo sabe don Alberto, lo va a saber mi Paquito, la criatura... Luego ya para distraer al niño le llevaremos al Círculo de Bellas Artes que es el cumple del Monopoly, 75 años que tiene el jueguecito ya, y nos hace  una ilusión bárbara a su padre y a mí contarle que nos conocimos así, jugando un monopoly... A la salida pues yo creo que todavía nos dará tiempo a pasarnos por el cumple del Ateneo de Madrid, su 175 aniversario que celebra ya el edificio, y ahí le tienes, tan derechito, a ver si pillamos una de esas visitas guiadas de 45 minutos que hay de lunes a viernes... 

Sí hija sí, es que este finde hay muchos cumples, ya lo ves. Además, mañana sábado 27 también el Ateneo celebrará un Baile de Época, que recreará el ambiente ateneísta del año de su inauguración, de 23 horas a 3 de la madrugada. Lo de convencer a mi Paco para desempolvar los disfraces del trastero ya va a ser más dificil... Pero yo creo que si le digo que hacemos un trato a lo mejor cuela... Él me acompaña al Bailecito de Época, y yo voy con él al recital poético (que le conozco yo, que éste donde va a querer ir es ahí...) que en la Casa de América va a hacer Patti Smith con motivo de la semana dedicada a Bolaño.... No sé, claro, si nos van a dejar llevar a Paquito...

Y para el domingo pues lo mismo nos acercamos al Reina Sofía que ¡también es su cumple! ¿Pues no te lo he dicho hace un momento? ¿Pues que va a ser? Que este finde hay muchas celebraciones... Ah  ¿Pippi Calzaslargas también cumple? ¿Y cuántos dices que cumple? No, el Ateneo no, Pippi... ¡¿65años!? Oye pues quién se conservara así cuando lleguemos a esa edad... ¿No te parece? Pues el Reina Sofia ¡veinte años ya! ¡Ay hija! si es que el tiempo se pasa volando... ¡Anda ésta! Y yo, yo también me acuerdo de cuando lo abrieron... Bueno pues lo que te iba diciendo, que como es su cumple pues habrá jornada de puertas abiertas todo el fin de semana.... Y oye a lo mejor pues nos acercamos... 

Y chica que así, celebra que te celebra,  nos vamos a pasar todo el finde... ¿Pues que vamos a hacer el domingo? Pues poner el nacimiento... ¿No te he dicho que don Alberto ya ha decidido que hoy empieza la navidad? Claro hija... ahora Paquito dice que si ya ha empezado que qué pasa con el árbol, y con el nacimiento y con... Así que nada nosotros a poner todas las tiras y los colgajos hasta que diga don Alberto que ya se ha terminado, pues sí,  ya nos dirá cuando hay que quitarlos, como ahora ya todas las fechas cambian, lo mismo comienza el 26 de noviembre que acaba allá para mediados de enero  ¿Qué sabemos nosotros? pues eso digo yo también, que lo que nos digan... Chica está todo tan achuchado que total que más nos da cantar el villancico antes que después, si lo que importa es cantarlo ¿no?

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Premio Cervantes para Ana María Matute


Hoy, 24 de noviembre, le han dado el Cervantes a Ana María Matute. Qué buena elección.

Siempre recuerdo a "Olvidado Rey Gudú" como uno de esos libros que más me ha gustado leer. Por su magia, por sus personajes, por los sentimientos o la falta de sentimientos que cuenta.

Con ese personaje del Trasgo, habitante del subsuelo, borrachín y confidente de la Reina Ardid desde que ella es una niña y se conocen. Que intensa y dulce amistad durante años y años.

Os dejo aquí con un fragmento del libro:




" Así lo comprendió el Hechicero, pues hacía tiempo que había adivinado que Ardid poseía el precioso don. Aconsejó moderación al Trasgo, advirtiéndole cuán traidor era aquel vicio, pues antes de lo que creyera, habríase adueñado de él, contaminándole de la peor manera. "Toda felicidad o bien -añadió- es espada de dos filos". E igual que Ardid podía perder, al crecer, tan maravilloso don, el Trasgo podría perder su sustancia en el abuso del vino.

Desde aquel día, el Trasgo tendía la mano a Ardid desde su túnel, y ambos recorrían así los oscuros laberintos. La niña abría bien los ojos -que en la secreta oscuridad, lucían de forma que podían distinguirse las salpicaduras lunares-, y allí semejaban los dos criaturas de los ocultos ríos y los más hondos pasadizos.

-Nosotros, los habitantes del Subsuelo, hablamos el lenguaje Ningún -le contó un día el Trasgo-. Es el lenguaje tejido en el envés de las palabras. Sólo los humanos con gotas de luna en los ojos lo pueden descrifrar. Aunque nosotros, por supuesto, conocemos todas las lenguas de los humanos. ¡Son tan simples!.

De esta forma, por los ojos y por los oídos entraba en Ardid mucha sabiduría, y creía en conocimientos y en prodigiosa memoria.

Llenos de tierra y tiernas raicillas, con los cabellos enredados en la sombra de fresas aún no nacidas -hasta la próxima primavera-, regresaban tras estas correrías al Torreón. Allí les aguardaba el Hechicero, impaciente. Pese a su exiguo y desmadrado cuerpo, era demasiado corpulento para avanzar por aquellos laberintos, y aún lamentándolo, debía permanecer arriba. Luego interrogaba muy concienzudamente a la niña, para que le refieriese cuanto había visto. Y ésta se lo repetía con tal exactitud y precisión, que el anciano sentíase sumamente satisfecho, tanto de ser su Maestro como de la niña misma.

Fueron aquellos tiempos, verdaderos tiempos felices. Aunque ellos no lo supieran entonces. Sólo al cabo de años y años, los recordarían como una época muy hermosa, aunque ya imposible..."

Pág. 119 de Olvidado Rey Gudú

martes, 23 de noviembre de 2010

De medio-novia, novieta y finalmente novia... a noviero



Ultimamente escuchando a algunos amigos relatar sus historias del pasado, han surgido algunas acepciones que existen de la palabra "novia". Me estoy refiriendo a cuando oyes a alguien decir: "Yo tenía una novieta..." "Yo tenía una medio novia...". O también "él era muy noviero". Alguna vez lo habréis escuchado...

En el fondo todos creemos saber a que se refieren. ¿Pero lo sabemos? ¿Hablamos todos de lo mismo?

Porque lo cierto es que si buscamos la definición de esas palabras nos cuesta encontrarlas. En el diccionario de la Real Academia Española no viene la palabra "novieta". Como tampoco viene la palabra "noviero".

Entonces recurro a mi segundo diccionario favorito, y busco ambas palabras en el María Moliner Diccionario del Uso del Español y mira por donde que tampoco viene la palabra "novieta" pero en cambio si que viene,  no sé por qué, la palabra "noviero":

Noviero, -a (inf). adj. Que enseguida se enamora o se echa novio o novia.

¿Por qué "noviero" sí viene y "novieta" no? ¿Alguien lo sabe?



Antes de seguir os voy a copiar la definición de la palabra "novia" según el Diccionario de la Real Academia Española:


novio, via.

(Del lat. *novĭus, de novus, nuevo).

1. m. y f. Persona que acaba de casarse.

2. m. y f. Persona que mantiene relaciones amorosas con fines matrimoniales.

3. m. y f. Persona que mantiene una relación amorosa con otra sin intención de casarse y sin convivir con ella.

4. m. y f. Persona que aspira a poseer o conseguir algo. Ese puesto tiene muchos novios.

5. m. Hombre que entra de nuevo en una dignidad o estado.

6. m. Cineg. Hombre que por vez primera mata una res.

7. m. Col. y Ven. Planta geraniácea de flores rojas, muy común en los jardines. Hay varias especies, que se distinguen por su tamaño y el color de las flores, que también pueden ser rosadas, blancas y jaspeadas.



 Ya para empezar la diferencia entre la segunda y la tercera acepción me chirría... Porque son contrarias ¿no?



Entonces a la vista de esta definición yo sigo preguntándome: ¿Que queremos decir cuando decimos "novieta"? 


Porque si nos fijamos en las tres primeras acepciones de la palabra "novia", solo en las tres primeras ya es un lío...  Ya que, dando por supuesta que la terminación en el sufijo "eta" es peyorativa, como sería de novia-novieta, entonces  "novieta" parafraseando a la RAE pero en negativo quiere decir: ¿Persona con la que no acabamos de casarnos o Persona con la que mantenemos relaciones matrimoniales sin fines de casarnos? Pero esto último no podría ser porque según la Academia eso sería la tercera acepción de significado de la palabra novia: "3. Persona con la que hemos mantenido relaciones amorosas sin intención de casarnos y convivir con ella" ...


En fín... que esto es un lío y los diccionarios no sirven de mucha ayuda para saber exactamente el significado de la palabra "novieta".


Y os hablo de "novieta" porque ya lo de "medio-novia" aún tiene más miga... Porque en este caso "medio" supongo que se utiliza como adverbio y acabado en "o"  y significaría entonces "No del todo una novia, no enteramente una novia, no por completo una novia..."  según el diccionario de la RAE.  Porque claro si fuera como adjetivo tener una "media novia" aún sería infinítamente peor porque entonces en ese caso hablaríamos de tener "la mitad de una novia" echalé... la cosa se puede poner hasta violenta...


¿Seguís ahí? ¿O llegado este punto ya os habéis perdido? 


Vamos, que a mí me gustaría que alguien me explicara ¿Cual es la diferencia entre  "novieta y "medio novia"? ¿Y la diferencia entre "novia" con ambas?


Porque yo estoy hecha un lío...



domingo, 21 de noviembre de 2010

Manuel Rivas y Juan Cruz en el Festival Eñe



El pasado fin de semana se ha llevado a cabo en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes, el Festival Eñe de Literatura.

De este Festival ya os he hablado en este blog, cuando se llevó a cabo la primera edición. Durante dos días se suceden los eventos de muchos autores del momento en distintas estancias de este edificio. Se alternan las conferencias, con mesas redondas con debates, con conversaciones entre dos autores… Por supuesto no te interesan todas, pero siempre hay algunas a las que me apetece ir.

Esta vez pude asistir al diálogo entre Juan Cruz, uno de los periodistas más conocidos del ámbito cultural, con el escritor gallego Manuel Rivas.

Como coincidió con la muerte de Luis García Berlanga pues el diálogo comenzó con un pequeño homenaje a este director, en el que se leyeron algunas de sus frases más contundentes y conocidas.

Y después ya comenzó propiamente el diálogo. Habían sorteado quién comenzaba. Juan Cruz naturalmente había pedido Cruz. Así que Manuel Rivas le preguntó ¿Cómo fue tu primer miedo?
Juan Cruz con esa naturalidad que le caracteriza y esa jovialidad contestó que sus primeros miedos llegaron con los miembros de su casa. Hasta que no los contaba por la noche y verificada que estaban ya todos en casa no se aliviaba de ese miedo a la soledad. Cada dedo un alma, decía Manuel Rivas…

El miedo a ser abandonado tiene mucho que ver con la literatura, comentaron. Está presente y es muy común en los cuentos infantiles…

Pero ahora el efecto de la moneda se acabó dice Juan Cruz y me toca preguntar a mí, que quiero que hablemos de tu obra.

Lo primero que le viene a la cabeza es la imagen literaria con la que el escritor gallego expone el miedo en la Lengua de las Mariposas. Ese estupor en los ojos del Maestro. Rivas asiente, y dice que uno llega un momento en que se da cuenta de que todo en la vida está tejido con hilos invisibles.

Es cierto, como te pasa a ti con los cuervos. ¿Qué pasa con ellos? Le pregunta Juan Cruz.

Y entonces es cuando Manuel Rivas empieza a desgranar sus recuerdos con ese acento tan característico de Galicia, ese hablar parsimonioso, irónico y ameno que ya le había descubierto en otras ocasiones y que os dejo aquí para que lo podáis disfrutar vosotros mismos y os hagais una idea de cómo se iba desarrollando la conversación...



Fue muy agradable escucharles. Ambos eran muy amenos. Por supuesto, ya lo habéis oído, Rivas es mucho más lento hablando, se recrea más en cada palabra... Juan Cruz es más ágil, iba apostillando... Pero me gustaba escucharlos, era interesante, y de vez en cuando decían frases como las que ya os he subrayado tan especiales...

Manuel Rivas desgranaba recuerdos de su niñez. Y mientras hablaba de lo que él llama "la boca de la literatura". Le decía Juan Cruz que siempre andaba buscándola, y que claro a veces no estaba en los libros.

Y Manuel Rivas le dice que sí, que la primera vez que descubrió la boca de la literatura fue cuando su madre recitaba poemas cuando él era niño, poetas de autores gallegos. Entonces la boca de la literatura estaba en la boca de la vida. Coincidían... Otra vez que encontró esa fusión entre ambas fue la primera vez que escuchó leer a su hermana María (algo más mayor que él) por primera vez...

Era gracioso cuando hablaba de un profesor suyo que les hacía repetir la frase "Los pájaros de Guadalajara tienen la boca llena de trigo" para quitarles el acento gallego. Y decía Manuel Rivas que aquel profesor no sabía que ellos llevan el acento en los zapatos como decía Cesar Vallejo.

Despues aludió a sus visitas clandestinas a la biblioteca cuando ya era adolescente. Cuando descrubrió esa alegría orgánica que le transmitían las palabras. Porque se le alegraban los ojos, y la piel... al ir leyendo...

Para terminar nos recitó un poema. Uno que tenía que ver con el ser humano, con la vida, con el lenguaje. Decía que con los tres hacemos una masa y cuando esa masa fermenta con la imaginación ocurre algo, algo que no es ni más ni menos que la literatura.

En fin... Claro no puedo aquí copiaros cada frase que iba diciendo. Ni él ni Juan Cruz. Pero como podeis ver a Rivas en el discurso se le escapaba cada dos por tres el poeta que lleva dentro e iba intercalando en el discurso algunas frases, algunas imágenes muy bellas. A mí me gustaba mucho escucharle.

Sí. Daba gusto...