En diciembre de 2019 que leí "Terra alta" de Javier Cercas, se me coló dentro Melchor Marín, su protagonista.
De vez en cuando he pensado que cuándo volvería a saber de él.
La verdad es que no ha sido demasiado tiempo, esperar dos años, para que el autor nos diera razón de él en este "Independencia" que me he leído tan rápido porque tenía ya ganas de volver a pasar unos días enredada en esa historia.
En esta entrega hemos dejado Gandesa, el pueblo de la Terra Alta donde vivía Melchor Marín, el mosso d`esquadra protagonista. Nos trasladamos con él y con su hija Cossette a Barcelona, donde la Alcaldesa está sufriendo un chantaje por un vídeo sexual que pretenden sacar a la luz. A Melchor le piden sus compañeros que venga a echar una mano.
Vemos, por tanto, que la ambientación cambia un poco. Aunque ya estamos en el año 2025, hemos avanzado en la cronología de la historia.
El tema de la novela sigue siendo la injusticia, tal y como era en la primera entrega. Aunque, claro, aquí se aborda de paso el tema del procés, ya pasado. Se aborda mucho el tema político, pero también se vuelve a abordar el tema del antihéroe que siempre pierde frente al poder y el dinero.
«Mi padre decía que Cataluña siempre ha estado en manos de un puñado de familias. Ellos mandaban antes del franquismo, mandaron durante el franquismo, mandan después del franquismo y mandarán cuando tú y yo estemos muertos y enterrados». (Página 58)
Imagino que con algunas opiniones de corte político que ha plasmado aquí el autor, habrá perdido algunos lectores.
En lo que al argumento se refiere iremos avanzando en una doble vía. Por un lado tenemos la historia propia de esta novela de la extorsión a la Alcaldesa. Es la parte donde más se aborda el tema político, la corrupción del Gobierno, de la Alcaldía, de las Instituciones.
Y por otro lado tenemos la historia de Melchor Marín, cómo ha evolucionado su vida con respecto a su trabajo, a su familia, a sus amigos.
"El policía no le ha contado más; ella, por su parte, tampoco pregunta, porque la primera regla no escrita de su amistad consiste en la obligación de administrar con sumo cuidado sus mutuas intimidades."
Este personaje de Melchor Marín sigue siendo muy atractivo. Ese mosso expresidario, letraherido y obsesionado con "Los miserables", hijo de una prostituta asesinada, cuyos asesinos nunca pudo encontrar. Ese mosso que va un poco por libre, y se toma muchas veces la justicia por su mano, sin dar ningún tipo de explicación a nadie de su entorno. Es un buen personaje, un tipo fascinante, que en esta segunda entrega crece un poco más y se convierte en un personaje más maduro.
Siguen teniendo mucho peso los libros en esta segunda parte de la historia. Aunque en esta ocasión, casi más que Los Miserables, se alude a Miguel Strogoff de Julio Verne. Todas las noches el protagonista se lo lee a su hija que identifica al protagonista con su padre. Pero también hay otras alusiones como a Lampedusa, a Eça de Queiroz, está leyendo La ilustre casa de Ramires; a John Ford, El hombre que mató a Liberty Valance, y John Wayne.
Si leíste "Terra Alta", no puedes dejar de leer "Independencia". A mí ya me gustaba Javier Cercas, pero con estas dos novelas me he afianzado en su prosa, y más porque me atrae el tema policíaco. Además un fleco muy importante de la primera que se nos había quedado sin resolver, se cierra en esta segunda novela, con lo cual resulta mucho más redonda. He leído por ahí que se trata de una tetralogía, si es cierto, podremos disfrutar de nuevo de otra andanza de Melchor Marín, aunque seguramente ya convertido en bibliotecario que es lo que está deseando. O no, quizá solo sea poli y ya está como le dice su amiga Rosa Adell.
Pero, no pasa nada, al final lo sabremos, solo hay que tener paciencia, ya llegará la continuación.