Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

lunes, 22 de abril de 2024

Christina Ronsenvinge en La Feria del libro de Rivas Vaciamadrid

 

A veces uno sabe que irá a algún concierto siete meses antes, y otras lo descubre con un par de horas de antelación. Y si acaso.  

A veces uno va "un mucho" por la compañía, "un poco" por el día que es, y "otro poco" porque hacía tiempo que la cantante te gustaba y mucho. 

Sin embargo, esa tarde todo se conjugaría para que estuvieras ahí.  

Porque hay veces que la vida te sorprende. Y para bien.

A Christina Rosenvinge, hace muchos años, yo "creía la veía, cruzaba la pared y de pronto ¡zas! aparecía a mi lado". Yo no era, ni soy, nadie especial. Le pasaba a muchos. Pero me hacía gracia, la verdad. Por lo menos dos lustros después, me sentí totalmente de su lado cuando "mil pedazos de su corazón volaron por toda la habitación" y mucho más cuando "dejó solo un trocito de su corazón dentro de su bota para que le doliera si se iba con otra". Muy bien Christina, con un par. Y ahora resulta que la misma cantante, pero vamos por fuera la mismita, la mismita, que hay que ver que está igual que siempre, reaparece en mi vida y me cuenta de mitos que siempre me han gustado, como el de Eco y Narciso, o me desmiente la muerte de Safo, y tiene estribillos que se me cuelan dentro y me descubro a media mañana tarareando "una pajarita" que ¡Válgame Dios" si alguien me lo hubiera dicho...

A veces uno no lo sabe, pero al final la vida te sorprende. 

Y muchas de esas veces, toquemos madera, hasta es para bien. 








viernes, 19 de abril de 2024

"Casas consistoriales" de Madrid en primavera

 


Cuando sales pronto de casa, para ser un domingo y para ir a una visita guiada, piensas que vais a estar tres monos, porque a ver quién va a querer darse semejante madrugoncillo para ir de turista por su propia ciudad, a un lugar que siempre va a estar a tiro de piedra y cuando al día siguiente vas a seguir madrugando y madrugando, dale que te pego, otra larga semana... Vamos, que de primeras piensas: ¿¡Que yo me voy a levantar para ir dónde...!?

Pero luego resulta que llegas y sois un grupito de lo más numeroso. Y dice ¿ves? todos éstos también querían ver las Casas Consistoriales.Y tú creyéndote el único. Anda que... 

Porque gracias al programa de visitas gratuitas del Ayuntamiento de Madrid "Pasea Madrid" pues oye vas conociendo lugares a los que nunca habías accedido. Es verdad que hay que estar súper atento al día y la hora en que salen para apuntarse, porque todos los millones de madrileños que nos gusta conocer la ciudad estamos ahí con los dedos sobrevolando las teclas y la mirada clavada en la pantalla, con el ansia viva, esperando el pistoletazo de salida para inscribirnos. Y en cinco minutos ¡zas! todo el pescado vendido, como se suele decir. Así que cuando consigues plaza para alguna es casi como si a uno le hubiera tocado la lotería. Y de verdad, que sin exagerar ni una pizquita así. 

Y por eso un domingo te ves visitando "Las casas consistoriales" de Madrid que no se suele poder visitar. El primer Ayuntamiento de Madrid porque era la sede del Concejo de la Villa (también fue prisión municipal), inaugurándose en el XVII, y donde estuvo el Alcalde hasta el año 2007. Típico edificio de la arquitectura de Los Austrias. 

Y te cuesta levantarte y dices ¡¿En que hora?! Pero al final pues merece mucho la pena, como siempre. Porque normalmente uno pasa por la Plaza de la Villa y no entra a estos edificios donde mirando a la calle Mayor está el llamado balcón de la Reina. Y ves la Venus original nada más entrar, y algo después la Custodia del Corpus. Y ves el patio con esa vidriera impresionante, o el del original artesonado de madera del ultimo salón; ves la sala de Plenos donde se reunían y tuvieron que dejar de hacerlo porque hacía un frío o un calor inaguantable y donde dejan que te sientes en la tribuna, ves la escalera de cerámica de Talavera, ves las galerías con todos los cuadros de los Alcaldes que hemos tenido, desde los más oscuros hasta el colorido total de Manuela Carmena... Pasas por dentro, por encima del puente, de uno al otro, y, mientras te van enseñando los dos edificios: La Casa de la Villa y la Casa de Cisneros. Los vas recorriendo, hasta terminar en el patio interior de la de Cisneros. 

Estuvo chula la visita, y la guía la verdad es que lo explicaba muy bien, amena pero dando mucha información. 

Total que a las once y pico de la mañana de un domingo soleado resulta que tú ya has hecho tu visita para instruirte y luego pues te tiras en plancha a unas crujientes porras con un café con leche que te entonan el cuerpo del madrugoncillo, los enlazas con unos paseítos por el Rastro y para terminar te sienta divinamente un vermú rojo en una típica y oscura tasca madrileña y ¡tan ricamente! 

Y te sale un domingo bien completo, ¡vamos!, uno para chuparte los dedos.












"Estaciones de regreso" de Jacobo Bergareche. Reseña Literaria

 



Mientras mi padre nos contaba por teléfono que habían asesinado a mi hermano pequeño, se podía ver desde el balcón, tras los setos de mirto y laurel donde termina el jardín, a una pequeña cierva comer bellotas de una encina. No era urgente llorar, ni tratar de comprender lo que había pasado, ni comunicarle a nadie nada. Tendríamos el resto de la vida para eso.”

Confieso que me costó entrar en este libro. En un principio no sabía muy bien dónde quería llevarnos el autor. Confieso también que, de pronto, no sé dónde, en qué momento, me atrapó. Y tras ese destello lo he leído con verdadera devoción. 

Un montón de veces mientras lo leía pensaba "Jo, pero qué bien ha contado esto, o cómo le comprendo, o qué chulo lo que dice, qué bien escribe.". 

Se titula "Estaciones de regreso", de Jacobo Bergareche, un autor de quién yo no había leído nada, y brujuleando por internet leí varias buenas críticas. Así que me entró mucha curiosidad. Ahora ya soy fan total de Bergareche.

No es largo, tiene unas doscientas páginas y no es una novela, sino una suerte de autobiografía cuyo núcleo es la pérdida y el duelo. 

Al autor le asesinaron al hermano pequeño, Roque Bergareche, de 29 años, en Angola en el año 2012 y su madre en el AVE de vuelta a Madrid, nada más saber la noticia, le dijo: "¡Escribe! ¡Escribe algo!". Y le costó mucho tiempo, pero al final de aquel dolor, de la muerte y de aferrarse a reconocer lo que la vida merece la pena, nació este libro seis años después: "Estaciones de regreso", una elegía. 

Tiene quince capítulos, de los que justo los que menos me han gustado son el primero y el último. El resto sí, mucho. Pero cada lector es un mundo y, además, no siempre nos apetece leer lo mismo.

Este es un libro intimista, un libro sobre saber mirar a la vida, a sus detalles, a las personas. Tiene capítulos que me han encantado, como el dedicado a su profesora Pura y cómo encaró el momento en que supo que se moría. Nos habla de sus amores, de su tiempo viviendo en Austin, de sus colegios, de sus trabajo, de la naturaleza, de escribir, de los libros, de la música... de lo bueno que es vivir. 

"Publiqué un libro de poesía que no me hizo poeta, hice una exposición de fotografía que no me hizo fotógrafo, escribí cientos de guiones de series prescindibles que no me hicieron dramaturgo, publiqué los suficientes artículos como comprobar que no era un filósofo, y tampoco fui capaz de pintar lo suficiente como para ponerme a prueba como artista. Pienso que el adolescente que fui me miraría con cierta indulgencia y con el respeto que se le debe a un resistente, pero no sentiría por mí admiración alguna."

Tengo casi todo el libro subrayado, no he dejado de hacerlo. Creo que ahora puedo ver mejor lo que no he subrayado que lo que tengo marcado. No he hecho más que marcar párrafos enormes que me encantaba leerlos, solo por el placer de disfrutar cómo lo contaba.

El título está extraído de unos versos del poeta Luis Rosales:

«...quiero deciros que el dolor es un largo viaje, es un largo viaje que nos acerca siempre vayas a donde vayas, es un largo viaje, con estaciones de regreso, con estaciones que no volverás nunca a visitar» Luis Rosales

Me ha parecido un libro muy de verdad, tan bien escrito que transmite.  

 "Así lector, soy yo mismo la materia de mi libro; no es razonable que emplees tu tiempo en un asunto tan frívolo y tan vano.

Sin embargo, esperas que quién lea ahora estas líneas y haya llegado hasta aquí no haya desperdiciado del todo su tiempo. Te gustaría creer, y no solo llevado por esa vanidad limpia tan tuya, que también ese él o esa ella han podido viajar a sus primeras veces y reconstruir algo de ese legado que les pertenece y que no ha terminado de hundirse del todo en la oscuridad, que les ha devuelto a su primer amor, al primer disco con el que comprendieron que la música es un espacio emocional de hoja perenne, que les ha recordado la primera obra de arte donde pudieron correr las cortinas que nos ocultan nuestra fragilidad, nuestros deseos oscuros, nuestro terror a la muerte..."

Volveremos a encontrarnos Jacobo Bergareche. 


domingo, 14 de abril de 2024

Quique González en La Riviera. Abril 2024

 




Qué gusto sentirse parte de este inmenso coro de voces.

Desenvolver, al fin, el último de los regalos de cumpleaños que quedaron por disfrutar. La ilusión de recibirlo, la paciencia de guardarlo durante meses, esperar, y ver que no es lo que habías pensado, pero como llega se recoloca.  

Vivirlo tan cerca del escenario, tan pegados a un montón de desconocidos, estar juntos y compartir la misma ilusión de tantas caras de todas las edades, a la justa distancia, expectantes.

Qué gusto toda esta gente bailando a un tiempo, alegrándose a la vez de que toque ésta y aquella, revoloteando entre todos las mismas canciones que fueron y son de siempre.

Cantar y cantar y cantar como si no las hubiéramos entonado nunca, pero cómo si las hubiéramos ensayado a la vez.

Qué gusto vivirlo y sentirse música.

Quique González otra vez. 

La Riviera otra vez. 

Abril 2024.

Gracias, gracias, gracias. 










jueves, 11 de abril de 2024

Madrid no termina nunca, nunca, nunca

 


Son muchas las ciudades donde vivo aunque parezcan una sola. 

Cambian las caras y los edificios, las tiendas y los monumentos. 

Cambian las prisas y los atascos, cambia incluso la humedad y el viento. 

Hay un Madrid donde vivo, y otros donde trabajo.

Uno al que me llevó volando la casualidad y a otros los afectos.

El Madrid que me gusta pasear, el que detesto y el que descubro ¡que me riza el pelo! 

¿Será verdad? 

El río de Madrid, su suelo y su maravilloso cielo. 


Mis Madriles no terminan nunca, nunca, nunca.

Son muchas mis ciudades aunque parezcan una,

todas me ven pasar de perfil, caminando, en silencio.

Todas las vivo,  

y en todas siento. 








miércoles, 10 de abril de 2024

Reseña literaria de Arantza Portabales "Belleza roja"




 "La belleza es roja como un cuenco de cerezas. Mi primera profesora de pintura solía decir eso. Es lo primero que me viene a la cabeza. Rechazo el pensamiento porque resulta irracional. Pero no puedo apartar la vista del suelo de la habitación. Me asalta la imagen de un vestido blanco e inmaculado sobre un enorme círculo de gelatina de fresa que vi una vez en una exposición de arte moderno. Recuerdo el vestido. El brillo rojo de la gelatina. Recuerdo el olor salvaje de las fresas. Cuando volví a las dos semanas, la gelatina había comenzado ya su proceso de descomposición. Me pregunto cuándo empezará a pudrirse este suelo..."



Cada dos o tres libros tengo que volver a la novela negra y si es española pues mucho más. 

En esta ocasión he terminado "Belleza roja" de Arantza Portabales, que ya llevaba esperándome un tiempo considerable en el montón inacabable de los libros que tengo por leer. 

La autora, a quién ya había leído con su "Deje su mensaje después de la señal" que me había gustado bastante pero no es policíaco, inicia con este libro una trilogía protagonizada por los inspectores Abad y Barroso. 

En este primer libro el argumento nos cuenta el crimen de Xiana Alén, una quinceañera gallega, que aparece muerta en su habitación en medio de lo que parece un decorado artístico, mientras sus padres, su tía, una pareja de amigos y su tía abuela también están en la casa. Seis sospechosos nada más comenzar el caso. 

Son dos líneas argumentales, como suele ocurrir en estas obras, porque paralelamente vamos a seguir la historia entre los dos protagonistas inspectores que, presumiblemente, continuará y eso marcará la unión con las dos siguientes novelas de la trilogía, que ahora ya me tendré ya que leer sí o sí. 

Está ambientada en el norte de España, en Santiago de Compostela y en la actualidad. Aunque con pocos detalles, es cierto, pero no necesitamos más para sentir que estamos ahí. 

La he leído bastante rápido porque está interesante. También su estructura en capítulos cortos ayuda a esa sensación de agilidad, aunque pasa de las 400 páginas. Pero está bien la novela, te atrapa, la verdad. La acción tiene buen ritmo, la intriga está bien dosificada, y la prosa está cuidada y no exenta de referencias artísticas, como podéis ver en el párrafo con el que he encabezado la entrada, que se corresponde con el principio del libro. A propósito de esto, también podemos comentar que hay dos narradores, uno en primera persona que corresponde a Lía, la tía de la víctima, que es quién comienza hablando en el libro, y como es artista veis en su prosa que atiende a los detalles, y es una prosa más lírica salpicada de imágenes. Y luego hay otro narrador que habla en tercera persona y es quién va contando la historia. 

Una novela de misterio que yo creo que está bien resuelta y mantiene el interés. Recomendable. 




domingo, 7 de abril de 2024

Gracia Querejeta "La vida de cine. El talento detrás de la cámara" - "Creadoras de historias"

 


Me está gustando mucho el ciclo de diálogos "Creadoras de historias" al que estoy asistiendo gracias a la Mutua Madrileña y a mi compinche que me guarda sitio porque si no, en este Madrid inabarcable un martes a esas horas, ya os digo yo que no llegaría en la vida. Y además no sabéis la de público que se concentra en estos "diálogos", se forman filas, se agolpa luego todo el mundo en la entrada, en un pispas el auditorio llenito en el patio de butacas, en el anfiteatro... Buf. Tienen mucho éxito. 

Os reseñé ya un poco el primero, el de Rosa Montero, está en otra entrada del blog, que me encantó. Y ahora quería hablaros del último, el de la directora de cine Gracia Querejeta titulado La vida de cine. El talento detrás de la cámaraque también disfruté mucho.

Es otra forma de contar historias, no menos interesante. Con Montero nos centramos en la escritura de novela y ahora con Querejeta abordamos la de guiones con imágenes y fue muy interesante escuchar a la Directora.

En el diálogo que estableció con el periodista José Manuel Calvo hablaron primero de su trayectoria vital, de su infancia estudiando ballet en donde prometía pero era muy sacrificado, después de que estudió Geografía e Historia porque su padre quería que estudiara pero, como no quería ser profesora, pero sí escribir, se fue metiendo en este mundo. Gracia Querejeta comentaba que a esa edad, antes de los veinte, en lo que uno elige, no se sabe muy bien aún lo que uno va a querer. Que sin embargo ella comprende que cuando uno ya es adulto quiera cambiar de vida. 



Nos contaba cómo se enfrenta a la creación del argumento, cómo inventa al modo "brújula" sin saber a dónde le llevará la historia sino inventándola sobre la marcha, también cómo más de una vez ha tirado escritos que no salían, y cómo luego no vuelve a ver las películas porque seguramente algo cambiaría... A propósito de esto nos decía que acababa de terminar una serie en Méjico y estaban ya en el montaje y ya había visto detalles que así no le gustaban y esa sensación es un horror. Porque ya mientras dura la película uno está todo el rato cambiando el guión, es algo vivo que tuvo que aprender.

Comentaba pormenorizadamente detalles de todas sus películas. De cómo fue criticada por hacer la película en ingles "El último viaje de Robert Rylands". De su favorita "Héctor", de Adriana Ozores, porque según ella es una película que transmite (también es mi favorita). Y desde luego de "Siete mesas de billar francés" con Maribel Verdú donde ésta consiguió su Goya. De "Invisibles" también habló. Y así fue comentando de cada una de ellas. También de sus series: de "Cuéntame", "Hospital Central"...

Fue muy, muy interesante. Se nos pasó volando y cuando nos dimos cuenta el presentador ya estaba despidiéndonos, una pena, con lo bien que estábamos ahí escuchándoles. Pero mereció mucho la pena.










Recital de Aurora Luque en el Teatro de la Abadia

 



Era septiembre de 2023, y acabábamos de volver de la isla de Corfú, que me había encandilado con ese aire decadente, tan mediterráneo, tan griego. Con esos tonos albero en sus fachadas descascarilladas, esa calma en el ambiente, y ese azul rodeándote hasta donde alcanza la vista. Me encantó. Corfú no es espectacular, pero tiene un toque tan doméstico, tan plácido y abarcable que me gustó mucho. Y entonces vi que en el teatro de la Abadía seis meses después iba a recitar sus poemas Aurora Luque (1962, Premio Nacional de Poesía 2022) y conociendo su poesía tan cercana a los clásicos, al verano, al mar, y que una es débil, no me pude resistir. 

Seis meses han estado nuestras entradas esperándome en la cómoda y por fin llegó el día. 

Me relaja mucho su poesía, tan mediterránea y clásica. 

Dividió el recital en seis islas y fueron alternándose, recitando los poemas que había elegido para cada uno de esos apartados, tanto ella como la actriz y directora Toñi Martín que lee muy, muy bien. En el apartado de la música también se alternaban. Por un lado, estaba la cantautora Cristina Ronsenvinge con sus canciones dedicadas a Safo que pertenecían a su obra teatral del mismo nombre, en la que también intervino Aurora Luque. La poeta es traductora de poesía y doctora en Filología Clásica. Y al violín estuvo Joan López de Soria Homar que nos deleitó con tres composiciones propias, mientras se proyectaban dibujos de unos artistas.

Entre el público, que yo reconociera, el también poeta y nombrador Fernando Beltrán, y el director de teatro Juan Mayorga, y una sala José Luis Alonso del teatro de la Abadía llena de oídos atentos. 

Dos ataques de tos de este constipado eterno que tengo me lo hicieron pasar fatal, pero cómo lo disfruté. Fue resetearse por dentro, procurarse una dosis extraordinaria de belleza y calma para seguir adelante. Un lujo un miércoles cualquiera. 

El mismo teatro de la Abadía parece un oasis en medio de Chamberí. 



La siesta de Epicuro

Ojalá que los dioses
me abandonaran. Todos.
Despertarme, de pronto,
desprovista de mapas,
limpia de certidumbres
añosas, despojada
de falacias y fábulas,
desnuda de pronombres
y atuendos de palabras
-sobre todo.

Ojalá
que los dioses, corteses,
todos me abandonaran.


sábado, 30 de marzo de 2024

"El muro de Berlín. Un mundo dividido" en la Fundación Canal. Sala Castellana 214

 



La otra tarde estuve viendo la exposición "El muro de Berlín. Un mundo dividido" de la Fundación Canal. 

¡Menuda exposición! Es muy completa, muy instructiva, muy intensa.

Narra pormenorizadamente la historia del Muro de Berlín y dicen que se tarda de dos horas a dos horas y media, pero vamos yo estuve mucho más y os aseguro que la última parte ya la vi mucho más rápido porque era demasiado muro para una tarde. Comentábamos que esta exposición deberían dejar que pudieras ir a verla más de un día, porque es tan completa, tiene tanta información, es tan interesante y tan variada que al final se te va muchísimo tiempo y no se puede ver igual de pormenorizadamente al principio que cuando ya llevas varias partes. 

Es una lección de historia muy bien explicada y expuesta en múltiples objetos originales, más de trescientos, que vas encontrando; más la dosificada información y expuesta en todos los paneles y fotografías que puedes leer o ampliar, y a eso le añades los audios, los vídeos, los testimonios... 

Por supuesto está incluida la audioguía y da gusto con ella ir avanzando por toda la exposición a tu propio ritmo deteniéndote el tiempo que quieras y donde quieras. 

Me acordé mucho de mi último viaje a Berlín cuando veía muchas de las fotografías y los recorridos de los transportes de entonces y algunos lugares emblemáticos que todavía se pueden visitar de los alrededores de donde estaba el muro. 

Vale un dinero pero que yo creo que se amortiza. Muy recomendable. 

















jueves, 28 de marzo de 2024

"El realismo íntimo de Isabel Quintanilla" en el Museo Thyssen

 



Me encantó la exposición monográfica de la pintora realista Isabel Quintanilla que hay ahora en el Museo Thyssen. 

Casada con el escultor Francisco López y cuñada de Antonio López casado a su vez con la artista María Moreno, formaban junto a otros un grupo de amigos y artistas que se conoce como los Realistas. Desde que se conocieron estudiando permanecieron unidos durante décadas creando a la vez. 

La exposición la componen 104 obras divididas en seis ámbitos diferentes: Temprana declaración de intenciones, Pintura de proximidad, La emoción de la ausencia, Más que compañeras, Los paisajes que más quiso y Hortus conclusus: Naturaleza doméstica.

Toda la exposición me ha gustado mucho, pero si tuviera que elegir una parte sería la tercera, la titulada "La emoción de la ausencia" que me pareció la más íntima, la más acogedora con esos interiores de su casa y su colegio. A esta parte pertenecen los cuadros Atardecer en el estudio (1975), Habitación de costura (1974) El teléfono (1974) o Interior. Paco escribiendo (1995).

Sus cuadros son la memoria del paso del tiempo en nuestro país. Nuestras casas, nuestras mesas, nuestros objetos. La calidez de los cuartos de la costura, la sensación acogedora de las salas de estar, el cambio de la luz en los jardines.

Cuadros íntimos, a media luz y sumamente detallistas mostrando los típicos vasos de duralex, el bote de ajax, el aceite La Española. Los objetos con aquellas marcas que no olvidamos y que teníamos en todas las casas, todas las cocinas, y todas las familias. Su principal querencia era para los objetos más inmediatos, más cercanos, los que formaban parte de su vida y de la vida de sus seres queridos. Por eso en muchos cuadros siempre encontramos algún objeto mucho más personal como un pastillero o unos guantes. 

Desde los años 60 en Alemania logró su consideración como pintora, mientras que aquí pasó casi inadvertida. De hecho ella se quejaba de que para las mujeres del grupo, había sido mucho más difícil que para sus maridos. 

Ha tenido que ser rescatada en el siglo XXI para que podamos disfrutar de su obra. Es la primera vez que el museo Thyssen le dedica una exposición individual, para lo cual han ido investigando y localizando el centenar de obras que exponen ahora por colecciones privadas y otros museos.

Muy recomendable.









"No todo el mundo" de Marta Jiménez Serrano. Reseña Literaria

 



"Acaso el amor sea la capacidad de que la conversación siga siendo siempre interesante."

Y le ha tocado el turno a un libro de relatos, que por cierto he disfrutado mucho. Es el segundo libro de la autora Marta Jiménez Serrano, a quién yo no había leído, entono un mea culpa y pido perdón, y ahora creo que habrá que seguir haciéndolo, sí o sí.

"No todo el mundo" es un conjunto de catorce relatos de distinta longitud cuya temática gira en torno a las relaciones de pareja. 

"Cabe señalar que para encontrarse no solo hay que verse: hay que verse a la vez."

Son relatos cuyos personajes son muy diferentes, y tenemos de distintas edades, y clases sociales, los tenemos solteros, viudos o separados, los tenemos siendo compañeros de trabajo, de garitos, de las clases... Tenemos cuentos que hablan de los principios de las relaciones, otros de los finales, de las relaciones que te importan más, de las que menos, del deseo, de la complicidad, de la ternura, de dejarse llevar o no. De amor y de desamor.

"Le devolvió en un gesto furioso sus textos repletos de tachones diciéndoles que no explotaba su potencial, porque la voz del narrador esto, y la concepción temporal lo otro, y te falta conflicto. "Conflicto no me falta, te lo juro", pensó ella, según me dijo cuatro meses después, un día que comentábamos la efusividad de nuestro profesor. Blasco era implacable, echaba a los alumnos del taller si les encontraba una coma entre el sujeto y el predicado, motivo por el cual empezamos siendo catorce y en la tercera clase quedábamos ya solamente ocho. "Conflicto no me falta" pensó, pero solo sonrió irónicamente que es lo que hace con su tristeza. O lo que hacía entonces. "

Todos están ambientados en la actualidad y en distintos barrios de Madrid. Además se nota que a la autora le gusta nuestra ciudad y sus personajes han salido de distintas localizaciones fácilmente distinguibles. 

Por supuesto entre la variedad hay algunos con los que uno, como lector, va a conectar más y con otros menos. Algunos me han gustado mucho como el de "Filmin", el de "Un novio que tuve" o el de "Horny Asian teen". A alguno le habría quitado algunas páginas y a otros en cambio se las hubiera regalado muy gustosa. 

Lo que es cierto es que todos me han parecido muy bien escritos, muy creíbles, actuales, cotidianos, muy de verdad. 

El tono de los relatos es desenfadado pero muy correcto, tiene un punto de ironía y mucho de destreza con las palabras y las expresiones. Esconde un tono cómplice, no en vano son de relaciones humanas, en ocasiones casi juguetón, lo que se refleja en los juegos de palabras con los nombres propios: Elo y Elo, o con los distintos significados. 

Por otra parte, estructuralmente, son relatos muy bien construidos, con principios potentes y finales redondos. Os copio, a modo de ejemplo, el principio de un relato. Quizá sea de los más explícitos, pero también es una pequeña muestra de lo visuales que son:

"Macarena llevaba siempre una medalla redonda, una cadena fina y larga colgada del cuello que a David le resultaba fría al contacto con los huevos cuando ella le hacía una felación. Macarena se inclinaba y la medallita colgaba hasta impactar suavemente contra los testículos, donde se quedaba hasta que Macarena terminaba o, visto de otro modo, hasta que terminaba David." 

Están escritos con muchísimo ritmo, tienen distinto tono, distinto narrador, lenguaje, todo lógicamente al servicio de la historia que se cuenta.

"El miedo al amor es como el miedo a los gatos. A la sibilina imprecisión del silencio, a la felina predisposición al capricho..."

En fin. 

Que me ha parecido un libro de relatos muy bien escrito cuyas historias tienen un tono fresco, urbano, actual. Un libro de relatos muy recomendable.

viernes, 15 de marzo de 2024

Rosa Montero en el ciclo "Creadoras de historias" de la Mutua Madrileña. Un lujo

 


Llegó con su perrita Petra a un auditorio lleno de incondicionales de sus letras. 

El periodista José Manuel Calvo, que iba a conducir el diálogo, le dijo que Petra le iba a quitar el protagonismo. Pero Rosa Montero contestó que no, que era muy buena, que siempre la estaba dejando sola, y que iba a llegar un día que se iba a enfadar con ella. Así que se la había traído.

Y era verdad. Petra fue muy buena, no se movió de su regazo en toda la conferencia, no hizo ni un ruidito, y eso que Rosa Montero no dejó de hablar y contar, contar y hablar, haciéndonos sonreír, interesándonos, embelesándonos. 

Y nos contó sobre su vida y el periodismo y sus libros. Nos contó sobre la creación literaria en sus novelas. 

Un gustazo de conferencia.

"Quiero hacer cosas que calienten el corazón."


Fundación Mutua Madrileña. Ciclo de conversaciones "Creadoras de historias". Martes 12 de marzo.












jueves, 14 de marzo de 2024

"La mujer de la libreta roja" de Antoine Laurain. Reseña literaria

 


He terminado de leer "La mujer de la libreta roja" volando. 

Se trata de una de esas historias de "aquí va a pasar algo bonito" que tiene su parte original y lo mejor es que, en mi opinión, no llega a ser empalagosa con los sentimientos. 

Es una novela corta y amable, que cuenta la historia de un parisino Lauren Letellier. Un librero que una mañana cualquiera se encuentra un bolso malva de mujer abandonado en un cubo de basura. Dentro del bolso no encuentra nombre ni dirección de la dueña pero a base de mirar los objetos que contiene, y sobre todo tras leer lo escrito en una libreta roja donde la mujer iba anotando listas de sus pensamientos, da comienzo su búsqueda, decidido a devolvérselo. Al mismo tiempo la dueña del bolso, a quién el ladrón, al arrebatarle el bolso le ha dado tal golpe que le ha dejado en coma, está en un hospital ingresada ajena a todo. 

Estamos ante una historia ambientada en París, en la actualidad, y según lo vas leyendo respiras su ambiente elegante de cafés con su terracita, el atractivo innegable de sus preciosas librerías y edificios señoriales. La ambientación justa para sentir que haces una escapadita a la capital del país vecino. Está bastante lograda.

Yo lo he leído con mucha tranquilidad. Tiene un ritmo pausado pero fluido, los cortos avances en la trama logran que se mantenga la curiosidad por saber, según iba acercándose el librero a su misteriosa dueña del bolso, cómo al fin lograría llegar a ella. Ya casi al final tiene un punto de giro y es curioso ver cómo lo resuelven.

Una novela escrita con una prosa sencilla, con un narrador en tercera persona, donde además el autor ha ido intercalando los diálogos entre la prosa, creando una suerte de estilo indirecto al irlo contando.

No es una novela trascendental ni trepidante, es ligera, simplemente una lectura agradable, con encanto, que te deja un poso de bienestar al terminarla, lo que de vez en cuando viene muy bien para descansar entre lecturas más densas o sesudas. A mí me ha entretenido la historia de estos personajes típicamente parisinos, no son unos jóvenes atolondrados, son una pareja de unos cuarenta años y profesiones interesantes, bien perfilados en su madurez y experiencias, que viviendo esa historia curiosa consiguen transmitirte, que si fuera el día está tormentoso y feo, haces muy bien en arrebujarte entre las páginas de un libro para pasar un rato más grato. 

 

domingo, 10 de marzo de 2024

"El padre" en el Teatro Bellas Artes de Madrid

 


Tú sabías de que trataba la obra de teatro "El padre" que está representando José María Pou en el Teatro Bellas Artes de Madrid. 

Sabías que el argumento ahondaba en el avance demoledor de la demencia en la mente de un padre y el impacto de tal imparable progresión de esa enfermedad en la familia. 

Sabías que no iba a ser una obra agradable, imagínate, con semejante argumento... Pero querías ver a Pou en escena porque lo hace tan creíble... 

Y así fue: Pou borda un padre aquejado de demencia de forma natural, magistral.

Lo que no sabías es que la adaptación de la tragicomedia de Florian Zeller te iba a encantar, porque ese texto plagado de repeticiones en las escenas y los personajes, consigue casi meterte en la cabeza del protagonista, en ese bucle de tiempo y personas, esa repetición constante de frases y pérdidas, ese lío enorme, esa locura que va tomando peso y le está atrapando.

No sabías que te iba a parecer tan buena la interpretación de la hija, Cecilia Solaparen, que te ibas a creer tanto su impotencia, su tristeza, su cansancio.

Por no hablar de la escenografía, esos cambios sutiles de escenas con tan poco mobiliario, unas luces y unos personajes casi bailando una sutil coreografía para cambiar los muebles y los momentos. 

No sabías que, aunque el teatro Bellas Artes no es uno de tus preferidos, en la primera fila (hay una 0) del anfiteatro se ve tan bien. 

Conclusión: No sabías que te iba a encantar "El padre". No es amable, ni agradable. Solo es la vida misma. 




Reparto

José María Pou
Cecilia Solaparen
Elvira Cuadrupani
Jorge Kent
Alberto Iglesias
Lara Grube

Ficha artística

Título original: Le Père
Autoría: Florian Zeller
Traducción: Joan Sellent
Dirección: Josep Maria Mestres

sábado, 9 de marzo de 2024

Presentación del libro ¡Ay Matilde! de José Antonio Carmona Daza

 

Poemario "Ay Matilde" de José Antonio Carmona

Hay presentaciones de libros de todas las formas y colores, no nos engañemos, ya hemos asistido a unas cuántas, pero nunca me habían dicho que había que presentarse al evento con un sombrero, una bufanda y unas gafas para que el autor no me reconociera. Eso no me había ocurrido nunca hasta hace unos días. Así de maravillosa es la vida, que a mis "cincuenta y..." no deja de sorprenderme. 

Dejadme que os cuente mejor la historia, y sin alargarme mucho.

En nuestra tertulia tenemos un compañero poeta que se llama José Antonio Carmona que, además de ser un compañero estupendo y con el mejor de los talantes nos empuja siempre a múltiples aventuras literarias, tiene una pareja de personajes que se llaman Matilde y Heriberto. Con ellos, o gracias a ellos, o no sé muy bien cómo decirlo, José Antonio crea una poesía cotidiana y entrañable que inmediatamente hace asomar una sonrisa en quién la escucha. Todos esos poemas comienza igual: ¡Ay Matilde! y con ese tono medio de lamento y mucho de amor, o por lo menos eso es lo que a mí me transmite, Heriberto le va contando a Matilde la vida.

A José Antonio querían darle sus hijos una sorpresa de esas que no se olvidan nunca, que ha pasado un tiempo un poco pachucho. En secreto, recopilaron muchos de sus poemas, no todos son de Matilde y Heriberto pero sí unos cuántos, e hicieron una publicación titulada, como no podía ser de otra forma: ¡Ay Matilde! A él le contaron una mentirijilla con ayuda de su nieta y le hicieron creer que iba a grabar un video de Tiktok junto a ella. Y para allá que se fue, mientras su familia y otros allegados, más un buen número de compañeros de tertulia, le esperábamos en el lugar acordado, disfrazados con el atuendo que nos habían aconsejado, para que a la primera no supiera que éramos nosotros. Algo a todas luces imposible, ya os lo digo yo, que se nos ve a la legua que somos los de la tertulia... Y si no rápidamente te leemos cualquier texto, para que no haya duda...  ¡Menudos somos con nuestras cosas literarias!

En fin... Fue tan divertido cuando le quitaron de los ojos el pañuelo con el que le traían y allí estábamos todos de esa guisa... Tan divertido ver su cara y mirarnos y luego escuchar como Juan Calderón y Juan Raña, compañeros de la tertulia, interpretaban a Matilde y Heriberto mientras dirigían la lectura de poemas del libro que llevamos a cabo a modo de presentación... 

Un día de esos con los compañeros de tertulia que no se olvidan y que, por si un día lejano el alzheimer o algún primo hermano quiere hacer de las suyas, yo quería reseñar. 






En estas fotos tenemos a Juan Calderón disfrazado de Heriberto y a Juan Bautista Raña de Matilde, abrazando a su supuesto padre literario. 



Varios compañeros leímos poemas de José Antonio y para terminar Javier Díaz, poeta y coordinador de nuestra tertulia Rascamán, leyó el prólogo del poemario a modo de epílogo. 


Esta foto me la han regalado mis compañeros. Leyendo y de perfil no puede una salir bien nunca, pero era un momento especial y eso es lo que importa.









El dinero recaudado con la venta del poemario de José Antonio va destinado a una escuela de niños ciegos en la India, como ha ocurrido con los últimos libros de recopilación de textos que hemos publicado estas últimas navidades en mi tertulia. El hijo de José Antonio, Luis, ha estado en ese lugar y sabe seguro que el dinero llega donde tiene que llegar y se emplea con ellos. 


viernes, 8 de marzo de 2024

8 de marzo Poemas de mujeres sobre mujeres. Thelma Nava, Amalia Bautista, Begoña Abad

 

Obra de Ruth Velázquez (1887-1969) de la exposición "Las simsombrero"
 


REVISIÓN GINECOLÓGICA

¿Embarazos?
Dos.
¿Partos?
Dos.
¿Vivos?
Dos.

Pienso de golpe en las que deben dar
respuestas menos uniformes
y humildemente doy las gracias.

Amalia Bautista


Cociendo arroz

En este momento, 

en el silencio de mi cocina 

mientras vigilo el arroz que cuece 

y escucho gotear un grifo imperfecto, 

 pienso en las mujeres lejanas 

que se cuelgan un fusil a la espalda 

para adentrarse en la selva. 

O en las que se cuelgan el hijo 

y caminan horas en busca del agua. 

O en las que se desvisten 

en un cuarto triste para venderse. 

Las desterradas hijas de Eva 

del imperfecto mundo que gotea. 

Begoña Abad



Mujer inconveniente

 
Definitivamente no, señora mía

usted no es la mujer que conviene a su marido.

Carece de imaginación,

utiliza el gastado lenguaje de las mujeres

de nuestros abuelos.

Alterna las visitas a los supermercados

con las telenovelas

y espera con la crema puesta la cuota semanaria

del amor.

Y sobre todo,

usted no sería capaz de compartir a su marido

como lo hago yo

tranquila y resignadamente con usted. 

 

Thelma Nava

martes, 5 de marzo de 2024

"Mi abuela no se llama Carmen" de Ana Mayo, en el Teatro Fernán Gómez, Centro Cultural de la Villa

 


Yaya, ¿Tú tienes miedo de morirte?


 

Me gusta mucho el teatro Fernán Gómez, Centro Cultural de la Villa, siempre que salgo de allí me voy con buen sabor de boca. Y me gustan mucho sus salas. La Guirau porque tiene unos asientos comodísimos y al ser amplia es más difícil que te quedes sin entrada. Y la Jardiel Poncela, precisamente por lo contrario, porque al ser más pequeña es mucho más íntima, el teatro se vuelve más próximo, porque estás muy cerca de los intérpretes y suelen representar obras intimistas que van conmigo. 

Este fin de semana pasado he estado precisamente en la sala Jardiel Poncela viendo "Mi abuela no se llama Carmen". Un monólogo escrito, dirigido e interpretado por Ana Mayo que nos mantuvo una hora pendientes de su historia.

Está dentro de las propuestas del Festival "Ellas crean", que ha cumplido veinte años. Es un festival cultural organizado por el Instituto de las Mujeres en el mes de marzo, donde se da protagonismo absoluto a las mujeres. Tiene como fin visibilizar el trabajo de las mujeres creadoras en numerosas disciplinas: Música, danza, poesía, teatro... Y las actividades propuestas se reparten por muchos espacios culturales implicados: Teatros, Biblioteca Nacional, Museos...

En este caso os quería hablar de "Mi abuela no se llama Carmen". En la escena solo un silloncito de una plaza, cómo improvisando una sala de estar. Y cómo única interprete la nieta de Carmen contándonos de la vida de su abuela, de su pasado de niña republicana, de su presente dependiente y de frágil memoria. Contándonos de esa relación estrecha, permisiva, cariñosa, de abuela y nieta. Y ya de paso, hablándonos de la familia, de ser madre, de la vida. 

El texto de la obra es un retrato de la abuela, pero también una despedida pues ya es nonagenaria, y sobre todo es un homenaje. Es un monólogo, pero nos lo está contando a nosotros que estamos ahí enfrente, a un paso de ella. 

En mi opinión el texto está bien llevado, tiene ritmo. Ocupa un período de tiempo de unos dos años, los últimos de la abuela, pero no es lineal, sino que hay saltos en el tiempo y eso le trasmite agilidad. Está salpicado de anécdotas que te lo hace familiar, cotidiano, te lo acerca. Y hay gestos particulares, frases hechas, que te retrata el perfil del personaje de la abuela con sus aristas, devolviéndotelo natural, creíble. 

Pero sobre todo me gustó la interpretación de la actriz. El desdoblamiento de voces que hace de la abuela y la nieta. Su forma de moverse cuando representa los gestos de la abuela, o cuando baila con la música que salpica la obra. El texto gana con la interpretación.