Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

domingo, 30 de octubre de 2022

Recital en Alaquás de la Tertulia Rascamán. Reseña.

 


 Primero llegamos nosotros y conocimos a un señor de lo más singular, con unos bigotes increibles, que nos dijo que él solo era "uno que estaba por ahí". Dicharachero, ocurrente, un personaje de carne y hueso que esperaba nuestra llegada y ya siempre, en nuestros recuerdos, nos dará la bienvenida a aquel lugar.

Antonio y su hostal nos recibieron con alegría.



Primero llegamos nosotros y después llegaron nuestras voces. 

Un pedacito de la tertulia Literaria Rascamán, terminando el mes de octubre de 2022, sale de su refugio para leer en voz alta, esta vez, en un pueblecito de Valencia: Alaquás. 

Un pedacito frágil, pero fuerte.

Y a pesar de que era por la mañana y de que no nos conocía nadie, Alaquás y su castillo, un precioso rincón para leer, nos acogieron con elegancia, con música y público.

¿Que más se puede pedir? 

Conocimos esos pueblecitos valencianos y a unos músicos estupendos: Oscar Besó y Jaume Casas.

Leímos, conversamos, paseamos, nos reímos.

Y nosotros, Javier, Luis, Omega, José Antonio, Mariana, Montse, León, David y yo, volvimos a disfrutar del placer de estar juntos, de ser unos Rascamanes trotamundos, y sobre todo de compartir la literatura.

 


 

 


 

 




 


 




 












lunes, 24 de octubre de 2022

XII edición del Concurso Cartas de amor de Arucas. 2022.

 


El día de las escritoras, que fue el pasado 17 de octubre, la Biblioteca Municipal de Arucas (Gran Canaria) me alegró el día:

 

El coloquio con motivo del #DíaDeLasEscritoras propició un entusiasmado debate sobre el proceso creativo del libro, que va desde la escritura hasta la lectura. El público también intervino, interpelando a las invitadas con diversas cuestiones.
 
El acto se cerró con la lectura del acta de la XII edición del concurso de #cartasdeamor “En amor a dos”. El concejal de cultura, Carlos González Matos, leyó el fallo del jurado, que otorgó los siguientes premios:
MODALIDAD A. Arucas en el corazón: LORENA LÓPEZ MEDINA, por la carta titulada DIARIO DE UNA MUERTA.
MODALIDAD B. Por amor al arte. El premio fue para ROCÍO DÍAZ GÓMEZ, que concursaba desde Madrid, con la carta titulada ME LLAMÓ AFRODITA
Como broche del acto, Lorena López se emocionó y contagió su emoción al público con la lectura de su carta.
¡Enhorabuena a las premiadas! Y muchas gracias a Carmen Nieto (autora) y María Yuste (editora) por su participación.

 
Cuánto alegra sentir el reconocimiento en personas que solo te conocen por lo que escribes. Cuánto motivan estas noticias para seguir peleando con las historias. 
 
Muchísimas gracias desde aquí a la Biblioteca Municipal de Arucas, al Ayuntamiento de Arucas y por supuesto al Jurado por considerar que mi carta merecía este premio.
 
Me parecía que el Día Internacional de las Bibliotecas también era un día bien chulo para compartirlo ¿No creeis? 
 
Pues venga, antes de que se me olvide, cómo ya me ha pasado otras veces.

Va por vosotros.


Me llamó Afrodita 

Rocío Díaz Gómez

Me llamó Afrodita. Y yo que, como la mayoría, no conocía más Afrodita que la de los dibujos de Mazinger Z, una “robot” con proyectiles en sus generosos pechos, imagínese qué vergüenza. Éramos una pandilla de adolescentes bañándose en el río, y yo estaría agachada, con el agua por encima del pecho medio escondiéndome. Ya sabe lo que son esas edades y el pudor, el bañador mojado pegándose a un cuerpo que ya empieza a tener curvas, y una disimulando para que ellos no se fijen. Tanto disimulo para que venga el renacuajo de turno y te llame ¡Afrodita! Tenía usted que haberle visto, con esa edad le sacaba yo la cabeza. Como un semáforo, con el pelo chorreando, me tiré a él y le di una tunda de manotazos impresionante. Y mientras él, tan resabiado, bajo los palmetazos explicando que existía otra Afrodita, otra que no salía en la tele, otra que estaba en el Museo de nuestra ciudad, la Afrodita agachada del Museo Arqueológico de Córdoba. Varios cardenales después, por fin le escuché. Pobre muchacho, si resulta que me estaba echando un piropo. Así nos conocimos, imagínese.

Éramos aceite y agua. Él siempre con ansia de leer, de aprender, de saber. De pringarse de conocimiento ¿Sabe? Y yo solo preocupada por si íbamos a este río o al otro. Al principio me cansaba un poco su afán por enseñarme, pero al final terminé coladita por él, porque creció más tarde pero menuda planta cuando terminó de hacerlo. Eso, y que sopas con ondas les daba a todos cuando abría la boca. Él era el nieto de Santos Gener, habrá oído hablar de él, fue Director del Museo muchos años. En la guerra fue depurado pero en el 39 pudo volver y se ocupó de la mudanza a la calle que hoy lleva su nombre. Dicen que hizo mucho por esta Institución, se ocupó de la recuperación e instalación de muchas de las piezas. Parece ser que fue un hombre brillante. Y mi Samuel, su nieto, como él, a quién además de dejarle el nombre de pila, le contagió el amor por este lugar y el arte. Amor con el que quiso engatusarme a mí. Y vaya si lo hizo.

Nos colábamos cada noche ¿sabe? Cómo él conocía a todos los vigilantes de venir con su abuelo, les guiñaba un ojo, y hacían la vista gorda. Qué aventuras. Samuel me explicaba las obras: “Dirás en paños menores…” “Nooo, digo lo que he dicho: “Paños mojados”, así se llama la técnica con la que se acentúan las curvas del cuerpo” “Ah como en el río…” Qué paciencia tenía el pobre conmigo. “¿Te imaginas esas patas con forma de león en tu comedor?” “Pues no ¿Y de quién has dicho que es esa máscara?” “Del dios Pan” “Eso me había parecido, pues fíjate tú que con esas barbas hasta le veo parecido a Indalecio el de la tahona ¿A que sí?” Qué cosas le decía yo, y aun así, fíjese, nos íbamos enamorando. La magia de este lugar, seguro. Y pasearlo sin nadie y medio a oscuras, también Una de esas noches nos dimos nuestro primer beso. Y después vino otro y otro más, y ya sabe, una cosa lleva a la otra.

Siempre trabajó aquí ¿Dónde si no? Adoraba el arte. Y yo en casa, pero tan feliz ¿sabe? No quería más, porque lo tenía todo. Cuando Samuel murió, la casa se me caía encima. Entonces su compañero me habló del puesto de vigilante de sala. Jamás se me habría ocurrido, no le voy a engañar, pero nunca se lo agradeceré lo bastante. Estar aquí es estar con él, porque este Museo era su vida. Estas piezas me reconfortan, aún hay en ellas jirones de los adolescentes que fuimos. Él me llamó Afrodita y decidió mi vida. ¿Cómo iba yo a imaginar que cuarenta años después yo iba a pasar mis días con la otra Afrodita? Si me viera mi Samuel… Si hasta me atrevo a contestar a los visitantes cuando me preguntan sobre ésta o aquella pieza. Porque ahora sé que muchas cosas de las que me contaba, se me quedaron dentro sin darme ni cuenta. Y si no sé la respuesta, no se lo va a creer, pero en mi interior le pregunto, y Samuel, allá donde esté, me la sopla en un susurro. Porque yo siempre fui su Afrodita, su Afrodita agachada. Y lo seré siempre.


 

 
 

domingo, 23 de octubre de 2022

Recital Literario en Alaquás (Valencia) a cargo de la Tertulia Literaria Rascamán el próximo sabado 29 de octubre

 


 

 

En Alaquas (Valencia) mis compañeros de tertulia literaria "Rascamán" y yo haremos una lectura de poemas y relatos el próximo sábado, 29 de octubre a las 11.30 horas, en el castillo de la localidad.

Estoy segura de que prefieres eso que estar ahí en casita limpiando y demás...

 Mira que también habrá música... 

¡Fiestuqui literaria!


Yo no os digo más. Ya sabéis dónde vamos a estar. Estaremos encantados de veros.


#lecturaliteraria #relato #poesia #musica #veladaliteraria

"Grecia. Viaje de otoño" de Xavier Moret

 


"Grecia. Viaje de otoño" de Xavier Moret: Este es un libro de viajes que he cerrado satisfecha. 

El autor vuelve a Grecia en otoño sin el miedo de no encontrar la Grecia que ya tiene conocida. Vuelve a sabiendas de todo lo bueno que el país le puede ofrecer. Y a través de sus palabras vamos recorriendo esas tierras en una época en la que hay menos turistas, pero siguen estando las mismas islas bellas y el mismo mar, mientras nos arropamos con la mitología y la leyenda. 

 

"-¿Sabes cómo descubrieron este teatro? -me pregunta un guía delgado y de pelo cano que se presenta como Yannis-. Lo encontró en el siglo XIX un doctor que recogía hierbas por el monte. Vio unas piedras nobles que asomaban y avisó a un amigo arqueólogo. 

Cuando excavaron, encontraron esta maravilla.

-Supongo que vienes a menudo aquí por tu trabajo.

-En la temporada turística, una vez a la semana desde hace 20 años -sonríe-. Cuando empecé estudiaba Historia en la Universidad y pensaba que sería un trabajo temporal, pero... -hace un gesto vago-. De todos modos me gusta subir aquí y ver el teatro enfocado hacia el valle sagrado del santuario dedicado a Asclepio. 

-El esculapio de los romanos.

Dice la leyenda que nació aquí -Yannis sigue con la mirada fija en el valle-. Cuando nació, engendrado por Apolo, perdió a su madre, Coronis; la mató un rayo, aunque hay quién dice que fue Apolo. Cuando Coronis iba a ser incinerada Apolo salvó a Asclepio de las llamas y lo llevó al monte Pelión, donde fue amamantado por las cabras y donde el centauro Quirón lo instruyó en el arte de la curación y la caza.

-Hay una clinica que se llama Quirón en Barcelona.

-Los nombres griegos siempre quedan bien a la hora de vender..."

 

Es un libro interesante y ameno.

Una parte de mí se lamentó por no haberlo leído antes de mi viajecito a Grecia de este verano. Otra, mucho más práctica, se alegró de leerlo teniendo frescas en la memoria un sinfín de imágenes de la Grecia que yo he conocido. Ojalá en mi periplo yo hubiera visitado tantos lugares como cuenta este libro, pues ha conseguido que aún crezcan más en mí las ganas de volver a otros parajes mucho menos conocidos.

 El autor nos lleva a Micenas, Olimpia, Meteora, Santorini, Míkonos, Delfos, Rodas, Salónica, Ítaca, Macedonia, el Monte Athos y, Atenas. 

Y lo hace contándonoslo con un ritmo suave, que va fluyendo, y que hace que el lector sienta que casi va paseando con él, a su lado, donde se nos va ocurriendo sobre la marcha, charlando con unos y con otros.

Alguna vez en la vida me gustaría viajar así, pensando el día anterior para donde te apetece dirigirte. Dejando que abran para ti hoteles que están cerrados. Parando donde quieres y el tiempo que quieres, en un tiempo sin prisa, fuera de temporada por completo. Quizá por ello hay un poso de soledad entre sus páginas. 

 

"-Esto ha cambiado mucho -añade-. Los monjes son ahora más jóvenes y más conformistas. Pero antes eran así, con un punto de inconformismo que era lo que les llevaba a vivir al margen de la socidad.

Nos levantamos tarde si se tienen en cuenta los horarios de Athos, a las 7 de la mañana. Los monjes están rezando y tardarán un buen rato en desayunar. Ya que tenemos la suerte de estar cerca de Kariés, salimos del monasterio, desayunamos en la panadería del pueblo y vamos a la casa del monje Anastasis, donde prosigue la fiesta de san Juan Bautista. ..."

 

 El autor habla con lugareños que suelen ser amables y cuentan su vida y la vida en general de donde viven, de forma tranquila, conversando con el viajero. En este libro el fantasma de la crisis griega está muy presente y sale a menudo.

 

"De regreso al hotel, Vasilis me recibe con su habitual sonrisa e insiste en obsequiarme con una visita comentada de la fotos y retratos de familia que decoran la sala principal.

-Este es el abuelo de mi esposa, el que fundó el hotel -señala un hombre bigotudo vestido de militar-. Lo hizo cuando la otra crisis, la de 1929.

Me hace gracia lo de "la otra crisis". Por lo visto, hay gente que mide el paso del tiempo por las crisis que nos caen encima.

-¿Y cómo va la crisis actual?, le pregunto.

-Es muy dura -Vasili entristece el tono-.Los periódicos publican artículos sobre macroeconomía, pero lo grave es que la gente lo está pasando mal.

-Vosotros tenéis suerte de tener el hotel -comento.

-En verano va bien porque vienen muchos turistas, pero cerraremos dentro de unos días cuando acabe la temporada.

-¿Y por qué no lo mantenéis abierto todo el año?

-En invierno las islas se quedan vacías. Mi mujer y yo nos vamos a Atenas, aunque la verdad, tengo tan poco trabajo que me estoy planteando vivir en Naxos una parte del año. Así entraría más dinero en casa. "

 

Pero también es un libro donde inevitablemente el autor, a propósito de los lugares que visita, nos habla de mitología y dioses. Y por supuesto su peso es mayor cuando viajamos de su mano a Delfos, la Acrópolis de Atenas, o Micenas en el Peloponeso. O nos impregna de la espiritualidad de los Monasterios griegos en Meteora o Athos.  Pero también nos cuenta muchas curiosidades como cuando nos habla de la isla de la que se enamoró Leonard Cohen y de su casa encalada. O nos habla de otra isla menos conocida, Skopelos, donde se rodó la película Mama Mía. O de otra isla, Spetses, donde los británicos escribieron importantes novelas...

Estoy escribiendo esta reseña, y me apetecería volver a leer este libro. Porque los detalles ya se me escapan, que lástima.

Os transcribiría muchos parajes pero la reseña sería demasiado larga. Es un libro que se lee muy bien, porque hay muchos diálogos salpicando la prosa. Eso hace que el ritmo sea ágil. Las descripciones son muy visuales y te llevan en volandas a los paisajes de olivos y el mar azul. Tan pronto te dejan en una de sus legendarias ruinas como te sitúan con los pies al borde de un acantilado en una de sus islas. Y además te van contando detalles curiosos o históricos.

En fin. Yo lo leí porque lo vi recomendado en la revista de viajes Taveller. Y estoy muy de acuerdo con ellos. Si os apetece saber de Grecia, yo creo que este libro os podría agradar bastante.