Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

viernes, 27 de junio de 2025

"Palabras imaginadas. Lectura gráfica" Reseña tardía de una exposición en el Matadero

 


Los viernes son el mejor día de la semana. Tienen luz. Son un faro.

El mejor día. No en vano su origen etimológico es latino y viene de "Veneris", o mejor dicho "dies veneris", el "día de Venus", la diosa del amor. Venéreo tiene la misma etimología, pero ahí mejor no entramos. Los viernes son el mejor día de la semana, el día relajado, el que anticipa al menos dos días completos sin trabajar, una sobredosis de tiempo para los que siempre andamos piando por él. 

El viernes es promesa de tiempo, de disfrute, de ocio, de deseo, de... lo que más gustéis. El fin de semana está casi sin estrenar. Todavía todo es posible. 

Aprovecho para dejaros con otra exposición disfrutona que no tuvo su espacio ni su tiempo en este blog. Estaba desde otoño hasta finales de febrero, en La casa del Lector, en el espacio del Matadero Madrid, y estaba relacionada con las letras. Era chula, la verdad. Se titulaba "Palabras imaginadas: lectura gráfica". Otra exposición que pillé casi por casualidad. Y cuánto me alegré. 

La idea era bonita: Eran 60 posters basados en 60 palabras elegidas por 60 personas. Después unos diseñadores gráficos eligieron una palabra y la interpretaron gráficamente convirtiéndola en una especie de poema visual. Artistas como Fernando Beltrán, Chema Madoz, Miguel Munarriz... colaborando. Un lujo. Un juego entre palabras e imágenes.

Las fotos me salían con muchos reflejos, una pena, pero espero que sirvan para que vosotros os hagáis una idea y yo me quite la espinita de no haberla reseñado en su momento. Fui con mis sobrinos, eso me hace sonreír y le da un plus. Para mí es importante. Y de verdad que merecía la pena, necesitaba su hueco en el blog. 

Ya os dije que en verano me gusta retomar las tareas agradables que me he dejado pendientes durante el curso, y ya veis que en ello sigo. 








martes, 24 de junio de 2025

Leonera de Fernando León de Aranoa. Reseña literaria



PÁJARO

¿Sigue el pájaro siendo pájaro aún cuando no vuela?


Ha sido muy placentero leer el nuevo libro de Fernando León de Aranoa. Aunque ya lo imaginaba, después de aquel "Aquí yacen dragones" con el que nos obsequió hace un tiempo. Y qué chulo este título ¿verdad? Aludiendo al final de aquellos mapas antiguos. Qué sugerente.

"Leonera" tampoco está nada mal, incidiendo en el doble significado de haberlo escrito un "león", y a la acepción de algo desordenado. 

No estamos ante una novela, ni unos microrrelatos, sino que "Leonera" nos ofrece un maremagnum de piezas literarias de diverso género. A veces aparecen aforismos, otras veces textos autobiográficos, otras casi microrrelatos o reflexiones... Y qué importa lo que sean ¿no? Si logran transmitirte esta sensación de tocarte dentro. Este regusto a intimidad.

Toca temas que nos atañen a todos: El paso del tiempo, los padres, los hijos, la escritura, la imaginación, el amor... Grandes temas universales. 

Y la forma, ya os digo, de diversa índole. Textos más largos o más cortos, pero certeros e íntimos. A veces exponiéndose más como cuando habla del padre, o de la hija, rayando lo autobiográfico. Y en otras ocasiones acudiendo a la ficción. En algunas ocasiones casi poéticos. En cualquier caso el tono siempre es el melancólico, profundo, reflexivo. 

Quizá no sea un libro para devorarlo todo seguido, sino dejando intervalos para que se asiente dentro cada texto. O quizá sí, porque te pille de noche y leas uno y otro, y otro... y parezca como que te mecen. 

En cualquier caso siempre un placer leer a este cineasta que de vez en cuando nos regala sus palabras. 


"Los que no sabemos despedirnos no es que no sepamos, es que no queremos. Yo escribo por la misma razón por la que no quiero dormir, ni que cierren los bares: para que las cosas no acaben. Para no llegue la noche, ni llegue el día. Escribo para no estar muerto, para todo sea posible aún. Para que siga siendo siempre todavía. "

domingo, 22 de junio de 2025

35º Edición de FLECHA (Feria de Liberación de Espacios Comerciales hacia el Arte), recordándola...



"Lunes" de Laura Valenciano


Ayer comenzó el verano, y a mí me gusta pensar que en el verano aprovecho para poner orden en "mis cosas". 

Dentro de el cajón de sastre de "mis cosas" también está el blog. Que sufre como el resto las carreras del día a día, la dictadura de los horarios laborales, y la falta de tiempo. 

Tengo pendiente de reseñar tantas cosas, actividades de todo tipo... Entre ellas algunas exposiciones que fueron especiales. Como la de Flecha 2025 que estuvo entre febrero y marzo en el Centro Comercial Arturo Soria. Sí se me ha demorado un poco... Lo sé, lo sé. Pero yo también casi ni llego porque la vi el último día, cuando ya estaban recogiendo, imaginaos... Pero no quiero dejar de recordar a algunos artistas que me gustaron como: Roberto Reula o Ana Valenciano... Precisamente ésta última es la que me ha recordado que os debía esta reseña, porque aún me acuerdo de su grupito escultórico titulado "lunes" con el que he encabezado esta entrada. 

Había más de 500 obras y más de 50 artistas con obras únicas. Es de entrada libre y gratuita. Flecha intenta integrar el arte en la vida cotidiana. 

Y yo creo que lo consigue. No me pilla lejos de casa este Centro Comercial del Arturo Soria Plaza e intento no perdérmela, aunque como este año no solo llegue al "amén" sino que os lo cuente ya en verano... Buf. Y con lo chula que era... 

Más vale tardísimo que nunca.













sábado, 21 de junio de 2025

"Antes de que lleguen las nubes" y "El lado oscuro de la luna" de Mari Jungstedt - Reseña literaria

 




De Mari Jungstedt, os confieso que he copiado el apellido porque no hay forma humana de que lo aprenda y diga de un tirón, he leído últimamente dos libros: "Antes de que lleguen las nubes" y "En el lado oscuro de la luna". 

Lo dos libros forman parte de la saga de "Málaga", una más de la autora de género de novela negra. 

Son entretenidos y se leen vertiginosamente de metro en metro, porque tienen una prosa sencilla y la dosis de intriga justa y bien dosificada para tenerte ahí enganchado y además, ¡¿Cómo no?! una pareja de investigadores a los que quieres seguir la pista: Héctor Correa, un policía malagueño, viudo, que vive en la conocida plaza de la Merced de la ciudad de Málaga, y una traductora sueca, Lisa, recién divorciada, que se ha venido a vivir a Benagalbón y ejerce de intérprete. 

He tenido que leerlos seguidos porque en el primer libro descubrimos al asesino de turno pero con respecto a la relación de la pareja protagonista la autora te deja de lo más colgado... Y cómo la verdad es que no son muy largos y te los lees en un santiamén, pues ¡hala! ahí que te ves, casi sin pensarlo, leyendo el segundo, que es otro caso, claro, pero con ellos otra vez, a ver si te enteras de cómo les va... Lo cierto es que hilándolos así, son casi un mismo libro con dos historias que se siguen. Y creo que habrá un tercero pero todavía no debe estar escrito porque yo no lo he encontrado reseñado en ningún lado. 

La verdad es que a mí me gusta reencontrarme con Málaga, ciudad y provincia, con la costa del Sol entre sus páginas. Todo me es muy reconocible y están tan bien ambientadas las novelas que te ves allí, bajo el solecito oliendo los espetos. Me hizo gracia que la protagonista viviera en Benagalbón, pueblecito que conozco porque una vez me dieron allí un premio de relato y nos trataron muy bien, de forma muy distendida, fue tan curioso que no se me olvida. Así que ese fue uno de los primeros atractivos para que me decidiera también a empezar la primera de las novelas. Pero ya no los solté.

Lo dicho. Novela negra que se lee bien. Ágil y muy entretenida. No es que sea indispensable su lectura, pero es lectura de evasión que está bien. Y si te gusta Málaga, con ese buen toque añadido. 


lunes, 16 de junio de 2025

Los lunes y su voluntad de indolencia

 



Tienen los lunes voluntad de indolencia. 

Nunca tuviste más ganas de ser un bicho bola, mimetizarte como un camaleón hasta volverte color silla, color mesa del despacho, de pc. Convertirte en ¡chas! la mujer invisible. 

Vale, si yo trabajo... pero no me hables, no me hagas contestar, solo me quedaron fuerzas para convertirme en un eslabón más de esta cadena de montaje. 

¿Ser persona? ¿Para qué?

Si después habré de trabajar ni sé las horas... 

Es más duro siendo persona. 


Un día lejano yo me perdí en un bosque húmedo, me disolví en agua salada, me recosté entre los renglones del aquel libro que me atrapó. 

Un día sí, 

un día fui,

fui persona. 









viernes, 13 de junio de 2025

Murales. Vida. El Hierro


Yo creo que son ellos los que me buscan a mí.

Tropiezan conmigo, se hacen los encontradizos, y terminan posando. 

Pero todos jugamos al despiste, porque al final es eso: Un juego. Otro.

El juego de coleccionar murales, traer al presente colores nuevos, imágenes diferentes, otros personajes en otros paisajes que espantan a la rutina y la obligan, solo por un rato, a quedarse quietecita en un rincón, callada, sin opacarlo todo, cubriéndolo de ese velo invisible de falsa normalidad.

Esta vez me salieron al paso en El Hierro. Esa isla menuda e inmensa, ese descubrimiento para mis sentidos que ya se me quedó dentro. 

Sus murales también se vinieron conmigo, no les convencí, salió de ellos. Pegaron un salto y se me colaron en la misma caja que sus iguales, los presenté y no hizo falta más invitación: se hicieron inseparables. 

En las tardes de viernes están traviesos y les dejo que salgan por casa, que me animen, que me recuerden que a veces soy otra, una que viaja, que ríe, que vive. Otra, más real.






 

















jueves, 12 de junio de 2025

"Josefina" en el Teatro Infanta Isabel de Madrid

 


Cuando la vi anunciada despertó mi curiosidad. Es muy poco lo que se conoce de Josefina Manresa la mujer del poeta Miguel Hernández de quién, en cambio, hemos escuchado sus poemas y su vida a menudo.

Así que me apeteció ver qué nos contaban. 

Natalia Zamora, a quién no conocía, interpreta a Josefina contándonos de forma íntima su vida. Es la voz de la protagonista, son sus ilusiones y sus cuitas. No conocía yo a esta actriz y la verdad es que me pareció que tiene un papel versátil pero creíble. 

La obra, es un monólogo, una pieza teatral con música, danza, poesía, escrito y dirigido por Oriol Pámies. La escenografía es bastante humilde, pero la vida de Josefina lo debió ser bastante también. Se trata de un decorado muy sencillo con luces cálidas que ayudan a esa atmósfera de complicidad para que la protagonista nos cuente sus intimidades. Cestos con hojas que quieren ser higueras y varios enseres domésticos. Después la voz, la luz... 

Lo cierto es que esta Josefina tan de pueblo, tan poco conocida, inspira ternura. Es una Josefina que cose, que se enamora, que baila, que escribe y lee las cartas de su Miguel... Es un homenaje a una mujer que vivió para los suyos en tiempos tremendos y de la que se ha hablado poquísimo.

A mí me gustó, no sé si tanto por lo que quiere decir, por la sencillez y el amor difícil que pretende traslucir, que también, como además por su texto y por su actriz. Sí que me gustó. 

Fue curioso porque a la salida un señor mayor nos preguntó que qué tal, con mucho interés, era el "suegro" de Miguel Hernández... El padre de la actriz, todo orgulloso, que nos contó que ya la habían representando por Orihuela y tierras murcianas y que había gustado mucho. Salía el hombre encantado de la vida. Daba gusto verle y escucharle.

El teatro Infanta Isabel tiene una taquilla que me encanta porque tiene solera. Después entras y está tan viejecito todo el teatro que parece que se va a caer a trozos, y por supuesto no hay que ponerse en la primera fila porque sales con el cuello destrozado, pero ¡ay! tiene una distancia entre las filas de butacas que te deja estirar las piernas y eso... eso es impagable. 


Dramaturgia, dirección y espacio sonoro: Oriol Pamies

Actriz y co-creadora: Natalia Zamora

Diseño de espacio escénico y lumínico: José A. Villegas