Los días de Navidad son días llenos.
Llenos de presencias, reencuentros, risas y regalos.
Pero en los días llenos se advierten más los huecos, las ausencias, el eco de aquella voz y su olor.
Los días de navidad son días de fabricar recuerdos, de hacer biografía, de brindar y abrazar.
Días tramposos. Días de brillos y adornos de quita y pon.
Días que permites, con alegría, que te pongan la zancadilla el tiempo y la nostalgia.
Los días que más nos arropamos, por fuera y dentro, son días de intemperie.
Días al sereno que cuánto destemplan.
Qué cuento tan bien escrito el de la Navidad.
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