Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

martes, 15 de febrero de 2011

Receta de sábado a las dos tertulias, aromatizado de dos autores y un editor

Receta de sábado a las dos tertulias, con jugo de dos autores y aromatizado de editor


Ingredientes:

Un sábado, 12 de febrero de 2011, luminoso. Un sábado sin prisa y con muchas ganas de letras.
Un lugar precioso: La biblioteca pública de Guadalajara.
Dos grupos de tertulianos: Unos cuántos de la tertulia Fernando Borlán de Guadalajara y otros poquitos de "Rascamán" de Madrid.
Dos autores (Aureliano Cañadas y Javier Díaz Gil) que tienen libro que presentar.
Un editor (Jose Mª Herranz)


Preparación:

En una biblioteca municipal que está en la plaza Dávalos de Guadalajara, un edificio precioso tanto por fuera como por dentro, y más concretamente en una sala enorme y tranquila que hay en la segunda planta, se mezclan algunos tertulianos de la tertulia Rascamán de Madrid, con otros de la “Fernando Borlán” de Guadalajara.


Como ya es la cuarta vez que se cocina este guiso, éstos ingredientes-tertulianos ya han sido previamente mezclados en el cariño y la complicidad de otras tres recetas anteriores, y en ésta pueden ser combinados inmediatamente con besos y abrazos, batidos en la certeza y la empatía de quienes han estado tertuliando el año anterior: “Decíamos ayer...”



Una vez que los tertulianos se han mezclado bien los unos con los otros, se les añade un poeta-presentador Jesús Aparicio que trae bajo el brazo dos presentaciones de lujo de los autores invitados bien picaditas en conocimientos y constructiva crítica para preparar la salsa: http://criticajesusaparicio.blogspot.com/2011/02/presentacion-de-aureliano-canadas-y.html


En dicha salsa, y a continuación se añade a los dos autores invitados, juntos a sus últimos libros publicados. Primero echaremos al guiso a Aureliano Cañadas con su libro “Contra Domene”.



AMOR

Le digo:
Amor, nos completamos;
No oyes, yo no veo.

Al fín
El uno para el otro.


...Y a continuación echaremos a Javier Díaz Gil con su libreto: “Vivo Extramuros y El ángel prometido”:

Creyó que era un ángel.

Tuvo suerte.

Resulté
Ser un fantasma.



Y tapamos, dejando a todo el guiso estofar al fuego medio de su poesía para que se vaya haciendo lentamente en el recipiente mágico y caldeado de esa sala silenciosa.

A medida que cada uno de los autores invitados va soltando el jugo de sus versos, los demás ingredientes-tertulianos se irán empapando de éste, e irán deshaciéndose suavemente en comentarios y dobles lecturas que les suscitan los poemarios publicados. Se va formando una salsa rica en comentario de texto, en pareceres y desmenuzamiento de versos.



















 






Previamente habremos añadido a la mezcla a un editor: José María Herranz, que ha traído algunos libros más para echar también al guiso en caso de que al gusto los comensales lo vayan pidiendo, y que además irá, al irse cociendo la receta, soltando el jugo de sus conocimientos: “Estos libretos homenajean el diseño de la colección de bolsillo de la llamada Generación Beat...”. http://poetacabra2.blogspot.com/


Llegado este punto de la receta apartamos del fuego y probamos. Recuerde que este es un guiso que hay que degustar despacio, y al punto.

Puede ocurrir que al probarlo, el caldo nos pida un ingrediente más: un poema de Esperanza Párraga. Un poema improvisado y perfecto. Que dotará a la mezcla del sabor de su voz inconfundible.


Diez minutos antes de acabar añadimos una pizca de lecturas de algunos de los tertulianos presentes. El zumo de la poesía, la prosa derretida anticipo del día de los Enamorados, otra pizca de poesía y voces que sienten lo que escriben, lo que leen aromatizando y acompañando la salsa con diferentes sabores y formas de plasmar en palabras lo que sienten.


Servimos el sábado a las dos tertulias en nuestros platos y nos sentamos a comer juntos para homenajear la pasión literaria, para compartir ésto que tanto nos gusta y enriquecernos en la mezcla que degustamos despacio.

Y compartir comida mientras comes literatura y escuchar poemas que no dió tiempo a disfrutar. Y reir juntos inventando nuevos micros y conversar tranquilamente sobre el resto de la vida. Y hablar de nuevas antologías de poetas y regalárnos al paladar deliciosos bombones con que nos invitan los anfritriones. Y degustar  licores tras la buena comida porque "nosotros es que somos muy simpáticos", y pedir pacharán, "...y nosotros buenas personas". Y sentirse a gusto, muy a gusto otra vez en Guadalajara. Y volver a Madrid con buen sabor de boca. Sabor a tertulia, a libros, a palabras.




Gracias al Taller de Poesía "Fernando Borlán" (coordinado por Pepe Callejas y Jesús Aparicio) que se reúnen en la Biblioteca Pública de Guadalajara. Gracias a sus tertulianos: Ana, Isi, Lola, Loli, Puri, Matilde, y sus chicos, actores y no. Gracias a Esperanza Párraga. Gracias a Aureliano Cañadas, Javier Díaz Gil, José María Herranz. Gracias a mis compañeros tertulianos de Rascamán: Feli, Carmen y David por vivirlo conmigo.
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lunes, 14 de febrero de 2011

"Porque la edad no importa" Relato de Rocío Díaz Gómez


Hace tiempo que no os dejo con uno de mis relatos. Y qué mejor, dado el día que es hoy, que compartir con vosotros una carta de amor.

Se titula: “Porque la edad no importa”.

El protagonista es un niño, ya lo veréis en cuánto comencéis a leerla, y se nota que está escrita hace unos años, pero yo la tengo mucho cariño porque fue premiada en el XI Certamen Nacional de Cartas de amor de Radio Nacional de España. Cuenca. 2003. Recuerdo que aquella entrega de premios fue en el Parador de Cuenca, un lugar bien elegante en una ciudad que siempre gusta visitar, y lo que es mejor, nos trataron muy bien.

Bueno pues aquí a continuación la tenéis. Si después aún os quedan ganas para más cartas de amor os dejo a continuación dos enlaces más de mi blog, donde en su día colgué alguna otra en escrita en otro tono.





Porque la edad no importa

Hola Vanesa,

Yo no sé escribir cartas. Pero me ha dicho mi abuelo que a lo mejor no era mala idea intentarlo, que a veces es más fácil que hablar. Como casi siempre tiene razón, le voy a hacer caso, aunque creo que me pensaré un poco más lo de dártela... Aunque él dice que si es por el corte que digo, que aproveche ahora que no te tengo que ver la cara cuando la leas, que él sabe lo duro que puede ser eso, y no sé... que va a tener también razón...

Tú no me conoces, yo me llamo David y estoy en casi, casi la ESO, bueno me faltan dos cursos, pero casi. Tu y yo vamos al mismo colegio, aunque tú algunos cursos por delante, pero pocos, bueno... otros dos. Pero mi abuelo dice que la edad no importa, cuando importan otras cosas.

“Que ahí bien cerca le tengo a él, carteándose con la Inés, la de la panadería, que ya no es ninguna moza, que me fije en él, que ya está en el penúltimo escalón de la vida, pero que no cambiaría esas letras por nada del mundo...”. Y debe ser verdad, porque yo veo cómo huele sus cartas, y las vuelve a leer y las guarda con mucho cuidado en el cajón de su mesilla.

“...Qué me fije en Rober, mi hermano, cómo manda y remanda mensajes por el móvil a su chica, que no es lo mismo que las cartas, pero parecido, y dice, que bueno, que se perderán las vocales pero que lo que importa ahí sigue...”. Lo de las vocales lo dice por mi madre, que es profe y siempre está regañando a mi hermano porque dice que se le va a olvidar escribir, de tanto andar con el dichoso móvil, que en qué hora se lo compró...

“...Que me fije en Rodrigo, el cartero, que algo así parecido a lo mío debe barruntar con la vecina del quinto, cuando a todos les echa el correo en los buzones y con el de ella se sube los cinco pisos cargando con el carrito amarillo, ná más que para verla y dárselo en mano...” y así me va contando el abuelo de todos los que nos rodean, para que yo no me crea que esto que me pasa, solo me pasa a mí, que no, que es de lo más corriente y hasta contagioso...

Porque Vanesa desde que nos dieron las vacaciones, y no te veo a la salida del cole, a mí se me ha quitado el hambre, y me da igual que haya espaguetis, que son mis preferidos, que qué me lleven al burguer, que no como nada de nada. Que ya no me entero de las películas de Harry Potter y pierdo siempre contra la supernintendo. Jo, que ya no me hacen de reír ni los Simpson... que antes me tiraba por el sillón y por el suelo de la risa que me entraba con ellos.

Que el otro día cuando nos cruzamos en el centro comercial, que tú no me viste, pero que yo me quedé como pegado al suelo con superglú sin poderme mover, ni hablar. Que ahí fue cuando el abuelo se dio cuenta. Y es que cuando te vi pasar con tu cazadora azul clarito y tu pelo largo, con esos dientes tan iguales y esas piernas tan flacas, a mí en la boca me apretó más el aparato que nunca, y me pareció que nunca terminarían las vacaciones de Navidad, que esto tan malo de querer volver a clase no se lo deseo ni a mi peor enemigo, que no se lo puedo contar a nadie ni a mi amigo Héctor ni tan siquiera, porque me llamaría traidor con toda la razón y no volvería a dirigirme la palabra.

Que me puse tan enfermo Vanesa por dentro, que hasta le pregunté a mi abuelo cuando conseguí abrir la boca, que si él también creía que estabas tan buena... y me contestó, después de pensarlo un rato, que eso de la belleza es muy complicado, que somos muy raros y que a cada uno le parecen bonitas unas personas y a otros otras, pero que si a mí me lo parece, es que lo estás... Entonces más despacio, me quedé pensando que a lo mejor no había sido muy buena idea lo de preguntarle, y que debía tener razón el abuelo, porque si él llega a preguntarme que si yo creo que está buena la Inés, la de la panadería... fíjate que a lo mejor con eso sí que me hubieran entrado ganas de tirarme al suelo y morirme de la risa otra vez...

Bueno Vanesa que todo esto que te cuento es para pedirte que si querrías dar una vuelta conmigo a la salida del cole. Si quieres para no nos vea nadie, porque ya sé que tú pensarás que qué vas a hacer tú con un enano como yo, pues vamos por las casas de detrás que casi no vive gente... Solo una vuelta pequeña, que dice mi abuelo que cuando me conozcas mejor yo dejaré de parecerte tan enano... y que a lo mejor, solo a lo mejor, hasta dejarías que me convirtiera en uno de tus mil novios, que aunque tuviéramos que pasear de incógnito por el mundo como Superman, a mí no me importaría... si yo pudiera ir a tu lado.

Y ya solo decirte que desde que sé que te llamas Vanesa, ese se ha convertido en mi nombre favorito, que me paso los días escribiendo uves por todas partes, en el papel higiénico mientras estoy sentado en la taza, en la arena del parque, en las hojas del libro de Cono que ya hemos pasado, en la salsa de tomate del plato, en todas, todas partes... porque como tú, Vanesa, estoy seguro de que en este planeta, no hay nadie mas....

David

©Rocío Díaz Gómez



Y éstos son los enlaces que os comentaba, donde en su día colgué otras dos cartas de amor por si os apetece seguir leyendo...




domingo, 13 de febrero de 2011

La última vez que he hecho tres cosas por primera vez.- Florida Park- Quique González



"¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?"  

¿Os acordáis de que esta frase os la puse hace tiempo en el blog? Inevitablemente a medida que crecemos vamos dejando de hacer cosas por primera vez...

Sin embargo todavía hay algunas de ellas que no conocemos, que no hemos experimentado, que aún no hemos sentido. No hay que renunciar, no hay que dejerse vencer por los años, las responsabilidades, la rutina, la pereza... No hay que  perder las ganas de buscar un huequecito para dejarse caer otra vez por ese tobogán...

El viernes pasado fue la última vez que hice tres cosas por primera vez:

- La primera cosa que hice por primera vez fue un trabajo nuevo. Pero tranquilos, que no os lo voy a contar,  tampoco quiero aburriros con la excitante vida laboral...Pero bueno, algo nuevo fue.

- La segunda cosa que hice por primera vez el viernes pasado, fue ir al "Florida Park" del Retiro. Desde bien pequeña oyendo que Íñigo hacía "Directísimo" en el Florida Park, toda la vida viendo el edificio por fuera cada vez que he ido a la feria del libro del Retiro, y oye que yo no había estado nunca dentro, así que sí tenía  mi curiosidad por cómo sería ese sitio,  no lo voy a negar.

- Y la tercera cosa que hice por primera vez el viernes por la noche fue ir a un concierto íntegro de Quique González. Porque le había visto ya actuar con otras personas. Pero uno solo de él, nunca.

A veces me pregunto que le llena a uno más ¿ver una obra de teatro, leer un libro que te guste mucho, ir a un concierto...?

Las tres cosas me gustan tanto que no sé con cual disfruto más.


El concierto del viernes de Quique González me gustó mucho. Me tuvo que gustar mucho. Porque si luego piensas que has estado más de dos horas, dos horas largas de pie, rodeado de gente por  arriba, por abajo, a los dos lados, todos de pie, todos cantando a la vez, subiéndote la música desde las plantas de los pies hacia arriba, trepándote piernas arriba hasta hacer que te muevas a su ritmo, cantando  a grito pelado con todos esos desconocidos, sin estar cansado, sin tener sed, ni hambre, ni nada, sin querer que eso termine, es que te está gustando mucho ¿No creéis?

Que queréis que os diga que a estas alturas de la vida en que ya, te guste o no, en la mayor parte de los sitios a una la llaman "señora", pues que todavía haya cosas que hacer por primera vez... está fenomenal.

Y que además al hacerlas se disfrute tanto, tanto, no puede ser más que una suerte, un lujo.

"Es una maravilla teneros ahí abajo a todos, 
cantando mis canciones..."









jueves, 10 de febrero de 2011

Las tertulias literarias de Madrid en este febrero de 2011



Siempre hemos oído hablar de las tertulias literarias de aquel Madrid de principios de siglo o las de la postguerra. Algunas ligadas para siempre al nombre de importantes escritores.

Pero ahora mismo en Madrid sigue habiendo muchas tertulias literarias. Ya sabéis que yo formo parte de la tertulia Rascamán. Comenzamos siendo los huídos de algunos talleres de creación literaria que iban en busca de un sitio donde nos dejaran reunirnos. Al principio de todo lo hacíamos en un espacio que nos dejaba la editorial Amargord en Lavapies. Pasábamos mucho frío en pleno invierno, nos tapábamos con el tapete de las mesas, bajo el que cobijábamos al radiador, y yo me llevaba siempre un termo con café porque solo nos servían cervezas y refrescos. Pero tenía su encanto. Estábamos medianamente solos y la verdad es que es un barrio tan variopinto que no sabías nunca quién iba a entrar... Cuando cerró Amargord y se trasladó fuera de Madrid, empezamos a reunirnos en el Café Galdós, que está en la calle Los Madrazo. Es un café que tiene mucho encanto, y allí expusimos por primera vez la exposición de Poesario que hicimos el año pasado. Pero, aunque estaba muy céntrico a dos pasos de las Cibeles, teníamos mucho ruido y cuando tenían algún evento, nos levantaban de nuestra mesa para trasladarnos a la parte delantera donde aún la música estaba más alta y había más gente. Así que después nos trasladamos al Café Ruiz. Desde el primer día los camareros que estaban en ese momento, Julio y Mabby, nos trataron genial. Nos reservaban nuestro sitio siempre en la parte de la Granja, cuando llegábamos teníamos las mesas preparadas, la jarra de agua y los vasos, e incluso les decían a otros clientes que si no les importaba sentarse en las mesas de la otra parte, porque en esa parte estábamos nosotros. Más majos... Lo malo es que como ahora la cuestión laboral está tan mal, estos dos camareros ya no están. Pero ahí seguimos un par de años en el Ruiz, haciéndonos fuertes en la parte de la Granja, estrechando relaciones con la camarera lituana que hay ahora, y luchando por hacernos oír si el día está más ruidoso, sobre la música del Norah Jones o los infiltrados en las mesas aledañas.

Esta línea la estoy escribiendo dos años después de haber escrito esta entrada. Simplemente para dejar constancia de que ahora, febrero de 2013, ya no nos reunimos en el Café Ruiz. Ahora nos reunimos en La Livreria. Una libreria que está por la zona de Diego de León. Un lugar acogedor con una sala silenciosa donde nos dejan reunirnos cada semana. 

Pero claro afortunadamente no somos la única tertulia que existe ahora mismo en Madrid. En otras ocasiones os he hablado de la del Círculo de Bellas Artes, porque algunos de sus componentes han pasado a ser tertulianos también de la nuestra, ya sea esporádica o asiduamente. También he tenido ocasión de conocer, en una cena literaria, a la persona que lleva la del Café Oriente, una persona que me causó además muy buena impresión.

Por otra parte en los últimos meses ha arrancado de nuevo la tertulia del Café Lyon, que coordina una compañera del Ruiz, frecuenta también algún que otro compañero y espero visitar algún día de éstos. Además es que, en este caso, se centran más en el relato.

Pero además de todas éstas, hoy os quería hablar de otra de esas tertulias, la llamada La trastienda. Tertulia que no conocía, y que visité el último lunes. 

Fue un encuentro muy agradable. La hacen en una tetería que está en la calle Martin de los Heros, y se reunen el primer y tercer lunes de cada mes de 18.30 a 20.30 para hablar de poesía.

Tienen la suerte de contar con un espacio de lujo, pues disfrutan de ese saloncito de la foto superior de esta entrada. El dueño de la tetería prepara unas infusiones riquísimas y es muy agradable. Yo me tomé un rooibos con naranja y eucalipto, que me supo fenomenal. Y claro la mezcla de estar ahí tranquilamente escuchando y charlando sobre poesía, mientras te tomas una infusión tan rica pues la verdad, es uno de esos pequeños placeres de la vida que, después de todo un día trabajando y corriendo de aquí para allá, es un lujo.

Ayer dos componentes de esa tertulia vinieron a la nuestra y volvimos a compartir lecturas.

Me gusta mucho, tanto hacer incursiones en las tertulias vecinas, como que sus componentes visiten la nuestra, creo que aprendemos mucho los unos de los otros y ampliamos nuestros horizontes. Son muy provechosas estas mezclas de componentes de diferentes tertulias. Muy enriquecedoras.

Las fotos de esta entrada, ambas de la tetería de la Trastienda, proceden del blog de Begoña Montes, la poeta que coordina esta tertulia.

Podéis visitar su blog, muy interesante: http://bmontes.wordpress.com/

Y en fin, que yo hoy quería hablaros de las tertulias que aún no salen en las fotos con ese color sepia,  pero están vivas, muy vivas.

domingo, 6 de febrero de 2011

Un jueguecito literario: Cada personaje de una frase hecha con su historia...



Hace mucho tiempo que no jugamos a nada ¿Verdad? Pues esto no puede ser...

 Vamos resolver esto en un pispás. Ahora mismo vamos a jugar a unir a los personajes  protagonistas  de algunas frases hechas con su historia. Repasamos el lenguaje popular.

 Porque ¿Quién no conoce a Maricastaña, a Picio o a Roque? Por poner un ejemplo... Pero... ¿Quienes eran estos personajes a los que hemos oído nombrar tantas veces que parecen de nuestra propia familia?

Pues para repasarlos vamos a unirlos. Primero os pongo una lista con los nombres propios. Y debajo una lista con sus características. 

¡Hala! a unir se ha dicho...

Nombres:



1- Picio
2- Matusalén
3- Caín
4- Catalina
5- Blas
6- Roque
7- Maricastaña
8- Pandora
9- Adán




Historia de la frase hecha correspondiente a cada uno de los nombres:


1- Mucho debió impresionar la imagen, en los retablos de las Iglesias, de este señor desnudo y humillado, que es expulsado del Paraíso tras la caída original. La desnudez de su compañera no les debió parecer tan repulsiva y harapienta. Y fue él quién pasó al lenguaje popular como prototipo de desaliño y descuido en el vestir.

2- No hay certeza acerca de la existencia de este personaje, como tampoco se conoce el motivo por el cual se lo asocia con épocas remotas. Podría tratarse de una heroína que existió en la provincia de Lugo (España) una mujer llamada así, que, junto con su marido y hermanos, encabezó un partido de extracción popular que se oponía al pago de los tributos exigidos abusivamente por el obispo del lugar. Incluso, se afirma que habría sido ella misma la que ordenó matar -como represalia- al mayordomo del prelado.
Sin embargo, también hay quienes afirman que el personaje no es real sino ficticio y pertenecería a la leyenda celta, a través del cuento "La batalla de los pájaros", cuyo personaje central es una tal Auburn Mary (traducible como María de color....).

 
3-Famoso por estar relacionado con una casa que estaba en la calle del Barquillo, de Madrid, y fue demolida en 1850. Era una casa de vecindad fea e insalubre, famosa por haberla inmortalizado don Ramón de la Cruz en La Petra y la Juana o el buen casero, por los mil zipizapes que en ella se armaron; el último, para oponerse al desalojo del inmueble, dispuesto ya el derribo del mismo.De ahí la frase de "Tócame..."


 4-  Esta mujer llevaba consigo una caja o vasija en la que los dioses habían escondido todos los males. Cuando ella, picada por la curiosidad, abre la caja, todos estos males se difundieron por la tierra. Así es como surgieron las enfermedades y demás calamidades que aquejan al género humano. Cuando asustada volvió a cerrar la caja, sólo quedaba en su interior la Esperanza.


5- A ciencia cierta no se sabe ni quién fue este señor ni qué origen tiene la frase; pero la creencia más generalizada es la siguiente: En los tiempos del feudalismo existía un señor de los de horca y cuchillo, llamado así,  y que se distinguía por su carácter avasallador y por la particularidad que había tenido siempre, queriendo imponer su voluntad. Cuando dos de sus vasallos tenían una cuestión, iban a resolverla ante su señor, y éste, como era natural, fallaba a favor de una de las partes. La parte desairada protestaba casi siempre, y el señor, indignado, ordenaba retirar al que protestaba, quien lo hacía, diciendo entre dientes: «Lo dijo fulano, punto redondo.» Desde entonces se popularizó la frase.


6- Para Iribarren, la explicación es la siguiente: Parece ser que en tiempos de Juan II de Castilla (1406-1454), residía en Sahagún (León) cierto judío converso, casado con una mujer llamada así, a la que le gustaba tanto el arroz, que no sólo hacía de él un gran consumo, sino que lo recomendaba a todos como remedio para cualquier indisposición. En su concepto, el arroz era una especie de panacea universal, como la que buscaban los alquimistas de aquella época. Cayó enferma, para morirse, y como rechazara todas las medicinas que intentaban darle, preguntáronle si quería tomar un poco de arroz, al recordar la debilidad que sentía por esta gramínea. Nada contestaba, o si lo hacía era con monosílabos ininteligibles. Repitieron varias veces la pregunta cuantos rodeaban su cama, reiteración que hacían en voz alta, diciendo: «¡Que si quieres arroz, fulanita!»... y ella falleció sin responder. (Ni Covarrubias en su Tesoro de la Lengua, ni Ramón Caballero en su Diccionario de Modismos, ni Sbarbi en su Gran Diccionario de Refranes, recogen esta expresión popular).

7- El autor José María Sbarbi asegura haber hablado con personas que conocieron a este señor, un zapatero de principios de siglo que vivió en el pueblo granadino de Alhendín. Se dice que este hombre fue condenado a muerte, pero que hallándose en capilla recibió el indulto. La impresión de la noticia le produjo la pérdida total del pelo, aparte de una serie de increíbles deformaciones en el rostro que le hicieron pasar a la leyenda española como símbolo de la fealdad física. Al parecer, mirarle producía tal horror, que, años después, le administron la extremaunción con una caña.

 8- Aunque algunos dicen que se refiere a un pueblecito perdido que se llama así, en las montañas de León, en la Ruta del Cares, parece ser que en realidad la frase se debe al personaje bíblico del mismo nombre. Personaje, que despues de matar a su hermano por envidia, fue obligado por Dios a trabajar una tierra que le negaría sus frutos, y a vagar errante y fugitivo.

9- Este señor era un personaje bíblico que según leemos en el Libro del Génesis del Antiguo Testamento: "Tenía ciento ochenta y siete años cuando engendró a Lamec; después vivió setecientos ochenta y dos años, engendró hijos e hijas y a la edad de novientos sesenta y nueve años murió." (Gén.5, 25-27).

Y ahora ¿Cuáles eran esas frases hechas que los llevaban por protagonistas?
 

Bibliografía:
IRIBARREN, José María: El porqué de los dichos. 4ª. ed. Madrid, 1974.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la Lengua Española. XX edición.
COVARRUBIAS, Sebastián de: Tesoro de la Lengua Castellana o Española. 1611. Ed. preparada por Martín de Riquer, Barcelona, 1943.
GUILLERMO SUAZO PASCUAL. Abecedario de dichos y frases hechas.
JOSE LUIS GARCÍA REMIRO. ¿Qué queremos decir cuando decimos...? Alianza Editorial 2001

jueves, 3 de febrero de 2011

Revista de artes y letras "Luces y Sombras" nº 26 Presentación



El pasado martes 1 de febrero, estuve en la presentación del número 26 de la revista de Artes y Letras Luces y Sombras, que tuvo lugar en el salón de actos de la Biblioteca Pública Manuel Alvar.

Las fotos no son muy buenas, no había luz, pero para que os hagais una idea. Aquí tenemos comenzando por la izquierda a Ana Delgado Cortés, Jesús Jiménez Reinaldo y Norberto García Hernanz. Como podéis ver en la pantalla mientras tanto se iban proyectando algunas de las ilustraciones que también hay en la revista.


Fui a sabiendas de que iba a estar bien porque conocía a algunos de los autores que iba a encontrar allí. Aún así además tuve el placer de conocer a algún otro que me sorprendió muy gratamente.

La revista Luces y Sombras es anual, y está editada en Tafalla (Navarra) por la Fundación María del Villar Berruezo de Tafalla. Yo supe de su existencia hace tres años, cuando me publicaron en el número 23.

Es una revista curiosa, la mitad está orientada hacia un lado y la otra mitad al otro. Está bien hecha y es muy agradable de ver y de leer. Y digo ver, porque aunque se compone de cuatro espacios literarios coordinado cada uno de ellos por un escritor, también lleva dos secciones dedicadas a artistas gráficos. En esta ocasión han sido las ilustraciones de Sandra Allo Pérez y Cristina Martínez Lana, las que han ocupado esas páginas.

Uno de los editores de la revista es Jesús Jiménez Reinaldo, poeta del que ya he hablado en otras ocasiones en este blog (http://rociodiazgomez.blogspot.com/2010/05/los-utiles-del-alquimista-de-jesus.html%29. 
Y en esta ocasión cada espacio literario ha sido coordinado por: Alfonso Pascal Ros, Víctor Izco, Norberto García Hernanz y Ana Delgado Cortés. A los tres primeros no los conocía, pero de Ana también os he hablado muchas veces  http://rociodiazgomez.blogspot.com/2009/06/ana-delgado-cortes-y-la-feria-del-libro.html Ana  García Delgado es una estupenda poeta, que sabe elegir a los poetas de los que se quiere acompañar y que se desenvuelve con muchísima naturalidad y templanza hablando en público. 

Cada uno de estos cuatro coordinadores han elegido a diez autores para formar parte de la revista. 

Y en estas ando yo, poquito a poco leyendo la revista. Descubriendo a esos autores. Y maravillándome de lo que me gustan algunos de ellos a los que no conocía como: María Eloy-García, Marina Tapia, Carmen Camacho o Jesús Malia, con cuyos poemas estoy disfrutando mucho.  Mas adelante ya os  los iré  presentando para que los vayais conociendo. Pero poco a poco, en otras entradas, sí, la poesía a pequeños sorbos.

Pero dejadme que os hable algo más del día de la presentación de la revista. El martes volví a escuchar los poemas de Celia Cañadas y de Navarro Beloqui. De ellos también ya he hablado en este blog. De este último en la entrada que dediqué a la presentación de su poemario Nafsak (http://rociodiazgomez.blogspot.com/2010/11/presentacion-de-nafsak-de-navarro.html) y de Celia os hablé cuando os dejé con uno de sus poemas: http://rociodiazgomez.blogspot.com/2010/06/celia-canadas-en-libertad-8.html a propósito de la lectura en Libertad 8 en la que participó. Un gusto volver a escucharles. De verdad. Con otros poemas.

De izda a dcha Celia Cañadas, Ana Delgado Cortés y Jesús Jiménez Reinaldo.



De Ana Delgado Cortés me faltó algún poema. Alguno de esos suyos que te deja ese regusto y ese eco, a pesar ya de haber terminado su lectura, de cuánto te ha gustado. Qué elegancia la de Ana presentando los poemas de diez autores, sin querer incluír ninguno de ella. Que por otra parte y dicho sea de paso a mí me hubiera gustado mucho escuchar y leer, y que por tanto hasta hubiera agradecido. Pero tengo que quitarme el sombrero ante el gesto elegante de coordinar su parte, sin querer involucrarse como poeta. 

Ana Delgado Cortés


Tengo que contaros también que me sorprendió mucho la lectura de Oscar Martín Centeno. Que forma de leer tan impresionante, era pura música con su voz y sus palabras. Teníais que haber estado para que viérais  el silencio tan sepulcral que había en ese Salón de Actos cuando iba leyendo su poema sobre Ulises. Era precioso. Nos transportó. De verdad buscarle en internet y escucharle, merece la pena.

Y por último escuchar hablar en público a Jesús Jiménez Reinaldo también me gusta mucho. Su voz pausada, cómplice, es muy agradable de escuchar, además por supuesto de lo qué dice. Quería terminar esta entrada con sus palabras. Con ese mismo párrafo que él nos leyó, cuando ya todos los autores habían leído, para cerrar el acto y que es una pequeña parte del texto con el que se encabeza la revista.

Dice Jiménez Reinaldo:

"...Ciegos o no, en nuestra memoria quedan los restos de miles de notas olfativas que nos evocan multitud de recuerdos que solo a nosotros nos pertenecen, como el del olor de las sábanas en el armario con membrillos, el de la cocina de la infancia con el vapor circular de la olla express, el de la panadería en las inmediaciones del camino a la escucela, o el de los labios de nuestro primer amor ofreciéndonos su frescura bajo la lluvia. Son recuerdos que no siempre podemos convertir en palabras, pero que la Poesía busca revolviendo palabras en su particular mercado de especias, mientras clama tanto por el Amor como por la Justicia."

Mercado de especias
Jesús Jiménez Reinaldo
Pág 3 y 4. Revista Luces y Sombras. Núm. 26



lunes, 31 de enero de 2011

Luis Rosales. "El contenido del corazón"

 
"...Pero lo verdadero es el conjunto, la levadura de cansancio, la contracción que se va haciendo cada vez más personal y permanente, revelando la urdimbre de la vida. Andando el tiempo la expresión de los ojos se apaga; la expresión de la boca se concentra. Los labios cumplen años, y hay gestos que en cierto modo los hacemos, y gestos que en cierto modo los tenemos, se van quedando escritos en nosotros..."

Pág. 540
El contenido del corazón
Luis Rosales

sábado, 29 de enero de 2011

El señor Ibrahim y las flores del Corán


"A los trece años, rompí mi cerdito y me fui de putas."

Así comienza el libro que terminé de leer la otra noche. El libro que volveré a leer muchas veces. Porque hacía tiempo que no me gustaba tanto ningún otro. Os estoy hablando de "El señor Ibrahim y las flores del Corán" de Eric-Emmanuel Schmitt.

Aparentemente es una pequeña historia, comienza en la página 9 y termina en la 95. Se lee muy rápido claro, pero es tan intensa, tan poética, tan sencilla y tan profunda al mismo tiempo que te va calando dentro, dentro, como la lluvia fina de estos días atras,  mojándote de buenos sentimientos.

Cuánto me ha gustado.

Momo, un niño que vive con su padre en un piso oscuro de la calle Azul de París, se encuentra muy solo. Hasta que conoce al señor Ibrahim, el tendero arabe de su calle. Entonces comienza una amistad que está por encima de religiones, de edades, de sexos, de tristezas. La calle Azul no es Azul, el arabe no es arabe y la vida, dice el libro, no es tan triste...

-Eso no importa -decía el señor Ibrahim-. Tu amor por ella es todo tuyo, eso no te lo quita nadie. Te pertenece. Aunque lo rechace, ella no puede cambiarlo. No lo aprovechará, eso es todo. Todo aquello que des Momo, será tuyo para siempre; lo que guardes ¡estará perdido para siempre!

Sí también habla de amor. Porque son muchos los temas que aborda el libro, ya lo he dicho:  la diversidad, ya sea en edad, en religión... El amor, la soledad, los viajes, la amistad, sobre todo trata de la amistad, que ayuda a sobrellevar y superar lo demás.

Teníamos un montón de juegos. Él me hacía entrar en los templos religiosos con una venda en los ojos para que yo adivinara la religión por el olor.
- Aquí huele a velas, es una iglesia católica.
-Pues sí, es San Antonio.
-Aquí huele a incienso, es ortodoxa.
-Sí, es Santa Sofía.
-Y aquí huele a pies, es una mezquita musulmana. ¡Oh, en serio, aquí apesta...!
-¿Qué? ¡Pero si es la Mezquita Azul! ¿Un lugar que huele a persona no es lo suficientemente bueno para tí? ¿Qué pasa, es que a ti no te huelen nunca los pies? Es un lugar de oración que huele a hombre, que está hecho para los hombres, con hombres en su interior, ¿eso te da asco?..."

Está contado en primera persona, lo cuenta Momo, desde su punto de vista de adolescente. Pero está salpicado de diálogos entre él y el señor Ibrahim, que hacen la narración mucho más ágil y entretenida.

La verdad es que seguiría y seguiría contandoos cosas del libro de tanto cómo me ha gustado. Vamos que os podría hacer un comentario casi tan o más largo incluso que la historia misma. Pero claro eso no es.

Hay que leerlo, dejarse transportar, volar a la calle Azul y vivir con ellos dos para sentirlos. Y yo, lo pienso volver hacer cualquier día. Pero mientras voy a intentar ver la película, protagonizada por Omar Sharif y que también debe estar muy bien. Aunque no sé, no sé, ya os contaré, porque el libro me ha gustado tanto...


jueves, 27 de enero de 2011

Un lugar nuevo donde recalar: "Tenía que contarte que está nevando en Madrid"


Hay un blog con un nombre especial:

"Tenía que contarte que está nevando en Madrid..."

http://teniaquecontarte.blogspot.com/

Y en ese blog hay poemas tan originales y bellos como éste:



Nota autobiográfica

En la vida:
cinco punto cero.

Aprobado en tristeza.

Insuficiente en estabilidad,
necesita mejorar en besos en la espalda.
Progresa adecuadamente en voluntad y optimismo.

Notable alto
                    en echarte de menos.

En la vida:
cinco punto cero,
                             sobresaliente en el resto.



Jaime Cacharrón


¿A que apetece pasarse por ese blog?
¿A qué va a apetecer hacerlo a menudo?


domingo, 23 de enero de 2011

"Cuentame un poema y te rimo un cuento" un 21 de enero mágico...




Queríamos hacer una lectura a dos voces.

Queríamos hablar en ella de cómo pasa el tiempo sobre las personas, la vejez, la madurez, la adolescencia, la infancia... De cómo al ir pasando el tiempo nos vamos haciendo literatura.

Queríamos que en la primera parte comenzara Javier con sus poemas y yo le siguiera con un relato. Nos alternaríamos a la hora de recitar: poemas-relato-poemas-relato-poemas-relato. Y fuimos haciéndolo al reves de cómo es  la vida. Comenzamos con la vejez en el primer bloque, luego madurez-adolescencia, y por último la infancia.Queríamos que cada uno ofreciera la voz que él tiene contando...

Y por último queríamos inventar una historia entre los dos. Y así surgió el relato titulado: "Poemas sin ruido y sin remite" donde se alternaba la prosa con la poesía. Lo habíamos escrito entre los dos, a fuerza de escribir uno y pasárselo al otro que entonces escribía su parte, volvía después al anterior, reescribía si quería de nuevo su parte y continuaba la historia... y así hasta el final.  De uno a otro, de uno a otro... Lo hemos escrito y reescrito muuuuchas veces.  También lo hemos hablado mucho, ha estado de verdad muy trabajado.

Porque Javier decía que lo nuestro tenía que ser una lectura dialogada, presentar primero cada uno su propia voz en la literatura y después lo que eramos capaces de inventar y recitar juntos...

He pasado muchos nervios toda la semana anterior a la lectura, preocupada por si la historia estaba bien, o  mal, si estaban bien engarzadas la prosa y la poesía, si el personaje realmente cambiaba, si  lo contábamos de ésta o aquella forma. Y después preocupada por si la lectura sería así o asá, por si el público estaría bien, preocupada si iba a venir mucha gente a ver cómo se hacían sitio, si se escucharía desde todas partes,  preocupada por si habría poca gente, porque se aburrieran, porque fuera largo, porque fuera corto... Yo que sé, preocupada por todo.

En fin...





Comenzastéis a llegar, los conocidos, los amigos de los conocidos, los desconocidos.... Madre mía... Muchísimas gracias a todos. A los que intentasteis venir y no pudisteis,  y por supuesto a los que vinistéis y estuvisteis ahí, tan cerquita, acompañándonos.

Muchas gracias también por vuestras palabras tan cariñosas, por esos halagos, después del acto y ahora.

Javier, coincidía que acababa de sacar un libreto con dos poemarios, y ahí le teneis venga a firmar y firmar...





Alberto Ramos Díaz, un narrador de lujo, nos hizo una presentación natural y entrañable.



Qué gozada fue. Qué publico más calladito, más atento, más concentrado. De 10. Que gusto veros ahí, riendo, llorando, escuchando. Qué gusto teneros.

Me encanta esta foto. La ha hecho Piluca Martinez de Velasco. Me encanta.

Yo no tengo ya ninguna duda de cual es mi pasión: contar. 

Gracias por dejarme hacerlo, por estar.


jueves, 20 de enero de 2011

Un microrrelato para el jueves: "CírCULOs de aceite" de Rocío Díaz Gómez




 
Mañana, viernes 21 de enero, el gran público español podrá volver a presenciar literatura gracias a Los Diablos Azules, que ofrecerá en abierto, gratuitamente y para todos los espectadores, el combate por el título mundial de los pesos medios “Cuéntame un poema y te rimo un cuento”.

En un lado del ring, tal y como se ha explicado en la entrada anterior, y vestido de poema corto calienta el púgil Javier Díaz Gil.

Y al otro lado del ring, y en el capítulo femenino, en la modalidad de narrativa, la peso pluma y prosista: Rocío Díaz Gómez se prepara también para una combativa exhibición frente al lince de Getafe de brillante palmarés Díaz Gil.


La narradora madrileña, de taytantos años de edad, había estado retirada de los círculos pugilísticos públicos en literatura desde el verano pasado, pero el lince de Getafe Javier Díaz Gil la sacó de su retiro para este título en juego.

Los contendientes han declarado que esta velada es muy importante para ellos porque significa recuperar y devolver al público una literatura que en nuestro país está muy viva, con gran cantera y que tiene potencial para grandes figuras.

Tras las declaraciones, la peso pluma Rocío Díaz Gómez salta al ring dando comienzo esta atractiva velada mixta con su microrrelato: “CírCULOs de aceite”



CírCULOs de aceite

Doctor, cómo se lo explicaría yo... Claro, claro por el principio: Pues mire de niño tenía lombrices, unas lombrices enormes que picaban una barbaridad las cabronas, perdone, perdóneme usted este lenguaje tan ordinario pero es que es acordarme y es como si me picaran otra vez a puro rabiar. Lo pasaba tan, tan mal, que hasta sangre me hacía de rascarme y rascarme, un horror. Entonces mi madre me echaba sobre sus rodillas boca abajo y untaba con sus dedos mágicos aceite en mis partes, ya sabe, alrededor de todo el orificio anal... suavecito, suavecito, haciendo círculos y círculos, suavecito y más círculos, redondito, redondito hasta que salían las condenadas y entonces mi madre podía agarrarlas por su pescuezo de lombriz y se acababa instantáneamente el picor, ese picor tan horrible que me tenía destrozadito por dentro y por fuera.

En el parque, en el parque doctor, eso dijeron que debió ser producto de algún tipo de infección jugando en la calle... Bueno pues lo que le iba contando, duró tanto la infección, tanto, que me dieron los dieciocho con el temita del aceite y lo suavecito a cuestas. Con el tiempo y al fin el enemigo abandonó, pero a mí ya se me quedó esa cosa de los circulitos... Y madre no hay más que una. Una madre te unta hasta los ochenta si es necesario si a su hijo eso le calma los nervios...

Pero doctor el mes pasado, se murió mi madre, noooo tranquilo, ley de vida, que los noventa no los cumplía ya la pobre, Dios la tenga en su gloria. Y bueno pues que yo venía porque... ésto es un efecto secundario de aquel largo tiempo de enfermedad, doctor, es como otra enfermedad que me ha tocado a mí, compréndalo, una enfermedad como otra cualquiera y entonces si usted fuera tan amable de firmar algún documento para que la asistencia médica del barrio se ocuparan de mi problema… Yo no soy más que un enfermo, doctor, un enfermo cualquiera, un enfermo más, que necesita atención facultativa... Entonces, bueno, pues si fuera posible que me pudieran mandar a casa a una enfermera o a alguien de maneras delicadas… en fin ya sabe, una enfermera preparada y cuidadosa para mi tratamiento diario…

©Rocío Díaz Gómez




martes, 18 de enero de 2011

Poema de martes: Javier Díaz Gil "La trampa"




Noche histórica para los amantes de la literatura que comenzará a las 20.30 de la noche hora de España del día 21 de enero en las instalaciones del mítico "Diablos Azules" entre el peso pesado de la poesía Javier Diaz Gil y la peso pluma de la prosa Rocío Díaz Gómez.

Gran velada para todos los aficionados a la literatura.

Y a este lado del ring, sin parar de moverse para calentar y vestido de poema corto, el contendiente de brillante palmarés ¡¡Javier Díaz Gil!! abriendo el primer round...

Ya saben ustedes que el contendiente no podrá rapear, sino en este caso rimar, aunque sea con verso blanco. Que será. No se permite ganarse al público con jamones y golosinas. Solo con la palabra.

Y en este clima de diversión y amor a la literatura comenzamos... Salta al centro del ring ¡Javier Diaz Gil! con su poema: "Trampa":


TRAMPA

El ratón distraido de tu boca
mordisquea la capucha del boli.

Tus ojos felinos inmovilizan
mi corazón domado.

Sé que caeré.
Me asomo a la trampa de tu escote.


© Javier Díaz Gil
21 de abril de 2010
 
 
http://javierdiazgil.blogspot.com/2010/05/un-poema-de-javier-diaz-gil-para.html

viernes, 14 de enero de 2011

Javier Díaz Gil y Rocío Díaz "Cuéntame un poema y te rimo un cuento"




Bueno como ya os habréis imaginado la constante aritmético-literaria que os escribí ayer: 21-20-2 era simplemente un juego de palabras que nos ayudara a recordar algo.

Lo que yo quería que recordárais era una fecha: 21 de enero, una hora: las 20 horas y un número de personas: 2.

A veces ocurre que las cosas cambian, la vida cambia, en fín, que os voy a contar... Y nunca mejor dicho.Cuando yo me examinaba del carné de conducir me aprendí de memoria la palabra: car. Sí :coche en inglés. Era mi forma de que en los exámenes no se me olvidara nunca, atacadita de nervios y con el examinador detras, colocarme el cinturón, el asiento y el retrovisor, antes de arrancar. CAR. Lo aprendí que vamos no se me olvidará en la vida. Porque me examiné unas cuaaaantas veces. Pero luego como las cosas cambian, la vida cambia, en fín... qué os voy a contar (y nunca mejor dicho) no he vuelto a conducir en la vida.

Pero a lo que íbamos. Pues que resulta que un término de la progresión aritmético-literaria ha cambiado, y ahora lo que me gustaría que recordaráis es:

21 de enero

a las 20,30 de la tarde

2 personas leeremos juntas y unidas
nuestros textos


¿Dónde?

En Los Diablos Azules (C/ Apodaca, 6)


Mi amigo y maestro Javier Diaz ha preparado éste cartel que encabeza la entrada.

Ahí lo tenéis todo.

Ah el título...

Cuéntame un poema y te rimo un cuento


... conversaremos de cómo vivimos, y nos enfrentamos a los años, de cómo, en fin, nos vamos haciendo literatura.

Os aviso de que Javier Díaz está a puntito de publicar un nuevo libro de poemas, y ya van, ya van ¡unos cuántos!

Y yo... si viniérais, intentaría de verdad, de verdad, hacerlo lo mejor posible...

y que os fuérais con la sensación de que efectivamente

estamos haciendo literatura...



Así que ya sabéis:

21 de enero a las 20.30 en Los Diablos Azules

"Cuéntame un poema y te rimo un cuento"


Os esperamos...


21-20-2

 
21-20-2



Este es el primer recordatorio:

Progresión aritmético-literaria: 21-20-2

O lo que es lo mismo,

El día 21 de enero, a las 20 horas, quedamos 2.

Recordar:

21-20-2

21 de enero, a las 20 horas, quedamos 2.

21-20-2

21 de enero
20 horas
Quedamos 2

2 (a los que dicho sea de paso se nos dan infinítamente mejor las letras que la aritmética...)

Seguiremos informando.




No os olvideis
21-20-2

jueves, 13 de enero de 2011

Aniversario de la muerte de Ángel González



Ayer hizo años de la muerte del poeta Ángel Gonzalez.

Como yo ya había preparado una entrada sobre el que libro que había terminado no os quise decir nada.

Pero es uno de mis poetas preferidos, y no quiero dejar pasar la ocasión de recordarle.

Aquí os dejo con uno de sus poemas. El que dedicó a Juan Ramón Jiménez, que yo le escuché en una lectura que hizo en la Residencia de Estudiantes. Ya sabéis que siempre se ha dicho que Juan Ramón Jiménez corregía y corregía y volvía a corregir sus escritos, y no paraba hasta que ya les ponía las iniciales MPS (Meditado para Siempre), creo que ésto ya os lo he contado en otra entrada.

Va por el Maestro.




J.R.J.


Debajo del poema

-laborioso mecánico-,

apretaba las tuercas a un epíteto.

Luego engrasó un adverbio,

dejó la rima a punto,

afinó el ritmo

y pintó de amarillo el artefacto.

Al fin lo puso en marcha, y funcionaba.



-No lo toques ya más,

se dijo.

Pero

no pudo remediarlo:

volvió a empezar,

rompió los octosílabos,

los juntó todos,

cambio por sinestesias las metáforas,

aceleró...

mas nada sucedía.

Soltó un tropo,

dejó todas las piezas

en una lata malva,

y se marchó,

cansado de su nombre.
 
Ángel González

miércoles, 12 de enero de 2011

"La forja" de Arturo Barea



El último libro que me he leído ha sido "La forja", la primera parte de "La forja de un rebelde" de Arturo Barea.

Supongo que habréis oído o incluso muchos lo habréis leído. Bueno quizás también recordeis la serie de televisión que hicieron. Pero como yo ni vi la serie ni la había leído,  y había oído tantas veces hablar de él,  pues ya le estaba tocando el turno porque tenía muchísima curiosidad.

Se trata de una novela autobiográfica del autor que nació en Madrid en 1897.

Por tanto el primer libro se corresponde con su infancia y adolescencia en ese Madrid de la primera mitad del siglo XX. Está contado en primera persona a través de los ojos de un niño, por eso es una visión muy particular, muy sugerente, que me ha gustado mucho.

El argumento es el de la vida de un niño, hijo de una lavandera de Lavapies que va a lavar al Manzanares. Como es viuda y no puede hacerse cargo de sus hijos, los tiene repartidos entre los distintos familiares. El protagonista está  viviendo con unos tíos que tienen una situación social mucho más holgada y cuya casa está por la zona del Palacio Real. Tendrá gracias a ellos una educación mejor que la de sus hermanos que le envidian. 

Es un libro que refleja muy bien las desigualdades sociales que existían en ese Madrid de principios de siglo. Es un retrato de la sociedad, y de la época, impecable. 

Cuando el protagonista crece, no quiere estudiar una carrera y comienza a trabajar primero como dependiente y luego como empleado en un banco. Y ahí se va despertando su conciencia social. 




"Yo sería socialista de buena gana, pero la cuestión es saber si soy un obrero o no. Esto parece muy sencillo pero no lo es. Indudablemente, si cobro por trabajar soy un obrero, pero no soy un obrero más que en esto. Los mismos obreros nos llaman "señoritos" y no quieren nada con nosotros" (pag. 233).

A mi me ha gustado mucho. Es uno de esos libros que lees por el  placer de cómo está contado. Me gustan mucho también los párrafos donde dice como era aquel Madrid, cómo eran los itinerarios para ir a cualquier parte, la vida cotidiana. Os dejo con algun texto donde lo cuenta, para que veis lo que han cambiado las cosas...

"...Bajamos por la cuesta de la calle Segovia chirriando el coche: la cuesta es tan pina que los frenos aprietan hasta que no giran las ruedas, y aun así el coche se echa encima de las mulas. Algunas veces ha volcado en mitad de la calle y no se ha podido hacer el viaje. Al final cruzamos el puente de Segovia y empezamos a subir la carretera de Extremadura que también es muy pendiente. En el puente de Segovia termina Madrid y empieza el campo. Esto del campo es una manera de decir, porque no hay más, a los lados de la carretera, que unos arbolitos secos, sin hojas, llenos de polvo, unos campos de hierba amarilla con manchones negros de lumbres, y unas cuántas casitas de traperos, hechas de chapa, con montones de basura a la puerta, que huelen hasta la misma carretera..." Pág 38

"...Enfrente de mí va el hombre gordo. Ha sacado una libreta con una tortilla dentro que huele muy bien. Va cortando trozos con la navaja y se los va comiendo, a y a mí, de verle, me entra un hambre feroz. De buena gana le pediría un cacho. Vuelvo a pedir  la merienda a mi tía, pero ahora en voz alta. Si no me da de merendar seguro que este hombre me da un cacho de tortilla. Quiero enfadarla y que no dé la merienda, porque lleva pan y chocolate y lo que yo quiero es tortilla. Mi tia se enfada, me da un pellizco en el muslo y no me da de merendar. El hombre gordo corta una rebanada de pan muy grande y un cacho de tortilla que parece medio ladrillo, y me los da. Mi tío que los coja y, además, le regaña a mi tia: "Siempre tienes que hacer el ridículo". Entonces mi tía saca el pan y el chocolate, pero ahora no los quiero. La tortilla está estupenda, y el hombre me da además unas rajas de chorizo. Me sabe mejor porque me he salido con mi iedea, y además me ha dado la razón mi tío..." Pág. 39

Y no me resisto a copiaros uno de los diálogos, pero con ésto termino:

-Mira hijo, eso no se hace. Es un pecado y además es muy malo. Los niños se vuelven tísicos y se mueren.
Nos mandan rezar unos padrenuestros de penitencia y en paz.
Pero el padre Vesga es distinto:
-¿Tú sabes lo que dice el sexto mandamiento, hijo mío?
-Sí, padre. El sexto, no fornicar.
-Explícame lo que es fornicar.
-No sé, y no puedo explicarlo. Sé que es una cosa mala entre hombres y mujeres, pero no sé más. -El padre Vesga comienza a ponerse serio.
-No se puede mentir en el santo tribunal de la penitencia. Me dices que sabes lo que es el sexto mandamiento y ahora te desdices, diciendo que no sabes lo que es fornicar.
-Fornicar, padre, es... cosas que hacen los hombres y las mujeres y que es pecado.
-¡Hola, hola! Cosas que hacen los hombres y las mujeres. ¿Y qué hacen los hombres y las mujeres sinverguenza?
-No lo sé padre, yo no he fornicado nunca.
-¡Estaría bonito, mocoso! No te pregunto si has fornicado o no; pregunto si sabes lo que es fornicar.
-No lo sé. Los chicos dicen que fornicar es hacer hijos los hombres a las mujeres. Cuando están casados no es pecado; cuando no están casados sí lo es.
-Pero yo lo que necesito saber es que me digas cómo hacen los hijos los hombres y las mujeres.
-¡Yo qué se! se casan, duermen juntos y tienen hijos. Pero no sé más.
-No sabes más ¿eh? El niño es un inocentón , no sabes más. Pero sí sabrás tocarte tus partes.
...
...Sigue y sigue durante media hora, y me habla de pelos sueltos, de senos temblantes, de caderas lascivas, del rey Salomón, de bailes obscenos, de las mujeres de las esquinas, en un torrente de palabras furiosas del que resulta que la mujer es un saco de porquería y de maldad y que los hombres se acuestan con ellas y van al infierno. Cuando me separo del cura para rezar la penitencia no puedo rezar. Tengo la cabeza llena de mujeres desnudas y de curiosidad por saber lo que hacen con los hombres..."
Pág 132

lunes, 10 de enero de 2011

Pelagatos


Supongo que no os descubro nada, si os digo que a veces me obsesiono con las palabras.

Hay varias entradas en este blog sobre ello.

Hoy os quería hablar de la palabra: Pelagatos. Me gusta mucho. La verdad es que todas las palabras coloquiales me gustan bastante, me parece que tienen una carga semántica que no se le escapa a casi nadie y dotan al lenguaje de mucha agilidad, lo hacen más vivo. Es como si bajáramos a la tierra a conversar cuando sacamos estas palabras a pasear entre nuestro discurso.

Bueno supongo que la mayoría sabréis que pelagatos pues es eso, un donnadie (me gusta también un montón esta palabra), un pobrecillo... Buscamos en el diccionario de Real Academia  Española el significado y efectivamente nos dice:


Pelagatos.

1. m. coloq. Persona insignificante o mediocre, sin posición social o económica.


 Se trata efectivamente de una palabra compuesta. Pero me he vuelto loca intentando encontrar la etimología de la palabrita y nada que no ha habido manera. Como veis el diccionario de la RAE no lo explica. El María Moliner dice lo mismo. No os lo vais a creer, pero esta tarde que he estado en el Corte Ingles, me he molestado en buscarlo (cuando os digo que me obsesiono...) en el diccionario etimológico de Corominas, un clásico, y no viene, quizás porque es compuesta... He buscado en otros diccionarios etimológicos y tampoco. He navegado por internet y nada.


A lo único que he llegado es que se trata de una palabra compuesta del tipo Verbo+Nombre. 

Pero resulta que luego los lingüistas no se aclaran si "pelagatos" se trata de una palabra endocéntrica, es decir que el nucleo estuviera en el interior del compuesto, tienen una motivación semántica, lo que les hace tener un significado casi transparente, significaría lo que significan ambas palabras que la forman; o una palabra exocéntrica, es decir que procedería de una transformación de una oración anterior (como aguafiestas, cantamañanas, matasanos... que parece que proceden de una oración anterior). 

Bueno no os quiero liar... El caso es que os quería hablar de esta palabra.  Muchas veces he pensado que está ya en vías de extinción, pero sin embargo  ultimamente me he dado cuenta de que aún la utilizan algunas personas, aunque no esté nada claro de donde procede...

Qué pena me falta su historia.

¿O alguien me lo sabría decir? Me gustaría mucho que me iluminárais...

domingo, 9 de enero de 2011

¿Por qué escribo? Cont. al artículo de la entrada anterior



Una amiga me ha dejado un comentario a propósito de la entrada anterior, la que se refería al artículo "¿Por qué escribo?" de El País del 2 de enero, que también dejé en el facebook. Quería dejároslo aquí porque me parece una síntexis de dos respuestas de autores a la pregunta  de ¿Por qué escribo? con las que estoy muy de acuerdo.

No voy a decir el nombre de la amiga que me ha dejado el comentario porque no sé si le gustaría.

Pero vaya por delante que me alegro de que os pareciera interesante, y gracias desde aquí por vuestros comentarios. 


"Voto por Tabucchi e Hidalgo Bayal. 
El primero: (¿Por qué escribo?)"Porque estamos aquí, pero queremos estar allí".
El segungo porque sin darme cuenta le preplagio: (¿Por qué escribo?") "Por afición o por aflicción". 
Ayer o anteayer no más, yo le decía a mi amigo Georges: La ficción es la afición a la aflicción. Muy interesante este artículo, Rocío. Besos."