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sábado, 29 de enero de 2011

El señor Ibrahim y las flores del Corán


"A los trece años, rompí mi cerdito y me fui de putas."

Así comienza el libro que terminé de leer la otra noche. El libro que volveré a leer muchas veces. Porque hacía tiempo que no me gustaba tanto ningún otro. Os estoy hablando de "El señor Ibrahim y las flores del Corán" de Eric-Emmanuel Schmitt.

Aparentemente es una pequeña historia, comienza en la página 9 y termina en la 95. Se lee muy rápido claro, pero es tan intensa, tan poética, tan sencilla y tan profunda al mismo tiempo que te va calando dentro, dentro, como la lluvia fina de estos días atras,  mojándote de buenos sentimientos.

Cuánto me ha gustado.

Momo, un niño que vive con su padre en un piso oscuro de la calle Azul de París, se encuentra muy solo. Hasta que conoce al señor Ibrahim, el tendero arabe de su calle. Entonces comienza una amistad que está por encima de religiones, de edades, de sexos, de tristezas. La calle Azul no es Azul, el arabe no es arabe y la vida, dice el libro, no es tan triste...

-Eso no importa -decía el señor Ibrahim-. Tu amor por ella es todo tuyo, eso no te lo quita nadie. Te pertenece. Aunque lo rechace, ella no puede cambiarlo. No lo aprovechará, eso es todo. Todo aquello que des Momo, será tuyo para siempre; lo que guardes ¡estará perdido para siempre!

Sí también habla de amor. Porque son muchos los temas que aborda el libro, ya lo he dicho:  la diversidad, ya sea en edad, en religión... El amor, la soledad, los viajes, la amistad, sobre todo trata de la amistad, que ayuda a sobrellevar y superar lo demás.

Teníamos un montón de juegos. Él me hacía entrar en los templos religiosos con una venda en los ojos para que yo adivinara la religión por el olor.
- Aquí huele a velas, es una iglesia católica.
-Pues sí, es San Antonio.
-Aquí huele a incienso, es ortodoxa.
-Sí, es Santa Sofía.
-Y aquí huele a pies, es una mezquita musulmana. ¡Oh, en serio, aquí apesta...!
-¿Qué? ¡Pero si es la Mezquita Azul! ¿Un lugar que huele a persona no es lo suficientemente bueno para tí? ¿Qué pasa, es que a ti no te huelen nunca los pies? Es un lugar de oración que huele a hombre, que está hecho para los hombres, con hombres en su interior, ¿eso te da asco?..."

Está contado en primera persona, lo cuenta Momo, desde su punto de vista de adolescente. Pero está salpicado de diálogos entre él y el señor Ibrahim, que hacen la narración mucho más ágil y entretenida.

La verdad es que seguiría y seguiría contandoos cosas del libro de tanto cómo me ha gustado. Vamos que os podría hacer un comentario casi tan o más largo incluso que la historia misma. Pero claro eso no es.

Hay que leerlo, dejarse transportar, volar a la calle Azul y vivir con ellos dos para sentirlos. Y yo, lo pienso volver hacer cualquier día. Pero mientras voy a intentar ver la película, protagonizada por Omar Sharif y que también debe estar muy bien. Aunque no sé, no sé, ya os contaré, porque el libro me ha gustado tanto...


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