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jueves, 10 de agosto de 2023

Tiene agosto las verjas bajadas... Agosto 2023

 



Tiene agosto las verjas bajadas, y te regala otros paisajes, colores y mensajes. 

Tiene las calles generosas y te devuelve el sonido perdido de tus propias pisadas.

Se fue el tráfico, se acallaron los semáforos,

se alejaron las bulliciosas voces. 


Los árboles alfombran los bulevares de diminutas flores amarillas,

que frágiles, sobreviven en las aceras

echando un pulso a los madrugadores barrenderos. 

Madrugan también los perros.

Madruga este infernal calor. 

¿Quién dijo que Madrid no tenía olas?

Sobre ellas surfeamos

los árboles, los perros, y yo. 

 

Ojalá pudiera guardarme para siempre

este Madrid de verjas bajadas.

Guardarme de una vez esta ciudad entera,

este Madrid que despierta intacto

cada día de agosto

solo para nosotros.

agosto 2023






domingo, 16 de julio de 2023

Aquel pueblo donde comimos salmón

 


¿Cómo se llamaba aquel pueblo?

Sí, te tienes que acordar, el único que visitamos por la noche.

Que sí, aquel en el que nos alojamos justo al ladito de la Catedral, donde había un horreo... Es verdad, era un poco raro, pero enorme. Te acuerdas ¿verdad? 

Donde nos dieron salmón para cenar. ¡Por fin algo que no era pollo! ¡Ni tan siguiera carne! Sí estaba rico.

Tenía una catedral chula en una plaza donde había muchas pelotas de colores colgando. Alguien dijo que eran globos y otro se apresuró a desmentirlo: "Si fueran globos ya no estaban ahí..."

No sé por qué recuerdo incluso las conversaciones y sin embargo del nombre del pueblo... Era tranquilo, limpio, ordenado. 

Estábamos deseando salir por la noche, pasear la cena. Y por fin un pueblo dónde poder hacerlo. Y todos nos fuimos reencontrando por aquellas callecitas medievales de piedra. El grupo se iba ampliando y acabamos volviendo juntos todos al hotel. No teníamos remedio.

Al día siguiente, temprano, lo visitamos. Esperamos a que nos abrieran aquella iglesia donde había un señor vendiendo flores. Y mientras, fuimos a visitar las ruinas de un teatro romano. Bueno eso decían, que eran romanas, y un teatro. Era un acto de fe. Aquellas ruinas podían ser de cualquier cosa... En fin. Pero mientras tanto la iglesia abrió. Y estaba bien.

Lo mejor de aquel pueblo era su catedral, las callecitas de piedra de alrededor, los colores. 

Eso... y el salmón, no se te olvide. Nos iban a salir alas con tanto pollo. Y mira que yo no soy mucho de pescado, pero lo estaba.  Muy rico. 

Hay que ver las dichosas palabras... Cómo les gusta jugar al escondite.  

¿Cómo se llamaría?

Sabes que te digo que total ¿Qué mas da?

Nos hicieron felices. Siempre será aquel pueblo donde comimos salmón.









lunes, 10 de julio de 2023

Viajar, aprender, vivir.

 

 


Viajábamos juntos.

Compartíamos un elegante itinerario, un atento y jovial guía y un buen autobús donde hemos estado muchas horas, rodando de ciudad en ciudad. 

Compartíamos días de calorazo y días de lluvias, costosos madrugones y horarios ajustados. 

Y no lo sé a ciencia cierta, porque aunque fuéramos adultos, como decía El Principito, no queríamos conversar de cifras ni números, pero intuyo que de todos eran quienes más calendarios han visto terminarse. 

Siempre sonrientes, siempre amables.

Ella, de vez en cuando, se echaba un cigarrito a hurtadillas. Él no la veía, o quizá no quería hacerlo. "Me los tiene escondidos, pero yo cuando no se da cuenta... Por favor no se lo digas".

Ha sido un buen viaje, pero ellos van a ser inolvidables.

Sentados juntos, cada uno agarraba el asiento de delante con una de sus manos, mientras las otras permanecían entralazadas. Siempre entrelazadas. 

Conocer el mundo a su lado, viajar juntos, era una lección constante.


lunes, 19 de junio de 2023

Los lunes-viernes y los murales (Los Llanos de Aridane)

 


Los lunes nos inventábamos que eran viernes. 

Cogíamos papel y lápiz y jugábamos a la horca con la palabra "despertador". 

Después nos echábamos a la calle, estirábamos los brazos y jugábamos a ser felices moviéndolos arriba y abajo, mientras corríamos como locos por las aceras. La gente se apartaba a nuestro paso y nos miraba llevándose su índice a la sién. 

Pero a nosotros no nos importaba, porque teníamos la ilusión intacta de quién al día siguiente no tiene que madrugar.  

-¿Me ajuntais? nos preguntó un señor trajeado y zapatos brillantes.

-¡Por supuesto! -le contestamos, sin dejar de planear- Solo tienes que inventarte que hoy es viernes. 

Y el señor trajeado extendió sus brazos, empezó a moverlos arriba y abajo y echó a correr detras de nosotros.

Pronto fuimos una fila muy larga de funcionarios, barrenderos, conductores de metro, churreros... muchos soñadores, a la vez y juntos, planeando por las calles de Madrid. 

Y mientras las recorríamos, de pronto, las fachadas se iban coloreando, se iban poblando de seres increibles que salían a nuestro encuentro, que se asomaban a conocernos y nos saludaban encantados desde su pared.

Los lunes-viernes eran tan mágicos que podía ocurrir cualquier cosa.










viernes, 16 de junio de 2023

Los viernes y el tiempo

 


 

Tienen los viernes vocación de chistera, nubes en el cielo, juegos de rayuela.

Tienen los viernes cometas y viento,

            ganas, brincos, colores, conversaciones.

Tienen tanto, tienen risas.

Vida.

Tienen todo mi respeto, mi admiración.

Tienen el mayor tesoro:

Traen tiempo.




#viernes #tiempo #escribir #vivir #vivirviajando #tazacorte




viernes, 9 de junio de 2023

"Hasta el cuarenta de mayo..."

 


 Dicen que la primera referencia escrita a lo de "Hasta el cuarenta de mayo..." fue publicada en el año 1896.

¡1896! Mucho más de un siglo. Si eso es escrito, imposible saber cuánto tiempo llevaremos diciéndolo. La tradición oral es muuuy larga. Sin embargo nadie duda de que no le falta razón al refrán. 

"Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo".

 "Sayo", palabra derivada del latín "sagum". Y nos dice el diccionario de la Real Academia en su primera acepción que nos referimos a: "Prenda de vestir holgada y sin botones que cubría el cuerpo hasta la rodilla". Y en la segunda que alude coloquialmente a cualquier vestido.

Bueno, pues ya hoy es 40 de mayo, o lo que es lo mismo 9 de junio. Y hubo días en abril que nos quitamos el sayo y lo que no fue el sayo, de la calorina que teníamos encima, para pasados unos días, volvérnoslo a poner. 

Ahora vas por la calle, y a poco que te fijes, ves de todo: botas y sandalias, abrigos y chubasqueros, gafas de sol y paraguas. Ves quién ha cambiado el armario del todo, quién aún no lo ha cambiado y quién tiene el batiburrillo que tenemos la mayoría y según el día abrimos sus puertas y así vamos. Luego ya se verá si nos hemos equivocado o no con la vestimenta. ¿Nos hemos vuelto locos? No, simplemente se ha vuelto a cumplir. 

Ya sabes: Hasta el cuarenta de mayo, no te quites el sayo.

Hoy el cielo de Madrid amaneció totalmente despejado pero poco a poco una nubes esponjosas vinieron correteando e iban ganándole terreno a ese azul nítido de primera hora de la mañana.

Reconozco que a mí el cielo de Madrid me tiene robada la voluntad. Y hay días, hay 9 de junios, que está especialmente bello ¿no creeis?

¿Será verdad? ¿Mañana ya podremos quitarnos el sayo?

 

domingo, 7 de mayo de 2023

Mamá

 


A mí me habría gustado mucho parecerme más a ella.

Cuántas veces miro a mis hermanos y veo en sus piernas, o en su tipo, y hasta en su carácter y sentido del humor, esas cualidades que tenía mi madre y que yo no he heredado. 

Cuánto me habría encantado mirarme en el espejo y verla. 

Mi madre me dejó un libro de recetas de cocina con su letra, que guardo como una de las joyas más valiosas, porque se que las escribió pensando en nosotros, pensando en mí aunque no me gustara el arroz. Después me decía "Cuando puedas, corrígeme las faltas". Y había veces como en esta página que no las llegamos a corregir, por eso aún me devuelve más ternura. También es cierto que dejó incluso su propia historia escrita con la mano izquierda cuando ya no podía utilizar la derecha y que algún día me atreveré a releer.

Mi madre me dejó, además, otras recetas: las que necesito para ir por el mundo. Y esas sí que aspiro a seguir heredándolas día a día. Me dejó sobre todo, su ejemplo. Su rectitud. Su fortaleza para ir encarando los problemas y las enfermedades. Su manera firme, y con buen humor, de mirar hacia adelante cuando la vida, nunca lo fue, no es fácil.

Pero sobre todo, mi madre me dejó todos los cuentos que me contó de pequeña: el de Garbancito, el de Los siete cabritillos, el de La Ratita Presumida, el de El enano saltarín... Cuántos. Muchos. Mi madre me contaba muchos cuentos. 

Y aún, dentro de mí, atesoro su voz contándomelos, recuerdo hasta algunas frases exactas de éstos: "¿Y por las noches que harás? ¡Dormir y callar!". Recuerdo hasta su voz cantándolos con su musiquita particular: "Pachín, pachín, pachín mucho cuidado con lo que hacéis, pachín, pachín, pachín a Garbancito no piseis..."

Y quiero creer que porque mi madre me contó tantos cuentos, no soy nunca más yo que cuando los invento. 

No soy nunca más yo que cuando escribo.

Cuando la escribo.

Allá donde estés, feliz día mamá.




sábado, 1 de abril de 2023

1 de Abril

 


 Dice la mitología griega que Gea y Urano eran los Titanes que personificaban la tierra y el cielo, respectivamente. Urano, por esas cosas de los mitos, era a la vez esposo e hijo de Gea. Dice también la mitología que Urano despreciaba a sus hijos, encerrándolos en el vientre de su madre. Entonces Gea, que tenía muchos dolores, convenció a Cronos para que mutilara a su padre.

Y Cronos, buen hijo donde los haya, le cortó los genitales a Urano y los lanzó al mar produciéndose una ola con espuma que llegó hasta Chipre y donde tomó la forma de una mujer. 

Así nació Afrodita, de la palabra griega "afros": espuma.

Abril viene del latín "aprilis", y éste de "aphro", acortamiento de "Aphrodite" y significa mes de Afrodita.

Hay otra explicación que dice que la palabra "abril" viene del latín "aperire" que significa abrir, porque este es el mes en el que "abre" la naturaleza...

Pero como puedo elegir yo prefiero la explicación de Afrodita. 

 

Y como Afrodita es la patrona de los marineros y les garantiza buenos viajes. Yo quiero pensar que este abril nos va a garantizar un buen viaje a todos, bajo los cuidados de la diosa que sembraba el deseo y nadie podía resistirse a él. 

Vamos a por abril, entonces. ¡Feliz viaje por abril!

"Abril abrilillo, ¿cuándo no fue pillo?"

 

 

miércoles, 22 de marzo de 2023

22 de marzo. Día Mundial del Agua

 


Dicen los mitos para explicar la Cosmogonía:

"Demiurgo quería ordenar el Caos y creó a la hermosa Eurínome. Eurínome no hallaba dónde posar sus pies, entonces Demiurgo hizo a Hydros y Thesis, mares primigenios. Y así continuó ordenando la masa caótica. Creó a la serpiente Ofión, que se unió a Eurínome, y ésta, transformada en paloma, puso un Huevo, en el cual se enroscó Ofión para darle calor. De los mares Hydros y Thesis surgieron Chronos y Ananké, que se entrelazaron también alrededor del huevo para darle estabilidad a lo que saldría de ahí. Entonces el huevo se abrió, y de él salió la Tierra con el averno y las montañas en ella."


¿Y  por qué os cuento este mito?

Porque hoy 22 de marzo, y cada año desde el 1993, se celebra el Día Mundial del Agua para concienciarnos e inspirar acciones que acometan su crisis mundial.


Aprovechando esta circunstancia nosotros hoy también vamos a hablar del agua desde una perspectiva más lingüista, recordando algunas curiosidades sobre la palabra "agua".

Etimológicamente, parece ser que hay dos raíces que nos han llevado a la palabra agua y sus derivados.

Por un lado tenemos la raíz etimológica de la que deriva la palabra latina "aqua" de la que vendría nuestra palabra "agua" y tantas otras como: acuífero, acuarela, acuario, aguafuerte, aguarrás etc...

Y luego tenemos otra raíz que es "wed" que también significa "agua", "húmedo", "mojado", que vendría del griego. Ya hemos comentado que en la mitología griega el dios de las aguas era Hydros.  Y  por tanto podemos entender bien de dónde nos habrán llegado las palabras que la contienen como prefijo o sufijo: hidráulico, hidrofobia, hídrico... La mayoría son palabras compuestas que están todas muy relacionadas con el término agua.


El diccionario de la RAE nos dice que el agua es el componente más abundante de la tierra, y de los organismos vivos. Y ahí podéis ver cuantísimas expresiones con la palabra agua se señalan.

Por eso, a poco que nos fijemos, vemos que también se repiten los refranes que llevan la palabra en cuestión y tenemos muchísimas frases hechas que utilizamos a menudo en nuestro lenguaje coloquial: "Cuando el río suena, agua lleva", "No digas nunca de esta agua no beberé", "Del agua mansa líbreme Dios, que de la brava ya me libraré yo", "Agua que no has de beber, déjala correr.", "Agua pasada, no mueve molino", "¡Agua va!"...

Porque seguro que todos sabéis de dónde nos viene la expresión ¡Agua va! ¿verdad?

Nos llega directamente desde aquellos tiempos muy remotos, cuando aún en las casas no había tuberías ni sistema alguna de desagüe, y la costumbre era arrojar por las ventanas las "aguas mayores" y "aguas menores", ya sabéis los orines y demás inmundicias, al grito de ¡agua va!, porque pobre del que pasara debajo y no se pusiera a tiempo a resguardo...

Ya hemos hablado en alguna que otra entrada de Los viajes del agua. Las canalizaciones subterráneas por las que se traía el agua potable hasta el centro de Madrid desde el siglo XVI hasta que se creó el Canal de Isabel II, y que aún se pueden ver en el metro de la Plaza de Ópera y hay también señalización de ellas en otras plazas del Madrid más céntrico. 

Pero creo que por hoy, ya no me enrollo más, que si vamos soltando el hilo y saltando de un tema a otro esta entrada podría ser interminable. 


Las fotos están tomadas en el distrito de Hortaleza de Madrid. Son chulas ¿verdad? El agua y sus caminos.




domingo, 12 de marzo de 2023

La vida. Marzo del 2023

 


Hay fotos que sabes que toda la vida te regalarán una sonrisa. 

Hay fotos-brújula, fotos-puerta.

Fotos que abren caminos y siempre que las vuelvas a mirar te conducirán, entre el caos de la memoria, pero sin perderte, a un par de días de un marzo de 2023 en un Madrid radiante y bullicioso. 

Coincidimos un septiembre del 2001 en Turquia. Llegábamos cansados, despues de todo un día de turismo por tierras turcas a un hotel de Ankara, y mientas esperábamos que nos dieran las llaves de las habitaciones vimos en una televisión del hall las imágenes del ataque de las torres gemelas. Pensamos: ¡vaya película! 

Nadie olvida que hacía ese día cuando se enteró. Nosotros tampoco.

 

Han pasado casi 22 años. 

Y para otro 11, también mal señalado, vienen desde Zaragoza, Santiago, Valladolid, para que coincidamos de nuevo, una vez más de tantas, porque aquí seguimos.

Cambiamos de casa, de estado civil, de trabajo, de mil cosas. Nos hemos multiplicado y también de alguna forma habremos menguado. Pero aquí seguimos.

Compartiendo viajes, aficiones, vida.

Inventando días mágicos donde todo se mezcla entre risas. 

Enloqueciendo con las reservas de los restaurantes, jugando a Forrest, pateando la ciudad, aplaudiendo a rabiar, poniéndonos en pie y disfrutando de este Madrid y su "loquera".

Viviendo juntos una vez más, mientras nos compinchamos para nuevos viajes que nos enriquecerán.

Porque aquí seguimos.

Juntos. 

Mientras el tiempo y el corazón se hace esponja.


 





lunes, 27 de febrero de 2023

En los días iguales. Febrero se despide

 


En los días iguales te parece que no pasa nada, ni tan siquiera el tiempo.

En los lunes iguales, te parece que los días laborables son demasiados en comparación con los festivos, y la semana que tienes por delante es una de esas carreteras polvorientas que recorriste en su día por el Monument Valley, un carretera árida, estrecha, larguísima.

Los lunes iguales son esos mismos que querrías dejar escritos, pero no consigues salvar ni una heroica frase que no termine suicidándose también en la papelera. Y la tarde larga que querías salpicar de palabras te hace burla y te marchita el ánimo a partes iguales.

Porque lo cierto es que el tiempo no deja de pasar, aunque los días sean iguales. Y escuchas en la radio que hace cuarenta años que los Golpes Bajos te enseñaron aquello de “Malos tiempos para la lírica”. Cuarenta años. Cuarenta años que estabas en el Instituto, que os reuníais en un banco del parque después de clase, que te ibas de acampada por primera vez, que te… tanto.

Cuarenta.
Y el vértigo que da eso.

Pasado mañana ya es marzo. Y febrero pasó en lo que tardaste en chasquear tus dedos. Y esta manía tuya de buscar qué de bueno te trajo ese gesto, qué salvarás del sumidero de la mala memoria de otro mes, de este febrero que anda poniéndose el abrigo porque se va. Se despide.

Sí, te dices, algunos momentos también salvaré de este mes. Pero no demasiados, te contesta la hoja en blanco que esta tarde parece contestona. Que sí, algunos sí, le respondes rápido, para que no te martirice más, para que calle.

¿Viste? La orquidea se volvió a llenar de flores.
Pero todavía son malos tiempos para la lírica.
Cuarenta ya.
Y el vértigo que da eso.

 

 







#lunes #febrero #elpasodeltiempo #escribir
 

sábado, 18 de febrero de 2023

Volver.

 


 En los días iguales, cuando los vientos de las prisas y responsabilidades amenazan con descentrarte, cuando no hay sosiego en lo que te rodea y te abruma lo que te espera, eliges no salir. Eliges quedarte dentro de ti.


En los días iguales, cuando tus manos siguen tecleando y tus oídos escuchan y tu boca responde, pero eliges volver allí y mecerte de nuevo en uno de aquellos viejos columpios de la Plaza de la Montaña. ¿Te acuerdas? Había dos, uno enfrente del otro, ambos hechos de hierro y años, bajo los que se hacía un charco que había que saltar en los días lluviosos. 


Cuando se estaba terminando de hacer la comida, corrías a montarte en uno de ellos y eras feliz columpiándote sola y tranquila, inventando, meciéndote, dejando que el viento te diera en la cara, te revolviera la coleta, mientras tus hermanos, siempre a la vista, jugaban al balón a unos metros de distancia. 


Dentro sigue todo como lo recuerdas. Y sigues viviendo en aquel bloque de pisos delgado que sobresale sobre las casas. Sigues viviendo en un segundo sin ascensor en aquel portal que había mosquitos negros y poca luz. Tu casa sigue teniendo aquella ventanita que comunicaba el comedor con la cocina y aún huele a la canela y el limón de las rosquillas recién hechas. 


Por la tarde seguro bajáis toda la calle dando un paseo hasta La Paradeta, y caerá alguna chuchería. Es fin de semana y en el cole de las monjas, por la tarde, hay película en el salón de actos. 


No es fácil volver pasado el tiempo. Recorrer ese itinerario particular que recuerdas nítido, y que ahora, o ya no está, o es un poco diferente. En la Plaza de la Montaña ya no hay columpios y el Baulenas ya no existe, al “Ana M” Mogas” le quitaron jardines, y ya no puedes entrar en la primera biblioteca que recuerdas, de la calle Corró, la primera Cueva de Alí Babá. 


Es agridulce volver. ¿Qué buscas? Si lo que querrías ya no puedes encontrarlo. Sin embargo, si estás cerca ¿cómo no ir a visitar a quién aprecias? ¿Cómo no volver en procesión a todos esos lugares donde aún te ríes? si dentro, muy dentro, sigues allí, y allí eres más tú que en ningún otro lugar.



#granollers #nostalgia #infancia  

 


 









lunes, 13 de febrero de 2023

Nicolás

 


Me gustaría contarte que ayer conocí a Nicolas. 

Nicolas está recién llegado al planeta Tierra pero ya ha conquistado a todos cuántos nos hemos cruzado con él.  El diminuto terrícola llegó el 1 de febrero y ya se ha hecho el dueño, no solo de la casa de sus padres, sino también de sus paseos y sus horarios, su sueño y su vida entera.

Nicolas tiene las manos y los ojos grandes, pero aún siendo todo él pequeño, ocupa el espacio justo y perfecto entre los brazos de quién lo acuna. Es un caballerito muy bien educado que durante toda mi visita se comportó correctamente, inventando mohines zalameros, gestos y ruiditos con los que, en realidad, nos estaba seduciendo de forma ladina y tranquila sin que nos diéramos ni cuenta. He oído decir que no siempre elige esta estrategia, sino que hay ocasiones en que muestra toda la potencia de sus pulmones, y exhibe un llanto continuado con el que pone a prueba los nervios de sus padres, sus abuelos y todo aquel que le escuche, para terminar haciéndose también el dueño de todos los desvelos.

Ay Nicolás, tan frágil y cuánto poder tiene ya sobre los que llevaban nueve meses esperándole. 

Conmueve pensar que hace cuarenta años fui a conocer a su madre cuando debía tener más o menos los mismos días que Nicolas. No tenía yo ni mucho menos edad para estar fijándome en críos ni asuntos maternales, pero por alguna extraña razón no se me olvida aquel bebé, a quién he visto crecer desde una prudente distancia, hasta convertirse en la madre responsable, inteligente y guapetona que es hoy. 

Tiene suerte Nicolás. Tiene mucha suerte, aunque aún no lo sepa. Ha venido a formar parte de un matriarcado que lo va a adorar.

¿O quizá lo sepa ya? 

Saberlo no sé, pero en cualquier caso, estoy segura de que así ya lo siente. 

Bienvenido muchachito.


miércoles, 1 de febrero de 2023

"Paraules sobre vidre" Granollers 2022-2023. Enero 2023

 


En el pueblo de mi infancia tropiezo con poemas escritos en los escaparates.

La buena poesía es como un ave exótica que de pronto deja que la contemples, pero puede echar a volar en cualquier momento. Como tantas veces ocurre con las cosas que más queremos.

En el pueblo de mi infancia tropiezo con la poesía. 

Supongo que había más versos pintados en el último Sant Jordi, pero yo atrapé al vuelo estos tres poemas que tienen música y vienen escritos en esa lengua a la que tengo tanto cariño porque la escuchaba a todas horas cuando me recuerdo feliz. 

 


 




sábado, 7 de enero de 2023

El día 7 enero. Día de jugar con nuestos juguetes

 


En Madrid el sol ha vuelto también a su rutina, y ya no ha brillado hoy. 

Quizá solo nos estaba dando una tregua por ser Navidad. O quizá es verdad que tiene que llover ya otra vez. Madrid vestía de nuevo esa boina de pueblerina que, a menudo, delata nuestros orígenes de más villa que corte.

O lo mismo, seguro que es eso, el sol también anda entretenido con sus juguetes. ¿Por qué no? El día 7 es lo que toca. 

La ciudad también parece ensimismada, las calles del barrio están medio vacías, y bajó la temperatura, vaya sí bajó.

Fuera la Navidad anda despidiéndose, y a ti no te gustan las despedidas.

 

Dentro de casa tus juguetes te hacen un guiño para que dejes lo que estás haciendo y les dediques tu tiempo. 

Están flamantes y huelen tan bien a libro nuevo, que te sientes tentada de acercarte a ellos y dedicarles tu tarde.

No se te escapa que el ebook los mira con suspicacia. "¿No creerán éstos que me van a arrinconar?" se dice entre párrafos, mascando las palabras, quitándose una pelusita de encima de una letra, con mayúscula suficiencia y chulería.

 

Y mientras ves por el rabillo del ojo como discuten, a la chita callando, por atraer tu atención, sientes el corazón como una mandarina. 

Porque termina el espejismo de la Navidad, porque tienes tantos propósitos como gajos se van abriendo, porque la rutina amenaza con abrir su enorme bocaza y engullirte, porque... no te gustan las despedidas.

Será que toda la vida el 7 de enero se te antojó el día más apagado del año.


Te levantas del ordenador y te acercas a la mesa. Los nuevos libros y el ebook se ponen alerta, parecen estirar un dedo minúsculo e invisible, compiten a saltitos ya porque los tomes entre tus manos. 

Sin embargo, al fondo, todavía quedan trufas con sabor a naranja.