Tiene agosto las verjas bajadas, y te regala otros paisajes, colores y mensajes.
Tiene las calles generosas y te devuelve el sonido perdido de tus propias pisadas.
Se fue el tráfico, se acallaron los semáforos,
se alejaron las bulliciosas voces.
Los árboles alfombran los bulevares de diminutas flores amarillas,
que frágiles, sobreviven en las aceras
echando un pulso a los madrugadores barrenderos.
Madrugan también los perros.
Madruga este infernal calor.
¿Quién dijo que Madrid no tenía olas?
Sobre ellas surfeamos
los árboles, los perros, y yo.
Ojalá pudiera guardarme para siempre
este Madrid de verjas bajadas.
Guardarme de una vez esta ciudad entera,
este Madrid que despierta intacto
cada día de agosto
solo para nosotros.
agosto 2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios me enriquecen, anímate y déjame uno