A mí me habría gustado mucho parecerme más a ella.
Cuántas veces miro a mis hermanos y veo en sus piernas, o en su tipo, y hasta en su carácter y sentido del humor, esas cualidades que tenía mi madre y que yo no he heredado.
Cuánto me habría encantado mirarme en el espejo y verla.
Mi madre me dejó un libro de recetas de cocina con su letra, que guardo como una de las joyas más valiosas, porque se que las escribió pensando en nosotros, pensando en mí aunque no me gustara el arroz. Después me decía "Cuando puedas, corrígeme las faltas". Y había veces como en esta página que no las llegamos a corregir, por eso aún me devuelve más ternura. También es cierto que dejó incluso su propia historia escrita con la mano izquierda cuando ya no podía utilizar la derecha y que algún día me atreveré a releer.
Mi madre me dejó, además, otras recetas: las que necesito para ir por el mundo. Y esas sí que aspiro a seguir heredándolas día a día. Me dejó sobre todo, su ejemplo. Su rectitud. Su fortaleza para ir encarando los problemas y las enfermedades. Su manera firme, y con buen humor, de mirar hacia adelante cuando la vida, nunca lo fue, no es fácil.
Pero sobre todo, mi madre me dejó todos los cuentos que me contó de pequeña: el de Garbancito, el de Los siete cabritillos, el de La Ratita Presumida, el de El enano saltarín... Cuántos. Muchos. Mi madre me contaba muchos cuentos.
Y aún, dentro de mí, atesoro su voz contándomelos, recuerdo hasta algunas frases exactas de éstos: "¿Y por las noches que harás? ¡Dormir y callar!". Recuerdo hasta su voz cantándolos con su musiquita particular: "Pachín, pachín, pachín mucho cuidado con lo que hacéis, pachín, pachín, pachín a Garbancito no piseis..."
Y quiero creer que porque mi madre me contó tantos cuentos, no soy nunca más yo que cuando los invento.
No soy nunca más yo que cuando escribo.
Cuando la escribo.
Allá donde estés, feliz día mamá.
Precioso tu texto, qué orgullosa tu madre está de ti, allá donde esté. Como estamos orgullosos tus amigos. Un beso, Rocío.
ResponderEliminarPreciosa tu experiencia de vida, gracias por contarla, bendita tu madre que, ahora es tu ángel.
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