Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

Mostrando entradas con la etiqueta Mitología. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mitología. Mostrar todas las entradas

lunes, 13 de mayo de 2024

Perséfone y la llegada de la primavera

 

Démeter, la diosa de la agricultura, tenía una hija con Zeus llamada Perséfone. Hades, el dios del inframundo se enamoró locamente de ella y no paró hasta que la raptó y abriendo una grieta en la tierra la arrastró con él hasta lo más profundo del mundo.

Démeter, después de mucho buscarla, de pedir al dios Helios (el dios Sol) que la ayudara a encontrarla y llorarle amargamente a Zeus, consiguió que éste último enviara a Hermes (el dios del ingenio) para que negociara con Hades. Al final lograron, con mucho esfuerzo, un trato. Consistía en que Perséfone pasara la mitad del año con su madre en la tierra, y seis meses con Hades en el inframundo.

Cuando a Perséfone no le toca venir, Démeter está tan triste y añora tanto a su hija, que no deja que crezca nada en la tierra y todo se vuelve otoño e invierno. Pero ¡ay! cuando vuelve Perséfone a casa, Démeter está tan contenta que todo renace y de nuevo tenemos con nosotros la primavera y el verano. 

Bueno, más menos que más, pero algo así es la historia que nos contaban los griegos... 










sábado, 1 de abril de 2023

1 de Abril

 


 Dice la mitología griega que Gea y Urano eran los Titanes que personificaban la tierra y el cielo, respectivamente. Urano, por esas cosas de los mitos, era a la vez esposo e hijo de Gea. Dice también la mitología que Urano despreciaba a sus hijos, encerrándolos en el vientre de su madre. Entonces Gea, que tenía muchos dolores, convenció a Cronos para que mutilara a su padre.

Y Cronos, buen hijo donde los haya, le cortó los genitales a Urano y los lanzó al mar produciéndose una ola con espuma que llegó hasta Chipre y donde tomó la forma de una mujer. 

Así nació Afrodita, de la palabra griega "afros": espuma.

Abril viene del latín "aprilis", y éste de "aphro", acortamiento de "Aphrodite" y significa mes de Afrodita.

Hay otra explicación que dice que la palabra "abril" viene del latín "aperire" que significa abrir, porque este es el mes en el que "abre" la naturaleza...

Pero como puedo elegir yo prefiero la explicación de Afrodita. 

 

Y como Afrodita es la patrona de los marineros y les garantiza buenos viajes. Yo quiero pensar que este abril nos va a garantizar un buen viaje a todos, bajo los cuidados de la diosa que sembraba el deseo y nadie podía resistirse a él. 

Vamos a por abril, entonces. ¡Feliz viaje por abril!

"Abril abrilillo, ¿cuándo no fue pillo?"

 

 

viernes, 26 de febrero de 2016

Las perdices y el lenguaje coloquial + Perdix, el mareo y la felicidad



Hoy vamos a hablar de un par de expresiones que seguro habéis escuchado mucho. ¡Cómo le gustan a este blog las frases hechas!

Pero primero os voy a copiar una historia:

Según la mitología griega, Dédalo, el padre de Ícaro -los dos que escaparon volando del laberinto de Minos, aunque el segundo se acercó tanto al sol que se le derritieron las alas- tenía un sobrino llamado Perdix, al que custodiaba y protegía. Perdix era de una inteligencia sobrenatural y estaba dotado para hacer cualquier trabajo. Dédalo, que era arquitecto, envidioso de los conocimientos de su sobrino, capaz de trazar planos y levantar edificios más rápidamente y mejor que él, lo arrojó desde lo alto de una torre. Antes de estrellarse contra el suelo, Atenea, diosa de las artes, lo recogió, pero a cambio de su vida lo transformó en perdiz.

Pues sí... vamos a hablar de Perdices.

La primera expresión se ha ganado una entrada porque una amiga mía, Yolanda de Zaragoza, me envió un guasap para que investigara sobre ella, porque al escucharla se acordó de mí. Bueno pues cómo no es cuestión defraudar a los amigos, aquí está:

Marear la perdiz

¿A qué la habéis escuchado muchas veces? Es muy coloquial.

Nos dice el Diccionario de la Real Academia Española:

marear alguien la perdiz

1. loc. verb. coloq. Hacer perder intencionadamente el tiempo en rodeos o dilaciones que retrasen u obstaculicen la resolución de un problema.


¿Cual es el origen de esta expresión?

He buscado en varias fuentes y todas coinciden en que es una expresión coloquial que tiene su origen en la caza. En el deporte de cazarlas, deporte cinegético, los ojeadores asustan y acosan con perros a las perdices: Se las "marea". A simple vista parece que están retrasando su caza. Pero se trata de cansarlas primero, ya que esta ave no resiste mucho tiempo en el aire, es de vuelo corto, entonces se las cansa primero para que luego ya fatigadas puedan ser cazadas por los cazadores con mucha mayor facilidad.


Y ya que estamos con la perdiz, tendríamos que hablar de otra expresión que no tenéis perdón si no os suena:

Y fueron felices y comieron perdices

 ¡¡Sí!! Del final de los cuentos.

He consultado varias fuentes y este archiconocido broche final existe no solo porque rima, sino también porque las perdices eran un signo de riqueza, era un manjar caro que solo se lo podían permitir personas de alta cuna, como los príncipes o los reyes. Luego es un final que no solo augura felicidad sino también bienestar, social y económico. 

Varias fuentes consultadas aluden a que se trata de una expresión medieval. Entonces las perdices era unas aves que solo podían permitirse las clases acomodadas. Y muchas fuentes lo sitúan en Francia.

"La que, según la mayoría de los historiadores, tiene más credibilidad es la que se ubica en la corte de Margarita de Valois, cuyo astrólogo decía: «Maridos que deseáis ser amados por vuestras mujeres, mujeres que deseáis ser amadas por vuestros esposos, no tenéis más que coger una perdiz y sacarla el corazón: a la mujer, el del macho; al hombre, el de la hembra, y así seréis felices eternamente»."
En la corte francesa de Catalina de Medicis, la perdiz fue considerada como «carne buena y fácilmente digerible, que refuerza el cerebro, facilita la concepción y despierta el deseo semidormido de los placeres venéreos», según se relata en el libro De honesta voluptate et valetudine del autor Bartolomé Platina.




Al hilo de lo anterior he encontrado que alguna vez se ha modificado la expresión. Como en el caso de Saturnino Calleja Fernández (Burgos 1853-Madrid 1915) era un editor, pedagogo y escritor español, ya sabéis el de "Los cuentos de Calleja". Parece ser que Calleja, por obra y gracia de una ocurrencia de su hijo Rafael, transformó la coletilla y le añadió otra frase:

Comieron perdices y fueron felices 
y a mi no me dieron porque no quisieron. 


https://books.google.es/books?isbn=8479603461
Diccionario del origen de las palabras de Alberto Buitrago y J. Agustín Torijano

martes, 3 de diciembre de 2013

De las Cajas de Pandora...



La otra tarde en la tertulia llegó una compañera y me dijo:

- Rocío ¿Quieres una Caja de Pandora?

- Claro...

No cabe otra respuesta ante lo singular de ese ofrecimiento.

Hay algo especial en cada día. Hay "algo" o "algos"... por supuesto. Pero desde luego un "algo" de esa tarde fue el regalo de una Caja de Pandora.

Un "algo" muy mucho.

GRACIAS Cinta.





El mito de Pandora 
Para vengarse de Prometeo por esta segunda ofensa, Zeus ordenó a Hefesto que creara la primera mujer de la tierra. 

Hefesto modeló con arcilla una bellísima mujer que se llamó Pandora. Cuando Zeus le infundió vida la belleza de Pandora impresionó a todos los dioses del Olimpo y cada dios le fue concediendo una cosa. Atenea la dotó de sabiduría, Hermes de elocuencia y Apolo de dotes para la música. El regalo de Zeus consistió en una hermosa caja, que se suponía contenía tesoros para Prometeo, pero le dijo a Pandora que la caja no podía abrirse bajo ningún concepto, lo que Pandora prometió a pesar de su curiosidad.

Pandora y su caja fueron ofrecidos a Prometeo, pero este no se fiaba de Zeus y no quiso aceptar los regalos. Para que Zeus no se ofendiera Prometeo entregó ambos regalos a su hermano Epimeteo y le dijo que guardara bien la llave de la caja para que nadie pudiera abrirla. Cuando Epimeteo conoció a Pandora se enamoró locamente y se casó con ella, aceptando la caja como dote.

Un día Pandora, que era muy curiosa, no pudo aguantar más, le quitó la llave a Epimeteo y abrió la caja, de la que salieron cosas horribles para los seres humanos como enfermedades, guerras, terremotos, dolor, hambre y otras muchas calamidades.

Al darse cuenta de lo que había hecho, Pandora intentó cerrar la caja, pero sólo consiguió retener dentro la esperanza que, desde entonces, ayuda a todos los hombres a soportar los males que se extendieron por toda la tierra.