Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

domingo, 25 de febrero de 2024

En tardes como la de hoy seremos aves

 



Y en tardes, como la de hoy, seremos aves que se dejan llevar por otro viento. 

No el viento bravo que, tras los cristales, zarandea cuánto encuentra.

No el viento tirano, cuyo rumbo, obedecen todas las veletas.

En tardes, como la de hoy, seremos solo dos.

Y no habrá empeño, ni desempeño, ni entrega,

Entre nosotros solo cabe aquella suave ligereza.


Sígueme, que solo el viento nos guíe,

que flotemos tenues, melodiosos.

Al fin, en tardes como la de hoy, seremos aves,

aves migratorias extendiendo las alas, rozándose en el aire,

volando indolentes al borde de la insolencia,

al borde de la certeza,

aves, al fin, 

meciéndonos entre vientos favorables.










viernes, 23 de febrero de 2024

"La historia de los vertebrados" de Mar García Puig

 



Acabo de terminar "La historia de los vertebrados" de Mar García Puig y me ha gustado bastante. 

"El 20 de diciembre de 2015 me convertí en madre y enloquecí".

Cuenta este libro justo lo que dice la frase anterior: la autora nos cuenta como enloqueció a raíz de haber sido madre de unos mellizos prematuros: Sara y David. Fue ser madre y comenzó la obsesión con la muerte, con el peligro constante de que pudiera ocurrirles algo, con cada manchita de la piel, con cada tos, con todo. Porque de pronto todo es susceptible de fragilidad, de vulnerabilidad, de lo peor. ¿Depresión post-parto, brote psicótico, locura?

La autora en ese momento vital también coincide con ser diputada por Barcelona en el Congreso por "En Comú Podem". Y ya la vida trata de ir conjugando la maternidad con la política, y además con la locura. 

"Cuando entré en el Congreso, tomé una decisión. en todas mis intervenciones hablaría de dos cosas, mujeres y libros. Porque género y literatura son tan transversales a todo lo que hago, y a lo que respiro, que no puedo sustraerme a ese imperativo. Un día debatimos una proposición no de ley acerca de salud mental, y me toca a mí fijar la posición de mi grupo en el pleno. Y ese día más que nunca sigo ese precepto, y saco porcentajes de mujeres castigadas con la locura, y versos de las que tuvieron la oportunidad de dejar constancia. Cuando acabo mi discurso, un diputado de implecable traje y corbata me afea mi voluntad de meter el feminismo en todo. "Esa manía tuya" me dice..."

La autora al ir contándonos su propia experiencia hace múltiples referencias a otras escritoras que han tratado literariamente el mismo tema de su locura u obsesiones como Sylvia Plath o Silvia Mistral o Anne Sexton y otras poetas y autoras. Puesto que entiende que abandonarse al lirismo y hablar desde él, quizá sea la única forma posible para comunicarse desde la vulnerabilidad que impera en ocasiones como ésta. 

"El psiquiata W.W. Godding, preocupado por el estigma de la locura, aconsejaba a las familias que no hospitalizaran a las mujeres que sufrieran de locura puerperal: "Aunque la recuperación sea rápida habrá estado loca, y esto nunca lo olvidarán sus amigos o sus hijos -escribió-; de ahora en adelante hay un cierto temor a lo que pueda ser en el futuro, un esqueleto en el armario, no mencionado pero siempre ahí.". Sé que ese libro que empiezo a imaginar será mi esqueleto en el armario, y probablemente el de mis hijos. Pero también pienso que de algún modo he contraído una deuda. Porque si tengo algo de fuerza para encarar este verano, ha sido gracias a la palabra impresa. Siento que tengo yo también el deber de alzar mi voz, aunque sea torpe."

La autora, no solo hace una autobiografía de su periplo vital durante ese tiempo, sino que elabora un exhaustivo ensayo de la historia de la salud mental de la mujer. No solo busca el desahogo de la palabra escrita, su consuelo, sino también el reflejar lo que ha supuesto el parto para muchas mujeres a lo largo de la historia de la maternidad. 

Es un ensayo donde hay mucha investigación detrás, mucha documentación. Hay medicina, arte, literatura, mitología, historia... Pero también hay esa parte de biografía que te lo hace menos teórico, más humano.

"Para mí Tomas era y es el hombre brillante, el de la percepción aguda, el ingenio siempre a punto, un poco intelectual en el que me habría instalado de por vida. 

Finalmente, ese día en que marcha a casa de su madre llegará, y un par de meses después, cuando ya haya encontrado piso, me avisará de que vendrá a llevarse una de las librerías y algunas cosas más. Yo me iré a un bar al lado de casa para no presenciar el derrumbe del hogar, de la familia nuclear, de lo que había querido ser y no pude conseguir. Pediré un café y mientras lo tome sentiré uno de los dolores más profundos que haya experimentado jamás..."

A mí me ha parecido una lectura muy interesante, muy rica tanto la prosa como el contenido. He subrayado muchísimos párrafos, los he releído después más despacio. Pero lo que me entristece es que no he sido capaz de retener toda la información, ni tan siquiera la cuarta parte. Una pena. Pero reconozco que he disfrutado mucho mientras lo leía, porque me estaba interesando bastante todo lo que me contaba a propósito de la salud mental. 

También me ha gustado mucho la portada y el título, me parecen de lo más atractivos y adecuados para el tema del libro. Son muy sugerentes ¿verdad?

 

"Azul salado" de Marta Simonet

  


  "El verano que me enteré de lo de mi padre, mamá ya no podía estar sola en la tienda. Tenía problemas para cargar y cortar los fiambres porque las manos no le respondían bien. Lo cierto es que cuando me llamó, me dijo que ya hacía un tiempo que se le quedaban cerradas en un puño. Tenía que apoyarlas en una caja y hacer palanca con la punta de los dedos y las muñecas para que volvieran a la normalidad. Una vez abiertas, acompañaba a cada uno de sus dedos a su sitio hasta que podía moverlos de nuevo..."

 

Resulta que se me había quedado esta reseña en borradores, y no la había publicado. ¡Qué despiste!

En fin... Pues entonces yo os contaba que había terminado de leer "Azul salado" de Marta Simonet. 

Gracias a esa novela pasé unos días plácidos en Mallorca, saboreando muy despacio y con deleite su gastronomía, disfrutando de la luz y los colores de esa isla en verano. Ahí está ubicada esta historia. Esas son sus coordenadas: la isla de Mallorca, una cocina, una barca, un verano, una familia de mujeres y las ausencias con las que tenemos que vivir toda la vida y que no siempre asumimos bien. Esa es la ambientación, que por cierto es de 10 y ese el tema: volver para reordenar, curar el pasado y la vida.

El argumento nos cuenta que Marina, no podía ser otro nombre, tiene que volver a su casa en la isla de Mallorca para hacerse cargo del negocio familiar: La Ultramarina, una casa de venta de comida casera. Su madre la ha llamado porque no está para ocuparse de él, sus manos le dan problemas. Allí se reencuentra con su familia compuesta por su madre y su hermana Irene. También con el recuerdo constante de su abuela Carmen y el de su padre siempre ausente. Y allí va a conocer a un amor, Héctor, un muchacho que vive de la pesca.

Me acerqué a esta historia buscando evadirme a un lugar plácido y tranquilo. Quería refugiarme en una historia cotidiana con luz y que diera calor. Y lo cierto es que eso he encontrado. 

Es una historia contada en primera persona, con una prosa muy rica, sutil, y también muy poética. La autora tiene una forma de escribir muy delicada, muy sugerente, muy evocadora. La prosa, no solo está salpicada de metáforas e imágenes sino que también está impregnada de olores y sabores y desde luego eso favorece mucho que te empapes del lugar y ese tiempo lento de las islas en verano. La historia huele a mar y tú sales oliendo a mar de ella. 

En mi opinión, lo menos conseguido de la novela es el tratamiento del tiempo. Creo que la autora en los primeros capítulos ha ido narrando su historia con un tiempo más lento, más dilatado, y a partir de que ya sabemos qué ocurrió con la historia que ella quería descubrir, todo se precipita. Y el desenlace está contado de forma mucho más rápida, casi atropellada, diría yo. La autora nos ha tenido toda la novela en ese ritmo calmo de lugar y al final no nos ha dejado disfrutar lentamente de cómo se iban despejando las incógnitas. Creo que yo hubiera acelerado un poco en los primeros capítulos y después lo había demorado, porque una vez que ya estamos hechos a esa historia seguramente a los lectores nos hubiera gustado saber más cosas, disfrutar más del futuro de las vidas de esos personajes, no despegarnos tan rápido de ellos. Pero es mi opinión, por supuesto. 

He leído, de todos modos, que es una primera novela de la autora, y desde luego yo, que buscaba una historia sencilla pero evocadora, una historia cotidiana y con luz, la he encontrado tras esa portada tan chula que tiene.

 

"Punto de cruz" de Jazmina Barrera

 



«Si la alegre era Dalia, entonces las tristes éramos Citlali y yo. Pero yo no estaba de acuerdo, para mí Citlali era la divertida, aunque es cierto que el humor no necesariamente se contrapone a la tristeza. La de los gestos, las imitaciones y las bromas era Citlali. Yo era la de los chistes en voz baja, la de los buenos chistes que nadie recordaba que yo había dicho, y mi tristeza era así también: una tristeza en voz baja».

Me acerqué a esta novela porque en su día me leí "Cuaderno de faros", también de Jazmina Barrera y me había gustado mucho. 

Reconozco que ésta no me ha gustado como el anterior, es lo malo de las comparaciones, aunque sí, también sé que muchas veces en la comparación no se evalúa con toda justicia cada elemento, como haríamos de hablar de ellos por separado. 

"A propósito de lo que habíamos escrito, él fue el primer maestro que nos explicó que la palabra "texto" y la palabra "tejido" compartían la raíz latina texere, que significa tejer, trenzar, enlazar. Citlali y yo nos vimos convirtiendo nuestra novela en película y volviéndonos millonarias. Con el dinero que ganaríamos íbamos a comprarnos un barco y a atracarlo en Venecia donde viviríamos las dos, navegando para conocer los puertos del mundo enero. Después de un par de meses, el maestro consiguió una beca para estudiar en Estados Unidos y abandonó el taller..."

Arranca el argumento con la muerte de Citlali, que es la mejor amiga de Mila, la narradora de la historia. A partir de este hecho ocurrido a destiempo la protagonista y narradora nos va a contar la historia de la amistad de tres adolescentes: Citlali, Mila y Dalia. Nos cuenta de sus vidas, de su relación y su tránsito a la vida adulta, en un intento de explicarse cómo se ha llegado a esa muerte que no tenía que haber ocurrido y le ha entristecido mucho. 

La autora abordará recuerdos salteados y se centrará bastante en dos viajes. Uno que hacen por Europa, uno nunca olvida esos primeros viajes de descubrimiento tanto de lo de fuera como de lo dentro de una. Y otro viaje a una comunidad en Querétaro, en Méjico. 

Mientas se va desenvolviendo el argumento, se abordan muchos temas en esta novela, a pesar de no ser muy larga. Por supuesto, el tema principal de la amistad. Muy bien elegida la amistad de adolescencia porque es cuando este sentimiento es más intenso, duele más. Pero también se aborda el tema del feminismo, de la ecología, de la violencia doméstica... Aunque es cierto que todo se cuenta muy sutilmente. 

"Mi madre se negaba a comprarme desodorante -porque daba cáncer- y rastrillos- que irritaban la piel- solo para complacer a un montón de tarugos, decía. Así que le robaba los rastrillos nuevos a mi abuelo y los desodorantes a mi abuela. Cuando nos empezaron a dar permiso en la escuela de ir al centro comercial de enfrente, durante nuestra hora libre los martes, me llevaba el dinero que nos daban para la semana y me compraba playeras escotadas, brasieres con relleno, desodorantes y rastrillos. Mi madre me recomendó deformar mi cara en una mueca y esconder la mano bajo la manga del suéter para fingir ser manca y que los hombres no me acosaran por la calle."

«Siempre estábamos bordando y bordábamos juntas. Citlali bordaba un bestiario de animales y plantas extintas, de colores brillantes, y una colección de arañas y telarañas que llamaba su aracnario; Dalia bordaba patrones abstractos, cenefas cada vez más intrincadas; y yo bordaba en mi ropa frases de libros y canciones, y dibujos de objetos, partes del cuerpo y figuras prehispánicas. La gente empezó a referirse a nosotras siempre en plural, con los mismos adjetivos -listas, cariñosas, cortadas, ñoñas, miedosas-, a imaginarnos como una criatura de dos o tres cabezas».

Me gusta mucho como la autora mejicana ha estructurado la novela, salpicando la historia principal de la amistad de las tres adolescentes y su evolución, con fragmentos intercalados a los que ha separado con dibujitos de una aguja con su hilo, y que abordan la costura, el bordado en general. Estos textos mucho más breves que no se corresponden con la trama principal pueden ser otras historias o explicaciones etimológicas relacionadas con la costura o píldoras culturales de mitología y literatura. Eso casi que es lo que me resulta más atractivo de esta novela.

"Durante la segunda guerra mundial, el 15 de febrero de 1942, Singapur fue invadido por Japón. las familias enteras de los militares, doctores, enfermeras y misiones de Dinamarca, Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido fueron capturadas y separadas. A las madres e hijos los mandaron a campos en las prisiones de Changi y a los hombres a hospitales y campos militares cercanos. Las mujeres cautivas vivían en condiciones espantosas, pero se les permitió dar clases de bordado y costura con retazos. Ethel Mulvany tuvo la idea de pedir permiso para hacer tres colchas, una australiana, una británica y una japonesa (para aparentar) y mandar las colchas al campo militar donde estaban los hombres. Le otorgaron el permiso. En esas colchas cada mujer tuvo un recuadro para bordar flores, palabras de aliento, sus nombres y mensajes que en código le dejaran saber a los hombres que estaban bien."

A mí me gusta esa técnica, me parece que imprime mucho ritmo a la historia y despierta mi curiosidad. Jazmina va mezclando la vida de las protagonistas con la evolución de la técnica del bordado entre las mujeres. 

"Nunca he leído ni leería un manual para escribir novelas, pero se me ocurre que se podría escribir a partir de las instrucciones de los manuales de bordado, tomar esas pautas como si fueran sabios consejos desinteresados: "Para bordar el cimiento siempre se usa aguja con punta". "No aprietes mucho la puntada, ya que, si lo haces, la cadena se cierra y pierde el efecto". "Haz exactamente lo mismo pero en espejo, reduciendo una línea a cada paso". "Cuando se deja de bordar, hay que soltar la labor del bastidor para que la tela respire."

Por otra parte, también me parece atractivo el lenguaje, puesto que al ser una autora mejicana hay muchos vocablos diferentes y me parece enriquecedor. 

"La palabra pretexto viene del latín proetextus, participio pasivo del verbo proetextere, que significaba "poner un bordado o tejido delante de una pieza de ropa". Un pretexto sería algo así como un adorno, un bordado o un brocado que se pone delante de los hechos para justificarlos o hacerlos tolerables."

No puedo decir que sea una novela que me haya entusiasmado, pero he encontrado sus hallazgos en ella y sobre todo si te motiva el tema de la costura, el bordado y demás, yo creo que se lee bien y puede resultar interesante su lectura. 


viernes, 16 de febrero de 2024

El faro de Valencia

 




Hoy languidece, solitario y en la lejanía, el centenario faro de Valencia.

El progreso pudo con él. Fue tal la ampliación del puerto, levantaron tanto el dique que el patrón de sus destellos, únicos e intransferibles para cada faro, apenas se distinguía y lo jubilaron sin, ni tan siquiera, la pensión vitalicia de servir de coartada para jóvenes fogosos o abuelos ociosos. 

Ya no valgo ni para oscuro refugio, se lamenta arrinconado.

Antaño cómplice mudo de tantas parejas que buscaron intimidad bajo la luna y su perfil protector, ahora solo es visitado por las gaviotas.

Pobre faro centenario que, rodeado de enormes embarcaciones y mercancías, como un trasto más, se aburre en una esquina del mar. Pobre faro, que desde el 2015, no logra hacerte un guiño seductor con su luz. Nadie le hubiera convencido de su triste destino, cuando en aquel lejano 1905 le inauguraba Alfonso XIII.

No te apures, musito desde la lejanía. 

No vas a ser ni el primero ni el último a quién me acerque gracias a mi cámara, porque no pueda hacerlo con mis pies. 

Y mientras me alejo con el botín de las fotos robadas, siento que me habría gustado alcanzarle, pasear su base, admirar su porte vetusto de piedra, acariciar su piel marina.

Será que éste tampoco era, suspiro, mientras me despeina el Levante.

Porque no pierdo la esperanza de que la luz exacta y particular de algún faro me conduzca a la isla del tesoro. 

Mientras la encuentro, ellos seguirán señalados en todos mis mapas.







sábado, 10 de febrero de 2024

Dos recitales poéticos de Jocelyn Michelle Almeyda: En el Casino de Madrid y en el Café María Pandora

 

Carlos Doñamayor y Jocelyn Almeida

En estas dos últimas semanas he asistido a dos recitales de poesía de Jocelyn Michelle Almeida, compañera de tertulia, y sobre todo una estupenda poeta. No quería dejar pasar la oportunidad de reseñar, aunque sea brevemente, estos dos recitales puesto que una poesía tan elegante, elaborada, y culta como la de Jocelyn se merece un punto y aparte. 

El día 30 de enero, último martes de mes como acostumbran, la tertulia poética del Real Casino de Madrid organizada por Alfredo Gómez Gil, la tuvo como invitada para comentar su obra. Y allí, en ese histórico lugar del centro de Madrid, declarado Monumento Bien de Interés Cultural y en el salón Torito, estuvimos acompañándola. La presentó el doctor y poeta Carlos Doñamayor.

Y con apenas una semana de diferencia, este jueves 8 de febrero, cambiando totalmente de escenario, Jocelyn ha presentado su último poemario "Los ejes del astro", editado por Los libros del Mississippi, en el Café María Pandora. En esta ocasión la presentaba el poeta Andrés París, que también había prologado el libro. De Andrés París os tengo que hablar en otra entrada, es un joven y brillante bioquímico que llegó a nuestra tertulia siendo un adolescente pero que ya apuntaba maneras del futuro impecable que le esperaba. ¡Qué bien nos ha crecido Andrés! Yo le tengo mucho cariño. 

Pero estábamos con Jocelyn, que no es menos brillante aunque en el campo de la literatura y nos ha tenido estas dos tardes embelesados con su poesía. La poeta cursó estudios clásicos y filología inglesa en Tufts University y se doctoró en filosofía y letras de Boston College, especializándose en la literatura anglo-hispana. Todo ese bagaje académico de Jocelyn emerge en esos poemas salpicados de referencias a otros autores y textos, a mitología y el mundo clásico, aunando la Historia con la historia de esta poeta. Docente, investigadora, traductora, su primer poemario fue "Condiciones para el vuelo" y ahora nos trae "Los ejes del astro".

En la presentación nos pidió a cuatro compañeros de letras que leyéramos uno de sus poemas. Yo me siento muy agradecida de que contara conmigo para leer el que me reservó, uno precioso de la cuarta parte titulado "En clave de sol", que os copio aquí:

EN CLAVE DE SOL (Jocelyn Michelle Almeida) 

No maldigo la estrella de los amores perdidos
aunque más de uno me acercara a la muerte,
convirtiendo el goce de mi cuerpo en soledad
y el júbilo de mi alma en razón de peregrinaje.
 
De no ser así, nunca hubiera llegado al jardín
que libramos juntos al descubrir del deseo
frutos que sobreviven la plaga del desencanto
manantiales subterráneos que nos sorprenden,
 
aves que confunden las taxonomías científicas,
entre nosotros sauces y naranjos, tilos y robles,
el sueño silvestre de una noche argenta de estío
¿Viste alguna vez la brisa sobre el cañaveral?
 
Igualmente agita los trigales hacia el equinoccio.
Hemos cruzado aguas indecibles para estar aquí.
Saqué del naufragio mi vida esta última perla
para coronar los ayeres que nunca vimos juntos.

Os dejo con algunas fotos y pequeños vídeos con fragmentos de sus poemas. 




De izda a dcha: El editor Antonio Benicio Huerga, el presentador Andrés París y Jocelyn Michelle Almeida















viernes, 9 de febrero de 2024

Las gárgolas de la Lonja

 


Las gárgolas de la Lonja saben bien que es viernes.

Y aunque llueve sobre las catedrales y las calles, ellas dejan su función para abandonarse a la lujuria y el pecado. 

Quimeras ya son, maravillosas gárgolas ociosas, cómo y cuánto se entrelazan sobre nuestras cabezas, y nos miran, nos tientan, posan y ríen descaradas. 

Para, no pases de largo ¿no las ves? ¡Ahí arriba! 

Mira cómo andan divirtiéndose por las torres y las fachadas, ángeles y demonios, dragones y brujas, animales, grifos y demás seres que nos sobrevuelan.

¿Acaso no los ves? ¡Fíjate en ellos!

Bien saben que danzando ahuyentarán a los espíritus malignos. 

Bien saben que ya es viernes, viernes bendito.



#lonja de la seda #valencia #gárgolas









lunes, 5 de febrero de 2024

Presentación del poemario "La fábrica de luz" de Celia Cañadas en María Pandora el 1 de febrero

 



Celia Cañadas ha presentado su primer poemario "La fábrica de luz" en el Café María Pandora de Madrid, el pasado 1 de febrero.

Es un poemario muy meditado, muy depurado, esencial. 

Celia viene del mundo de las Ciencias, tanto por su formación académica, es química, como por su labor diaria en la docencia. Pero además y sobre todo, es poeta, no solo porque lo lleva en los genes (su padre es el poeta Aureliano Cañadas) sino también porque Celia mira la realidad como poeta, así la piensa, la interioriza y después la disecciona en versos. 

Compañera de tertulia literaria, pero sobre todo de letras, he visto crecer su poesía, he visto como maceraba despacio y se hacía más original, más certera. 

La presentación, al igual que el prólogo del libro, corrió a cargo de Javier Díaz Gil, también poeta. Y colaboró, leyendo algunos poemas, la también poeta Paloma Sánchez.

Fue una puesta de largo íntima que salpicó la tarde de versos pausados cuyo eco largo aún resuena. 


Certezas de barro

Como ese libro que se esconde

o el amigo que nunca está

cuando más lo necesitas.

Prométeme

amor,

que tú también,

me fallarás.


Celia Cañadas









Tenéis más vídeos en mi instagram. 


sábado, 3 de febrero de 2024

Murales de Valencia

 


Ellos me ven pasar de perfil, ven de reojo que me paro, que les he visto y posan para mí.

Son los seres que viven en los murales, que disfrutan de otra vida paralela a la nuestra, que se ríen de nuestras prisas y nuestros agobios.

Ni tienen reloj, ni se despeinan. Viven en la deliciosa eternidad del instante en que los descubrimos.

En esa feliz coincidencia se vuelven tangibles, casi corpóreos, viven.

Y después, mucho después, aún siguen existiendo en nosotros, aunque ya no les contemplemos.

Asoman la nariz entre retazos de conversaciones y el google maps, sobre el sonido de las pisadas y el olor del mar, apretujados entre destinos cumplidos y el sabor de aquel arroz de la casa, que contra todo pronostico, qué rico supo.










#murales #muralesdevalencia #valenciaenenero #valencia

miércoles, 31 de enero de 2024

"Maddi y las fronteras" de Edurne Portela. Reseña Literaria

 


"Yo te ofrezco mi amor y hablarte con verdad. Amén"

Con esta frase terminaba de hablar Maddi, para sus adentros, con Dios. Maddi era muy católica, pero la tenían castigada a no comulgar por haberse divorciado. Sin embargo, Maddi se empeñaba en recibir la comunión y daba lugar a situaciones muy tensas en la Iglesia por esta razón. Así era el personaje principal de esta novela que terminé hace un par de libros (porque llevo atraso de reseñas...): "Maddi y las fronteras". 

"Yo te ofrezco mi amor y hablarte con verdad. Amén". Me encanta esa frase con la que he encabezado esta novela y con la que terminaba Maddi de hablar con Dios.

Tenía muchas ganas de leer a Edurne Portela y desde luego no me ha decepcionado, me ha gustado mucho su forma de escribir. Aunque también es cierto que para leer su prosa he elegido su cuarta novela, justo una novela que no es enteramente de su imaginación sino que parte de alguien real. 

Parece ser que a la autora le ofrecieron escribir sobre una mujer que vivió en la primera mitad del siglo XX en el sur de Francia. Le ofrecieron una documentación donde se hablaba de ella y sobre estos papeles ella reescribió su vida según ella la imaginó o visualizó recorriendo algunos de los paisajes donde debió vivir. 

Esta señora se llamaba María Josefa Sansberro, pero era conocida por Maddi, y nació en Oiartzun en 1895. Regentaba un hotel en el año 1929 en Sara, en la frontera entre España y Francia. Y era especial, una personalidad con muchas contradicciones, muy católica pero divorciada, madre de un niño por puro azar, pero aunque vive con un amigo nunca tuvo hijos, y empieza ayudando a los exiliados republicanos y termina siendo miembro de la Resistencia rodeada por nazis. No era una persona nada convencional para la época en la que vivió. Y menos una mujer convencional.

Es la historia de una mujer valiente que arriesgo su vida por lo que pensaba que era justo. 

En el epílogo de la obra la autora cuenta exactamente como llegó a saber de la existencia de esta mujer. En un principio pensó en escribir un ensayo y terminó haciendo una novela. 

Una novela escrita en primera persona, con un estilo sencillo, con lo que ya consigue que te acerques mucho a esa Maddi, es una forma de narrar íntima que te vuelve muy cercano ese personaje, que no sabemos si es el real, solo sabemos que es el que Edurne Portela ha creído ver. Está en primera persona, pero está salpicada de monólogos interiores tanto como de diálogos. La lectura es ágil. Y se va haciendo cada vez más intensa a medida que vas leyendo más y más páginas y sabes del destino de la protagonista. 

Es una lectura que va de menos a más. Como si la forma de contarlo fuera un zoom que te va acercando cada vez más al peligro que estaba corriendo Maddi con sus acciones. Muy bien dosificada la tensión según el argumento. Confieso que no me ha gustado el final, no porque esté mal escrito, todo lo contrario, sino porque me hubiera gustado otro para esta protagonista. Pero claro, existió, y ya venía con su destino conocido. Aún así me ha parecido muy bien contado desde esa primera persona. 


Preludio 

"Sachsenhausen,  13 de noviembre de 1944

Intentas entenderme, completar mi biografía, imaginar este final. Rellenar todos los vacíos, esclarecer las incógnitas que te suscita mi vida y que hoy por fin acabará. Te han regalado las palabras registradas en los archivos de mi paso por esta vida y esta muerte: partida de nacimiento, matrimonios, divorcio, deportación, Dachau, Ravensbrück, Sachsenhausen, condecoraciones, reconocimientos, pesquisas archivadas que hará ese hijo que no es mío. Palabras que me resumen pero que no te cuentan todo lo que he amado y sufrido, lo que he deseado y odiado, el bien y el mal que he hecho, todo lo que me han querido y admirado, temido y despreciado. No escucharás mi voz y apenas entenderás mi rostro porque no me has visto sonreír ni llorar. Solo tienes una fotografía con mi querida Marie Jeanne y ese perro al que darás un nombre inventado. ¿Cómo vas a contar mi historia? ¿Cuánto vas a fantasear para darle un sentido? ¿Vas a entender mis motivos? ¿Vas a convertirme en heroína? ¿En víctima? De ti depende cómo me recuerden quienes te lean. Serás responsable de la memoria que quede de mí en aquellos que abran estas páginas. No inventes demasiado. No imagines demasiado. 

 Demasiado nunca será suficiente."


 

lunes, 29 de enero de 2024

"Una terapia integral" en el teatro Fígaro de Madrid

 


¡Pero que no habías reseñado esta obra de teatro! ¿Será posible? Te tienes que regañar, porque si te dejas llevar por la indolencia estás perdida. Sabes que si el blog no lo mantienes más o menos al día la desmemoria es como la maleza, y se hace fuerte entre los recuerdos, los reseñas, las colecciones, y en general, todas las entradas. Y con la desmemoria, llega el desorden, y al final el olvido. Y estás perdida.

Porque el día 1 de enero, ya es tradición, pasar la tarde con la familia en el teatro. Y al último primero de enero le tocó el turno a: "Una terapia integral" en el Teatro Fígaro.

Como no lo contaste en ese momento ya no puedes reseñar detalles. Ay, si es que te lo tengo dicho... Pero vas tú y reseñas, vete a saber por qué, antes la obra de teatro que viste el 5 de enero que la del 1, sí la de La isla del aire, acuérdate, y ahora mira... Esa mala cabeza.

Menos mal que perduran, entre los efluvios de los polvorones y las hojaldrinas (ummm, qué ricas están las hojaldrinas), retazos de la obra "Una terapia integral". Como la fila que se formó acera adelante antes de entrar, normal que después la sala estuviera tan llena. Perdura también el humor que flota ligero durante toda la obra sobre el patio de butacas. Que no quieres decir con esto que sea hilarante, no, pero sí que tiene sus golpecillos, y desde luego el argumento te mantiene interesado en lo cuentan y hasta tiene varios puntos con los que terminas echando la carcajada. Eso es lo que perdura pasados los días: esa sensación de bienestar y lo bien que lo hacían los actores.

La historia se desarrolla en un taller para aprender a hacer pan donde un cocinero (Antonio Molero) da un curso que debe costar "una pasta gansa" a tres peculiares personajes: Un millonario parlanchín y algo sobrepasado (Cesar Camino), una cardióloga de lo más racional (Esther Ortega), y una jovencita muy frágil (Angy Fernández). Actúan muy bien todos, la verdad. Todos. Muy creíbles en su papel. Y vosotros fuisteis un grupo de varias generaciones y a todos, mayores y pequeños, os gustó la obra, que aunque parece distendida al final tiene su intríngulis. 

Además, acuérdate, te gustó mucho cuando al final, después de aplaudir ya, Antonio Molero se dirige al público y dice unas frases que por supuesto no vas a decir. Que luego te acusan de destripar y patatín y patatán... Algunos se ponen muuuy pesados con eso... Pero sí, sí, que estuvo bien. 

Total, que se trataba de que la familia pasáramos lo mejor posible la tarde del 1 de enero y el objetivo, desde luego, que se cumplió. Por tanto... ¿Qué más se puede pedir?




domingo, 28 de enero de 2024

Las verjas pintadas de Valencia

 


¿Y si no te dejaran leer? Pues te morirías. Seguramente. Te morirías de nostalgia, y llorarías lágrimas planas como páginas, llorarías muchas páginas que formaran capítulos hasta llorar libros y libros y deshacerte de pena. Tú no podrías vivir sin leer.

Es el letrero con el que tropezaste en la verja de la de la librería Ramón Llul de Valencia, que está en el barrio del Carmen donde hay muchísimos murales más, pero eso, te dices, lo contaremos otro día.

Hoy te centras en las verjas. Y no solo en la de la librería Ramón Llul. Sino también en la que leíste otra frase, ésta dicen que es de Frida Khalo, y que te gustó mucho. También del mismo barrio de Valencia.

Y la de aquella farmacia, donde removía su pócima aquel personaje de Asterix, el druida, que por más que revolvías en el trastero de la memoria, no conseguiste hallar su nombre: ¡Panoramix! Eso era... leíste luego.

Y la última verja que traes, también del barrio del Carmen, y que bien podría titularse: "¡Pero qué bien se está de viaje!". 
 

Y que sí, que seguramente es mejor decir persianas metálicas, en este caso, que verjas... Pero la palabra "verja" ¿¿No os parece mas bonita??

 


#valencia #verjaspintadas #barriodelcarmen #barriodelcarmenvalencia #letreros






domingo, 21 de enero de 2024

"Chicago" el mítico musical en el teatro Nuevo Apolo de Madrid

 


A veces la vida es esa jugada del billar en la que el taco da a una bola, y esa bola a otra, y ésta a otra y al final yo me veo viendo el Musical de Chicago en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid.

Desde que fui a ver "Los miserables", hace muuuucho tiempo, no había vuelto a este teatro de Tirso de Molina. Ya no recordaba ni cómo era, y me gustó redescubrir su vestíbulo, sorprendiéndome después lo grande que es.

Y no tocaba que yo estuviera allí, que si la vida fuera como tiene que ser yo no tendría que haber estado, pero lo cierto es que me gustó volver, y me gustó mucho el musical de ese Chicago decadente de los años 20.

Me encantó cómo bailan todos, son ¡24!, todas las coreografías y lo sincronizados que lo hacen saliendo desde cualquier rincón mientras cantan. Me gustó que te fueran contando la historia, además de cantártela. Me encantó la música, esas canciones inolvidables del musical, con la orquesta todo el rato tocando a ritmo de jazz en el escenario.

Lo disfruté mucho.





#musical #chicagoelmusical #teatroapolo

jueves, 18 de enero de 2024

"Celebración" Mi relato publicado en la antología "Celebración"

Toronto. 2016.


Si la vida se detuviera, y nos pudiéramos bajar un rato para conversar, tomarnos un café, o lo que el rato nos deparara, te contaría que ayer, los compañeros de mi tertulia literaria, presentamos en público el libro titulado "Celebración" en el Centro Cultural Clara del Rey-Museo ABC

Se trata de una antología de textos, poemas y relatos, que hemos escrito con el mismo tema del título: "Celebración".

El caso es que al final, de pronto, una compañera, Amelia Serraller, con el coordinador, Javier Díaz, hablaron de darnos una sorpresa. Consistía en que algunos de los textos se leerían en otros idiomas para que viéramos como sonaban en esas lenguas. Amelia es traductora de varios idiomas y profesora. Yo pensé, la verdad, que escogerían solo poemas, vamos, estaba convencida. Y escuchamos ruso, italiano... Y resulta que sale una chica, Nicole Katarzyna Hanas, y dice que ha escogido uno de mis textos y lo ha traducido al portugués.

Qué sorpresa... Qué ¡obrigada! me sentí. 

Eso te contaría si nos viéramos. Porque estuvo chulo, porque fue toda una sorpresa que no me esperaba para nada. 

Y cómo hace tanto que no dejo aquí uno de mis relatos, pues he pensado que comparto con vosotros éste que he publicado en nuestro libro. Son tres historias cortitas que están relacionadas.

Imaginaos por un momento un bloque de vecinos. En el primer piso está ocurriendo una historia, al mismo tiempo y, en el segundo piso, está ocurriendo otra... Y varios minutos después de ambas, ya en el portal surge la tercera.

Aquí os las dejo. 



Celebración

Rocío Díaz


1.  Celebración de la resta

En el primer piso de un edificio de vecinos, un niño de seis años y su joven niñera se disponen a darse un festín. Delante del bol rebosante de gusanitos, nubes y otras chuches al crío le brillan los ojos, mientras la niñera no consigue retener una lágrima al fotografiarle radiante abrazando su trofeo. Felicidad y tristeza ya siempre se darán la mano en aquella foto.

 La madre del niño les tiene “terminantemente prohibidas las chuches, que luego los dientes…”. Sin embargo, el crío y su niñera se han compinchado para saltarse la prohibición. La ocasión lo merece, es una celebración de despedida. La joven, que se va de Erasmus fuera de España, ha tenido buen cuidado de ir comprando solo las especiales para diabéticos.

 El crío aún no sabe ni lo que es un Erasmus, ni los diabéticos, ni cuánto echará de menos a esa niñera que lleva cuidándolo desde que era un bebé. Sin embargo, ella sí sabe cuánto añorará su carita de pillo aprendiendo a guiñar el ojo sobre las chuches, sus bracitos agarrándose fuerte a ella cuando, con la tripa llena, le lleva medio dormido a la cama, sabe de su respiración tranquila, inundándola de paz, cuando le arropa. Ella sabe, claro que sabe cuánto pierde y sintiendo que le está fallando, se le parte el corazón al despedirse.

 Bajando las escaleras del bloque, una vez que le deja con los padres castradores de chuches, piensa que ojalá seis años antes se hubiera hecho paseadora de perros.

 

  

2.    Celebración de la suma

En el segundo piso del mismo edificio, un atractivo veinteañero, recién duchado y oliendo de maravilla, va silbando por la casa mientras cambia sabanas, airea habitaciones, y coloca flores aquí o allá. Necesita que todo esté perfecto, porque es una celebración: suman un año juntos.

 Ella está a punto de llegar y a él le puede la impaciencia. Está deseando aspirar su perfume mientras va rozando con sus labios su cuello; deseando apresar el lóbulo perfecto de su oreja antes de zambullir su lengua en ella, esa caricia la enciende como pocas; está deseando desnudarla lentamente, mientras de fondo suenan esas canciones tristes que, sin embargo, a ella le alegran tanto. Un año ya. Tiempo de decir: “Quédate conmigo”.

 Qué importa si ella es bastante mayor que él, qué importa si trabajan juntos. Lo que, en un principio, fue el desparrame pasajero de la cena de navidad de empresa, tras ese largo año, siente que es la unión perfecta. Suena el timbre. ¡Por fin!

 Al otro lado de la puerta, mientras espera que él abra, ella, sin dejar de moverse, repasa en su mente una y otra vez cómo le dirá que esta vez será la última. Está embarazada. Está tan feliz que levitaría. Quiere este niño. Su marido y ella están de acuerdo. Un niño llega, un niño nacerá en su hogar. Se acabaron las historias con terceros salpimentando su matrimonio. Qué importa el apellido del espermatozoide. Borrón y cuenta nueva.

 

  

3.    Celebración de la aritmética

En el portal de ese edificio de vecinos, naufragan una noche una triste cuidadora y un veinteañero despechado. Con la mirada húmeda y el alma espachurrada, abrochándose los abrigos, topan, frente a los buzones, entonando a dúo el mismo desgarrado y profundo suspiro.

—Anda toma -dice ella ofreciéndole un pañuelo de su paquete.

—Gracias. Algo se me metió en el ojo -Contesta él sin apenas mirarla.

—A mí se me metió un hombre de 6 años -replica ella valiente- y me ha partido el corazón.

—Vaya… Sí que vienen pisando fuerte las nuevas generaciones -responde él sin pensar, ni delatar su pena. Sin embargo, al ver que ella solo asiente, decide ser sincero: A mí me pisoteó el corazón una de casi cuarenta. Números cantan. Salgo ganando…

—Viéndonos aquí más parece que los dos salimos perdiendo. -Replica ella, sentándose en el primer escalón.

Él se sienta a su lado, sin ganas de nada y sus miradas tristes se encuentran, se calibran. Durante unos minutos, siguen compartiendo pena y pañuelos en silencio hasta que ella, palpándose un par de chuches del bolsillo, saca una y pregunta:

—¿Quieres?

Y él, a modo de respuesta, piensa en voz alta:

—Mojadas en unos benjamines que tengo arriba podrían estar buenas. Eran para una celebración ¿sabes? pero…”. Quiere explicarle.

Sin embargo, masticando ya una de las chuches, ella no le deja continuar:

—Pues, venga. ¿A qué esperamos? ¿No eran para una celebración? Y tomándole de la mano le anima a levantarse: ¿Dónde tienes esos benjamines?



La foto de la portada es un mural que descubrí en Toronto, una noche. Septiembre de 2016.

domingo, 14 de enero de 2024

Recital de literatura. Presentación del libro "Celebración" de la Tertulia Literaria Rascamán

 


Este diciembre publicamos una antología que se titulaba "Celebración".

Y eso era: Una celebración de la literatura y lo que nos supone compartirla. Ahora hacemos la puesta de largo oficial "celebrando" una lectura recital:

Miércoles 17 de enero de 2024 a las 18.30 horas

en el salón de actos del Centro Cultural Clara del Rey - Museo ABC,

c/ Amaniel, 29-31 de Madrid.

Somos unos cuántos leyendo ese día los poemas y relatos incluidos en el libro, así que recitaremos poquito tiempo pero lo estrujaremos lo mejor que sepamos para que sea una lectura variada y ágil.

Feli Martínez, Mariana Feride, Carmen Padín, Rocío Díaz Gómez, David Lerma,
Juan B. Raña, José Antonio Carmona, Paloma Sánchez, Juan Calderón, María Juristo, Amelia Serraller, Juan A. Arroyo, Matteo Barbato, Manuel Sánchez, José María Herranz, Isabel Morión, Cinta R. Guil, José León Cano, Aureliano Cañadas, Omega Paganini, Celia Cañadas y Javier Díaz Gil.

Ya sabéis:

Centro Cultural Clara del Rey - Museo ABC c/ Amaniel, 29-31 Madrid

17 de enero de 2024 - 18.30 horas