Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

viernes, 24 de noviembre de 2023

Instituto Cardenal Cisneros de Madrid y sus colecciones del Gabinete de ciencias naturales

 




Con motivo de la semana de la Ciencia y la Innovación, el otro día estuve visitando uno de los seis Institutos Históricos que tenemos en Madrid: El Instituto Cardenal Cisneros.

Ahora me sorprendo de que nunca me hubiera dado cuenta de que ese instituto estaba ahí. Esa es una de las cosas que más me gusta de vivir en Madrid, que nunca se termina de conocer. Me apunté a la visita porque se dieron varias casualidades. Vi anunciadas las visitas y coincidía que no conocía ninguno de los Institutos que se podían visitar. Y ahí me empecé a transformar... En este caso, además, la visita era a las 18.30 y yo salía de trabajar a las 18 horas, ¡eureka! Tendría que ir como una bala, pero me daba tiempo a llegar. Y terminé la transformación al ser deseoso de conocer nuevos lugares que llevo dentro. Pero la que soy exteriormente siempre tiene sus reticencias, su lado negativo que piensa "A ver cómo es esto, quién habrá, dónde me meteré... " Buf. Menos mal que la de dentro siempre empuja y así, sin demasiadas expectativas, llegué corriendo a la visita que finalmente me encantó. ¡Lo que me gusta conocer sitios nuevos! y si son relacionados con la cultura, la educación, los libros... más me gustan. 

El Instituto Cardenal Cisneros se construyó en 1878. Pues sí ya tiene una edad... Y lo primero curioso es que se hizo solo en diez años. Y no es precisamente pequeño... Está situado en la calle de los Reyes, núm. 4, es decir, en una manzana bien grande que se ubica entre Noviciado y la Plaza de España. El arquitecto fue Francisco Jareño, al que conocemos porque hizo la Biblioteca Nacional y el Hospital del Niño Jesús. Y la de veces que subiendo de Plaza de España yo habrá pasado por esa callecita, por ese Instituto sin saber qué era. 

Al principio se llamaba Instituto del Noviciado, estamos hablando de los tiempos de Isabel II. Es de los primeros de Madrid, junto con el Instituto de San Isidro. Se llamaba así porque tenía relación con la Universidad que estaba situada en la calle San Bernardo. 

No me quiero enrollar mucho. Ni es plan, ni podría contaros todo lo que vimos y nos enseñaron pero quería daros unas pinceladas sobre su importancia, pues conserva los orígenes de la enseñanza secundaria. Por este Instituto han pasado muchas personalidades en sus tiempos de estudiantes: Giner de los Ríos, Los hermanos Machado, Menéndez Pidal, María Goyri, Santiago Bernabeu, Clara Campoamor...

Es un edificio señorial de tres plantas, con una escalera imperial de mármol de escalones ya muy desgastadillos y preciosas vidrieras. El tercer piso se construyó después de la guerra. Durante el conflicto, estaba tan cerca ese Instituto del frente de la Ciudad Universitaria, que se mantuvo cerrado. Al tercer piso lo llaman "el palomar". Y ahí ya empezó propiamente la visita.





Fuimos del presente de este céntrico y señorial Instituto de Secundaria hasta su pasado. Que curioso cómo íbamos hacia atrás viendo las aulas y los laboratorios. Indudablemente prefiero las estancias antiguas. Es un lugar con muchísima solera. Íbamos atrás en las instalaciones y en la historia de la enseñanza en España.

Y así pudimos ver un aula histórica del siglo XIX, una escalonada con bancos corridos y la tarima rodeada de una verja donde estaba el profesor enseñando. Lógicamente en los primeros bancos se sentaba la mujer, o escasas mujeres que acudían a clase. Porque en un principio, hablamos del siglo XIX, solo acudían hombres pero ya en los años 30 del siglo XX había bastantes mujeres. Sin embargo, tras la guerra vuelve a ser masculino, hasta los años ochenta que afortunadamente otra vez es mixto. Curiosísimos me parecieron esos encerados que se podían abrir más. 




Después pudimos ver el Gabinete de Historia Natural, el laboratorio de Ciencias Naturales, la Sala de Juntas y hasta el despacho de la Directora, que muy amablemente nos recibió a todos en su despacho y nos contó cosillas de la actualidad del Instituto y de sus ideas de apertura. 












Curiosísima la boca de riego del 1887, o el hombre clástico. Sí, clástico. Ese hombre desmontable con el que estudiaban las vísceras, las venas, arterias y demás partes, comprado cuando la Exposición Universal en París. El oído que tenían y habían restaurado con un cuidado infinito, los animales con los que estudiaban, el pedazo de pez ¿esturión? pescado en ¿el río Tajo? que ya se extinguió, el herbario hecho también en Francia... No contaba tantas cosas el guía que ahora ya dudo hasta de los detalles. Daba gusto escucharle. Bueno, muy chulo todo el material que conservan y las láminas recién restaurante para las que van a hacer un armario que les costará un dineral, nos decía la Directora para que no cojan polvo y estén bien estiradas, porque en otro caso se volverían a estropear...

En fin, me encantó esta visita. Qué novedosa, qué instructiva. Si tenéis oportunidad y os gustan estos temas, no dejéis de ir, merece mucho la pena.



lunes, 20 de noviembre de 2023

XX Certamen Literario AL-ÁNDALUS en BURGOS

 


A veces la vida se luce y sale el sol fuera y dentro de una. Un sol radiante que necesitaba me calentara. 

Este sábado, 18 de noviembre de 2023, en la elegante sala Polisón del Teatro Principal de Burgos, me dieron un premio de relato que disfruté mucho.

Quería dar de nuevo las gracias a la Asociación Cultural Al-Ándalus por llevar a cabo entre sus actividades la de convocar el Certamen Literario Al-Ándalus, cuya edición en este 2023 era ya la XX, y donde el jurado consideró que mi relato "Coreografía de dos gritos feroces" se merecía el primer premio en la modalidad de Andalucía. 

 

 La entrega de premios me encantó. Los dos premiados, el de la modalidad Libre, Alfonso Bengoechea con su relato "Expertos en nubes" y yo, leímos nuestros relatos. Compartimos micrófonos con la música muy chula de dos hermanos que nos trajeron canciones tan conocidas como "Stand by me" o el "Hallelujah" de Leonard Cohen, además de alguna otra de su autoría. También se concedió el Premio Al-Ándalus a una catedrática y escritora de Burgos... Y hasta se hizo una pequeña representación de un fragmento de uno de los libros de la ganadora del Premio Al-Ándalus por parte de ellos y el conductor de la entrega de premios que lo hizo muy bien. Pido disculpas a todos por no quedarme con sus nombres, esta memoria mía ya no es lo que era. Por último todos disfrutamos de un ágape juntos en un restaurante cercano donde nos estaban esperando y donde conversamos mucho mientras comíamos los pinchos tan ricos de la tierra.





 

No quiero extenderme demasiado entre vídeos y fotografías, de todos modos nunca va a ser igual que estar allí y vivirlo. Pero dejadme que os cuente que fue una entrega de premios muy completa y variada, muy amena. Era toda una celebración de la cultura.

Quería dar las gracias también al Presidente de la Asociación, D. Antonio Álvarez, y su compañero Angel Lores con quiénes he tratado estos días por su cordialidad y amabilidad en todo momento. A otros compañeros como Pedro Martín y su señora por ser tan majos, y con quiénes estuvimos charlando mucho rato después sobre el Madrid del pasado y con quiénes estuve tan agusto. Al jurado, por supuesto, no solo por elegirme sino también por su simpatía. Gracias a todos por tratarme tan estupendamente.

Y a mis queridas compinches, Montse y Paloma, por acompañarme en esta escapada burgalesa tan enriquecedora y cultural. 

A veces la vida se luce y da gusto sentirse viva disfrutando de la compañía y la cultura.

¡Muchas gracias a todos! 

 

Alfonso Bengoechea presentando su relato "Expertos en nubes"

  

La señora de Pedro Martín, yo, el Presidente de la Asociación, Alfonso Bengoechea ganador del premio en la modalidad libre y Pedro Martín, un compañero de la Asociación. 


 
Las protagonistas: Montse, Paloma y yo

 


viernes, 17 de noviembre de 2023

Cuando la vida es un puro "retrete"

 


Esta es otra entrada especial dedicada a cuando la vida es un puro "retrete". Porque a veces lo es...

Estas tres primeras fotos están sacadas de los aseos de la sala de exposiciones del Canal de Isabel II de Madrid. Son muy chulas. Esos cuartos de baños me gustan mucho. Como no podía ser de otra manera están dedicados al agua, y, por supuesto a "las aguas menores", pero lo han decorado con gusto e ingenio. Además y sobre todo tienen unas exposiciones, gratuitas, que suelen valer bastante la pena. 







Esta fotografía la tomé, como veréis, en un café por la zona de Alonso Martínez en Madrid. Es el único sitio donde he visto "todes". 





También os traigo alguna que otra de cuando he viajado al "extranjero" como se decía antes. Estas de debajo son de Italia  y Grecia. De los lagos de los Dolomitas y de Corfú. 





Estos baños de aquí debajo son del Restaurante El Matadero de Ribeira, en A Coruña. ¡Qué adecuados! ¿verdad? Me lo mandó mi amigo Javier. 




Bueno y por hoy yo creo que ya cerramos la entrada. 

Aparcamos otras poquitas para la siguiente de este tema. 

domingo, 12 de noviembre de 2023

"Retratarte" de Carlos del Amor. Reseña literaria

 


Voy poniendo orden en mis reseñas literarias, y le toca el turno al libro de no ficción de Carlos del Amor "Retratarte".

Como ya hizo en su anterior obra "Emocionarte" que tuvo tanto éxito, aquí Carlos del Amor escoge unas obras y nos muestra el mundo que hay detrás. O mejor dicho su "intrahistoria". En el caso de este nuevo libro se va a centrar en el género del retrato. 


 Con su estilo sencillo y ameno, casi poético y cautivador, el periodista y escritor, que nos tiene tan bien acostumbrados con sus "piezas" culturales y televisivas, nos va a contar, a propósito de unos retratos elegidos, un viaje a través del mundo de aquellos artistas y sus modelos. Y de esta forma tan sutil vamos a poder conocer más de unos y otros. De su letra indagaremos en artistas conocidos y en otros muchos menos conocidos, como es el caso de algunas mujeres pintoras.



 

Tangencialmente abordaremos muchas cuestiones relacionada como el tema de los retratos por encargos, los autorretratos, la elección del modelo y su vida, el éxito que tuvieron... Todos esos puntos que sobrevuelan e influyen y en los que a veces ni caemos cuando estamos contemplando una obra de arte, en este caso, un retrato.

Estructuralmente, cada obra en la que se centra preside ese capítulo y después va a dividir éste en dos partes, en la primera que es más ficción el escritor imagina que podría estar pensando el modelo o el autor, que alegría o tristeza encierra su expresión. Imagina diálogos y situaciones. Y en la segunda parte nos va a contar lo que sabe de la obra, el artista y el modelo: el contexto histórico, sus vidas, sus relaciones, cómo llegaron a esa relación de artista y modelo... Y así con los diferentes cuadros, hasta 36 obras, muchas de ellas no muy conocidas. De ahí el subtítulo que lleva el libro en portada: "Cuando cada mirada es una historia" que es como la declaración de intenciones del autor. 




 

En cuánto a las obras elegidas, el autor ha hecho un gran barrido por la historia y ha escogido obras de muchos siglos. Desde una pintura del 1472 el "Díptico del Duque de Urbino" hasta la más reciente "Su majestad la reina Isabel II" del 2020 de Miriam Escofet que no conocía y me gustó mucho todo lo que contaba de esta obra. 

Había muchos retratos que yo no conocía, ha sido una lectura no solo interesante sino también muy, muy, instructiva. Desconocía a algunos de los autores, sobre todo a las mujeres como Zinaida Serebriakova o María Bashkirtseff de las que nunca había oído hablar. Por supuesto también hay retratos de autores que hemos estudiado: Caravaggio, Durero, Rafael, Frida Khalo o Cezanne...

 Al final viene un índice con la foto de cada obra, y para terminar un apartado para las fuentes. 

Un libro precioso de los que yo disfruto más en papel, para contemplar y admirar despacio las obras al mismo tiempo que lo lees. 

Es un libro especial, un libro no solo instructivo, sino también delicado, un libro desde luego también de consulta del que necesitaré cada cierto tiempo otra lectura. Me da pena que se me olviden algunos detalles.





sábado, 11 de noviembre de 2023

11 de noviembre. Día de las Librerías. Librerías del mundo

 

Cordes Sur Ciel


La cueva de Alí Babá 
donde brillan cuántos tesoros querría poseer.
El refugio y la calma cuando la vida pinta mal.
El maravilloso laberinto
donde no existe el momento ni la salida.

El grato lugar donde esperan mis otras vidas,
donde conoceré personajes 
con quienes habría deseado coincidir
en la vida real.

El mágico espacio
donde no existen los relojes,
ni las borrascas, ni el viento.
El negocio que yo montaría,
al que te invitaría a asociarte,
y en el que, además, te rogaría vivir.

Mi adicción confesable
mi querencia
donde pierdo la voluntad
y me traigo a casa
la eterna
salvación.


Hoy 11 de noviembre: Día de las librerías. 

Y para celebrarlo y que sirva de homenaje a mis refugios preferidos, aquí os traigo una selección de algunas con las que he tropezado en este verano. 

La azul cielo y preciosa de libros usados de Cordes sur Ciel, la abovedada de Burdeos a la que nunca entré, la azulona que estaba cerca del Instituto Cervantes. Qué elegantes son las librerías de Francia. La casita de Corfú donde compartimos con los amigos aquel café mientras el gato repanchigado dormitaba, la de los murales tan chulos y caros del Lago de Garda, el refugio lleno de fotos de Cortina de`Ampezzo, y en la que se alojó Napoleón de Bassano del Grapa...

Mágicos espacios donde no existen los relojes, ni las borrascas, ni el viento.


Burdeos


Burdeos





Corfú


Corfú


Cortina D`Ampezzo


Cortina D`Ampezzo







miércoles, 8 de noviembre de 2023

De pajaritos y otros dichos.

 



Esta mañana, de pronto, advertí que tenía frio y pensé "Me estoy quedando pajarita". Y al decirlo, sonreí. Siempre me ha hecho gracia esta expresión. Y no acababa de pensarla cuando ahí me veis buscando su origen como una loca. Pues sí, cada una busca como lo que es ¿Qué le vamos a hacer? 

Y encuentro que el posible origen de la expresión está en la creencia popular de que en invierno mueren de frío muchos pajaritos. Aunque, mira por dónde, Amando de Miguel, que también le ha dado muchas vueltas a eso de las palabras, apostilla que "la verdad es que los pájaros suelen resistir muy bien el frío, pero su naturaleza frágil y su aspecto endeble hacen que los asociemos a esa sensación de sentir frío."

Es cierto, pensé. Los gorriones siempre me han parecido muy frágiles, y sin darme cuenta de su pura vulnerabilidad me vino a la cabeza otra expresión: "Morirse o quedarse alguien como un pajarito". Así es, pasar a mejor vida, o resumiendo: morirse con sosiego, sin hacer ruido. Cómo imaginamos deben morir los pobres pájaros. De ahí la expresión.

No os lo niego, a la que me descuido, puede parecer que "Tengo la cabeza a pájaros". Ya sabéis, que soy un ser poco práctico, distraída con "mis cosas"... O cómo nos lo define el Diccionario de la Real Academia: "Muchos pájaros, o pájaros en la cabeza: Fantasías o ilusiones infundadas." 

Y puede ser que la tenga. Tampoco pasaría nada ¿no? Esta expresión creen que tiene su origen en la Edad Media, cuando pensaban que las aves podían hacer un nido y criar en el cabello de las personas. Sí también lo he buscado, lo confieso. 

Y si lo sigo pensando un poco más, no os discuto que en mi pelo incluso podrían anidar... Porque tengo, tener pelo tengo. Y si lo pienso aún más, lo que me da es un poquito mucho de grima, la verdad. Y en la Edad Media, tan avispados ellos, pensaban que si te hacían un nido en la cabeza y criaban, pues la cuestión te podía llevar incluso a la locura. ¡Cómo para no pensarlo! Y claro derivando, derivando, pues se acabó por adjudicar la expresión a los que no veían "muy centrados". Venga confesad, no me digáis que no habéis pensado alguna vez que tengo la cabeza a pájaros...

No, no me lo invento que "me lo dijo un pajarito". El origen de este dicho podría estar en el uso que antiguamente se le daba a las palomas mensajeras. Gracias a ellas existía la comunicación. Un dicho parece ser antiquísimo. Pero si ya Noé, sí el del diluvio famoso al que se van pareciendo cada vez más nuestras tormentas, envió una paloma para que le anunciara cuándo podría bajarse de una vez ya de la dichosa arca. Que estaba ya cansaíto el hombre de tanto navegar y tanto bicho. 

Bicho buenos. El arca lo llenó de parejas de bichos buenos. Que no es lo mismo que tropezarse con un "pájaro de cuenta". Expresión que utilizamos para hablar de los "sujetos" con los que, en cambio, no conviene tropezarse. Mira tú.

Aunque, curiosamente, si "te caga un pájaro en la cabeza" puedes estar contento. Porque dicen que eso significa una bendición de los dioses, que vas a tener suerte, fortuna, felicidad, o yo que sé cuántas cosas buenas te van a ocurrir si su deposición cae en tu misma cocorota. Para que luego te quejes. El origen estaría en la creencia de que los pájaros eran mensajeros de los dioses. Sííí, también lo busqué.

En fin... Pues a lo que íbamos. Si yo solo os quería comentar que ¡Vaya si ha cambiado el tiempo! ¿Verdad? Fijaos que esta mañana, de pronto advertí que tenía frio y pensé "Me estoy quedando pajarita".


Todas las fotos son mías: Lorca en la Plaza de Santa Ana de Madrid, las cigüeñas de Portugal, el cóndor de Perú, las gaviotas de Huelva, otra de Corfú... Y la de la figura en una jaula, tan simbólica y que me encanta, es de Roberto Reula, se titula "Luciernaga" y está tomada en la exposición "Flecha 2021".