Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

miércoles, 13 de abril de 2022

El Madrid que pisamos

 


 

 Comenzaba diciendo la "Fábula de los tres hermanos", una canción de Silvio Rodríguez que yo escuchaba mucho:

De tres hermanos, el más grande se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento a cuando iba a pisar
 
De tanto, en esta posición, caminar
Ya nunca el cuello se le enderezó
Y anduvo esclavo ya de la precaución
Y se hizo viejo queriendo ir lejos
Con su corta visión
 
Eh-eh-eh, eh-eh-eh
Ojo que no mira más allá no ayuda al pie
Uh-uh-uh, uh-uh-uh
Óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú

 ...

Siempre me acuerdo de ella, cuando voy por Madrid bien atenta a cuanto voy a pisar y, de pronto, me sorprende ese "otro" Madrid tan importante que está escrito en sus aceras, y en sus baldosas.

Hay muchas lecturas de nuestra ciudad.

El Madrid escrito en su suelo nos enseña de su pasado y de su presente. Y a veces uno va por vida tan ensimismado que ni se da cuenta. 

 

 


 En la Plaza de los Carros, por la Latina, puedes tropezar con esta chapita que te muestra un quanat, o canalización de agua de origen islámico, descubierto a principios de los 80 en una excavación arqueológica. El viaje, de unos 10 metros de largo no está abierto al público por diverdas cuestiones, entre ellas la de la conservación. 

Es la construcción hidráulica más antigua que tenemos. Después vendrían "los viajes del agua" famosos que abastecieron de agua a Madrid, hasta la creación del Canal de Isabel II.

La chapita nos habla del Madrid islámico, de nuestro patrimonio cultural. 

 

 

 


Hay otro Madrid que nos recuerda a algunas de las víctimas españolas de los campos de concentración nazi. Son otras pequeñas chapas de bronce, esta vez cuadradas, que colocaron en los barrios de Chamberí o Tetuán delante de las casas donde residieron estos españoles.

En calles como Espronceda, Bravo Murillo, Viriato, Ponzano, Virtudes o Franco Rodríguez las podemos ver. Pertenecen todas a un proyecto de nombre enrevesado "Stolpersteine" que quiere decir justo eso: "una piedra en el camino que puede hacer tropezar".





Otro homenaje de la ciudad que descubrimos si vamos "atentos a cuánto íbamos a pisar" como el protagonista de la canción de Silvio, son las placas con las que el Ayuntamiento homenajeó a los comercios centenarios de la capital.

Esta vez se trata de una placa rectangular más grande que las anteriores que se coloca delante del establecimiento, con un diseño del artista Antonio Mingote, el año y el nombre del comercio.  Hay muchas en la Plaza Mayor y en sus alrededores. Sobre todo, claro, por el centro de Madrid.





Y por último os traigo otras placas, esta vez circulares y más grandes aún, que podemos ver a lo largo de Madrid Rio, según vamos paseando.

En ellas nos van diciendo la distancia kilométrica MADRID RIO (2,30) desglosada en kilómetros y la distancia al Nacimiento o desembocadura del rio Manzanares. 


No son las únicas señales o huellas que hay que ir descubriendo bajo nuestras pisadas. Hay muchos más tesoros que hallar a cada paso que damos por este Madrid infinito. 

Y yo no quiero perdérmelos. Aunque como decía Silvio Rodríguez tenga que tener cuidado para no dejar de enderezar mi cuello, no vaya a quedarme para siempre "esclava de la precaución". 

 

Seguid escuchando la canción, y viendo el destino de cada hermano para ir por la vida.


 



viernes, 8 de abril de 2022

“WOMEN, un siglo de cambio” de National Geographic en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM)

 


Hay exposiciones que una siente que no se puede perder. 

Exposiciones a las que sabes que te vas a escapar en cuánto tengas oportunidad.

 “WOMEN, un siglo de cambio” de National Geographic, está hasta este domingo 10 de abril en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM).

 

Está compuesta por 60 fotografías, solo una pequeña muestra del enorme archivo que National Geographic ha reunido a lo largo de sus 130 años de historia, pero pretende ser una muestra del papel, en constante cambio, de las mujeres en las distintas sociedades de todo el mundo.

Hay desde una fotografía del 1919 (dos jóvenes polinesias vestidas de forma tradicional) hasta una de 2018 (una corredora keniata bailando con unos estudiantes de la escuela que ella ha fundado). 



Todas las fotografías son expresivas por alguna razón. Todas reflejan el papel destacado de la mujer desde el pasado hasta hoy.

Está dividida en seis secciones: alegría, belleza, amor, sabiduría, fortaleza o esperanza.

Y es la vida. El mundo.








 

La exposición se te hace corta. Vale, sí, lo confieso, muchas se me hacen cortas. 

Pero ésta más corta todavía.

Por lo que muestra, por lo que significa, por lo que te devuelve y remueve. 

 

Te quedarías ahí contemplando fotografias y fotografías. 

Te quedarías recorriendo el mundo de la mano de estas mujeres.

Llenándote de sus miradas, de sus sonrisas, de su fuerza.

Aprehendiendo.

Aprendiendo. 

 



sábado, 2 de abril de 2022

2 de abril, Día Internacional del Libro Infantil.

 


 

 A la niña que yo fui, su madre le contaba muchos cuentos. 

Tantos, que hasta hoy, cincuenta años después, todavia llega su voz diciendo: "Asoma la patita por debajo de la puerta" contando el cuento de El lobo y los siete cabritillos, gracias al cual todavía miro con cierta aprensión los paquetes de harina. 

El eco de muchos cuentos aún pone banda sonora a mi niñez. Las voces de tantos personajes son siempre su voz improvisando a un Garbancito angustiado diciendo: "Estoy aquí... Aquí, en la tripa del buey" o cantando "Pachín, pachín, mucho cuidado con lo que hacéis, pachín, pachín, a Garbancito no piseis", mientras otros niños van poniendo miguitas en el camino, o el lobo de un soplo echa abajo la casa de uno de los tres cerditos.

Mi infancia está acolchada de muchos cuentos envueltos en la voz de mi madre, narrando y cantando, y todavía dento de mí los escucho embelesada y sonriendo. 

Con los años los fuimos sustituyendo por libros infantiles. 

El peor día de Reyes de mi infancia, o debería decir en el que acabó ésta, yo tenía diez años y mi madre estaba tan triste que no hubo regalos sorpresa. Nos llevó al Corte Inglés, a la sección de libros, y nos dijo que escogiéramos los libros que quisiéramos. Nos desperdigamos entre aquellas estanterías, promesa de tantas aventuras, y volvimos a casa, mis hermanos y yo, cada uno con su propio cargamento y la certeza de que la vida había cambiado. Y no a mejor.

Los cuentos siempre han sido un escondite, una trinchera, el mejor refugio. Llegaron los libros de Historias Selección de Bruguera. Los míos eran los de Sissí. Solo conservo el de la foto, 60 pesetas que costó, pero tenía una buena colección. Cuando, ya de mayor, he viajado a Centroeuropa inevitablemente vienen a mi cabeza aquellos libros con la cara de Romy Schneider. Pero no solo me gustaban los míos, los alternaba con los de mis hermanos: Todos los de Julio Verne, y muchos más, algunos singulares y especiales como David Crockett o Miguel Strogoff, de la misma colección que tampoco he olvidado.

No pasó mucho tiempo para que me pasara a los de Enid Blyton: Yo tenía todos los cursos de Santa Clara de las mellizas O`Sullivan, que entonces alternaba con los del Capitán Trueno o El Jabato de los hermanos. Lo bueno de ser tantos era que se multiplicaban los libros, las historias, los agujeros por los que tirarse de cabeza y escapar.

El día del Libro Infantil se viene celebrando, desde el año 1967, el día 2 de abril.

Se hizo coincidir con el nacimiento, en 1805, de Hans Christian Andersen, el autor de El patito feo, El soldadito de Plomo, o La Sirenita... Autor de más de ciento cincuenta cuentos que todos recordamos. 

 

Aunque solo sea por toda la riqueza que nos aportaron aquellos cuentos, por el cobijo que nos ofrecieron, no es mal día el de hoy. ¿No creeis?

 

jueves, 31 de marzo de 2022

"Las formas del querer" de Inés Martín Rodrigo.- Reseña Literaria

 

 



"Noray no era un nombre común, pero es que ella no era una chica  corriente. Se notaba, de hecho, que se esforzaba en no serlo. Tenía la asombrosa capacidad, propia solo de quienes moldean las palabras como el panadero amasa el pan, con el mismo cuidado, conscientes de la fragilidad de su materia prima, de volver excepcional lo anodino, y las conversaciones con ella siempre se escapaban de la norma, ya fuera en mitad de un café o al salir de la filmoteca. Noray empezaba a hablar y nunca sabías dónde te llevaría la charla.
Pero aquella mañana su voz sonó hueca, parecía uno de esos contestadores automáticos que te responden cada vez que intentas cambiar de compañía telefónica o dar de baja el agua al terminar una mudanza.
—¿Qué pasa, Noray? ¿Va todo bien? —
Ahora el robot era Ismael. "

   

 Qué dificil es tener la vida ociosa ordenada. 

No sé si os pasará a vosotros. Pero a mí me cuesta Dios y ayuda. O Probablemente lo que ocurre es que debería abandonar esta manía del orden. Me gusta tener ordenadas las fotos que hago, reseñados los libros que leo, escritos los relatos que tocan, confecciondas las entradas que correspondan del blog... En fin, para qué seguir, si la vida de pronto toma carrerilla y parece que va cuesta abajo y que tú tienes que ir corriendo detrás de ella para vivirla, como para andar ordenando nada ¿No creeis?

Bueno, el caso es que yo me terminé "Las formas del querer" de Inés Martín Rodrigo y no os había comentado nada de ella.

Y me gustó. Leer esta novela me pareció como ir sumergiéndote en la vida de una persona, en la de su familia, e ir flotando con ellos, entre ellos, un tiempo. Yo lo sentí así. Pausada pero fluyendo. Agradable de leer, aunque a veces sea duro lo que cuenta.

Pero vamos por orden. Le otorgaron el Premio Nadal, eso para mí ya es síntoma de que puede estar bien. Tengo consideración por este premio de novela, para mí tiene un prestigio.

El argumento cuenta que la protagonista, Noray (un nombre que me ha parecido muy original y me ha gustado por la carga simbólica que encierra) nos va contando su propia historia a medida que la va escribiendo, la historia de su familia y la suya. Se trata de una escritura terapéutica. Pasados unos días, y ciertos acontecimientos, su chico la va leyendo, mientras ella está en una cama de hospital. Esto es el argumento a grandes rasgos. 

Está ambientada en España, y abarca un período de tiempo que comprende desde la Guerra Civil hasta la actualidad. 

En la novela se abordan algunos temas muy importantes: La salud mental, la homofobia, malos tratos, trastornos alimenticios, la emigración, ETA... muchos, pero revoloteando sobre todos ellos: el querer.

Los personajes están bien caracterizados. Tienen un perfil psicológico y un perfil físico bien definido y los ves moverse. En general los personajes femeninos tienen más peso en la historia: La abuela Carmen, adorable, La Trini, que vive con otra mujer en los tiempos en que estaba peor visto, la vecina Mari Miura que habla demasiado o Filomena, que ama los libros, y cuya biblioteca es tan importante para la protagonista. Los personajes femeninos son más fuertes, más interesantes que los masculinos. 

Es una novela muy introspectiva, aborda los miedos, las inseguridades, se recrea en los recuerdos y eso imprime a la narración muchos momentos intensos. Es una historia que habla de las distintas formas de querer que existen, y las representa en las distintas parejas, sin distinguir sexo, que tiene la novela. El amor casi perfecto de sus abuelos, el amor lésbico de Trini, el amor pasional, al principio, de sus padres, el amor por los amigos... Hay muchos tipos retratados en la novela.

También es cierto que, formalmente, yo hubiera escrito algunos párrafos de otra forma. Hubiera repasado más el lenguaje utilizado, las redundacias que se podían haber evitado, caer en algunos lugares comunes... Detalles de la expresión escrita los hubiera pulido más. Pero en general es correcta la prosa, y se intensifica dónde se tiene que intensificar. 

También hay en este libro un apartado para las lecturas que, de forma sutil, trata la autora como a Joan Didion ("El año del pensamiento mágico") que te dejan con ganas de conocer y leer:

"Nos contamos historias a nosotros mismos para poder sobrevivir". Joan Didion

Ésta es una novela que nos habla de las cicatrices que te van dejando, a lo largo de la vida, las desgracias, las ausencias, los sinsabores, pero sobre todo nos habla de la superación, de la supervivencia.


domingo, 27 de marzo de 2022

27 de marzo: Día mundial del Teatro. "Tea rooms" en el Teatro Fernán Gómez de Madrid

 


Llevaba tiempo queríendome leer la novela de Luisa Carnés "Tea rooms", había oído hablar de ella en varios sitios: la vida laboral de unas empleadas de un salón de te de Madrid a mediados de los años 30. La escritora formaba parte de la Generación del 27, pero a la que apenas hemos conocido, cuánto menos estudiado. Cuando se pronto vi que se estrenaba una obra de teatro dirigida por Laila Ripoll a partir de esta obra. ¡Un punto!

Después vi que la iban a estrenar en la sala Jardiel Poncela del Teatro Fernán Gómez de Madrid. En esa sala he visto obras que me han encantado como "Cuando caiga la nieve", "El niño y la bestia" de Elvira Lindo, "Los Hermanos Machado"... Sin contar las que he visto en la sala grande que también me han gustado mucho: "Verano", "Crimen y telón" de Ron Lalá... por decir alguna. Total que ¡dos puntos!

Y compré las entradas.

Si luego vas al teatro y nada más entrar en la sala te encuentras con esa ambientación tan lograda, tan detallada. Si te recibe ese aroma a vainilla inundando la sala y la visión de esas bandejas de pasteles que se te hacía la boca agua solo con mirarlas... ¡Tres puntos!

Ya solo quedaba que saliera al escenario Paula Iwasaki representando el papel de Matilde y comenzara a contarnos su historia con ese tono casi confidencial... Y nos hablara de la escalera de servicio, de las 21 pesetas que pagan por una semana de trabajo y de que a las mujeres humildes no les gusta el verano porque se ven más los remiendos del vestido. Una prosa llenita de detalles.

Me ha gustado mucho esta obra. 

Creo que está muy bien ambientada, muy bien contada. Es una obra muy delicada donde, en mi opinión, las actrices son muy creíbles, muy naturales.

Paula Iwasaki (Matilde) ; Silvia de Pé, (Teresa, la encargada); María Álvarez (Antonia); Carolina Rubio (Laurita); Elisabet Altube (Trini) y Clara Cabrera (Marta). 

Creo que acerté con esta elección para celebrar el Día Mundial del Teatro.


sábado, 26 de marzo de 2022

"Próximo destino: Carmen Laforet" exposición en el Instituto Cervantes de Madrid

 

Coincidiendo con el centenario del nacimiento de Carmen Laforet (1921-2004) el Instituto Cervantes acaba de inaugurar una exposición sobre la persona y la obra de la escritora: "Próximo destino: Carmen Laforet".

Yo estuve el domingo pasado. Fuera llovía y los alrededores de Cibeles habían sido tomado literalmente por autobuses y más autobuses aparcados en fila india de los que bajaron una barbaridad de agricultores y ganaderos que venían a la manifestación que hubo el pasado domingo, 20 de marzo. El día coincidía con otra manifestación contra la guerra. 


Y de pronto entrabas en el Instituto Cervantes y se hacía el silencio y la calma. 

Qué sensación. 

Me gustó mucho la exposición. Me pareció que está bien montada, es instructiva, didáctiva y amena. La disfruté mucho. Está organizada de forma muy visual, pero muy detallada.


 

Nada más entrar, en la parte titulada "Una habitación propia" se pueden ver desde objetos, como la máquina de escribir de Carmen Laforet, fotografias...


 

 En la siguiente parte hay un guiño a la editorial que le publicó: "Un destino de escritora" y aquí podemos ver incluso las primeras cuartillas del manucristo de Nada, su principal obra, ganadora del Premio Nadal 1944 y obra contemporánea más veces traducida.

 

 También es muy curioso fijarse en los dos informes de la censura que valoraban su publicación.




También se hace un recorrido por su vida, detallado pero exhaustivo, en un panel enorme donde te van contando su cronología. Salpicado por fotografías familiares a su alrededor.

 




Y por supuesto, se va haciendo el recorrido de su obra atendiendo de forma minuciosa a cada una de sus novelas o publicaciones. Hay fotografías, todo tipo de documentos: artículos, su correspondencia con otros autores (Ramón J. Sender, Elena Fortum...), las múltiples portadas de su novela traducida a tantos idiomas... 




 



 Carmen Laforet en el espacio y el tiempo, Escritura y amistad: Redes personales y profesionales, El legado de Carmen Laforet, Carmen Laforet en el mundo: Traducciones, Al volver la esquina: un final... Los carteles de la exposición te van guiando por las diferentes secciones de forma muy instructiva. 

No me quiero extender más. Todavía hay mucho tiempo para verla, no termina hasta finales de mayo, y yo creo que si os interesa la literatura o la figura de esta escritora tan importante merece la pena visitarla.




lunes, 21 de marzo de 2022

21 de marzo. Día de la Poesía

 


No soy yo mucho de poemas, lo confieso. 

Pero gracias a mi querido amigo Javier Díaz Gil y a mis compañeros poetas de tertulia he aprendido a degustarla despacio en raros momentos, y hay algunas que son tan especiales que cómo no vas después a recordarlas.

Os dejo tres de mis imprescindibles de tres de mis poetas preferidas: 

Gloria Fuertes, Begoña Abad y Amalia Bautista.

No me digais que no son buenas.