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viernes, 16 de diciembre de 2022

"La llama de Focea" de Lorenzo Silva. Reseña Literaria

 


" Jamás he podido borrar de mi memoria una sola de las sensaciones de las que estuvo hecho aquel beso a la vez desesperado y prohibido. Ni el sabor de sus labios, ni la consistencia de su cuerpo, en todos y cada uno de los pliegues que me dio a sentir, ni el secreto pero intenso gemido con el que lo acompañó, solo audible para mí, y con el que despertó algo que yo no sabía que tenía dentro. Un tiempo después iba a encontrar la forma de nombrarlo, gracias a una canción de quién por aquellos días ya era uno de mis cantantes favoritos. Su letra me había pasado casi inadvertida hasta entonces. A veces, las canciones nos llegan antes de disponer de la experiencia del mundo y de nosotros mismos que se necesita para entenderlas. La canción en cuestión era L`animale, de Franco Battiato. Oyéndola entendí que a ese animal que cada uno lleva dentro no era posible acallarlo ni domarlo para que dejara de ponerte la vida bocarriba; todo lo que podías hacer era tratar de identificar su verdadera llamada, seguirla con el menor daño posible, para ti mismo y para tus semejantes, y acertar a renacer cuántas veces fuera necesario de las catástrofes a las que te podía arrastrar"

 La llama de Focea. Lorenzo Silva

 

 

 Antes de meterme de lleno en la siguiente lectura que acabo de iniciar, quería dedicar un momento a reseñar el último libro leído: "La llama de Focea" de Lorenzo Silva. Todavía estoy con ese regusto en la memoria que te deja un libro recién terminado que te ha secuestrado con tanto afán. Todavía estoy interiorizando todo cuánto me ha contado un nostalgico Bevilacqua de sus recuerdos en Barcelona y aún estoy visitando los bellos pueblos de Lugo del Camino de Santiago. 

Pero yo tengo mis propios recuerdos a propósito de su autor. Hace muchos años, a principios de los 2000 vino un Lorenzo Silva mucho más jóven (cómo eramos todos por aquel entonces) pero con el mismo talante agradable que tiene siempre, a darnos una conferencia al taller de creación literaria donde yo asistía. Se impartía en un Centro Cultural modesto de un barrio del sur de Madrid. En cuánto nuestro profesor se lo pidió, le avisó previamente de que iba a venir por amor al arte, Silva se mostró muy solícito para atender lo mejor posible nuestra petición. Siempre me acuerdo de aquella conferencia sobre cómo se escribe y se estructura una novela. Mientras doblaba y desdoblaba un folio muchas veces entre sus dedos, a modo de ingenio papirofléxico, nos fue haciendo una disertación reposada sobre el tema de forma súper organizada. Nos desgranaba el proceso de escritura de una novela de manera clara, concisa y exhaustiva a un mismo tiempo. Todo lo traía en la cabeza, una cantidad impresionante de información pero sin leer ni un solo apunte iba señalándonos punto por punto lo que quería transmitirnos. Una gozada escucharle. Se lo agradecimos mucho.

Siempre que leo algún libro suyo me acuerdo de aquel día, de lo generoso que fue y la impresión tan grata que nos dejó. 

Han pasado ya muchos años, yo creo que por aquel entonces le acababan de dar el premio por la segunda entrega de la saga de Bevilacqua, y ahora termino de leer la décimotercera. La pareja de guardias civiles protagonistas son casi como de mi familia. Estamos madurando al mismo tiempo. De hecho en esta novela Ruben Bevilacqua ha cumplido diez trienios en el cuerpo, los mismos que he cumplido yo en el mío. Así que, salvando todas las distancias, le siento muy cercano. 

He reseñado ya en este blog todos los anteriores libros, así que no creo necesario volver a repetir lo que ya debo haber escrito "n" veces sobre el autor y los personajes, que ya conoceis de sobra los que les seguís, y los que no podéis consultar en la etiqueta "Mis autores Lorenzo Silva". Me encantan estas novelas del autor. Me encanta envejecer al mismo tiempo que estos personajes, Vila y Chamorro, que me son tan cercanos.

En "La llama de Focea" van a investigar el asesinato de una jóven y temperamental muchacha que estaba haciendo el camino de Santiago y que se llamaba Queralt Bonmati. Da la casualidad de que es la hija de Ferrán Bonmati, un expolítico y empresario muy relacionado con el independentismo catalán que a su vez está siendo investigado por sus oscuras actividades. Este es a grandes rasgos el argumento de esta entrega.Pero paralelamente a esta trama, hay otra trama que nos va a ir desgranando el personaje principal de cuando él estuvo destinado en Barcelona muchos años antes, siendo un cabo recién casado. Ahora ya es subteniente.

Por tanto vemos que hay dos tramas argumentales con una diferencia temporal y ambiental. La trama del pasado de Bevilaqua está ambientada en la Cataluña del año 2009, en la Barcelona de los Juegos Olímpicos, y de Terra Lliure. Ahí vamos a conocer una historia de amor de Bevilacqua muy emotiva. Y luego está el presente que se va a desarrollar entre el Lugo del Camino de Santiago y la Barcelona adinerada de la que procede la víctima, donde se va a conocer la sentencia del Procés. 


Es una novela de 540 páginas estructurada en 30 capítulos y un epílogo que está escrita con ese peculiar estilo reflexivo, casi filosófico al que nos tiene acostumbrados el autor. El narrador es una voz íntima que va alternando el presente con el pasado, donde se hacen muchas digresiones, y se nos aportan muchos datos, en este caso de la cuestión de la independencia catalana.

Como en todas estas novelas la cultura está muy presente con sus otras aportaciones: las literarias, en este caso también se habla del fallecido autor Domingo Villar, lo que es una sorpresa muy agradable. Y también se nos apuntan varios libros de autores catalanes, algunos poetas y otros que se ocupan de política y la cuestión catalana. Por supuesto hay también muchas aportaciones musicales en forma de canción italiana con autores como Paoli o Battiato. 

 

 -¿Rusiñol?

-Sí, el pintor. También era escritor. Tiene un libro delicioso, L`auca del senyor Esteve. Una radiografía de la pequeña burgusía catalana. 

-Me lo apunto.

El comandate recordó de pronto algo que venía a cuento.

-Por cierto; un catalán que se fue a morir a Aranjuez. Lejos de su mar y su gente. A los dos lados del Ebro somos unos figuras a la hora de empujar a poner tierra de por medio a los que más valen...

 

La novela la he disfrutado mucho. Reconozco que si me hablan de Cataluña ya me tienen ganada, pero además que nos cuente tanto del pasado sentimental de Bevilacqua con tanta pasión contenida, con ese tono nostálgico y tan íntimo me ha  llegado mucho.

A mi Lorenzo Silva nunca me decepciona. Habrá novelas que, por lo que sea, me lleguen más que otras, pero todas me parecen una lectura rica en matices, donde se aprende mucho pero también se está muy entretenido. No son novelas trepidantes, ni salpican, no hace falta. Son como esa lluvia finita que te va calando y calando y las llevamos ya tan dentro que estamos esperando siempre a la siguiente. 



martes, 22 de noviembre de 2022

"No quiero olvidar todo lo que sé" Las Sinsombrero 3 de Tanía Balló.-

 

 

"Al amanecer nos despertó el golpeteo de las ametralladoras. Corrimos hacia la ventana. En lo que alcanzaba nuestra vista no se advertía movimiento alguno.Todo estaba quieto, en calma, con excepción de las lejanas ráfagas que se sucedían a intervalos. En los montes que amparan el sur de la ciudad se estaba consumando la última resistencia."

Mada Carreño. Los diablos sueltos

 

Después de haber visto la exposición sobre Las Sinsombrero que está estos días en el Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa, ya solo me quedaba leer el tercer volumen de la trilogía: "No quiero olvidar todo lo que sé" de Tania Balló.

De los dos anteriores ya está hecha la reseña en este blog, cuando los iba leyendo a medida que se fueron publicando. 

En esta tercera entrega la autora aborda la vida de las Sinsombrero, esas artistas e intelectuales de principios del siglo XX que tras la Guerra civil y su devastación habíamos olvidado. Algunas de ellas se quedaron aquí y otras tuvieron que exiliarse. En este tercer libro sobre todo se habla de las que tuvieron que ir al exilio, de cuánto la dureza de ese exilio las marcó en sus vidas y en sus trayectorias profesionales.

Aquí revisaremos las vidas de Carlota O´Neill, Cecilia G. de Guilarte, Silvia Mistral, Luisa Carnés, Concha Méndez, María Dolores Arana, Mada Carreño, Magda Donato, Silvia Mistral... y volveremos a otras a quiénes ya habíamos conocido en los libros anteriores por su relación con éstas.

La verdad es que se lee muy rápido, porque tiene apenas 200 páginas. Está estructurado en seis capítulos, en el primero aborda el papel de estas mujeres durante la Guerra Civil, eran mujeres intelectuales y comprometidas que combatían en la retaguardia o escribiendo. El siguiente capítulo habla del exilio propiamente dicho. El tercer capítulo habla de las relaciones que se establecían entre ellas una vez ya en el exilio, relaciones de ayuda, de amistad, de ánimo. El cuarto capítulo aborda el camino que tomó su inspiración, sus obras, sus proyectos una vez que estuvieron asentadas en sus nuevos lugares. Es muy importante señalar cómo tuvieron que afrontar la maternidad. El quinto capítulo nos muestra las relaciones que se establecieron entre algunas que estaban en el exilio con otras que permanecieron aquí. Nos habla de las relaciones epistolares tan ricas y tan largas que surgieron. Y finalmente el último capítulo habla del olvido. 

La autora ha hecho todo un trabajo para recuperar la memoria de todas estas autoras, cuando de muchas de ellas ni tan siquiera habíamos oído hablar. El trabajo de investigación que nos cuenta sobre cómo dió con la pintora Ruth Velázquez nos ayuda a hacernos una idea, no solo ya del trabajo, sino también de todo el tesón, tiempo y paciencia que hay detrás de todo este proyecto de recuperación. 

Los dos libros anteriores son más monográficos, nos va contando la historia de cada una de ellas. En cambio éste aunque incide en algunas de ellas de forma más pormenorizada, también es más una visión global de lo que supuso aquel tiempo en la mujer, lo que supuso en nuestra historia cultural.

He disfrutado leyendo los tres libros. Son muy interesantes. Y la bibliografía que aporta, si uno quiere ampliar conocimientos sobre alguna de ellas, también es muy rica y amplia. 

Son un buen homenaje a aquellas mujeres que hicieron tanto por la cultura y después habían acabado siendo invisibles. Como dice el título yo tampoco quiero olvidar todo lo que sé sobre ellas.

 

"No se preocupe de contestarme. Escríbame siempre que necesite decirme algo sin averiguar si me debe carta o se la debo. Igual haré yo. Ya que me dice que siempre me ha tenido en su vida, no quiero salir de ella."

Carta de Elena Fortún a Carmen Laforet. Febrero del 47

 

lunes, 14 de noviembre de 2022

"El buen padre" de Santiago Díaz. Reseña Literaria

 


 Antes de leer "Eleanor Oliphant está perfectamente" que ya he reseñado en otra entrada, me leí "El buen padre" de Santiago Díaz. 

Bueno más que leerme, devoré "El buen padre". Y no sé si fue por eso, porque no podía parar de leer y lo hice súper deprisa, o porque la vida en esos días me envolvió en una tela de araña de otras muchas tareas igual de absorbentes y vertiginosas, entre ellas un catarrazo de esos que te dejan para el arrastre, el caso es que se me pasó hacer la reseña. 

Y eso no puede ser. Mi memoria cada vez es más frágil y para combatir el olvido y ordenarme por dentro no podemos abandonarnos. Así que vamos a completar las reseñas de los libros leídos en el 2022.

"El buen padre" no es la primera novela del autor, pero sí la primera de la serie de la inspectora Indira Ramos. Y ya os digo que yo me las pienso leer todas. 

Se trata de una novela policíaca que arranca cuando la policía encuentra en un chalet a un hombre con un cuchillo, manchado de sangre y al lado del cadáver de su mujer. Al año de estos sucesos, un anciano se entrega a la policía diciendo que tiene a tres personas secuestradas y avisa de que irán muriendo semana tras semana si no detienen al verdadero asesino de su nuera y liberan a su hijo. 

"Si estuviera usted en mi lugar, ¿no haría lo que fuera para demostrar su inocencia?"

Y aquí es donde ya aparece la protagonista de la serie: Indira Ramos una inspectora muy, muy peculiar. Confieso que si en las novelas hay un personaje curioso a mí ya me están echando el lazo. Y desde luego que Indira Ramos está llena de rarezas y fobias con todo lo que ésto conlleva para hacerla interesante. 

Como ya hemos contado en el argumento, al dar el secuestrador un plazo de tres semanas en las que cada siete días irá matando una víctima, nos deja la historia con un ritmo cronometrado y vertiginoso. Hay tres vidas en juego, que iremos rastreando y conociendo al mismo tiempo que se acaba el suyo. Estos cambios temporales constantes entre sus diferentes pasados y este presente común de secuestrados, nos imprime mayor agilidad en la trama. 

Por otra parte el autor nos articula la novela es capítulos muy cortos, esa forma de estructurarla también incide directamente en mantener alto este ritmo ágil de lectura. Todo contribuye, como vemos, a que sea una historia que no da tregua al lector, te mantine en vilo. Mucha acción, poca descripción, y muy visual. 

Se tocan muchos temas: La mala práxis, la prostitución cara, timbas clandestinas, chantajes, ajustes de cuentas, corrupción urbanística... por solo decir algunos.

 En cuánto a la construcción de los personajes, rápido nos damos cuenta de que son muy complejos, todos los personajes tienen aristas. Están bien construidos, todos tienen más de una cara, oscura, que vamos a ir descubriendo. Eso sin hablar, como ya hemos dicho, de las características de la inspectora protagonista.

"Muy normal no eres, no voy a engañarte. Pero las personas más interesantes nunca lo son.." 

 En cuánto al género claramente es una novela policíaca, pero tiene el acierto de que también tiene dosificados algunos ingredientes románticos.

“Supongo que al final es cuestión de acostumbrarse a las rarezas de los demás”.

Y para terminar hay que señalar que tiene un giro final muy de destacar. 


No quiero contaros más. Desde luego es una novela que cumple muy bien su función de literatura de evasión, porque te metes en ella y te atrapa. Si te apetece una policiaca... ya sabes.

domingo, 13 de noviembre de 2022

"Eleanor Oliphant está perfectamente" de Gail Honeyman

 


 Tengo que admitir que me costó entrar en esta novela, no sé, me parecía que tenía un ritmo más lento que el que yo necesitaba en ese momento para sumergirme en otra historia. Supongo que cuando la comencé no era mi momento para leerla. Además al principio y en según que cosas el personaje de Eleanor me recordaba al de Bridget Jones, y eso justo me echaba un poco para atrás. Sin embargo, decidí esperar un poco más para ver cómo evolucionaba porque además los comentarios que me llegaban de ella por parte de mis allegados eran tan buenos que pensé que tenía que darle su oportunidad y seguí leyendo. 

"Me los he medido y pesan tres kilos (en total, claro, no cada uno). —Solté una risita y él se me quedó mirando, sin reír—. Creo que es demasiado peso del que tirar, ¿no le parece? Porque… si le ataran a usted tres kilos más de carne en el pecho y lo obligaran a pasearlos por ahí todo el día, también a usted le dolería la espalda, ¿no?..."

¡Menos mal!

La novela está contada en primera persona. La narradora es la protagonista: Eleanor Oliphant. Una treintañera muy, muy, peculiar. 

"He de reconocer que tuve una educación muy ecuménica, puesto que fui criada por presbiterianos, anglicanos, católicos, metodistas y cuáqueros, aparte de un puñado de individuos que no sabrían reconocer a Dios ni aunque los apuntase con su dedo eléctrico de Miguel Ángel. Me sometí a todos los intentos de educación espiritual con idéntico resquemor. Aunque por lo menos la escuela dominical, o su equivalente, era una buena excusa para salir de la casa en la que vivía en esos momentos y a veces hasta había bocadillos o, más rara vez, compañía soportable."

La sinopsis de la novela que encontramos en cualquier reseña nos dice: Eleanor Oliphant siempre dice lo que piensa. Lucha por dejar de ser alguien con pocas habilidades sociales. Se ha preparado un calendario vital cuidadoso y estricto para evitar interacciones sociales: los fines de semana los pasa sola comiendo pizza congelada y bebiendo vodka y todos los miércoles habla con su madre. Pero todo cambia cuando Eleanor conoce a Raymond, el informático de la oficina. Juntos abandonarán la soledad en la que han estado viviendo. 

Ésta es una novela de personaje. Ese es su principal acierto. Eleanor Oliphant es un personaje que está muy bien caracterizado, lo ves moverse, lo sientes de verdad. Es singular como ella sola, y aún así te la terminas creyendo. Es peculiar en sus costumbres, en su forma de pensar y de hablar. Y a medida que vas leyendo su historia es un personaje que te va ganando poco a poco porque va creciendo y creciendo con la historia y querrías hasta haberla conocido. Me ha gustado mucho cómo la autora ha ido creando a alguien que evoluciona tan claramente, no deja de cambiar capítulo a capítulo. Está muy bien reflejada su evolución. Me parece el mejor acierto de esta novela, la construcción del personaje. 

"Cuanto más sola está una persona, menos capaz es de navegar por las corrientes sociales. La soledad va creciendo a su alrededor, como el moho o una piel, un profiláctico que inhibe todo contacto, independientemente de lo mucho que se desee ese mismo contacto. La soledad es acumulativa, se extiende y se perpetúa por sí sola. Una vez que se incrusta, cuesta un mundo desahuciarla..."

Es una novela llena de pequeños giros, pequeñisimos, en la trama, pero cada giro lo notas en cómo Eleanor va transformando su forma de estar en el mundo. 

No es una novela en la que ocurran grandes cosas, ni hay mucha acción, ni la gran intriga, no, es una novela "para adentro" que va fluyendo. 

La historia toca muchos temas, todos ellos en torno a los sentimientos: el valor de la amistad, la soledad, las relaciones familiares, las personas tóxicas. Temas desgarradores pero nunca de forma lacrimógena, todo lo contrario. No se recrea en lo horrible, nos lo ahorra, porque realmente no hace falta para que lo sintamos.

Toca temas muy importantes pero en un tono distendido, irónico, a veces jovial y a veces descarnado. 

Y cuando llegas al final de la novela y todos los interrogantes que ha ido dejando la trama se despejan, entiendes muy bien el título: "Eleanor Oliphant está perfectamente". Y parece mentira cómo Eleanor con todo lo que ha pasado puede estarlo, pero así es: "Está pefectamente".
  
"La última palabra. Con voz firme, mesurada, segura. No estaba triste. Estaba convencida. Y, por debajo, como un embrión gestándose, muy diminuto, apenas un cúmulo de células, con un latido tan pequeño como la cabeza de un alfiler, ahí estaba: Eleanor Oliphant..."

Si os apetece leer una historia de sentimientos, entretenida, y con personajes que se hacen entrañables os la recomiendo.


domingo, 23 de octubre de 2022

"Grecia. Viaje de otoño" de Xavier Moret

 


"Grecia. Viaje de otoño" de Xavier Moret: Este es un libro de viajes que he cerrado satisfecha. 

El autor vuelve a Grecia en otoño sin el miedo de no encontrar la Grecia que ya tiene conocida. Vuelve a sabiendas de todo lo bueno que el país le puede ofrecer. Y a través de sus palabras vamos recorriendo esas tierras en una época en la que hay menos turistas, pero siguen estando las mismas islas bellas y el mismo mar, mientras nos arropamos con la mitología y la leyenda. 

 

"-¿Sabes cómo descubrieron este teatro? -me pregunta un guía delgado y de pelo cano que se presenta como Yannis-. Lo encontró en el siglo XIX un doctor que recogía hierbas por el monte. Vio unas piedras nobles que asomaban y avisó a un amigo arqueólogo. 

Cuando excavaron, encontraron esta maravilla.

-Supongo que vienes a menudo aquí por tu trabajo.

-En la temporada turística, una vez a la semana desde hace 20 años -sonríe-. Cuando empecé estudiaba Historia en la Universidad y pensaba que sería un trabajo temporal, pero... -hace un gesto vago-. De todos modos me gusta subir aquí y ver el teatro enfocado hacia el valle sagrado del santuario dedicado a Asclepio. 

-El esculapio de los romanos.

Dice la leyenda que nació aquí -Yannis sigue con la mirada fija en el valle-. Cuando nació, engendrado por Apolo, perdió a su madre, Coronis; la mató un rayo, aunque hay quién dice que fue Apolo. Cuando Coronis iba a ser incinerada Apolo salvó a Asclepio de las llamas y lo llevó al monte Pelión, donde fue amamantado por las cabras y donde el centauro Quirón lo instruyó en el arte de la curación y la caza.

-Hay una clinica que se llama Quirón en Barcelona.

-Los nombres griegos siempre quedan bien a la hora de vender..."

 

Es un libro interesante y ameno.

Una parte de mí se lamentó por no haberlo leído antes de mi viajecito a Grecia de este verano. Otra, mucho más práctica, se alegró de leerlo teniendo frescas en la memoria un sinfín de imágenes de la Grecia que yo he conocido. Ojalá en mi periplo yo hubiera visitado tantos lugares como cuenta este libro, pues ha conseguido que aún crezcan más en mí las ganas de volver a otros parajes mucho menos conocidos.

 El autor nos lleva a Micenas, Olimpia, Meteora, Santorini, Míkonos, Delfos, Rodas, Salónica, Ítaca, Macedonia, el Monte Athos y, Atenas. 

Y lo hace contándonoslo con un ritmo suave, que va fluyendo, y que hace que el lector sienta que casi va paseando con él, a su lado, donde se nos va ocurriendo sobre la marcha, charlando con unos y con otros.

Alguna vez en la vida me gustaría viajar así, pensando el día anterior para donde te apetece dirigirte. Dejando que abran para ti hoteles que están cerrados. Parando donde quieres y el tiempo que quieres, en un tiempo sin prisa, fuera de temporada por completo. Quizá por ello hay un poso de soledad entre sus páginas. 

 

"-Esto ha cambiado mucho -añade-. Los monjes son ahora más jóvenes y más conformistas. Pero antes eran así, con un punto de inconformismo que era lo que les llevaba a vivir al margen de la socidad.

Nos levantamos tarde si se tienen en cuenta los horarios de Athos, a las 7 de la mañana. Los monjes están rezando y tardarán un buen rato en desayunar. Ya que tenemos la suerte de estar cerca de Kariés, salimos del monasterio, desayunamos en la panadería del pueblo y vamos a la casa del monje Anastasis, donde prosigue la fiesta de san Juan Bautista. ..."

 

 El autor habla con lugareños que suelen ser amables y cuentan su vida y la vida en general de donde viven, de forma tranquila, conversando con el viajero. En este libro el fantasma de la crisis griega está muy presente y sale a menudo.

 

"De regreso al hotel, Vasilis me recibe con su habitual sonrisa e insiste en obsequiarme con una visita comentada de la fotos y retratos de familia que decoran la sala principal.

-Este es el abuelo de mi esposa, el que fundó el hotel -señala un hombre bigotudo vestido de militar-. Lo hizo cuando la otra crisis, la de 1929.

Me hace gracia lo de "la otra crisis". Por lo visto, hay gente que mide el paso del tiempo por las crisis que nos caen encima.

-¿Y cómo va la crisis actual?, le pregunto.

-Es muy dura -Vasili entristece el tono-.Los periódicos publican artículos sobre macroeconomía, pero lo grave es que la gente lo está pasando mal.

-Vosotros tenéis suerte de tener el hotel -comento.

-En verano va bien porque vienen muchos turistas, pero cerraremos dentro de unos días cuando acabe la temporada.

-¿Y por qué no lo mantenéis abierto todo el año?

-En invierno las islas se quedan vacías. Mi mujer y yo nos vamos a Atenas, aunque la verdad, tengo tan poco trabajo que me estoy planteando vivir en Naxos una parte del año. Así entraría más dinero en casa. "

 

Pero también es un libro donde inevitablemente el autor, a propósito de los lugares que visita, nos habla de mitología y dioses. Y por supuesto su peso es mayor cuando viajamos de su mano a Delfos, la Acrópolis de Atenas, o Micenas en el Peloponeso. O nos impregna de la espiritualidad de los Monasterios griegos en Meteora o Athos.  Pero también nos cuenta muchas curiosidades como cuando nos habla de la isla de la que se enamoró Leonard Cohen y de su casa encalada. O nos habla de otra isla menos conocida, Skopelos, donde se rodó la película Mama Mía. O de otra isla, Spetses, donde los británicos escribieron importantes novelas...

Estoy escribiendo esta reseña, y me apetecería volver a leer este libro. Porque los detalles ya se me escapan, que lástima.

Os transcribiría muchos parajes pero la reseña sería demasiado larga. Es un libro que se lee muy bien, porque hay muchos diálogos salpicando la prosa. Eso hace que el ritmo sea ágil. Las descripciones son muy visuales y te llevan en volandas a los paisajes de olivos y el mar azul. Tan pronto te dejan en una de sus legendarias ruinas como te sitúan con los pies al borde de un acantilado en una de sus islas. Y además te van contando detalles curiosos o históricos.

En fin. Yo lo leí porque lo vi recomendado en la revista de viajes Taveller. Y estoy muy de acuerdo con ellos. Si os apetece saber de Grecia, yo creo que este libro os podría agradar bastante.

 

 

martes, 6 de septiembre de 2022

"La trenza" de Laetitia Colombani - Reseña Literaria

 

 

"Nadie es joven después de los cuarenta" recuerda esa frase de Coco Chanel que leyó en una revista que cerró acto seguido. No esperó a ver la continuación: "Pero se puede ser irresistible a cualquier edad".


Confieso que este libro lleva esperándome en mi ebook desde ni sé cuando. Y yo sabía que estaba ahí sin embargo, no tengo ni idea de por qué no me decidía a empezarlo.

El otro día hablando con una amiga de libros salió a relucir de nuevo. Mi amiga me lo aconsejaba (¡ay Julia! cuántas lecturas jugosas te debo ya) y al final le di prioridad.

Me ha gustado mucho. Y sé que en otro momento no me hubiera gustado. Pero, así es ésto de las lecturas. Tiene que llegar la historia en el momento oportuno, no en otro y así es cuando la puedes saborear tanto como merece.

Tenemos tres personajes femeninos principales: Smita, Giulia y Sarah. Cada una tiene su propia historia que nos van a ir contando mientras se alternan en tomar el protagonismo en la voz narrativa. De este modo parece que tenemos tres relatos, tres historias aparentemente sin conexión.

A mí no me gusta contar mucho de los libros, me da miedo destriparlos. Del mismo modo, me gusta zambullirme en una novela o un relato sin apenar leer la sinopsis, ni que nadie me diga mucho. Por eso no quiero contaros demasiado.

Es una novela corta y ágil. Está estructura en capítulos cortos, cada uno encabezado por el nombre de la protagonista, que se van a ir alternando. Esta forma de estructurarlo tiene su por qué, al igual que el título. Nada es azaroso aquí. 

Un nombre, un lugar, una historia.

Cada historia está contada en primera persona, y ambientada en la actualidad pero en un lugar geográfico muy diferente. Smita nos cuenta su vida desde la India, Giulia desde Sicilia y Sarah desde Montreal. Y al contarnos sus vidas nos están reflejando la sociedad en la que están, su lugar en esa sociedad, así como los parámetros que la rigen.

"... cuando se nada entre tiburones, más vale no sangrar."

Sin embargo todas tienen algo en común, son mujeres valientes que han decidido cambiar el rumbo de su vida ante una contigencia fortuita que no esperaban pero las hace reaccionar. Ese es el tema de La trenza, tomar las riendas de nuestra vida, darle una vuelta, convertirnos en protagonistas de ella y luchar por lo que nos conviene. Es una novela con mucha esperanza.

La autora utiliza una prosa sencilla pero dulce, es agradable leerla, ir descubriendo gracias a sus palabras certeras cómo van discurriendo las tres historias, cómo tenía un sentido contarlas de este modo.

Ya os lo decía, no quiero contaros mucho. Y no debo hacerlo porque la novela es corta pero, al mismo tiempo, su sombra es larga y el poso que te deja profundo. 

Merece mucho la pena leerla. 

"Quien salva una vida, salva el mundo entero"


viernes, 19 de agosto de 2022

Trilogía de Susana Rodríguez Lezaun: "Sin retorno", "Deudas del frío" y "Te veré esta noche". Reseña Literaria

 

Teneis que perdonarme pero en el verano no hago mucha carrera de mi vida literaria.

Leer, leo, como siempre, todo lo que puedo. Pero ya reseñar o escribir... me cuesta más. Pero, también como siempre, aquí estoy dispuesta a ponerle remedio.

Los últimos libros que me he leído son la de autora. Susana Rodríguez Lezaun.

Yo me había leído "Piel de Lobo" que lo tenéis reseñado aquí, y me gustó mucho. Me pareció una novela muy amena, de las que te atrapan. 

Por eso, como era verano, e iba andar de acá para allá, me apetecía algo que me engachara pero no fuera muy profundo, así que me decidí por la trilogía de esta autora que se compone de los siguientes títulos: "Sin retorno", "Deudas del frío" y "Te veré esta noche". Que, como vereis en la foto que encabeza esta entrada, se han convertido en una serie de televisión.


Las tres novelas están ambientadas en Navarra y en la actualidad. 

Son de género policíaco. Y aunque tienen una trama principal, que es la historia de amor entre el inspector David Vazquez e Irene Ochoa, paralelamente cada una de ellas tiene su propia trama policial de asesinatos. Ambas historias, ambas tramas, van avanzando de forma paralela de forma regular y compensada. Hasta la tercera novela en la que hay muchas más páginas dedicadas al esclarecimiento de la desaparición que nos ocupa que a la historia de David e Irene. También de forma paralela, eso incide en que los lectores vayamos perdiendo la posible empatía que sentíamos en las dos primeras novelas por la protagonista.

Pero vamos a ir concretando. En lo que se refiere a los argumentos, os cuento en pocas líneas solo para poneros en antecedentes:

 

 

En la primera de ellas "Sin retorno", que se publicó en el año 2015 y está ambientada en el Camino de Santiago, el inspector investiga unos asesinatos "en serie" de varios peregrinos en Roncesvalles. Ahí conoce a la protagonista, Irene Ochoa, porque su marido muere en el incendio de su casa. 

 

 

En la segunda de ellas, "Deudas del frío", el inspector tendrá que investigar el asesinato de Jorge Viamonte, el presidente del Banco Hispano-Francés, en un barrio suburbial de Pamplona. Aquí el argumento toca el tema de la corrupción y crisis económica. Paralelamente sigue el romance entre los dos protagonistas y la propia trama de asesinatos que envuelve su relación.

 

 

Y en la última de esta trilogía "Te veré esta noche", a Vazquez le toca investigar la desaparición de la familia de Raquel Gimero, que despierta sola en el coche familiar mientras que tanto su marido, como su madre y sus hijos han desaparecido sin dejar rastro. Por su parte también se ha esfumado Irene Ochoa acusada de varios crímenes...


Así que yo, que me he leído las tres novelas seguidas, no he parado de decubrir y descubrir cadáveres. 

Son novelas con un ritmo ágil, y de fácil lectura. Aunque, lo malo de leer varios libros de la misma autora es que uno tiende a comparar. Y tengo que decir que me pareció más redondo el libro que me había leído previamente de ella, el de "Piel de Lobo" que éstos. Lo que por otra parte no tiene nada de raro, puesto que el primero que yo me había leído lo había escrito después, con lo cual está claro que ha avanzado en su escritura y está muy, muy, trabajado.

Aún así, si os gusta la novela policíaca, yo os animo a empezar por el primero y ya veis. En general, como os decía, tienen buen ritmo y los personajes principales, que no son demasiados, están bien perfilados, bien caracterizados. Además hay en ellos una evolución clara, sobre todo en el personaje principal femenino, en Irene. Por otra parte, creo que las tramas están resueltas de forma un poco rápida en comparación con lo detallado que está lo anterior. Los finales resultan algo abruptos. Y que, en el caso de la tercera novela, he pensado que le sobran algunas páginas. Sí, puede ser también que sea porque me las he leído una detrás de otra, pero creo que no, creo que podría haber sido aún más ágil.

Pero, en general, son novelas policíacas que tienen buen ritmo. Pasan muchas cosas. Están escritas con detalle y de forma cuidada. Y tienen bien dosificada la intriga, de tal modo que te atrapan y quieres avanzar y avanzar para descubrir el desenlace. 

Yo, desde luego, pienso seguirle los pasos a esta autora y leerme sus próximos libros. Y sé que hay uno por ahí que se me ha escapado...


"101 curiosidades del Madrid de los Borbones" de Ángel Sánchez Crespo

 


Siempre me gusta mucho leer libros sobre Madrid. 

Son éstos, más los ensayos sobre literatura o similares o los libros ilustrados, los que siempre me termino comprando en papel. Mientras que las novelas las suelo leer en el libro electrónico, porque si no, como me decía mi madre, me tendré que ir de casa un dia para dejarle sitio a los libros.

Os quería contar que hablando de los de Madrid, siempre tengo alguno al retortero, el último que he alternado con la novela que me estaba leyendo, ha sido "101 curiosidades del Madrid de los Borbones". 

Cómo podéis imaginar el libro, de 266 páginas, nos cuenta de ese Madrid que fue creándose mientras reinaba la dinastía de los Borbones, a raíz de la muerte de Carlos II el Hechizado, el último Austria que reinó. Por lo tanto es un libro donde se va relacionando la historia de ese período con Madrid y su transformación.

Está dividido en diez capítulos que se van correspondiendo con los cambios políticos que hubo entonces: Felipe V, Fernando VII, Carlos III, Carlos IV, José I, otra vez Fernando VII, Regencia de María Cristina y reinado de Isabel II, Amadeo de Saboya y la I República, Alfonso XII y el último: Regencia de María Cristina y reinado de Alfonso XIII. 

 Dentro de cada uno de sos capítulos nos va contando algunos hitos históricos, arquitectónicos, literarios, sociales y demás que son más significativos de ese tiempo.

También atiende a las personas  y nos habla por tanto, no solo de Reyes, sino también de otros ilustres del momento o personajes famosos por alguna razón aunque sea por haber sido un bandolero como Luis Candelas o la primera estafadora piramidal, Baldomera Larra, hija del escritor Larra, a quién por cierto le dedica otro capítulo con motivo de su sonado suicidio. Aunque además, aborda, por supuesto, la creación de importantes instituciones como la Real Academia de la Lengua, la Real Fábrica de los Tapices, el primer Jardín Botánico... o la Institución Libre de Enseñanza. O incide en edificios emblemáticos por otras razones como la Puerta de Alcalá, la Almudena, y esos otros que volvieron a Madrid una ciudad mucho más bella en su fisonomía.

Es un libro muy ameno, escrito a modo de pequeñas píldoras encabezadas por una ilustración.

Está escrito, ya lo veis, de forma cronólogica y es muy fácil de leer y de seguir. Muy instructivo, pero no sesudo ni demasiado profundo. Es divulgativo, para que conozcamos hechos importantes, o si ya los sabíamos para que los recordemos, como por ejemplo la llegada del cine, el metro, los táxis. O también nos cuenta importantes reveses como la gripe del 1918. 

De vez en cuando tengo que volver a estas lecturas, porque yo no sé si os pasará a vosotros, pero pasado un tiempo se me empiezan a olvidar datos o detalles, y empiezan las dudas. Así que tengo que refrescar la memoria a menudo. Cada vez más a menudo... 

Este libro me lo estuve leyendo en julio, y ganas me dan de volvérmelo a leer otra vez. Buf, las cabezas... Ojalá tuviera más memoria.


sábado, 11 de junio de 2022

"Las herederas de la Singer". Ana Lena Rivera. Reseña Literaria

 


Tiene una portada preciosa la novela ¿verdad? Al menos para los que ya vamos teniendo una edad. 

Es una portada tremendamente evocadora. ¡Cuántas veces no habré visto yo a mi madre delante de la máquina de coser Singer! cuando yo era muy pequeña. Después la guardó en uno de esos muebles que se hacían para tenerla tapada. Modas...Y más tarde se arrepintió de haberla guardado ahí... No me acuerdo qué fue de aquella máquina, ahora que lo pienso cuánto me gustaría conservarla en casa. Todavía puedo escuchar aquel traqueteo.

En fin...

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Ana, 2019

El primer recuerdo de la vieja Singer que me viene a la cabeza es del día que murió Franco. Me levanté antes que de costumbre por el trajín que se oía en nuestro pequeño piso a las afueras de Oviedo, pero no fui al colegio. Mi padre tampoco acudió a trabajar. Tengo grabada en la memoria su imagen mientras fumaba un puro frente al televisor. Se había servido una copa de coñac, como la que se bebía en la sobremesa de los domingos. La radio sonaba en el cuarto de costura, donde me encontraba con mi madre y con la abuela Aurora, las tres solas, porque aquel día las aprendices de modista no llegaron.

Mi madre estaba nerviosa y de mal humor.

«Este hombre nos va a traer problemas. ¿A quién se le ocurre? Con lo que huelen los puros», la oí decir por detrás del petardeo arrítmico y suave de la máquina de coser de la abuela, que debía de volver locos a los vecinos. Tenían que entregar cuatro vestidos para una boda de postín, que se iba a celebrar nada menos que en el hotel de La Reconquista, icono de la elegancia en Oviedo por ser el único cinco estrellas de la ciudad. En pleno diciembre. El padre de la novia estaba enfermo de cáncer y temían que no pudiera asistir si esperaban al verano. La primera prueba la tenían apalabrada para cuatro días después.

 (...)

Pues la novela a mí me ha parecido tan atractiva como su portada. La he disfrutado mucho. No podía dejar de leerla hasta que no la he terminado. 

La autora ha aparcado la novela negra y se ha zambullido en una saga familiar de lo más interesante.

En esta novela se encierra la historia de cuatro generaciones de mujeres. La bisabuela Aurora, la abuela Águeda, la madre Ana y la hija Alba. Todas por "A". Cuatro generaciones de mujeres luchando siempre por encontrar su lugar en el mundo, aunque a cada una las tocó un tiempo de vida muy, muy diferente. Distintas Españas. Otros años, otros problemas. Pero gracias a las cuatro historias vamos recordando la historia en mayúsculas de nuestro país: la guerra, la postguerra, la transición, la democracia, el momento actual con su pandemia. Y, en consonancia, se refleja la evolución de la sociedad española. Por poner un ejemplo me ha parecido muy interesante la visión de la llegada de la menstruación en dos de los personajes según la época que estábamos atravesando. Cómo ha cambiado la vida, menos mal.

Arranca la novela con la vida de Aurora, más o menos en el 1938, y termina en la actualidad, pasada la pandemia. Ese es el lapso temporal que abarca la historia completa. Y en el espacio geográfico salta de Asturias a Madrid constantemente, pasando por Sevilla. 

Y ahora que tenemos las coordenadas espacio-temporales, no os creais que la historia va discurriendo linealmente. No, nada de eso. La autora ha sabido imprimir muchísimo ritmo a lo que cuenta, troceando las biografías de las cuatro protagonistas en pequeños fragmentos que nos va describiendo alternando protagonistas y tiempos verbales. Y, en mi opinión, lo ha hecho muy bien. Es muy dinámica, pero no te pierdes en ningún momento. Encabeza cada fragmento con el nombre y una fecha. Vamos, cómo para perderse... Y después, te narra aquel episodio de su vida. Así que la historia se rompe, se adelanta, se atrasa, y esto agiliza mucho la narración y la lectura. Pero siempre conservando la dosis de intriga de cómo los personajes llegaron a ese momento que nos anticipan. No es una novela nada previsible.

La Singer es el hilo conductor, el hilo que va uniendo a las cuatro historias como si las cosiera las unas a las otras...

Los temas que se abordan en la novela, dado el período temporal tan amplio que abarca, son múltiples: la guerra,la postguerra y sus desastres: el hambre y el abuso de poder. Las tradiciones, las costumbres, el machismo. Las relaciones sexuales. La maternidad. La enfermedad. La homosexualidad. Muchos temas. Pero en definitiva todos se resumen en la lucha por la supervivencia de unas mujeres fuertes. 

En cuánto a la forma de escribir, la novela está escrita con una prosa sencilla pero al mismo tiempo rica en acciones, en sucesos, muy bien descritos. Pasan muchas cosas en esta historia, y claro eso la hace muy entretenida. Cosas buenas y cosas malas, que la autora sabe cómo contar en su crudeza, llegando hasta el lector, conmoviendo. Y cómo decía antes sin crear una historia previsible, todo lo contrario. Además, la autora es virtuosa con los diálogos. Toda la novela está salpicada de ellos y eso hace que la historia cobre velocidad y que puedas ver a los personajes hablando, moviéndose, gesticulando... Los personajes, la mayoría femeninos, están bien perfilados. Son personajes poliédricos, con aristas. Tanto los personajes principales como los secundarios. Los hombres tienen su importancia pero realmente los que brillan son los personajes femeninos. No hay mujeres malas ni buenas, hay mujeres de carne y hueso que yendo a contracorriente siguen avanzando, creciendo, luchando. 

Merece la pena la novela.


jueves, 26 de mayo de 2022

"Todo lo carga el diablo" de Benjamín Prado

 


"—Quiero que siga su rastro, dé con ella, averigüe su historia, me la cuente y después la olvide —dijo.

Era un hombre de edad indeterminada, una de esas personas que han dejado de ser jóvenes pero resulta difícil calcular desde hace cuánto tiempo. Todo en él, de su manera de hablar a su forma de mover las manos igual que si dirigiese una coreografía o una orquesta, daba una impresión de elegancia y teatralidad, creaba a su alrededor un ambiente que envolvía y alteraba de algún modo los lugares en los que se encontrase y a las personas con quienes estaba, como los caballos de la policía montada parecen cambiar de siglo la calle por la que pasan. Los clientes del restaurante en el que me había citado lo miraban con curiosidad, tal vez porque tenía esa forma de llamar la atención que consiste en mostrarse indiferente a todo lo que te rodea, de modo que los demás reparen en ti por lo que no haces o no dices, lo mismo que alguien que no se despierta a causa de un ruido, sino porque hay demasiado silencio en la habitación."



Terminé de leer esta novela de Benjamín Prado hace ya un mes y no había encontrado el momento, entre ocupación y ocupación, de hacer una pequeña reseña sobre ella. 

No quiero dejar de hacerlo, aunque tenga que limitarme a hacerla quizá más corta de lo que debería pero la falta de tiempo no me deja hacerlo mejor. 

Bueno lo importante es dejar reseña de este nuevo caso del protagonista de estas novelas: Juan Urbano, un maestro de instituto que además escribe novelas. Yo ya me había leído "Mala gente que camina" que en su día me gustó mucho. Y ahora le tocaba el turno al quinto caso.

Está ambientada en los últimos tiempos de la República en España y los años siguientes. Y eso fue precisamente lo que más me atrajo cuando supe de ella. Me gusta mucho el ambiente cultural que se respiraba en nuestro país en los años 30, el ambiente de la Residencia de Estudiantes y de Señoritas del centro de Madrid. Y me gusta saber de las mujeres que vivieron en aquel tiempo. De las que supimos su destino y también de las que  no se volvió a saber o se supo poco a partir del fin de la Guerra Civil. Eso me impulsó a adelantar en la fila de las novelas pendientes a ésta titulada "Todo lo carga el diablo" en cuánto supe de su existencia. Temporalmente la novela empieza en la actualidad, después nos vamos, ya os digo, a los tiempos de la República, y después vamos a ir avanzando atravesando la dictadura hasta llegar de nuevo a nuestros días. Abarca un período largo e interesante de tiempo.

En esta novela hay un doble argumento. Por un lado se alude a la historia sentimental de Juan Urbano con una mujer. En mi opinión este hilo argumental tiene poco peso, a mí me ha resultado poco interesante. Y luego está el argumento principal, que nos cuenta cómo Juan Urbano recibe el encargo de buscar a la madre desaparecida de un hombre que se presenta ante él con estas palabras: «Quiero que siga su rastro, dé con ella, averigüe su historia, me la cuente y después la olvide.» Un muy buen arranque. A medida que nuestro protagonista se va involucrando en la búsqueda nos va desvelando  la historia de tres jóvenes deportistas que fueron campeonas olímpicas en los años 30. Hablamos de Margot Moles y Ernestina Maenza, personajes de carne y hueso que en la Alemania nazi participaron en unas Olimpiadas de Invierno, y a quiénes apenas se recuerda. La protagonista de la novela, es otra de ellas Caridad Santafé cuya vida va cambiando drásticamente hasta que no se vuelve a saber más de ella. Este personaje es de ficción.

Es una novela donde el tema nos lleva a biografias truncadas y manipuladas. Nos lleva a muchos escándalos médicos como los que afectaban a la industra farmaceutica en temas tan penosos como el de la poliomielitis que sufrieron, lamentablemente, tantos niños de entonces. 

 Los personajes de esta novela evolucionan con el tiempo. Eso está bien, se les visualiza cambiando a medida que los acontecimientos históricos y personales los van influyendo.

El estilo de Benjamín Prado en estas novelas es ágil, es entretenido. La lectura es amena, interesante. Yo he disfrutado tanto leyendo ésta, que me la leí volando, como lo hice con la de "Mala gente que camina". Es cierto, como os decía, que es un tema que me parece muy instructivo, muy interesante, y eso claro ayuda mucho. También es verdad que la opinión del autor siempre está presente pero, independientemente de que estés de acuerdo o no con él, a mí me ayuda a buscar por mi cuenta más documentación sobre estas cuestiones para profundizar en lo que quiero aprender o saber. 

Disfruto con la prosa de Benjamín Prado porque, lejos de ser plana, suele estar cargada de aforismos, de lenguaje coloquial y en algunas ocasiones hasta tiene también momentos líricos. Es una prosa, que aunque es directa, no deja estar enriquecida literariamente. Tiene muchas citas literarias y del cine. Es muy variada, tiene mucho de mezcla, es rica. 

Si tenéis interes por estos temas yo os animo a leerla.



viernes, 15 de abril de 2022

"Violeta" de Isabel Allende. Reseña Literaria

 


 

El destierro
(1920 - 1940)

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Vine al mundo un viernes de tormenta en 1920, el año de la peste. Esa tarde de mi nacimiento se había cortado la electricidad, como solía suceder en los temporales, y habían encendido las velas y lámparas de queroseno, que siempre mantenían a mano para esas emergencias. María Gracia, mi madre, sintió las contracciones, que tan bien conocía, porque había parido cinco hijos, y se abandonó al sufrimiento, resignada a dar a luz a otro varón con ayuda de sus hermanas, quienes la habían asistido en ese trance varias veces y no se ofuscaban. El médico de la familia llevaba semanas trabajando sin descanso en uno de los hospitales de campaña y les pareció una imprudencia llamarlo para algo tan prosaico como un nacimiento. En ocasiones anteriores habían contado con una comadrona, siempre la misma, pero la mujer había sido una de las primera víctimas de la influenza y no conocían a otra.

 

Llevo un par de días escuchando en casa un murmullo.

Es apenas audible pero, si bajo la voz de la radio o dejo de hacer ruido con cualquier electrodoméstico, se podía escuchar nítidamente. Suena a crujido de hojas, a deletreo en voz baja, a lectura compartida y admiración. 

Una noche presté atención y escuché claramente una palabra: “Violeta”.

Y lo comprendí todo.

Tengo ordenados los libros por autores. Me consta que son más felices así.

Cuando leo a un autor que me llena, tiendo a volver a leerle. Sigo sus huellas, o en los siguientes libros que publique o rastreando su paso por los ya publicados. Me gustan las historias y los argumentos, pero sobre todo disfruto con ciertas formas de narrar. En ocasiones, me engatusan ofreciéndome un secreto, un misterio e incluso un crimen dormido. En otras ocasiones me dejo llevar por las formas de contar embaucadoras, las que apelan a los sentidos, las que diseccionan sentimientos, las que me mueven por dentro.

Y eso es lo que me ocurre con Isabel Allende. Desde que, hace ya muchos años, leí “La casa de los espíritus” me hice devota de sus frases y su realismo mágico, de sus personajes y sus vidas ricas en aventuras y sentimientos.

Mis libros de la Allende sabían que llegaba un nuevo compinche. Saben cuándo voy alcanzando las últimas páginas del libro que estoy leyendo. Son listos y perciben mi inquietud, esa mezcla de alegría y tristeza que a uno le embarga cuando está terminando de leer una historia que está disfrutando. Entonces ellos, en su balda, estiran sus tapas, como si fueran sus brazos, y ahuecan sus páginas para hacer sitio a su lado. El hueco en mi librería es un bien escaso. Se agitan, se remueven inquietos, esperando que la última novela de Isabel Allende, ocupe su lugar junto a ellos.

Mientras, ajena a su zozobra, yo la he disfrutado mucho. He recorrido junto a su protagonista un periodo de tiempo que abarca cien años, desde 1920 a 2020, desde la pandemia española a la del COVID. Y geográficamente he brincado por sus páginas desde Chile hasta Noruega, pasando por Argentina, Miami, Las Vegas, California y hasta casi África. Dadas sus coordenadas espaciotemporales asistiremos, entre sus líneas, a grandes acontecimientos históricos: La depresión del 1929, la II Guerra Mundial, la dictadura de Batista, la lucha feminista, el apogeo de las drogas, los desaparecidos de Chile y Argentina, el exilio...

Contada en primera persona, la autora nos presenta a una protagonista, “Violeta”, que va narrando su propia vida a “Camilo”, que ya vislumbraremos quién es. Es una biografía, de género epistolar, donde esa voz en primera persona, tiene la virtud de implicarnos totalmente en la historia y sus personajes. Muchos personajes y muy variados, es cierto, pero tan bien perfilados que no te cuesta recordarlos, aunque reaparezcan de nuevo al cabo de muchas páginas: mejores y peores amantes o compañeros sentimentales, madres fuertes, amistades de por vida, padres ausentes.

La autora nos ha vuelto a regalar una historia que tiene un ritmo muy ágil, porque el destino zarandea a la protagonista y el resto de los personajes con muchas aventuras. Pero la historia fluye sola, va saltando de un lugar a otro, recorriendo de forma líneal su tiempo y no permitiéndote escabullirte si no es de su mano. La autora nos regala un argumento rico en sucesos, donde conoceremos a personajes carismáticos y tan entrañables como ya nos tiene acostumbrados, mientras salpica sus vidas con amores pasionales, ausencias dolorosas, avatares políticos e históricos.

Amores, erotismo, historia, política, lesbianismo, violencia, justicia, sufragio femenino... mujer. La novela toca múltiples temas, aunque más que nada es un homenaje a la mujer. Un homenaje al papel que ha tenido que recorrer en los últimos cien años. Pero ello la autora ha estructurado su novela en cuatro grandes bloques: Exilio (1920-1940), Pasión (1940-1960), Ausencia (1960-1983) y Renacimiento (1983-2020). 

 

Es cierto que no es la novela de Isabel Allende que más me ha gustado, porque para mí "La casa de los Espíritus" o "El amante japonés" son irrepetibles. Pero tampoco me ha parecido de las más flojas. “Violeta” tiene el suficiente peso argumental, la suficiente profundidad y aristas en sus personajes para que permanezca en la memoria mucho tiempo.

Señora Allende, creo que me he leído todas sus novelas, o casi todas, y ya deben andar cerca de la veintena, pero aquí me deja esperando, con paciencia, la próxima.

Mis libros, al escucharme, mientras hacían hueco a "Violeta", han aplaudido moviendo sus páginas ruidosamente.  

 

 

#RecomiendaunLibro.