Qué dificil es tener la vida ociosa ordenada.
No sé si os pasará a vosotros. Pero a mí me cuesta Dios y ayuda. O Probablemente lo que ocurre es que debería abandonar esta manía del orden. Me gusta tener ordenadas las fotos que hago, reseñados los libros que leo, escritos los relatos que tocan, confecciondas las entradas que correspondan del blog... En fin, para qué seguir, si la vida de pronto toma carrerilla y parece que va cuesta abajo y que tú tienes que ir corriendo detrás de ella para vivirla, como para andar ordenando nada ¿No creeis?
Bueno, el caso es que yo me terminé "Las formas del querer" de Inés Martín Rodrigo y no os había comentado nada de ella.
Y me gustó. Leer esta novela me pareció como ir sumergiéndote en la vida de una persona, en la de su familia, e ir flotando con ellos, entre ellos, un tiempo. Yo lo sentí así. Pausada pero fluyendo. Agradable de leer, aunque a veces sea duro lo que cuenta.
Pero vamos por orden. Le otorgaron el Premio Nadal, eso para mí ya es síntoma de que puede estar bien. Tengo consideración por este premio de novela, para mí tiene un prestigio.
El argumento cuenta que la protagonista, Noray (un nombre que me ha parecido muy original y me ha gustado por la carga simbólica que encierra) nos va contando su propia historia a medida que la va escribiendo, la historia de su familia y la suya. Se trata de una escritura terapéutica. Pasados unos días, y ciertos acontecimientos, su chico la va leyendo, mientras ella está en una cama de hospital. Esto es el argumento a grandes rasgos.
Está ambientada en España, y abarca un período de tiempo que comprende desde la Guerra Civil hasta la actualidad.
En la novela se abordan algunos temas muy importantes: La salud mental, la homofobia, malos tratos, trastornos alimenticios, la emigración, ETA... muchos, pero revoloteando sobre todos ellos: el querer.
Los personajes están bien caracterizados. Tienen un perfil psicológico y un perfil físico bien definido y los ves moverse. En general los personajes femeninos tienen más peso en la historia: La abuela Carmen, adorable, La Trini, que vive con otra mujer en los tiempos en que estaba peor visto, la vecina Mari Miura que habla demasiado o Filomena, que ama los libros, y cuya biblioteca es tan importante para la protagonista. Los personajes femeninos son más fuertes, más interesantes que los masculinos.
Es una novela muy introspectiva, aborda los miedos, las inseguridades, se recrea en los recuerdos y eso imprime a la narración muchos momentos intensos. Es una historia que habla de las distintas formas de querer que existen, y las representa en las distintas parejas, sin distinguir sexo, que tiene la novela. El amor casi perfecto de sus abuelos, el amor lésbico de Trini, el amor pasional, al principio, de sus padres, el amor por los amigos... Hay muchos tipos retratados en la novela.
También es cierto que, formalmente, yo hubiera escrito algunos párrafos de otra forma. Hubiera repasado más el lenguaje utilizado, las redundacias que se podían haber evitado, caer en algunos lugares comunes... Detalles de la expresión escrita los hubiera pulido más. Pero en general es correcta la prosa, y se intensifica dónde se tiene que intensificar.
También hay en este libro un apartado para las lecturas que, de forma sutil, trata la autora como a Joan Didion ("El año del pensamiento mágico") que te dejan con ganas de conocer y leer:
"Nos contamos historias a nosotros mismos para poder sobrevivir". Joan Didion
Ésta es una novela que nos habla de las cicatrices que te van dejando, a lo largo de la vida, las desgracias, las ausencias, los sinsabores, pero sobre todo nos habla de la superación, de la supervivencia.