Llevaba tiempo queríendome leer la novela de Luisa Carnés "Tea rooms", había oído hablar de ella en varios sitios: la vida laboral de unas empleadas de un salón de te de Madrid a mediados de los años 30. La escritora formaba parte de la Generación del 27, pero a la que apenas hemos conocido, cuánto menos estudiado. Cuando se pronto vi que se estrenaba una obra de teatro dirigida por Laila Ripoll a partir de esta obra. ¡Un punto!
Después vi que la iban a estrenar en la sala Jardiel Poncela del Teatro Fernán Gómez de Madrid. En esa sala he visto obras que me han encantado como "Cuando caiga la nieve", "El niño y la bestia" de Elvira Lindo, "Los Hermanos Machado"... Sin contar las que he visto en la sala grande que también me han gustado mucho: "Verano", "Crimen y telón" de Ron Lalá... por decir alguna. Total que ¡dos puntos!
Y compré las entradas.
Si luego vas al teatro y nada más entrar en la sala te encuentras con esa ambientación tan lograda, tan detallada. Si te recibe ese aroma a vainilla inundando la sala y la visión de esas bandejas de pasteles que se te hacía la boca agua solo con mirarlas... ¡Tres puntos!
Ya solo quedaba que saliera al escenario Paula Iwasaki representando el papel de Matilde y comenzara a contarnos su historia con ese tono casi confidencial... Y nos hablara de la escalera de servicio, de las 21 pesetas que pagan por una semana de trabajo y de que a las mujeres humildes no les gusta el verano porque se ven más los remiendos del vestido. Una prosa llenita de detalles.
Me ha gustado mucho esta obra.
Creo que está muy bien ambientada, muy bien contada. Es una obra muy delicada donde, en mi opinión, las actrices son muy creíbles, muy naturales.
Paula Iwasaki (Matilde) ; Silvia de Pé, (Teresa, la encargada); María Álvarez (Antonia); Carolina Rubio (Laurita); Elisabet Altube (Trini) y Clara Cabrera (Marta).
Creo que acerté con esta elección para celebrar el Día Mundial del Teatro.