Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

sábado, 19 de abril de 2025

El Cristo de los huevos de Madrid

 


Y le dije a la Mila que nos acercáramos a ver al Cristo de los Huevos y que luego una buena torrija. Y ella que me mira con ojos espantados y me salta que no me tenía por tan deslenguada, y para más inri ¡piripi! y que con el cariño que siempre me tuvo ¡había que ver cómo me había vuelto! Resumiendo: que la llame solo para planes como ¡Dios manda! “Pero ¿Y esto que es? ¿Pues no te comenté ayer que estaba pasando las de Caín y que mejor saliéramos a merendar? Y me respondiste que antes la obligación que la devoción, que me iba a sentir mejor… Pues eso te propongo pasar primero por el Cristo de los Huevos que nos pilla de paso y así le rezas, sobre todo tú, que sé que tampoco te vas a quedar tranquila si por acompañarme no te acercas, siendo los días que son...”

¡Ni terminar me ha dejado! otra vez ha empezado con la matraca de que si encima con recochineo, que cómo me gusta poner el dedo en la llaga, que no respeto sus creencias, que la traigo por la calle de la amargura, qué menudo calvario de vecina, y va y cierra la puerta. ¿Cómo? A todo esto, yo, aguantando de pie derecho el sermón de la Mila, en el rellano también, abriendo mi puerta, sin saber ni qué relataba porque me urgía entrar en casa para poner en agua el bacalao. Pero no contenta con el responso, sin decir hasta luego siquiera, va y me cierra la puerta en las narices. ¿Será posible? Pero claro ni pararme quise porque me corría prisa lo del potaje.

Pero ¡ay! una vez que lo hilvané en un santiamén de pronto caí en el guiso sí, pero en el que se estaba haciendo la Mila en su cabeza, así que dejé el tinglado cociendo muy lentito, y con las mismas, abrí otra vez mi puerta y toqué a la suya y nada más abrir la espeté: “Pero tú ¿¡Qué potaje te estás haciendo en la cabeza?!”  Y sin dejarla ni contestar, seguí con mi filípica. “Que el Cristo de los Huevos es de verdad, Mila, de verdad, que aquí no hay palabrotas que valgan, que tiene ¡4 huevos! Por falta de uno. Y está por Malasaña y yo te voy a llevar allí, aunque sea atada, vamos. ¡4 huevos de avestruz! Qué ya te veo en los ojos que vuelves a crucificarme… Y luego además, para que veas que no soy rencorosa de que hayas pensado tan requetemal de mí, iremos a La Duquesita a tomarnos unas torrijitas con las que te vas a chupar los dedos ¿Estamos? Que piensas unas barrabasadas Mila, unas barrabasadas que ya te vale… Que una cosa es que yo no esté para jolgorios, con esta procesión que llevo por dentro por el Judas de mi marido y otra que no respete tu fe y tus tonterías. Que tengo que tener contigo más paciencia que el santo Job, Mila. Que una cosa es que no esté hecha una magdalena y otra que no tenga sentimientos, no fastidies, con lo buenas vecinas que hemos sido toda la vida de Dios… Venga anda, avíate y aquí paz y después gloria.




Cristo de los huevos de la Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat en la calle San Bernardo de Madrid. Barrio de Malasaña. "El Cristo de Burgos, un Cristo con pelo natural realizado en el XVIII en Burgos, al que los castizos conocen como “el de los huevos”, por cuatro huevos de ñandú colocados a sus pies que fueron traídos de América por un devoto." Dicen también que tiene los huevos porque lo encontraron en el mar, flotando, con un nido de huevos de gaviota entre los pies. 

El Monasterio y la Iglesia de Montserrat de la calle San Bernardo fueron fundados por Felipe IV en 1642 para acoger a los monjes castellanos que tuvieron que abandonar Montserrat durante la sublevación de Cataluña que se produjo ente 1640 y 1652. Entonces El monasterio de Montserrat era el centro Benedictino más importante de Cataluña. Los monjes castellanos fueron expulsados del monasterio durante la insurrección y fueron acogidos en esta iglesia construida al efecto.



jueves, 17 de abril de 2025

"Hasta que empieza a brillar" de Andrés Neuman. Reseña literaria

 



Uno de los primeros premios que me otorgaron por uno de mis cuentos consistía en un vale con dinero para gastar en una librería concreta. ¿Sabéis en cuál se me fue la mitad del premio? En el Diccionario de uso del Español, de María Moliner. La mejor inversión en palabras. El primer diccionario que tuvo mi casa. El mejor. Era de justicia poética que yo lo contara antes de comenzar a reseñar el último libro que me he leído: "Hasta que empieza a brillar" de Andrés Neuman. Una especie de biografía novelada sobre la vida de María Moliner que me ha encantado. La autora del diccionario que escogí para tener en casa. 

Y de aquí a abrir el diccionario por la palabra que procede, solo hay un paso. Dice "el Moliner" sobre la palabra reseñar 2. Dar noticia en un periódico de una obra literaria o científica haciendo una crítica o algún comentario sobre ella. 

¡Qué buena esta historia novelada sobre la vida de María Moliner! Ese es mi comentario. La proeza que hizo la lingüista creando su diccionario de Uso de nuestra lengua, después de haber dedicado toda su vida a los archivos y las bibliotecas se merecía un libro tan entrañable como éste. Qué cercanía transmite la pluma de Neuman contándonos su biografía novelada, qué prosa tan rica hablando de una mujer apasionada por las palabras y digna de toda admiración. Qué gusto leerlo. Me he hartado de subrayar párrafos, por interesantes, por amenos, por poéticos e instructivos, por todo. Habría subrayado casi todo el libro.

El punto de partida elegido por el autor para acometer la historia es el año 1972, cuando María Moliner no fue elegida para formar parte de la Real Academia de la Lengua, y su amigo Dámaso viene a decírselo. No fue elegida, a pesar de haber escrito un diccionario de más de 80.000 términos. Un diccionario exhaustivo, escrito ficha a ficha y tras muchas horas encorvada sobre su olivetti a distintas horas del día. Un diccionario escrito ya en su madurez, pero después de haber aprobado unas oposiciones y llevar trabajando toda la vida en archivos y bibliotecas. Por no hablar del tiempo que dedicó a alfabetizar por los pueblos con las Misiones Pedagógicas, visitando biblioteca tras biblioteca rural. Dámaso acude a su casa para intentar ¿justificar? que no la eligieran... Ahí arranca: con la técnica literaria de media res, y a partir de ahí da un salto en la narración y enlaza con su origen, su infancia, su familia y ya de ahí en adelante, aunque irá haciendo más saltos con el tiempo, recurriendo a aquella importante visita.

Quizá por eso todas las partes de este libro llevan el mismo título: "La visita": "La visita I 1900-1930", "La visita II. 1930-1950"... y así sucesivamente hasta la última parte: "El cristal". El epílogo. Qué triste fin tuvo esta intelectual, ella que quería tanto a las palabras y cómo se le escapaban al final de sus días.


-¿Te parece increíble que lo haya hecho yo?

-Lo que no entiendo es cómo haces.

-Nada del otro mundo: escribo una palabra y me quedo mirándola hasta que empieza a brillar.

¡Qué forma tan preciosa de señalar la maravilla del lenguaje!


La escritura del autor, Andrés Neuman, me ha encandilado con ese tono tan variante y al mismo tiempo tan profundo: ahora académico, ahora irónico, ahora tierno, ahora desgarrador. Visita a visita recorremos la vida de esta mujer singular y especial que no fue suficientemente reconocida. Al mismo tiempo recordaremos la historia de España a través de su vida, y su vida en cada modificación que va haciendo en las definiciones de sus fichas para el diccionario. Todo está ahí, capa a capa, empapándose su vida de la política y los cambios históricos, del mismo modo que el diccionario se empapaba sutilmente de su propia vida. 

Buena literatura sobre una mujer que dedicó su existencia a las palabras. Conocimiento y compromiso. Prosa y poesía. Todo está aquí. Un binomio perfecto. No se puede contar, hay que sumergirse en su lectura. Haceros un regalo y disfrutad de este libro.




martes, 15 de abril de 2025

Los borrosos

 


Me gusta encontrar un sentido a las fotos que, en principio, borraría. 

Me detengo a pensar que quizá sean las más verdaderas. Las que no son perfectas. Las que atraparon todo, lo que está quieto y lo que está en movimiento. Las que atraparon las prisas. 

Vivimos a contra reloj. Y más en las ciudades grandes, con muchas distancias, donde empleamos tanto tiempo en desplazarnos. Vivimos con prisas. 

Y eso somos. Los que corremos. Los que andamos deprisa. Los que salimos borrosos. Los que estamos borrosos. Los borrosos. 


Siempre pienso que me habría encantado tener el don de la ubicuidad. Estar en dos sitios al mismo tiempo, no perderme nada, vivirlo todo.

Sin embargo, en estos días santos rezaré por alcanzar algún día el don que tienen los que no salen borrosos en las fotos, el maravilloso don de la serenidad. 


domingo, 13 de abril de 2025

"Música para Hitler" en los Teatros del Canal

 


"Europa se desangra, ¿Y qué hago yo para evitarlo? ¿Tocar el violonchelo?"

¿Te acuerdas cuando fuimos a ver la casa de Pau Casals? Aquel verano que pasamos una semana en tierras tarraconenses. Primero fuimos a ver la preciosa casa azul de Carlos Barral en la playa de Calafell y desde allí nos acercamos al pueblecito de El Vendrell para visitar la de Casals. Era menos vistosa pero con cuánta pasión nos la enseñó aquella mujer. Daba gusto escucharla. 

¿¡Cómo no acordarnos?! Sobre todo viendo la obra "Música para Hitler" sobre el desplante que dio el famoso músico a los nazis que vinieron a invitarle a tocar para Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Qué bien lo hace Carlos Hipólito, muy bien en su papel del músico, primero deprimido y después fiel  a sus convicciones, rotundo y claro en su respuesta.

Yolanda García Serrano y Juan Carlos Rubio han escrito esta obra de teatro recreando cómo pudo haber sido aquel hecho real. Carlos Hipólito en el papel de Pau Casals, Kiti Mánver en el de su pareja, Cristóbal Suarez haciendo del oficial nazi y Marta Velilla de su sobrina. Todos hacen una interpretación muy creíble pero Carlos Hipólito me pareció que lo hacía tan, tan natural... 

Representándose ahora en los Teatros del Canal de Madrid, en la Sala Roja, el texto me encantó, con esos diálogos tan salpicados de ironía entre el músico y su pareja que te hacen reír en alguna ocasión. Y después cuando se pone más serio en la conversación con el nazi, qué intensidad cobra, qué fuerza. Quizá sea algo estática la obra, no hay nada de acción, pero para mí es una obra de altura, teatro del bueno con una interpretación digna de un largo aplauso. La escenografía era simple pero también muy delicada, circular y sutil en sus cambios de escena.

Hay música, por supuesto, la suite nº 1 para violonchelo de Bach, muy apropiada, sobrevuela toda la obra, pero tengo que confesar que eché de menos "El canto de los pájaros" interpretado también por Casals, hubiera sido la guinda perfecta, para esta obra profunda y recomendable.





viernes, 11 de abril de 2025

Coral Real Casino de Madrid. Concierto de Semana Santa

 



Y ocurre que hay veces que los jueves dan una pirueta y parecen sábados. Se estira, se enreda y la última hora de la tarde brilla distinta, gracias a la música de la Coral Real Casino de Madrid que te regala una tarde mágica. 

Por supuesto que antes tienes que poner de tu parte: guardarte el cansancio de la semana en el bolsillo, doparte contra el virus que se te sobrevuela, pedir permiso para salir antes y ¡correr! Correr al bus, correr por la acera, correr para conseguir alcanzar el principio de la fila y sobre todo, dar ¡las gracias! a todas las personas (la amiga de tu amiga, tu amiga, tu jefa...) que lograron que tú, de forma casi improvisada y acelerada, te veas allí. 

Después toca sentirte un poco intrusa entre esos socios que se saludan y besan efusivos. Pero ¡vamos! ¡a la fila! Es la segunda vez que entras en el precioso y vetusto Casino, la primera vez por un recital de poesía en otra de las salas. Ahora es en otra planta, el Salón Real, más grande, más sobrecargado y llegará a llenarse. Cuánta cultura cabe en ese edificio. Pero ya, ya estás ahí. Te empeñas en estar cerca, con tanto que corriste al menos verlos bien, te dices. Y al fin, te obligas a estar quieta en tu silla, tranquilizarte, interiorizar donde estás y, agradecida, esperar con oídos bien atentos. 

Y ya antes de comenzar vas sintiendo que estás donde tienes que estar. Una hora de concierto de voces increíbles en un marco único como es el edificio del Casino de Madrid. Una coral primero cantando algunos temas de Shubert, Salieri, Mozart... y después su fusión con una orquesta en lo que denominaron un "RoQuiem", mezcla de rock y requiem, que te encantó. El concierto va a más con cada una de las canciones, sube, sube, bien elegido no solo el repertorio sino el orden del mismo. La música os va atrapando, título a título, y os secuestra. Un Director Juan Vida Romeu. Tres solistas de lujo. Y sentir que te vas contagiando del entusiasmo y la pasión de los protagonistas por lo que hacen. Sin vender humo ni florituras. Con talento y alma. Un placer.  

Un placer el concierto y un placer la compañía del "después del concierto". Gracias por la conversación, por la complicidad, por contar conmigo. Gracias por ese juernes de brindis y música. 












jueves, 3 de abril de 2025

En los días lluviosos

 


Mi ánimo es cien por cien algodón y cuando llueve se me encoge sin remedio. Debería dejarlo en casa los días lluviosos. Pero me he hecho cómoda y llevo el bolso lleno de porsiacasos.  

Esas dos que me habitan también discuten los días lluviosos. Sobre todo discuten los puñeteros días lluviosos. La fuerte se empeña en admirar el mundo bello y sugerente que nos muestran los charcos, las aceras espejadas, los cielos del color de la mina de los lapiceros. La frágil se relaja echando la vista atrás mientras hace picadillo jugoso de nostalgias y ausencias. 

Esas dos que me habitan nunca se pondrán de acuerdo, eso ya lo aprendí con los años, pero en los días lluviosos se vuelven francamente insoportables y juegan a la comba con mi ánimo.

Los días lluviosos, mi ánimo cien por cien algodón y las dos que me habitan no son buena compañía. 

Yo lo sé.

Y también lo sabe esta lluvia mansa e incansable de hoy.

Pero como quién oye llover... 

 

 





miércoles, 2 de abril de 2025

"Asesinato en la Casa Rosa" de Arantza Portabales. Reseña Literaria

 



Me sigo poniendo al día con las reseñas literarias, y le toca el turno a "Asesinato en la casa rosa" de Arantza Portabales. Novela negra contemporánea "de casa" de la que merece la pena. 

Yo suelo leer solo por las noches, pero sin faltar ni una, claro. Pero me ha gustado mucho este libro, me ha enganchado tanto que estaba deseando llegar al metro y sentarme para poder ir avanzando durante el día. Ya me había ocurrido con otros libros de la autora. 

El argumento es el que podéis encontrar en cualquier reseña del libro: "La inspectora Iria Santaclara ha abandonado el servicio activo para cuidar de Ángel, su marido, convaleciente tras sufrir un ictus, cuando recibe la misteriosa llamada de Ulises Villamor, una de las fortunas más importantes del país y dueño de un imperio vinculado al ámbito sanitario. El empresario le pide que se traslade a su mansión de Loeiro, en la que vive con sus hijos y nietos, para tratar de investigar de manera extraoficial la muerte de su mujer, pues sospecha que esta fue asesinada hace cuatro años por un miembro de su propia familia."

Está estructurado en capítulos cortos en los que siempre encontramos un punto de giro en la historia que te la desbarata. Nuevo cebo cada pocas páginas, y tú pues nada a picar y seguir leyendo. A mí me ha resultado muy entretenido, la intriga está bien dosificada. 

La pareja de investigadores son Iria Santaclara que está de baja cuidando a su marido, como ya hemos dicho, pero investiga. Y cuando ya va un poco adelantada la historia se le unirá su antiguo jefe. Forman un buen tandem. Los demás personajes son los miembros de la familia y allegados, personajes que tienen mucha historia detrás, claro. Son personajes mucho más profundos de lo que parece a primera vista. Tienen muchos matices, pero son creíbles. Muy bueno el personaje de "la Gestapo", una antigua maestra que no tiene ningún empacho en confesar que fisga todo lo que puede y más. 

Ambientada en el norte de España en el año 2024, la historia va y viene gracias a la madre de la familia que muere en el año de la pandemia, con lo cual la acción oscila entre los dos años y ese cambio temporal imprime también más ritmo a la narración. 

Si apetece leer novela negra escrita aquí, las novelas de esta autora, en general, me parecen muy recomendables y ésta desde luego no ha hecho más que reafirmarme en mi opinión.