Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

Mostrando entradas con la etiqueta Madrid lluvioso. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Madrid lluvioso. Mostrar todas las entradas

domingo, 14 de diciembre de 2025

Visita al Instituto histórico de San Isidro

 


Los detalles te ayudan a recordar los lugares. De la visita al Instituto Histórico de San Isidro de Madrid tengo registrados esos dos detalles y un puñado de fotos para que os hagáis una idea. 

Ya os he contado en otras ocasiones que me gusta visitar los Institutos Históricos, he visitado cuatro de los seis que hay en Madrid. Al final os dejo un enlace con las reseñas de los otros tres que he visto por si queréis echar un vistazo. 

Esas dos chinchetas invisibles con las que la visita al San Isidro se me quedó en la memoria:

- El sonido de los ríos de lluvia de aquella tarde especialmente gris cuando, cayendo por las gárgolas, chocaban contra el brillante patio empedrado central. Escucharlos, mirarlos, provocaba un embeleso absolutamente evocador. 




- Y el detalle del miembro viril del hombre clástico. Ahí puestecito en su caja está. Se debe a su particular historia, que no es otra que estuvo muchos años desaparecido hasta que apareció de pronto en una caja en otro Instituto, el Histórico Cardenal Cisneros. La verdad es que el detalle podría dar para echarle imaginación e inventar muchas historias de por qué, y separado del resto de su cuerpo, apareció en otro lugar después de tantos años... Sospechoso, cuánto menos. Jugoso el detalle. Muy curioso. 



Me encantan los hombres clásticos. 

El del Instituto San Isidro, elaborado por Dr. Louis Auzoux, es un modelo a tamaño natural de cuerpo humano, desmontable y restaurado, que es una gozada de modelo anatómico para poder aprender sobre él anatomía. Es tan realista, tiene tanto detalle que podríamos decir que es toda una obra de arte. Y pensar que tiene tantísimos años, que habrá tantos estudiantes que han estudiado sobre él desde finales del siglo XIX... También tienen otro más pequeño de un metro de alto. 

Poder estudiar con ellos permitió que se dejaran de utilizar cadáveres. Músculos, arterias, venas se ven perfectamente en sus piezas. 

Aparte de por esos dos detalles, la visita de las salas de este Instituto tan céntrico, con todo su rico contenido académico, mereció mucho la pena. Tuve la suerte de que el guía fuera el mismo que me enseñó el Instituto Cisneros, un chico que explica súper bien. 

Una visita muy chula. No quería dejar la oportunidad de reseñarla y dejaros fotos. 

Recordatorio de otras visitas: Rocío Díaz Gómez : Resultados de la búsqueda de institutos históricos












jueves, 3 de abril de 2025

En los días lluviosos

 


Mi ánimo es cien por cien algodón y cuando llueve se me encoge sin remedio. Debería dejarlo en casa los días lluviosos. Pero me he hecho cómoda y llevo el bolso lleno de porsiacasos.  

Esas dos que me habitan también discuten los días lluviosos. Sobre todo discuten los puñeteros días lluviosos. La fuerte se empeña en admirar el mundo bello y sugerente que nos muestran los charcos, las aceras espejadas, los cielos del color de la mina de los lapiceros. La frágil se relaja echando la vista atrás mientras hace picadillo jugoso de nostalgias y ausencias. 

Esas dos que me habitan nunca se pondrán de acuerdo, eso ya lo aprendí con los años, pero en los días lluviosos se vuelven francamente insoportables y juegan a la comba con mi ánimo.

Los días lluviosos, mi ánimo cien por cien algodón y las dos que me habitan no son buena compañía. 

Yo lo sé.

Y también lo sabe esta lluvia mansa e incansable de hoy.

Pero como quién oye llover... 

 

 





sábado, 22 de marzo de 2025

Madrid este marzo

 



En marzo el Manzanares ya no es el domesticado río al que estábamos acostumbrados los madrileños. Ha crecido y se ha revuelto quejoso mientras los pavos reales del Palacio también Real chillan desatados, no sabemos si por esta lluvia que nos tiene aburridos, por marcar territorio o por lucirse frente a esas pavas que se suben a los mismos árboles que él a cuchichear y dejarse mimar. 

En marzo hemos tenido el día de la Felicidad, el de la Meteorología, el del agua y la poesía. En Marzo por celebrar hasta llegó la primavera, aunque por aquí nadie se ha dado cuenta, bastante teníamos con mirar el cielo, mirar al río, mirar a las baldosas sueltas y las traicioneras hojas que nos hacen casi resbalar tantas mañanas. 

Ahora que lo pienso quizá sea eso, quizá el pavo real esté gritando a Noé para que no le deje en tierra. ¿Cómo no me di cuenta?

Dios de la lluvia dile al bueno de Noé que tenéis que hablar... Id juntitos a un rincón discreto y lejano a hablar de vuestras cosas y dejadnos un poquito de bonanza que se nos está enguachinando hasta el ánimo. ¿No lo veis? Si hasta el pavo llora lastimero.









viernes, 7 de marzo de 2025

Noé en Madrid

 


"Noé era un hombre bueno en un mundo donde la gente se había vuelto muy mala. Dios decidió enviar un gran diluvio para limpiar la Tierra, pero eligió a Noé y su familia para salvarse por su bondad. Le pidió construir un arca grande y llevar en ella a su familia y una pareja de cada tipo de animal.

Cuando el arca estuvo lista, empezó a llover durante 40 días y 40 noches. El agua cubrió toda la tierra, pero el arca flotó segura. Cuando la lluvia paró, Noé soltó una paloma para ver si la tierra estaba seca. Al final, la paloma no volvió, lo que significaba que ya podían salir.

Dios prometió que nunca más enviaría un diluvio así y puso un arcoíris en el cielo como señal de esa promesa."