Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

jueves, 14 de septiembre de 2023

"Otra vida por vivir" de Theodor Kallifatides

 



“Las palabras no tienen huesos, pero los rompe” decía el abuelo de Theodor Kallifatides, el autor griego que ha vuelvo a su lengua materna para escribir el último libro que he saboreado despacio mientras andaba yo también por tierras griegas. 

Como mi propósito era viajar a ese país quería leer algo de algún autor de allí. Y dado que el tiempo es escaso, quise matar dos pájaros de un tiro viendo por un lado la serie de Los Durrell, y por otro leyendo a Kallifátides de quién había escuchado hablar muy bien. 

"Esa era la hora de la poesía. El alba. El amanecer. El resto del día era para los prosistas. No me lo dijo él, fui yo quién lo pensó en el balcón de mamá."

Theodor Kallifatides es un autor griego afincado en Estocolmo a quién nunca había leído, y escogí un libro: "Otra vida por vivir" que es una especie de ensayo que no llega a las 200 páginas, y está estructurado en tres capítulos. 

En este librito, y solo utilizo el diminutivo por su extensión, el autor nos cuenta cómo llegados los 77 años siente que está bloqueado para la escritura y se replantea su vida. Theodor Kallifatides nació en Grecia pero con 26 años, en el año 64, emigra a Suecia por motivos políticos. Una vez allí, no solo aprenderá ese idioma, sino que siempre va a escribir en él y se convertirá en un reputado escritor que escribe en sueco. 

 "Los griegos cantan cuando beben, los suecos cantan para beber."

Sin embargo en esta ocasión y después de 50 años lo va a hacer en su lengua materna, en griego, una lengua que ni tan siquiera enseñó a sus propios hijos. 

"Pero cuando no tienes nada que decir, lo dices mejor en tu lengua materna".

La emigración no me había hecho escritor; estaba convencido de que también en Grecia habría escrito, por la sencilla razón de que no tenía otra forma de existir a los ojos de los demás, ni a los míos”.

No quiero contaros mucho porque, si además de que es corto, os destripo lo que va ocurriendo... Pero solo deciros que, además del tema de la creación literaria, se aborda la emigración, la memoria, la vida, el envejecimiento, la pérdida de los seres queridos, el desasosiego... 

“Yo quería que todo siguiera siendo como antes. Ése es uno de los dramas del expatriado. Sueña con volver a lo que dejó. Pero eso ya no existe más que en su empañada memoria”

Su escritura te va involucrando en el curso de sus pensamientos, es una escritura íntima, envolvente, suave, sencilla y directa, llena de frases que irías apuntando, una escritura bella y sugerente. No es una novela, ya os he dicho que es un ensayo escrito en primera persona, o un diario o no sé muy bien cómo etiquetarlo, el caso es que no hay más conflicto que el conllevan las reflexiones que va desgranando el autor que va trenzando con hechos de su propia vida y que conforman una lectura delicada que te va llevando. 

"Fue una verdad simple la que se me reveló de aquella manera. Cuando alguien comienza a salvaguardar la escritura, cuando se siente escritor, cuando cuelga letreros con su nombre en las puertas, es que está acabado. La escritura es como un manantial. Puedes ornamentarlos con estatutas, adornarlo con una preciosa fuente, construir alredecdor del borbotón una placita y sembrarla de sicomoros. Pero nada de eso es lo que hace que el agua fluya."




miércoles, 13 de septiembre de 2023

Toulouse-Lautrec en Albi


 


Toulouse-Lautrec murió en septiembre, exactamente un 9 de septiembre, pero de 1901. 

Había nacido en Albi (Francia) y allí está su Museo, que visité este verano y creo que es una de las mejores visitas a Museos que he hecho y haré.  

Buena parte de esta impresión me la llevé gracias a David, el guía que nos lo fue contando y que ya me gustaría a mí que me esperara siempre a la puerta de donde fuera, para enseñarme esta o aquella exposición. Veníamos de que nos enseñara la catedral de Albi y ya tenía nuestra admiración total. No solo era ameno y agradable sino que te daba un montón de información de forma muy didáctica, salpicando su disertación de anécdotas y curiosidades. Lo mismo que uno no olvida a los buenos profesores, tampoco se olvida de los buenos guías. 

"Toulouse-Lautrec tenía cuatro enfermedades, nos dijo en la puerta del Museo. A saber: Huesos de cristal, alcoholismo, sífilis y priapismo". Así comenzó su explicación. Y a partir de ahí nos fue desgranando la vida de este pintor y cartelista francés, con ese físico tan peculiar y esa vida tan maltratada. El popular cartelista. El pintor de la Belle Époque. El pintor de la vida bohemia de París, el de la vida nocturna, el de la vida doméstica de las prostitutas. 

Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec-Montfa, conocido mundialmente como Toulouse-Lautrec.

Qué de cosas nos contó, mientras nos iba dirigiendo a través de las salas, deteniéndonos ante los cuadros y los carteles. 

Muy interesante. Mucho. Que pena que luego la memoria vaya dejándose caer los detalles al ir pasando los días. Bueno, siempre nos quedará dónde consultarlos.

Y una cosa te voy a decir, hazte un favor y si pasas por Albi, no dejes de visitar este Museo. 













lunes, 11 de septiembre de 2023

Volver a Madrid

 


Volver a Madrid.

Dejar que las nubes nos hagan sitio en el cielo de esta ciudad nuestra

donde cabemos tantos. 

 

Traer la maleta llena de paisajes y faros, de caras nuevas y risas, de mar y viento.

Bien llena.


Volver a Madrid.

Volver.

Y dejar que septiembre nos permita terminar otra vuelta al sol, 

ya en casa.


 

jueves, 31 de agosto de 2023

Adiós agosto. Madrid

 



De aquel agosto recordaré lo deprisa que me llevaba aquel autobús.

Aunque, si los que se fueron me preguntan, contaré lo habitable que se vuelve mi Madrid en ese mes, hablaré de los colores de sus cielos mágicos y el silencio de sus calles desiertas, hablaré del calor infernal y mi leal ventilador. 

Diré incluso que, a pesar de seguir guardando 31 días, mi querido mes cada vez dura menos. Diré que no sientes que ha llegado hasta andar mediada la segunda semana, y casi termina bien entrada la tercera. No más. Diré que agosto ya es otro agosto: más corto, más acompañado, menos mío y más de todos.

Eso haré. 
 
Y si aún así me insisten, contaré de objetivos cumplidos y cielos preciosos, describiré el sonido de mis pisadas en las calles desiertas, los saltos sobre espontáneos aspersores refrescando las aceras, el peregrinaje al que obligaban los bares acostumbrados cerrados y la eternidad que uno consume en los andenes de los metros y las paradas de los autobuses. 

Cuando me pregunten, desenredaré la madeja que acostumbran a escuchar y esperan. Pues las palabras no han de ser de verdad o mentira, sino solo verosímiles.

Aunque de aquel agosto, en mi interior, no esté recordando todo aquello, sino añorando y mucho, lo deprisa que me llevaba aquel autobús a desayunar contigo.









martes, 29 de agosto de 2023

Para la "cole" de los aseos

 


Últimamente me han regalado más cromos para mi "cole" de aseos, cuartos de baño, retretes, letrinas... etc, etc. ¡Muchas gracias a todos por vuestras aportaciones a la causa! Me gusta mucho cuando se acuerdan de mí y me mandan sus fotitos de los cuartos de baño. Yaaaa, dicho así, parece cuánto menos raro. Digo, lo de alegrarse cuando se acuerdan de una al entrar al cuarto de baño... Pero ya soy muy mayor y tengo siempre muy poco tiempo para elucubrar más allá... Se acuerdan, y eso es lo importante.

Chelo, mi compañera de tertulia me ha regalado dos ejemplares muy curiosos. Uno es el que encabeza la entrada y que la verdad, necesita poca explicación ¿no es así?

Yo creo que todos sabremos dónde tenemos que entrar.

Me encantan las onomatopeyas, reproducimos sonidos pero son tan, pero tan visibles...



 

También me ha regalado estos ejemplares que os dejo aquí abajo:



 

En este caso aparcamos el lenguaje, y nos centramos más en el dibujo artístico. Tampoco, creo yo, que tendremos ninguna duda a la hora de elegir...

Ahora os voy a enseñar otro par de ejemplares que tiene una doble señalización. Por un lado abordamos el tema marítimo, unos pescadores. Éstas me recuerdan mucho a las cartas esas que teníamos de pequeños con los dibujitos de los oficios. ¿Verdad? Y además parecen unos letreros de fabricación casera, lo cual tiene su mérito y seguramente su historia. Lástima no la conozcamos. Y por otro lado me hacen gracia los muñequitos de debajo pasando sus apuros... ¿Y quién no se ha visto así? 

Me da penilla porque no consigo recordar quién me los envió, tampoco recuerdo haberlos encontrado yo. Pero por más que pienso, no sé cuándo me los han regalado. Si está por ahí asomándose, pido disculpas, y por favor que me ilumine...



Mi amiga Piluca me regaló otros ejemplares, que se me estaban quedando ahí detrás y ya les toca. Esta vez nos trasladamos al mundo canino. Son de un restaurante de Madrid "El perro y la galleta" y cómo no podría ser de otra forma también salen los perros en sus cuartos de baño. Ahí los tenéis, posando, tan pichis:



 Y éstos últimos son de mi cosecha y son ya en otro tono.

Los conseguí en un bar en Serracines, un pueblo de Madrid. Y me gustaron mucho, porque son distintos, son unas ilustraciones con mucho encanto, casi etéreas, me gustaron porque eran diferentes, incluso elegantes.




Pues lo dicho:

¡Muchas gracias! La colección va creciendo... Eso está requetebien.

viernes, 25 de agosto de 2023

"Es viernes y el cuerpo lo sabe" El triunfo del lenguaje coloquial

 

Menorca. 2014

 Hoy le vamos a dedicar la entrada al habla coloquial. 

Ya tenemos muchas dedicadas a este tipo de lenguaje, subrayando su agilidad, su riqueza, su sonoridad, y hoy, dado que es viernes y parece que todos estamos con el ánimo lúdico, quería recordar esas frasecillas que siempre se repiten llegado ese día y que nos hacen sonreír.

Ya sabéis cuales son ¿verdad?

"Es viernes y el cuerpo lo sabe"

"Sabado, sabadete, camisa nueva y polvete."

"Sí, sí, sí, el viernes ya está aquí."

"¡Libres domingos y domingas!"

El colmo de la erudición. Lo sé.

Y luego, por supuesto, están los refranes de toda la vida, pero éstas, tenéis que reconocerlo, tienen otra chispa... Sobre todo cuando llega el viernes y la hora de fichar la salida y tienes por delante un maravilloso finde... ¡Oh que alegría, que alboroto, otro perrito piloto! 

Ay, no, que me he ido de contexto, eso era en la verbena, y ¿veis? de otras épocas...

Eso es: están sujetas a la moda y a un tiempo concreto, porque llegará el día que se quedarán caducas como otras expresiones que ya no decimos. Es lo que tiene el lenguaje coloquial, es perecedero. 

Pero bueno, todo forma parte de su encanto. 

Y ¿para qué alargarse más? Si yo, sobre todo, lo que os quería decir es: ¡feliz finde!


La foto tiene nueve años, ya no me acordaba de ella, pero me gusta mucho. Es de un viaje a Menorca y como todas las fotos que merecen la pena cuenta una historia... pero eso ya para otro día.


miércoles, 23 de agosto de 2023

"Madrid el viaje soñado" de Paula Lapido. Reseña Literaria

 


Sigo este verano sisando a mi mesilla los libros que ella, con nocturnidad y alevosía, me había ido afanando a mí, sin que yo me diera ni cuenta. Llegaba yo, me compraba uno nuevo y ahí lo dejaba con ánimo de tenerlo cerca e ir leyéndolo sin tardar mucho. Pero ¿Qué pasó? Cuándo me di cuenta, había dos montañas de libros pendientes y no podía creer que se me hubieran acumulado tantos. 

En estos días de agosto la torre de los libros en papel pendientes poquito a poco va bajando, aunque aún le queda para desaparecer. Pero bueno, vamos haciendo camino. Se que mi mesilla, que tiene una afición lectora que yo desconocía, no me lo va a perdonar. Su obsesión posesiva para con esos objetos con páginas, se parece a la mía y la miro por el rabillo del ojo de igual a igual. "Son míos" le digo entre dientes. Y se hace la loca, pero sé que me escucha con atención.  

En esta ocasión, y a plena luz del día que parece que mi traidora mesilla está más distraída, le quité un librito pequeño pero que he disfrutado mucho. Me estoy refiriendo al cuaderno de viaje titulado "Madrid el viaje soñado" de Paula Lapido. 

De pastas gordas con los cantos redondeados, salpicado de ilustraciones de Madrid, el libro nos invita a conocer Madrid a través de los ojos de ilustres personajes que un día la habitaron e incluso, en algunos casos, la eligieron para vivir en ella. Personajes tan distinguidos como: Velázquez, Goya, Federico García Lorca, Emilia Pardo Bazán, Ava Gardner o Umbral.  

Con ellos vamos redescubriendo ese Madrid que pisaron, el del su siglo, o si son del mismo siglo, el de las décadas que lo vivieron. Conocemos y profundizamos el Madrid de distintas épocas. Nos cuentan cómo era en ese momento esa ciudad, y los cambios urbanísticos que se estaban operando en ella, transformándola. Y al mismo tiempo lo vamos comparando con el de ahora mismo en esos mismos lugares. 

Así nos fijamos en el Madrid de los Austrias que habitó Velázquez, o el Madrid de las calles aledañas a la espalda de la Gran Vía a través de los pasos de Goya (Calle Desengaño, Valverde, lo que era Madrid Rio...), vemos como era la colina de los Chopos de la Residencia de Estudiantes cuando se construyó, cuando llegó Lorca, o el barrio de Arguelles cuando vivía la Pardo Bazán, o el del Viso cuando lo escandalizaba Ava Gardner con sus fiestas... Así con todos los autores que se citan. 

Me ha gustado mucho volver a repasar cómo ha ido creciendo esta ciudad a través de su periplo. He recordado detalles que ya conocía y he aprendido otros. Cada vez estoy más convencida de que no hay que dejar de leer sobre las ciudades que quieres, la historia, la literatura, lo que sea, porque al ir dejando caer una lectura sobre otra, son muy fáciles de olvidar algunos detalles. En este caso mucho de lo que me contaban de Umbral o Ava Gardner yo lo desconocía y me ha gustado descubrirlo. 

Este es un libro que tiene un tamaño muy llevadero por si quieres utilizarlo para conocer alguna de las rutas que nos muestra siguiendo el camino del autor que sea. Además la autora nos lo cuenta de forma sencilla, directa, amena e instructiva. En el último capítulo, además, la autora nos relaciona a estos autores de los que nos ha hablado con otros imaginarios del Madrid actual con sus mismas aficiones, citándonos los lugares de la ciudad del hoy por los que se estarían moviendo. Es un capítulo curioso, la verdad, que aglutina y sirve de cierre para todo el libro. 

Por otro parte es un libro con una edición muy cuidada. Como objeto es casi de regalo. Al final vienen unas hojas en blanco por si quieres ir anotando datos en un posible viaje por esa ruta recomendada, y algunos mapas. 

En fin, que me lo he leído volando, y lo he disfrutado.