Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

lunes, 30 de enero de 2023

La Sagrada Familia (Barcelona)

 

 



Contaban que a esa hora el espectáculo era precioso.

 

En el año 1883 Gaudí asume el proyecto de la Sagrada Familia. Desde el año 1914 se dedica solo a ella hasta su muerte en el año 1926, solo pudo ver terminado el campanario dedicado al apostol Bernabé. 

En el año 1952 se ilumina por primera vez la fachada del Nacimiento. En el 2005 esta fachada y la cripta entran a formar parte del Patrimonio Mundial de la Unesco. Y en el año 2010 el Papa Benedicto XVI le concede el título de Basilíca menor.

Han pasado más de 135 años desde que se colocó la primera piedra y sigue en construcción. 

 

Conmueve pensar que existió un genio capaz de idearla. 

Conmueve pensar en todas las personas que han formado parte de su creación. 

E incontables las que la han visitado, visitan y visitarán quitándose el sombrero ante tal obra. 

 

Contaban que a esa hora el espectáculo era precioso. 



Y era cierto que a esa hora el espectáculo podía parecerlo. 

Cierto también que incluso el sol se cuela cada mediodía por las vidrieras para admirar también la Sagrada Familia. 

Por eso mismo el sol sabe, mejor que nadie, que no es un lugar precioso.

Simplemente es mágico.

 





martes, 24 de enero de 2023

"La carcoma" de Layla Martínez

 


 1 

Cuando crucé el umbral, la casa se abalanzó sobre mí. Siempre pasa lo mismo con este montón de ladrillos y mugre, se lanza sobre cualquiera que atraviese la puerta y le retuerce las tripas hasta dejarle sin respiración. Mi madre decía que esta casa hace que se te caigan los dientes y se te sequen las entrañas, pero mi madre se fue de aquí hace mucho y yo no me acuerdo de ella. Sé que decía eso porque me lo ha contado mi abuela, aunque no hubiese hecho falta porque yo ya lo sé. Aquí se te caen los dien-tes y el pelo y las carnes y a la que te descuidas te andas arrastrando de un lado para otro o te echas en la cama y no te levantas más. Dejé la mochila encima del arcón y abrí la puerta del comedor. La abuela no estaba allí. Tampoco bajo la mesa de la cocina ni en el armario de la despensa. Decidí probar suerte en el piso de arriba. Abrí los cajones de la cómoda y las puertas del armario, pero tampoco la encontré. Vieja de mierda. Entonces vi las puntas de unos zapatos que asomaban por debajo de una de las camas...

 

 Así empieza la última novela que he leído: "Carcoma" de Layla Martínez. 

Me la recomendó mi amiga J. y la verdad es que la he leído rápido, no solo porque apenas llegue a las 150 páginas, que por supuesto ayuda, sino porque se lee muy bien, tiene una narración muy fluída, ágil, que te atrapa y ya no te suelta.

Dicen en las sinopsis que es de terror, pero a mí no me agradan demasiado las novelas de terror y desde luego ésta no me lo ha "aparecido", así con esta incorrección adrede escrita, porque de terror no es pero de "aparecidos" sí, y un rato...  Porque tiene mucho de realismo mágico, de pies que asoman por debajo de la cama de los que ya no están y de santas que se sientan a la mesa a comer como uno más. Pero no dan miedo.

Es una historia contada por dos narradores, una historia a dos voces, la de una nieta y una abuela que conviven. Cada capítulo lo cuenta una de ellas y así entre lo que una y otra van diciendo se va tejiendo su pasado y su presente.

Está ambientada en un pueblo español de la España más profunda. Uno de esos pueblos donde el caciquismo y el clasismo se respira, se hereda, se mastica y te lo tragas sí o sí. Está muy bien ambientada con una crítica social constante. 

El tema principal es la venganza. 

Y lo que más me ha gustado es esa forma de contar de la autora entre el realismo mágico y el realismo más descarnado. Ese estilo directo que te va sacando presencias y ausencias, antepasados y misterio en una casa que pasa de generación en generación. Un estilo de frases cortas, un bombardeo de ellas que te va impregnando de cierto desasosiego porque te das cuenta que de esa frase corta se desprende algo mucho más largo... Lo que va haciendo la carcoma.

No os cuento más, pero merece la pena. 

Habrá que estar muy atento a otras novelas de esta autora. 


 

domingo, 22 de enero de 2023

"Historia de una maestra" en el Teatro Fernán Gómez de Madrid

 


Te escapas al teatro Fernán Gómez, a la sala Jardiel Poncela, con garantías. 

Siempre que has ido ahí a ver una obra has salido contenta. Te gusta esa sala donde el escenario está en el centro y a su alrededor solo hay cuatro o cinco filas de butacas en cada uno de sus tres lados. Siempre se ve bien, te toque dónde te toque, aquí las entradas vuelan, y lo que es importante siempre puedes estirar las piernas, es cómodo. Por otra parte, desde que recuerdas, siempre te han gustado las obras que has visto allí representadas. Como  aquella de hace dos o tres años: "Cuando cae la nieve" u otra más reciente sobre Machado que viste hará un par de veranos. ¿Y aquella tan chula donde no hablaban? Sí "Solitudes", que era con muñecos sobre la soledad... Aquella fue en el 2018 te parece. Dudas, después de la pandemia el tiempo es díficil de calcular. 

Esta vez se trataba de "Historia de una maestra", una adaptación de la novela de Josefina Aldecoa. Nada más llegar observas que mayoritariamente el público es femenino. En el teatro suele ser así, es verdad, pero en esta obra parece que se confirma con creces. En la obra se narra la vida de Gabriela López, una maestra, en el intervalo de tiempo que comprende desde el año 1923 que consigue su título hasta el principio de la Guerra Civil. ¿Serán casi todas maestras? pensamos casi sin darnos cuenta viendo al público que nos rodea.

La obra dura 70 minutos que se pasan volando. No puedes perder ni una frase porque la historia va rápido, pero es díficil perderse porque es muy entretenida. La directora es Gemma Miralles. La atriz, Paula Llorens, es también quién ha hecho la adptación, es dramaturga. De su mano nos llega la compañía de teatro Cactus Teatro. Tienen dos obras en la actualidad, ésta y "El abrazo de los gusanos", me encanta el título, sobre el tema del suicidio y que no te piensas perder. 

Porque sí, esta adaptación te gustó mucho. Hay un momento en que estás escuchando y piensas: "Acaba de unir el principio con este momento de la historia, se va a terminar pronto.". Dos frases después se había acabado y la actriz salía del escenario. ¿Ya? No sabes cómo termina la novela, no las has leído, pero aquí el final llega muy pronto, te hubiera gustado saber más de la vida de la protagonista. Miras el reloj y es cierto, ya han pasado los 70 minutos. 

La historia tiene algo de metáfora de situación, cuando escuentras que hay una conexión entre los dos elementos, lo que le ocurre a la protagonista con los cambios de paisaje. Comienza la historia de la maestra entre la nieve y el frio de un pueblo de montaña, después pasa al ambiente luminoso y cálido de Guinea, de Fernando Poo. Después salta al clima seco de un pueblo Castillo de Abajo y de ahí a otro minero donde todo está cubierto por una pátina de cárbón y hay revueltas y muerte. Del mismo modo su vida va dando esos saltos, pasa por la proclamación de la II República y su forma de educar, después a las clases con los niños negros tan alegres, y de vuelta en España con el proyecto de las misiones pedagógicas y su matrimonio con Ezequiel, más tarde la victoria del Frente Popular a principios del 36 y finalmente la sublevación militar de julio del 36 y el desastre. Todos estos saltos van incidiendo sobre ella, sobre Gabriela. Por un lado en su historia pasando de ser una jovencita de 19 años que al llegar como maestra se tiene que dejar llevar por las "fuerzas vivas" del pueblo que sea, hasta la adulta que va con su niña de acá para allá segura de su sitio y su puesto. Por otro, afianzándola en su vocación de enseñar, de dedicarse a la educación y solo a la educación.

Al final sientes que quizá le ha faltado algún ¡bravo! a la actriz entre los aplausos. Es cierto que la historia va deprisa, pero ocurren muchas acciones y la misma actriz hace distintas voces representando a otras personas de los pueblos, simulando diálogos entre distintos personajes. Y lo hace bien, sin perder el ritmo de la narración, gesticulando sin ser histriónica, modulando la voz haciéndote creer que es otro de forma rápida y certera.También se cambia de ropa veloz y baila, y sufre un abuso, y da a luz, todas las acciones las interpreta ella sola de forma convincente.  

En fin, que una vez más, ni la obra que se representaba en el Fernán Gómez, ni su sala te han decepcionado. Todo lo contrario.  






martes, 17 de enero de 2023

17 de enero: San Antón.

 


 


Hoy, 17 de enero, los protagonistas eran ellos.
Y allí estaban, esperando pacientemente su turno en la cola para entrar en la Iglesia.
Casi quietos, mirando todo con interés, reconociendo a sus iguales, oliéndose los unos a los otros, quizá incluso hasta saludándose, sin perder ni aplomo ni tranquilidad.
Era su día.
¿Lo sabrían?

Cuentan que en una ocasión a San Antonio Abad se le acercó una jabalí con sus jabatos y el santo los curó. Por ello, siempre se le representa con unos cerdos.
San Antón, patrón de los animales, en la Iglesia de Madrid que lleva su nombre, les bendice cada 17 de enero. Según la tradición, de esta manera se da a los animales salud y protección para el año que acaba de llegar.

¡Y cuánto de animal llevamos dentro! 

Así que yo también he ido.
Por si acaso.





 


sábado, 14 de enero de 2023

"Victoria viene a cenar" en los teatros Luchana de Madrid

 


 

 Hacía tiempo que quería ir a ver esta obra de teatro: "Victoria viene a cenar". 

Desde que supe de ella, tenía mucha curiosidad por saber cómo podría haber sido un reencuentro pasados los años entre Clara Campoamor y Victoria Kent. 

Supongo que la mayoría sabemos que ambas protagonizaron el debate que hubo en el Congreso de los Diputados en 1931 sobre el voto femenino. Primero habló Victoria Kent y pidió que se aplazara el voto porque, en su opinión, aún las mujeres no estaban preparadas. Después habló Clara Campoamor y sí pidió el voto para ellas. Y aunque ganaron las abstenciones, el 1 de octubre de aquel año se aprobó, y por fin en noviembre de 1933 las mujeres pudieron votar. 

¿^Pero cuánto sabemos de estas dos mujeres? Ambas abogadas, ambas viviendo después un duro exilio. 

Pues bien, Olga Mínguez Pastor escribió esta obra de teatro en la que imaginó qué se hubieran dicho si se hubieran reencontrado pasados aquellos años, pasado el exilio, pasado un largo tiempo de aquel momento decisivo. 

Se está representando ahora, bueno ya es la segunda temporada, en los teatros Luchana de Madrid.

 

La verdad es que la representación no te deja indiferente. Todo lo contrario. Sales como si te hubieran cogido de las solapas y te dijeran: ¡Aquello fue muy importante, muy duro! ¡No lo puedes olvidar!

Es una obra tan densa como intensa. Una obra que logra trasladarnos de un plumazo a aquel momento del Congreso, y de nuestro país. 

Durante toda la obra vivimos un duelo verbal entre aquellas dos mujeres tan importantes que te sobrecoge.

Comienza cuando Clara Campoamor está esperando que llegue Victoria, a quién ha invitado a cenar. Y en un momento dado de su conversación, volvemos a revivir sus dos intervenciones en el Congreso en aquel 1931, con un giro muy logrado, sutil y rotundo al pasado con apenas cambios de muebles en la escenografía y sin que ellas dejen de hablar, para después volver al presente y continuar con su cena.

En el escenario apenas nada: una mesa, dos sillas, un vino y dos copas. Tampoco demasiada luz. No se necesita más, porque lo importante aquí son ellas y lo que tienen que decirse. Lo importante son esas dos mujeres y sus discursos.

Tiffany Guarch y Rebeca Fer, las protagonistas, representan sus papeles de forma impecable, a mí me encantaron, si hasta a veces se te parecen a las fotografías que nos han llegado de ellas. Actúan tan bien que puedes imaginarte perfectamente cómo debieron ser aquellas dos mujeres, tan preparadas e importantes. Cómo transcurrió al final su vida, qué consiguieron o no, sus logros, sus fracasos, su trayectoria vital. En la obra su batalla dialectica es tremenda y te contagian con sus parlamentos, sus reproches, sus ideas, la fuerza y la emoción de aquel tiempo, de ellas y el momento en el que lucharon y se consiguió algo tan importante para nuestra sociedad y nosotras. 

Es todo un homenaje a Clara Campoamor y Victoria Kent. Una obra de teatro densa y necesaria donde reflexionamos sobre el papel de aquellas dos mujeres en nuestra historia.

 Esta foto la hicieron las actrices al final de la obra, yo estoy ahí en una esquinita de la tercera fila. Espro que no las moleste que la haya tomado prestado de su facebook. Fue un gesto muy chulo.

¡Bravo! y muchas gracias.



jueves, 12 de enero de 2023

Presentación del poemario "Morir en Iguazú" de Javier Díaz Gil

 




Los recitales de Javier Díaz Gil son un lugar de reencuentro, un lugar plácido de disfrute para los que gustamos de saborear el modo de contar la vida de un tal "Díaz Gil" que se dice poeta.

Los recitales de Javier Díaz Gil, como el de ayer, somos "su gente", llámanos compañeros de letras, amigos, familia o simplemente devotos de sus letras disfrutando su forma de trocear la vida en versos, versos cada vez más desnudos, más breves, más certeros. Bocados deliciosos de otra forma de vivir.

Montados en sus frases escapamos a lejanos lugares, conocemos a personajes singulares y entrañables, nos reimos, nos sentimos bien. 

Ayer estuvimos en Iguazú. 

Estuvimos con Sara que vende caramelos, con el viejito de la canoa, con el niño de la Iguana. 

Ayer morimos en Iguazú. 

Y después de muertos, salimos de allí con una sonrisa tonta pegada en la cara. 


11 de enero de 2023. Primera presentación del poemario "Morir en Iguazú".

Con el autor Javier Díaz Gil, la poeta Celia Cañadas y la editora Lidia López Miguel.

Aula Taller de ideas de la Biblioteca Pública Eugenio Trias (El Retiro de Madrid)




 








"Esperando el diluvio" de Dolores Redondo. Reseña literaria

 


"—Sí, como Noé.
—¿Noé el del diluvio?
Él asintió
—¿Y qué haces en Bilbao, Noah?
Él lo pensó un instante. Se entristeció al hacerlo.
—Supongo que estoy esperando al diluvio."

 

Bueno pues vamos a empezar las reseñas literarias de este 2023 con Dolores Redondo y su último libro "Esperando el diluvio" que acabo de terminar.

Es una novela que he disfrutado mucho, la verdad. Me la he leído muy rápido, siempre deseando encontrar los momentos para ponerme con ella. También es verdad que Dolores Redondo nunca me decepciona. Pero lo malo de leer novelas de una misma autora, sobre todo si alguna de ellas te ha gustado mucho, es el peligro de compararlas. Pienso que si alguien se asoma a esta historia con la ilusión de encontrar la atmósfera de El Guardián Invisible, no la va a encontrar. "Esperando el diluvio" no es una novela negra ni una novela de acción, como he leído en algunas de las críticas que se le hacen. Estoy de acuerdo, claro que no lo es, pero tampoco hace falta que lo sea. Simplemente ésta es una novela donde uno de los personajes es un asesino en serie, eso sí es. Pero si buscas una novela típica de género policíaco o negro, un thriller al uso con mucha acción, aquí algo te va a faltar. Si buscas una novela que se lee muy bien, también muy bien ambientada, con personajes bien perfilados y que cuenta la persecución de un asesino en serie por parte de un inspector con una situación vital desesperada pues entonces estarás más cerca de encontrarlo en "Esperando el diluvio".

Pero vamos a reseñarla más despacio. 

El argumento que podemos leer en todas partes dice lo siguiente: "Entre los años 1968 y 1969, el asesino al que la prensa bautizaría como John Biblia mató a tres mujeres en Glasgow. Nunca fue identificado y el caso todavía sigue abierto hoy en día. En esta novela, a principios de los años ochenta, el investigador de policía escocés Noah Scott Sherrington logra llegar hasta John Biblia, pero un fallo en su corazón en el último momento le impide arrestarlo. A pesar de su frágil estado de salud, y contra los consejos médicos y la negativa de sus superiores para que continúe con la persecución del asesino en serie, Noah sigue una corazonada que lo llevará hasta el Bilbao de 1983. Justo unos días antes de que un verdadero diluvio arrase la ciudad."

Dolores Redondo parte de unos hechos reales para inventar una novela en la que se siguen los pasos de un asesino en serie, que nunca capturaron, hasta situarle ficticiamente en nuestro país. Para ello ambienta su última obra entre Glasgow y Bilbao, estas dos ciudades normalmente grises y lluviosas son las coordenadas espaciales de la novela. Y las coordenadas temporales son los años 80, los primeros años de esa década del siglo pasado. Lo primero que quiero subrayar es que la ambientación está muy bien plasmada. Literalmente gracias a sus certeras descripciones nos vemos en medio de la mayor catástrofe  natural que se recuerda en Euskadi, las inundaciones de agosto de 1983. Entonces cayeron más de 500 litros de lluvia por metro cuadrado en solo un día, la ría del Nervión se salió de su cauce arrasando con todo lo que encontró a su paso. La descripción que hace la autora de los hechos es muy rica en detalles, muy real y se nota que se ha documentado con vivencias de quienes la sufrieron.

También dentro de este apartado de la ambientación me gustaría hacer un inciso en el tema de la música, nos apuntan varias canciones en la novela que recuerdo perfectamente de aquellos años: Mocedades con su "Amor de Hombre" o Nik Kershaw con su "Wouldn't It Be Good"... La música, los estribillos, ponen la banda sonora a una época y de un plumazo te sitúan en el momento que cuenta. Algunos capítulos se titulan como versos de esta canción de Kershaw. Y por supuesto, señalar también el papel tan importante que tenía la radio y sus programas en el día a día de la población, en la vida de un barrio, incluso en el patio de luces de un edificio. Toda la ambientación está muy lograda.

La novela está contada de forma lineal, sigue el hilo temporal según van ocurriendo las acciones, salvo en lo tocante a los recuerdos de los personajes, sobre todo del asesino. Está contada en tercera persona, pero desde el punto de vista de distintos personaje. Los narradores van cambiando en la narración. Éstos van relatando su parte de la historia, es la técnica del multiperspectivismo. Utilizarla ayuda para que el ritmo de la narración sea más ágil y contribuye a que los personajes estén mucho mejor caracterizados, sabemos cómo piensan, cómo viven lo que van haciendo. 

 

"La oscuridad y el estruendo de la discoteca permitieron a John colocarse tras ella para poder olerla mientras fingía observar la pista. Aspiró su aroma. Percibió el sudor suave de sus axilas, mezclado con una colonia de notas dulces que parecía estar de moda entre las chicas, y aquel otro olor, metálico, salobre y ácido. Frunció un
poco el labio superior sin poder contener una mueca de asco. Y casi a la vez notó la erección tensando su miembro bajo la tela de los vaqueros.
Sin perderla de vista se alejó unos pasos y metió la mano derecha en el bolsillo de la chaqueta. Con la punta de los dedos acarició el raso del lazo rojo que llevaba allí.
Pensó en Lucy y, reconviniéndose, se mordió el interior de la mejilla hasta que el dolor anuló la otra sensación y recuperó la compostura.
Después fue fácil, siempre lo era. La fórmula funcionaba a la perfección desde hacía años, con leves diferencias. Se detendría a su lado y comenzaría a hablar, le diría que a él tampoco le apetecía bailar y que estaba pensando en tomar algo, ¿querría acompañarlo? Ella lo miraría y vería lo que veían todos: un hombre joven, pero no un crío. Limpio, bien vestido aunque sin ostentación, educado, amable. Pulcro. Y que se había fijado, con toda probabilidad, en la única chica que vestía pantalones y una blusa amplia en toda la discoteca..."

 

Cómo os comentaba yo creo que no se puede hablar de una novela de serie negra, o thriller, no hay acción suficiente para ello, ni intriga. En esta novela hay ingredientes de ello, puesto que la trama principal es la persecución de un asesino. Pero también hay una historia de amor en la que se incide mucho, no como se suele hacer en este tipo de novelas. El peso de la historia no está en resolver un misterio, ni en perseguir al personaje asesino, que también, sino que Dolores Redondo le ha dado todo el peso a los personajes y a la resolución de sus propias historias.  

En mi opinión lo más importantes son los personajes que ha inventado, en su mayoría con pasados tristes a cuestas. Están los dos antogonistas: Noah Scott Sherrington de frágil salud pero con una determinación ferrea de atrapar al asesino. John Biblia, que realmente existió, es el asesino tras el que corre Noah hasta desembarcar en ese Bilbao de los años 80; un asesino que busca víctimas entre mujeres que tienen la menstruación. Por supuesto está "la chica": Maite que regenta el bar del antiguo casino en el casco viejo. Y está "el amigo" que se echa el protagonista en Bilbao que es ertzaintza. Y por último está Rafa, un chaval singular. Esos son los personajes principales. En general son personajes que atraen al lector. Y uno que atrae especialmente es Rafa, es más logrado en mi opinión.

No quiero contar más, porque no querría destripar la novela. Es una historia cuyo tema es la esperanza, pero también toca la culpa, los abusos infantiles, la enfermedad...  La muerte y el amor.

A mí me ha resultado muy entretenida. Me he visto en el Bilbao de los 80. También me he creído a los personajes, por supuesto a unos más que otros. Pero en general la he disfrutado bastante.