Termina febrero y lo acabo leyendo las últimas páginas del último libro de Isabel Allende "El juego de Ripper". Siento exactamente eso que cuenta el letrero que encabeza esta entrada...
¿Y ahora qué libro empezaré?
Si todavía estoy en San Francisco con Amanda, con su abuelo, con Indiana, Ryan...
Un blog para letraheridos. Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y letras. Un blog donde sentarse a leer mientras te tomas un café.
Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let
viernes, 28 de febrero de 2014
jueves, 27 de febrero de 2014
¿El "palulú" o el palodul?
Hoy, en el trabajo, hemos estado hablando del “palulú”. ¿Os acordáis?
Ese palo dulce y rugoso con cierto sabor a regaliz que comprábamos de
niños en la tienda de las chucherías y luego chupábamos muy despacio
hasta que perdía el sabor y se quedaba como consumido en hebras secas... Efectivamente ahora sabemos que de él se saca
el regaliz y que se trata de una raíz con propiedades curativas. Pero entonces... entonces era el palulú... Qué rico... Y qué palabra tan entrañable.
¿Os acordáis verdad? Aunque quizás algunos de vosotros no lo llamarais con ese nombre. Hay quién le llamaba palolú o palodul o regaliz de palo o qué sé yo... En nuestra conversación barajábamos estos dos términos refiriéndonos al mismo palo: o Palulú o Palodul.
He buscado la palabra en el diccionario de la Real Academia y “palulú” no aparece. Bua bua buaaaah. Está claro que es una de esas palabras que usábamos mal como “Turuleta” o “Conchinchina” (De estas palabras ya hemos hecho entrada en este blog).
Sin embargo he buscado “palodul” en el diccionario y tampoco viene. Empatados a 0. Pero en cambio sí que viene “paloduz”, que nos lleva al término “orozuz” con el mismo significado.
orozuz.
(Del ár. hisp. ‘urúq sús o ‘írq sús, y este del ár. clás. ‘irqu [s]sús; cf. port. alcaçuz).
1. m. Planta herbácea vivaz de la familia de las Papilionáceas, con tallos leñosos, de un metro aproximadamente de altura, hojas compuestas de hojuelas elípticas, puntiagudas, glaucas y algo viscosas por el envés, flores pequeñas, azuladas, en racimos axilares, flojos y pedunculados, fruto con pocas semillas, y rizomas largos, cilíndricos, pardos por fuera y amarillos por dentro. Es común en España a orillas de muchos ríos. El jugo de sus rizomas, dulce y mucilaginoso, se usa como pectoral y emoliente.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
Yo tomaba el palulú en Cataluña, algunos compañeros también disfrutaban del palulú en Madrid. En Melilla parece ser que lo que chupaban era “palodul”. Seguro que vosotros tenéis alguna palabra más para designar el mismo palo dulce ¿No?
Aunque, no os voy a engañar, para mí ya siempre será el palulú de toda la vida…
lunes, 24 de febrero de 2014
Los nombres de las tiendas. Kiev.
Mi amiga Isabel ha estado hace un par se semanas en Ucrania, en Kiev, lugar tristemente nombrado últimamente en todos los informativos.
Se acordó de mí, allí tan lejos, y me ha traído estas tres fotografías para el blog. Son curiosas ¿vardad? "Bar Salvador Dalí", nuestro toro, y la palabra "Mafia" claramente legible para nosotros. Para la colección de nombres de tiendas diferentes.
Mil gracias amiga.
Etiquetas:
Kiev,
Los letreros de la calle,
Los nombres de las tiendas,
NOMBRES
domingo, 23 de febrero de 2014
sábado, 22 de febrero de 2014
75 años que se nos murió Machado: 22 de febrero
En realidad se llamaba Antonio Cipriano José María Machado Ruiz. (Sevilla, 26 de julio de 1875 - Coillure, Francia, 22 de febrero de 1939). Aunque para nosotros era y es Antonio Machado, el poeta emblemático de la Generación del 98.
Dicen que era bastante alto, metro
ochenta, mucho para la época. Dicen que usaba grandes zapatones y andaba
de forma un poco renqueante apoyandose en el bastón. Dicen que casi
siempre iba sucio de la ceniza que le caía encima del traje porque
fumaba mucho.
Dicen
que no soportaba que nadie leyera sus versos declamándolos en exceso,
que era lo que se suele llamar "un perdedor" y que murió sobre todo de pena. Su hermano Manuel se
enteró de su muerte estando en una peluquería porque se lo comentó como si tal cosa el peluquero.
Hoy 22 de febrero se cumplen 75 años de la muerte del poeta Antonio Machado en Colliure.
Había atravesado la frontera huyendo de España, y hacía algo menos de un mes que junto a su hermano José y su madre, había llegado a la estación de ferrocarril de este pequeño
pueblo de mar al sureste francés.
Se alojaron en una pequeña pensión regentada por la familia Quintana. De allí ya no saldrían ni el poeta ni su madre. A primera hora de la tarde del día 22 de febrero Antonio Machado murió de una neumonía. Tres días después lo haría su madre. De todos es conocido que su hermano en la chaqueta del poeta encontraría dos papeles arrugados. En uno recordaba a su Guiomar, y en el otro estaba escrito ese verso tan famoso:
'Estos días azules y este sol de la infancia'.
No es la primera vez que hablamos de Antonio Machado en este blog. Os voy a copiar el vínculo por si queréis repasar esas otras veces: El áula donde daba clases Machado en Baeza, la obra de teatro donde se recordaba a la madre de Machado, una conferencia a la que asistí sobre él...
http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/search/label/Mis%20autores%20Antonio%20Machado
Etiquetas:
Efemerides literarias,
Mis autores Antonio Machado
jueves, 20 de febrero de 2014
miércoles, 19 de febrero de 2014
El poeta Cristobal López de la Manzanara en nuestra tertulia
“…Las persianas escriben la luz a doble espacio”
Cristobal López de la Manzanara
El otro día en la tertulia nos visitó el poeta Cristobal López de la Manzanara.
Para
mí fue un descubrimiento. Yo no le conocía, solo de oídas porque fue
cofundador de la revista literaria de Getafe “Cuadernos del Matemático”
donde tuve el placer de que me publicaran un relato.
El
poeta ejerce como boticario en Getafe, puesto que es en primer lugar
licenciado en Farmacia y luego lo fue en Política y Sociología. Pero
literariamente hablando ya os comentaba que es Subdirector de la revista
“Cuadernos del Matemático” y redactor de “Calicanto”.
Tiene
varios libros de poesía publicados. “Episodios de la sed” por el que le
dieron el 2º premio Internacional de Poesía Amado Nervo. “Las
pesadumbres del ozono”, “La voz entre la palabra” y “El cajón de las
formas. Sonetos boticarios y otras formas” del que nos leyó algunos
poemas con tema boticario que nos encantaron y nos comentaba que esta
primavera iba ya a publicar el siguiente del que nos leyó algunos
poemas.
Es
una persona singular la verdad y disfrutamos todos mucho con su visita
pues desde un primer momento estuvo con la sonrisa en la boca,
demostrando tener mucho sentido del humor con esa
ironía con que están impregnados muchos de sus poemas. Además iban
enlazándolos con anécdotas divertidas y cotidianas de su vida que nos
contaba de forma tan sencilla… Muy amable, humilde, tenía dificultades
para pasar las hojas pero no cejaba de hacerlo dándonos una buena
lección, como también la de leernos en voz alta sus versos, para que
conociéramos la voz del poema. Le acompañaba su mujer Mercedes a la que pedía que
volviera a leer algunos de sus poemas por si no le habíamos entendido.
Qué cercano e interesante fue este poeta. Qué encuentro tan distendido, que agradable. Su poesía nos
resultó igualmente muy atractiva, salpicada de metáforas, de
personificaciones… Unas imágenes muy logradas.
Me
gustó especialmente cuando nos leía poemas de su libro de los olores.
Poemas con títulos como: Olor a tristeza, olor a Infancia, Olor a Ropa,
olor a Mar, olor a Libro, olor a Piscina… En esos poemas el poeta nos
habla no solo de lo meramente físico sino también de sus recuerdos, de
sus emociones, mezclando lo universal con lo personal.
Os copio algunos versos de su libro de los Olores:
“El pergamino del mar / cuyos barcos son comas” (Olor a mar).
“las persianas escriben la luz a doble espacio”
Y de sus poemas con sabor a botica:
EL GENÉRICO
Estructura, gemela medicina,
recientemente púber, quinceañera;
réplica que al enfermo le genera
un rechazo que pronto se adivina.
Fórmula igual, sin tanta bambalina,
con un nombre común, una cualquiera,
con la desgracia de no ser pionera
en nada, ni siquiera clandestina.
Lo original que en ella hay de absoluto
es su precio bajado hasta el subsuelo
en aras de ser bioequivalente.
Y deja al boticario el atributo
de elegir una forma de consuelo
que devuelva la fe de su paciente.
Si os interesa este tema, y queréis profundizar más en este autor o su obra os invito a visitar la bitácora que de la visita de ese día ha hecho Javier Díaz Gil en nuestro blog:
http://bitacoratertuliagaldos.blogspot.com.es/2014/01/19-jornadavii-ano-miercoles-29-de-enero.html
Suscribirse a:
Entradas (Atom)