Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

lunes, 6 de abril de 2015

"De vidas ajenas" de Emmanuel Carrere



"Fui testigo de dos de los acontecimientos que más temo en la vida: la muerte de un hijo para sus padres y la muerte de una mujer joven para sus hijos y su marido. Alguien me dijo entonces: eres escritor, ¿por qué no escribes nuestra historia? Empecé, pues, a contar la amistad entre un hombre y una mujer, los dos supervivientes de un cáncer, los dos cojos y los dos jueces. En este libro se habla de la vida y la muerte, de la enfermedad, de la pobreza extrema, de la justicia y, sobre todo, del amor. Todo lo que se dice en él es cierto..."



Tengo que haceros ya la reseña de un par de libros que he terminado de leer, no vaya a ser que formemos cola...

El primero de ellos es "De vidas ajenas" del escritor francés Emmanuel Carrère, editada por Anagrama. 

Es una novela dura pero muy bien escrita. Y digo dura porque el autor nos cuenta unos hechos reales de forma muy detallada, casi minuciosa, desde su visión de esos acontecimientos. Es un narrador testigo. De ahí su título. Por cierto, la portada ¿No os parece bien bonita?

Bueno, como es decía, el autor es testigo de dos realidades. Por una parte, del desastre de tsunami que asoló en la navidad del 2004 el sudeste asiático mientras estaba allí. Ni a él ni a su familia les ocurrió nada, pero sí a Juliette, la hija de cuatro años de un matrimonio francés amigo. Ésta parte es la primera y ocupa poco espacio en comparación con la siguiente. Por supuesto aquí nos habla de desolación, de pobreza, de hospitales, de muerte. Con los protagonistas directos de esta desgracia nos volveremos a encontrar al final del libro y veremos cómo han ido encauzando sus vidas. Ésta última parte, la verdad, es la que más me gustó, por supuesto porque es la más esperanzada.


Y por otra parte también nos cuenta la muerte por un cáncer de su cuñada, otra Juliette, joven jueza que deja un marido y tres hijas también muy pequeñas. Esta es la parte más grande del libro. Aquí se nos habla de justicia, de la labor judicial, de los compañeros de trabajo, de las parejas... Porque el autor se va entrevistando con el compañero juez de la cuñada enferma, superviviente también de un cáncer, también con el marido de la cuñada... con todos, porque quiere conocer mejor a esa cuñada que no había tratado mucho.

Os confieso que en un momento dado pensé en dejar la lectura de este libro. Porque no os voy a negar que es triste, comienza triste y sigue triste hasta el final. Sin embargo no lo dejé y no me arrepiento porque guarda esperanza en el fondo.

No es un melodrama, a pesar de su tristeza, ni es lacrimógeno. Es una narración muy honda, muy reflexiva, sensible, que trata con delicadeza la enfermedad y la muerte y se centra sobre todo en las personas a quiénes les ocurren estas desgracias: los padres que pierden un hijo, los niños que pierden a su madre, el amigo que pierde a su mejor amiga, la pareja a quién la muerte le arrebata a su mujer, los padres que sobreviven a sus hijos, la hermana que pierde a su hermana... Y finalmente cómo todos van encauzando su vida y aprenden a vivir con esa pérdida.

No es un libro agradable, desde luego. Es lectura para estar uno bien interiormente mientras lo lee. Si se siente uno frágil, mejor yo no lo escogería, la verdad. Por otra parte es indudable que está bien escrita. El autor sabe contar y lo hace con delicadeza. No es ficción, es la realidad a modo de reportaje y con el permiso de los implicados porque parece ser que dejó leer su obra a los protagonistas antes de darla por terminada.

En definitiva, es un libro sobre la muerte. Y por tanto sobre la vida.

viernes, 3 de abril de 2015

Frases hechas que utilizamos de la Semana Santa


Siempre que llegan éstos días, me gusta recordar la cantidad de frases que utilizamos a menudo relacionadas con la Semana Santa, o en definitiva con la religión.

Cada año desde que existe este blog hemos dedicado alguna entrada a este tema. La podéis consultar yendo a la pestaña "Palabras de Semana Santa". Y ya que estamos de nuevo a vueltas con las torrijas vamos a fijarnos en alguna de ellas.


De Herodes a Pilatos:

Se suele decir cuando te mandan de una persona a otra para resolver alguna cuestión burocrática, y mientras tanto se pasa el tiempo y no se resuelve el tema.

"Hay que tener en cuenta que los dos caúces por donde discurrió nuestra cultura popular durante siglos fueron la comedia y el sermón. (...) El evangelio nos cuenta como Jesús fue llevado de Anás a Caifás, de Herodes a Pilatos, en el proceso de su Pasión que terminó con su condena en la cruz.


Poner o Meter el dedo en la llaga

Se suele decir cuando hablas de algo de tal forma que la preocupación por ello aumente.

Viene de el episodio en el que Jesús ya resucitado le pide a Tomás, que no cree que haya resucitado, que meta el dedo en la llaga. 

poner el ~ en la llaga.
1. loc. verb. Conocer y señalar el verdadero origen de un mal, el punto difícil de una cuestión, aquello que más afecta a la persona de quien se habla.



No está la Magdalena para tafetanes o Llorar como una Magdalena

La utilizamos cuando queremos decir que no está una persona para que le hagan fiestas.

Nos dice el Diccionario de la Real Academia:

magdalena.
(De María Magdalena, personaje de los Evangelios).
1. f. Mujer penitente o visiblemente arrepentida de sus pecados.
2. (Quizá por alus. a Madeleine Paumier, cocinera francesa a la que se atribuye la invención). f. Bollo pequeño, hecho y presentado en molde de papel rizado, con los mismos ingredientes que el bizcocho en distintas proporciones.
estar alguien hecho una Magdalena, o llorar como una Magdalena.
1. locs. verbs. Llorar mucho o desconsoladamente.
no estar la Magdalena para tafetanes.
1. loc. verb. coloq. no estar el horno para bollos.

tafetán.
(Del cat. o it. taffeta, y estos del persa tāfte, tejido).
1. m. Tela delgada de seda, muy tupida.
2. m. pl. banderas (telas empleadas como enseñas).


No me quiero extender más. Ya sabéis que tenemos muchas frases en nuestro lenguaje popular que proceden de estos días (Lavarse las manos, Para más INRI, De Pascuas a Ramos... ) muchas. Como ya os he dicho podéis también recordar otras de las que ya hemos hablado otros años. 

Lo más importante, los que podáis, seguid disfrutando del tiempo libre.



Fuentes:

Diccionario de la Real Academia Española
¿Qué queremos decir cuando decimos...? de José Luis García Remiro. Alianza Editorial.
ue ésta sea dura, perjudicial o cruel”. Supone señalar o insistir sobre algo de manera que el dolor o la preocupación aumentan. Jesús, ya resucitado, invitó a Tomás, que no podía creer que fuera verdad, a meter la mano en la llaga que tenía en el costado. - See more at: http://profesoresdeele.org/2015/03/31/expresiones-relacionadas-con-la-semana-santa/#sthash.xQ23PYtY.dpuf
quiere decir, según Alberto Buitrago, “hablar de la realidad, aunque ésta sea dura, perjudicial o cruel”. Supone señalar o insistir sobre algo de manera que el dolor o la preocupación aumentan. Jesús, ya resucitado, invitó a Tomás, que no podía creer que fuera verdad, a meter la mano en la llaga que tenía en el costado. - See more at: http://profesoresdeele.org/2015/03/31/expresiones-relacionadas-con-la-semana-santa/#sthash.xQ23PYtY.dpuf

miércoles, 1 de abril de 2015

martes, 31 de marzo de 2015

Pablo Genovés "El ruido y la furia"



«Genovés nos reconcilia con la sorpresa -añade la comisaria-, con una especie de capacidad de asombro que creíamos irrevocablemente perdida, y lo hace mediante la evocación de un pasado en el cual la fotografía ostentaba la irrefutabilidad del documento, su certeza, y a la vez nos señala su inherente falsedad». 


No quiero que termine marzo sin hablaros de una exposición que me gustó mucho. Lo malo es que cómo fui a verla casi cuando terminaba en Madrid no he podido decíroslo antes.

A mí precisamente me gustó mucho porque te sorprendía, te impresionaba, te desasosegaba. 

Me estoy refiriendo a la exposición que ha estado hasta el 22 de marzo en la Sala Canal de Isabel II, de la calle Santa Engracia, 125 de Madrid: Pablo Genovés (Madrid, 1959) "El ruido y la furia".

La exposición se compone de 38 fotografías que proceden de los años del 2009 al 2014, de las series ya existentes: «Precipitados», «Cronología del ruido» y «Antropoceno». Estas fotos son muy originales, las ha hecho digitalmente uniendo dos imágenes y creando una nueva que no existe. Las fotos son anónimas, las elegía en mercadillos y libreros de viejo de Berlín, y todas son de arquitecturas de espacios significativos y bellos, dicen que de finales del siglo XIX y principios del XX, de bibliotecas, palacios, museos, teatros... etc. Y por otro lado fotografías de lugares en ruina o desvastados por algún fenómeno natural, o desvastados por algo: una ola gigante, una inundación, el hielo, el humo, el barro... El resultado es muy llamativo claro. Por eso os decía que te descoloca, te crea mucho desasosiego, mucha inquietud. Porque estan perfectamente unidas y son de los más creíble.

Se titula "El ruido y la furia" por la novela de William Faulker.

Además de las fotografías hay un vídeo "Otro día, otro lugar" hecho expresamente para esta exposición: una imagen se va construyendo mientras una mujer lee un poema. Se va contruyendo muy, muy despacito, mientras se va abriendo un zoom, es un palacio o un teatro devastado. Se proyecta cada 8 minutos, sin interrupción, en la última planta. Me gustó un montón, estaba muy bien, la voz femenina melodiosa profunda te iba narrando a medida que la foto se iba agrandando y te metía sin querer en ese espacio desolado, en esa atmósfera nostálgica de pérdida. Pero todo es tan ambiguo, todo tan difuso, no sabes qué ha ocurrido, ni cuando, crea un espacio sin tiempo que te trasmite fragilidad, devastación, e implícitamente necesidad de tomar conciencia de esa fragilidad como impulso para el cambio.


 Además es que el lugar de la exposición del que os he hablado muchas veces, es esa antigua torre del Canal de Isabel II por la que vas subiendo escalones es el lugar idóneo para esta exposición. Creo que está muy bien elegido y muy bien dispuesto pues en cada sala han ordenado y colocado las fotos por fenómeno adverso. Primero en Precipitados, son las aguas, casi siempre embravecidas, las que inundan bibliotecas, galerías de pinturas antiguas y teatros; luego humaredas; más arriba, Cronología del ruido, derrumbes, altas tapias, pedregales y restos militares e industriales ocupan señoriales salones; acumulaciones de barro o de arenas entierran bajo si no sabemos cuantas riquezas; finalmente, Antropoceno, la naturaleza, la fronda o la jungla, invaden y colonizan aquellos lugares de los que el hombre la había expulsado. 

La exposición te remueve por dentro. Esa decadencia que ves en las fotos, la ruina, la destrucción, parece una llamada de atención para lo que puede ocurrir. Te presenta un pasado de esplendor barrido, la cultura destrozada, aniquilada.

Es una exposición potente, no es bonita porque las imágenes buscan precisamente inquietarte, y lo consiguen. Es tremenda, impactante. Está muy bien. Cuando tengáis oportunidad, si vuelve a estar en Madrid o si va a cualquier otra ciudad, no dejeis de verla,

 

domingo, 29 de marzo de 2015

"Luciernagas" Teatro del que me gusta bastante




"¿Sabes el miedo que da que alguien te quiera?"


Luciernagas en el Teatro del Arte.

Una obra de teatro de Carolina Román, interpretada por Aixa Villagrán, Fede Rey y Jaime Reynolds.



Una obra en que hay un poco de todo: risas, tristeza, música, baile, columpios y bicicletas.

Una obra de nosotros, de todos: "Mitad luz, mitad bichos"

Una obra donde el guión tiene frases que dices: Jo qué bien eso que ha dicho. Donde los actores interpretan bastante bien. Sobre todo dos de ellos me han parecido que estaban muy, muy bien. Y donde estás ahí en su casa, pegadito a ellos.

Me ha gustado mucho. Es una obra de sentimientos: cómo te unen, cómo te atan. 

"Cuando sacas, dejas más hueco dentro".



Teatro del Arte – Madrid

San Cosme y San Damián, 3

SÁBADOS Y DOMINGOS A LAS 19:30

sábado, 28 de marzo de 2015

Miguel Hernandez, poeta, moría un 28 de marzo de 1942...



El amor ascendía entre nosotros...

El amor ascendía entre nosotros
como la luna entre las dos palmeras
que nunca se abrazaron.
El íntimo rumor de los dos cuerpos
hacia el arrullo un oleaje trajo,
pero la ronca voz fue atenazada.
Fueron pétreos los labios.

El ansia de ceñir movió la carne,
esclareció los huesos inflamados,
pero los brazos al querer tenderse
murieron en los brazos.

Pasó el amor, la luna, entre nosotros
y devoró los cuerpos solitarios.
Y somos dos fantasmas que se buscan
y se encuentran lejanos.





Una querencia tengo por tu acento...

Una querencia tengo por tu acento,
una apetencia por tu compañía
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.

Paciencia necesita mi tormento
urgencia de tu garza galanía,
tu clemencia solar mi helado día,
tu asistencia la herida en que lo cuento.

¡Ay, querencia, dolencia y apetencia!:
tus sustanciales besos, mi sustento,
me faltan y me muero sobre mayo.

Quiero que vengas, flor, desde tu ausencia,
a serenar la sien del pensamiento
que desahoga en mí su eterno rayo. 


De "El rayo que no cesa" 1935



Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas.

Como el mar de la playa a las arenas,
voy en este naufragio de vaivenes,
por una noche oscura de sartenes
redondas, pobres, tristes y morenas.

Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no es tu voz, el norte que pretendo.

Eludiendo por eso el mal presagio
de que ni en ti siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena sonriendo.
 

EL RAYO QUE NO CESA
(1934-1935)