Ayer estuve en el Matadero de Madrid, disfrutanto la obra de teatro "Cuando deje de llover" de Andrew Bovell.
Me la recomendó mi amigo Javier (javierdiazgil.blogspot.com) y la verdad es que merece mucho la pena.
Es la historia de una saga familiar, cuatro generaciones a lo largo del tiempo con nueve personajes. Nueve personajes que lo hacen muy bien, muy creíbles.
Desde el punto de vista de la creación es un drama muy bien contado, como un puzzle o un rompecabezas familiar, saltando en el tiempo constantemente, tan pronto ves a los mismos personajes de jóvenes como de mayores. Repitiendo las mismas frases en otras situaciones, en otro tiempo.
La puesta en escena me encantó. Qué buena. Muy elegante, casi geométrica, llena de coreografía.
Tiene tres premios Max de teatro: Al mejor espectáculo de teatro, a la mejor dirección de escena para Julián Fuentes y el premio a la mejor actriz de reparto para Susi Sánchez.
Es una obra intensa, larga, profunda, casi desgarrada en ocasiones, en la que tienes que estar muy atento porque tan pronto estás en el pasado como en el futuro. Los temas son varios: el abandono, el perdón, y otros aún más terribles. Temas que inevitablemente pasan de una generación a otra.
En el Matadero de Madrid terminó ayer de representarse, ha estado un mes. Anteriormente estuvo en el Teatro Español. Pero seguro que volverá. Muy recomendable.