Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

domingo, 5 de enero de 2025

5 de enero. La noche de los sueños

 

¿Y tú con que sueñas?



No hay noche que sume más sueños. No hay noche en la que todos los soñemos a la vez. 

Ojalá todos pudieran ser cumplidos, ojalá a todos nos hicieran caso y nos volviéramos felices a un mismo tiempo. No habría diferencias entre nosotros. El mundo sería otro, uno a estrenar.


Ya los hemos visto llegar, ya hemos celebrado con villancicos, risas y caramelos que entraron en el barrio. Les espera una larga noche yendo casa por casa, ojalá que la lluvia otra vez les preste unas horas de bonanza, como hizo con nosotros mientras les recibíamos. Aunque, pensándolo bien, no tenemos que preocuparnos, si son mágicos seguro que la lluvia no les moja. 

Eso conté a la niña de las fotos en cuánto volví a casa. Juntas hemos acercado lo más posible a los Reyes al niño y juntas nos hemos puesto el pijama, mientras no dejábamos de conversar de lo larga y chula que ha sido la cabalgata. He visto otra vez sus ojos brillantes, su sonrisa tímida y le he ofrecido un vaso de leche caliente con un pedazo enorme de roscón. Su sonrisa se ha estirado desde las comisuras hasta límites insospechados. ¿Hasta la estrella de Belén?

Me he prometido que cuidaré de ella hasta el fin de mis días. Que no la perderé de vista, que viviré a través de sus ojos cada Navidad. Con la misma ilusión y esas ganas de ver solo el lado bueno de la vida.

Mientras mojaba en el vaso de leche no he podido evitar preguntarle:

"No hay noche más bonita que la de hoy. ¿Verdad? La del 5 enero. ¿A que sí?"

Y ella, con la boca llenita de roscón, me ha sonreído, ha asentido varias veces, y cuando por fin ha podido tragar todo cuánto tenía en la boca, me ha contestado: "¡Pues claro!" 

Y ha seguido zampando roscón tan tranquila. Aunque, seguramente, también pensando: "¿Por qué me preguntas lo que ya sabes?"















sábado, 4 de enero de 2025

"Jaume Plensa. Materia interior" en la Fundación Telefónica

 




Estaba empezando a cansarme de ser una Reina Maga errante, llenando las alforjas del camello de tienda en tienda, intentando materializar deseos, cuando pasé justo delante de la Fundación Telefónica. Llevaba semanas queriendo ver la exposición del escultor Jaume Plensa: "Materia Interior". La escultura de "Julia" que está en Colón siempre me ha gustado mucho. Y mira tú por dónde, de pronto estaba ahí, a las dos de la tarde de un 2 de enero, y pensé: "Pues seguro que hoy y ahora que todo el mundo está enfrascado con las cartas, buscando dónde comer o ya comiendo, la exposición podría estar tranquila". Y no me lo pensé más y para allá que me fui. 

Dejé mis pertenencias en una de las consignas de la planta baja, subí a la tercera planta y a la derecha escuché el vídeo. 

Y lo primero que hice fue sentarme tranquilamente a ver qué me contaba Plensa. Me encandiló. En el vídeo va contando el escultor cómo han surgido algunas de sus piezas, dónde están situadas, que ha querido representar. Mientras, las vamos viendo en la pantalla, cómo se han ido construyendo, cómo las han desplazado, dónde están finalmente: En Japón, en Chicago, en Canadá, en Nueva York, en Madrid... Muy curioso e instructivo. Y me gustaba mucho lo que decía Jaume Plensa, cuando hablaba de que el poeta es el alma de una sociedad, cuando comentaba su obra "7 Poetas". Los poetas están alerta, vigilando desde lo alto, por si ocurre algo. Y claro también habla del silencio, de la introspección, de muchos temas interesantes. Es un video largo, dura bastante, pero te enriquece mucho sobre su escultura.

Y a continuación estuve contemplando las piezas de la exposición. Son en total 15 obras de sus 30 años de trayectoria. Casi no había nadie, era un gustazo pasear tranquilamente entre ellas, tan originales, a tu ritmo y acercarte, escucharlas y apreciarlas. Son muy sugerentes. 

Me sentí muy bien tras haber visitado esta primera exposición del año 25. Me gusta regalar, y me gusta elegir regalos, pero no me gusta nada emplear todo mi tiempo libre en las tiendas. Así que pude aprovechar para hacer un descanso de lo más provechoso. En poco tiempo se me olvidará qué compré o dejé de comprar. Pero la exposición de Plensa me pareció una invitación al recogimiento, a estar con nosotros mismos, un oasis dentro de ese bullicio que era el centro de Madrid un 2 de enero. 




 








"¡Al fin solos!" en el teatro Bellas Artes de Madrid, la mejor forma de empezar un año

 


En la fila 5 estuvimos muy bien, porque ¿sabes? resulta que no había fila 4ª. Así que las piernas podían estirarse a su antojo, y tan felices ellas, y nosotros más. Era cerca del escenario. Vale, también estábamos al lado de la puerta. ¿Quién dijo que la vida fuera perfecta? Pero ahí arropaítos con el abrigo, esperamos pacientemente que entrara todo el mundo, tan entretenidos viéndolos pasar, y cuando ya se cerraron las puertas, se acabó el frío y salió Carles Sans y comenzamos a reírnos y en la gloria. 

Así comenzamos el 2025, en el teatro, viendo "¡Por fin solo!", uno de los de Tricicle, ya sabes... No es mala forma, ya te lo digo yo. 

Es un monólogo, nos gustó. Y qué bueno es cuando hace mímica, claro, me gustaba mucho en esos ratitos. Recordaba mucho sus tiempos de Tricicle, y es tan expresivo, que no puedes evitar partirte. 

Es una tradición que adoptamos hace unos años, pasar la tarde del 1 de enero en el teatro. Hay menos obras ese día, pero bueno buscas y rebuscas y encuentras. El año pasado estuvimos viendo "Una terapia integral", todavía está en cartel. Y este año la de Carles Sans. 

Y ahora ya a por este año y que, por favor, nos deje pasar un año tranquilos, y si nos quiere dar alguna sorpresa que sea buena ¿no? 

Pues eso. 




lunes, 30 de diciembre de 2024

Diciembre de teatro: Teatro La Abadía y Teatro Naves del Matadero. "El maestro Juan Martínez que estaba allí", "La gramática" y "El mundo está roto pero se puede caminar".

 



Tenía mucho atraso con el teatro. Y en diciembre, por unas cosas u otras, me he resarcido. 

Durante tres fines de semana seguidos he tenido obra y en dos teatros que me gustan mucho: El Teatro de la Abadía y el teatro del Matadero. 

En otra entrada ya hablé de la obra de teatro "La gramática" que estuve viendo en las Naves del Matadero y que me gustó mucho. Una obra escrita y dirigida por Ernesto Caballero e interpretada por María Adanez y José Troncoso. A mí me gustó mucho el texto y la interpretación. Sin embargo he leído algunas críticas en las que consideraban la obra como clasista y sin conciencia social. Es una sátira, y así la tomé yo, pero tiene que haber todo tipo de público y de críticas. 

El Matadero me gusta mucho, su Casa del Lector, su Cineteca, sus exposiciones, su teatro más contemporáneo, la verdad es que me parece que es un centro de cultura importante y que siempre merece tenerlo en cuenta. 

Al teatro de la Abadía, por otra parte, he ido a ver dos obras que no tenían nada pero nada que ver. 

Estuve viendo a Miguel Rellán protagonizando "El maestro Juan Martínez que estaba allí", un texto de Manuel Chaves Nogales. En el argumento, un monólogo, se nos cuenta que "Juan Martínez, castizo madrileño nacido en Burgos, bailarín, artista de variedades, y su compañera Sole, emprenden una singular peripecia vital y laboral pocos días antes de que estalle la Gran Guerra de 1914. Istanbul, Bucarest, San Petersburgo, Moscú o Kiev serán el telón de fondo donde se desarrollan los episodios bélicos más sobrecogedores de esa Gran Guerra. Los cabarets, casinos y pensiones de esas ciudades serán los lugares donde intentarán sobrevivir nuestros protagonistas."

La verdad es que tenía las expectativas más altas de lo que luego resultó. Normalmente me gusta mucho Miguel Rellán, le he visto actuando tanto en películas, qué bueno en el Crack, como en series, y siempre me ha parecido muy buen intérprete. Sin embargo, en este caso me parecía que podía haber sacado más jugo al texto, ponerse más intenso, quedaba en conjunto un poco plano. Tiene un mérito enorme aprenderse todo ese texto e interpretar los dos papeles; el protagonista y su mujer. Por supuesto. Pero creo que podía haber intensificado más el texto en algunas ocasiones. O al menos esa fue la sensación que yo me llevé. No sé, seguramente la culpa la tenían las expectativas, como os decía y esperaba más, supongo. Eso no quita para que otras personas del público gritaran: "Bravo" varias veces seguidas. Así que no tengáis muy en cuenta mi opinión. Solo es eso. De todos modos sigo pensando que Rellán es un actor al que hay que ver siempre y que este teatro, una antigua abadía, es uno de nuestros mejores teatros.

Y también en él, pero dos semanas después, he ido a ver otra obra, esta vez una considerada "familiar" y basada en un cuento premiado como mejor historia en los Premios de Literatura Infantil y Juvenil en Euskera 2024 y titulado: "El mundo está roto, pero se puede caminar" de Harkaitz Cano y dirigida por Fernando Bernués. 

Me gustó mucho el texto, a propósito del poder de la lectura y los libros, me encantó. Que pena que el teatro no estuviera tan lleno como merecía. Aunque probablemente si hubiera sido domingo en vez de sábado habrían quedado menos butacas libres, creo. 

Yo lo veo como dirigido a un público de 12 o 14 años, eso hay que tenerlo en cuenta, pero es una delicia lo que va contando y cómo. El decorado era muy chulo también, como una biblioteca salpicada de libros y colores, muy alegre. Y los tres intérpretes lo hacen muy bien: Iratxe Uriz, Leire Ruiz y Txori García, transmiten energía y amor por los libros. Es una obra delicada, bien llevada a escena. Y desde luego el texto merece mucho la pena, está lleno de hallazgos. No es para adultos, o no es solo para adultos mejor dicho, desde luego, aunque tiene un mensaje de fomento de la lectura, tampoco creo que sea para niños pequeños, muchas referencias literarias no las van a entender, pero está muy bien hilado todo, muy trabajado y tiene mucha calidad. Un hallazgo donde el teatro y la buena literatura se dan la mano, aunque esté envuelto con forma de cuento para los jóvenes. 

En general muy provechoso este diciembre con el teatro. Antes de que terminara el año quería reseñarlo para que la memoria no me sise estos días. 

 


domingo, 29 de diciembre de 2024

"La cartera" de Francesca Giannone

 



Anoche terminé de leer "La cartera" de Francesca Giannone.

Siento como si me hubiera ido de viaje unos días a la Puglia de los años 30 del siglo XX. Cuando hace dos o tres años, ahora dudo, viajé al tacón de Italia me gustó mucho esa zona, me pareció muy auténtica, menos turística, menos espectacular que otras zona del mismo país, pero muy bonita, muy tranquila y más genuina. Mientras leía la novela no podía evitar sentirme allí, cerca de Lecce, que me causó muy buena impresión. Y claro esa ambientación ya me tenía ganada la voluntad. 

He estado muy a gusto leyendo la historia de Anna Allavena, qué nombre más literario para un personaje muy potente, muy atractivo que te va embaucando, según lees, por su fuerza y su forma de ser tan entera, luchadora, culta, abierta y recta. Es un personaje muy bien descrito, muy creíble. La portada del libro también me pareció muy chula y bien podría ser Anna, la cartera. 

La novela narra su historia, la de una mujer del norte de Italia que desembarca con su marido Carlo Greco y su hijito en el pueblo de éste, Lizzanello, un lugar inventado muy cerca de Lecce. Hay mucho contraste entre la Italia del norte y la del sur, mucho más cerrada y tradicional. Anna siempre será forastera en aquella tierra, pero durante treinta años, hasta el año 1952 veremos cómo transcurre su vida y la de su familia. Es una saga familiar del sur de Italia donde las tradiciones y el qué dirán tiene muchísimo peso. Pero Anna ha llegado para ser pionera en muchas cosas de las que emprende, y eso no dejará indiferente a nadie. 

La historia toca temas como la igualdad, el machismo, las tradiciones, la sororidad, la identidad, y desde luego el amor, porque lo cierto es que es una novela donde abundan los amores, sobre todo los contrariados. También es un homenaje a la lectura, porque los libros también son importantes en la historia de varias formas. 

Es una novela bien escrita, de ritmo pausado que transmite una sensación agradable de bienestar, no hay sobresaltos, ni grandes puntos de giro en la trama, entonces el lector se va impregnando de la historia poquito a poco y se va adentrando en ella así, con naturalidad, sencillamente, porque te entretiene y sobre todo, a mí, porque el personaje principal es muy potente y logra ganarte, te va calando y quieres saber qué pasa con ella. 

No me ha parecido un novelón, pero entiendo que tiene ingredientes, algunos personajes muy creíbles y atractivos (no todos), el ritmo sereno, la buenísima ambientación, que te conmueven, te atrapan y consiguen que muchos lectores disfruten con ella y guarden un buen recuerdo de su lectura. 




jueves, 26 de diciembre de 2024

Los días llenos

 


Los días de Navidad son días llenos. 

Llenos de presencias, reencuentros, risas y regalos. 

Pero en los días llenos se advierten más los huecos, las ausencias, el eco de aquella voz y su olor.


Los días de navidad son días de fabricar recuerdos, de hacer biografía, de brindar y abrazar.

Días tramposos. Días de brillos y adornos de quita y pon. 

Días que permites, con alegría, que te pongan la zancadilla el tiempo y la nostalgia. 


Los días que más nos arropamos, por fuera y dentro, son días de intemperie. 

Días al sereno que cuánto destemplan. 


Qué cuento tan bien escrito el de la Navidad. 






lunes, 23 de diciembre de 2024

"La gramática" en las Naves del Matadero. Qué gusto de teatro

 


No tocó nada en la lotería, una vez más, tocó perder, pero como esta vida es puro teatro, cambié la desilusión por una buena obra que me consoló mucho. Otra forma de disfrutar el 22 de diciembre. 

En la Nave núm. 10 del Matadero estuve viendo "La gramática" con María Adánez y José Troncoso, sobre un texto escrito y dirigido por Ernesto Caballero. 

Me pareció muy original, muy fresco el argumento: Una trabajadora de la limpieza de la RAE mientras limpiaba una de las estanterías siente caer sobre su cabeza un montón de libros de Gramática, desde la de Nebrija hasta la última de la RAE. Como consecuencia, y tras estar inconsciente un tiempo, se despierta como una verdadera erudita del lenguaje. Tan erudita y responsable con el lenguaje consigo misma y con el que hay a su alrededor, que se queda sin familia, sin amigos, sin vecinos y hasta sin trabajo de lo impertinente que se puede llegar a poner con el tema de la corrección lingüística. Un neurocientífico está decidido a curarla. 

¿Somos lenguaje? Una limpiadora, un neurocientífico y la gramática. Como decía María Moliner: Mis hijos y uno más: el diccionario. ¿El lenguaje cuánto nos influye? 

En clave de comedia muy irónica, ayer fue el último día de la representación. El Matadero de lo más transitado a pesar del frío y el teatro lleno hasta arriba. El texto muy original, alternaba el presente erudito de la limpiadora con su pasado rabanero y coloquial, con la agilidad y riqueza que eso conllevaba tanto en el lenguaje como en las situaciones distintas de su vida. Pleonasmos, oxímoron, anacolutos, dequeísmos, y un lenguaje de lo más vulgar, en un todo revuelto brillante. Los actores muy creíbles los dos, muy sueltos. Ambos actúan muy bien, aunque María Adánez lo borda cambiando de registro en su personaje con una facilidad y una seguridad pasmosa, cambiando de lenguaje como de ropa y vida. 

Qué gusto ir al teatro. 

Qué gusto dar con una obra con un texto y unos actores como éstos.