"A
un lado de la carretera" de Paul Pen, qué novela, me la he leído volando, pero
volando. No podía dejar de hacerlo. Me ha gustado mucho.
Ya me había leído "El brillo
de las luciérnagas" en su día, y juraría que no me he leído más, porque me
acordaría seguro viendo como las gasta el autor.
Leí la primera
línea "La primera vez que vi a Coral" y, no sé por qué, pero ya quedé atrapada. No pude dejar de leer.
Os avanzo un poco el argumento:
La historia se desarrolla en el
típico Hotel Restaurante de carretera. En este caso es uno de la zona de
Levante, que se llama “Hotel Restaurante Plácido”. Se acaba de cometer un
crimen, y el escritor Lucas Falena ha llegado allí para escribir su primera
novela. Quiero estar ahí, documentarse de primera mano, conocer a los protagonistas e ir escribiéndola.
Gracias a él, a su interacción con los implicados vamos a ir conociendo la
historia.
La trama se desarrolla en la
actualidad y por Levante, ya os digo. Está contada de forma lineal, aunque en
algunos momentos el escritor dejará que tomen la palabra otros narradores para detallar algunos hechos sobre todo del pasado. En algunos momentos la acción va hacia adelante y hacia atrás agilizando el ritmo.
Los personajes están muy bien
perfilados, los ves inmediatamente. Y por supuesto les coges cariño y odio con
una facilidad pasmosa gracias a lo que vamos sabiendo de ellos. Están muy bien perfilados. Cándidos y
perversos, los tenemos a partes iguales.
La intriga está muy bien
dosificada, gracias a los giros que el autor va incorporando a la trama muy
sutilmente, pero de forma impecable. Y tú, pobre lector, vas detrás de la
historia todo el rato, casi con la lengua fuera, las orejas bien abiertas y los
ojos como platos, intentando descifrar por dónde nos lleva y qué pasa, porque
al menos yo, que es verdad que no soy ningún lince, no sabía intuir lo peor… Me
ha parecido una historia adictiva, de lo más turbio, pero sin llegar a ser
escabrosa, no “salpica”, ya me entendéis, pero vamos que hay malos
bien malos sí que os lo digo. La historia no te deja indiferente.
Echando un poco la vista atrás y
pensando en sus novelas, uno advierte que casi siempre el tema son las familias
que, precisamente, felices no son.
Estructuralmente está bien
escrita, es un libro dentro de otro libro. Y además tiene un arranque que ya te atrapa con el crimen acabado de cometer y
la principal víctima en la primera línea. Son setenta capítulos cortos que te los bebes,
porque el ritmo ágil está muy bien conseguido y los puntos de giro muy
oportunamente colocados. Tiene su punto de ternura en algunos detalles del argumento que se centran sobre todo en uno de los personajes femeninos y al final casi cierra en
redondo. Combina la tercera persona, con la primera persona cuando se trata de revisitar el pasado. Todo eso también ayuda al ritmo.
No quiero destripar mucho. Solo deciros que es muy recomendable, desde mi
punto de vista. Paul Pen está muy bien para evadirte.