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martes, 28 de enero de 2014

"Monosabio" la palabra de hoy


¿Vosotros sabéis que significa la palabra “monosabio”?
Bueno pues vamos al diccionario de la Real Academia Española… Y vemos que dice:
monosabio.
(De mono- y sabio).
1. m. Mozo que ayuda al picador en la plaza.
"El monosabio es el mozo que ayuda y, si es necesario, socorre al picador en la plaza de toros durante la lidia. Le ayuda a montarse, sujeta al caballo en la suerte de varas para que no sea derribado y socorre el picador si el caballo es derribado. Llevan una vestimenta distinta al resto del personal, que desde mediados del siglo XIX se ha mantenido invariable, consistente en una blusa floja y cerrada de color rojo o azul, y pantalón oscuro y una gorrilla del mismo color que la blusa. Es el único autorizado a pisar el ruedo, además de los toreros, durante la lidia."
 
Yo había escuchado éste término en su acepción peyorativa. No tanto como un insulto, pero sí con cierto matiz burlesco. Pero ignoraba el verdadero significado del término. No es raro puesto que es un término del lenguaje taurino y yo de toros ni idea…
He buscado por internet la etimología de esta palabra y he encontrado lo que os pego a continuación:
Según Iribarren en su libro"El porqué de los dichos" la palabra "monosabio" tuvo su origen en un espectáculo teatral que tuvo lugar en Madrid hacia 1846 en que aparecían unos monos amaestrados a quienes su amo llamaba "monos sabios". Después, irónicamente, se llamó así a los mozos de caballos de la plaza de toros debido a que su uniforme era del mismo color (azul y encarnado) que el de los citados monos. 

Iribarren se basa en el "Diccionario taurómaco", de Sánchez de Neira y en "Algunas notas de lenguaje popular madrileño", de Federico Ruiz Morcuende, trabajo publicado en "Homenaje a Menéndez Pidal", tomo 2, Madrid, 1925, el cual, a su vez, cita una información aparecida en el Diario de Madrid, de 13-4-1846: 

"Monería. Los monos sabios continúan sus habilidades diarias en el mismo local y a las mismas horas, habiéndose reforzado la compañía con un nuevo y diestro cocinero llegado de París y un diestro y galante jardinero brasileño". 


No me gustan los toros, la verdad. Pero me gusta esta palabra "monosabio" tan sugerente.

La foto que encabeza la entrada es un óleo de Juan Manuel Rocha, un pintor mejicano.

jueves, 4 de julio de 2013

De la palabra "Ladrón" ¿Y por qué se le llama así cuando es para los enchufes?




Pues yo no sé si será este calor de julio o qué será, pero el caso es que yo llevo unos días preguntándome:

¿Por qué a esa clavijita que utilizamos para poner varios enchufes le llamamos ¡LADRÓN!?

¿Alguien me sabría contestar?

Teniendo en cuenta que las palabras "enchufe" y "ladrón" tienen tan mala prensa...


Yo he buscado afanosamente por aquí y por allí, pero no os creais que lo tengo muy claro.

Pero comencemos por el principio:

¿Qué significa la palabra LADRÓN? Nos vamos a la RAE y encontramos:

ladrón, na.
(Del lat. latro, -ōnis, bandido).

1. adj. Que hurta o roba. U. m. c. s.

2. m. Portillo que se hace en un río para sangrarlo, o en las acequias o presas de los molinos o aceñas, para robar el agua por aquel conducto.

3. m. Toma clandestina de electricidad.
4. m. Clavija que tiene salida para varias tomas de la corriente eléctrica.

5. m. coloq. granuja (‖ pícaro). U. t. c. adj.


Ya veis que encontramos las dos acepciones más usuales. La primera donde nos dicen que el ladrón es la persona que hurta y roba. Y ya que estamos ¿De dónde viene esta acepción? Pues como nos dice la RAE viene de un término latino: latro, -ōnis, bandido. ¿Y por qué?

Pues según http://www.elcastellano.org/palabra.php?q=ladron y otras fuentes que no os voy a comentar porque dicen básicamente lo mismo, parece ser que viene de los mercenarios que formaban parte de los emperadores romanos:

Los mercenarios que formaban parte de la escolta de los emperadores de Roma se llamaban latro, latronis, y el verbo latrocinare significaba ‘servir en el ejército’.

Con la descomposición del Imperio romano, la paga de los latronis empezó a demorarse hasta que terminó por no llegar más, con lo que, por tratarse de asalariados que tenían el derecho de portar armas, se convirtieron en ladrones y salteadores, dando lugar al significado actual de ladrón y latrocinio.


Pero... ¿Y por qué se le llama LADRÓN a la "Clavija que tiene salida para varias tomas de la corriente eléctrica"?

¿Por qué, por qué?

He encontrado que en este caso la palabra "ladrón" es un neologismo:

Un Neologismo es una palabra nueva que aparece en una lengua, ya sea procedente de otra lengua o de nueva creación. La creación de neologismos se produce por modas y necesidades de nuevas denominaciones.

Hay distintas clases de Neologismos:

Clases de neologismos: 1. Por composición, con lexemas castellanos, latinos y griegos: microorganismos, leucocito, videofórum, papamóvil
2. Mediante afijos, en palabras derivadas y parasintéticas: acondicionar, cuponazo, televidente, euroconector, grabadora, etc.
3. Siglas y acrónimos: ATS, ONG, VIP, ovni, ONU, SIDA
4. Metáforas: loro (radiocassette), ratón (puntero), definir (en fútbol), ladrón (enchufe)


Luego ya sabemos que llamar a la clavija para varios enchufes ladrón es un neologismo del tipo de las metáforas. Pero ¡¡¿Por qué?!!

Bueno pues en internet he encontrado dos posibles respuestas en un foro en el que hablaban de ello:

- De algún modo hace referencia a que esta clavija permite "robar" energia eléctrica a algún aparato eléctrico adicional, de un enchufe inicialmente previsto para tan solo uno.

- Llamar ladrón al enchufe viene de cuando las compañías eléctricas (hace mucho tiempo) no tarifaban en función del consumo sino que cobraban según el número de enchufes que tenías en casa.



Pero me queda la duda de qué explicación es la buena...

¿Vosotros lo sabéis?

Por favor si es así:

 ¡Iluminarnos!

domingo, 17 de febrero de 2013

Presencia de ánimo




Hoy vamos a hablar de una expresión, de la que he hablado con un amigo ultimamente por lo curiosa que nos resulta. Una expresión que, aunque es de toda la vida, tampoco yo creo que se utilice mucho. Me estoy refiriendo a la expresión: Presencia de ánimo.

¿Nunca habéis escuchado eso de...? Fulanito tiene mucha presencia de ánimo...

Viene en el diccionario de la Real Academia, cuando buscamos la palabra "presencia".

Presencia de ánimo, conservar el ánimo ante cualquier situación.

presencia.
(Del lat. praesentĭa).
1. f. Asistencia personal, o estado de la persona que se halla delante de otra u otras o en el mismo sitio que ellas.
2. f. Asistencia o estado de una cosa que se halla delante de otra u otras o en el mismo sitio que ellas.
3. f. Talle, figura y disposición del cuerpo.
4. f. Representación, pompa, fausto.
5. f. Memoria de una imagen o idea, o representación de ella.
~ de ánimo.
1. f. Serenidad o tranquilidad que conserva el ánimo, tanto en los sucesos adversos como en los prósperos.


Presencia viene del latín "praesentia": cualidad de estar adelante.
Ánimo viene del término latino "ánimus", el carácter, el coraje, el valor... 

 Es curiosa la expresión ¿verdad? Rastreando por internet he encontrado que hay una frase célebre donde la nombran e incluso hay un cuento de Oscar Wilde que se titula así. Copio a continuación ambos. También hay algún que otro libro incluso con ese título.

Pero a vosotros que os parece ¿Se utiliza a menudo? Yo creo que no mucho. Pero está bien, es elegante, es una expresión con clase. 

Ya, ya lo sé, hemos oído mucho más, también con la palabra "presencia", la de "... en presencia de mi abogado". Ay la tele, la tele...



Presencia de ánimo y valor en la adversidad valen para conquistar el éxito más que un ejército.
John Dryden



Presencia de ánimo

Mi joven amigo el actor interpretaba el papel principal de una obra extremadamente popular. Durante meses no había quedado una sola localidad libre en el teatro, y en el momento mismo de la representación las colas para la platea y la galería se extendían varias millas; de hecho, llegaban hasta Hammersmith (aunque debo agregar que la obra se representaba en Hammersmith).
Una noche, durante la representación, en el terriblemente tenso momento en que la pobre florista rechaza con desdén las detestables propuestas del malvado marqués, una enorme nube de humo se extendió por los costados del escenario, que fue sitiado por grandes lenguas de fuego.
Aunque el telón descendió de inmediato, el público estaba aterrorizado y se precipitó hacia la salida. Se desató un pánico horroroso: los hombres comenzaron a gritar y a empujar, las mujeres daban alaridos y se tiraban de las ropas. Había el grave riesgo de que varios espectadores murieran pisoteados y, de hecho, algunas faldas se ensuciaron y varias camisas de vestir quedaron arrugadas.
En el clímax del estruendo apareció por la puerta de la orquesta mi joven amigo el actor -que en la obra ama y es amado por la florista-, contempló la situación de un vistazo y trepó al escenario. Allí parado, ante el telón de hierro, erguido, con la mirada destellante y el brazo levantado, ordenó que se hiciera el silencio con una voz que resonó en todo el teatro, como una trompeta. El público conocía bien esa voz y se sintió reconfortado: el pánico remitió de inmediato.
Les dijo entonces que el fuego ya no era peligroso, que ahora estaba bajo control. Sin embargo, explicó, el miedo de todos constituía un peligro muy real y, dado que sus vidas dependían de que mantuvieran la calma, era necesario que regresaran de inmediato a sus asientos.
Todos hicieron lo que se les dijo, sintiéndose muy avergonzados. Y cuando las salidas quedaron despejadas y todos los asientos fueron ocupados de nuevo, el actor dio un ligero salto sobre las candilejas, alcanzó la platea y se esfumó por la primera puerta a su alcance. Entonces el humo saturó el auditorio, las llamas irrumpieron a cada lado y ninguna otra alma salió con vida del lugar.
Es así como podemos apreciar la utilidad de la presencia de ánimo.

Oscar Wilde

miércoles, 2 de enero de 2013

¿Por qué "cocodrilo" y no "cocreta"? Un artículo del Instituto Cervantes




¡¡Ahora resulta que llevamos siglos diciendo "cocodrilo" y en realidad lo más culto sería decir "crocodilo"!! Y la culpa la tiene la "metátesis". ¿Que qué es la metátesis? ¿No me digais que no lo sabíais? Con la cantidad de veces al día que utilizamos la palabra "metátesis"...

Es broma. Yo acabo de conocer la palabra: "Metátesis". Cómo acabo de conocer que llevamos siglos diciendo mal "cocodrilo"...  Pero es que "crocodilo" qué mal suena ¿verdad? Pues así los dicen los franceses y los ingleses... Porque así colocada venía la "r" desde el latín... Qué cosas.

Bueno pues es lo primero que he aprendido este año...

Leed, leed...


Por qué cocodrilo y no cocreta?

Por Pedro Álvarez de Miranda


Cierto interlocutor se me mostraba hace poco extrañado, y hasta escandalizado, por el hecho de que el diccionario de la Academia recoja las formas almóndiga y almondiguilla, remitiendo para ellas, en las definiciones, a albóndiga y albondiguilla, respectivamente. Las explicaciones parcialmente justificativas que le ofrecí —almóndiga y almondiguilla son variantes históricas bien documentadas de las formas etimológicas con -b-, y harto conocido el trueque de esa consonante bilabial por la también bilabial m— no parecieron convencerle, ni siquiera aunque le recordara el caso de vagabundo y vagamundo (con mutación fonética apoyada además en la etimología popular) y añadiera, para su tranquilidad, que el Diccionario panhispánico de dudas de la misma institución desaconseja expresamente el empleo de almóndiga por ser propio «del habla popular de algunas zonas».

«Ya solo falta», se lamentaba mi amigo, sin salir del terreno culinario, «que la Academia recoja cocreta». Reprimí las ganas de decirle que, sin pretender yo en absoluto que semejante cosa ocurra, un diccionario históricamente descriptivo debería sin la menor vacilación hacerse eco también de la existencia de esa variante del nombre del delicioso bocado, variante hoy considerada tan irremediablemente vulgar.

Produce un cierto regocijo que las mismas personas que descargan toda su santa ira contra cocreta estén siendo «víctimas» inconscientes de una idéntica confusión cuando utilizan la palabra cocodrilo. Pues cocodrilo, en efecto, era en latín crocodilus, y esa -r- sigue en su sitio tanto en francés (crocodile) como en inglés (crocodile; se escribe igual que en francés, pero naturalmente se pronuncia de otro modo), mientras que en italiano (coccodrillo), como en español, ha saltado dos sílabas hacia delante. La tendencia a dar ese salto, llamado metátesis, existió, en realidad, ya en el latín mismo, cocodril(l)us, y también en francés e inglés se documentan formas con -r- en la tercera sílaba. A la inversa, hay ejemplos españoles e italianos antiguos de crocodilo, crocodillo. Lo que la norma culta pudo en las lenguas de Molière o Shakespeare —o en la de Camões, por cierto— no lo consiguió en las de Dante o Cervantes. Qué se le va a hacer. No tiene mayor importancia.

Lo que quiero decir es que mostrar casos como este ayuda a relativizar las cosas; o, dicho de otro modo, que iluminar los problemas desde la historia de la lengua debería llevar a la convicción de que no merece la pena rasgarse las vestiduras por casi nada.

Ya que estamos con croqueta, digamos algo de la historia de este galicismo (francés croquette). El primer texto en que documentamos la palabra es una carta de Moratín escrita en París el 24 de mayo de 1819: «Unas veces callando y hablando otras, y siempre engullendo ricas croquetas, pureas, fricandoes y ragúes». En un poema de don Leandro escrito por las mismas fechas leemos: «Perdices y tocino, / croquetas y pichón, / ternera, pavo y vino / será mi colación». Y de nuevo en una carta, dos años posterior y remitida esta vez desde Barcelona: «Hoy como en villa, y me han prometido croquetas».

En 1869 la palabra entró en el diccionario académico, al que se había adelantado, recogiéndola, el de Domínguez (1846). Pero lo verdaderamente interesante para nuestro propósito es que resulta fácil documentar la forma con metátesis, «cocreta», en numerosos textos impresos del siglo xix (menos ya en el xx, salvo por broma o con deliberada intención de reflejar un modo de hablar). Cierto que en el Diario de Avisos de Madrid correspondiente a diversas fechas de 1830 y 1831 se anuncia que en «la hostería nueva de la Aurora, calle de Toledo» se despacha «frito de croquetas» a dos reales y medio. Pero antes, el 8 de diciembre de 1827, el mismo periódico había anunciado que «en la acreditada bollería de Herman y compañía», en la calle de Tudescos, podían comprarse «cocretas de varias clases». En libros de cocina decimonónicos, como el Nuevo arte de cocina, el más completo que ha visto la luz pública (1864), La gran economía de las familias. Arte de arreglar y componer lo sobrante de las comidas de un día para otro (1869) o El libro de las familias. Novísimo manual práctico de cocina española, francesa y americana (varias ediciones) se enseña a hacer «cocretas», aunque en el último de los citados alternan esa forma y la correcta, «croquetas». El traductor de las Memorias de Víctor Hugo, por un testigo de su vida (1863), Nemesio Fernández Cuesta (lexicógrafo, por más señas, autor de diccionarios bilingües hispano-franceses), no tiene empacho en escribir «cocretas» —¿o será lapsus del editor?— donde el texto francés decía «croquette». («Agotaba la imaginación de su cocinero, haciéndole inventar nuevos guisos de patata. Estas tomaban mil formas, y cada plato era una sorpresa. Se servía una chuleta, era de patatas; un pescado, era de patatas; cocretas, siempre de patatas». Texto francés: «Il épuisait l’imagination de son cuisinier à inventer aux parmentières des assaisonnements et des aspects variés. La parmentière prenait toutes les formes, et chaque plat était une surprise. On vous servait une côtelette: c’étaient des pommes de terre; un poisson: c’étaient des pommes de terre; une croquette de riz: toujours des pommes de terre»).

Hubo, en suma, una relativa pugna, o si se quiere un conato de contienda, entre croqueta y cocreta, que se saldó con el triunfo de la primera. La presión del habla educada hizo su trabajo. Pero téngase en cuenta, al menos como posibilidad teórica, que podría haber triunfado la segunda, del mismo modo que la forma más culta crocodilo no pudo con cocodrilo, o así como crebar (latín crepare) sucumbió ante quebrar.
En una comedia de los Quintero, La musa loca (1905), un personaje comenta que «un ministro que ya es académico de la lengua dice a por y dice riyéndose». A continuación de lo cual se establece el siguiente diálogo:
Cabra: Pues un gobernador de provincia, protector mío, que en paz descanse, a las cocretas las llamaba croquetas.
D. Abel: Y las llamaba bien.
Cabra: ¿Bien? ¿Pero no son cocretas?
D. Abel: No señor.
Cabra: Pues es un error en que llevo cincuenta años.
Urrutia: Y..., y mi portera con usted
Pobre hombre. ¿Le consolaría saber que en otros, como el de cocodrilo o el de quebrar, llevamos todos varios siglos?

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jueves, 22 de noviembre de 2012

De palabras y "Pipis"



Había una vez una loca de las palabras (o sea yo) que tenía que a ir a la farmacia... Había esa vez muuuucha gente en esa farmacia a la que fui. ¿Y que hace muchas veces uno cuando espera en una fila? Pues mirar por aquí, por allí, tarro arriba, tarro abajo. ¿Y que hace alguien, que además es una loca de las palabras, mientras mira? Pues va leyendo mentalmente las palabras sin apenas darse cuenta.

Pero sigamos con nuestra historia: Había una vez una loca de las palabras que estaba en una farmacia, cuando de pronto topa con una palabra familiar, muy familiar, una de esas de siempre, esa misma que te crees que jamás de los jamases vas a encontrar escrita en una estantería fina de una farmacia de bién: "Pipis". 



¡PIPIS! dice la loca de las palabras para sus adentros. ¡Qué gracia y lo escriben ahí! se sigue diciendo. Y como la loca de las palabras no se puede aguantar, saca su cámara de fotos y allí mismo, en la farmacia, y entre clientes y recetas de las que ahora se pagan, atrapa la palabra vivita y colando, y como si se tratara del gran botín, se la trae a su blog.

Y colorín, colorado aquí está el término encontrado.

Bueno, chorradas aparte, es cierto todo lo que he contado hasta aquí. Ahí estaba la palabra "pipis" tan campante en la estantería de la farmacia.

¡Y yo que pensaba que solo utilizaba esa palabra mi madre y mi abuela, y la madre de mi abuela...! vamos que era una de esas palabras de andar por casa, de brasero, de zapatillas...

¡Anda que no me queda por aprender...!

Porque buscamos en el diccionario de la Real Academia de la Lengua y encontramos:

pipi.

1. m. pipiolo.
2. m. coloq. piojo (‖ insecto hemíptero parásito de los mamíferos).

¡Viene en el diccionario!

Qué pipiolo, ni que pipiolo, se dice para sus adentros la loca de las palabras, un pipi es un piojo de toda la vida... ¡Pues claro que sí señores académicos, claro que sí, un diez por ustedes (y otro diez para mi señora madre que habla así de requetebién)!

domingo, 28 de octubre de 2012

Plantas "suculentas"- Ahí es ná...


Yo creía que solo las comidas eran suculentas... ¿Y vosotros?

Dice el diccionario de la Real Academia
suculento, ta.
(Del lat. succulentus).
1. adj. Jugoso, sustancioso, muy nutritivo.

Pero claro no soy ninguna doctora en botánica. Y cuando en un paseo por el Jardín Botánico de Madrid descubrí que existían "plantas suculentas" me extrañó.

¡Plantas suculentas! nunca hubiera yo colocado el adjetivo suculento a las plantas... pero el lenguaje es así, no deja de sorprender.










miércoles, 8 de febrero de 2012

De las palabras: Tripisí, jamacuco, telele, patatús, arrechucho, soponcio ó mismamente un mal aire...


De tus mayores, quieras o no, heredas algunos rasgos físicos más o menos evidentes, que se van definiendo y acentuando a medida que vas creciendo. Son herencias que llegan "con acuse de recibo". Cuando te miras en el espejo podrías decir de dónde llegó volando tu nariz, tu barbilla o la estatura que tienes (dicho sea de paso, ya me hubiera gustado a mí, en algunos casos, que me hubieran llegado desde el otro lado de la familia...). 

Pero no son solo físicas esas herencias.

Además de la voz de mi madre y del gusto por la lectura de mi padre, de mis mayores yo también heredé algunas palabras. Como "sinapismo" o "tripisí". Palabras originales y sonoras.

Ahí están, dentro de mí, dormidas. Aunque, de vez en cuando se despiertan y corren hasta el presente reclamando su lugar.

De un momento, de una reunión, de una conversación, llegó otra vez a mi boca "tripisí". Sí, claro, de ahí la última entrada.

Tripisí

¿Comocíais esta palabra? ¿Os es familiar? ¿Qué significa para vosotros? ¿Realmente existe en la diccionario de la Real Academia española? ¿Qué me decís?

Para mí siempre ha existido. Me la ha dicho mi madre muchas veces de pequeña cuando comía demasiado de algo. Su significado era algo así como "indigestión" o "malestar repentino", algo malo, muy malo. Mi madre a su vez había heredado esa palabra de la suya, a quién recuerda perfectamente diciéndola, y supongo que así indefinidamente.

No está recogida por el Diccionario de la Real Academia. No existe oficialmente. Pero, en cambio, si la buscas o si preguntas a más de uno no le resultará ajena. Entonces existe ¿no?

Creo que es un vocablo del lenguaje popular, del lenguaje coloquial,  de la zona de Toledo, y de parte de Cáceres, de la Vera, lindando con la primera. He encontrado bastantes referencias en internet sobre ello, aunque solo os voy a copiar algunas a modo de ejemplo:

En un foro de Alcaudete de la Jara:




En un blog donde remiten a palabras en vías de extinción, palabras moribundas:
http://elreinodetrapisonda.blogspot.com/2009/03/apadrina-una-palabra-en-peligro-de.html


liliputienseApr 28, 2009 01:10 PM


Yo eligo " tripisi" no se si existe o si no pero mi abuela la decía mucho .


Incluso en un artículo del As, el periódico de deportes:

http://www.as.com/futbol/articulo/verdugos-lituania/20050605dasdaiftb_2/Tes

Estábamos 0-0 y si los hombrecillos bálticos llegan a adelantarse hubiera sido el llanto y el crujir de dientes. Fue el primer remate a puerta del equipo amarillo y a más de uno le dio un tripisí del que se está recuperando todavía. Tan fuerte fue la impresión que tras marcar Luque, Aragonés quitó a Raúl y puso a Sergio Ramos en decisión táctico-estratégica que hubiera firmado Clemente. Y Benito Díaz. El fútbol es así de grande y el seleccionador, fiel a sí mismo: no ve a Sergio Ramos de central, sino de sustituto de Raúl, lo que puede acabar iluminando a Luxemburgo para el año que viene. Para mí que de ésta venden a Owen, el Madrid digo, y vete a saber, si se replantean lo de Robinho.



Con un significado parecido al de tripisí existen otras palabras, más o menos coloquiales, que en cambio sí que están recogidas por el diccionario de la Real Academia Española de la lengua. Ya sabéis a cuales me refiero, las demás que estaban el relato...


jamacuco.


(De zamacuco).

1. m. coloq. Indisposición pasajera.



telele.

1. m. coloq. Patatús, soponcio.

2. m. C. Rica. majadería.



patatús.

(De pata1).

1. m. coloq. Desmayo, lipotimia.



arrechucho.

(De or. inc.).

1. m. coloq. arranque (‖ ímpetu de cólera).

2. m. coloq. Quebranto leve de salud.




soponcio1.

(De or. inc.).

1. m. coloq. Desmayo, congoja.




aire1.

(Del lat. aer, -ĕris, y este del gr. ἀήρ).

1. m. Fluido que forma la atmósfera de la Tierra. Es una mezcla gaseosa, que, descontado el vapor de agua que contiene en diversas proporciones, se compone aproximadamente de 21 partes de oxígeno, 78 de nitrógeno y una de argón y otros gases semejantes a este, al que se añaden algunas centésimas de dióxido de carbono.

2. m. atmósfera (‖ que rodea la Tierra).

3. m. viento (‖ corriente de aire).

4. m. Parecido, semejanza, especialmente de las personas. Aire de familia Darle o darse alguien un aire a otro

5. m. Apariencia, aspecto o estilo de alguien o de algo. Me impresionó su aire de tristeza La vida social adquirió un aire nuevo

6. m. Vanidad o engreimiento.

7. m. Cada una de las maneras de caminar los solípedos y demás cuadrúpedos que suelen domarse para el transporte en general.

8. m. Frivolidad, futilidad o poca importancia de algo. Ser aire, o un poco de aire, algo

9. m. Primor, gracia y brío en el modo de hacer algo.

10. m. Ínfulas, pretensiones, alardes. U. m. en pl. Se da aires de marqués

11. m. coloq. Ataque de parálisis. Le dio un aire

12. m. Mil. Ejército del Aire.


Así que ¿Por qué hablar siempre con la misma palabra para decir algo? Con la cantidad de sinónimos que tenemos, con la riqueza de vocabulario que existe en nuestro idioma... ¿No os parece?

Pues eso.

lunes, 6 de febrero de 2012

La prima Montse y el tripisí, el jamacuco y el soponcio, el telele, el arrechucho y el aire que le dió




A la prima Montse, la de tía Carmen, ayer en la comida le dio un jamacuco. Todo ocurrió en un santiamén, de pronto la prima puso los ojos en blanco, se llevó las manos al pecho, jadeó dos veces muy seguidas e inmediatamente se desplomó hecha un ovillo sobre el sofá.

Por una vez en la vida toda mi familia hizo algo al unísono y sin discutir: levantarse.

Pero… la unión duró apenas un segundo. “Ay Virgencita le ha dado un tripisí de comer tanta tarta” dijo la yaya. “Pero si no ha comido casi nada, agua, agua, dadle agua, dijo tía Asun, es un soponcio, la edad que no perdona...”. “De soponcio nada, dejad que respire, que respire, no vaya a ser un telele… -dijo el marido” “Tú siempre poniéndote en lo peor, contestó la cuñá, total por un arrechucho de nada, si será el calor, quitadle el pañuelo, venga, el jersey…”. “Pero qué calor, ni qué calor, si estamos en plena ola siberiana, dijo tío Berto, un aire, le ha dado un aire, dadme algo, rápido, dadme algo pa`banicarla…”

Y así poco a poco, entre que la desnudaron, le dieron agua y le abanicaron, a los ojos de la prima Montse volvieron correteando sus niñas, a su cara el color, y por fin de su cuerpo se fue alejando el jamacuco, el tripisí, el soponcio, el telele, el arrechucho y el mal aire que le dio. Y llevó su tiempo claro, que toda aquella procesión de males fuera desfilando del cuerpo de la prima Montse diciendo adios.

Pero no acababan de hacerlo cuando de pronto estornudó. “¡Me cachis, ya se ha constipado! dijo la yaya.” “¡Qué va a ser un constipado, será un andancio…! ¡Qué andancio, ni andancio, es gripe, gripe por eso el telele!” “¡¿Cómo va a ser gripe exagerao?! Es alergia…” “¡Halaaa alergia en febrero! Eso no es más que un pelín de catarro… dijo la cuñá…un catarrillo de ná...”

Y vuelta a empezar…


¿El jamacuco y el tripisí? 
¿El soponcio y el telele? 
¿El arrechucho ó el aire que le dió?

Continuará...

lunes, 14 de marzo de 2011

Bianual ¿Qué significa?



El otro día me hice a mí misma una zancadilla con el significado de la palabra "bianual".

Porque vamos a ver si a vosotros os preguntaran: ¿Que significa "Bianual"?

Os dejo un momento...

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¿Cada dos años?

Nooooo.

Consultamos el diccionario de la Real Academia de la Lengua y qué encontramos:

bianual.
(De bi- y anual).

1. adj. Que ocurre dos veces al año. U. t. c. s.


Porque yo me colé... Y lo primero que se me vino a la cabeza fue: Cada dos años... Craso error.

Eso es Bienal.
bienal.
(Del lat. biennālis).

1. adj. Que sucede o se repite cada bienio. U. t. c. s.

2. adj. Que dura un bienio.

3. f. Exposición o manifestación artística o cultural que se repite cada dos años.


Es de esas palabras que hay que tener cuidado. Una cosa es bianual (dos veces al año) y otra bienal (cada dos años). Pero es corriente el equívoco porque se parecen mucho...

Hala a seguir con el lunes...!!

lunes, 10 de enero de 2011

Pelagatos


Supongo que no os descubro nada, si os digo que a veces me obsesiono con las palabras.

Hay varias entradas en este blog sobre ello.

Hoy os quería hablar de la palabra: Pelagatos. Me gusta mucho. La verdad es que todas las palabras coloquiales me gustan bastante, me parece que tienen una carga semántica que no se le escapa a casi nadie y dotan al lenguaje de mucha agilidad, lo hacen más vivo. Es como si bajáramos a la tierra a conversar cuando sacamos estas palabras a pasear entre nuestro discurso.

Bueno supongo que la mayoría sabréis que pelagatos pues es eso, un donnadie (me gusta también un montón esta palabra), un pobrecillo... Buscamos en el diccionario de Real Academia  Española el significado y efectivamente nos dice:


Pelagatos.

1. m. coloq. Persona insignificante o mediocre, sin posición social o económica.


 Se trata efectivamente de una palabra compuesta. Pero me he vuelto loca intentando encontrar la etimología de la palabrita y nada que no ha habido manera. Como veis el diccionario de la RAE no lo explica. El María Moliner dice lo mismo. No os lo vais a creer, pero esta tarde que he estado en el Corte Ingles, me he molestado en buscarlo (cuando os digo que me obsesiono...) en el diccionario etimológico de Corominas, un clásico, y no viene, quizás porque es compuesta... He buscado en otros diccionarios etimológicos y tampoco. He navegado por internet y nada.


A lo único que he llegado es que se trata de una palabra compuesta del tipo Verbo+Nombre. 

Pero resulta que luego los lingüistas no se aclaran si "pelagatos" se trata de una palabra endocéntrica, es decir que el nucleo estuviera en el interior del compuesto, tienen una motivación semántica, lo que les hace tener un significado casi transparente, significaría lo que significan ambas palabras que la forman; o una palabra exocéntrica, es decir que procedería de una transformación de una oración anterior (como aguafiestas, cantamañanas, matasanos... que parece que proceden de una oración anterior). 

Bueno no os quiero liar... El caso es que os quería hablar de esta palabra.  Muchas veces he pensado que está ya en vías de extinción, pero sin embargo  ultimamente me he dado cuenta de que aún la utilizan algunas personas, aunque no esté nada claro de donde procede...

Qué pena me falta su historia.

¿O alguien me lo sabría decir? Me gustaría mucho que me iluminárais...

jueves, 16 de diciembre de 2010

Tres frases hechas de origen marinero: A palo seco, irse al garete y dar al traste



¿Vale que hoy aprendíamos?

Aunque supongo que muchos de vosotros ya lo sabréis.

El caso es que ayer en la tertulia una compañera trajo un poema salpicadito de expresiones marineras que han llegado hasta nuestro días. Entre ellas estaba la expresión "Irse al garete".

Es lo que ocurre con algunas expresiones que se vuelven tan, tan coloquiales que al final aunque las estamos utilizando constantemente vamos olvidando su origen. Como ocurre con estas tres de las que os voy a hablar hoy.

Irse al garete:

Consultamos el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua:

garete.

(Quizá formación del fr. être égaré, andar extraviado).

ir, o irse, al ~.

1. locs. verbs. Mar. Dicho de una embarcación sin gobierno: Ser llevada por el viento o la corriente.

2. locs. verbs. Ir a la deriva, sin dirección o propósito fijo.

3. locs. verbs. coloqs. Fracasar o malograrse.


A palo seco:

a ~ seco.
1. loc. adv. Escuetamente, sin nada accesorio o complementario.

2. loc. adv. Sin comer ni beber.

3. loc. adv. Mar. Dicho de navegar una embarcación: Con la velas recogidas.



Dar al traste:

En el Vocabulario de refranes y frases proverbiales del maestro Correas se lee:

“Dar al traste, es perderse la nave por dar en roca o en navío; de aquí se toman muchas frases, verbigracia: dar con ello, o con todo, al traste.”

Según el lingüista Joan Corominas, tanto la palabra trasto como traste son una derivación del latín transtrum, ‘banco de remero’, término que luego se aplicaría a cualquier mueble viejo o a cada uno de los trastes de la guitarra por comparación con la serie de bancos de una galera. Así se entiende que un naufragio finaliza con la destrucción de la embarcación, bancos de remeros incluidos.

Antigua expresión marinera que significaba naufragar una embarcación.


jueves, 2 de diciembre de 2010

Origen de la palabra Tiovivo



Este fin de semana he ido a montar a los caballitos. Por supuesto que yo no he montado (aunque os confieso que ganas me daban...) pero iba con dos señoritas que no me llegan al ombligo que, qué suerte, aún pueden hacerlo sin levantar sospechas. Sobre todo la más pequeña (porque las dos lo son) era loca por gritar: "tiovivo, tiovivo..." en cuánto alguno se ponía ante sus ojazos azules y parecía que se le pegaban los pies al suelo como si no fueran a despegarse jamás si no acabábamos por encaramarnos a alguno de esos caballitos que subían y bajaban... Y claro una vez arriba te sonreía de una forma que cómo la ibas a bajar... Menos mal que la menos pequeña decía: "Ahora otra vez a ver el Belen grande a ver qué descubrimos..." si no todavía estaríamos allí subidas, dando vueltas y más vueltas.

¿Por qué se les llamará tiovivo? fue lo primero que yo me pregunté en cuánto mi edad mental volvió a alcanzar a la cronológica.

Y claro no he podido por menos que buscarlo. Y parece ser que hay una única explicación bastante curiosa en la que coinciden todas las fuentes que he consultado y que os copio...


TIOVIVO

Sofía Tartilán relata en su libro Costumbres populares. Cuadros de color (Madrid, 1880):

El 17 de julio de 1834 fue en Madrid un día de luto y de desolación. Más de ciento cincuenta personas habían fallecido del cólera en la noche anterior. Una de las víctimas fue el infortunado Esteban Fernández, que tenía que ganarse la vida (con un aparato giratorio de los llamados “caballitos”) en lo que hoy se llama paseo de las Delicias, sito detrás del Hospital General.

Muerto el buen Esteban, su familia sólo pensó en sacar de la casa el cadáver. Cuatro amigos cargados con las andas —entonces las cajas mortuorias eran un objeto de lujo vedado a los pobres— se encaminaron al cementerio. Silenciosos y taciturnos marchaban en fúnebre cortejo los que llevaban en hombros al muerto y los pocos amigos que le acompañaban en su último paseo, cuando al llegar al sitio próximamente en que estuvo el circo, el que creían cadáver, incorporándose bruscamente dentro de las andas y arrojando lejos de sí el paño negro que le cubría, empezó a gritar:

-¡Estoy vivo! ¡Estoy vivo!

El terror que inspiró en el fúnebre cortejo estuvo a punto de serle fatal. Los que llevaban las andas las arrojaron al suelo, apretando a correr a campo a través, como si el muerto les pisara los talones…

La convalecencia fue larga; mas su fortuna estaba hecha. Desde aquel día, el tío Esteban desapareció para dar paso al Tío Vivo; y cuando el cólera hubo calmado su furor y volvió a pensarse en diversiones, al reaparecer en el paseo de las Delicias el aparato de los caballitos y las barquitas de madera, los habituales parroquianos del tío Esteban le saludaron con su nuevo nombre: le llamaron el Tío Vivo y el Tío Vivo se hizo célebre, se hizo popular, fue conocido en todos los rincones de la Corte; se le buscó, se le admiró como a una cosa sobrenatural, y hasta hubo quien le pidió noticias del otro mundo. Todo esto empezó a disgustar al buen hombre; pero al fin se acostumbró a su confirmación, tanto más cuanto que le era lucrativo, y olvidando él mismo su verdadero nombre de pila, se oyó llamar con complacencia Tío Vivo, legando este nombre a sus hijos y descendientes. Desde entonces el aparato de diversión llamado los caballitos tomó el nombre de los caballitos del Tío Vivo. Andando el tiempo se le llamó solamente el Tío Vivo. Hasta que se generalizó la denominación y la Real Academia incluyó en su Diccionario la palabra “tiovivo”: “Aparato giratorio con asientos de varias for¬mas dispuestos en círculo, que sirve de recreo en las ferias y fiestas populares.”


martes, 23 de noviembre de 2010

De medio-novia, novieta y finalmente novia... a noviero



Ultimamente escuchando a algunos amigos relatar sus historias del pasado, han surgido algunas acepciones que existen de la palabra "novia". Me estoy refiriendo a cuando oyes a alguien decir: "Yo tenía una novieta..." "Yo tenía una medio novia...". O también "él era muy noviero". Alguna vez lo habréis escuchado...

En el fondo todos creemos saber a que se refieren. ¿Pero lo sabemos? ¿Hablamos todos de lo mismo?

Porque lo cierto es que si buscamos la definición de esas palabras nos cuesta encontrarlas. En el diccionario de la Real Academia Española no viene la palabra "novieta". Como tampoco viene la palabra "noviero".

Entonces recurro a mi segundo diccionario favorito, y busco ambas palabras en el María Moliner Diccionario del Uso del Español y mira por donde que tampoco viene la palabra "novieta" pero en cambio si que viene,  no sé por qué, la palabra "noviero":

Noviero, -a (inf). adj. Que enseguida se enamora o se echa novio o novia.

¿Por qué "noviero" sí viene y "novieta" no? ¿Alguien lo sabe?



Antes de seguir os voy a copiar la definición de la palabra "novia" según el Diccionario de la Real Academia Española:


novio, via.

(Del lat. *novĭus, de novus, nuevo).

1. m. y f. Persona que acaba de casarse.

2. m. y f. Persona que mantiene relaciones amorosas con fines matrimoniales.

3. m. y f. Persona que mantiene una relación amorosa con otra sin intención de casarse y sin convivir con ella.

4. m. y f. Persona que aspira a poseer o conseguir algo. Ese puesto tiene muchos novios.

5. m. Hombre que entra de nuevo en una dignidad o estado.

6. m. Cineg. Hombre que por vez primera mata una res.

7. m. Col. y Ven. Planta geraniácea de flores rojas, muy común en los jardines. Hay varias especies, que se distinguen por su tamaño y el color de las flores, que también pueden ser rosadas, blancas y jaspeadas.



 Ya para empezar la diferencia entre la segunda y la tercera acepción me chirría... Porque son contrarias ¿no?



Entonces a la vista de esta definición yo sigo preguntándome: ¿Que queremos decir cuando decimos "novieta"? 


Porque si nos fijamos en las tres primeras acepciones de la palabra "novia", solo en las tres primeras ya es un lío...  Ya que, dando por supuesta que la terminación en el sufijo "eta" es peyorativa, como sería de novia-novieta, entonces  "novieta" parafraseando a la RAE pero en negativo quiere decir: ¿Persona con la que no acabamos de casarnos o Persona con la que mantenemos relaciones matrimoniales sin fines de casarnos? Pero esto último no podría ser porque según la Academia eso sería la tercera acepción de significado de la palabra novia: "3. Persona con la que hemos mantenido relaciones amorosas sin intención de casarnos y convivir con ella" ...


En fín... que esto es un lío y los diccionarios no sirven de mucha ayuda para saber exactamente el significado de la palabra "novieta".


Y os hablo de "novieta" porque ya lo de "medio-novia" aún tiene más miga... Porque en este caso "medio" supongo que se utiliza como adverbio y acabado en "o"  y significaría entonces "No del todo una novia, no enteramente una novia, no por completo una novia..."  según el diccionario de la RAE.  Porque claro si fuera como adjetivo tener una "media novia" aún sería infinítamente peor porque entonces en ese caso hablaríamos de tener "la mitad de una novia" echalé... la cosa se puede poner hasta violenta...


¿Seguís ahí? ¿O llegado este punto ya os habéis perdido? 


Vamos, que a mí me gustaría que alguien me explicara ¿Cual es la diferencia entre  "novieta y "medio novia"? ¿Y la diferencia entre "novia" con ambas?


Porque yo estoy hecha un lío...



jueves, 4 de noviembre de 2010

De turulato, a turuleta, a turuleca




Cuando comienzas a leer no sabes nunca donde vas a llegar. Con la primera palabra  te dan el billete para iniciar un viaje. Solo hay que seguir leyendo para llegar muy lejos. Tanto, como para darte de bruces con la niña que eras, con esa que vestía uniforme y llevaba una cola de caballo, esa que tenía los ojos del mismo verde que ahora, pero guardaban más inocencia.

Hoy leyendo cosillas de aquí y de allí me he encontrado con un artículo sobre el nuevo diccionario de Americanismos, que se acaba de presentar en la Real Academia Española, en el que han trabajado intensamente las veintidós Academias de la Lengua Española durante diez años. Supongo que será muy interesante. Contiene más de 70.000 entradas y más de 120.000 acepciones. Y ahora publicado por Santillana se pone a la venta en España por 75 euros.

Os dejo con el vínculo del artículo por si os interesa:


 Cuando comencé a leer ese artículo no sabía que iba a tropezar con la palabra turulato, un sinónimo de borracho. Tropezar, caer y deslizarme por un tobogán sin fin. Gracias a esas asociaciones mágicas y vertiginosas que hacemos sin darnos cuenta, esa palabra, ese tobogán, me ha regalado un billete de vuelta  al tiempo lejano  en que  mi vocabulario atesoraba otra muy parecida: "turuleta".

O quizás "turuleca" que según el diccionario de la Real Academia de la Lengua significa:

turuleco, ca.
1. adj. El Salv. y Hond. Dicho de una persona: tonta (‖ falta de entendimiento o razón).


Toda la vida yo había dicho "La gallina Turuleta", ahora no sé ya si lo decía mal, porque turuleta no viene en el diccionario, mientras que turuleca sí. Y además creo que hasta en los discos de los payasos dicen "turuleca"...

Pero qué más da... Se dijera de una forma u otra, turuleca o turuleta, forma parte de ese montoncito de palabras que me acompañará toda la vida. Una de esas palabras que en tardes de noviembre,como esta, en la que anochece tan pronto y empieza a refrescar, aún llega desde la infancia para echármela sobre los hombros y seguir abrigándome con ella.

Hoy mis sobrinas se saben la canción de Bob Esponja y de Dora la Exploradora, y algún día esas canciones las recordarán e incluso las tararearán con una sonrisa y una pizca de melancolía. Yo no puedo por menos que sentir lo mismo con la música y la letra de "La gallina Turuleta". Bueno, vale, "La gallina Turuleca".

¿A qué la cantaríais otra vez? Pues ¡venga! Yo la voy a cantar...

Yo conozco una vecina,
que ha comprado una gallina,
que parece una sardina enlatada.
Tiene las patas de alambre,
porque pasa mucha hambre,
y la pobre está todita desplumada.
Pone huevos en la sala,
y también la cocina,
pero nunca los pone en el corral.
La gallina, turuleca,
es un caso singular,
la gallina, turuleca,
está loca de verdad.


La gallina turuleca,
ha puesto un huevo,
ha puesto dos,
ha puesto tres.
La gallina turuleca,
ha puesto cuatro,
ha puesto cinco,
ha puesto seis.
La gallina turuleca,
ha puesto siete,
ha puesto ocho,
ha puesto nueve.

¿Dónde está esa gallinita?
Déjala, la pobrecita,
déjala que ponga diez.

lunes, 11 de octubre de 2010

Jurando en arameo, una frase hecha que cobra vida tras mi viaje por Siria





En este viaje que he hecho por Siria y Jordania, visitamos la ciudad de Maalula, una ciudad cristiana situada al noroeste de Damasco, que presenta la peculiaridad de ser una de las últimas poblaciones que hablan arameo. Es una ciudad con unas vistas preciosas, con casas de color arena y color azul dispuestas en toda la bajada de la montaña, la podeis ver en las fotos.




Pero lo que os quería contar es que en esta ciudad visitamos el Monasterio de San Sergio y el Convento de Santa Tecla (Takla). Y en el Monasterio tuvimos la suerte, además de ver el altar cristiano y los iconos, de escuchar el padrenuestro recitado en arameo. Muy curioso, la verdad, porque yo, al menos, tenía la sensación de estar viviendo algo con muchísima historia, siglos de historia, algo que probablemente no volvería a escuchar.

Claro, podeis imaginaros que con esta afición a las palabras, rápidamente a uno le viene a la mente la expresión: "Jurar en arameo". Era inevitable.

He buscado el origen de esta expresión y he encontrado varias versiones sobre su origen, y aunque todas ellas se basan en la lengua aramea y el cristianismo, unos lo achacan a las falsas conversiones de los judios españoles cuando la expulsión de los Reyes Católicos, y otros al hecho de renegar del cristianismo en la lengua que directamente hablaría Jesús... Supongo que habrá aún más versiones. Os dejo aquí con varias definiciones de la expresión, así como la explicación de uno y otro sobre el origen.

Según el diccionario de http://www.elpais.com/diccionarios/castellano/jurar

Jurar en arameo

5 LOCUCIÓN
Maldecir o decir palabras soeces e insultantes.

Según la web también dedicada a la Lengua "Español sin fronteras" el origen de la expresión sería: http://www.espanolsinfronteras.com/LenguaCastellana/RD05-DichosyfrasesJ.htm#Jurar_en_hebreo_(en_arameo)

Jurar en hebreo (en arameo):
Decir palabras malsonantes. Blasfemar. Despotricar. Mos­trar enfado de manera ostensible. Imagínate, se me estropeo el coche en una carretera desierta, no había teléfono, no pasa­ba nadie... Estuve tres o cuatro horas jurando en hebreo, hasta que llegó un coche. Los judíos españoles fueron obligados por los Reyes Católicos a convertirse al cristianismo si no querían ser expulsados. Muchos de ellos hicieron falsas conversiones con el fin de quedarse en el país y, cuando juraban, renegaban al mismo tiempo del juramento en su lengua hebrea. De ahí la expresión. El arameo se toma como símbolo de una lengua incomprensible y lejana, tan incomprensible como las palabras de quien suelta un improperio tras otro a causa de su enfado.


Aún a riesgo de hacer una entrada extensa, quería deciros que investigando este tema he encontrado en internet una conferencia del Prof. Dr. D. Carlos Alonso Fontela, del Depto de Estudios Hebreos y Arameos. Facultad de Filología U.C.M./ Aula A-20. Día: 26.06.04. 11,30 horas.  http://www.ucm.es/info/hebrea/Conferencia.Carlos.htm muy, muy interesante. Os copio aquí algunas de las informaciones que da. Y os dejo también el vínculo por si queréis profundizar más porque la verdad es que es bastante exhaustiva.

Os transcribo entonces parte de esa conferencia:

"El uso del latín se podría justificar porque era la lengua del ejército romano, la lengua del derecho romano y la lengua de la inscripción de Cesarea  de Poncio Pilatos, prefecto de Judea ( ...[Po]ntius Pilatus [Praef]ectus Iuda[ea]e) entre los años 26-36 d.C.

El arameo, también llamado caldeo y siríaco o siriaco por los autores greco-romanos, es la mejor denominación (por ser la más antigua, la más autóctona y la más precisa) para una lengua semítica que se difundió extraordinariamente, ya desde finales del segundo milenio antes de Cristo, con motivo de la expansión y los sucesivos asentamientos de diversas tribus nómadas o semi-nómadas arameo-hablantes, que ocuparon tierras cultivables que en la actualidad corresponderían a partes de Iraq, zona sur de Turquía, Siria, norte de Israel y parte de Jordania.

La penetración del arameo en Judea, y con más razón en Galilea, en tiempos de Jesús, el Cristo o Mesías de los cristianos, es bien conocida ya desde antiguo. El historiador judío Flavio Josefo (s. I d.C.), autor de la Guerra de los Judíos, dice que antes de la versión griega había escrito esta obra “en mi lengua materna para los bárbaros de las regiones superiores...". De las palabras de Josefo se desprende que esa “lengua materna” no podía ser el hebreo sino el arameo, y además un buen arameo literario, común al público culto de los numerosos pueblos, naciones y lenguas citados.

Por esta razón se piensa que la lengua materna de Jesús (Jesu Muttersprache) sería el arameo, y esta creencia alcanzó tal popularidad que ha llegado a ser muy corriente en español la expresión de “jurar en arameo”, que en origen sería muy irreverente, pues se trataría de jurar en la acepción de “echar votos y reniegos”, o sea blasfemar, con el agravante de hacerlo en arameo para que la blasfemia llegase más directamente al interesado, en este caso a Jesucristo, Segunda Persona de la Santísima Trinidad de acuerdo con el misterio fundamental de la fe cristiana.





Aunque no tiene nada que ver con la expresión "Jurando en arameo" y solo a  modo de curiosidad os dejo también con esta foto que hice en Maalula de una matrícula de un coche. Como vereis debajo de la matrícula hay dibujado un pez, pues bien, el guía Yasser (nuestro guía en Siria) nos contó que ese dibujo del pez lo ponen en sus coches los que son cristianos, para reconocerse entre ellos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

"No hay tu tía" o "No hay tutía"



 Supongo que todos a estas alturas alguna vez habreis oído la expresión "No hay tu tía" con el significado de no hay remedio o no hay solución. ¿No os habéis preguntado nunca de donde podría venir?

Yo sí, por eso he investigado un poco y he encontrado  varios lugares donde se explica, entre ellos he escogido un artículo de Ramón Solsona publicado en La Vanguardia en agosto de este año:


PALABRAS VIAJERAS: NO HAY TUTÍA

24/08/2010
Tutía, escrito todo junto. No se refiere a ninguna tía ni a ningún otro pariente. Bien mirado, eso de la tía es extraño, porque jamás decimos 'no hay tu suegra', 'no hay tu cuñada' o 'no hay tu primo'.

Pero ¿qué diablos es la tutía? Si lo buscan en los diccionarios, lo más probable es que les diga que se trata de un óxido de cinc, lo cual no explica satisfactoriamente la expresión. Pero si tenemos en cuenta que la tutía o atutía se utilizaba para fabricar colirios y ungüentos que llegaron a ser casi una panacea para curarlo todo, entendemos que se diga «no hay tutía» cuando algo no tiene remedio o cuando alguien se ve en un atolladero.

 Ya veis resulta que viene de un ungüento, un colirio o un medicamento, la tutía o tuthía, lo he encontrado escrito de ambas formas y parece ser que era de origen arabe attuttiya.

Por otra parte en el blog de Lengua Española de Alberto Bustos, se explica como se ha llegado de la expresión "No hay tutía" a la de "No hay tu tía". Ha sido como ocurre otras veces, el hablante transforma la expresión en palabras que conoce, apoyándose en ellas cambia la expresión originaria hasta convertirla en otra que para él tiene más significado. Hace una falsa separación. Él conoce las palabras "tu" y "tía", mucho más que "tutía" de ahí el cambio. Pero os dejo con el vínculo de dicho blog donde lo explica.


http://blog.lengua-e.com/2007/no-hay-tu-tia-etimologia-popular/