Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

martes, 15 de agosto de 2023

Julia

 

El 15 de agosto no pintaba bien. Nunca pinta bien desde que te fuiste.

Pero he hecho lo que tú decías siempre: "Venga, te arreglas y a la calle. Hay que ser fuerte". 

Los años son como plastilina y voy moldeándolos con estas manos que cada vez se parecen más a las tuyas. Disfruto de lo bueno y me trago, como si fuera una pastilla bien gorda, lo menos bueno. 

Y que ya lo sabíamos ¿verdad? el mundo no se para por nadie. Así que hoy me he subido a él y me he dejado llevar.

Lo cierto es que el día de hoy parecía amable, y poco a poco las celebraciones de los vivos se han ido  imponiendo sobre las de los que seguís cuidándonos en silencio.

No debo quejarme. He estado bien acompañada. 

Un 15 de agosto solo es otro día. 

Y tú vas tan dentro de mí, mamá, como en cualquier otro.

 

jueves, 10 de agosto de 2023

Tiene agosto las verjas bajadas... Agosto 2023

 



Tiene agosto las verjas bajadas, y te regala otros paisajes, colores y mensajes. 

Tiene las calles generosas y te devuelve el sonido perdido de tus propias pisadas.

Se fue el tráfico, se acallaron los semáforos,

se alejaron las bulliciosas voces. 


Los árboles alfombran los bulevares de diminutas flores amarillas,

que frágiles, sobreviven en las aceras

echando un pulso a los madrugadores barrenderos. 

Madrugan también los perros.

Madruga este infernal calor. 

¿Quién dijo que Madrid no tenía olas?

Sobre ellas surfeamos

los árboles, los perros, y yo. 

 

Ojalá pudiera guardarme para siempre

este Madrid de verjas bajadas.

Guardarme de una vez esta ciudad entera,

este Madrid que despierta intacto

cada día de agosto

solo para nosotros.

agosto 2023






martes, 8 de agosto de 2023

"Piscinas vacías" de Laura Ferrero. Reseña Literaria

 



El 25 de octubre de 2021 yo os contaba que tenía ya otro libro de Laura Ferrero en casa para devorarlo. Lo contaba en la reseña que había escrito de otro libro de relatos "La gente no existe". Lo contaba porque me había encantado. 

Con aquel libro descubrí a esta autora, y me declaré incondicional. Como se le había contado de pasada a uno de mis hermanos, Alberto, charlando de las lecturas con que andábamos entonces, él se ocupó en mi cumpleaños de regalarme otro libro de Laura Ferrero "Piscinas vacías", otro de relatos. Y me gustó mucho, claro. Y lo dejé en la mesilla, preparado para ponerme con él en cuánto terminara el que estaba leyendo por entonces.

Pero mi mesilla me hace la competencia, ahora lo sé, a ese mueblecito aparentemente anodino le gusta leer tanto o más que a mí, y juro que no sé cómo lo hace, pero consigue quedarse con libros que estoy deseando atacar, consigue atrasar el que yo me abalance sobre ellos para devorarlos. Y va formando, la muy ladina, en silencio, torres donde se van posando libros en perfecta verticalidad que me apetecen mucho, y a veces hasta es tan alta la torre que me va sustrayendo que ya ni recuerdo cuales son los que están más abajo. 

Eso me había pasado con "Piscinas vacías" de Laura Ferrero. 

Termino este primer libro de la autora con la misma sensación con la que terminé los dos que ya me había leído de su autoría y que son posteriores. El que os comentaba también de relatos "La gente no existe" y la novela que os reseñé hace poco "Los astronautas". Esa sensación de sentir que me atrapa su forma de narrar. 

Es un libro que he leído volando, apenas tiene unas 200 páginas. En esa ocasión se trata de una colección de 26 relatos variados, siempre de relaciones interpersonales, entre parejas, entre familias, entre compañeros de trabajo... Unas veces son más felices que otras, pero siempre tienen ese aire de cotidianeidad y cierta nostalgia que a mí tanto me gusta. Son conmovedores por profundos, por cercanos. Los protagonistas podrían ser los que van a tu lado en el metro, los compañeros de trabajo, tus vecinos, incluso tú. 

No suelo yo leer libros de relatos, y eso que los escribo, pero disfruto mucho de los de esta autora. Son sentimentales, pero desde luego no son cursis ni facilones, están llenos de sutilezas y matices. Muy, muy sutiles. Por supuesto, entre tantos, unos me gustan más que otros, pero de todos puedo extraer algo positivo y aprendo con ellos cómo contar. Quizá se le pueda poner la pega de que son tantos que pueden algunos resultar parecidos, de hecho hasta he pensado que si quitáramos tres o cuatro de la parte central del libro, que también son los que menos me han llenado, no pasaría nada. No lo sé, aunque no es que no me hayan gustado, sino que algunos del principio o del final me han gustado bastante más como por ejemplo los de Sofía, Prostitución, Puentes, El Serengueti, Ecuaciones o el que da nombre al libro, el de Piscinas vacías. Y al final tenemos esa manía de comparar... 

En cualquier caso, va variando el narrador, la persona que los cuenta, unos están escritos en primera persona, otros en tercera e incluso en segunda. Eso le da variedad a la hora de ir leyendo uno detrás de otro. Son además cortos, también eso agiliza y crea fluidez en la lectura. 

Unos compañeros de trabajo, ambos casados, que se enamoran. Una carta de amor a una niña que no va a conocer. Un hombre y una mujer que se despiden en una esquina. Un hombre casado que rememora una historia de amor que dejó pasar. Una niña que tira los juguetes a una piscina vacía, uno de los relatos más tristes. El zumbido de una televisión de madrugada, una tarta de cumpleaños, la lluvia, una tostadora, la excusa perfecta en forma de objeto, de sonido, de lo que sea para apoyarse sobre ella y montar entero el cuento. El virtuosismo en la forma de estructurar una narración corta. 

En fin... Que tengo que seguir leyendo a Laura Ferrero. 


domingo, 6 de agosto de 2023

"Cordes sur ciel" en Francia

 



Hoy me acordé de Cordes sur ciel. Ojalá hubiera sido otoño este julio pasado mientras la paseábamos. Me acordé del pueblo que cambió su propio nombre.

Mis piernas todavía recuerdan cada adoquín de aquella empinada cuesta que subimos hasta alcanzar el centro de aquel pueblo medieval tan alto y tan laberíntico, tan de piedra, tan eterno. 

Se construyó para dar casa a los que se quedaron sin ella gracias a las guerras religiosas. Era el tiempo de los Cátaros. Hasta cuatro murallas tuvo alrededor para defenderse. Pero nunca la conquistaron. Así que terminada la cruzada solo le quedó mejorar y embellecerse con sus casonas góticas, su plaza del mercado porticada, sus florecientes negocios.

Era especial "Cordes sobre el cielo". Aunque al principio era "Cordes" a secas, vocablo que vendría de "Cordoa", una palabra occitana que se inspiraba en nuestra Córdoba. Querían una ciudad tan próspera, tan comerciante, como lo era la nuestra. Pero el pueblo en otoño se eleva sobre la niebla que cubre el valle, pareciendo enteramente que flota sobre las nubes. Ojalá hubiera sido otoño este julio pasado, con Cordes flotando... Y unos y otros empezaron a apellidarla así: "Cordes sur ciel". Hasta que en 1993 se hizo oficial el nombre completo.

Era especial aquel pueblo donde no existía la prisa. En "Cordes sur ciel" respirabas tranquilidad entre sus indolentes calles de piedra. Cerca de su mercado había una exposición de fotos de niños africanos, y en la empinada calle por la que ascendimos latía silenciosa una librería turquesa en la que tuve que demorarme para que formara parte de nuestra colección "La vuelta al mundo en 80 librerías".

Pero me faltó tiempo. Me faltó descubrirla mejor, patear sus callejones y rincones, admirar despacio las fachadas de sus casonas y sus miradores. Me faltó tiempo. Cordes sur ciel se merecía mucho más del que yo pude dedicarle, mucho más. 

Y echándolo ya de menos fui despidiéndome de aquel pueblo que cambió su nombre.












jueves, 3 de agosto de 2023

Antoine Saint-Exupery, autor de EL PRINCIPITO. Y su paso por Toulouse.

 


Quizá sea porque hace tres días que fue el aniversario de la muerte de Antoine Saint-Exupery (Lyon, 1900 - Mar Mediterráneo, 1944), el autor de El Principito, puesto que desapareció un 31 de julio. O quizá sea porque hace escasamente un mes que estuve en el hotel en el que se solía alojar en Toulouse, y en su vestíbulo hay algunas fotos también de él. O quizá y sobre todo porque me encantó El Principito cuando me lo leí, no hace tantos años. Pero seguramente por todo eso junto y revuelto, hoy me apetecía recordarle. 

El pasado 31 de julio fue el aniversario de su misteriosa muerte, pues el piloto "no volvió a la base" simplemente registró su expediente. Desapareció pilotando durante una misión de reconocimiento en la isla de Córcega durante la Segunda Guerra Mundial, exactamente ese día de 1944. Fue un misterio puesto que en teoría tenía combustible de sobra. Pero no volvió. Durante 60 años no se supo nada más, hasta que en 1998 un pescador encontró al sureste de Marsella una pulsera o brazalete grabado con su nombre y el de su mujer más algún dato de su editorial. Gracias a eso buscaron por esa zona el avión. Y sí, un submarino encontraría unos restos que en 2004 se confirmó que efectivamente eran del P38 que pilotaba el escritor. Años después, en el 2008, un jubilado alemán, Horst Rippert, de más de ochenta años confesaría que cuando era un joven piloto abatió con varios impactos al avión del escritor, por supuesto en ese momento no supo quién era, pero después tras saber de su desaparición había llegado a esa conclusión. Una lástima porque lo derribaron solo unas semanas antes de que París fuera liberada.

El escritor tenía 12 años cuando viajó por primera vez en avión y ahí comenzó su interés por ellos, que continuó hasta convertirse en piloto durante el servicio militar. Pilotaba y escribía. Unía sus dos pasiones.

A loas 26 años publicó su primera narración breve El aviador en una revista literaria importante. Pero se hizo famoso con su libro "El Principito" que había publicado un año antes de morir, en 1943 y se convirtió en el libro de autor francés más leído y traducido en lengua francesa.

“Todas las personas mayores han comenzado por ser niños (aunque pocas lo recuerden)”



¿Qué significa “domesticar”?
—Es una cosa demasiado olvidada —dijo el zorro—. Significa “crear lazos”.
—¿Crear lazos? —Sí —dijo el zorro—. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo.

Me encantó este libro, aunque hay que leerlo ya de mayor, desde luego para niños no me parece, a pesar de sus tiernas ilustraciones hechas en acuarelas por el mismo autor. En él se cuenta como un piloto, que se ha perdido en el desierto del Sahara, conoce a un pequeño príncipe que viene de otro planeta, el asteroide B-612. Es un libro lleno de simbolismo y reflexiones.

 






Y como ya os he dicho, hace nada estuve en Toulouse y en el centro, muy cerquita del Capitolio, en una de las esquinas de la plaza está la calle en la que se ubica el hotel Le Grand Balcón (8-10 Rue Jean-Antoine Romiguiéres), donde se hospedaban los pilotos, los héroes de Aérospostale, los pioneros de la aviación comercial que a primeros de 1920 llevaban las primeras sacas del correo al otro extremo del mundo, a Centroamérica y Argentina. La misma compañía comercial donde trabajaba nuestro autor. 

En el vestíbulo-cafetería tenemos algunas fotos de su paso por allí, junto a otros pioneros famosos: Henri Guillaumet y Pierre-Georges Latécoère. He leído que siempre escogía la habitación 32 que parece ser, porque yo no la vi, que ahora es la suite Saint-Exupêry, y además de tener unas buenas vistas está decorada como en la época. Así que nada, habrá que volver...

Espero que a vosotros también os haya interesado este recordatorio del autor de El Principito.


miércoles, 2 de agosto de 2023

Más aseos... originales

Restaurante Las cinco letras. Madrid


Los propósitos de enmienda del verano hacen la más feroz competencia a los de principios de año. Quitando de un plumazo a quienes deciden, cuando tienen tiempo libre, hacer NADA Y SOLO NADA, quedamos un pequeño reducto de los que querermos, ansiamos, ¡necesitamos! llenar ese tiempo con esas pasiones que tenemos y para las que nos falta tiempo. ¿Enfermos del "si yo tuviera tiempo haría..."? Pues tal vez. Pero la realidad es que existimos. 

Mi pensamiento más repetido es: "En agosto, que tengo más tiempo, debería..." Ay, tengo tantos juguetes con los que querría jugar y el tiempo es tan finito... 

Empezando por mi blog. En agosto debería  poner orden en el blog. 

Si no lo hago ahora ¿¡Cuándo entonces!?

¡Fuera indolencia!

Porque luego vienen los atascos y lo que no haya hecho de aquí a que comience el curso... ahí se queda.

Debería ponerme al día con las reseñas literarias, debería dedicar un rato a la etimología, hacer memoria de las exposiciones y por supuesto ocuparme ¡de las colecciones!

¿Cómo íbamos con las de los nombres curiosos? 

¿Y las de la señalización de los aseos?

Ésta es básica. ¡Por supuesto!

El cuarto de baño, el excusado, el servicio, el urinario, el retrete, el meadero, las letrinas, el inodoro, el tocador, el water.  

Restaurante Las cinco letras. Madrid


Tengo que repasar los descubrimientos que hemos ido haciendo en los últimos viajes:¿Había alguna de éstas? ¿Y en las que nos han regalado? ¡Venga! a ver si los amigos han tenido suerte y han topado con alguno que mereciera la pena. Seguro que algo han enviado. Voy a mirar ahora mismo.

¡Eureka!

Javier y Piluca siempre se acuerdan de nosotros, querido blog, fíjate que cromos más chulos de aseos nos han regalado para la colección.

Me gusta mucho comprobar como en algo tan simple y tan necesario como los rótulos de los aseos hay quién le echa imaginación y sorprende.

Dejamos aquí pegaditos los del Restaurante Las cinco letras de Madrid. Con Becquer para los hombres, y Rosalía de Castro para las mujeres, como procede en un "Barrio de las Letras". Súper oportunos ¿verdad?

Por otra parte tenemos la serie del parque temático de Puy de Fou. También muy curiosos, muy medievales, me gustaron mucho todos.

¡Y la colección de aseos que se nos va ampliando! Si quereis  ver más podéis escribir en el buscador "aseos" y ahí os saldrán.

 

Parque temático Puy de Fou



Parque temático Puy de Fou

Parque temático Puy de Fou

Parque temático Puy de Fou



martes, 1 de agosto de 2023

"Historias de hermanos" de Fría Aguilar. Reseña Literaria

 



“Estas historias me hacen pensar en el valor de los hermanos. Salvo excepciones, ellos son el lugar entrañable al que recurrir cuando no todo está saliendo bien o cuando necesitamos un aporte extra de fuerza para seguir adelante. Estos hermanos deben ser recordados, porque los triunfos muy pocas veces son individuales. Casi siempre, estos triunfos tienen un pedazo de alma de aquellos que estuvieron con nosotros desde la infancia, queriéndonos aunque fuera a trompicones.”

Prólogo de "Historias de hermanos". Fría Aguilar



"Aprovecha tu imaginación para inventarte una nueva vida. Estas fueron las palabras que Ana María Martín Gaite (1924-2019) le dijo a su hermana Carmen, Carmiña (1925-2000), antes de verla partir hacia Nueva York."


El libro de hoy estaba esperándome en la torre de la derecha de mi mesilla desde ni me acuerdo cuándo. Este verano he decidido que esas dos torres de libros que no dejaban de crecer tenían que achatarse fuera como fuera y en eso estoy.

Me ha gustado mucho "Historias de hermanos" de Fría Aguilar. Lo he disfrutado mucho no solo por su esencia literaria, las historias que nos cuenta, sino también por lo bellamente ilustrado que está. Es una joyita que tiene dos caras, la literatura y la ilustración, que se complementan muy bien.

La autora hace un homenaje a algunas parejas de hermanos en las que uno de ellos o los dos han sido conocidos. Se abordan figuras importantes en muchos campos del arte como el de la literatura, la danza. la escultura, la historia, la música, el cine, la medicina... 

Editado por Lunwerg, en el 2021, es un homenaje a la importancia en nuestras vidas de nuestros hermanos, esos seres con los que hemos compartido la vida desde siempre, con los que hemos compartido la infancia y adolescencia y junto a los que hemos crecido. 

Para ello nos cuenta las biografías de algunos de forma muy didáctica y amena en apenas tres páginas situándonos en su momento histórico, en sus circunstancias, y en su coyuntura vital. 

No todos esos hermanos se han llevado bien, algunos de ellos se han ayudado, pero otros han competido durante toda su vida. Sea de una forma u otra seguramente se habrán influenciado y ninguno de ellos sería quién fue sin el otro. 

En este libro la autora nos cuenta de nombres tan importantes como los que enumero: Mary Shelley Claire ClairmontEdgarHenry Rosalie PoeGustavo Adolfo y Valeriano BécquerJane y Cassandra AustenSalvador y Anna María DalíWolfgang Amadeus María Anna MozartVirginia Woolf y Vanessa BellVincent Theo Van Gogh, Oscar e Isolda WildePablo y Conchita PicassoMarie Curie Bronislawa Dluska, y unos cuántos más hasta sumar 28 historias.

Quizá no sea una lectura muy alegre, porque es cierto que muchas de las historias que se narran en él tienen un punto de tristeza dadas las circunstancias históricas en las que dieron o nacieron algunas de estas parejas de hermanos, por mucho que tuvieran talento, y según fueran hombre o mujer, o también por cuestiones de enfermedades o muertes tempranas o incluso debido a ese punto de locura que comparten algunos genios... Pero tampoco quiero decir que sea un libro triste. A mí no me lo ha parecido. Algunas historias ya las conocía y otras no, y me han resultado interesantes. Por ejemplo no tenía ni idea de que los creadores de las marcas deportivas Adidas y Puma fueron hermanos, y la rivalidad que fue creciendo entre sus familias con el tiempo, por poner un ejemplo. 

En general se lee volando, y para estos días de verano al aire libre y con más tiempo, disfrutando no solo de la historia que te están contando sino también de los detalles y colores de cada ilustración, es una gozada. Porque también como objeto es un libro, con su pasta dura y sus preciosas ilustraciones, chulo.

Todo él, una delicia.




"Fría Aguilar comenzó su actividad creativa en 2011 con exposiciones basadas en acuarela y collage. Tras formar parte del proyecto colectivo «Otra manera de contar», en el que cada pintura describe un cuento tradicional, surgió la inquietud por el relato a través del dibujo y decide formarse en álbum ilustrado.

Además, profundizó en distintas técnicas artísticas, desde la fotografía hasta el monotipo, pasando por el collage y la cerámica, en busca de una visión más amplia sobre la composición y el color. Finalmente eligió el soporte informático para sus trabajos, herramienta que le facilita recortar, multiplicar y recolocar, hilvanando diversidad de «piezas» hasta dar con la correcta. Se define a sí misma como costurera digital e ilustradora no como dibujante, ni artista."