"-Muy bien. ¿Y cómo diagnosticamos una enfermedad?
-Usamos los Cuatro Exámenes. -Levanto los dedos uno por uno-: Mira, preguntar y escuchar, oler y tomar el pulso.
La abuela asiente mostrando su aprobación.
-En todo momento debemos buscar indicios de falta de armonía. Con mis ojos, puedo ver cómo se marchita o florece la piel. ¿Está brillante y húmeda, cómo debe ser, o está hinchada, con abcesos, sin brillo, enrojecida, blanca o amarillenta? Con los oídos capto gemidos, suspiros y sonidos de desesperación, pero también escucho la fuerza, la debilidad y los tonos altos y bajos. Con la nariz, puedo percibir el aroma de la enfermedad y reconocer que hay un problema muy serio, como la presencia de carne corrupta. Hago preguntas a mis pacientes con la esperanza de establecer una conexión espiritual. De los Cuatro Exámenes, sin embargo, el arte de tomar el pulso será la principal herramienta de diagnóstico que utilizarás en el futuro.
Me coge una mano y me atrae hacia sí.
-Antes de visitar a la señora Huang -añade- repasaremos cómo leer los pulsos primarios..."
Acabo de terminar "El círculo de mujeres de la doctora Tan" y me ha gustado mucho. Y no solo la novela sino también el epílogo e incluso ¡los agradecimientos!
De esta autora, Lisa See, yo había leído "El abanico de seda" hacía mucho tiempo.
Es una novela histórica, de ritmo pausado, en la que mientras lees vas a ir disfrutando del camino recorrido por una mujer diferente, excepcional, que sobresalió en su tiempo, vas recorriendo de su mano el camino de toda una vida. Por tanto no es una novela para leer con prisas.
Está ambientada en la China milenaria del siglo XV, pues la historia arranca en el año 1469, durante el reinado de la dinastía Ming, y se va a extender hasta el año 1511. Es una novela muy bien documentada, hay mucho trabajo detrás y eso se traduce en una ambientación exquisita, pues en su rica prosa abundan las descripciones minuciosas de aquella época que te permiten inmediatamente situarte. Estamos hablando de una sociedad absolutamente patriarcal en la que el poder está exclusivamente ligado a los hombres. Es la época de los pies vendados de las niñas (los pies de loto), de los matrimonios concertados, de la exigencia impuesta a las mujeres en traer un varón para que perpetúen a la familia...
El argumento nos cuenta la historia de Tan Yunxian, una de las primeras mujeres que ejercieron la medicina china, vivió realmente, y de cuya existencia y profesión nos hemos enterado por sus cuadernos donde llevaba un registro de todos los casos médicos que trató, porque de su vida personal nada se sabe.
Pero la autora ha hecho ficción de su vida en esta novela que arranca cuando Tan Yunxián, una niña china de buena familia a quién están vendando ya los pies y educando para que se convierta en una buena esposa y madre de familia, pierde a su madre. Entonces su padre la envía a la casa de sus abuelos paternos que son médicos y su abuela empieza también a prepararla como médica. Desde ese momento la educación de esta niña va a cambiar por completo. Se le enseñarán los cuatro exámenes: mirar, escuchar, tocar y preguntar. También en casa de su abuela comenzará su amistad con Meiling, otra niña de su edad pero de clase inferior, hija de una comadrona. Lo malo es que cuando Tan Yunxián contrae matrimonio llegará a una casa donde su suegra le va a prohibir que ejerza esa faceta suya y que tenga relación con Meiling, con el fin de que concentre toda su atención en sus deberes de esposa.
El tema de esta novela es la relación que había de apoyo, solidaridad y ayuda mutua entre todas las mujeres, de distintas clases sociales, en esa época. También, por tanto, del poder de la amistad.
Cómo os decía es una obra muy bien documentada y muy didáctica, puesto que se aprende mucho sobre aquellas tradiciones de la China del siglo XV. La sociedad de entonces, la medicina tradicional china, la sociedad reinante patriarcal, el ínfimo papel de la mujer en la vida y en su familia... Y lo aprendes con muchísimo detalle puesto que te llaman la atención muchas escenas como por ejemplo la de cómo se relacionaban los médicos con las enfermas, siempre con un biombo y un intermediario de por medio. O por supuesto, la tortura de los pies vendados, donde les rompían los dedos para acercarlos al talón, supuestamente con el fin de que fueran más bellas para sus maridos, aunque éstos nunca llegaran a vérselos desnudos. El mundo de las concubinas conviviendo con las mujeres. En fin... visto con los ojos de ahora no tiene desperdicio.
El ritmo de la narración es pausado, no es para nada una historia atropellada que te mantenga en tensión, puesto que tiene muchísimas descripciones, ya sean para aportar ambientación como para aportar reflexiones de la protagonista o el hilo de sus pensamientos. Sin embargo no aburre nada, mantiene la atención, ya que la autora ha salpicado la acción con muchos puntos de giro y ocurren muchas cosas, algunas incluso con cierta intriga.
El libro está estructurado en cuatro partes cuyos títulos me parecen muy evocadores y que se corresponden con las etapas del paso del tiempo en la vida de las mujeres: Primera infancia, Los tiempos del cabello recogido, los tiempos de arroz y sal y por último, los tiempos del recogimiento (la vejez). El lenguaje me ha llamado mucho la atención, hay expresiones como cuando llaman al utero el "palacio del feto" que me parecía curioso, y más cuando me he enterado de que era verdad que se le llamaba así.
Bueno no quiero extenderme más, que ya lo he hecho, si os apetece leer una historia sobre la China del siglo XV no lo dudéis, comenzad la historia de la Doctora Tan.
"-Yunxián -dice la abuela- éstas son la comadrona Shi y su hija Meiling. La comadrona Shi ha atendido a la señora Huang en todos sus partos; aun así, sigo considerando necesario que la partera pase un tiempo con la mujer que va a dar a luz. Al fin y al cabo, "diez bebés nacerán de diez maneras distintas".
A mis oídos, tanto las palabras como lo que expresan suenan a grosería, pero no perturban a mi abuela. Ella y la comadrona empiezan a interrogar a la señora Huang.
-¿Has comido carne de cangrejo? pregunta la abuela.
Cuando la señora Huang niega con la cabeza, la comadrona Shi dice:
-Bien; eso puede provocar que el bebé nazca en posición trasversal, porque los cangrejos caminan de lado. ¿Y carne de gorrión?
-Me he asegurado de que la cocinera no haya preparado ningún tipo de guiso con gorrión -dice la abuela-puesto que puede hacer que el bebé nazca con manchas de gorrión: pecas negras.
-Peor incluso, comer gorrión puede hacer que una criatura, sea niño o niña, se convierta en alguien amoral -añade la matrona.
Si espero convertirme algún día en medica, debería prestar más atención, pero la verdad es que no puedo dejar de mirar a la niña. Nunca había estado en la misma habitación con otra niña de mi edad. Esta Meiling me deja atónita. Tiene los pies grandes, pero por lo demás sus rasgos son delicados. Tiene una tez suave y hermosa, sin una sola cicatriz de viruela."
El tratamiento del tiempo es lineal, sigue la vida de la protagonista por orden, como ya he dicho. Pero bien es cierto que habrá saltos, que incluso incluyan décadas, para poder abarcar toda una vida.
En cuanto a la prosa volver a señalar que es muy rica, muy elegante.
Es una novela histórica que merece mucho la pena.