"¿Tú qué crees que es lo que mueve el mundo?
-Pues... Esto... ¿El amor?
-¡Eeeh! -Exclamó ella al oír mi respuesta, con los ojos como platos-, ¡eres genial! Me encanta eso de ti, Tyo, pero...
Hina se rió como si hubiese dicho un disparate y después aclaró:
-Yo creo que es la confianza.
-La confianza...
-Sí. Para pedir un préstamo al banco, para encargar y aceptar un trabajo, para hacer una promesa a un amigo o para ir a comer a un restaurante. Todo se basa en la confianza mutua.
Las palabras emanaban de su boca con decisión. Yo me quedé mirándola estupefacto. Hina estaba mucho más informada que yo. Ya normalmente reflexionaba las cosas y estaba atenta a todo, pero no me había dado cuenta de que era tan audaz.
Bueno, en realidad... Quizá había preferido no verlo."
Anoche me terminé "La biblioteca de los nuevos comienzos" de Michiko Aoyama.
Es el compendio de cinco historias cortas cuyo nexo de unión es una biblioteca de barrio donde por unas razones u otras coinciden los personajes protagonistas de esas historias.
No está mal, es una lectura ligera que se lee bien porque sus historias son sencillas, sus personajes no son complicados y poco más. No os voy a decir que me haya parecido "el acabose" y que lo tengáis que leer sí o sí. Pues no.
Tenía curiosidad, y después de una saga de policías y crímenes no me venía mal un libro agradable, una lectura amable, para "resetearme" y dejarme llevar unos días. Pocos, porque se lee enseguida. Y me ha venido bien para leer algo diferente.
El tema es la meta vital y los esfuerzos que hacemos para conseguirla. Ya de paso, pues el autor nos hacer reflexionar sobre temas tan profundos como la familia, las amistades, la confianza, los sentimientos... Un montón de cosas. Y desde luego se trata de un homenaje a la lectura, a lo que los libros pueden hacer por nosotros. Eso desde luego.
Es curioso cómo con historias tan aparentemente sencillas se puedan tratar temas tan profundos.
En cuánto a los personajes, se trata de unos seres que necesitan dar un empuje a sus vidas en alguna dirección que, en el fondo saben, pero no reconocen. Son personaje sencillos cuyas vidas cotidianas no es complicada pero no les agradan.
- Tomoka es dependienta de ropa para mujeres pero no le llena en absoluto.
-Ryo es contable en una empresa de muebles. Pero su sueño es otro y no tiene nada claro si tiene que perseguirlo.
-Natsumi, es exeditora de una revista. También es madre de una niña de dos años. Y aunque quiere muchísimo a su hija, siempre está dudando de si hizo bien al elegir la maternidad antes que su empleo, porque tampoco encuentra en su marido la ayuda que cree que necesita.
-Hiroya está en el paro. No es capaz de encontrar en empleo en el que cuaje, y se siempre muy inferior con respecto a su exitoso hermano.
-Masao está recién jubilado y no acaba de verse en esta situación. No sabe cómo emplear su ocio y como relacionarse bien con su esposa y su hija.
Como ocurre siempre que hay varias historias, unas gustan más que otras, con algunos personajes conectas más. A mí la que menos me ha gustado es la primera. Las restantes me gustaron bastante más.
Son personajes a los que claramente a sus vidas les falta algo. Necesitan salir de ese "sota, caballo y rey" de su vida y el encuentro con un personaje mágico, la señora Sayuri Komachi, la bibliotecaria de una biblioteca de barrio del colegio Hatori, hará que lo intenten. No sabemos si lo van a conseguir, pero sabemos que se van a atrever a dar ese paso que necesitan.
Todas las historias terminan conectándose de forma sutil. Eso me ha parecido un acierto.
Es un acercamiento a la cultura japonesa, y eso sí me ha gustado. Me gustan las reflexiones a las que llegan estos personajes. He echado mucho de menos no saber más del personaje de Sayuri, la bibliotecaria. Es un misterio total. Me habría gustado que la autora profundizara más en ella. No sé, me ha faltado una historia propia de ese personaje. Una historia distinta.
Bueno, no está mal este libro si lo que os apetece es una historia amable, ligera, con buenas intenciones.