Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

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domingo, 21 de noviembre de 2021

Las Meninas en Madrid

 


Miden 1,80 cm y son de colores. Hechas de la carne de la fibra de vidrio escaparon corriendo de algún palacio donde habían entrado de niñas para servir a alguna Reina o sus Infantas, hasta recalar en un Madrid bullicioso este noviembre del año 2021.

No entienden el tráfico ni las pandemias, no saben por qué las miran y menos por qué las fotografían. 

Pero les gusta verse reflejadas en las miradas de sorpresa, en las sonrisas espontáneas y en ese: "¡Mira otra Menina!", que las personaliza.

 







viernes, 10 de septiembre de 2021

¿Retretes? . La originalidad en el lenguaje y la comunicación

 



Hoy, viernes, me vais a permitir que hablemos un poquito de la comunicación en los retretes. 

Los retretes, excusados, urinarios, letrinas, servicios, aseos, cómo gusteis...

 

A los madrileños nos llaman "gatos", luego entonces lo suyo es que vayamos a hacer "nuestros deberes" a los areneros, como todos los demás gatos de la Capi. 

 

Madrid. Agosto 2021
Madrid. Agosto 2021

 

 

 

En otras ocasiones, como en el caso de debajo, sobran las palabras, como decía Braulio. 

Bueno nos lo decía a los que ya tenemos "cierta" edad. Sí. Lo he buscado: 1976. Pero si yo era una criaturita ¿Por qué me acuerdo?

 

Huelva. Julio 2018

 

 

Y allá por el norte ¿qué van a decir? Pues que o eres sardina o eres bonito. 

Noja. Julio 2021
 

Noja. Julio 2021
 

No sé a vosotros, pero a mí estas "cosillas" de los retretes siempre me roban una sonrisa. 

La originalidad en el lenguaje, o en la comunicación me agrada siempre, pero en estos casos "especiales" aún la valoro más. 

¿Será porque, la niña que hay escondida dentro de mí, aún se ríe cuchicheando con los amiguitos palabras como "pedo", "pene" o "culo"?

Ojalá sea eso.



 

domingo, 20 de junio de 2021

De eufemismos, "casas" e historia en Madrid

 


¿Que os parece si nos escapamos al Madrid de principios del siglo pasado? Al Madrid menos selecto...

¿Y si todavía retrocedemos un poquito más?

Bueno vamos poco a poco... 

Porque yo lo que quería era hablaros de "casas". 

Unas "casas" peculiares.

  

¿Nos acordamos de lo que era un eufemismo?

Eufemismo

Del lat. euphemismus, y este del gr. εὐφημισμός euphēmismós.

1. m. Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante.

 

A lo largo de nuestra historia, y todavía hoy en día, hemos hecho mucho uso de los eufemismos para edulcorar nuestro lenguaje. Los eufemismos con aquellas frases que hemos usado para disfrazar alguna expresión y que no sonara tan brusca.

Sobre todo cuándo queríamos hablar de ciertos temas peliagudos.

 

 Por ejemplo para llamar a los burdeles, durante mucho tiempo los llamamos "Las casas de tolerancia".

Las casas de tolerancia: 

Eran las casas donde antiguamente se ejercía la prostitución. 

La primera prohibición de la prostitución en España fue con la II República. Se prohibió en nuestro país y se intentó que se prohibiera a nivel mundial. Pero claro, de forma encubierta seguía habiéndola.

El gobierno de Franco volvió a legalizarla, pero durante el franquismo las prostitutas tenían que cumplir una serie de normas: Ser mayor de 23 de años, y pasar una revisión médica semanal. Si cumplían estas normas recibía una especie de carnet. Aunque seguía habiendo prostitutas encubiertas, o bien porque no cumplía esa edad o bien para no figurar en ninguna parte, lo cual de alguna forma la marcaría para siempre.

Y si hablamos de eufemismos en este tema tenemos un filón. 

Porque podríamos hablar de "señoritas de compañía", de "mantenidas", de "entretenidas", de "mujer de la calle", de "mujer de mala vida", de "mujer pública". Pero bueno de ésto hablamos otro día.

 

Hoy seguimos con las casas.

La casa del Pecado Mortal también era otra de esas "casas" curiosas que existían en Madrid. 


 Éste era un apelativo porque el que se conocía a una casa que existía en la calle Rosal donde estaba la Real Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza y Santo Zelo de la Salvación de las Almas. Esta institución se ocupaba de las jóvenes que se había quedado embarazas de forma ilégitima. También se ocupaban de inscribir en el Registro Civil al "fruto del pecado", otro eufemismo, y muchas veces entregarlo en La Inclusa.

Las chicas ricas pagando tres pesetas diarias, como donativo para la Hermandad, tenían derecho a una habitación individual y podían pasar más desapercibidas. Porque pecadora había ricas y pobres. Las pobresno tenían ningún tipo de intimidad, y compartían habitación solo si había plaza, y con la condición de servir a las pudientes.

Duró desde el año 1733 hasta el 1926, cuando se construyó el tercer tramo de la Gran Vía que acabó con las calles donde estaba situada.

 

 

 Por aquel entonces también había otras "casas", pero éstas ya para vivir o simplemente dormir. Podíamos hablar en este tema de dos tipos:

Las casas de vecindad: eran casas que no tenían aseo, ni agua, ni ventilación. Abundaban todas esas casas de vecindad por los barrios que había por la parte del sur de la Puerta del Sol. Justo por donde os decía antes que se construyó el tercer tramo de la Gran Vía, que en parte se hizo para limpiar toda esa zona.

Y luego estaban las "casas de dormir" que era el peor tipo de pensión que existía.

Aquí simplemente ponían a tu disposición un jergón o colchón para domir. Podeis imaginaros la clientela que había y cuántos podían caber en cada estancia... Pero por pocos céntimos podías pasar la noche y si eras prostituta, mendigo, criado sin casa pues solo querías y podías gastar eso.

Este panorama teníamos en Madrid a principios del siglo XX.

 

A no ser que tuvieras más "cuartos" y quisieras dormir un poquito mejor, entonces siempre tenías la opción de:

"Media con limpio": 

Ésto lo podías conseguir en las posadas. Hablamos de la época de Cervantes o después. "Media con limpio" consistía en pagar por media cama compartiéndola con alguien "limpio". Alguien que no tuviera piojos, ni liendres, ni mugre de ningún tipo...

 

Habría tantas cosas que hablar de todos estos temas... Pero otro día.

Ay, qué suerte tenemos de vivir en este siglo, llevar la vida que llevamos, y vivir en el Madrid o la ciudad en la que vivimos.

 


lunes, 7 de junio de 2021

De compras por las tiendas centenarias de Madrid

 



Tienda de sombreros La Favorita

 

Algunos sábados nos vamos de compras.

Que aburrido es comprar en este siglo y en las mismas tiendas enormes e impersonales donde todo es parecido. ¿No te parece? 

Pero si, por arte de birlibirloque, nos agachamos un poco para impulsarnos y pegamos un enorme salto, podemos situarnos delante de las tiendas de hace cien años. 

No pongas esa cara, y ten fe, porque no es nada dificil encontrarlas. Solo tienes que darte un paseito por los alrededores de la Plaza Mayor de Madrid, mirar al suelo, y distingir esa placa que desde el año 2006 figura delante de alguna de ellas. Las placas son de bronce, fueron diseñadas por Mingote, tienen los símbolos de la Puerta de Alcalá y el Oso y el Madroño. Además en cada una te dicen la tienda que es y cuando se inauguró. 

Ya solo tienes que imaginarte vestido de principios del siglo XX, dar un paso y entrar. 

El trato suele ser, siempre hay excepciones que confirman la regla, exquisito, personalizado, al detalle. Un placer volver al pasado de su mano.

Entre las que se conservan sus antiguos letreros vemos también como las distinguían: las de color granate eran de hostelería, las de color verde eran mercerías... Aunque ya muchos no los conservan.

 

Y comenzamos el día de compras probándonos unos cuántos sombreros en La Favorita, que data del 1894, que está en los mismos soportales de la Plaza Mayor. Aún la regenta la familia Enguita, ya en su cuarta generación.


Muy cerquita, también en los soportales, sigue existiendo Casa Yustas. Esta se inauguró en el 1886. Tiene muchos objetos militares. Aquí se ha vestido la Casa Real. 

 

Casa Yustas



Después nos acercamos hasta la antigua Relojería de la calle de La Sal, que está bajando desde la Plaza Mayor hasta la Puerta del Sol. Es de 1880. Aquí recordaremos como evolucionaron los relojes, desde aquellos que llevaban las damas colgadas del cuello hasta los de pulsera. Sin olvidar los de pared que se llevarán toda la vida. Tiene un taller en su interior donde los reparan.

Antigua Relojería de la calle La Sal 2


¿Y cómo no pararse en los Sobrinos de Pérez? Con esa placa historica que nos recuerda que Galdós habló de esta tienda de tejidos en Fortunata y Jacinta.

Tejidos Sobrinos de Pérez



Pastelería La Mallorquina

Llegado este punto del centro de Madrid, lo mejor es dejarse llevar, como ratones, por el olor. Pero no del queso, no, de algo mucho más azucarado. Es imposible si pasas cerca, que el olor no te lleve hasta La Mallorquina, en plena Puerta del Sol, con esas típicas napolitanas de crema que se te deshacen en la boca... Ay por favor, yo no tengo voluntad para lo dulce. Aunque si la crema no te va mucho, aunque con la de aquí se puede hacer alguna excepción, siempre están esos torteles o tantos bollitos y dulces que no defraudan. 

También La Mallorquina es centenaria, por supuesto, y visita obligada si te vas de compras a principios del siglo XX por la zona y ya quieres hacer un descansito. Se llama así porque la familia que la fundó era de Mallorca. 

 

 

Y ya con la tripa llena, muy cerca está Casa de Diego, con su espectacular escaparate llenito de abanicos, donde un letrerito te dice "Mañana lloverá" para que pases y te hagas con uno de sus paraguas que duran años y años y años, y donde, además, te los arreglan si te estropea. Y luego están sus mantones, sus peinetas, castañuelas, mantillas... ¿Te acuerdas de todo lo que nos enseñaron sobre el lenguaje del abanico? Qué amables son los dependientes de Casa de Diego.


Tienda de abanicos y paraguas Casa de Diego

 

 

Atraviesas la Puerta del Sol, y te vas hacia la Carrera de San Jerónimo, porque tienes que pasar sí o sí, por el Lhardy. El mítico Lhardy donde hay que comer cocido alguna vez, y que han frecuentado tantos famosos de todos los tiempos. Lo decoró el padre de la conocida María Guerrero, Rafael Guerrero. 

Galdós, Azorín, Gomez de la Serna, todos hablaron del Lhardy. Lo frecuentaba Primo de Rivera, y aquí se decidieron por Alcalá Zamora en tiempos de la República. Qué no habrán escuchado esas paredes... A punto han estado de cerrarlo, pero ha acudido en su ayuda el dueño de Pescaderías Coruñesas, que entre nosotros, no debe andar con una mano delante y otra detras...  Una suerte. Y ahí sigue el Lhardy.

Restaurante Lhardy

 

Después ¡unos caramelitos de violeta! Jacinto Benavente lo frecuentaba mucho. y la Reina Victoria Eugenia también, sí esa a la que tiraron un ramo con una bomba... Pero esa es otra historia.

Hasta Violeta Chamorro, que cómo no va a pedir de vez en cuando unos caramelos que llevan su nombre. 

Y mientras estamos delante del escaparate nos llega el sonido de la voz inconfundible de Sara Montiel: "Como aves precursoras de primavera, en Madrid aparecen las violeteras... Compreme usté este ramito para lucirlo en el ojal."

Tienda de caramelos La Violeta

 

 

Y caminando, caminando otra vez hacia la Puerta del Sol, llegamos a los establecimientos con la fachada o los rótulos de color verde, las mercerías. ¿Quién no ha ido alguna vez a Pontejos? La mercería más grande, la más famosa de todo Madrid, muy cerquita de la Puerta del Sol. Desde el año 1913 ofreciéndonos de todo.


Mercería Pontejos

Almacén de Mercería Comercial Amparo

 

Anoche cenó en la pastelería del Sobrino de Botín, en la calle de Cuchilleros…” Un clásico, entre los clásicos, que aparece en las novelas de Galdós, en las de Indalecio Prieto, en Las Greguerías de Ramón Gómez de la Serna:  "Botín parece que ha existido siempre y que Adán y Eva han comido allí el primer cochifrito que se guisó en el mundo.”. En las de Arturo Barea, Arniches, Hemingway... hasta en las de María Dueñas.

 Casa Botín, fundada en 1725, es el restaurante más antiguo del mundo según el Libro Guinness de los Records y uno de los referentes de la mejor cocina tradicional en Madrid.


Restaurante Sobrino de Botín

 

Y para finalizar podemos ir a rasurarnos a la barbería que dicen es la más antigua de Madrid: El Kinze de Cuchilleros. Porque precisamente está en el núm. 15 de esa calle.

Abrieron el 2 de enero del año 1900. Aunque comenzaron en una vivienda, donde existía lo que se llamaron las “igualas familiares”. Consistía en que por unas 30 pesetas al mes podían ir todos los hombres de una misma familia, una o dos veces a cortarse el pelo o afeitarse.

La barbería más antigua de Madrid está decorada también al modo clásico con las típicas franjas de colores rojo, azul y blanco, que indica que es una barbería: rojo para la sangre, blanco de los vendajes y azul para las venas. Herencia de cuando en las barberías, se hacía algo más que cortar el pelo, acordaos, también se hacía cirujía con las sanguijuelas... En fin, mejor no acordarse.


El Kince de Cuchilleros


Por supuesto éstos no son todos los establecimientos centenarios de Madrid, hay muchos más de todo tipo, donde aún hacemos colas para comprar en la calle Toledo las alpargatas, en doña Manolita el décimo premiado o en las confiterias el dulce que mejor preparen. 

 

Así que, ya sabes, si te aburres de comprar en este siglo y en los mismos centros comerciales e impersonales. Si te hartas de mirar a tu alrededor y ves que todo es parecido, hay muchísima gente y tienes que perseguir a alguna dependienta para que te atienda, te pegas un salto y a principios del 1900 tienes todo tipo de tiendas para elegir.

Solo tienes que dar un paso, empujar la puerta y entrar.

Lo que no sé es cómo les vas a pagar... la verdad. Porque eso de los euros o la tarjeta no se cómo se lo van a tomar. Pero todo es probar...




domingo, 11 de abril de 2021

Las fachadas de Madrid

 


 Siempre deberíamos hacerlo, porque hay tesoros brillando solo para nosotros. 

Pero a menudo la prisa que tenemos insertada en nuestro ADN todos los habitantes de esta ciudad, no nos da tregua. Los horarios y las distancias con las que tenemos que lidiar cotidianamente, no nos permiten que nos fijemos como deberíamos en lo que vemos, sin ver, cada día.

Sin embargo, ahora que es primavera, ahora que en tiempos de pandemia huímos de los lugares cerrados, Madrid nos da otra oportunidad para que la paseemos como verdaderos viajeros. 

Venga, nos dice, regalándonos un guiño pícaro con sus edificios modernistas, con sus fachadas de colores y motivos peculiares, con ese buen aspecto que tiene desde siempre para los que vivimos en ella.

Venga, nos dice, fíjate en  mí. 

Fíjate despacio, 

contémplame con orgullo.

Soy la ciudad en la que vives, la ciudad mejor comunicada de tu país, la ciudad que seas o no seas de aquí te está esperando siempre.

 

Y entonces podrás admirar, en la esquina de la calle San Mateo con Mejía Lequerica, una casa modernista que llama la atención por la decoración de los lagartos de su fachada. Efectivamente se llama La Casa de los Lagartos, y se construyó entre 1911 y 1912, por Benito González del Valle. Todas sus habitaciones son exteriores.

 

 
 
 Tampoco deberías dejar escapar, en la calle Montserrat, en el núm. 12, otra casa modernista que data del año 1912. 
Una casa pícara, que parece que nos susurra al pasar, mientras nos muestra impúdica esos dibujos fálicos que la adornan de arriba abajo.
 
 
 

 
 
 
Y en la plaza de Cristino Martos esquina con la calle del Duque de Osuna, te espera otra fachada que no podemos perdernos porque está decorada con dibujos del genial Mingote.
 
 



Y para terminar, en la calle Almagro, fíjate en ésta, qué monumental su fachada. Si hasta se llevó un premio a la casa mejor construída.


 

Porque hay tesoros brillando solo para nosotros, deberíamos ir siempre por Madrid con los ojos bien abiertos.

Tendríamos que pasear esta ciudad, siempre, seamos de aquí o allí, como si fuéramos viajeros.

Porque nunca se termina de admirarla, nunca de conocerla.

viernes, 26 de abril de 2019

"Julia" en la Plaza de Colon en Madrid



Se llama Julia.

Llegó en diciembre, cuando iba a comenzar la navidad, y vino a quedarse con nosotros, los madrileños, un año, hasta la navidad del año que viene. Como una más.
Porque en Madrid somos muchos y de todas partes.

Mide 12 metros y está hecha de polvo de marmol y poliester. Su autor es Jaume Plensa.

Si las ves por detrás, ves ahí un monolito blanco, que dibuja en la cara de todos un mueca de interrogación. No te das cuenta de que es su pelo.

Pero si la ves por delante es otra cosa. 

Julia tiene los ojos cerrados y trasmite serenidad.

Julia mira hacia dentro e invita a la introspección y al silencio. 

Qué necesario es, tantas veces, el silencio en Madrid. 



A mí me gusta Julia. 
Además tiene uno de los nombres más bonitos del mundo.  




#Julia
#Madrid

domingo, 19 de agosto de 2018

Tour de fantasmas por Madrid



¿Preparado para pasar miedo? dice la invitación de Madrid Ghost Tour para que te unas a su visita porMadrid y sus fantasmas.

Pero no pasas miedo, según Noah nuestro guía, el que pasa miedo es él cuando comprueba que de lass 14 personas que tenía apuntadas, nos presentamos 47 en el punto de encuentro. 

Sí, por supuesto que sí, demasiadas personas para una visita guíada en la que se supone que 25 es el número máximo. Pero no pasó nada, solo lo notamos un poco en la primera parada, en el punto de encuentro de la Plaza Mayor. Y aún así como nuestro guía llevaba micrófono se le escuchó.

Tal y cómo nos dijo el resto de las paradas fueron mucho más silenciosas y se le escuchaba perfectamente. Y las dos horas prometidas se conviertieron en tres de lo entretenidos que nos tuvo a todos con sus historias de las leyendas de los fantasmas y edificios de Madrid.

Quién fue pensando que solo iba a saber de espíritus quizás se decepcionó, porque la visita es muchísimo más. Toca mucha historia de Madrid, de sus reyes y sus edificios. De sus leyendas y dimes y diretes.

Mucha información contada de forma amena por un guía, Noah, con el que daba gusto pasear Madrid una noche de sábado de agosto porque estaba todo el rato pendiente de que no te aburrieras, de que te sentaras un buen rato para que se te hiciera llevadero, y de contarte mucho más de lo que te habían prometido.

La Plaza Mayor, el palacio de los Cañete, el Palacio Real, la Iglesia de San Ginés, La casa de las Siete Chimeneas y el Palacio de Linares. Todos por fuera pero qué entrenido y qué ameno. 

Un acierto. 

 
#Visitas guiadas #Madrid

lunes, 14 de mayo de 2018

¿Qué es Madrid para ti? Meninas en Madrid - Primavera 2018



¿Qué es Madrid para ti? Dicen que les preguntaron, y para hacerlo les dieron la oportunidad de plasmarlo sobre una de las Meninas de Velazquez. Nuestro Velazquez.

Y nuestra ciudad se vió salpicada de color y de alegría, de pasión y arte.

Velazquez está en muchos de los rincones, calles y plazas. Cualquier encrucijada céntrica de la Capital tiene su Menina. 

Y tú puedes jugar a buscarlas, entretenerte contemplándolas, disfrutarlas cuando te sorprenden,  pero en ningún caso ignorarlas. 

Porque ellas, que son tan nuestras como Madrid y como Velazquez, no te van a dejar. 






La iniciativa nace de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (ACOTEX), la organización más representativa del sector Moda y Retail de Madrid, para reforzar la imagen de la ciudad. Promovida por el Ayuntamiento de Madrid en colaboración con ACOTEX, Meninas Madrid Gallery está integrada en el proyecto Madrid Capital de Moda (MCDM), una iniciativa de la Dirección General de Comercio y Emprendimiento que comienza su andadura en 2016, con el objetivo de aglutinar todos los eventos relacionados con el mundo de la moda, la belleza, la decoración, la gastronomía o el ocio que se celebren en la capital. 

Terra Madre II - La vida

Un cielo de ciudad. Margarita Vargas

de David Bisbal

La menina paso a paso. Pitillos

Sueña Madrid. Fundación Querer


"Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando", Juan Ramón Jiménez. Paloma Segrelles

lunes, 27 de noviembre de 2017

Visita al vestíbulo de la estación de Metro de Madrid de Pacífico

Vestíbulo del Metro de Pacífico en Madrid


Allá por mayo de este año ves en internet que se va a poder visitar uno de esos lugares del pasado que se han recuperado para contar la historia.


Cómo es un pequeño placer para ti que te enseñen lugares, y más cuando son en tu propia ciudad, enseguida enviaste un correo para inscribirte.


Se fue mayo, voló junio, y detrás de él todo el verano, cuando de pronto y ya en octubre, te llaman para ver a qué hora querrías apuntarte para la visita del Vestíbulo de la estación de metro de Pacífico. Cuando tú ya ni te acordabas de aquel correo de mayo...


Son varios los espacios a modo de museo que tiene ya el Metro de Madrid.
Está La Nave de Motores de Pacífico que se construyó entre 1922 y 1923, y se inauguró en 1924, permaneciendo en activo hasta el año 1972.
También tenemos la Antigua estación de metro de Chamberí que pertenece a la primera línea de Metro inaugurada en 1919 y que se clausuró en 1966 ya que se tomó la decisión de aumentar la longitud de los trenes y la estación no se podía hacer más grande.
Y está también el Museo arqueológico bajo tierra que hay en la estación de Ópera. Mientras estaban haciendo los ascensores se encontraron con vestigios arqueológicos tan importantes como la Fuente de los Caños del Peral, el Acueducto de Amaniel y el Alcantarillado del Arenal.




Ahora se suma a ellos el antiguo vestíbulo de Pacífico. Le pasó lo mismo que a la estación de Chamberí. Había empezado a funcionar en el año 1923 pero cuando los andenes de la línea 1 pasaron a ser de 90 metros en vez de 60, en el año 1966, se crearon nuevos vestíbulos y éste quedó obsoleto.


Se puede ahora admirar la decoración original diseñada por Antonio Palacios en 1923: los azulejos blancos y los elementos ornamentales azules con cobre.


Es curioso visitarlo, y más cuando piensas todo el tiempo que hace que se construyó, te haces una idea de cómo era entonces el Metro de Madrid. Además es curioso porque entras por una puertecita que pasa desapercibida desde el mismo andén del metro de la línea 1. Es como saltar al pasado para admirar una decoración que merece la pena contemplarse. Aunque lo cierto es que te quedas un poco desilusionada porque esperabas que os enseñarían algún pasillo, algo más. Pero no, solo te enseñan el vestíbulo. Te habías hecho a la idea de que sería como en la estación de metro de Chamberí que ves la entrada, los pasillos y toda la estación. Pero piensas que, en cualquier caso, dura muy poquito tiempo la visita y te enseñan un vídeo sobre la historia de la estación de Pacífico. Después te dan una pequeña explicación y se pueden ver unos trípticos sobre su evolución. Cuando preguntas te dicen que no enseñan más porque los andenes son los mismos que había entonces, el resto de instalaciones son las que aún se utilizan y que se adecuaron. Solo permanecía tapiado ese vestíbulo que ahora han rehabilitado.



Al final te vas con la sensación de que siempre son curiosas e instructivas estas visitas. Pero si tuvieras que elegir entre este vestíbulo de Pacífico y la de Chamberí, no dudarías en elegir la antigua estación, donde puedes admirar toda ella: el vestíbulo y los pasillos, los anuncios y los andenes. Volver en metro al 1966 de un plumazo.


Vestíbulo del Metro de Pacífico en Madrid



Vestíbulo del Metro de Pacífico en Madrid