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martes, 5 de julio de 2016

"Nosotros, los de entonces" de Marta Rivera de la Cruz


"-Bueno pues mira, ya era hora de que lo hicieses. Llevas cuarenta y tantos años comportándote como la reina del hielo. No está mal un poco de acción para variar. ¿Le tiraste alguna cosa? cuando supe que Robe me engañaba le arrojé un plato de porcelana antigua Blue Willow que nos había regalado su madre. Era carísimo el puto plato, y a él le encantaba. Se lo tiré, pero no para darle, sino para romperlo. Hacer trizas aquel chirimbolo me sentó de miedo.
Valva sonrió.
-Yo no rompí nada. Ya te digo que no estaba enojada. Y lo único que quería era que Étienne no se fuese. Nunca me he humillado de esa forma... Le dije cosas absurdas. Hasta le pedí perdón, como si fuese yo la que había hecho algo mal. Creo que si hubiese mantenido un poco de dignidad ahora me sentiría algo mejor.
- Vamos cariño..., en asuntos sentimentales la dignidad está sobrevalorada.
..."


Desde que descubrí "En tiempos de prodigios", novela de Marta Rivera de la Cruz que en el año 2006 fue finalista del Premio Planeta, no he dejado de leer los libros de esta autora.

Me gustan sus historias cotidianas, sus personajes normales, de la calle, su forma de tratar el amor, la amistad, los sentimientos.

Después de una novela negra de crimenes y psicópatas, se agradece mucho una historia cotidiana, sí, una de Marta Rivera de la Cruz.

Esta vez le ha tocado el turno a su última novela "Nosotros, los de entonces".

El argumento cuenta que una pandilla de amigos de la Universidad se reencuentras tras veinte años de apenas tratarse, con motivo de que uno de ellos quiere contarles algo importante.

Está ambientada en la actualidad y se desarrolla en un hotel de la Provenza, donde se lleva a cabo la reunión porque lo regenta una de las amigas del grupo con su marido. 

Los personajes están en torno a los cuarenta y cinco años, son seis amigos y la mujer de uno de ellos. Tres mujeres y tres hombres que se conocieron en la Facultad y cuya vida ya no ha discurrido paralela, unos están mejor situados económicamente, otros peor, unos están felices en su vida sentimental, otros no... en fin, personas normales y corrientes que podríamos ser cualquiera de nosotros. Son personajes muy bien perfilados, a los que vas conociendo a lo largo del libro a medida que van surgiendo las viejas rencillas, las anécdotas, los sentimientos.

Los temas que se abordan en el libro son la amistad principalmente, pero también el paso del tiempo, cómo nos cambia. Se aborda el amor, la belleza, los hijos, las responsabilidades...Y desde luego el mensaje de que las amistades son una de las mejores cosas de la vida, y hay que cuidarlas.

Esta contado en tercera persona, un narrador omnisciente. Y es una novela en la que hay muchísimo diálogo, un diálogo muy bien hilado, muy natural. Eso le da muy buen ritmo a la novela. Es muy entretenida, yo la he leído volando. Y es creíble. Yo creo que cualquiera se puede sentir identificado con cualquiera de esos personajes y sus amigos a los veinte años. Y después también veinte años después con un montón de responsabilidades y problemas que entonces no tenían.

Quizás lo que menos me ha gustado haya sido el final. Pero no porque no esté bien resulta, que creo que sí que lo está, sino porque esperaba algún giro más potente justo en el final. Aunque el detalle que tiene uno de los personajes está muy bien traído a ese final, no os puedo contar cual, pero cuando la leereis ya sabréis al que me refiero.

Y no tiene mucha importancia, es un detalle, pero tambien creo que la autora ha abusado un poco del adjetivo "imposible": Un malva imposible, una esquina de perspectiva imposible, colores imposibles combinados con jerseis de cachemir... Si solo lo hubiese utilizado para ese malva, o para esa esquina... Pero me ha chirríado un poco ese "imposible" aplicado a tantos sustantivos diferentes y tan seguido en los primeros capítulos. Y la autora escribe bien, yo creo que eso se le ha escapado. 

A mí me ha gustado, ya os digo que me lo he leído muy deprisa, porque me gusta la prosa de esta autora sencilla, cuidada, ágil, fresca, pero diseccionando los sentimientos con acierto. Me ha entretenido mucho porque hay varios giros en la historia bien salpicados a lo largo de la trama que hacen que el lector no pierda la atención. Es una novela de personajes que consiguen brillar solos, sin quitar protagonismo a los demás. Una novela coral.

Al principio de su lectura recordé una película "Los amigos de Peter" que me gustó muchísimo en su día, banda sonora incluída. Y me sonreí cuando en un momento dado la autora en la novela habla de ella. 

Es una lectura agradable.

jueves, 30 de junio de 2016

"Memento mori" de Cesar Pérez Gellida


"La doctora se paró en seco al percatarse del desconcierto que se reflejaba en el rostro de su interlocutor. Tras unos segundos preguntó:
-¿Me sigue?
-Doctora Corvo, ¿Conoce ese refrán que dice: "De músico, poeta y loco, todos tenemos un poco"? Pues de lo primero tengo poco, y de lo último algo, pero de poeta... nada de nada.
-¿Conoce, inspector, ese otro de "Hombre refranero, maricón o pordiosero"? -atajó ella aderezando al reveés con una sonrisa de malicia.
Se hizo el silencio y se enfrentaron las miradas. Sancho soltó una carcajada tan agreste que retumbó en las paredes del local... "



Tengo un poco de atrasillo en la reseña de los libros que me he leído ultimamente, así que voy a poner orden.

Terminé de leer "Memento mori" de Cesar Pérez Gellida. El primer libro de una trilogía de novela negra titulada "Versos, canciones y trocitos de carne". Que nombrecito ¿eh? 

Pues es de lo más acertado porque en esta novela hay muchos versos, muchas canciones y también, no os voy a engañar, trocitos de carne. 

A mí me ha tenido muy entretenida. Me gusta leer la novela negra que hacemos aquí, aunque ya sabéis que me gustan mucho las de Jussy Adler Olsen, o Camilla Lackberg, y antes no me perdía ninguno de Henning Mankell del inspector Wallander. Pero siempre me gusta volver a los nuestro, y ver que están haciendo: Lorenzo Silva, Víctor del Árbol, Dolores Redondo, Tony Hill... Tenemos muy buenos novelistas en el género negro.

Esta novela no está mal, la verdad. Tiene de curioso, de original, que, cómo ya os he dicho, va intercalando muchas canciones, tiene banda sonora, y también además de hablar de literatura, ya sean versos o libros, tiene varios poemas muy relacionados con la trama. Eso me ha gustado mucho. Y para los que sean de Valladolid tiene el doble aliciente de que se desarrolla en esta ciudad. Cómo veréis es una novela bastante completa, porque toca varias artes: la música, la poesía, la literatura.

Pero no os he contado el argumento, os copio lo que dice en la contraportada:

"Aquella mañana de domingo nada le hacía presagiar al inspector de homicidios de Valladolid Ramiro San­cho que acababa de dar comienzo una pesadilla que lo dejaría marcado para el resto de sus días.
La investigación del asesinato de una joven ecuatoria­na a la que le han mutilado los párpados y cuyo cuer­po han encontrado unos versos amenazantes, ocupa las primeras páginas de esta novela negra narrada con un dinámico y atrevido lenguaje cinematográfico..." 
El autor ha escogido un narrador en tercera persona, salvo para el prólogo y podríamos decir, el epílogo, que están narrados en primera persona. Pero nos ofrece desde un primer momento dos puntos de vista, el del asesino y el del inspector Ramiro Sancho en su búsqueda.  Se van alternando los capítulos desde el punto de vista de uno y de otro. Sabemos desde un principio quién es el asesino y por qué lo hace. Pero aún así, el interés no decae en la trama. Para ayudarnos, además el autor fecha cada capítulo con el lugar, el año y la hora incluso.

El estilo de la prosa es sencillo y directo. El ritmo es bueno. Me ha gustado mucho en lo que se refiere al lenguaje. No solo porque combina una trama con intriga con unos diálogos muy ingeniosos, muy bien escritos, si no también porque salpica la narración con numerosas citas latinas, con refranes, con frases hechas. Combina muy bien el lenguaje coloquial con el culto. Eso me ha gustado.

Algunos ejemplos del lenguaje coloquial que existe en la novela y que yo no conocía por eso me ha gustado mucho encontrar:

"Para el amor y la muerte, no hay cosa fuerte"
"La esperanza es hija de la paciencia"
"Talento y talante se conjugan con tiento y aguante" 
"De músico, poeta y loco, todos tenemos un poco"
"El poco hablar es oro y el mucho es lodo"

Y también me ha descubierto palabras más científicas como:
"con un homicidio preterintencional, ya sabes, el típico "se me fue de las manos" de un don nadie..."

Los personajes principales están bien perfilados. El de Augusto, el asesino, millonario, muy culto, melómano, sibarita y sociopata. El de Ramiro Sancho, el inspector de homicidios cumplidor del orden, honesto, con un lenguaje salpicado de refranes que me gusta mucho. El de "Carapocha", o Armando Lopategui, que es el psicólogo criminalista que está presente en toda la investigación, con un pasado fascinante y un humor negro que deja traslucir en los diálogos brillantes que mantiene con. Son personajes muy trabajados, complejos, intensos, no tienen desperdicio.

La obra se estructura en un prólogo, 29 capítulos cada uno de ellos encabezado por un título que pertenece a una canción de Héroes del Silencio o Búmbury, ya os he dicho que hay muchas canciones (Héroes, Bumbury, Muse, Depeche Mode, Vetusta Morla... desde luego si al lector le gustan estos grupos tiene mucho ganado), y otro que es una especie de epílogo. Además de eso, el autor incluye al final un anexo con la banda sonora, otro con el poemario, porque cómo os decía tambien hay muchos poemas, y otro con los personajes. 
Ambientada espacialmente, como ya os he dicho, en Valladolid. Y temporalmente entre septiembre del 2010 y enero del 2011.


Lo que menos me ha gustado es esa especie de epílogo que tiene la novela. Me ha dejado un poco descolocada. Y claro que sea la primera parte de una trilogía. Pero en general me ha parecido entretenida y con ese punto de originalidad que la hace diferente a otras muchas. Supongo que me leeré las dos siguientes, no a continuación, pero sí más adelante.



viernes, 13 de mayo de 2016

"El nombre de las cosas" de Fernando Beltrán


¡Cuánto me ha gustado este libro de Fernando Beltrán! 

Ya había oído yo hablar de él, y ya le había escuchado sus poemas en La estación azul, el programa de literatura que hay en RNE los domingos a las tres de la tarde. Por eso para mi cumpleaños uno de mis hermanos me regaló uno de sus poemarios "Hotel Vivir", pero además me trajo este libro "El nombre de las cosas".

Para alguien como yo, a quién le gustan tanto las palabras, leerlo despacito y en papel, ha sido un lujo. 

Porque Fernando Beltrán es "Nombrador", un oficio, una profesión, aunque me gusta más el término oficio para ella, que se ocupa de buscar nombre a las cosas. Elegir el nombre de las empresas, de proyectos empresariales, de productos, de lugares... No viene aún en el Diccionario de la Real Academia, pero algún tendrá que venir: "Nombrador".

En este libro el poeta nos cuenta toda su trayectoria. Desde que era un estudiante que no quiso estudiar Derecho, que era lo que quería su padre, porque se dió cuenta de que él era poeta, y quería ser poeta. Hasta que un buen día se dió cuenta, trabajando en una agencia de publicidad, de que qn general estas agencias, las de publicidad o los creativos, ponían mucha atención en buscar la marca de algo, se preocupaban de todo lo relacionado con ello, pero nadie se ocupaba de buscarle el nombre. ¡El nombre! que es, al fin y al cabo, el principio de cualquier cosa: del producto, de la empresa, del establecimiento, de lo que sea.

Y entonces fundó el estudio creativo "El nombre de las cosas". ¿Quién hubiera dado algo por esa aventura? Pues es su empresa. Una empresa que nació solo de su ilusión, y su empeño.

Pues aquí tenéis al que inventó el nombre de Amena, de Faunia, de Opencor, de La Gavia... y un montón de nombres más que nos salen al paso todos los días. 

"Ellos me cuentan, me explican lo que quieren. Una señora quería que su tienda de velas tuviera que ver con la literatura, y a mí se me ocurrió novela. El dueño de un restaurante quería un nombre que aludiera a su intento de que el que fuera a comer se sintiera como en casa. Se me ocurrió casa prestada".

El autor nos va contando cómo comenzó en ésto, en un despachito de un edificio viejo, con unos vecinos peculiares, y cómo ha ido prosperando. También nos explica cómo ha sido el proceso por el que se ha llegado al nombre de muchos de sus encargos. 

Es un libro, si te gusta este tema, de lo más instructivo. A mí me gustó especialmente cómo se llegó al nombre de La Casa Encendida, o de la Gavia. Es curioso cómo funciona el proceso deductivo que te lleva hasta la denominación elegida. Y es ameno el autor contándolo. 

A los que escribimos nos gustan estos temas del lenguaje. A mí me cuesta elegir el título de los relatos, y Fernando Beltrán dedica unos de sus capítulos a los títulos.  

Por supuesto en este libro se habla mucho de literatura y de sus nombres. Se habla de Macondo, y del primer título de "Cien años de soledad". Y cómo es poeta el toque lírico está asegurado y va palpitando por debajo de todas estas páginas. 

No es novela, es un libro de memorias, pero también un libro de cómo luchando se consigue trabajar en la pasión de uno. Y los que gustamos de la literatura sabemos que ésto es una pasión.

Me ha gustado mucho, mucho. El mejor regalo que me podía haber hecho mi hermano.


sábado, 2 de abril de 2016

"La isla de Alice" de Daniel Sánchez Arévalo




Ya terminé de leer “La isla de Alice” de Daniel Sánchez Arévalo.

Tengo que decir que aunque yo tenía ganas de leerlo, la verdad es que luego me ha decepcionado un poco. Tenía muchas ganas de leer este libro porque me gustan mucho las películas de este Director: Azuloscurocasinegro, Gordos, Primos y La gran familia española. 

El argumento de la novela es el siguiente: Alice, con una niña de seis años y embarazada de ocho meses, recibe una llamada de que su marido ha muerto en un accidente de coche. Chris en ese momento estaba en una carretera que no tenía que estar, a cientos de kilómetros de dónde se suponía que estaría si venía del trabajo. Alice necesita saber de dónde venía éste y empieza a investigar por su cuenta, hasta terminar en una isla “Robin Island” de Massachusetts.

El tema principal de esta novela yo creo que es la búsqueda de todos por encontrar nuestro sitio en el mundo. Hay otros temas como la superación de la pérdida, el atentado contra la intimidad, el amor entre personas de distinto sexo, la convivencia… 

Los personajes de la novela yo creo que están bien perfilados, sobre todo la protagonista Alice y su hija Olivia. Casi al final también conocemos más en profundidad como era su marido. Es una novela con muchos personajes, dependiendo de su protagonismo sabemos más o menos de ellos, pero en general están bien perfilados y más o menos son creíbles. Son personajes humanos, con claros y oscuros, no son buenos ni malos, sino que tienen sentimientos y emociones que los arrastran a veces.

La novela está narrada en primera persona, lo cuenta Alice. Al ser ese tipo de narrador, se presta mucho a la reflexión interna, al monólogo interior. Hay una parte en el libro que yo creo que el autor se excede en la utilización del monólogo interior, porque eso hace que la historia avance poco. Aunque tiene toques de humor de vez en cuando.

En cuanto al género es una mezcla, porque empieza detectivesca, pues Alice tiene que descubrir qué hacía su marido dónde estaba, pero apenas tiene indicios de dónde partir y se entrega a una labor de detective ardua. Sin embargo, en el fondo no deja de ser una novela de sentimientos y emociones. Normalmente a mí me gustan mucho estas novelas que se mezclan así. 

La novela se estructura en cinco partes. Me gusta mucho cómo ha denominado el autor a cada una de las partes, muy literarias, porque aluden a otras novelas. La primera parte se titula “Moby Dick”, la segunda parte “La isla del tesoro”, la tercera “Robinson Crusoe”, la cuarta “El hombre invisible” y la quinta parte “Alicia en el país de las Maravillas”. Por supuesto cada parte está muy relacionada con lo que se cuenta en ella. Yo creo que esta división y su nombre es un acierto en la novela.

Me gustan también mucho algunos detalles simbólicos que el autor va dejando por el libro y en los a veces te cuesta caer: La isla como esa isla en la que vivimos todos. Que Alice termine haciendo relojes… Y muchos más que no quiero descubriros si os apetece leer esta novela. Son como guiños que están muy bien elegidos.

Pero a mí la novela me ha decepcionado en el ritmo que tiene. Yo creo que a esta novela le sobran páginas, bastantes páginas sobre todo en la parte central, en la parte en la que Alice está buscando. Se me ha hecho un poco largo todo el proceso detectivesco de la protagonista, tiene un ritmo muy lento con tanto detalle, con tanta minuciosidad al contárnoslo. Y en cambio creo que me cuenta mucho en las dos últimas partes, a las que estaba deseando llegar para saber el desenlace. Yo creo que no están compensadas las partes. Eso creo. Y me da pena porque la novela, de fácil lectura, mejoraría mucho porque tiene aciertos importantes si se hubiera reducido esa parte que se hace más larga, si se hubiera balanceado mejor el reparto en los ingredientes de intriga y por tanto el posible interés del lector en cada una de sus partes, de forma que no estuviera descompensada.

 Creo que me gusta más el autor como en su faceta de director y guionista de películas que en la de novelista. Pero bueno es su primera novela, habrá que estar atentos a las siguientes, que espero que las haya.


Daniel Sánchez Arévalo (Madrid, 1970) es director, guionista y productor. Empezó en el mundo del guión, pero pronto se pasó al cortometraje con títulos como Gol! (2002), Exprés (2003) o Profilaxis (2003). En 2006 dirigió su primer largo, Azuloscurocasinegro (2006), con el que ganó tres Goya. Después vendrían Gordos (2009), que tuvo ocho nominaciones en los Goya, Primos (2010) y La gran familia española (2012)..

lunes, 14 de marzo de 2016

"Si amaestras una cabra, llevas mucho adelantado" de José Luis Cuerda



-Ya está.
-¿Qué?
-Todo.
-¿Lo que faltaba también?
-De eso es de lo que más hay.


Guardamos las risas pasadas en
toscos cajones de madera.
Y las penas en cofrecitos de nácar.
Estamos tontos y desnortados.


Llenos los bolsillos de altramuces,
garbanzos torraos, paloduz, chufas
e infancia, ando por la calle que parece
que voy a comerme el mundo.


Jose Luis Cuerda
Si amaestras una cabra, llevas mucho adelantado.


“Una cabra puede ser un disgusto, una obsesión, un objeto de deseo, un tesoro” dice el autor. “Tarde o temprano tendremos la necesidad de dialogar con la cabra que llevamos dentro y convencerla de que entre en vereda”. Cuerda piensa que el animalico se avendrá a caminar por la senda del diálogo “y cuando la cabra se aviene se producen en nuestras vidas momentos radiantes. De conformidad luminosa”.  

Unas te gustarán más, otras menos, pero estas breverías, o aforismos, o breves reflexiones entre la filosofía y el humor, a veces más profundas y a veces más simples, de José Luis Cuerda, a mí me gustan. Y sus diálogos, cómo el que encabeza la entrada, me gustan aún más.
Para degustar a sorbos y a ratos, para quedarse colgando de uno de estos pensamientos o simplemente esbozar una sonrisa ante algún chascarrillo. Pero indiferencia no, indiferencia al menos a mí, no me producen. Cualquier cosa menos eso.



Puestos a decir amén,  prefiero hacerlo sin la tilde.

Jose Luis Cuerda
Si amaestras una cabra, llevas mucho adelantado.



jueves, 10 de marzo de 2016

"Morir no es tan fácil" de Belinda Bauer



"¿Cómo puede un ser humano morir tan fácilmente, con lo que cuesta romperlo?"



Terminé de leerme este libro hace un par de días. Me lo había recomendado una amiga, y me ha gustado bastante la verdad.

Me ha parecido entretenido y muy original para ser novela negra en la elección de sus narradores. 

Pero vamos por partes.

El argumento: La novela arranca desde una doble visión. Por una parte Patrick Fort (un jóven de 18 años con síndrome de Asperger) está examinando en su clase de anatomía un cadáver, el Número 19, porque quiere respuestas a lo que pasa cuando alguien muere, preguntas que tiene a partir de la muerte de su padre. Y por otra parte tenemos a un enfermo en coma, Sam, que quiere comunicarse con el exterior porque ve, escucha y piensa, pero no puede comunicarse... Por supuesto todo se complica cuando Sam ve algo que no debería haber visto, y cuando por su parte, Patrick, descubre algo sobre la muerte de su cadáver.

La novela, aunque es negra, tarda un poco en arrancar con su misterio. El motivo es que tiene dos subtramas (o incluso podríamos hablar de tres, me refiero a la protagonizada por Tracy Evans, una enfermera de la Unidad de Neurología) que parten paralelas y cada una protagonizada por uno de los narradores de los que hemos hablado (Patrick y Sam). A medida que va avanzando la novela ambas subtramas principales convergen en una sola. De todos modos a mí me ha resultado muy entretenida sobre todo debido a ese punto de originalidad, del que os hablaba, y que aporta la elección de los narradores.

Enlazando con lo anterior podemos decir que me han gustado mucho los personajes principales de esta historia. Patrick, un jóven de 18 años con síndrome de Asperger, que te enseña cómo vive la vida una persona aquejada por este síndrome. Muy, muy interesante para mí: Sus "afirmaciones inútiles", sus obsesiones, su falta de afectividad, su afán por saber, su falta de humor..  Y por otra parte Sam, que está en coma, yo creo que también está muy perfilado dado el poco juego que te da un personaje en estas condiciones. También está muy presente la madre de Patrick, que te ofrece el punto de vista de la madre de una persona autista Asperger.

Por lo tanto si os interesa este tema del Autismo, del Síndrome de Asperger, o de los enfermos en coma, esta novela os resultará interesante. Por supuesto es ficción, pero toca bastaste el tema y puedes verlo incluso desde varias perspectivas porque la autora utiliza la técnica del multiperspectivismo en los dos casos: El chico de Asperger, su madre, su padre... O el enfermo en coma, las enfermeras, el marido, la hija... Muy curioso.

"Al principio perder a su padre le había provocado una confusión similar a perder un guante o un calcetín. Esas cosas no dejan de existir solo porque no se vean; siempre existen en alguna parte: debajo de la cama, en la lavadora, entremetidas en el sofá…, y siempre acaban apareciendo.
Tarde o temprano, dependiendo del empeño con que se busquen.
Y Patrick había puesto mucho empeño. Desde que la orientadora del colegio le dijera lo de la puerta de un solo sentido, había intentado encontrar alguna señal de dónde estaba y cómo se abría. Al principio, la buscó en los animales y los pájaros que recogía por los Beacons y llevaba a su casa, luego en las caras de los muertos que encontraba en las colecciones de postales macabras..."

La historia está dividida en cuatro partes y 58 capítulos cortos, lo que también agiliza la lectura, junto al cambio del narrador, una veces contado en primera persona por Sam y otras, en tercera persona, en todo lo relativo a Patrick. Cómo ya he comentado no es que sea una novela trepidante, ni mucho menos, no tiene un ritmo rápido, pero esta estructuración de la historia, los distintos narradores, la dosificación de los hallazgos de Patrick, ayuda a agilizarla. Además es que la trama es más compleja de lo que parece.

El tono de la novela es distendido, incluso tiene pinceladas de humor negro. La visión del mundo del protagonista Asperger, con sus características propias de poca afectividad y obsesivo con sus temas, le aporta situaciones algo cómicas. Y por supuesto las escenas de la disección tienen también su "aquel"...

Y el final está bien. 

A mí me ha gustado, yo os la recomiendo si queréis leer una novela negra con un toque diferente y original. Y desde luego si os atraen estos temas (El Asperger, el enfermo en coma, la anatomía...) yo creo que os puede resulta interesante. Yo leí en su día "El curioso incidente del perro a medianoche", cuyo protagonista también era autista, y me gustó, pero creo que ésta me ha gustado bastante más.





Belinda Bauer (Inglaterra, 1962) es una escritora y guionista británica que se ha especializado en tramas de novela de negra. Creció en Inglaterra y Suadáfrica, y actualmente ha fijado su residencia en Gales. Ha trabajado como periodista y guionista. Su guion de The Locker Room ganó el Premio Carl Foreman/Bafta a la mejor guionista joven. Ganó el prestigioso Premio Gold Dagger de la Crime Writers' Association con su primera novela, posicionándose como una de las autoras revelación del género en el Reino Unido y el Premio Theaktons Old Peculier a la mejor novela criminal de 2014 por Morir no es tan fácil, que el jurado calificó: “una novela totalmente absorbente y brillantemente escrita… un libro muy especial”.

martes, 1 de marzo de 2016

Rodrigo Cortés "Dormir es de patos"






"El niño alcanzó la estratosfera y se preparó para orbitar alrededor de la Tierra, recordando el columpio con una sonrisa."


"El pestillo del cuarto de baño, es de lo poco que nos queda".

"Redactar es a escribir lo que apetecer es a amar."




Rodrigo Cortés
"Dormir es de patos"
Editorial Delirio. 2ª edición.


 Un libro cuadrado, pequeño, que te cuesta 9 euros pero donde encontramos muchas frases, aforismos o formulas literarias muy breves, las llames cómo las llames, pero donde se pretende condensar mucha información en pocas letras. 

Inevitablemente ante esas breverías te paras a reflexionar, o te sonríes, o no, pero en la mayor parte de las veces no te quedas indiferente.

Me gusta este libro. Con ese punto irónico. Para leer a ratitos.





martes, 16 de febrero de 2016

"Los besos en el pan" de Almudena Grandes


"Por lo demás, en septiembre empieza el curso, en diciembre llega la Navidad, en abril brotan las plantes, en verano el calor, y entretanto pasa la vida.
Vengan conmigo a verla. ..."



Ayer terminé de leer "Los besos en el pan" de Almudena Grandes. 

Para empezar diré que yo me leo todos los libros de Almudena Grandes, me gusta mucho la forma de narrar de esta autora. Su forma de diseccionar los sentimientos, de plasmar a sus personajes. 

En este caso tengo que decir que no es la novela suya que más me ha gustado, pero sí que es cierto que me ha parecido muy entretenida y la he leído con gusto.

En ésta ocasión la autora ha cambiado su forma de enfocar la historia en varios puntos. Por primera vez no hay un solo protagonista sino que hay un conjunto de ellos. Es una novela coral, donde los protagonistas son vecinos de un mismo barrio. 

El tema de la novela es la crisis actual, y cómo ha incidido en las distintas personas. La crisis se muestra en la burbuja inmobiliaria, la caída de la construcción, las estafas bancarias, el desmantelamiento de la sanidad, las "mareas", el hambre infantil...

La novela se estructura en tres partes: Antes, Ahora y Después. La primera parte la de "Antes" es un prólogo. Los personajes aparecen en la segunda parte. Y la tercera parte es un año después que la segunda.

Los personajes son muchos. Aunque algunos tienen un poquito más de protagonismo que otros, pero son bastantes. Al principio cuesta un poco identificarlos, pero enseguida te haces con ellos. Son personajes cómo decíamos de un mismo barrio, aunque de tres generaciones diferentes, lo que aporta mucha frescura a la narración y agilidad con el cambio de tantas voces contando y sus diferentes puntos de vista. Hay más personajes femeninos y pertenecen tanto a la clase media como a la popular. En realidad cada uno encarna un rol de los que se ayuda para abordar los distintos subtemas de la crisis. 

A mí los personajes de Almudena Grandes siempre me han gustado mucho, siempre me han parecido muy creíbles, muy naturales, muy bien perfilados. En esta ocasión, sin embargo, hay algunos de ellos que me parecen demasiado estereotipados, demasiado acordes con las ideas políticas de la autora, como es el caso de la abuela de Luna, que no me parece muy creíble, la verdad; o quizás el de la compradora compulsiva. Pero también es verdad que son los menos. Quizás peque la autora de que sean demasiados buenos la mayoría. Aunque lo mejor es que también he encontrado esos personajes suyos que me encantan, sentimentales, profundos, casi humanos: Como Pepe, la prima Andrea, la abuela Adela, el chico que multiplicaba decimales, la peluquera Amalia... Algunos de éstos me gustan mucho. Aunque claro al ser muchos, no les conocemos tan bien como en otras novelas.

El ritmo de la narración es ágil, como os comentaba, con tanto cambio de personaje que lleva aparejada su propia historia. Ello imprime ritmo, y hace la lectura entretenida y amena.

La novela tiene forma de puzzle, y cada persona es una pieza que va buscando su lugar. Eso me gusta mucho. Es un crisol. 

Está ambientada totalmente en la actualidad, el aquí y el ahora, el Madrid de hace un par de años en cualquier barrio, aunque en este caso está concretado en la zona de Malasaña, Tribunal. Y eso está muy logrado, muy bien ambientada: tenemos la peluquería, el bar, el consultorio médico, los bloques de casas, el cole... Y cronológicamente dura un año.

El título de esta novela creo que es un acierto. A todos nos lleva a otros años, a aquellos en los que "se besaba el pan". Qué gesto tan evocador, tan profundo, con tanto significado. Aunque a las generaciones actuales no les diga mucho. De hecho la dedicatoria de este libro es:

"A mis hijos
que nunca han besado el pan"

En conclusión, yo siempre recomiendo leer a Almudena Grandes. Aunque esta novela no me ha gustado tanto como otras, literariamente me parece que está escrita cómo más deprisa, en mi opinión la autora es desde luego una de nuestras mejores narradoras. También en esta novela su prosa tiene párrafos tan logrados como siempre y algunos de sus personajes, salvo algunos que he comentado, "están vivos" y son de nuevo entrañables. Es entretenida.



viernes, 12 de febrero de 2016

"El balcón en invierno" de Luis Landero




"En los libros leídos está la sombra, el rastro de lo que fuimos, los diversos bocetos de nuestro aprendizaje estético y de nuestra evolución vital, los vestigios de ciertos afanes que un día nos conmovieron y que luego, tras ser devastados por el tiempo, con los materiales de sus ruinas construimos nuestro modo de ser y de sentir, y lo más valioso y secreto de nuestro bagaje cultural. 


 También en la vida real la memoria funciona así, con pasajes subrayados y notas marginales, con detalles cargados de sugerencia, a veces convertidos en símbolos. Hay épocas de nuestra vida de las que apenas recordamos nada. Años, que por intrascendentes y rutinarios, que son casi todos, la memoria ha ido abandonando hasta entregarlos al más atroz de los olvidos. ..."


Terminé de leer "El balcón en invierno" de Luis Landero con una sonrisa.


Es una novela que me ha gustado leer, más allá de lo que cuenta, por el puro placer de disfrutar de la prosa de este autor. 

La ¿novela? es un inventario de recuerdos. No cuenta una historia como tal, sino que es eso, un desgranar de vivencias del autor. Y qué bien las cuenta Landero...

"Esa palabra corresponder, la tengo marcada a fuego desde niño. Si te hacían un favor, un regalo, una invitación, había que corresponder. Si no eras capaz de corresponder, se agradecían mucho los ofrecimientos, pero no se aceptaban, no podían aceptarse. Por eso nuestros regalos eran siempre modestos, para no ofenderla y crearle un cargo de conciencia. "


Nada más comenzar el autor te habla de su insatisfacción mientras está escribiendo una novela: "La insinceridad de lo que se escribe con oficio más que con devoción" preguntándose "¿Dónde está en verdad la vida?" y se asoma al balcón a mirar a la calle, y termina por bajarse "ahí fuera, en el bicherío de la calle”, y darse un paseo para finalmente volver a subir a su casa a ese balcón desde el que mira fuera y de este modo un balcón le lleva a otro, en el que estuvo con su madre cuando murió su padre, comenzando la crónica familiar:

"Yo tenía dieciséis años, y mi madre cuarenta y siete. Mi padre, con..."

Hastiado de la ficción el autor se vuelve a "su verdad" y nos regala sus recuerdos, sus vivencias que inevitablemente llevan implícita una cierta melancolía. Por ello quizás este libro no pueda ser calificado como una novela, sino que es más bien un ensayo, sobre todo un diario, una reflexión.

Por ello también el tono del libro es íntimo, cercano y sencillo.

"A veces ocurría que me enamoraba perdidamente de una palabra hasta entonces desconocida y durante varios o muchos días vivíamos un amor turbulento, excluyente, febril, y yo escribía poemas donde esa palabra era la protagonista, la estrella invitada, y las demás hacían de teloneras. Palabras como errabundo, cénit, heliotropo, añoranza, inefable, éxtasis, madreselva, doliente, iridiscente, plenitud, taciturno... Y así llegó el día en que me sentí poeta de verdad, hermano menor de Becquer, solitario y triste como él, elegido por un destino fatal como él, frágil pero también indestructible como él.

La poesía me hizo fuerte y me asignó un lugar en el mundo..."

El tema de este libro y en general de su obra, es la relación entre ficción y realidad. Y también es muy importante la nostalgia del pasado, el paso del tiempo, las relaciones humanas... Y así en su particular viaje vemos de refilón la historia de la España de aquellos años donde se subraya el abandono de los pueblos por la marcha a las ciudades en busca de una vida mejor.


Geográficamente se ubica en la Extremadura de la infancia del autor, en el pueblo de Alburquerque, y a partir de la adolescencia en Madrid, en el barrio de La Prosperidad, "La Prospe". Y arranca el viaje que hace el autor por y desde su memoria en septiembre de 1964.

Los personajes de esta obra, por tanto, son todos aquellos que rodearon la vida del autor: en primer lugar son los padres, su padre tan exigente para con su hijo del que siempre quería un futuro mejor al suyo, su madre más templada, más práctica, espectadora resignada de sus andanzas, sus hermanas, su abuela Frasca, el profesor que le ayudó en sus lecturas... Habría que destacar a su primo "Paco" que tanto influyó en su vida. Personajes entrañables.

Es dificil contar mucho de este libro. Porque es un puzzle de recuerdos y sensaciones. A mí me ha gustado mucho, pero no se puede decir de qué trata. Yo he disfrutado simplemente dejándome llevar porque es muy evocador, y te va llevando de la mano la prosa poética y reflexiva del autor. 


"...Me pregunto (sin ánimo desde luego de obtener respuesta) si los sentidos, desazonados por un escalofrío a deshora, no alertarán a la conciencia de la llegada recuerrente de aquella primera tristeza infantil. ¿Somos así de casuales, así de frágiles, de simples? ¿Somos entre otras cosas, el niño cuya ánima en pena andará siempre errante por las otras edades de la vida?"


lunes, 1 de febrero de 2016

"El hijo de Noe" de Eric-Emmanuel Schmitt


 “Mira Joseph, a ti te gustaría saber cuál de las dos religiones es la verdadera. ¡Pues no lo es ninguna de las dos! Una religión no es ni verdadera ni falsa: propone simplemente una manera de vivir”.


Ha volado enero visto y no visto, y resulta que estamos ya a 1 de febrero de 2016. ¡Qué rápido pasa el tiempo! ¡Ya hemos vivido un mes de este año nuevo!

Ésto no puede ser, tenemos que sacarle más jugo a los meses. Así que venga vamos a por la primera entrada de este mes que tenemos muchas entradas a medias en el blog. Lo primero ir poniéndonos al día con las reseñas literarias.



"El hijo de Noe" de Eric Emmanuel Schmitt es un libro que se lee enseguida, porque es corto, entretenido, se lee bien. Es del año 2005 y tiene apenas 150 páginas.

Me gustó más de este autor "Ibrahim y las flores del Corán", es cierto, pero bueno esta novela no está mal, no es que me haya encantado, pero bueno pasable. 

Está ambientada en Belgica y en los años 40, en la II Guerra Mundial. 

El argumento es el siguiente: Una familia judia acomodada tiene que esconder a su hijo Joseph que tiene ocho años de los nazis. Al final termina escondido en un internado católico "Villa Amarilla" donde están escondidos más niños judios y donde descubre el Catolicismo y mantiene una relación especial con el Padre Pons. A Joseph empieza a interesarle el Catolicismo y al Padre Pons el Judaismo. 

El tema es la amistad más allá de las religiones. La convivencia y el respeto sobre las religiones mediante el diálogo que se puede llegar a establecer entre un adulto y un niño de distintas creencias.

El narrador es un narrador testigo: Joseph, el niño. Así que la guerra y todo lo que concierne al momento que cuenta la historia, la limpieza étnica, lo vemos a través de sus ojos, por eso no es una novela cruda sobre ese tiempo tan tragico de la historia. 

Los personajes de este autor son, por los dos libros que he leído, personajes "buenos". En este caso tenemos al Padre Pons, a la señorita Marcelle y un nazi que sale en un episodio que cuenta la novela en el internado. 

En general las novelas de este autor tienen buenas intenciones. La verdad es que a mí me gusta leerlas después de haber estado semanas con alguna truculenta o especialmente malvada, parece que necesito congraciarme con lo que hay de bueno en la humanidad. Pero también es cierto que ésta la he encontrado demasiado "azucarada". Creo que el autor ha cargado un poco las tintas con la bondad.

Todo depende de lo que os apetezca leer: Si os apetece una novelita corta con buenas intenciones y que aborde la cuestión de las diferentes creencias pues a por él.




En tan sólo una década, Eric-Emmanuel Schmitt se ha convertido en uno de los autores francófonos más leídos y representados en el mundo. Nacido en 1960, licenciado en la prestigiosa École Normale Supérieure de París, catedrático de filosofía, Eric- Emmanuel Schmitt se da a conocer primero en el teatro con El Visitante, un encuentro hipotético entre Freud y quizás Dios que ya se ha convertido en todo un clásico del repertorio internacional y al que seguirían rápidamente otros éxitos: Variaciones enigmáticas, El libertino, El hotel de los dos mundos, Pequeños crímenes conyugales, Mis evangelios y La tectónica de los sentimientos. Ha escrito el Ciclo de lo Invisible, un conjunto de cuatro relatos sobre la infancia y la espiritualidad: Milarepa, El señor Ibrahim y las flores del Corán, Oscar y la dama rosa y El hijo de Noé. Su trayectoria como narrador se inició con La secta de los egoístas (Destino, 2008), a la que han seguido novelas como Ulises from Bagdad (Destino, 2009) y volúmenes de relatos como El libro más bello del mundo y otras historias, escrito justo después de debutar como director de largometrajes con Odette Toulemonde, una de las protagonistas de estas páginas.


miércoles, 27 de enero de 2016

"El tiempo de las mujeres" de Ignacio Martínez de Pisón



Amigos del blog hay que poner orden con las reseñas de los libros. ¡Ya tengo fila! esto no puede ser.

Así que vamos a ello.

Terminé de leer "El tiempo de las mujeres" de Ignacio Martínez de Pisón en plenas navidades, y no he tenido tiempo de hablaros de él.

Se trata de una novela que me ha gustado bastante. Sobre todo por su técnica a la hora de contar. Ya había leído otras novelas de este autor y me parece uno de nuestros mejores narradores.

El argumento arranca cuando María, tras la muerte de su padre, se siente forzada a ocupar el vacío que éste ha dejado y siente que se tiene que ocupar de su familia. Una familia compuesta por una madre inmadura, y dos hermanas: una que está atravesando una etapa mística y otra, la más jóven, que se fuga de casa.

El tema de esta novela es la soledad, creo. La soledad en el paso de la infancia a la madurez. Y se refleja en los secretos que cada miembro de la familia esconden de los demás. Temas sociales y de relaciones familiares en esta obra.

Los personajes principales son femeninos. Las tres hermanas (María, Carlota y Paloma) y la madre. Los personajes masculinos son secuendarios en la novela, y en la historia. Son ellas las que dirigen, las que ponen los puntos de giro para sus vidas cambien. Y ellos, de alguna manera, solo se dejan llevar. Los tres personajes de las hermanas están muy bien perfilados, son creíbles, consistentes y potentes. 

La historia se ubica espacialmente en Zaragoza y temporalmente entre los años 70 y 80. En los primeros años de la democracia.

En cuánto a la estructura de la novela, que es lo que más me ha gustado, el autor ha utilizado tres narradores femeninos, y va alternando sus voces capítulo a capítulo. María, Carlota y Paloma, las tres hermanas, van contando su versión del tiempo que cuenta la novela y lo van alternando en el mismo orden invariable siempre. La historia se multiplica con cada versión, va creciendo. Es la técnica del multiperspectivismo, cada narrador cuando su realidad, su visión del mundo. Y el lector va conformando el universo de las tres narradoras.

También podemos ver en la historia que el tono va cambiando. Comienza en un tono más distendido, con más chispa, más irónico. Lo que se correspondería con la infancia, más fácil, más sencilla, más dulce. Y poco a poco la historia va cogiendo tintes más melancólicos, más tristes. Lo que sería ir entrando en la adolescencia, en los secretos, en el desencanto. Vemos como el autor se mueve bien en ambos registros. Y desde luego este comienzo más irónico empuja a seguir leyendo.

Me gusta mucho la prosa de este autor. Es un gusto leer Martínez de Pisón por lo bien que domina el lenguaje. Me parece un virtuoso, porque va enlazando la forma de contar con el fondo en una simbiosis muy bien creada. Su prosa es sencilla, pero al mismo tiempo rica y sabe cómo mantener el ritmo en la narración.

Creo que es una buena novela. El autor novela a novela va mejorando y cómo os comentaba al principio de la entrada creo que es uno de nuestros mejores narradores.