Me habría gustado decirte que hoy hasta el cielo sabía que era viernes.
Decirte que incluso las flores se asomaban para verle.
Me habría gustado decirte que hoy el cielo tenía voluntad
de lienzo y gasa,
de embeleso, de desgana,
de piel,
de resaca.
Hasta el cielo sabía que era viernes.
Y tú,
que ni rimas, ni vienes.
Rocío, poeta!
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