Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

lunes, 29 de octubre de 2012

MI lectura del día 25 de Octubre invitada por Encuentros literarios (Granada)




El pasado día 25 de octubre, el jueves pasado tuve la suerte de que me invitaran en Granada a leer mis relatos. 

La invitación llegó desde Encuentros Literarios, que se definen así en su página web (www.encuentrosliterarios.es):

Encuentros Literarios surge del atrevimiento y la osadía para ofrecer una alternativa poética a la ciudad de Granada.

Desde sus comienzos hemos conseguido que el ciudadano disfrute de la poesía y sus autores de una manera sencilla y cercana, alejada de cualquier solemnidad elitista y excluyente.

A nuestros encuentros asiste un elenco de poetas especialmente seleccionados atendiendo a la variedad de sus estilos e identidad literaria.

Para este año, pensamos reunirnos una vez al mes en el Centro Artístico Literario y Científico de Granada, y ocasionalmente en otros lugares. La duración del ciclo 2012-2013 será de nueve meses.

Bueno pues este año han iniciado el curso con cuentos en vez de con poemas. Y yo se lo agradezco mucho.








Coordinaron y presentaron Fernando Soriano y Juan Peregrina, a quiénes les tengo que agradecer sus palabras para con mis relatos y mi forma de escribir. Lo cierto es que me hicieron unas presentaciones muy elaboradas y amables. Se han leído muchos de mis relatos, bastantes de los que tengo en el blog y algunos que les envié por correo y comentaron de forma estudiada y puntual muchas de las características de mi forma de narrar. Aprovechó también Fernando Soriano para hablar de la situación que viven en Granada cuando te quieres dedicar a organizar eventos culturales: "Nada es fácil. Ni organizar estos encuentros, teniendo en cuenta que en esta ciudad de Granada, da la impresión de que sólo hay una manera de escribir, de que la pluralidad de voces está condenada a ser silenciada, primando no el fomento de la cultura, sino el de ciertos nombres y editoriales que dominan y deciden qué es válido y qué no..."

Podéis ver en estos vídeos que rodean éste párrafo, algunos momentos de su presentación. Arriba Fernando Soriano. Y abajo Juan Peregrina.




Y tras su presentación comencé a leer mis relatos. Finalmente leí cuatro relatos. Aunque me llevé una carpeta llena de ellos con la que bromeaban mis compañeros de mesa, amenazando al público con que los leería todos... Pero no claro. La verdad es que me los llevé por si en el último momento cambiaba de opinión en la elección de ellos. Qué díficil se me hace siempre decidir qué leo o qué no leo.

Decidí comenzar con un relato que tengo sobre el miedo del escritor al papel en blanco. Un relato sobre metaliteratura, algo poético, que se titula "Mi peor cuento". Después continué ya con relatos enteramente de ficción. El siguiente con un trasfondo social y de temática gay "A veces olvido las luces" que quedó finalista en un certamen de Tenerife cuyo tema era éste. A continuación leí el relato con el que gané el premio Max Aub de Cuento 2009 "Rosamari llevaba falda". Y terminé con uno mucho más distendido, donde el narrador es un adolescente, titulado "El ombligo de la panadera".

La verdad es que comencé más seria y acabamos... cómo acabamos, ya veréis los vídeos.

Quería dejaros con esos vídeos de la lectura y algunas fotos, para que os hagais una idea.

Espero que os gusten. Yo la verdad es que disfruté mucho la lectura. Espero que también mis acompañantes lo vivieran de la misma forma que yo. Y desde aquí vuelvo a agradacerles que me invitaran a iniciar su ciclo de lecturas de este curso, así como también quería volver a agradecer al público que asistió su atención y sus risas, qué mejor respuesta a mi último cuento.



















Granada, 25 de octubre de 2012

domingo, 28 de octubre de 2012

Plantas "suculentas"- Ahí es ná...


Yo creía que solo las comidas eran suculentas... ¿Y vosotros?

Dice el diccionario de la Real Academia
suculento, ta.
(Del lat. succulentus).
1. adj. Jugoso, sustancioso, muy nutritivo.

Pero claro no soy ninguna doctora en botánica. Y cuando en un paseo por el Jardín Botánico de Madrid descubrí que existían "plantas suculentas" me extrañó.

¡Plantas suculentas! nunca hubiera yo colocado el adjetivo suculento a las plantas... pero el lenguaje es así, no deja de sorprender.










viernes, 26 de octubre de 2012

Visita a una guardería



En este blog nos intereresan las palabras ¿verdad? los distintos tipos de lenguaje, de palabras, por eso quería dejaros con algunas fotos de una visita que hice en mis últimas vacaciones a una guarderia en un poblado de las montañas de Tailandia. Siempre me han gustado las guarderías, ese lugar mágico donde académicamente comienza el aprendizaje del lenguaje.

Os dejo con algunas fotos de los carteles de los números, de las letras... La verdad es que poco nos contaron del lenguaje tailandés. Solo os puedo decir que parecía muy dificil aprenderlo por varias particularidades que lo hacían muy diferente al nuestro. Resumiendo muchísimo os cuento que:

No cuenta con un abecedario sino con un silabario, como también sucede con el japonés.

Sus verbos no se conjugan, no cambian, como en nuestra lengua, con la persona, el tiempo, voz, modo o número. Tampoco hay participios.

En lo que respecta a la pronunciación llama mucho la atención que tienen cinco tonos muy distintos de cada sílaba, bajo, medio, alto, ascendente y descendente, por lo que solo con subir o bajar ligeramente el tono estarías diciendo otra palabra.

Además se habla de forma distinta según el contexto social. Hay un registro coloquial o informal, que generalmente se utiliza cuando hablas con parientes, amigos, personas de confianza. Un registro elegante o formal, que sería la versión oficial y escrita del tailandés o el que hay en los periódicos. También existe un registro retórico, de uso más público para cuando se habla con un grupo más numeroso de personas. El cuarto registro es el religioso, que se utiliza en el budismo o para los monjes. Y por último está el registro de la realeza: de influencia Khmer, más restringido para digirirse a la realeza o hablar de ella. Nos decía la guía que tuvimos en Bangkok que éste último aunque se aprende, se termina por olvidar hablarlo porque cómo no se utiliza nunca... La mayoría de los tailandeses sólo saben hablar las dos primeras modalidades, aunque son capaces de entender todas los demás.
 
Y por último quería comentaros que utilizan también Khráb y Kháh al final de las frases. Estas dos partículas se añaden al final de las frases para indicar formalidad y respeto por el interlocutor. La primera se usa si eres un hombre y la segunda si eres una mujer. Ésto ya lo comenté en la primera entrada que os hice donde os comentaba que hola, sonaba algo así como "sabandihaaa" como sabandija pero aspirando la j.
 
Bueno no quiero haceros demasiado larga esta entrada.
 
Podéis ver en las fotos a los niñitos de la guardería, una fiesta claro que fuéramos nosotros de visita. Les llevamos caramelos y ellos tan contentos, ya los veis, con su botín.

















Todos los zapatos a la entrada de la guardería. Había que descalzarse para entrar.





Aquí todos despidiéndose de nosotros


martes, 23 de octubre de 2012

MI próxima lectura de relatos - Este jueves, 25 de octubre - En Granada




ENCUENTROS LITERARIOS 2012-2013
El jueves 25 de octubre, Encuentros Literarios presenta a Rocío DÍAZ GÓMEZ, en el Centro Artístico (C/Almona del Campillo 2, 2º) a las 20.30 h.

Coordinan y presentan: 
Fernando Soriano y Juan Peregrina

Más información en www.encuentrosliterarios.es




De Rocío Díaz Gómez:

"ENFADARME CONTIGO"


Tengo al enemigo aquí. Lo tengo en toda mi superficie, lo tengo rodeándome, cercándome. Y si le hiciera caso siempre... Si hiciera siempre caso a mi piel... ¿Qué sería de mí? Me anularía sin remedio.

Por eso algunos días, como hoy, tengo que pedirle permiso a mi piel para enfadarme contigo. Tengo que buscar un aliado en ella, porque sé que todos juntos, mis huesos y mi corazón, mis neuronas y mi piel, somos más fuertes que por separado.

A fuerza de pedírselo, hoy, he conseguido que mi piel me hiciera caso, y no se acercara a la tuya durante horas...



¡¡Me voy a Granada a leerles mis cuentos!!

Cruzar los dedos y mandadme mucha energía positiva.

Este jueves, día 25 de octubre de 2012. En Granada.

¿Venís a escucharme?

¿Me acompañais?

lunes, 22 de octubre de 2012

"Ritos de muerte" de Alicia Giménez Barlett





Tenía ya mucha curiosidad por saber cómo eran los casos de Petra Delicado, la inspectora de policía de Alicia Giménez Barlett. De ésta autora solo había leído "Donde nadie te encuentre", cuya reseña está en este blog, que me causó muy buena impresión.

Así que uno de mis hermanos (el que me ha despertado la curiosidad por ellos)  me trajo a casa el primer caso de Petra Delicado y Fermín Garzón. Claro así ya con tantas facilidades... ¿Cómo no comenzar a leerlos? Y de nuevo creo que he despertado al mostruo que hay dentro de mí con las intrigas policíacas. Porque me gustó, me pareció entretenido y me hacía gracia la relación que se crea entre los dos protagonistas. Pero bueno vamos por partes...

El argumento: La inspectora de policía (y abogada) Petra Delicado trabaja en el Servicio de Documentación de una comisaría de Barcelona. Un día, el inspector jefe la llama, y la presenta al que será su subordinado, Fermín Garzón –un subinspector recién llegado de Salamanca-, porque a falta de personal, les va a encomendar a ambos un caso de violación. Nada parece indicar que vaya a ser un caso complicado, aunque la única pista de que disponen es una marca que el violador ha impreso en el brazo de la víctima con algo así como una pequeña corona de pinchos, que produce una herida cuya forma recuerda a una flor.

Los personajes principales como ya habéis visto son una pareja de policias. La inspectora Petra Delicado, en principio con muy poca experiencia investigando asesinatos, y en lo personal con dos matrimonios fallidos (aunque conserva la relación con sus dos maridos), deseos de autonomía y de llevar una vida tranquila. El subinspector Fermín Garzón, a punto de jubilarse, con mucha experiencia en la calle como policía, que viene de Salamanca, viudo y con un hijo al que apenas ve. En un principio los dos personajes se llevan fatal pero al final tienen una relación muy especial.

 
La novela está ambientada en Barcelona, en los barrios obreros. Y está muy bien descrito ese contexto en sus gentes, sus casas, sus vidas.

A mi me ha gustado esta novela. Está bien escrita, y sobre todo tengo que reseñar que me gustan mucho los diálogos entre Petra y Fermín, eran muy ricos, muy ágiles. Me han sorprendido muy gratamente. La autora ha sabido muy bien escribirlos, resultan muy creíbles. Los dos personajes yo creo que están muy bien perfilados. Y la trama, aunque no sea la más elaborada del mundo, a mi modo de ver, está entretenida.

La verdad es que ya estoy leyendo en este momento que hago la reseña, un nuevo caso de Petra Delicado, porque ya veis que me quedaron muchas ganas de seguir con ellos. Y ya me vale, porque tengo un buen montón de novelas esperándome, pero soy débil, les he cogido ya el gustillo...


FRAGMENTOS:

“Garzón había dado un buen diagnóstico: me aprovechaba de ser mujer. El marco ya estaba creado: prejuicios, convencionalismos… Para darle la vuelta a la escena sólo se necesitaba un poco de poder. Y ésa solía ser la parte que fallaba, la pizca de poder en manos femeninas. Pero yo ahora lo tenía, y si bien hasta el momento no había sido más que un instrumento que no sabía tocar, a partir de aquel día empecé a interesarme por descifrar la partitura e incluso me planteé la posibilidad de sacarle registros desconocidos al arpa, que, tañida con sabiduría, podía llegar a emitir sonidos fastuosos” (p. 91).


Y Fermín Garzón descrito por Petra Delicado cuando le invita al Liceo:

“Estaba vestido con un traje tan compacto como la armadura de un caballero medieval, gris oscuro, surcado de rayitas blanco lechoso, camisa amarilla, corbata azul traspasada por un alfiler de perla y, en el ojal, una minúscula insignia de la policía. Resultaba impactante, como un capo de la mafia en un día de boda. Tenía cuidadosamente engominado, peinado hacia atrás, y el bigote colocado en orden de cepillo como una lustrosa foca rescatada por Greenpeace” (p. 224).



sábado, 20 de octubre de 2012

Un poema de Roberto Juarroz





No existen paraísos perdidos.El paraíso es algo que se pierde todos los días,
como se pierden todos los días la vida,
la eternidad y el amor.
 
Así también se nos pierde la edad,
que parecía crecer
y sin embargo disminuye cada día
porque la cuenta es al revés.
 
O así se pierde el color de cuanto existe,
descendiendo como un animal amaestrado
escalón por escalón,
hasta que nos quedamos sin color.
 
Y ya que sabemos además
que tampoco existen paraísos futuros,
no hay más remedio, entonces,
que ser el paraíso.
 
Roberto Juarroz
 
 
Un amigo, Iñaki (mi corresponsal en el norte que de vez en cuando me regala fotos) en esta ocasión, nos ha regalado algunos poemas de Roberto Juarroz. Ya conocía yo a este autor, pero lo cierto es que siempre que descubro algún nuevo poema de él, me gusta aún más.
 
Quería compartir éste con vosotros.

jueves, 18 de octubre de 2012

Artículo de Lorenzo Silva a propósito del Premio Planeta





En la entrada anterior os comentaba que este año le han dado el Premio Planeta a Lorenzo Silva, lo cual dicho sea de paso, a mí me parecía muy bien.

"El Planeta" es un premio muy controvertido, tiene una importante dotación económica y la mayoría de las personas piensan (a veces también lo he pensado yo ) que, como se suele decir, "está un poco dado...".

Como ya os comentaba en este caso a mí la elección me resultó muy satisfactoria. Siempre he pensado que Lorenzo Silva escribe muy bien, y habla muy bien.

Ahora, a raíz del premio, ha hecho una especie de reflexión sobre esta cuestión que quería dejaros para que le echéis un vistazo. Merece la pena.



Planetizado


Por L.Silva Hace 20 horas

El periodista nunca debe ser la noticia. Pero quien esto firma no es exactamente un periodista (sólo un escritor que ocasionalmente hace trabajos periodísticos) y este blog no es una noticia sino un espacio de reflexión personal, por lo que espero que se comprenda y no se me repruebe que dé aquí una impresión propia y particular, que algo tendrá también de informativo, acerca de lo que significa que tu nombre entre en la lista del premio de mayor dotación económica de las letras españolas, y acaso también el de mayor proyección mediática (esto, al menos, es indiscutible: otras cuestiones como prestigios, valor literario y demás son siempre opinables y cada uno tendrá legítimamente su interpretación).

Lo primero que quiero decir, y ya dije en la noche del 15 de octubre, es que esto es un honor. Y para explicarlo cité a dos personas que también ganaron el premio, y a quienes me enorgullece acompañar como simple escudero en la lista de galardonados.

El primero, Ramón J. Sender, que recibió el premio en 1969, con En la vida de Ignacio Morel, cuando aún estaba en el exilio, pagando su vieja militancia anarquista y haber combatido en las filas republicanas, lo que demuestra que aparte de apreciar y poner en valor la literatura en español el viejo Lara ya tenía una visión adelantada de que España no podría permanecer por mucho más tiempo como un país cerrado a la disidencia y los vientos de libertad. Pero es que además Sender es, en mi opinión, el novelista indiscutible del siglo XX español. Con que sólo hubiera escrito “Imán”, un libro casi inverosímil en la aldeana España de 1930 que lo vio aparecer, ya lo sería. Pero no se quedó ahí: lean las primeras novelas de la “Crónica del alba”, “El verdugo afable”, “Carolus Rex”, “La aventura equinoccial de Lope de Aguirre” o la ejemplar “El rey y la reina” (una de las más inteligentes novelas escritas sobre la Guerra Civil) y podrán confirmarlo sobradamente.

Mencioné también a Manuel Vázquez Montalbán, sin el que la novela negra española no sería lo que es ni habría cruzado la raya de la marginalidad literaria cuando tocaba que lo hiciera, que era en la época de la Transición. Él abrió el camino que la llevaría a estar ya normalizada en estos tiempos en que la propia Transición está en crisis, que son los que nos toca vivir y que a los escritores nos incumbe la responsabilidad de contar con una herramienta que Carvalho, su inolvidable detective, ayudó a perfilar y pulir como nadie. También él levantó el Premio Planeta en el año 1979 con Los mares del Sur, y también a él era de justicia recordarlo en la noche de autos, cuando con una novela policiaca otro autor español recibía la misma distinción. Nunca olvidaré, por otra parte, la generosa presentación que en el año 2000 hizo de 'El alquimista impaciente', en la Casa de América de Madrid. Además de una teoría completa de la novela negra, razonó por qué merecía la pena leer a un entonces joven y poco conocido escritor cuyos protagonistas eran guardias civiles, y lo hizo, además, recalcando su militancia comunista. Chapó.

Pero podría haber mencionado a otros muchos grandes escritores: desde el otro negrocriminal que tuvo el Planeta, Francisco González Ledesma, hasta Vargas Llosa, Torrente Ballester, Jorge Semprún, Eduardo Mendoza o Antonio Muñoz Molina. A nadie que ame la literatura puede dolerle andar en compañía semejante.

O en la de Mara Torres, la finalista, doctora en Filología, amén de una periodista excelente que siempre ha sentido pasión por la literatura (doy fe: me entrevistaba por todos mis libros en la Cadena Ser hace quince años, cuando yo apenas vendía y sólo me conocían en mi casa). Que alguno le discuta la capacidad o la pericia como escritora sin haber leído el libro, es parte de la ligereza y de la imprudencia congénita que imperan en este país.

Otras cuestiones que rodean el premio quizá sean más secundarias. Es verdad que su impacto mediático es como un tsunami que arrolla al ganador hasta extremos insospechados. Tengo dos teléfonos, una cuenta de Twitter, una de e-mail y otra de Facebook. Entre las cuatro primeras vías de comunicación mencionadas (al Facebook a estas alturas aún no me he atrevido a asomarme) llevo cerca de mil mensajes, de los que apenas he podido procesar un tercio. Los iré respondiendo como y cuando pueda.

Otro detalle es la repercusión del acto. Había mucho morbo por la coincidencia entre Mas y Wert, después de la polémica que habían protagonizado ambos en los días previos. Eso hizo que quizá se leyera en clave política mi discurso, que no era más que una reflexión personal, dentro de un agradecimiento hacia Barcelona, ciudad que protagoniza en buena medida la novela ganadora y que ha sido muy generosa con este madrileño.

Naturalmente que deseo que ese meridiano de Greenwich que separa mis dos ciudades, Madrid y Barcelona (vividas desde Getafe y Viladecans, respectivamente) siga siendo sólo una línea imaginaria que cruzo cuando viajo por la autopista de una a otra. Naturalmente que quiero que en Madrid se entienda a Cataluña y que Cataluña no se enfrente al resto de España. Tengo gente en ambos lados, no la quiero separada y enemistada. Es mi reflexión personal, insisto, a la que creo que tengo derecho. Me alegró sobremanera que el alcalde de Barcelona supiera verlo y se acercara a darme las gracias, en nombre de la ciudad de la que es democrático y legítimo representante, apenas bajé del estrado.

Luego están las cosas de siempre en torno a los premios, y más en torno a éste. Mucha gente ha escrito con suspicacia sobre lo vano de presentarse con seudónimo cuando el jurado iba a reconocer a los personajes: he sido jurado muchas veces, y he reconocido muchas veces a los escritores concursantes, porque los había leído antes, sin necesidad de que usaran personajes recurrentes. El seudónimo es una manera de no trascender más de la cuenta si resultas finalista y luego no ganas. También he visto esto, y he visto la cara que se le quedaba al escritor conocido que se presentaba con su nombre y resultaba apeado al final.


Siempre he dicho que mi deformación jurídica me impedía hablar de aquello de lo que no tengo pruebas directas. Puedo hablar de lo que sé, como jurado, de premios tan diversos como el Nadal, el RBA de Novela Negra o el Abogados de Novela, en el que siempre he votado en conciencia, sin instrucciones del editor y en más de un caso contra el ganador o por un desconocido en contra de un consagrado. Puedo hablar de los premios por los que he pasado como galardonado, comenzando por el finalista del Nadal, que me dieron cuando no me conocía nadie por una novela, La flaqueza del bolchevique, que me habían devuelto media docena de editores y que envié sin ninguna esperanza. O de los que gané después, el Nadal, el Primavera o ahora el Planeta, ninguno de los cuales me prometieron y a los que concurrí con una novela que ya tenía pensada y escrita por mí mismo y con arreglo a mi propio proyecto creativo, y nunca haciendo algo ad hoc.

Puedo decir algo más de este Planeta. Tenía desde hace algún tiempo la indicación de sus editores de que estaban interesados en que me presentara. No me parece imprudente ni inmoral por su parte que dirijan esta clase de indicaciones a escritores (que me consta que reciben muchos más, aparte de mí). Invierten una buena cantidad de dinero (privado, de ese que aquí fluye tanto, junto con el público, hacia cosas como el fútbol y tan poco hacia la cultura) en algo que es comprensible que deseen que funcione.

Pero siempre tuve claro que en este embolado no metería cualquier libro. He presentado el que creo que es el mejor de los protagonizados por los personajes que los lectores (donde reside al final la soberanía en literatura) han distinguido con mayor afecto entre todos los míos. Por lo demás, también puedo decir con toda transparencia cuándo supe fehacientemente que era el ganador: el mismo día de la entrega, que es cuando se reúne el jurado a votar (cosa que me parece prudente, y sensata, por parte de los organizadores). Que mi novela fuera bajo un seudónimo chandleriano que se difundió el viernes (en la lista de los diez finalistas), que un periodista tan listo y tan lector como Tino Pertierra (y que tanto conoce mi pasión por Chandler) atara cabos e hiciera su apuesta con carácter previo (en un artículo publicado en la mañana del mismo lunes) y que todos lo siguieran en esa apuesta, es otra cosa.

Y ahora, sólo pido que se lea y se le dé una oportunidad. Al libro, que cuando se apagan los flashes y se olvidan los comentarios en caliente, los chismorreos, las insidias, los ditirambos y las propias palabras acertadas o torpes del autor, es todo lo que queda.


P.D. He visto unas cuantas noticias sobre el premio. Destaco estos enlaces que pongo a continuación, que creo que reflejan con bastante fidelidad lo que quise decir y lo que es el libro.

La Vanguardia – Xavi Ayén

La información – David González (vídeo, ahí no cabe el error de transcripción).

Blog La gata sobre el teclado de Anna Grau (fina observadora de la ceremonia).

El Periódico – Anna Abella

Sólo dos deslices en el de Xavi Ayén, excelente periodista de La Vanguardia: mi padre se retiró como capitán (no coronel) de aviación, y aprendió el catalán en su infancia, cuando era su padre, mi abuelo, el que estaba destinado en Berga y Manresa; y tengo casa en en Viladecans, pero también sigo viviendo en Getafe. Quizá, apurando algo más, yo habría puesto otro titular, pero eso es decisión del periodista. Y sobre el de Anna Abella, sólo puntualizo que el día que empieza la novela no es el 1 sino el 20 de octubre de 2011, la fecha en que, como es sabido, ETA dejó la lucha armada y lincharon a Gadafi.