Tenía ya mucha curiosidad por saber cómo eran los casos de Petra Delicado, la inspectora de policía de Alicia Giménez Barlett. De ésta autora solo había leído "Donde nadie te encuentre", cuya reseña está en este blog, que me causó muy buena impresión.
Así que uno de mis hermanos (el que me ha despertado la curiosidad por ellos) me trajo a casa el primer caso de Petra Delicado y Fermín Garzón. Claro así ya con tantas facilidades... ¿Cómo no comenzar a leerlos? Y de nuevo creo que he despertado al mostruo que hay dentro de mí con las intrigas policíacas. Porque me gustó, me pareció entretenido y me hacía gracia la relación que se crea entre los dos protagonistas. Pero bueno vamos por partes...
El argumento: La inspectora de policía (y abogada) Petra Delicado trabaja en el Servicio de Documentación de una comisaría de Barcelona. Un día, el inspector jefe la llama, y la presenta al que será su subordinado, Fermín Garzón –un subinspector recién llegado de Salamanca-, porque a falta de personal, les va a encomendar a ambos un caso de violación. Nada parece indicar que vaya a ser un caso complicado, aunque la única pista de que disponen es una marca que el violador ha impreso en el brazo de la víctima con algo así como una pequeña corona de pinchos, que produce una herida cuya forma recuerda a una flor.
Los personajes principales como ya habéis visto son una pareja de policias. La inspectora Petra Delicado, en principio con muy poca experiencia investigando asesinatos, y en lo personal con dos matrimonios fallidos (aunque conserva la relación con sus dos maridos), deseos de autonomía y de llevar una vida tranquila. El subinspector Fermín Garzón, a punto de jubilarse, con mucha experiencia en la calle como policía, que viene de Salamanca, viudo y con un hijo al que apenas ve. En un principio los dos personajes se llevan fatal pero al final tienen una relación muy especial.
La novela está ambientada en Barcelona, en los barrios obreros. Y está muy bien descrito ese contexto en sus gentes, sus casas, sus vidas.
A mi me ha gustado esta novela. Está bien escrita, y sobre todo tengo que reseñar que me gustan mucho los diálogos entre Petra y Fermín, eran muy ricos, muy ágiles. Me han sorprendido muy gratamente. La autora ha sabido muy bien escribirlos, resultan muy creíbles. Los dos personajes yo creo que están muy bien perfilados. Y la trama, aunque no sea la más elaborada del mundo, a mi modo de ver, está entretenida.
La verdad es que ya estoy leyendo en este momento que hago la reseña, un nuevo caso de Petra Delicado, porque ya veis que me quedaron muchas ganas de seguir con ellos. Y ya me vale, porque tengo un buen montón de novelas esperándome, pero soy débil, les he cogido ya el gustillo...
FRAGMENTOS:
“Garzón había dado un buen diagnóstico: me aprovechaba de ser mujer. El marco ya estaba creado: prejuicios, convencionalismos… Para darle la vuelta a la escena sólo se necesitaba un poco de poder. Y ésa solía ser la parte que fallaba, la pizca de poder en manos femeninas. Pero yo ahora lo tenía, y si bien hasta el momento no había sido más que un instrumento que no sabía tocar, a partir de aquel día empecé a interesarme por descifrar la partitura e incluso me planteé la posibilidad de sacarle registros desconocidos al arpa, que, tañida con sabiduría, podía llegar a emitir sonidos fastuosos” (p. 91).
Y Fermín Garzón descrito por Petra Delicado cuando le invita al Liceo:
“Estaba vestido con un traje tan compacto como la armadura de un caballero medieval, gris oscuro, surcado de rayitas blanco lechoso, camisa amarilla, corbata azul traspasada por un alfiler de perla y, en el ojal, una minúscula insignia de la policía. Resultaba impactante, como un capo de la mafia en un día de boda. Tenía cuidadosamente engominado, peinado hacia atrás, y el bigote colocado en orden de cepillo como una lustrosa foca rescatada por Greenpeace” (p. 224).
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