Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

jueves, 19 de diciembre de 2024

"Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro" Exposición temporal en el Museo del Prado

 



Nos volvimos a ver, qué bueno, y aprovechamos para ir a ver una de las exposiciones temporales del Museo del Prado. Nos lo habíais dicho: "Cuando quedemos, nos vemos una de las expos del Prado, que para eso somos Amigos del Museo" ¿Y quién dice que "no" a volver a ver "El Jardín de las Delicias" o "Las Meninas" o "La familia de Carlos IV"? Sería un pecado. 

Tal y como esperábamos, el sábado por la mañana el Prado estaba bien concurrido. Pero no importaba. Total no éramos más que cuatro cuerpos más, y si nos quedábamos con ganas ya volveríamos, que hasta marzo continuaba la expo. 

"Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro", una exposición para poner de relieve lo bien que empastaban ambas artes, lo que mejoraba el resultado con la escultura policromada. La creación artística del Siglo de Oro. 

Siete secciones dispuestas en forma de cuadrado que fuimos recorriendo una a una: 1. Dioses y hombres y bulto y de colores, 2. Escultura para la persuasión, 3. Artífices y mediadores divinos y humanos, 4. Volumen y policromía, 5. negro de luto en un juego de espejos, 6. Escultura, teatro y procesión y 7. El círculo cerrado: de la traza al trampantojo a lo divino. 

Nos lo tomamos con tranquilidad, paseábamos la exposición con calma, mientras conversábamos. "Igualito, que el Arqueológico de Corfú ¿verdad? Si estábamos casi solos...", "¡Y cómo llovía aquella tarde...!", "Además que sí, y luego viendo el cementerio británico todo embarrado...". Qué tarde más provechosa e inolvidable en Corfú. Y qué mañana de reencuentro tan agradable en el Prado. 

El Cristo de las Penas me impactó. Esa espalda cuajada de heridas de pronto ahí. Qué importante el color en la escultura. Después, los Cristos de Gregorio Fernández, el yacente, con esos dientes... Y Berruguete. Y Luisa Roldán o La Roldana, la primera escultora española, que también estaba allí. Me acordé de cuando leí la primera vez sobre ella: ¿Fue en el libro de Carlos del Amor? Ahora dudo... Pero la habíamos visto no hace tanto en la Galería de las Colecciones Reales con el Arcángel San Miguel venciendo al demonio. Dicen que al Arcángel le creó con su cara y al demonio con la de su marido. Pero vete tú a saber... También estaba un San Juan Bautista de Juan de Mesa, maestro de la escultura barroca. Vimos tantas esculturas barrocas bien chulas... ¡Y acuérdate de que estaba el cuadro de la Virgen de la Soledad! ¿Y quién dijo que ¡Mira está mi cuadro!? Las esculturas que solo tenían parte de delante porque iban colgadas en los retablos, los pasos procesionales, las esculturas de madera, el Museo de Corfú y el de Valladolid. 

Después hicimos el recorrido acostumbrado por lo que más nos gusta del Prado: El Jardín de las Delicias, etc, etc. Y por supuesto, había que detenerse en el cuadro Juana la Loca, de Francisco Pradilla, menuda historia, ahora rodeado de un grupo a quién se lo estaba explicando una guía de forma más que pormenorizada.

No nos faltó detalle para que la mañana fuera completa. 

Después, como siempre fuimos a comer. Qué casualidad que yo hubiera comido ahí tantas veces durante la pandemia. Otra vida, parecía. Madrid, a veces, es tan pequeño que asusta. Y luego nuestro café, por supuesto, donde mojamos otra de nuestras largas e interesantes conversaciones. 

Qué gusto volver a veros, de verdad, que agradable estar turisteando de lujo por Madrid, poniéndonos al día. En cuánto pase la Navidad, repetimos, y esta vez que no pasen tantos meses ¿vale? ¿Prometido? Prometido. 








martes, 17 de diciembre de 2024

"La conspiración de las lectoras" de José Antonio Marina y María Teresa Rodríguez de Castro. Reseña literaria

 



"El Lyceum resultó enseguida una institución sospechosa. Isabel Oyarzábal -que acabó siendo embajadora en Suecia- dice que «era el único lugar en Madrid donde se podía respirar, lo que hizo que tuviera mala reputación». Sus socias fueron etiquetadas de «criminales», «liceómanas», «ateas», excéntricas» y «desequilibradas». Se consideraba el club como un «casino femenino» lleno de «mujeres jugadoras» porque había una sala para jugar a las cartas. Se sospechaba que era un local de ocio, que era, por supuesto, donde obraba el demonio. Las llegaron a acusar de tener un fumadero de opio. «Si fuera verdad lo del fumadero no tendríamos ánimos para organizar tanta cosa. ¿No te parece?», comentaba en una carta la poetisa Ernestina de Champourcin a su amiga Carmen Conde, entre divertida y hastiada. Como veremos, los ataques venían de varios frentes; sobre todo, de algunos intelectuales conservadores y de determinados sectores eclesiásticos."


Termino de leerme "La conspiración de las lectoras" de José Antonio Marina y María Teresa Rodríguez de Castro, publicado por Anagrama y que me ha parecido muy interesante. 

Tenía muchas ganas de leer a este autor, y en cuánto vi que hablaba en la radio de este libro, que además trataba del Lyceum Club Femenino, no me lo pensé. 

Es un ensayo que supuestamente cuenta un caso de la agencia de detectives filosóficos y culturales "Mermelada & White", agencia fundada por este autor para estudiar algunos casos que han quedado ahí medio estudiados por la investigación académica. Yo le suelo escuchar en una sección que tiene en el programa de RNE de Pepa Fernández los fines de semana "Hoy no es un día cualquiera", y siempre me interesa lo que cuenta, aunque sea a veces un poco sesudo. 

Este libro tampoco me ha parecido de lectura fácil, la verdad, había capítulos en los que hablaban más de las mujeres que formaban parte de la asociación de mujeres, con mujeres de todas las tendencias políticas, llamada Lyceum Club que me gustaban mucho porque me parecen muy atractivas sus vidas y su empeño en aquellos tiempos en estudiar y aprender, y yo quería profundizar. Pero reconozco que tiene capítulos más centrados en temas áridos como lo jurídico o la política, que me han costado y mucho.

El origen del libro y por tanto del caso, parece ser que se lo sugirió la escritora Carmen Martín Gaite, en un momento distendido de una conversación en el que le hablaba de cómo estaba buscando documentación sobre la escritora Elena Fortún: "¿Y si hubiera triunfado la utopía educativa del Lyceum Club Femenino?"

Y para intentar contestar a esta pregunta los dos autores iniciar la investigación explicándonos el nacimiento de esta Asociación de mujeres fundada en el año 1926 en el Madrid de la dictadura de Primo de Rivera, por María de Maeztu y en el que estaban integradas un montón de mujeres brillantes de aquel tiempo. Estamos refiriéndonos a Victoria Kent, Zenobia Camprubí, Clara Campoamor, María Teresa León, Isabel Oyarzabal, Ernestina de Champourcin, Concha Méndez, Carmen Baroja, María Lejárraga... Mujeres muy talentosas que seguramente ya conocéis, y si no es así deberíais hacer por conocerlas, que creían que la educación podía superar las barreras políticas o religiosas.

El Lyceum estaba en la Casa de las Siete Chimeneas, el edificio que ahora ocupa el Ministerio de Cultura, en la calle Infantas. Y debía ser un lugar muy especial, donde las mujeres, entre tazas de te y conferencias, y lo que es mejor, en un ambiente de concordia, aprendían y disfrutaban. La asociación, por supuesto, duró hasta la guerra civil. 

Ya os digo que es un ensayo, no es una novela. A mí, reconozco que no me atrapan igual. Pero, de vez en cuando, sí que me apetece mucho leer sobre temas que me interesan desde otras perspectivas y géneros. Este es un libro donde se ha hecho un estudio pormenorizado desde los inicios de la Asociación, pasando por una concatenación importante de reflexiones a apropósito de su existencia: su relación con las normas jurídicas, con el derecho, con las opciones vitales de si te resignas con lo que te ha tocado o luchas... Y finalmente con la trayectoria personal de as vidas de sus protagonistas, qué fue de ellas. 

No es una lectura ligera, es un trabajo de investigación, un ensayo que te muestra una época convulsa y brillante, que te disecciona qué ocurrió con aquella asociación de mujeres, cómo evolucionó y terminó. Y merece la pena leerlo porque el Lyceum fue un claro ejemplo de lo que se puede conseguir cuando nos juntamos y peleamos por la educación o lo que creamos importante. Es un libro instructivo que te despierta la curiosidad por saber más de muchos temas, por ahondar en diversas biografías de mujeres con un talento y una fuerza que debemos conocer y que casi se quedan en el olvido.  



sábado, 14 de diciembre de 2024

Presentación del libro "Lo que la hoja te cuenta" de la Tertulia Literaria Rascamán

 





Una vez yo tuve la suerte de encontrar mi sitio. O debería decir uno de mis sitios, porque los años, las arrugas y las ausencias me han enseñado que no es conveniente depositar todos los afectos ni en un solo lugar ni en una sola persona. Y no es mala enseñanza.

Pero sí puedo asegurar que uno de mis refugios preferidos es la tertulia literaria donde paso cada semana una tarde presencial, y muchos ratos virtuales. Quién me hubiera dicho a mí hace 25 años que estaba entrando en un patio donde jugamos al corro las personas y las palabras, las palabras y las personas. Ese juego maravilloso y eterno que ya nunca me he querido perder.

En Rascamán, que es una palabra que no significa nada pero simboliza una tertulia que significa muchísimo, encontré el cobijo necesario para escribir sin sentir soledad, a mí no se me da nada bien ese sentimiento. Con el tiempo la tertulia ha crecido conmigo y son muchísimos relatos ya los que he escrito y corregido gracias a la inspiración y la compañía que me ha prestado. 

Este invierno, mis compañeros y yo, volvimos a compincharnos para que viera la luz nuestra cuarta antología. No solo es una excusa para juntarnos, es un resumen de lo que significa trabajar juntos abrazando palabras, que suena tan cursi como cuando esos, no menos locuelos, dicen que lo hacen con los árboles. Pero mira tú que al final es así como resulta que vamos tantos por la vida.

"Lo que la hoja te cuenta", o el cuarto libro donde nos celebramos. 

Javier Díaz, poeta y coordinador de la tertulia, presentando


David Lerma, compañero del alma, que me dejó el mejor sitio para grabar




José Antonio Carmona que ha sido el editor del libro y tiene unos poemas preciosos que me pueden.



Matteo Barbato, nuestro poeta italiano, que es una de las últimas incorporaciones a la tertulia.




Carmen Padín, nuestra mejicana favorita, que ha hecho la ilustración del libro



Amelia Serraller, traductora y poeta, también de las últimas incorporaciones, que me pasó la foto de familia más nítida.


Una servidora.


Y nuestro Aureliano Cañadas, que nos inventa los temas y las aventuras, nuestro poeta sabio que está pachucho, pero ahí estaba, por supuesto. 


Y por favor, que me perdonen todos los compañeros que no he podido sacar en la entrada porque sería interminable. Estáis ahí, por supuesto, cada uno con su voz. 

domingo, 8 de diciembre de 2024

Mis piratas

 


Ya de muy niños, mis piratas comenzaban a surcar sus vidas encarándolas con un ánimo muy distinto.

El mayor, el moreno, nació el más atrevido, el más intrépido de los tres. De pequeño nadaba el más rápido y no ha parado de moverse, atesorando méritos y experiencias, para trazarse recto su camino, el que va desde aquella espada hasta pilotar su propio navío. Mi valiente y autónomo niño mayor. 

El del medio, el rubio, nació como su padre y, plácido, hace malabares con los silencios hasta que le da por contar y contar. Sigue siendo el más callado, el que mastica y se traga los sinsabores con aparente, solo aparente, estoicismo. Nos lo secuestraron las pantallas y siguen pidiéndonos un rescate por soltarlo. 

Y al pequeño todavía puedo verlo llegando a casa siempre con muñequitos en las manos y una sonrisa  pegada en su carita. El más sociable de los tres, echaba a caminar por la arena de la playa y tan campante se iba y se iba y se iba, y como no estuvieras atento le veías ya como un punto en el infinito. Un punto ufano y feliz.

Solo se llevan un año y siguen siendo tan diferentes como eran. Treinta años después me conmueve ver como han crecido, las compinches que buscaron, el destino al que, seguros, van encaminándose buscando su sitio. Mis piratas siempre me hacen sonreír.

A media tarde me llegó un guasap: "Tía estoy jugando a las categorías y me acuerdo mucho de ti". Me ha regalado una carcajada. No es fácil tener una tía tan pesada como yo con las palabras. Si yo lo comprendo. "Estas navidades jugamos" decía el siguiente. Porque ¿A qué quiero yo jugar siempre en las reuniones familiares? Y al leer sus guasap, he engordado tanto, tanto, tanto que he tenido que sacar un brazo por la ventana, otro por la puerta de la cocina y la cabeza por la chimenea de mi edificio. 




sábado, 7 de diciembre de 2024

"Lo que la hoja te cuenta" Antología de la tertulia literaria Rascamán

 


"Lo que la hoja te cuenta" Antología Tertulia Literaria Rascamán.

Lo hemos vuelto a hacer.
17 compañeros de letras nos hemos puesto de acuerdo, ¡con lo difícil que es eso hoy en día!, y hemos escrito a pachas nuestro cuarto libro.

Poemas y relatos con las hojas como excusa e inspiración.
Es nuestro libro más chulo. De verdad os lo digo.
Y es de todos. Y un poquito también de unos niños ciegos que algo recibirán de cada uno.

El próximo martes 10, a las 19 h. en la biblioteca David Gistau,
presentamos la antología "Lo que la hoja te cuenta".

Recital en directo. Intentaremos estar todos en el bautizo.
Yo llegaré cuando pueda, porque trabajo de tarde, pero llegaré, prometo que lo haré, como la O`Hara.

Coordina: Javier Díaz-Gil y allí te lo presentaremos.

jueves, 5 de diciembre de 2024

Madrid comenzando diciembre

 



Los adornos de Navidad hipnotizan como hacía Kaa, la serpiente del Libro de la Selva, con Mowgly. Siempre recuerdo aquella viñeta en la que se veía como la serpiente iba enrollándose cada vez más y más y más en torno al niño, al que se veía ya con los ojos redondos y una sonrisa tonta, mirando embelesado al animal cada vez más apretado. 

Me temo que así, así mismo, con esos ojos y esa sonrisa pero cada vez más estrujados, van a estar los que caminen por el centro de Madrid este fin de semana. 

A simple vista quizá parezca más vistosa la ciudad con sus luces de colores y su bullicio. Y no voy a negar yo que están bonitas las calles vestidas de Navidad, algunas incluso diría que preciosas, soy la primera a la que encantan los adornos navideños salpicando Madrid. 

Y cierto es también que esos mismos adornos apagados no te hipnotizan ni tan siquiera la mitad que encendidos. Sin embargo transmiten esa suerte de ternura que te contagia lo frágil y efímero. 

Me gusta mucho Madrid iluminado, muchísimo. 

Pero siento debilidad por esa ciudad recién decorada que lucirá brillante por la noche, esa misma que recién levantada y legañosa, desenrolla a mis pies calles transitables, luces amables y rincones apacibles. 

Me gusta su aire cada vez más fresco, su cielo anaranjado, esa gente que me cruzo, que va deprisa como yo, cargada con la tartera, la mochila, y cada vez más prendas de abrigo, pero no pierde el paso.

Me gusta esta ciudad que no solo va preparándose para la Navidad sino para una nueva jornada, esa que me da los buenos días, mucho más solitaria y nuestra, esa tan, tan viva. 


 








miércoles, 4 de diciembre de 2024

"Únicas" de Alicia Vallina - Reseña literaria

 


Llevo varios días que no avanzo mucho con el blog, me falta mucho tiempo y me gustaría poner orden, aunque tenga que hacer unas entradas más pequeñas. 

Para empezar vamos a poner al día las reseñas literarias. Le toca el turno a "Únicas" de Alicia Vallina. Mi amiga Julia me pasó este libro porque pensó que me iba a gustar. Y tenía toda la razón porque me ha interesado mucho. 

Vallina, la autora, ha hecho una labor de recopilación de biografías de cincuenta mujeres que han sido únicas por alguna razón extraordinaria. 

Me ha parecido un libro interesante y muy variado. Entre esas mujeres vamos a encontrar a la última mujer que murió por garrote vil en España, o la última que fue quemada por bruja. Pero por supuesto, no todas son historias truculentas. También están historias de mujeres muy talentosas pero a las que no se les reconoció como debieran, como por ejemplo a las hijas del pintor Sorolla, una pintora y otra escultora, que quizá no llegaron a ser tan conocidas primero por ser mujeres y segundo porque la sombra de su padre era demasiado tupida, pero ambas fueron artistas muy valiosas. Hay más historias de hijas, como la de Lope de Vega, que como a tantos de sus hijos nunca reconoció y que ingresó como monja trinitaria y también escribía. 

También en este libro nos trae mujeres artistas como las pintoras Remedios Varo o Ángeles Santos. Reinas de armas tomar como doña Urraca. O artistas inolvidables como Lola Flores o la malagueña Anita Delgado que llegó a convertirse en princesa india. También deportistas de los años 20 como Lili Álvarez. O emprendedoras originales como la mujer que inventó a la muñeca Mariquita Pérez. 

Ha escogido mujeres de todos los ámbitos y condición. Eso hace la lectura muy ágil y variada, así como la extensión de los capítulos que no es muy extensa ni sesuda. Eso me ha gustado porque si luego quieres ampliar tu información sobre esa protagonista tú ya te ocuparás, pero aquí te hace un acercamiento para que la conozcas. De algunas la autora tiene más información que de otras, dependiendo de la época, pero te la presenta para hacerla presente. Porque en definitiva, con esta compilación de retratos femeninos tan variados, la autora ha hecho una selección de mujeres únicas a las que quiere rescatar del olvido, todas ellas tienen en común, un carácter fuerte y resiliente, la virtud de no doblegarse ante las adversidades. Esa era su intención. 

Es un libro instructivo y de fácil lectura.