Aquel marzo de 2004 yo escribí algo, con el inútil afán de despegarme de dentro esa sensación horrible de estar
debajo de Madrid cuando todo estaba ocurriendo, de estar en otra
estación, otro vagón. Apenas un poco más allá. Quería echar fuera la rabia, la impotencia, la
incomprensión.
Una compañera después me lo pidió y se llevó mi escrito
para colgarlo con tantos otros en una de las estaciones de RENFE
más afectadas, la de Santa Eugenia. No sé que fue de aquel escrito mío.
Han pasado 10 años. Diez. DIEZ.
No lo he retocado, es como fue, un desahogo hecho palabras.
Cuando matar no es por supervivencia
Rocío Díaz Gómez
Próximo tren procedente de Guadalajara con destino Atocha.
Hace paradas en todas las estaciones de su recorrido.
Porque te lo debemos.
Porque quizás hasta corriste para coger ese tren.
Porque fuiste una de las caras que alguien miró, mientras disimuladamente firmaba con tu nombre bajo el asiento.
Porque aún así, aún así, lo hizo.
Porque tu corazón estalló en millones de lágrimas que mojaron Madrid de impotencia. De rabia. De pena.
Porque quizás hasta corriste para coger ese tren.
Porque fuiste una de las caras que alguien miró, mientras disimuladamente firmaba con tu nombre bajo el asiento.
Porque aún así, aún así, lo hizo.
Porque tu corazón estalló en millones de lágrimas que mojaron Madrid de impotencia. De rabia. De pena.
Suspendido el servicio en línea 1, entre Atocha y Pacífico
Suspendido el servicio en línea 1, entre Atocha y Pacífico
Porque alguien te está buscando de hospital en hospital.
Porque no te va a encontrar. No.
Porque no te va a encontrar. No.
¿Quién irá a buscar a tu hijo a la guardería?
¿Quién recordará a tu madre que tiene que tomarse las pastillas?
¿Quién ahogará un “buenas noches” en tu lado de la almohada?
Porque solo tienen derecho a matar los animales. Y lo hacen cuerpo a cuerpo. Y lo hacen por supervivencia.
Porque todos lloramos por dentro. Todos. Lloramos.
Porque te lo debemos.
Porque vamos a tu lado, de pie y cogidos a la barra. A tu lado, apretados y aún con sueño.
Porque te lo debemos. Te lo debemos.
Atención viajeros: El servicio Cercanías RENFE está suspendido
Atención viajeros: El servicio Cercanías RENFE está suspendido
©Rocío Díaz Gómez
Marzo 2004
Rocio:
ResponderEliminar¡ Me pone la piel de gallina este relato tuyo !
Qué bueno y qué suerte para ti tener esta manera de expresar la rabia y la impotencia ante situaciones tan incompresibles y tan injustas como ésta.
A muchos, como a mi, sólo nos quedaron y nos siguen quedando las lágrimas que como bien dices inundaron Madrid de rabia y de impotencia y de pena.
Un beso grande, amiga.
Paloma
Querida Rocío:
ResponderEliminardesde que te conozco, no sé cuántas lágrimas me vas arrancando ya.
Cada una de las palabras de tu relato es una pequeña vela que sigue encendida desde entonces, desde aquella puta mañana.
Menos mal que algunas personas, como tú, sois capaces de construir algo hermoso junto a lo más horroroso, y conseguís acallar tanta fealdad.
Un abrazo.
Dos abrazos uno para cada uno. Mil gracias.
ResponderEliminarRocío, ese día conseguiste traducir tus lágrimas en palabras de tal modo que hoy, diez años después, todavía nos calan hasta los huesos. Gracias por el recuerdo. Un beso.
ResponderEliminarMuy bueno Rocío. Muchas gracias por expresar lo que todos sentimos.
ResponderEliminarBesos,
Roberto
Muchas gracias a vosotros por vuestro interés y vuestros comentarios. Claro que sí, lo sé, el 11M provca sentimientos muy compartidos. Besos
ResponderEliminarLa verdad es que lo que todos vivimos y sentimos aquel día en Madrid será algo que jamás podremos olvidar. Y de hecho, no debemos olvidarlo: recordar es valorar la belleza de todo lo que tenemos, y los sentimientos son algo tan humano como la vida misma.
ResponderEliminarTus palabras de aquel día son preciosas, Rocío. En tu línea.
¡¡Bernat compañero!! qué alegría encontrarte aquí. Aunque sea a continuación de este post tan triste. Así es la vida tristeza y alegría van unidas. Muchas gracias por estar y por escribir, Un besazo
ResponderEliminar