Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

viernes, 6 de abril de 2018

"Un amor" de Alejandro Palomas



La vida va más deprisa que mi blog. Cómo debe ser.

Así que las entradas se me quedan atrasadas sin remedio. Pero bueno poco a poco iremos poniendo orden.

Hoy le toca a Alejandro Palomas con su libro "Un amor" por el que ganó el Premio Nadal 2018.

Ya hemos leído más libros de este autor, en los que la afectividad y los sentimientos se escriben con mayúscula y planean sobre la historia.

En este caso nos encontramos con el que cierra la trilogía que comenzó con "Una madre" y continuó con "Un perro". Aunque son independientes comparten los personajes.

Estamos de nuevo ante el universo familiar de Amalia y sus hijos. Personajes que están muy bien definidos y que se nos han hecho entrañables. Amalia, es una mujer de más de setenta años que lo único que quiere, como la mayoría de las madres, es que sus hijos estén bien y sean felices. Los hijos son Silvia, la mayor que en este momento está casada y enviciada con las obras. Emma que se nos casa en esta novela con Magali. Y el pequeño, Fer, que es nuestro protagonista, el único hijo varón, homosexual, que tiene un perro del que ya sabemos por el libro anterior.

El argumento que cuenta esta tercera novela de la trilogía es que Emma, la hija mediana, se casa, justo en el mismo día en que se celebra el cumpleaños de Amalia. Por otra parte, justo la noche anterior, algunos miembros de la familia se enteran de una fatídica noticia que puede estropear la boda. A partir de aquí ya vemos como los personajes se van moviendo por su existencia con sus propias circunstancias y las de los más allegados. Porque en esta familia, como en la mayoría, todo salpica a unos y a otros. Enredándose en un historia de mentiras y mentirijillas.

Los temas que aborda la novela son varios: la soledad, la amistad, las relaciones de pareja, los hilos familiares. Y en este caso también aborda temas históricos y políticos.

El tono de estas novelas es agridulce. Los dramas y las situaciones hilarantes se continúan las unas a las otras. La emotividad, tal y como decíamos, impregna toda la novela.

El autor escribe rompiendo el hilo cronológico, no es una historia lineal lo cual ayuda a agilizar mucho el ritmo de la narración. Al lector le tiene muy entretenido dosificando los datos, haciendo avanzar y retroceder a la historia a su antojo.  

El estilo del autor es sencillo, natural, cercano, salpicando la narración de muchos momentos de diálogo muy fluidos, muy bien hilados, ocurrentes. El lector sabe como diseccionar los sentimientos alternando la narración con el diálogos de forma acertada. Además en este caso juega mucho con el lenguaje, ridiculizando esos términos que se ponen de moda colocándolos en la boca de Amalia pero a su manera: "Emponderado por empotrado" y demás.

Yo disfruto mucho con las novelas de Alejandro Palomas. Su estilo sencillo pero sentimental me conmueve y sus personajes tan naturales, tan de carne y hueso me los creo.

Hombre lo que desde luego no me creo mucho es que lo del Premio Planeta sea anónimo. Porque claro si Alejandro Palomas presentó esta obra a concurso, por mucho que lo hiciera con otro título, a poco que conozcas las novelas de este autor ya sabes de quién es.

Pero bueno esa es otra cuestión.

En cuánto a sus novelas si quieres leer historias actuales, de sagas familiares, cercanas, con personajes que se hacen de querer, yo creo que hay que leer a Alejandro Palomas.







martes, 3 de abril de 2018

"Pasa Página" Una exposición de la Biblioteca Nacional de Madrid




Hay exposiciones que se hacen a la medida de uno. Entonces un poquito antes de verla, ya casi sabes que te va a gustar.

Hay exposiciones que cuando las ves aún te gustan más de lo que habías imaginado. Porque son ilustrativas, amenas, interactivas. Eso ocurrió con la exposición "Pasa Página" de la Biblioteca Nacional de Madrid, comisariada por Jesús Marchamalo.

Hay exposiciones que, además, piensas que a tus compinches también les puede gustar. Tus compinches tienen 10 años y 13 años y ya entienden de exposiciones. Leen las cartelas, van haciendo las actividades que se proponen en los paneles y disfrutan jugando con las palabras.




Hay exposiciones que se salpican con frases preciosas sobre libros. 

Exposiciones que están pensadas para los que gustamos de las páginas y las historias. Exposiciones que abarcan todo el universo del libro, desde el objeto físico hasta el lector, pasando por los escritores y las historias, las bibliotecas y las editoriales, leer e inventar.




Mis compinches se detuvieron ya en el primer panel, y quisieron unir cada principio con su libro: Harry Potter, Charlie y la fábrica de chocolate y El señor de los anillos no tuvo ningún secreto para ellas. Gracias al sentido del primer párrafo y la ilustración de la portada, tampoco La Metamorfosis se quedó atrás. Dentro de nada ya podrán resolver el panel entero. Aún quedaban otros muchos por curiosear.

Mis compinches se asomaron a todas las ventanitas, incluso improvisaron una postura nueva en el sillón de leer que no contemplaba el poster.

Por supuesto se pararon en las maquinas de los caramelos, y mientras la pequeña se afanaba por descubrir si de todas salían los mismos, o cuántos se les habían olvidado a los señores de antes recoger, la mayor leía los porcentaje con un interés que desconcertaba.



Hasta que llegaron al panel de "Paisajes de papel". Aquí mis compinches cogieron la típica tarjetita, que quienes ya hemos pasado cierta edad rellenabamos en su día y consultamos aún más días en los cajoncitos de las bibliotecas de nuestros barrios, y no tuvieron ningún problema en rellenarla rápidamente. Enseguida decidieron qué libro podían recomendar y por qué.

Hay faltas ortográficas que no ves en el momento ocupada en fotografiar el momento. Al advertirlas después, lejos de espantarte, tienen la virtud de conmoverte y arrancarte una sonrisa.  




Mis compinches también contestaron a su librería favorita. Rápidamente vino a su mente la fantástica librería Lello de Oporto. Mi compinche mayor rellenó con decisión los datos y aprendió a guillotinar la hoja siguiendo las instrucciones de la persona que cuidaba la sala. Después la colgamos detrás con las demás recomendaciones de librerías.






Seguimos leyendo algunos paneles más.
¿En serio que gana más el librero que el escritor? me preguntó mi compinche.  



Y leyendo de acá y de allá llegamos al juego que nos llevó más tiempo: ¿Te animas a componer un poema de tres versos con los títulos de los libros? Y allí anduvimos tres secuaces del título, buscando e investigando, rebuscando, probando, eliminando hasta que por fin en dos dijimos a trío ¡Eureka!

Y nos animamos, y compusimos tres poemas de versos que nos quedaron así:

Cartas entre seis hermanas
cuando todo era fácil.
Una temporada para silbar.
Caperucita en Manhattan.
Pinocho
Lengua de madera.



Y así tontín tonteando, descubriendo y jugando, fuimos disfrutando de esta exposición. De lo que opinan los distintos autores sobre la lectura, lo que supone para ellos. De las piezas audiovisuales y visuales con palabras de Lorca, sin dejar de utilizar gafas y móviles. 


Mis compinches y yo lo pasamos bien en esta exposición. Fuimos cómplices del mundo infinito e inabarcable que envuelve a la lectura y los libros. Y además, y sobre todo, aprendimos de forma lúdica.
¿Qué más se puede pedir?

Habrá que decirle a Jesús Marchamalo que es un acierto esta exposición. Y que esperamos la próxima porque no nos la perderemos.






Exposición "Pasa Página" en la Biblioteca Nacional de Madrid


Desde el 14 de noviembre de 2017 hasta el 20 de mayo de 2018
De martes a sábado de 10 a 20 h.
Domingos y festivos de 10 a 14 h.
Sala de Guillotinas



lunes, 2 de abril de 2018

La Biblioteca Marsh de Dublín










Y después de que nos tomemos uno de esos cafés irlandeses con nata y bayleys que nos caliente el corazón, con su sabor todavía en los labios, volveremos a visitar mi biblioteca preferida de Dublín: La biblioteca Marsh, también la más antigua de Irlanda.

Tiene tanto encanto esa biblioteca tan antigua... Está muy cerca de la Catedral de San Patricio, a la vuelta, en el lugar apacible que se merece una biblioteca como ella. Por supuesto que te recordaré de donde viene su nombre, porque fue fundada en el año 1707 por el Arzobispo Narcissus Marsh, quién le donó muchísimos de sus valiosos libros.












 La pasearemos muy despacio, aspiraremos su olor a tiempo y letra impresa, para finalmente sentarnos frente a las tres jaulas donde los lectores que pedían libros raros, tenían que hojearlos, para evitar tentaciones de llevárselos. Tentaciones que eran de lo más frecuente.

Y cuando hayan pasado muchos años, cuando ya nuestro viaje a Dublín esté lejano en el tiempo, todavía sonreiré recordando cómo nos disfrazamos con la peluca de bucles blancos, esa de lord del siglo XVIII, que probablemente aún colgara de aquel perchero.








miércoles, 28 de marzo de 2018

"Gerda Taro, la sombra de una fotógrafa" de Francois Maspero



"...todo en ella es política. Su vida, su comportamiento, sus fotos. Política en el sentido más amplio y más justo, que es sentirse concernido por su tiempo. De vivirse como sujeto y no sólo como objeto. Sujeto de la Historia y sujeto de su propia historia". -
Maspero



En un mercadillo veraniego y virtual de Ediciones La Fábrica encontré este libro de escasas cien páginas por un módico precio.

No me pude resistir.

Siempre me ha atraído la figura de esta fotógrafa Gerda Taro. Murió pocos días antes de cumplir 27 años aquí en España, durante nuestra Guerra Civil, en el frente de Brunete donde estaba como reportera gráfica. Durante un ataque de la aviación franquista, en la confusión de la retirada republicada, sufrió un accidente y la atropelló un tanque. Aunque fue trasladada a un hospital en El Escorial, murió a las pocas horas. Ha sido considerada como la primera fotógrafa de guerra en primera línea de fuego, y también la primera en morir como tal.

En este libro el escritor y editor francés Francois Maspero combina varios géneros: la ficción, el ensayo y hasta la investigación fotográfica.

Está dividido el libro en tres partes:
-En el primer capítulo, que me sorprendió muy gratamente, está la parte de ficción. Se trata de una entrevista entre el autor y la fotógrafa, imaginando que ella no murió, y por tanto inventando la vida que podría llevar cuando ya fuera una señora mayor. Es original la verdad.
El segundo capítulo está dedicado ya a la vida de la fotógrafa: a los inicios de Gerda en la fotografía, cuando conoce a Robert Capa, sus viajes... Cómo fue desarrollándose su relación.
Y el tercer capítulo ya trata de analizar su figura tras su muerte.

Además en el libro hay unas veinte fotografías tanto de Gerda Taro, como de Robert Capa, como de Stein.

Como os decía me gustó el arranque de este ensayo, esa primera parte donde está la ficción. Maspero comienza el libro imaginando cómo habría sido la vida de esta fotógrafa si no hubiera muerto en la contienda. Se imagina que va a verla y habla con ella. Es original.

En la segunda parte se centra más en su vida. En sus orígenes, su salida de Alemania, su paso por Francia, y su llegada a España. También por supuesto trata su relación con André Friedman, o más conocido como Robert Capa, que fue su pareja tanto en lo personal como en lo profesional. Tampoco Gerda Taro era el verdadero nombre de la fotógrafa, se llamaba Gerta Pohorylle y había nacido en Stuttgart el 1 de agosto de 1910, en una familia judía de origen polaco.

Capa y ella se conocieron en 1934 en París. Y a partir de aquí ya fueron creciendo en paralelo. Fue éste quién la inició en la fotografía. En el año 36, cuando nuestra Guerra Civil, ambos viajan a Barcelona y empiezan a hacer fotografías en distintos lugares. También ambos cambiaron sus nombres originales y firman juntos algunas fotografías, naciendo como un solo fotógrafo ficticio, un americano elegante con un nombre sonoro Robert Capa que eran en realidad los dos. Al principio ellos fotografiaban las mismas situaciones, los mismos lugares pero con cámaras diferentes. Ella utilizaba  una Rolleiflex y él una Leica. Ambos fotografiaron juntos en nuestra Guerra Civil, aunque también viajaban. Eran una pareja moderna, según el ensayo.

La carrera de esta fotógrafa desgraciadamente fue muy corta, pero fue ganando poco a poco en autonomía y llega a firmar algunas fotografías como Taro. Se centró exclusivamente en la Guerra Civil Española.

Una vez que falleció su figura se fue difuminando y muchas de sus fotografías acabaron mezcladas con las de Robert Capa. Y cuando terminó la 2ª Guerra Mundial ya casi su nombre había desaparecido porque sus fotos eran normalmente atribuidas a Capa que la había eclipsado.

Sin embargo de un tiempo a esta parte ha sido recuperada tanto su biografía como su obra. Quien abordó de un modo ejemplar esta tarea fue la investigadora alemana Irme Schaber a principios de los años noventa. Porque en 1994 publicó el libro Gerda Taro. Una fotógrafa revolucionaria en la guerra de España, una exhaustiva biografía. Después se han hecho algunas exposición, en Nueva York, en Cataluña...

De este libro me han entretenido mucho sus dos primera partes, pero según iba avanzando se me ha hecho un poquito cuesta arriba, la verdad. Y eso que es muy corto. Pero bueno para el objetivo que yo pretendía, que era indagar más en la vida de esta fotógrafa me ha venido muy bien. 


domingo, 25 de marzo de 2018

Frases hechas del lenguaje religioso, que pasan a ser del lenguaje coloquial


A veces viene bien detenerse en las palabras que decimos, saborearlas, indagar por qué hablamos con ellas, de quién o quiénes las hemos heredado.

A veces viene bien volver la vista atrás y repasar lo que ya hemos aprendido, porque la memoria es frágil y para que quepan más vamos perdiendo datos por el camino.

En este blog ya lo hemos dicho muchas veces, tenemos en nuestro lenguaje coloquial muchas frases hechas que decimos sin pensar. 

Estamos en Semana Santa: ¿Cuántas de esas frases que decimos sin pensar, frases hechas, hemos heredado de estos días religiosos? 

Repasamos algunas de ellas. Sí, ya las hemos comentado otros años, pero seguramente ya ni nos acordaremos.


"EL DOMINGO DE RAMOS, EL QUE NO ESTRENA NO TIENE MANOS"
No tener manos quería decir en las épocas clásicas y medievales no tener trabajo, no participar en las labores productivas de la comunidad y por tanto carecer de los mínimos recursos económicos.
En esas épocas era común celebrar la llegada de la primavera con el estreno de alguna prenda de vestir, que significara también la renovación del cuerpo. El que no tenía dinero para adquirirla o medios para hacérsela, el que "no tenía manos" no estrenaba.
Las celebraciones pascuales se relacionan con ritos antiquísimos de primavera, de resurrección.
Litúrgicamente, diremos que se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, según narra el evangelio de San Marcos, a lomos de un burro. 

De Herodes a Pilatos:
Se suele decir cuando te mandan de una persona a otra para resolver alguna cuestión burocrática, y mientras tanto se pasa el tiempo y no se resuelve el tema.
"Hay que tener en cuenta que los dos caúces por donde discurrió nuestra cultura popular durante siglos fueron la comedia y el sermón. (...) El evangelio nos cuenta como Jesús fue llevado de Anás a Caifás, de Herodes a Pilatos, en el proceso de su Pasión que terminó con su condena en la cruz.
Poner o Meter el dedo en la llaga
Se suele decir cuando hablas de algo de tal forma que la preocupación por ello aumente.
Viene de el episodio en el que Jesús ya resucitado le pide a Tomás, que no cree que haya resucitado, que meta el dedo en la llaga. 
poner el ~ en la llaga.
1. loc. verb. Conocer y señalar el verdadero origen de un mal, el punto difícil de una cuestión, aquello que más afecta a la persona de quien se habla.
 
 
 
 "TRAER POR LA CALLE DE LA AMARGURA"
Traer por la calle de la amargura es atormentar a alguien hasta la desesperación, hacerle la vida imposible.
Tiene relación con los itinerarios de las procesiones de Semana Santa o con los recorridos penitenciales de los cofrades, hacia el lugar donde se representa la Pasión de Jesús.
En algunas ciudades españolas existe una calle con ese nombre.
 
 
" SUDAR SANGRE"
La expresión "sudar sangre" ha pasado al vocabulario común para describir un esfuerzo físico sobrehumano. 
¿Se puede realmente sudar sangre? El sudor es una secreción de unas glándulas de la piel que, como todas, están rodeadas de pequeños vasos capilares. En determinadas circunstancias, sobre todo en esfuerzos físicos, o en situaciones de mucha tensión emocional, no es extraño que se produzcan en la piel pequeñas hemorragias, como picaduras de pulga, que casi todos hemos tenido ocasión de notar alguna vez.
Pues bien si la rotura de esas venitas ocurre en las que rodean a las glándulas sudoríparas, la sangre se mezcla con el sudor y sale al exterior por los poros. 
Y ésto es lo que le ocurrió a Cristo en el huerto de Getsemaní; hasta tal punto llegó su estado de tensión, de angustia y desasosiego. Por eso se dice que Jesús era, además de Dios, verdadero hombre con un organismo y una fisiología en todo similar a la cualquiera de nosotros.
 
 
 
Dar la matraca
Dar la matraca es burlarse con pesadez de alguno, molestar, agobiar, insistir con impertinencia en algo que enfada a otro.
La matraca era y es un instrumento de madera construido con una o dos mazas que forman una especie de aspas de tablas en la que cuelgan mazos que al girar producían un ruido muy molesto. Se utilizaba en algunos conventos para llamar a maitines y todavía se utilizan en semana santa para anunciar los actos religiosos los jueves y viernes santos porque no se pueden utilizar las campanas de la Iglesia por haber muerto Cristo.


 
La procesión va por dentro:
Expresión que se aplica cuando una persona parece estar aparentemente tranquila, aún cuando sabemos que íntimamente está pasando por un momento delicado. Por fuera es una persona medida, serena, e incluso puede parecer divertida, pero por dentro está seria -como se marcha en las procesiones- porque sufre.
Os copio aquí el único origen de la expresión que he encontrado:
 
¿Por qué decimos que LA PROCESIÓN VA POR DENTRO para significar que alguien no exterioriza el pesar o la pena que siente en su interior?
 
La expresión hace referencia a la antigua costumbre de realizar las procesiones religiosas en el claustro del templo o bajo cubierto los días de lluvia.
Los oficios no dejaban de realizarse, aunque se hacían de manera menos vistosa, sin la pompa habitual de las procesiones públicas.
Aunque los cofrades mostraban la alegría propia de la celebración, en su fuero interno se sentían contrariados, pero no dejaban que esa tristeza se reflejara en su cara.
 
 
 
 
Fuentes:
Historias curiosas de la Iglesia de José Ignacio de Arana. Edit. Espasa Calpe.
www.1de3.com

Abecedario de dichos y frases hechas de Guillermo Suazo Pascual. 
 
 

viernes, 23 de marzo de 2018

El autor Fernando López Guisado visita nuestra Tertulia Literaria Rascamán




De izda a dcha: El poeta Fernando López Guisado, nuestro coordinador Javier Díaz y el poeta José León


"Soy un extraño en todos los campos"




Sabíamos de la visita del poeta. Y que se llamaba Fernando López Guisado.

Sabíamos del nombre de sus poemarios:
Aromas de Soledad, El Altar de los Siglos, Porque nunca fue suyoLa Letra Perdida (finalista del premio de la Asociación de Editores de Poesía 2012, 2ª edición 2014, edición ecuatoriana 2015 en El Quirófano Ed.) y Rocío para Drácula (premio de la Asociación de Editores de Poesía 2014).

Sabíamos incluso algunos de sus poemas. Y nos habían gustado tanto que los recordábamos. Como el de "Mazinguer" y el de la carnicera.


Lo que no sabíamos es que nos iba a faltar tiempo para escuchar más poemas y algún que otro relato suyo. Porque nos leyó uno de sus relatos de fantasmas, y sonaba muy bien con ese olor a salitre y aire de abandono. No sabíamos que el poeta se iba a confesar narrador de terror, dándole una vuelta de tuerca al monstruo.


Ni sabíamos de sus poemas oscuros que sin embargo iluminan, poemas de Drácula y seres del otro lado.
No sabíamos que íbamos a charlar sobre poesía y literatura, pero también sobre concursos literarios y vidas complicadas, sobre el negocio editorial y los nuevos poetas de moda, sobre "El ojo poético", como denomina el autor a "la mirada" que te distingue de los demás. "Soy yo el único contra el que tengo que pelear, o al menos pelear por escribir como yo quiero".


Tampoco sabíamos que iba a ser una tarde tan tranquila salpicada de conversación entre verso y verso. Tarde de literatura y hasta cine, en buena compañía con este poeta cercano.


Fue un descubrimiento su literatura. Un lujo tenerlo para nosotros solos  un miércoles cualquiera de marzo.


Hay que agradecerle que hiciera el cambalache doméstico para poder estar con nosotros un par de horas que se pasaron tan volando como si hubieran sido veinte minutos. Agradecerle también a Javier Díaz que nos gestione estos encuentros de autor en los que nos enriquecemos tanto.





















ROSEBUD


Toma forma de muñeco de Mazinger Z.
Lo tenía mi primo, en su casa de campo.
Deseamos siempre lo ajeno con envidia;
no importaba lo mucho que jugásemos
juntos durante aquellos largos veranos.

Ese articulado robot era mi héroe; mi primo,
su piloto. Lo hacía emerger de la piscina
para reparar el mundo, dar una paliza
a los malos, superar sin miedo a la muerte.

Recordábamos aquello,
pasando ya de adolescentes.
Durante tardes de fútbol,
en el estadio, en invierno,
con las gargantas ardiendo y los pies helados.

Un año, ganamos la copa,
fuimos a celebrarlo
bañándonos en una fuente.
Él se tendió,
sumergido por completo,
suspendido en el tiempo,
parecía en paz.

Surgió de aquellas aguas como el Mazinger Z:
un titán bautizado,
lleno de victoria y fuerza.

Hace seis años no pudo asistir a mi boda.
Prometí ir a verlo, al hospital, tras el viaje
de luna de miel. Resultó demasiado tarde.
No brotará del agua a ver ganar otra copa
al igual que no he podido volver al estadio.

En una vitrina, guardo un muñeco de Mazinger.
Cada año, en mi aniversario, le quito el polvo
recordando en silencio aquella casa de campo.
Los pies se me hielan,
la garganta me arde
y se me van haciendo

muy cortos los veranos.


Fernando López Guisado









martes, 20 de marzo de 2018

La biblioteca del Trinity College




Este pasado fin de semana, el sábado 17 de marzo de 2018, fue San Patricio.

En este blog vamos a celebrar la muerte del patrón de Irlanda a nuestra manera. Sin cerveza y con libros. Y le vamos a dedicar una entrada a una de las más maravillosas bibliotecas del mundo, sí, la que está en Dublín, exactamente en la Universidad mas antigua de Irlanda, el Trinity College. Porque para los irlandeses este día es el de la Patria y el orgullo nacional. Y desde luego es para que se sientan muy orgullosos de este tesoro.

Este enero pasado he cumplido uno de esos sueños que yo tenía: Visitar esta biblioteca.

Construída entre 1712 y 1732 esta biblioteca alberga más de 200.000 libros antiguos. Para ellos tuvieron que hacer una remodelación en la década de 1850 porque ya no les cabían.

Desde 1801 recibe un ejemplar de todos los libros publicados en Irlanda y Gran Bretaña.

Lo primero que ves es la exposición dedicada al Libro de Kells, que también por supuesto puedes admirar. Es un libro que data del siglo IX y que contiene un texto en latín de los cuatro evangelios.

Y después es cuando al fin llegas a La Long Room: esa sala increible y larguísima, de casi 65 metros que aparece en todas las fotografías. Con esa hilera de bustos de filósofos y escritores también tan fotografiados y cuya colección también comenzó en el 1743.

Pero todo lo que os he dicho hasta aquí lo leeis en cualquier sitio. Por eso yo lo que quiero es hablaros de su luz, esa luz anaranjada que entraba en ese día frio de enero pero muy soleado, que parecía acariciar todos esos tomos de antiquísimos libros como si quisiera protegerlos de tanto visitante armado de su cámara. Os quiero hablar también del suelo brillante donde nos reflejábamos al caminarla y servía de espejo a sus altísimas estanterías de madera y su techo abovedado. También cómo no hablaros de su olor a madera antigua envolviéndote. Y de esa escalera de caracol de forja que no pude subir pero que ya me hubiera gustado hacerlo para poder contemplar desde arriba toda la enorme sala. Os quería hablar finalmente de sus filas, filas y más filas de libros. 

Os quería comentar, en definitiva, que no me defraudó en absoluto, si acaso todo lo contrario.

La biblioteca más grande de Irlanda es espectacular.