Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

domingo, 6 de noviembre de 2016

La Biblioteca Pública de Boston


Hoy quería compartir con vosotros otra preciosa Biblioteca.

No hace mucho tiempo dedicamos una entrada del blog a la Biblioteca Pública de Nueva York, y hoy me gustaba que nos centrásemos en la Biblioteca Pública de Boston, un precioso descubrimiento.

Porque merece mucho la pena que si pasais por Boston le dedicáseis un rato, no lo lamentareis. De hecho es obligada visita para los gustosos de los temas bibliotecarios porque fue la primera abierta al público de los Estados Unidos, la primera en la que se permitió el préstamos de libros y además es la más grande.

La biblioteca se fundó en 1848 y se estableció oficialmente en Boston en 1852. El nuevo edificio abrió sus puertas en 1895 y desde entonces ha seguido hasta nuestros días albergando la biblioteca.

También es muy importante porque un español, el arquitecto Rafael Guastavino, fue el artífice de sus cúpulas, impresionantes. Este arquitecto valenciano dejó su huella en un montón de edificios muy importantes de Nueva York, como la Estación Central o el Puente de Queensborough. Y en cambio aquí tampoco es tan conocido...

Por otra parte la colección de esta biblioteca inmensa, cuenta con más de 15 millones de libros, solo superada por la Biblioteca del Congreso o la de la Universidad de Harvard.

También destaca por tener además 600.000 fotografías, obras de Rembrandt, Durero, Goya, Daumier, Toulouse-Lautrec y 350.000 mapas antiguos.




Así que si estamos en Boston, no dudes y visita esta biblioteca, destaca también la sala de lectura  Bates Hall que es realmente espectacular y es considerada como una de las salas arquitectónicamente más importantes del mundo, los leones de mármol de la escalinata principal y la galería de muros esculpidos y pintados por John Singer Sargent.






Yo estuve comiendo en su cafetería. En nuestro viaje nos dijeron que teníamos que comer en esa parada que hacíamos, y aprovechamos para visitar esta preciosa Biblioteca y hacerlo allí, entre los estudiantes y los profesores. Respirando ese ambiente, comiendo como lo hacen ellos. 

Despues salimos a este patio interior de las fotografías.

No me digais que no merecía la pena...




viernes, 4 de noviembre de 2016

"Se que me quieren porque me cuentan cuentos" Relato de Rocío Díaz

 El cuatro de noviembre de 2012 llovía, también llovía, y apetecía, como hoy, quedarse quieto escuchando un cuento...

 

domingo, 4 de noviembre de 2012

"Se que me quieren porque me cuentan cuentos" Un relato de Rocío Díaz




Llueve, llueve sobre Madrid sin prisa, sin pausa, sin remedio.
Hay tantas cosas que a uno le apetece hacer cuando llueve: mirar por la ventana solo por ver deslizarse el agua, dejarse hipnotizar por las frágiles gotas que se tambalean bajo la barandilla. Leer en zapatillas. Escribir. Tejer. Ordenar papeles. Quedar con algún buen amigo ante un café humeante. Conversar. Arroparse...
Os dejo con uno de mis relatos por si os apetece arroparos con él. Es de lluvia, de cuentos, de un día como hoy. Me lo publicaron en el Diario de León, como finalista de un premio de relatos, en junio de 2008.
Tal vez ya lo haya colgado del blog, pero ni tan siquiera voy a comprobarlo. Qué importa, hoy, 4 de noviembre de 2012, lo he vuelto a releer y quería compartirlo con vosotros...





“Sé que me quieren
         porque me cuentan cuentos”



Mi Sole y yo hoy nos hemos sentado a inventar un cuento.
Estábamos las dos solas en casa. Silenciosas, aburridas, las dos mirando por la ventana. Llovía, llovía como si todas las nubes del mundo se hubieran puesto de acuerdo para deshacerse a la vez en una lluvia tormentosa y enfadada que se desplomaba en chaparrón sobre nuestro ánimo, empapuchándole como a papel mojado. Por eso le sugerí a mi Sole lo del cuento. Ella, al escucharme, me miró con los ojos brillantes pero enseguida ofreció una excusa para ni intentarlo: “Pero si yo no sé inventar cuentos...” dijo acabando fulminantemente  con mi sugerencia.
Pero yo conozco a mi Sole, y sé que no es fácil sorprenderla, ni entretenerla, ni convencerla para que abandone su actitud taciturna y su talante solitario. Por eso necesito disfrazarme con un entusiasmo que yo misma siento muy lejano, pero que sé que para sobrevivir a aquella tarde las dos necesitábamos como al agua que no dejaba de caer y caer y caer...
“Venga, le dije, algo se nos ocurrirá...” “No, mejor nos quedamos aquí viendo llover...” A mi Sole no le gusta esforzarse, ni colaborar, ni implicarse en nada que no sea la mera contemplación y sus perifrásticas circunstancias. “Yo no sé inventar cuentos...” decía una y otra vez excusándose sin dejar de mirar la lluvia. Así que tuve que tirar de ella para separarla de la ventana, tuve que arrastrarla hasta la salita y desplegar ante ella tantas alternativas como una cola de pavo real.
“Ya, ya lo sé..., dije con paciencia mientras la empujaba a sentarse a mi lado, por eso... Podríamos hacer una guija e invitar a los hermanos Grinn... ¿Qué te parece?” “No, no -dijo mi Sole- que sus personajes eran malos, muy malos ¿O no te acuerdas de Barba azul o la madre de Blancanieves...?” “Bueno –contesté armándome de paciencia- pues hacemos una guija e invitamos a Andersen... En sus cuentos había buenos y menos buenos, nunca malos...” “No, no -dijo entonces mi Sole- Andersen era poco original, solo se inspiraba en relatos populares...” “Bueno -contraataqué yo- pues entonces invitaremos a Perrault...” “No, no -dijo también mi Sole- Perrault era demasiado moralin, como los Grinn...” y sin esperar respuesta se levantó y otra vez se fue a mirar como llovía. Porque seguía lloviendo, lloviendo con una lluvia cabezona, indiferente a mis esfuerzos, una lluvia ingrata que casi parecía reírse de mis frustrados intentos por arrastrar a mi Sole lejos de ella...
“Vale... –me rendí yo- nada de guijas. Pero entonces nosotras mismas nos inventaremos a nuestros personajes...” “Que cosas tienes... ¿Pero es que no ves que ya están todos inventados?” Me contestó ella sin mirarme justo antes de que sonara un trueno que puso el mejor punto final a su interrogación retórica y amenazó con aplastar por completo mi fingido entusiasmo. ¿Ya están todos inventados? Y sin hablar me acerqué otra vez a su lado y muy cerquita de ella yo también me quedé contemplando la lluvia... ¿Todos inventados? Parecía que la tormenta se iba alejando, aún sonaban truenos, aún algún que otro rayo parecía iluminar el cielo gris, pero lo hacían cada vez de forma más tenue, cada vez los truenos parecían escucharse más en la lejanía... Pero la lluvia, como si quisiera demostrar que estaba allí, no dejaba de caer, constante, copiosa, infatigable, aplastante, odiosa.
“Pues... si ya están todos inventados, inventaremos otros... o mejor los reinventaremos...” dije yo con terquedad ante esa lluvia odiosa, fingiendo renovados ánimos, plantándole cara a esa enemiga húmeda que se estaba llevando a mi Sole a su terreno pantanoso y melancólico. “Pero ¿Qué dices?...” contestó ella. “Lo que oyes  -atajé yo-”. Y tirando de nuevo de ella me la volví a llevar conmigo hasta la salita, la volví a obligarse a que se sentara a mi lado y obligué a su atención a que se solidarizara con mi disfrazado buen humor.
Y decidí seguir marcándome faroles, al fin y al cabo, me dije, eso es inventar cuentos. Y aprovechándome de que mi Sole estaba desprevenida empecé a atacar: “Que te parecería..: ¿Un hada madrina sacándose un sobresueldo como majorette? ¿Una bella durmiente con insomnio...?¿Una maquina de la verdad llamada Pinocho? ¿Una princesa embarazada...? Mi Sole, no sé si apabullada o sorprendida por el bombardeo, apenas tenía tiempo de protestar... ¿Una blancanieves angoleña? ¿Una sirenita reivindicando un plus por humedad? ¿Un príncipe rosa...?...
De vez en cuando mi Sole amenazaba con levantarse para ir a mirar otra vez la lluvia que se empeña en seguir cayendo, insistente, pertinaz, incansable, tranquila y constante. Pero desde mi sillón yo seguía diciéndole: “Un soldado de plomo haciendo la prestación social, un patito feo con gripe aviar, el lobo de los cerditos aquejado de poca capacidad pulmonar, una cenicienta con el síndrome de Diógenes...
Y al final, hasta parecía que mi Sole me prestaba atención, parecía que por momentos olvidaba la lluvia. Jugamos al escondite con los personajes de siempre, al rescate con los que nos inventamos, al balón prisionero con los argumentos... Hasta que perdí de vista a mi Sole. “¿Sole? Sole que al escondite ya hemos jugado...”
Al principio me inquieté, pensé que de nuevo estaría mirando a esa lluvia ladina y sigilosa que espiaba nuestros cuentos. Pero cuando llegué a la ventana, allí no estaba. No estaban ni mi soledad ni la lluvia. Había dejado de llover y no me había dado ni cuenta. Solo quedaban titiritando algunas gotas colgando de las barandillas, balanceándose temblonas, a punto de caer, derrotadas ante un sol que comenzaba a reflejarse, a sacar brillos, a hacer muecas a un pavimento empapado.
Mi Sole, mi soledad se había ido... Y yo, quizás, y a pesar de ella y de la lluvia, hasta fui capaz de inventar un cuento, uno que no empezó nunca pero que puse a tender en estos folios.
 
©Rocío Díaz Gómez

"La vida era eso" de Carmen Amoraga





«La muerte no se lo lleva todo. Se lleva solo una parte, la parte mala, los malos recuerdos, los malos modos, las malas maneras(Página 189)


He terminado de leer "La vida era eso" de Carmen Amoraga. este libro fue premio Nadal en el año 2014.

A mí, la verdad no me ha encantado este libro. Al principio me gustaba más, pero luego a pesar de ir siendo más esperanzador se me ha hecho un poco repetitivo, ya quería llegar al final y ver el desenlace porque me resultaba un poco circular. 

El tema de la novela es el duelo, y la superación poco a poco de ese duelo.

«El mundo sigue girando, se marche quien se marche(Página 259)

El argumento cuenta que Giuliana, su protagonista, se enfrenta a la muerte de su marido, William, que muere de cáncer, y va narrando cómo sale adelante, cómo intenta sobrevivir con la pena.

Está estructurada según las fases del duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. 

El estilo de la autora es de frases cortas, sencillas, directas. Se lee bien. Y tiene muy en cuenta los sentimientos de los personajes, me gusta cómo los disecciona, cómo los hace palabras y te los transmite.

En cuánto a la dimensión espacio temporal. La novela está enmarcada en España y en la actualidad. Las redes sociales, y en concreto facebook, tiene un gran protagonismo en la novela. Eso ancla la trama perfectamente al momento presente. Facebook es muy importante, en esta novela, para continuar unidos a otras personas, el cauce por el que las demás muestras su adhesión, su compañía. En cuánto al manejo del tiempo, la autora lo rompe varias veces, no es líneal, sino que va dando saltos de presente a pasado y viceversa, eso contribuye a agilizar el ritmo de la narración. 

Los personajes, yo creo que están bien definidos, muy bien. Son creíbles, son personajes con luces y sombras como las personas reales. En esta novela, es de lo que más me ha gustado cómo ha plasmado la autora a sus personajes, cómo los ha creado. Los ves moverse, sufrir, recaer, e intentar levantarse. No os había dicho que están basados en unas personas reales de carne y hueso, en vez de Giuliana se llama Vivi la protagonista de esta historia real. Pero La autora ha sabido muy bien llevarla al papel, traducir sus angustias, sus penas en palabras, eso es yo creo lo más importante de este libro.

También me ha gustado mucho cuando en la novela se nos habla de libros, de literatura y autores. Esas pinceladas.
«También hacía poco había leído Nada, de Carmen Laforet, y había anotado con su letra endemoniada: “Parece mentira que una mujer tan joven fura capaz de escribir así, de describir esa desolación(Página 65)


  La crítica que yo le pondría es que me ha parecido que le sobran páginas. Demasiadas vueltas. Aún así me gusta el giro que da la historia casi al final del libro, me gusta mucho en qué punto nos deja la historia. 


Para terminar os copìo el enlace dónde se cuenta el origen de ésta novela, por si os apetece leerlo.


¿De dónde nació esta novela?

martes, 1 de noviembre de 2016

1 de Noviembre, Día de Todos los Santos. El cementerio de Arlington



En estos primeros días de noviembre les dedicamos una visita a nuestros cementerios. Siempre por estas fechas intento en el blog hacerme hueco de ello y tenemos varias entradas dedicadas a ellos.

Hoy, 1 de noviembre, traigo otro para vosotros. Uno diferente, bastante importante. Mucho. Pero donde en cambio se respiraba silencio, tranquilidad, orden...

















Me estoy refiriendo al Cementerio Nacional de Arlington de Washington. Una enorme extensión de lápidas blancas todas alineadas. Bueno en realidad y como dice su nombre, está en Arlington, en el estado de Virginia. Si no lo conoceis, desde luego lo habréis visto en muchas películas.

Es un cementerio militar de 624 hectareas, muy cerca del rio Potomac y del Pentágono. Hay soldados caídos y veteranos de todas las guerras. Miles de tumbas. Cuánta pena por causa de la guerra. La Guerra de Secesión, las dos guerras Mundiales, Corea, Vietnan, Irak, Afganistan...




 Visita obligada dentro del cementerio es el cambio de guardia en la tumba del soldado desconocido.

"Aquí descansa en honor y gloria un soldado americano cuya identidad sólo conoce Dios"


La historia de este cementerio es curiosa. Está situado en las tierras que pertenecían al nieto de George Washington. Entre 1802 y 1818 construyó aquí su mansión "Arlington house" en homenaje a su abuelo. Su única hija se casó en 1831 con Robert E. Lee y durante treinta años fue su residencia. Hasta que en 1861 Lee se pasa al bando Confederado. Se van al sur, y abandonan la plantación y es ocupada por el ejército Federal donde establece su cuartel. 

En 1864 se realiza aquí el primer enterramiento militar. Justo donde había estado el campo de rosas de la plantación. En represalia a Lee.

Con el tiempo la familia Lee fue indemnizada por la expropiación de los terrenos, ya que eran tantos ya los enterrados aquí que no procedía para nada su levantamiento.




Y la tumba de JFK es la otra visita obligada dentro de este inmenso cementerio. Está junto a su mujer Jackeline Bouvier Kennedy Onasis, con todos sus apellidos, ya veis. También están los hermanos del Presidente, Ted y Robert. 

Hay frases del discurso del Presidente:

"Ciudadanos del mundo, no preguntéis lo que América hará por vosotros sino aquello que juntos podemos hacer por la libertad del hombre"

 



Fue una buena visita, la verdad. Muy interesante. Pero había que irse...

Allí dejamos a nuestra ardilla favorita del cementerio.






Por si queréis echar un vistazo a las demás entradas del blog sobre cementerios. Ya tenemos un buen puñado. Os dejo el enlace:


lunes, 31 de octubre de 2016

Jalogüin, Origen de la palabra



Vamos por la calle y es imposible no escuchar a la palabra "Jalogüin" en boca de unos y otros. 

Porque no os engañeis nosotros decimos "Jalogüin" con nuestra "j" y nuestra "g", y como la diéresis no la utilizamos mucho pues en esta palabra nos permitimos su uso.

Y hacemos bien, ya que la adoptamos, la españolizamos.

El caso es que la fiesta de las muertos y las calabazas nos ha invadido. Así que vamos a ver si por lo menos sabemos cual es el origen de la palabra.

Jalogüin, viene de Halloween, que a su vez es una contracción de la expresión escocesa "All Hallows`Even" que significa "anochecer de todos los santos" o "víspera de todos los santos". 

Por otra parte tampoco es una fiesta de EEUU, como mucha gente cree, sino que tiene un origen celta, como parte del "Samhain". Ésta es una palabra gaélica que significa "El final del verano" y aludía a unas celebraciones que se hacían cuando se terminaban las cosechas y los días se hacían más cortos. Los celtas creían que esa noche los muertos podían visitar a los vivos. Y se encendían hogueras para ahuyentar a los malos espíritus. Los celtas también iban recogiendo alimentos por las casas para ofrendas a los dioses. De aquí lo de los niños que van por las casas pidiendo dulces. Y preparaban un gran nabo hueco con carbones encendidos dentro representando a un espíritu.

Los inmigrantes irlandeses que emigraron a Norteamerica en el siglo XVIII, y después en el XIX con más fuerza, llevaron sus celebraciones y sus palabras. Pero en EEUU era más fácil encontrar calabazas que nabos...

Y con la globalización, otra vez vuelve a Europa, de donde salió.



La foto la hice yo este verano en Canadá.


domingo, 30 de octubre de 2016

"LA PALABRA Y LA CARNE" nuevo poemario de Javier Díaz Gil








16.

A VECES
cuelgan ángeles de tus labios,

la pirueta
                      perfecta

la cicatriz
                      de sus alas


desnudan la cintura de lo eterno.



Pág. 36
La palabra y la carne
Javier Díaz Gil 

 http://javierdiazgil.blogspot.com.es/




sábado, 29 de octubre de 2016

Velada gótica en el Museo Lázaro Galdiano



Ayer estuve en una visita guiada diferente e interesante.

Se trataba de una velada nocturna por el Museo Lázaro Galdiano de Madrid, donde se aunaba el arte de este Museo del coleccionista Galdiano, con la literatura gótica.

Es interesante porque como os decía se une el arte a la literatura del siglo XIX, y la visita guiada, el recorrido con el recital de poemas.

De la mano de Ignacio Vleming (periodista, poeta) vamos conociendo y deteniéndonos en algunas obras de arte del Museo, como distintos objetos preciosos (anillos, relicarios, miniaturas...) que vamos relacionando con venenos, fantasmas o vampiros... Del mismo modo nos detendremos en varios cuadros macabros, como el Aquelarre de Goya, o un Bosco, la cabeza de San Juan Bautista, por poner un ejemplo. 

La explicación de Ignacio se va complementando con la voz de la poeta Vanesa Pérez-Sahuquillo que nos va desgranando poemas y textos de la literatura gótica (Edgard Allan Poe, Mery Shelley, Bram Stoker, Becquer, Potocki, Alejandra Pizarnik...). Ambas facetas artísticas se emplastan perfectamente. Y ahoras estás viendo un anillo donde se escondía el veneno, ahora estás escuchando a Oscar Wilde. Después estás viendo un paisaje típico de los Románticos como un castillo o estás escuchando un microrrelato sobre vampiros... 

Los dos protagonistas de la visita me han gustado mucho, muy tranquilos explicando y recitando.

Es otra forma de conocer y repasar la colección de este Museo, así como el arte y la literatura, relacionándolos, de forma amena, instructiva y entretenida. 

Por supuesto te tienen que gustar estos temas. Si es así es un recorrido original e interesante, agradable a pesar de tratar la literatura fantástica y de terror, que se te hace corto, lo cual es buena señal. 

Ha sido una buena experiencia. Y pienso repetir.

 


"...Y una noche de Jueves Santo, en que los monjes se hallaban en el coro, y en el punto y hora en que iban a comenzar o habían comenzado el Miserere, pusieron fuego al monasterio, saquearon la iglesia, y a éste quiero, a aquél no, se dice que no dejaron fraile con vida.Después de esta atrocidad, se marcharon los bandidos y su instigador con ellos, adonde no se sabe, a los profundos tal vez.
Las llamas redujeron el monasterio a escombros; de la iglesia aún quedan en pie las ruinas sobre el cóncavo peñón, de donde nace la cascada, que, después de estrellarse de peña en peña, forma el riachuelo que viene a bañar los muros de esta abadía.
-Pero -interrumpió impaciente el músico- ¿y el Miserere?
-Aguardaos -continuó con gran sorna el rabadán-, que todo irá por partes. Dicho lo cual, siguió así su historia:
-Las gentes de los contornos se escandalizaron del crimen: de padres a hijos y de hijos a nietos se refirió con horror en las largas noches de velada; pero lo que mantiene más viva su memoria, es que todos los años, tal noche como la en que se consumó, se ven brillar luces a través de las rotas ventanas de la iglesia; se oye como una especie de música extraña y unos cantos lúgubres y aterradores que se perciben a intervalos en las ráfagas del aire.
Son los monjes, los cuales, muertos tal vez sin hallarse preparados para presentarse en el tribunal de Dios limpios de toda culpa, vienen aún del purgatorio a impetrar su misericordia cantando el Miserere..."

Leyenda 18 "El miserere" de Gustavo Adolfo Becquer

 

 

Vanesa Pérez Sauquillo es poeta y también autora de literatura infantil y juvenil. Ha recibido numerosos premios y sus libros, traducido a varias lenguas, se han publicado en Europa, EE UU y Latinoamérica. Acaba de publicar en Calambur La isla que prefieren los pájaros y ha recibido el Premio Ojo Crítico de RNE en la categoría de Poesía por su libro Climax Road.
Ignacio Vleming es autor de los libros Clima artificial de primavera (La Bella Varsovia, 2012), premio de Poesía Joven Pablo García Baena 2011, y de Inspiración instantánea (Modernito Books, 2013).