Hoy quería dejar reseña de una nueva entrada dentro del apartado de rutas culturales y literarias que tenemos en el blog. Tenía pendiente hablaros de la ruta de Hemingway que se puede hacer en Pamplona.
En la foto superior vemos la estatua del escritor que hay muy cerquita de la plaza de toros, ya sabemos lo aficionado que era a los temas taurinos. Ubicado delante de la Plaza de Toros, junto al callejón, da paso al paseo de Hemingway. Inaugurado el 6 de julio de 1968, es un bloque de granito de 8.000 kilos, obra del escultor Sanguino.
Pero vamos a situarnos primero. Ernest Miller Hemingway fue un novelista y Premio Nobel de literatura que nació en 1899 en Estados Unidos. Se le considera uno de los mejores escritores del siglo XX.
Visitó en nueve ocasiones Pamplona y desde su primera visita, se integró perfectamente en la ciudad. Paseó
las calles de Pamplona, bebió en sus tabernas y cafés, disfrutó de la comida navarra y se sus fiestas, del encierro, las corridas y la alegría. ¿Quién no ha visto fotos suyas allí? En una de sus obras "Fiesta" hizo internacional las Fiestas de San Fermín.
Pues bien en la actualidad en la ciudad se puede hacer una ruta de sus pasos por ella. No os voy a hablar exhaustivamente de toda la ruta, solo dejaros unas pinceladas de algunos puntos.
- Plaza del Castillo (Bar Txoko, Hotel Quintana, Café Bar Torino, Hotel La Perla, Café Iruña, Café Kutz, Café Suizo)
- Paseo Sarasate (Antiguo Restaurante las Pocholas)
Avenida San Ignacio (Hotel Yoldi) - Calle Mercado (Casa Marceliano)
- Calle Eslava, 5 (Antigua pensión)
- Plaza de Toros
1. Bar Txoko : en su terraza y en la del Café Iruña es donde
más veces fue fotografiado Hemingway. Este bar se sitúa junto al
antiguo hotel Quinta en la esquina de la plaza en donde desemboca la
calle Espoz y Mina.
Y por último mención aparte para un clásico: el Café Iruña.
Fue fundado en 1888 y su apertura sirvió para inaugurar oficialmente la llegada de la luz eléctrica a Pamplona. Tenía yo ya ganas de conocerlo. Es como si no hubiera pasado el tiempo por este lugar.
Dicen que para Hemingway era también un lugar especial y que era fácil verle en su terraza con una copa de coñac. Él lo hizo mundialmente famoso.