En este repaso de cementerios del que hemos hablado ya en el blog, nunca podría faltar el Cementerio de Monturque (Córdoba) que es espectacular.
Y digo espectácular por el tesoro que encierra debajo de él: Unas cisternas romanas muy bien conservadas.
Yo ésto os lo contaba en diciembre del año 2011, cuando a raíz de un premio literario que me otorgaron en esta localidad tuve la gran suerte de que me lo enseñaran. Tal y como os lo conté en aquella ocasión os lo vuelvo a repetir:
Nos dirigimos a la parte del
cementerio, porque al Castillo ya no podíamos ir porque estaba
anocheciendo. Una lástima, pero en otoño anochece tan pronto... Dimos
una vuelta por los alrededores del cementerio para ver lo que queda en
la parte de detrás de lo que debió ser un enorme pórtico romano. Aunque
no se sabe qué ciudad romana estaba allí enclavada, pero desde luego
tenía una posición privilegiada porque las vistas merecían la pena
realmente. Al estar en lo más alto del pueblo te puedes permitir una
vista de 360 grados, divistando todos los pueblos de los alrededores. Se
conjetura con que quizás esta ciudad romana fuera Munda. Pero no se
sabe seguro.
Despues entramos dentro del cementerio para visitar las Cisternas Romanas
que se ocultaban debajo de éste. Era sorprendente desde luego. Datan
del I siglo d.C., y su finalidad era recaudar y almacenar agua de
lluvia para poder abastecer al pueblo. Son las únicas que se conservan
íntegramente en España. Son 3 naves paralelas, divididas cada una de
ellas en 4 compartimentos, comunicados entre sí por puertas y orificios
para evitar el rebose del agua. Se descubrieron cuando se intentó una
obra de ampliación en el cementerio a finales del siglo XIX, cuando hubo
una epidemia de cólera. Se descubrieron y durante mucho tiempo las
utilizaron para fines del cementerio. Si no recuerdo mal se pueden
visitar desde el año 2006, si no recuerdo mal.
La visita estuvo fenomenal de verdad, porque era solo para nosotros seis, los tres premiados con sus acompañantes, y nos lo explicaron de forma muy detallada y muy clara. Parece mentira que esa obra de ingeniería esté ahí debajo... Este cementerio, pequeñito pero muy buen cuidado, con unas chimeneas muy características para permitir la ventilación de las cisternas, está dentro de una red europea de cementerios singulares, entre los que están también el de Barcelona, París, Viena...
En fin... que me encantó la visita.