Pues he terminado ya el cuarto libro de la saga Millennium. Ya sabéis la trilogía de novela negra del autor sueco Stieg Larsson que fue todo un éxito y que se llevó al cine.
Cómo sabéis el autor murió en 2004 y la editorial le encargó a David Lagercrantz que escribiera el cuarto volumen. Parece ser que el escritor estuvo año y medio encerrado escribiéndola, sin tener en cuenta para nada el manuscrito que había dejado Larsson como continuación. Lagercrantz inventó otra trama que de alguna forma siguiera el estilo de las tres primeras, con los mismos personajes.
A mí lo que principalmente me gustó de la trilogía cuando la leí fueron sus personajes. Esa Lisbeth me pareció siempre un personaje de lo más carismático. Y la verdad tenía mucha curiosidad por saber qué habría sido de su vida en este cuarto volumen. Más que nada comencé a leerlo por eso.
Bueno pues no se puede decir que me haya gustado tanto como los anteriores. Aunque reconozco que de los tres primeros el que realmente me pareció el más redondo es el primero, en los siguientes se perdía un poco el interés.
En este caso el argumento arranca a continuación de donde quedó en el tercer libro. Lisbeth y Mikael no se han vuelto a ver. La revista "Millenium" vive un momento muy complicado porque pertenece a un grupo que quiere disminuir la salida de reportajes de periodismo de investigación que es lo que la ha caracterizado siempre. En ese momento Mikael Blomkvist acude a un bar al
encuentro de un desconocido, que le informa de un caso de robo de
información que podría interesar, y le habla de un genio informático: Frans Balder.
A nuestro protagonista el asunto en un primer momento no le interesa nada, pero todo cambia cuando en la conversación su
interlocutor le cuenta que recibió la ayuda de una inteligente hacker,
de aspecto gótico, en cuya descripción a él le parece ver a Lisbeth Salander.
Los temas en esta entrega son actuales, se centran en el periodismo de investigación y el robo de información telemática. Hace toda una crítica a los medios de información, y a los tráficos de influencias y datos. Pero de paso también aborda un tema que a mí me gusta muchísimo más que es el del autismo y de paso el de los niños prodigios, o "savant".
Los temas en esta entrega son actuales, se centran en el periodismo de investigación y el robo de información telemática. Hace toda una crítica a los medios de información, y a los tráficos de influencias y datos. Pero de paso también aborda un tema que a mí me gusta muchísimo más que es el del autismo y de paso el de los niños prodigios, o "savant".
En cuánto a la atmósfera de este cuarto volumen, yo creo que sí que el autor ha sabido retomar la de los tres primeros libros. Espacial y temporalmente son líneales, se continúan los unos a los otros. También retoma a los personajes principales: Lisbeth
Salander, Michael Blomkvist, Erika Berger, el tutor de Lisabeth: Holger
Palmgren... Pero además hay muchos personajes más para dar paso a las nuevas tramas. Para mi gusto hay excesivos personajes secundarios además de los principales, demasiados personajes que traen nuevas subtramas. Y eso te lleva a cierta dispersión. Creo que sobran.
Resumiendo: Yo me lo he leído hasta el final sobre todo porque quería saber qué ocurría con Lisbeth y Blomkvist. Y bueno por lo menos el último diálogo entre ellos no me defraudó en absoluto. También es cierto que el tema de los niños autistas me gusta bastante y también quería saber cómo se resolvía. Pero tampoco es ésta una novela que me haya apasionado la verdad. De todas las de esta saga creo que la mejor es la primera.
También me consta que tal y cómo termina esta cuarta novela puede haber más, el autor no ha terminado de atar algún que otro cabo así sospecho que en un tiempo volveremos a saber de estos personajes.
Lo tengo pendiente... Igual me animo este fin de semana, ya que no lo pones tan mal como esperaba. El segundo tomo también me gustó bastante.
ResponderEliminarNO he leído ningún libro de esta saga, pero digo yo que, aunque éste sea un libro por encargo, el autor ya es otro. NO entiendo esto muy bien. Es como si lo hubiera escrito un "negro".
ResponderEliminarPues sí Pilar anímate, aunque por supuesto que te guste o no un libro depende de muchas circunstancias, la primera es lector. En mi opinión se deja leer... Aunque no me haya entusiasmado. No es un negro Amparo, aunque sí que ha sido por encargo, ya que el autor murió. Pero firma con su nombre y la historia es de él, aunque ya partía claro de unos personajes ya inventados con su historia previa. Muchas gracias por vuestros comentarios. Un beso a cada una
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