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domingo, 15 de febrero de 2015

Lectura poética de Carlos Ceballos de Castro: "Seis olas con un único regreso"



El sábado pasado, el día 7 de febrero, asistimos a la puesta de largo del poemario de Carlos Ceballos de Castro titulado "Seis olas con un único regreso".

El encuentro poético musical fue en Motown, un café irlandés de la zona norte de Madrid. También leyó Gema Palacios, y hubo música a cargo del grupo celta Grace O'Malley & The Madriders. 

Carlos Ceballos como os ya contaba en otra entrada es compañero de tertulia y sobre todo filólogo. Siempre sus aportaciones literarias a nuestras reuniones son brillantes y lo cierto es que no podríamos prescindir de sus enriquecedoras aportaciones. Pero además es que sus poemas son distintos, son trabajados, tienen una calidad innegable y algunos de ellos un punto irónico de humor fino que a mí me encanta. Carlos tiene talento y nosotros el lujo de tenerle entre nosotros.

Se ha pensado mucho eso de publicar y ahora que se ha topado con una editorial nueva que está interesada en una poesía para nada comercial como Ediciones Paralelo pues ha considerado que ha llegado el momento. Este poemario es una especie de antología, quizás hasta sin el "una especie", porque tiene varias partes muy diferentes.

En la primera ha reunido un grupo de poemas de su etapa en Guinea Ecuatorial, donde estuvo un tiempo viviendo, titulada "Voces de Ela Nguema":

Destino Forzoso

Vióleme ya,
señor militar.
Vióleme ya.
Mi familia está en la finca
y mi novio trampeando.

Por favor,
señor militar,
vióleme ya.
Mañana diré 
que es más más el harmathán
quién me está llorando.

Vióleme ya,
señor militar,
por favor, vióleme ya:
No quiero esperar mi turno.

Págs 14 y 15

 "más más el harmathán" (en el castellano de Guinea Ecuatorial "sobre todo"y Harmathán es un viento del desierto cargado de arenilla).


La segunda parte del libro se titula "De cómo están los árboles en los sueños":

María, que me quedo,
no sé muy bien por qué.
Entiendo que hay un sol
que se enreda entre pértigas
de álamos, muy hermosos;
y es cristal la jornada,
con los montes ascendidos a su trono,
y está trotando el río,
con las crines alineadas hacia el tiempo.

María, no lo sé;
no sé por qué me quedo:
la tristeza se ha hecho fuerte en la garganta
y me consta que lloro,
que estoy llorando alegremente
sin consideración alguna por los árboles,
por la templanza o por la casa en ruinas,
por la osadía madrugadora del trébol.

No sé de dónde viene esta tristeza
tan tonta;
me digo los porqués más razonables
y busco algún trastorno insospechado...
Solo sé que la tarde está cayendo
en mitad de su íntima belleza
y nada es en mi vida lo que quiso.

Pág. 52

La tercera parte del libro se titula "Mob":

Nadie le enseñó a quererse.
Busca amor por Internet con dos puntitos.
Un día se subió a su madre y le dijo: bésame de fresa. Su
remadre le rompió un repalo en su esqueleto y lo engendró otra
vez junto a un ciego invisible por muleta para toda la rutina.
Con dos puntitos, con dos bajadas al hombro rema conta el
tráfico de corbatas para no ahorcarse.
A veces busca el campo y lo contempla y el campo lo mira a él.
Pero no basta. Hay que subir a llenar el plato vencido en una
ciudad de trajes mudos.

En el metro, dos soles.

En los neones, leche tibia.

Pág. 68

 Y la cuarta, y última parte, se titula "Vendado que me has vendido":

Somos como alevines sin rumbo, repentinos,
moviéndose nerviosos, nadando a ser felices.
Pág. 87

Con éste último poema, breve pero tan intenso, termina el poemario.

Quedaría el prólogo-epilogo que le escribe Eva Chinchilla titulado "Con la misión de latir".

Yo tendría que escribir varias entradas sobre este poemario de tanto cómo me gusta. He escogido un poema de cada una de las partes, pero podría haber elegido cualquiera de ellos. Y me dejo fuera varios que me gustan mucho y que amenazo con copiaros cualquier día. 

Porque el talento poético de Carlos Ceballos no me cabe en esta entrada, no cabe, no hay manera.

jueves, 12 de febrero de 2015

¿De dónde le viene a la galleta su nombre de María?



Hoy vamos a hablar de palabras, como siempre. Pero de una palabra muy entrañable, un nombre propio de una compañera de vida desde que eramos unos canijos: ¡La galleta María!

¿Quién no ha mojado en la leche galletas María? A ver... ¿Quién?

¡Vamos que levanten la mano los que han desayunado con las galletas María!

Bueno pues hoy vamos a hablar de lo curioso de su nombre y de su procedencia.

Porque nuestra galleta María de siempre, no es española aunque lo parezca. Nació de un repostero inglés Peek Freans, sí ¡inglés! para conmemorar la boda en enero de 1874 de la Gran Duquesa María Alexandrovna de Rusia con Alfredo de Sajonia-Coburgo-Gotha, Duque de Edimburgo...

Así que ya veis, la galleta María se llama así en honor de aquella Gran Duquesa rusa llamada María Alexandrovna... Curioso ¿no?

Y luego llegó a España. Aunque tanto Artiach como Fontaneda dicen que fueron ellos los que la trajeron... Artiach dice que la trajo en 1907 y Fontaneda, la empresa de Rafael Fontaneda, en 1913. Y también he leído en otros lugares de internet que llegó en 1918... En fin, que no nos ponemos de acuerdo en cuando llegó. Aunque parece ser que su auge estuvo pasada la Guerra Civil al abaratarse el trigo.

Pero vamos lo que a nosotros nos importa es que el nombre de María le viene del nombre propio de la Gran Duquesa de Rusia. Y os repito ésto, porque lo que sí tengo que deciros es que aunque proviene de un nombre propio, en nuestro caso al designar una cosa, un alimento y al ser ya conocida universalmente podemos decir en minúscula "las galletas maría" o "las marías" porque se ha vuelto un nombre común: "He desayunado galletas marías". Y no estamos cometiendo ningún error gramatical.



http://misviajesconhistoria.blogspot.com.es/2010/08/las-galletas-maria.html

http://cocinayvino.net/gastronomia/especiales/2446-historia-de-una-galleta-llamada-maria.html

http://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/tag/el-origen-de-las-galletas-maria/


Jesús Malia y su nuevo poemario "Deriva"




El otro día estuvo visitando nuestra tertulia Jesús Malia. Nuestro coordinador, Javier Díaz, llevaba queriendo traerlo desde hacía mucho tiempo, así que no necesitábamos un nuevo poemario para tener la intención de disfrutar con él de varias horas dedicadas a su poesía, pero sí es cierto que esta publicación "Deriva" fue el empujoncito que nos faltaba. 

Me gustó mucho esta visita. Estuve en el Matadero el día que presentó el libro, y por tanto ya lo conocía, pero en esta ocasión le teníamos ahí cerquita y era un ambiente mucho más relajado, más distendido, menos de docencia y más de estar ahí charlando sobre lo que más nos gusta: la literatura. Jesús Malia es muy espiritual y nos comentaba cosas muy interesantes. Mereció mucho la pena su visita.


Jesús Malia, poeta y matemático, Mejor que "El poeta Matemático" que no le gusta mucho...


Jesús Malia (Barbate, Cádiz, 1978) además de poeta, es matemático por la UCM y da clases, este año a adultos. Os copio de su blog (http://poesiaabierta.blogspot.com.es/p/jesus-malia.html) información sobre él :

En 2007 publica la cinta de moebius (Patrañas).

En 2009 aparece antologado en Poesía Capital.

En 2011 prepara y publica πoetas Primera Antología de Poesía con Matemáticas dentro de la Colección Pi de Poesía (editorial Amargord) que entonces nace y comienza a dirigir.

En 2015 publica Deriva con Tigres de Papel.

Disfrutamos con Jesús Malia de una tarde poética muy agradable, muy cercana. Comenzamos hablando de su poética, que se podría resumir en el verso de Becquer: "Mientras la ciencia a descubrir no alcance"... existirá la poesía.

Para el poeta la poesía significa emoción pero también inteligencia. A él le importa transmitir sensaciones.

Dímos un repaso a "los respiradores" o poemas, que son poemas breves del primer libro, donde hay una búsqueda de lo esencial. 

primer respiradero o poesia
como el agua desnuda se desnuda mas y corre risueña
y de golpe para y mira sonriente
y se da la vuelta cubriendo sus senos
y se alza libre creando la espuma
quinto respiradero o poesia
como caen las hojas comenzando el otoño
que se mecen al sol bien sujetas al aire


La verdad es que se creo un clima muy cálido, en esa tarde fría, en torno a la poesía, a la literatura, a la cultura. Como bien decía Jesús Malia: "La cultura la podemos compartir, pero si hablamos de política podemos acabar a voces". Y es cierto, con la cultura se produce una especie de hermanamiento que yo siento que saca lo mejor de los que nos reunimos en torno a ella. 

Hablamos de la antología que preparó y publicó de Poesía con Matemáticas: πoetas Primera Antología de Poesía con Matemáticas. Nos contaba que esta antología nació por su parte de una búsqueda de otros con las mismas inquietudes; sumado al interés en el proyecto de un editor. Resultó una antología de 10 poetas.

Os transcribo uno de sus poemas que nos leyó en la tertulia y que pertenece a esta antología:

"Los meteoros", poema de Jesús Malia en "Πoetas"

Los meteoros

Dos rectas paralelas son aquellas que siguen
un camino identico sin encontrarse nunca
De modo que la una va a donde la otra
en un desconocimiento mutuo
Un riel que ignora la existencia del otro
La orilla de un rio que camina sedienta al encuentro
del mar sin saber de su igual ni
pretenderlo
O de la piedra que cae al estanque y propala en el agua
su secreto en ondas que tienden a ahogarse
mientras decidida la piedra camina hacia el fondo
Y tal vez les desconsuele
Los planetas del sistema solar giran en movimientos
identicos en torno a su estrella
Y la luna alrededor de la tierra

Por suerte sin embargo
Existen otros cuerpos celestes de movimiento
mas anarquico
Si me permiten la expresion
Como los meteoros
Que son piedras luminosas que no temen el choque
con los planetas
Tan frios ellos
O las mismas estrellas


Por supuesto abordamos el último de sus poemarios "Deriva". "Todos estamos a la deriva" de ahí el título. Está dividido en tres partes, porque subyace en su fondo una misma búsqueda pero de tres formas distintas, aunque se percibe la misma identificación con la naturaleza, con el silencio... Las tres partes del libro son: Camino junto a Basho, Glaciar Buenos Aires y Camino a Santiago. 

Nos decía Jesús Malia que la poesía no son las olas, sino el mar de fondo. Que hay que dejar reposar la poesía del momento para que sea verdad, quedando con lo que permanece a lo largo del tiempo. Los integrantes de nuestra tertulia estamos de acuerdo en eso, y no solo para la poesía sino también para la prosa. Los escritos hay que dejarlos enfríar, y pasado un tiempo volver a ellos, para ganar perspectiva y dejar lo valioso que sobrevive al paso del tiempo.

Y no quiero alargarme más en esta entrada, solo dejaros con algunos de los poemas de este libro, incluidos algunos haikus. Os los acompaño de algunas fotos y vídeos.


Lloran un río
los peces por las aves
cuando se marchan.

Pág 16






Jesús Malia en un momento de la tertulia


Junto al bambú
moja el viento sus pies
y se refresca.

Pág. 25

Camina, duerme,
luego ven a mi verso,
a recogerte.

Pág 26



Ya oigo a las estrellas
galopar la noche
y beber de su agua
negra
inagotable.

Y yo las monto,
una por una.

Es un juego caer desde sus grupas
en el seno del bosque,
y volver a ascender hasta ellas, riendo,
y volver a caer desde ellas, feliz
de poder escalarlas.

Pág 71

A la izda Jesús Malia y a la dcha Javier Díaz.

 Bueno, espero que os haya parecido interesante esta entrada. Si no conocíais a Jesús Malía me alegro mucho de habéroslo presentado porque su poesía merece la pena. Y si ya formaba parte de vuestros poetas pues tampoco ha estado nada mal recordarle y disfrutar de su forma de contar y ver el mundo.

lunes, 9 de febrero de 2015

Leer, leer, leer


Me gustan mucho estas fotografías. 

Las tomé en un pueblecito de Teruel el año pasado. Un pueblecito de esos tan poco conocidos de la comarca del Matarraña. Uno de esos de piedra y madera, de macetas con plantas verdes en los balcones y apenas casi nadie por las calles.

Y de pronto un anciano en esa ventana. Cerca de la luz. Leyendo. 

Tan desconocido, tan quieto, tan absorto. 

Tan ajeno a mí, a quién sin embargo, le estaban conmoviendo sin pretenderlo pero para siempre esos ojos suyos pegados al papel.



viernes, 6 de febrero de 2015

"Por si acaso" de Ángel Gabilondo


"Por si acaso" de Ángel Gabilondo es un libro para leer a sorbos. Para pararnos en una frase. Para respirar mientras la rumiamos. Para pensar.

"Por si acaso" de Ángel Gabilondo es una joya de color azul. Un compendio de máximas (y mínimas) dice el autor. Es una forma de echarle el lazo a las palabras y detenernos en ellas.

"Por si acaso" de Ángel Gabilondo es un libro que no se termina nunca. Uno que empieza cada vez que lo abres al azar por una página cualquiera. Un libro pequeño y eterno.


Dice el autor: "... Lo que aquí se ofrece, si en alguna ocasión roza el serlo o aparenta pretendero, casi exigiría, por pretencioso, una petición de disculpa. A lo sumo, son máximas, pero incluso eso nos parece demasiado. Podrían a veces ser máximas mínimas e incluso mínimas, sin más. ...

No son imprescindibles. Sería ridículo suponerlo. Se encuentran ofrecidas por si acaso. Por si acaso no todo pasa como deseamos. Por si acaso nosotros mismo tampoco somos como pretendemos. Por si acaso , en el instante en que la sed, o el frío, o el desamparo, o tal vez la alegría y la serenidad nos asaltan insluso sin necesidades nuevas, con deseo y con placer, tendamos la mano y abramos y busquemos algo siquiera mínimo, que nos haga decir y decirnos, para afrontar o para saborear lo que nos ocurre. ... "

No es plan de copiaros todo el prólogo, ni tampoco es plan copiaros todas las máximas mínimas que encierra este tesoro. Pero sí que os voy a dejar con algunas de ellas...

Si nos falta la palabra, no nos encontramos. Con esta comienza el libro.

Cuando era niño no tenía probablemente infancia. Ahora sí.

Me asusta la distancia que me separa de mí mismo, pero gracias a ella te he encontrado.

Los amigos son tan decisivos que no hay modo de saber de ellos sin adoptar permanentemente la decisión de que lo sean.

Tu dolor también te pasa en mí. No sé si esto te alivia.

Desde que tú no estás, yo, a mi modo, tampoco.

No leer es una forma de ceguera.

Los números son pares o impares. La soledad también.

Bueno y ya no os copio más... Que no termino nunca. Solo deciros que me gusta mucho este libro. No me cansaría nunca de leer sus máximas...

 


jueves, 5 de febrero de 2015

"Llamarse Andana"




Hoy he aprendido una expresión "tan vieja como la tos", cómo se suele decir. Pero la verdad es que yo no la conocía. Me estoy refiriendo a la frase "Llamarse andana".

En nuestras conversaciones de desayuno laboral hemos estado hablando de ella a raiz de que una compañera la leyera en un libro de Arturo Pérez Reverte de la saga de Alatriste.

Bueno pues si buscamos en el Diccionario de la Real Academia la palabra andana:

andana1.
(De andar1).
1. f. Orden de algunas cosas puestas en línea. Casa de dos o tres andanas de balcones. Navío con dos andanas de piezas de artillería.
2. f. Estante en cuyas baldas o anaqueles, generalmente metálicos, se colocan los gusanos de seda para criarlos.
3. f. Serie de zarzos horizontales adosados a una pared para el mismo fin.
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andana2.
(De altana).
llamarse alguien ~, o a ~.
1. locs. verbs. coloqs. Desentenderse de lo que es o podría ser un compromiso.

Vemos que en la parte inferior de la definición viene la expresión "Llamarse andana": Desentenderse de un compromiso...

Mis compañeros de desayuno y yo hemos investigado incluso el origen de esta frase, y por lo que hemos leído por aquí y por allá andana vendría de la corrupción de la palabra antana. Y en la antigua lengua de germanía antana era Iglesia. La lengua de germanía era el argot o la jerga utilizada por los pícaros del Siglo de Oro.

Parece ser que por entonces existía la ley eclesiástica de "El derecho de asilo" en los templos. En el siglo XVII los pícaros perseguidos por la Ley se refugiaban en las Iglesias o templos amparándose en este derecho de asilo. Y de ahí nació la frase "Llamarse antana" o "Llamarse andana" con ese significado de esquivar el cumplimiento del castigo o de la obligación.

Vamos que "Llamarse andana" o "Llamarse a andana", lo he visto con la "a" y sin ella, sería lo mismo que "hacerse el sueco" o "hacer oídos sordos"...

Así que permitidme que les dedique esta entrada a mis compañeros. ¡Va por vosotros!