Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

viernes, 19 de abril de 2013

Lectura de mis relatos el 21 de abril 2013



Os recuerdo la cita:

El próximo domingo 21 de abril de 2013 a las 19 horas leeré algunos de mis relatos en una lectura compartida con dos poetas: Mª Antonia Copado y Javier Díaz Gil
Los tres formamos parte además de la Tertulia Literaria "Rascamán". 

Tres formas de entender la literatura, tres miradas, 
que se acompañarán de una cuarta, la de la música de la pianista Carolina Loureiro 
que nos tocará cuatro piezas.
El encuentro será en el Salón de Actos de la ONCE (calle Prim, 3) en Madrid (España).


 Ya.  21 de abril de 2013. 19.00 horas.

Si os apetece allí estaremos.

Os esperamos.

miércoles, 17 de abril de 2013

Los signos de interrogación




Hace poco tiempo he escrito un relato infantil sobre los signos de interrogación.

A raíz de hacerlo me han surgido algunas preguntas sobre ellos. Ya sabéis que no puedo con estas curiosidades que me entran así que no he tenido más remedio que informarme. Os lo voy a contar porque me ha parecido muy interesante. 


¿Por qué se usan signos de interrogación?

Nuestro sistema de puntuación proviene del griego clásico y del latín, y su propósito principal consistía no en ayudar a la comprensión, sino en guiar a quienes leían en voz alta. Las distintas marcas indicaban al lector dónde poner énfasis en las sílabas y dónde hacer una pausa y contener el aliento para mantener la métrica del verso de una poesía.

En latín, una pregunta se indicaba por la palabra questio al final de la oración. La tediosa tarea de escribir a mano un libro se facilitaba por la abreviatura de muchos vocablos; la palabra questio se redujo a QO. Como QO podía confundirse con otras abreviaturas, los escribas comenzaron a colocar la Q sobre la pronto la O. Muy pronto la Q se convirtió en un garabato y la O en un punto.

Curioso ¿Verdad?

Para el siglo IX d.C., punctus interrogativus era una de las marcas usadas para ayudar a interpretar los cantos gregorianos en abadías y monasterios. Ese signo se parecía a nuestro moderno signo de interrogación, aunque se curvaba un poco a la derecha; indicaba una pausa y una inflexión ascendente de la voz.

El desarrollo de la imprenta en el siglo XV creó la necesidad de contar con una puntuación estándar. En 1566, Aldo Manuzio publicó el primer libro de normas de puntuación. Su Orlhographiae Ratio (Sistema de ortografía) incluía el punto, la coma, los dos puntos, el punto y coma y el signo de interrogación. Para 1660, escritores e impresores ya usaban el signo de exclamación, las comillas y el guión. Estos símbolos se adoptaron en toda Europa, sobre todo como guía para la declamación.

Como resultado de la imprenta, se difundió la práctica de la lectura en silencio, por lo que los signos de puntuación adquirieron relevancia para precisar el significado de los pasajes impresos. En muchos idiomas los signos de puntuación sirven para dar fuerza y expresividad a la sintaxis de la lengua escrita.




martes, 16 de abril de 2013

"La lengua madre" de Millás, con Juan Diego



El domingo pasado estuve en el teatro. La verdad es que este fin de semana ha sido completo en obras teatrales, el sábado "Lastres" y el domingo en Getafe estuve viendo "La lengua madre". Sí, me gusta mucho, ya se ve ¿no?

En esta ocasión el actor era Juan Diego. Qué bueno es, qué bien lo hace. Y qué bueno el texto de Millás sobre el que iba la obra. Se trata de un monólogo sobre el mundo de las palabras.

Yo la verdad es que ya conocía muchos pasajes de este monólogo porque coincidían con lo que contó el autor en una conferencia en la Biblioteca Nacional a la que asistí en noviembre del año 2009. Me gusta mucho. Es tan ocurrente...

Os copio el vínculo de la entrada que hice entonces de la conferencia, por si queréis echarle un vistazo, es bastante completa porque tomé muchas notas:


En esta ocasión Millás ha actualizado el texto de entonces, y hace bastantes referencias al momento de crisis que estamos viviendo. Comienza haciendo una alusión al término "Crecimiento negativo" con el que quiere hablar de cómo la literatura puede disfrazar a veces el contenido de la información. Esos términos huecos, en ocasiones fruto de una antítesis, que no tienen ningún sentido a poco que quieras discernirlos.

Y a partir de ese arranque va saltando de un tema a otro, de un tema a otro, pero siempre girando en torno al mundo curioso de las palabras, sobre todo desde los ojos de un niño que descubre algunas palabras. Os copio aquí de aquella entrada que os comentaba un párrafo que repitió en esta ocasión y con el que nos reímos un montón de una confusión cuando se pasa lista en el colegio:

...De ahí pasó Millás a contar su primer día de colegio. Observó que cuando se pasaba lista en clase los niños cuando se les nombraba decían “Vicente”. Al principio le extrañó pero luego rápido encontró la justificación, puesto que el director del colegio se llamaba Vicente. Entonces siempre que le nombraban a él, decía “Vicente”. Y era curioso porque aunque todos los demás niños decían “Presente”, Millás niño entendía perfectamente “Vicente” y cuando le nombraban a él todos entendían que él decía “Presente”, aunque en realidad decía “Vicente”. El problema empezó cuando cambiaron al Director y en vez de llamarse Vicente se llamó Federico. Millas niño empezó a enfermar de nervios viendo que todos los demás niños cuando se pasaba lista seguían diciendo “Vicente” en vez de Federico y a la vez deseaba que llegaran ya a la M porque él sí que lo iba a decir bien. Así que en cuánto dijeron “Millas, Juan José”, él gritó a pleno pulmón “Federico”. Cuando todos rápidamente se volvieron a mirarle ya vió que algo no iba a bien. Pero cuando se dio cuenta de lo que en realidad pasaba, también pensó que cómo iba él a dar su justificación… esa justificación de la confusión con los nombres de los Directores... Así que optó por el mutismo. Del colegio llamaron a casa y hablaron con su madre, a la que oyó decir por teléfono que “le observaría…”

En esta ocasión, como en aquella, habló del género de algunos sustantivos que no le concordaban con sus sustantivos, habló de términos como "abotargamiento" que le traía por la calle de la amargura. Habló de "amorfo" que le llevó de la personalidad de las personas a la "mesalidad" de las mesas, la "sillalidad" de las sillas... Habló de esas frases hechas que tanto me gustan a mí y que de niño le hacían sentirse dentro de una familia especial, como "en esta casa somos muy cafeteros" o "los negros llevan el ritmo en la sangre" o "por la tarde hay que ponerse una rebequita y de noche echarse una manta"...
 
En fin... que no os puedo contar palabra por palabra cuánto dijo, pero de verdad que estuvo fenomenal. Es tan curioso todo lo que decía, tan bien hilvanado, tan ocurrente, tan gracioso... Te hacía pensar pero con un ingenio tal que daba gusto. Me gustó mucho.
 
Y al final fue emotivo porque todo el mundo se puso de pie a aplaudir a Juan Diego que se le escapaban las lágrimas...
 
Muy bien, la verdad.
 

lunes, 15 de abril de 2013

"La mujer que arañaba las paredes" de Jussi Adler-Olsen



Vamos a darle un impulso al comentario de los últimos libros leídos, que ya van haciendo fila otra vez.

Hoy quería hablaros de "La mujer que arañaba las paredes" de Jussi Adler Olsen. Cómo me ha gustado esta novela negra. Me ha tenido atrapada desde el principio y no veía el momento de dejarla, y eso que era un poco fuerte en algunas ocasiones.

Se desarrolla en Dinamarca donde el policía Carl Mørck está atravesando una época muy mala. Tras ser sorprendido por el ataque de un asesino, un compañero suyo resulta muerto y otro gravemente herido. Su sentimiento de culpabilidad aumenta cuando tanto su jefe como la prensa dudan de su actuación. Es entonces, relegado a un nuevo departamento que se va a dedicar a casos no resueltos: El Departamento Q. Y le asignan un nuevo compañero Hafez-el-Assad, un tipo bastante peculiar pero muy despierto que esconde algún secreto. El caso con el que tienen que comenzar es el de Merete Lynggaard, una mujer desaparecida hace cinco años...

 He leído por internet que este libro ha recibido el Premio Glass Key a la mejor novela policíaca de 2010. Y no me extraña porque cómo os decía es muy entretenida y original. 

La pareja protagonista como detectives son una pareja curiosa, pero bastante eficaces. Y la desaparición de la que se ocupan es ciertamente original en su argumento, pues narran una tortura que te tiene ahí completamente absorta, completamente pillada con ese cautiverio. Yo no sabía de este tipo de tortura, es tremenda.
 Está narrada la historia en tercera persona y los personajes están muy bien caracterizados. Además tiene un ritmo muy ágil, van apareciendo las pistas y no quedan cabos sin atar. Y además me gustó mucho el final, con un toque conmovedor.

No había leído nada de este autor pero me ha gustado bastante. Escritor danés, Jussi Adler-Olsen es conocido por su versatilidad en el mundo de la cultura -siendo periodista, sociólogo y director de cine- y tuvo gran éxito con su primera novela La casa del Alfabeto, libro que fue llevada al cine.



Bueno resumiendo: Si os gusta la novela de misterio, la novela negra, os recomiendo esta novela porque aunque es un poco salvaje es bastante entretenida, es emocionante y yo creo que, como yo, os quedareis con ganas de leer los siguientes casos del Departamento Q.



domingo, 14 de abril de 2013

"Lastres" en el Teatro Bellas Artes



El viernes pasado, el día 12 estuve en el teatro: "Lastres" en el Teatro Bellas Artes.

Qué divertida. Cómo me reí. Y es un humor, a veces, bastante simple que hasta yo misma me sorprendía de que me estuviera haciendo tanta gracia, la verdad. Pero me reí mucho.

Es la tercera obra que veo, escrita por Jorge Roelas. De las dos anteriores ya he hablado en el blog. Y no es la más me ha gustado. Pero sí la más divertida. El argumento me gustó mucho más "100 metros cuadrados", con María Luisa Merlo y Miriam Díaz Aroca:(http://www.rociodiazgomez.blogspot.com.es/2011/02/100-metros-cuadrados-en-el-teatro-lara.html). También ví "Verano" con Ana Marzoa, Lidia Navarro y Ruth Gabriel, que por ahora es la que menos me ha gustado: http://www.rociodiazgomez.blogspot.com.es/2012/07/verano-en-el-teatro-fernan-gomez.html

Pero después de haber visto las tres obras, creo que cuando vea que estrenan otra obra escrita por Jorge Roelas, la querré ver, porque me gusta cómo escribe.

En este caso las actrices protagonistas son Anabel Alonso(Concha), Ana Fernández (Lucía) y Marta Berenguer (Carmen). Las dos primeras me gustan bastante. Y en este caso no me han defraudado para nada. Anabel Alonso más en su vis cómica. Y Ana Fernández me ha demostrado que puede ser bastante creíble tanto haciendo un papel serio como uno más risueño, como en ésta ocasión. Me gusta mucho esta actriz desde que la vi en "Solas".

El argumento es el de tres amigas de siempre, que se reencuentran tras siete años (y dos meses), sin verse… Y no lo han hecho por un hecho concreto que marcó su ruptura, o eso, al menos, es lo que ellas creen. Una de ellas decide juntar de nuevo a las que, durante muchos años, formaron parte de su vida diariamente, desde la adolescencia. 

El título me gusta mucho: Lastres. Tanto por esos lastres de la vida con los que cargamos, que pesan, que permanecen... Cómo por ese juego de palabras de "las tres" por las tres protagonistas. Está muy bien esa doble vertiente de la palabra.

Y  hay un momento en la obra que tengo que señalar, porque es con el que más me reía, cuando bailan al son de la música de Rafaela Carrá. Qué graciosas. Qué bueno...

Ah y en cuánto al Teatro Bellas Artes. Sigo opinando que las butacas no me gustan demasiado, y es estrecho. Y desde luego si te va a tocar un poco detrás, es preferible coger las localidades en el anfiteatro. Muchísimo mejor, porque es un teatro muy estrecho y con mucho fondo. Así que arriba en las primeras filas, se ve muy bien. 

En fin, que lo pasé muy bien con "Lastres". No es ninguna obra sesuda. Ya he dicho que es una comedia, un pelín ácida y con un humor un poco tontorrón, simplón, en mi opinión, pero que te hace reír.


viernes, 12 de abril de 2013

Lectura de Aureliano Cañadas y el Mercado de San Fernando. Propuestas para el fin de semana




 
Es viernes y se presenta un fin de semana, parece ser sin lluvias.

Así que os voy a proponer un par de salidas por si os apetecen.

Si queréis algo de poesía en vuestras vidas, os recuerdo que esta tarde Viernes 12 de abril, el poeta y compañero mío de letras Aureliano Cañadas hace un recital. A mí me gustan mucho sus versos. La poesía de Aureliano es ya una poesía madura, honda, elaborada donde se nota el trabajo de orfebrería del poeta, pero sin embargo tan universal que a cualquiera le puede llegar.

Aureliano presentará en la Galería Dionis Bennassar, de Madrid, a las 19.30 el libro "Diamantinamente". Este libro ha sido galardonado con el XVII premio de poesía María del Villar. La presentación correrá a cargo de Alma Pagès, filóloga, poeta y narradora.
El acto estará dedicado a la memoria de su hermano. El pintor, recientemente fallecido, Luis Cañadas. Habrá en la sala alguno de sus cuadros y se leerá también alguno de sus relatos.







Y en otro orden de cosas, también os recomiendo una visita al Mercado de San Fernando.

Ya hablamos en otra entrada del blog de este mercado a propósito de una tienda de libros de segunda mano al peso. http://rociodiazgomez.blogspot.com.es/2013/03/la-casqueria-un-puesto-de-libros-en-el.html
La casquería, una tienda muy curiosa, un puesto rehabilitado de este mercado.

Bueno pues al igual que La Casquería, en este mercado del barrio de Lavapiés, en la calle Embajadores núm. 41, se están rehabilitando muchos otros puestos (ya veis las fotografías) de forma muy interesante. Podéis pasaros un domingo por la mañana, como hice yo, y encontrar muchas curiosidades.
Se trata de un grupo de jóvenes emprendedores que se ha propuesto recuperar este mercado de abastos de Lavapiés, que estaba muy abandonado. 
Hay muchos puestos de productos artesanales y ecológicos.
Y tiene un aire muy alegre, muy moderno, muy cercano.

Os cuento para que os hagais una idea algunos de estos nuevos puestos:

LA CASQUERÍA DE LIBROS – Libros al peso.  LA SIEMPRE LLENA – Vinos a granel y aceite. EXARCIA – Comida griega. LA BUENA PINTA – Cervezas artesanales. KOMOENCASA – Comida para llevar. LO MEJOR DE MI TIERRA – Productos extremeños y gallegos. LA FRUSLERÍA – Artesanía y regalos. MANIOBRAS RECICLANTES – Artesanía y regalos. LA REPERA- Frutería ecológica. LOS PANCHITOS DE ENFRENTE – Quesos y conservas. LA PISTOLA – Despacho de pan ...















•Horario: L-V, de 9 a 21h; S, de 9 a 17h; D, de 11 a 17h

•Dirección: Embajadores,41

•Metro: Lavapiés

 

jueves, 11 de abril de 2013

Residencia de señoritas María de Maeztu



El otro día dedicábamos una entrada a la Institución Libre de Enseñanza, y hoy se la quería dedicar a la Residencia de Señoritas que existió en Madrid desde su creación en 1915 hasta el principio de la Guerra Civil. En la esquina de la calle Miguel Angel con la calle General Martínez Campos está el edificio donde estuvo su sede: Si pasamos por ahí y nos fijamos podemos ver la placa en la esquina.

El grupo femenino de la Residencia de Estudiantes, se llamó Residencia de Señoritas, porque entonces la palabra "señorita" era un término de cortesía aplicado a la mujer soltera que ya hoy no se utiliza mucho. Fue creado por la Junta de Ampliación de Estudios para facilitar el acceso de las españolas a los estudios medios y universitarios y crear unas señoritas cultivadas. 

Era una idea muy innovadora. Era una apertura total para las mujeres de clase media. Aprovechando el traslado de la Residencia de Estudiantes a lo que se llamaba entonces los Altos del Hipódromo, la Residencia de Señoritas ocupó inicialmente los hotelitos de la calle Fortuny que habían cobijado a los estudiantes varones antes de su traslado a los edificios de la calle Pinar. Y para conducir la Residencia se eligió a María de Maeztu, un espíritu reformista.

María de Maeztu Whitney (1881-1948) que según palabras propias del año 1925: "Soy feminista. Me avergonzaría de no serlo porque creo que toda mujer que piensa debe sentir el deseo de colaborar como persona en la obra total de la cultura". Pertenecía a la Institución Libre de Enseñanza y fue alumna de Miguel de Unamuno y José Ortega y Gasset.

Era rubia, menuda, nerviosa, y dicen que se expresaban con tan locuacidad que a veces era imposible seguirla. Dicen también que vestía de cualquier manera, sin ninguna coquetería, siempre con un abrigo y un sombrerito en la nuca al que Lorca le dedicó con mucho cariño pues eran muy amigos una copla.

R

  Aquí se albergaban mujeres mayores de 16 años que pudieran hacer estudios universitarios o no. En la Residencia de Estudiantes sí que eran universitarios. Pero aquí se admitian a mujeres que quisieran ingresar en Facultades Universitarias, en la Escuela Superior de Magisterio, en el Conservatorio Nacional de Música, en la Escuela Normal, en la Escuela del Hogar o en otros estudios. Y otra diferencia con la Residencia de Estudiantes es que en este caso la mayoría de las mujeres procedían de clases medias, mientras que los varones procedían de familias más acomodadas.

 María de Maeztu además tutorizaba todos estos estudios, enviando cartas a los padres donde se informaba del rendimiento de las alumnas. Porque, claro, en aquellos tiempos que la mujer saliera de casa para alojarse en una institución no era muy normal, y entonces había que extremar la moralidad (el catolicismo más radical estaba en contra de este proyecto tan moderno y reformista) y por eso se controlaban estrictamente las salidas y entradas de las alumnas.

Además se les exigía a las alumnas un aprovechamiento en los estudios.

Las residentas estaban en contacto con profesores, escritores, artistas nacionales y extranjeros, que daban conferencias, realizándose toda clase de intercambios culturales, en tertulias, lecturas comentadas, representaciones, conciertos, visitas a museos, excursiones a ciudades y pueblos. La Residencia de Señoritas tuvo gran significación para la cultura femenina española. María de Maeztu, con su prestigio personal y cultural, mantenía el espíritu de la Residencia, en un ambiente grato y atractivo para las universitarias y los visitantes vinculados y residentes, como Marie Curie. Asiduos contertulios fueron Ortega y Gasset, Pérez de Ayala, Eugenio Montes, Menéndez Pidal, Marañón, Juan Ramón, Azorín, Pancho Cossío, Jorge Zalamea, Pedro Salinas, Vicente Huidobro, F. García Lorca...



La Residencia de Señoritas estaba prácticamente vacía cuando se inició la Guerra Civil en 1936 debido al parón vacacional. El estallido de la guerra civil sorprendió a su directora en Francia en unas vacaciones que abandonó para regresar a su puesto y, temporalmente, también al del International Institute en tanto que tomaba las riendas de la institución americana su secretaria Mary Sweeny que, como la mayoría, disfrutaba por esos días del periodo estival. Con el fin de conseguir cierta seguridad para las alumnas y el personal que trabajaba en la institución americana así como para proteger a su propio personal y alumnado, enarboló en el edificio de Miguel Ángel 8 la bandera estadounidense, consiguiendo de este modo el amparo diplomático.

 Maeztu, que había dimitido como directora de la Residencia de Señoritas el 26 de septiembre, abandonó el país camino de Argentina.

La Residencia de Señoritas quedó desde este momento en una situación inestable y cambiante. Sus edificios se utilizaron como hospital de reposo, alojamiento para niños tuberculosos y huérfanas del Ministerio de Hacienda, como enfermería y laboratorio de farmacia, como escuela de capacitación de las Juventudes Socialistas Unidas, como alberge de familias sin hogar, como sede del Batallón antigás y, finalmente, como escuela de puericultura.

Al finalizar la guerra la Residencia de Señoritas se convierte en Colegio Mayor Santa Teresa de Cepeda bajo la dirección de Matilde Marquina, inicio de una etapa pedagógica que, al pesar de aquellas antiguas alumnas de la institución que regresaron tras la guerra (Eulalia Lapresta, entre ellas), ya nada tendría que ver con la predecesora. Sin embargo, esta presencia resultó decisiva para la conservación del legado de María de Maeztu y del archivo de la Residencia de Señoritas, que Lapresta ocultó en un baúl que finalmente fue olvidado en los sótanos del edificio Arniches cuando el colegio mayor se trasladó a la ciudad universitaria. Allí lo encontró Alicia Moreno, alumna de Vicente Caho Viu y, desde entonces, el archivo propiedad de la Universidad Complutense se conserva al cuidado de la Fundación Ortega y Gasset que ocupa sus dependencias desde finales de los años ochenta.