Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

viernes, 27 de julio de 2012

La locomotora de Praga - Eduardo Galeano - Hoy día de Olimpiadas...





Hoy día de Olimpiadas, dejadme que os copie este fragmento del día de hoy del último libro de Eduardo Galeano. Ya os he comentado que tiene un relatito para cada día, y que me gusta mucho. Bueno pues es de hoy, muy apropiado...

Julio
27


La locomotora de Praga


Hoy culminaron, en Helsinki, las Olimpiadas de 1952.
Emil Zatopek, imbatible corredor de fondo, fuerte y veloz como una locomotora, ganó tres medallas de oro.
En su país fue declarado héroe nacional y se le otorgó el grado de coronel del ejército checoslovaco.
Unos años después, en 1968, Zatopek apoyó la insurrección popular y se opuso a la invasión soviética.

Y el que era coronel fue barrendero.


Los hijos de los días
Eduardo Galeano

jueves, 26 de julio de 2012

Con los libros y la imaginación...



Con este calor y este cansancio que va dejando el paso de la semana en nosotros, quizás lo que más nos apetezca es relajarnos viendo fotografías. 

No solo fotografías originales  sino además de libros.

A mí me gustan mucho.

Me las mandó una amiga que sabe cuánto nos gustan al blog y a mí estas cosas: http://pilupiruletadefresa.blogspot.com/

Ya de paso os invito a visitarla.

Y mirad, mirad que fotos tan curiosas...













miércoles, 25 de julio de 2012

Paloma Sánchez presenta su poemario "Atleta que mira el paisaje"



Quería hablaros del recital de poesía y música dónde estuve el domingo pasado, día 21 de julio en la Madrilera, en el barrio de Malasaña de Madrid.

Paloma Sánchez, poeta y compañera de nuestra tertulia Rascamán, presentaba de nuevo su poemario "Atleta que mira el paisaje". Como la vez anterior se trató de un recital a tres voces, pues estaba acompañada en la palabra por la actriz Verónica Gil y por el poeta y coordinador de nuestra tertulia,  Javier Díaz Gil, compañía de lujo para la poeta.

 En la música estuvieron Álvaro Sánchez, Alfonso San Miguel e Ignacio San Miguel.

Como siempre, pudimos disfrutar de un espectáculo entretenido y ameno. La palabra se apoya sobre la música, y viceversa, no solo acoplándose, sino creciendo el de forma muy grata con la fusión.

Paloma Sánchez, reinterpreta su poesía con esa forma de recitar suya, tan peculiar, pausada y rítmica al mismo tiempo. Se deja llevar por ella con la voz y con el cuerpo, logrando transmitir inmediatamente con su público cuánto tienen sus versos de sentimental y reflexivo.

Y los músicos cuánto me gustan. Comenzaron tocando con sus guitarras y cantando una canción compuesta por ellos mismos, para continuar con otras tres de otros que reconocías inmediatamente asintiendo con la cabeza, y terminabas musitando con los pies y en voz baja. Finalizaron con una versión de "Over  the rainbow" que a mí, particularmente, me gusta mucho. Ignacio San Miguel nos dejó con la canción de Sabina dedicada a Chavela Vargas.

La Madrilera es un pequeño teatro en Malasaña donde por segunda vez hemos podido disfrutar de este recital de poesía y música que no te deja indiferente. Apenas dura una hora que se te pasa volando. Os recomiendo que la próxima vez que lo hagan no dejéis de acercaros, porque lo disfrutareis.

Os dejo con algunas fotos, las luces rojas no ayudaban nada la verdad a la fotografía. Y con algunos vídeos de la representación, para que podáis haceros una idea. No es lo mismo que estar allí, pero bueno... menos es nada.


























lunes, 23 de julio de 2012

La librería ambulante de Christopher Morley




Que nos llamen hombres no nos convierte en hombres. Ninguna criatura sobre la faz de la tierra tiene derecho a creerse un ser humano a menos que esté en posesión de un buen libro. (pag. 63)


Ayer me terminé de leer el libro "La librería ambulante" de Christopher Morley. Un libro que habla del amor a los libros.

Un libro ligero, corto, que se lee en un suspiro, pero simpático, mientras lo lees tienes una sonrisa en la cara al descubir las aventuras que viven esos personajes tan peculiares. Aunque, al mismo tiempo se trata de una historia profunda donde te encuentras con frases como esa que encabeza esta entrada.

Su tema: El amor a los libros, a la naturaleza, al placer y la importancia de las cosas sencillas.

Está contado en primera persona, lo cuenta uno de los personajes: Helen McGill, una granjera soltera en torno a los cuarenta años (los cuarenta años de principios del siglo XX en los EEUU rurales, no los de ahora) que vive en el mundo rural de los Estados Unidos de principios del siglo pasado.

Pero vamos al argumento de esta singular novela, que parece un cuento:

La protagonista y narradora de la historia, Helen McGill, es una soltera cuarentona, que fue institutriz y ahora es granjera. Vive junto a su hermano Andrew (otro granjero que se ha convertido en escritor famoso y solo vive para escribir) y durante años no ha hecho otra cosa que ocuparse de la granja, cocinar, cuidar de los animales y de su hermano. Hasta que un buen día llega a la granja un personaje curioso, el señor Mifflin que va conduciendo un carricoche tirado por un viejo caballo Peg. El carricoche es una librería ambulante bautizada como El Parnaso y le acompaña Bock, un perro muy juguetón. Esa comitiva con el señor Mifflin al frente recorre el país, de pueblo en pueblo, vendiendo libros, tratando de convencer a los habitantes de cada casa de las ventajas de tener el hábito lector. 

El señor Mifflin ha oído hablar de Andrew y de su voracidad lectora y pretende venderle la librería con todo su contenido en libros y con el perro y el caballo, para dedicarse a escribir un libro. Helen entonces
piensa en adquirirla antes de que la vea su hermano y la compre él, dejándola sola y abandonada en la granja. Y en unos minutos se gasta todo el dinero ahorrado a lo largo de su vida en la librería ambulante y se va con el Sr. Mifflin a emprender una nueva vida. Pero las cosas no son tan fáciles como parecen y comienzan los problemas.

Los personajes pues ya los veis: Personajes caricaturescos. Una granjera regordeta, un vendedor de libros estrafalario, dicharachero, bravucón con pinta de enano saltarín y el granjero, hermano de la primera. Personajes principales que se van alternando con otros secundarios que van encontrando en el camino y con los que van viviendo mil y una aventuras.

Toda la historia tiene un ritmo tranquilo, pausado, escrito con un lenguaje sencillo pero con referencias a los clásicos de la literatura. Está escrito en un tono humorístico y fresco, pero salpicado de las sentencias filosóficas, profundas y maravillosas sobre libros que va diciendo el Señor Mifflin:

"La última vez (un cliente) quería algo de Shakespeare pero no se lo di porque no lo vi preparado para leerlo"

"Un buen libro debe ser simple. Y como Eva, debe provenir de algún lugar entre la segunda y la tercera costilla: debe haber un corazón latiendo en su interior".

La historia se desarrolla en apenas cuatro días, y está ambientada en el mundo rural de EEUU, el señor Mifflin quiere llegar al tren que le ha de llevar a Brooklyn, y van pasando por los bosques cercanos a Long Island.

 
 
 
Christopher Morley (1890-1957) nació en Haverford, Pensilvania. Fue periodista, novelista, ensayista y poeta estadounidense. También produjo obras de teatro durante algunos años.


Estudió en Harverford College, donde su padre trabajaba como profesor de matemáticas. Posteriormente, se matricularía en la universidad inglesa de Oxford para estudiar historia moderna durante tres años. En 1913, de vuelta en Estados Unidos, se instaló en Nueva York y comenzó a trabajar en la editorial Doubleday. Pocos años después se convertiría, recorriendo Estados Unidos como columnista y reportero, en uno de los periodistas más prestigiosos de su época. Su primera novela, La librería ambulante, fue publicada en 1917, y se considera un clásico.

sábado, 21 de julio de 2012

"Atleta que mira el paisaje" Teatro, poesía y música en un solo espectáculo




Presentación del poemario "Atleta que mira el paisaje" de Paloma Sánchez
La cita es el domingo 22 de julio de 2012, a las 20:30 hr.

¿Dónde?

Teatro la Madrilera,
c/ Don Felipe, 9 de Madrid (España)
(metro Tribunal y Noviciado), 
Entrada: 4 euros.
 

La poeta madrileña Paloma Sánchez vuelve a representar su último poemario "Atleta que mira el paisaje".

Lectura de un poemario a tres voces en La Madrilera. Poesía, teatro y música.

En la palabra estarán Paloma Sánchez, la actriz Violeta Gil y Javier Díaz Gil.

En la música, Álvaro Sánchez, Alfonso San Miguel, Ignacio San Miguel y un Coro de Godspel.

Pues que habrá que ir... ¿Nooo?


jueves, 19 de julio de 2012

Escritores funcionarios




"En lo que a España se refiere, la saga de los funcionarios escritores es extensa y plural. De Cervantes se puede recordar su condición de funcionario de abastos y recaudador de impuestos, cuando no la de soldado. Pues también es interminable la serie de funcionarios militares, soldados poetas como lo fueran Jorge Manrique y Garcilaso, Lope o Calderón, Cadalso o Ros de Olano. Limitándose a algunos de los más próximos, puede evocarse a Muñoz Seca cuya "Venganza de Don Mendo" fue escrita desde su confortable plaza de funcionario en la Comisaría General de Seguros. Asimismo la interesante obra de Gabriel Miró fue surgiendo entre los destinos entre la Diputación de Alicante o Barcelona. Por su parte la larga carrera de literaria de García Hortelano corre paralela a una no menos larga carrera administrativa en el Ministerio de Obras Públicas. Fue en este Ministerio donde también trabajó con Juan Benet, y allí fue donde trató de exortizar la amenaza del Nunca llegarás a nada. Miguel Delibes recibe el premio Cervantes tras largos años de escritura aderezada con clases en la escuela de peritos mercantiles. Años antes, Alonso Alcalde había recibido el Lope de Vega perteneciendo al cuerpo jurídico militar. Los novelistas Luis Mateo Díez y José María Merino, antes de llegar al Olimpo de la Real Academia, trabajaron como funcionarios en el Ayuntamiento de Madrid y en el Ministerio de Educación respectivamente. ..."

El funcionario poeta
CARLOS EYMAR
Edit. Forcola
Madrid 2009
.
,

miércoles, 18 de julio de 2012

Placas de escritores a lo largo de la Gran Vía



Hace mucho tiempo que no nos fijamos en las placas de los escritores con las que vamos tropezando al pasear por Madrid. 

Tenemos cuatro entradas en este blog de las otras veces que hemos hablado de este tema. Os dejo el vínculo por si queréis repasarlas:

Hoy nos vamos a parar en algunos puntos de la Gran Vía.

A la altura del Círculo de Bellas Artes, en la acera de enfrente, tenemos la Iglesia de San José donde fue ordenado sacerdote D. Félix Lope de Vega. Esta Iglesia se salvó de puro milagro del derrumbamiento cuando contruyeron la Gran Vía. En la casa que estaba justo al lado fue donde Alfonso XII clavó la piqueta en 1910 del comienzo de las obras.

La Virgen que se ve en la fachada es la Virgen del Carmen.







Un poco más adelante de la Gran Vía, camino de la Puerta del Sol, nos encontramos otra placa que nos habla del "Café de Fornos" lugar de tertulias de intelectuales, políticos y toreros. Dicen que por allí pasó hasta la famosa Mata-Hari.

Y aunque aún no existía la Gran Vía, ni lo derrumbaron para crearlas, éste no sobrevivió.

Antonio Velázquez Zazo en su libro El Madrid del Fornos, escribe en 1945: “Ya se había cerrado el café de Fornos. Se cerró cuando la Exposición de la Infancia, en el Retiro; cuando el homenaje a Ricardo de la Vega, en el Teatro de Apolo, con motivo de la Fiesta del sainete; cuando la inauguración del Puente de la Princesa; cuando llegó el tranvía a la Ciudad Lineal…” “Se cerró Fornos cuando se quemó el Teatro de la Zarzuela, (…) y tembló la tierra de Madrid, pués entonces se produjo un terremoto.”

Ahora donde un día estuvo el emblemático Café de Fornos hay un Starbucks, uno de esos cafés que proliferan en las esquinas, donde es bien caro el café y tertulias... tertulias... al nivel de su antecesor me temo que no hay. Pero bueno... es un café.










En la calle del Clavel de Madrid, semiesquina con la calle de la Reina, también muy cerca de la Gran Vía sobre la fachada de un edificio levantado poco antes de la Guerra Civil, el Ayuntamiento madrileño colocó una placa metálica en la cual se informa de que en aquel lugar vivió Víctor Hugo.

Se trataba del palacio Masserano, lugar donde vivó Víctor Hugo siendo niño, palacio que fue requisado por José Bonaparte en beneficio de su general más querido, Léopold Hugo, al que había hecho Conde de Sigüenza. Más tarde albergó la famosa fonda Geneys, de moda en los años 30 del siglo pasado, y posteriormente fue sede de "El Heraldo de Madrid".

Las obras de Víctor Hugo están llenas de recuerdos de esa España que conoció cuando era un niño.

El Palacio Masserano también cayó con la construcción de la Gran Vía.