Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

viernes, 29 de octubre de 2010

De librerías por Damasco


Para mí las librerías son como un agujero negro del espacio. Entro y ya no se vuelve a saber de mí. A partir de ahí se para el tiempo... Me encanta pasearlas, mirar despacio todos los libros, recrearme, y elegir qué libros me compraría... Siempre son demasiados.

Cuando estoy de viaje me gusta descubrir las librerías que hay por el mundo. Ya os dejé este verano con una muy especial que había visitado en Tavira (Portugal). Pues bien ahora os voy a enseñar algunas de las que hallé por Damasco (Siria).

La foto superior y la inferior a este párrafo son dos librerias que encontré paseando por el barrio cristiano de Damasco. La de arriba, casi pasaba inadvertida en una callecita pequeña. Fijaros cuántos cuentos infantiles tiene a la vista... La de abajo, mitad quiosco, mitad estanco, algo de librería estaba mucho más concurrida, cómo podeis ver.



Pero el gran descubrimiento fue encontrar la de todas las fotos de abajo.

Se trataba de una libreria que estaba dentro de la vieja estación del tren. La foto inmediatamente inferior es una vista de la estación por fuera (es la foto de una foto, claro, si no sería imposible...). Ahora ya no hay tren en Damasco. Pero es increíble la utilidad que le han buscado a un edificio tan bonito. Porque lo era, con esas vidrieras de colores, ese suelo antiguo, esa balaustrada... Tenía por supuesto el encanto de la vieja estación. Además tuvimos la suerte de que un señor que estaba allí nos la enseñó. En las plantas superiores había una exposición de fotos de distintos tipos de trenes que a lo largo de los años habían circulado por Siria. Y de forma muy amable y en un ingles que se entendía perfectamente (supongo que porque era un sirio hablando un ingles medianito, vamos como el de los que le estábamos escuchando...) nos fue haciendo muy amena la visita con sus explicaciones.

Estuvimos dando una vuelta por allí y como veréis a la salida hicimos alguna que otra foto de la locomotora que hay fuera, y del edificio desde la calle. Siento que las fotos no sean mejores, pero con mi cámara, con la poca luz que hay por la noche en las calles de Damasco y ya a cierta distancia para intentar abarcar el edificio entero, no conseguía más nitidez.

Espero que al menos os sirvan para haceros una idea...










No me digais que no era preciosa por dentro...





Nuestro sirio que nos explicaba en inglés...











Esta sombra blanca enorme de la derecha es el coche donde apoyaba la cámara para hacer la foto, que no conseguía por nada del mundo que se sostuviera quieta en el borde... Así que nada tuvo que salir...


jueves, 28 de octubre de 2010

La contorsionista, un poema de Javier Díaz Gil




LA CONTORSIONISTA

Aunque todavía puedo doblar la espalda,
tocar con mis pies la nuca,
me reservo para días de fiesta,
en los que mis hijos presumen
de un pasado de luces blancas.

La reina del equilibrio
y la acrobacia.

Giraban los platos en la punta de mis dedos,
las caras del público eran bocas de asombro.

Para esos días
entreno
cada tarde
mi cuerpo.

Ellos
jamás preguntan
por qué me marché.

© Javier Díaz Gil

 
Ayer en mi tertulia, una compañera le pidió a Javier Díaz Gil, coordinador de tertulias y talleres, poeta, amigo, que volviera a leer este poema que escribió el año pasado. Es cierto que yo lo escuché en su día, cuando lo trajo envuelto en el aroma de los textos recién escritos, esos mismos que desenvolvemos con cuidado y mostramos a nuestros compañeros de los miércoles para que nos den su opinión, sintiéndonos tan vulnerables. Mas adelante volví a escuchárselo en un recital que dimos con motivo del 8 de marzo en la Biblioteca María Moliner también el año pasado.
 
Cada una de esas veces me ha gustado mucho.
 
Y he pensado que os lo tenía que traer, que os lo estábais perdiendo...
 
 
 
Javier Díaz Gil


(Madrid, España 1964) Diplomado en Profesorado de EGB, Licenciado en Geografía e Hª. Premios: • 1995, Accésit I Certamen de Poesía “Miguel Hernández”, A.V.V. ‘Pueblo Unido’, Villaverde Alto (Madrid). • Noviembre 1998, 1er Premio XI Certamen de Poesía E.U. de Magisterio de Guadalajara (Univ. Alcalá de Henares), Pte. del jurado D. LUIS ALBERTO DE CUENCA. • 1999, 2000 y 2001, Premio ‘Ciudad de Getafe’, relato corto, modalidad ‘escritura rápida’. • 2000, 2001 y 2002, Premio ‘Ciudad de Getafe’,Poesía. • Junio 2000, 1º Premio I Certamen “Humberto Tenedor”, para el poemario “HUMO”, convocado por CENTRO DE ESTUDIOS ABARANEROS y Ayto.de Abarán(Murcia). • Julio 2000, 1º Premio “NICOLÁS DEL HIERRO” 2000 al poemario “HALLAZGO DE LA VISIÓN” • Octubre 2008, Seleccionado Premio de Poesía Experimental "Diputación de Badajoz" 2008 • Ha formado parte como jurado de distintos premios de poesía y relato corto. • Ha llevado a cabo lecturas de sus poemas en distintas salas e Instituciones de Madrid, como en el ATENEO DE MADRID. • Participó en los encuentros de poesía iberoamericanos "Poquita Fe" en Santiago de Chile (2006) y en 2007 en el "Festival de Tordesilhas" de Sao Paulo (Brasil)...
 
 
Algunas veces buscamos en libros ajenos textos, poemas, relatos, sin darnos cuenta que ya hay buena literatura muy cerca de nosotros. Cada poco, hay que volver a ella para saborearla de nuevo.


martes, 26 de octubre de 2010

"Impresiones" una exposición en el Metro de Nuevos Ministerios en Madrid


Chaval... ¿Qué no mola Madrid? ¿Qué no mola el metro? Tú flipas, no va a molar... Tú no tienes ni idea, chaval, pero ni idea... Porque en Madrid hay bien de sitios para aprender chavalito, bien de sitios, sitios guays, enrollados, donde se está además bien de calentito, que ya va haciendo una rasca por las mañanas que ni te cuento, y encima, como diría la de Lengua, te culturizas... Que sí chaval, que se dice así... Ah y lo que es mejor: de gratis... ¿Has oído? De gra-tis... Tanto protestar del metro, del metro... Tú que sabrás si no vas nunca, que te tienes que dar un puntito en la boca chaval... Que en el metro uno conoce un puñado de gente, gente guay, a la que no le importa ir un poco apretao, bien de apretao, vamos que ni las anchoas en su lata de apretaos, pero en cambio contentos chaval, muy contentos, porque se está de lujo ahí calentitos y ¡van a trabajar!, ¿tú sabes ahora lo que es eso?, ahora eso es un puntazo y además el metro vuela ¿O eso no lo has oído nunca? Vuela y si no vuela pues te ponen exposiciones, para que no te ralles esperando... Sí lo digo yo ¿Qué pasa?. Porque ayer mismo, estuve viendo una en Nuevos... ¿Cómo que qué Nuevos...? ¿Ves cómo no tienes ni idea? ¡Qué Nuevos va a ser! Pues en Nuevos Ministerios: líneas 6, 8 y 10 y además el Cercanías...  Una expo de cuadros y fotos del metro, bien de alegre, y bien de entretenida... y cortita por si te rallas con tanto cuadro y tanta letra, que te conozco y no estás acostumbrado... "Impresiones" que se llamaba, que sí, que me lo apunté chaval, ya sabía yo con que me ibas a salir con que cómo se llamaba... Con tal de pillarme en un renuncio, que lo sé... Pues fíjate por dónde que me lo apunté, y se llama "Impresiones", "Impresiones" se llama y para que lo sepas está hasta el 31 de octubre. ¿Ves listo? ¿Ves cómo a veces hasta yo me culturizo? Porque a las pibitas chaval les gustan los tíos que ven expos y esas cosas serias, que tienes tú todavía mucho que aprender... ¡Hala vente! Quedamos en Nuevos, pues esta tarde mismo, ¿no te he dicho que termina el 31?, te apuntas el nombre de dos o tres cuadros de esos y luego te tiras el rollo con la Vane, que ya verás, ya verás, como flipa contigo, flipa y luego... bueno tú ya sabes... que es un pibón la Vane, que lo sabemos todos, ¿Y por un pibón así tú no vas a ser capaz de estar cinco minutos en una expo...? Piensa chaval, piensa...



domingo, 24 de octubre de 2010

Viviendo la Lectura de Aureliano Cañadas en el Círculo de Bellas Artes el miércoles 20 de octubre


El miércoles fue la presentación del libro "Contra Domene" de Aureliano Cañadas.
Allí estuvimos. En ese lugar tan especial que es el Círculo de Bellas Artes disfrutando de los versos  y la buena compañía un miércoles cualquiera. Un lujo de miércoles.

 De izquierda a derecha: Alfredo Piquer, Aureliano Cañadas, Fernando Domenech y Jose María Herranz.

La presentacion corrió a cargo de Alfredo Piquer, el coordinador de la tertulia de poesía que hay en el Círculo, que habló de la trayectoria poética de Aureliano. Después habló Fernando Domenech, profesor de la Real Escuela de Arte Dramático y amigo de Aureliano, que hizo una presentación muy amena y de la que ya os había hablado en la que enlazaba la guerra con un niño de meses llamado Aureliano. Aquí os dejo con el vídeo para que podáis disfrutarla vosotros mismos.



Después Jose María Herranz, poeta, del que ya también os he hablado en este blog, compañero de Aureliano de la tertulia del Círculo y con frecuencia de nosotros en el Ruiz,  con el buen hacer que le caracteriza hizo también una presentación exhaustiva y elaborada de este libro.

Fue una lectura muy agradable. Tanto la parte de las presentaciones como ya  en sí la lectura de poemas por parte de Aureliano. Incluso yo diría que hasta se me hizo corta. Los poemas de Aureliano son sencillos, íntimos, evocadores, cargados de profundidad pero revestidos de una aparente normalidad que no lo es tanto, pero que sin embargo invita a escucharlos.

Os dejo el vídeo del poema "Soplando vidrio" con el que comenzó:




Este es el poema "Dicen que la tristeza tiene dueño":



Jose María le pidió a Aureliano que cerrara la lectura con un poema que no había leído del libro y que a él le gusta mucho. Es este:



Bueno, pues creo que con estas fotos y estos vídeos os podeís hacer una idea de lo que fue la lectura.  Aunque la luz no era muy buena y los vídeos están un poco cogidos por los pelos y se me escapa a veces la primera palabra. Pero una cierta idea sí que pueden dar de la velada. Por supuesto nunca es como estar. La voz nerviosa de Aureliano, la calidez de un público vivo que habla, que se mueve, que escucha, que aplude. Las palabras del poema en voz alta que te transportan y te llevan lejos de la rutina de un miércoles cualquiera... Las risas y los comentarios de mi vecino de silla.  Las bromas. La compañía. La admiración por el trabajo bien hecho. El placer de compartir. Todo eso hace que uno sienta agradecimiento por todo aquello, por todos aquellos que enriquecen la vida propia. Y eso sentía yo de camino a casa. Eso me llevaba. Pero qué dificil es contarlo.



viernes, 22 de octubre de 2010

Irse a la "Conchinchina..." ¿O Cochinchina?




Toda la vida yo he oído la expresión "Irse a la Conchinchina". Con "n" en la primera sílaba. ¿Y vosotros? Y siempre con el significado de algo muy, muy lejano. ¿Pero existe la Conchinchina?

Desde luego si vamos al diccionario de la Real Academia Española no viene. Ni Conchinchina ni Cochinchina.

Pero parece que sí existe. Aunque sin la "n". Existe la Cochinchina.

Aquí os dejo con dos artículos que hablan de ello. Uno en la página de internet Muy Interesante y otro en la Fundeu (Fundación del Español Urgente de la Agencia EFE). Y que coinciden. La explicación de la Fundeu es muy curiosa y explicativa. Ya vereis. Debajo os copio el vínculo por si queréis leerlo allí, pues en el segundo caso el artículo continúa.

¿Existe la Conchinchina?

La Conchinchina era el lugar, nunca supimos si real o imaginario, al que nuestras madres se referían cuando querían hablar de algo que estaba realmente lejos: “He tenido que ir hasta la Conchinchina”.

Pues bien, existe una región al sur del actual Vietnam que se llama así; el nombre procede del francés Cochinchine, sin ene en la primera sílaba. El exotismo de la palabra, unido a la lejanía del país, acabó por identificarla como sinónimo de lugar remoto.

01 Eso está en la Cochinchina


(Dícese de un lugar para reflejar que es muy lejano y desconocido)
Uno se puede ir de viaje lejos. Luego puede irse de viaje más lejos aún. Pero solo cuando se ha ido a la Cochinchina el interlocutor entenderá que está realmente en un sitio tan raro y lejano como para no seguir preguntando más. El término hizo fortuna a partir de 1887, cuando Francia se anexionó el sur de Vietnam, una aventura militar en la que —pocos lo recuerdan— España aportó tropas durante al menos cinco años. Los franceses llamaron a aquella región, ocupada por el delta del río Mekong, la Cochinchine (sin que nadie sepa en qué momento la tradicional dificultad de los españoles para los idiomas le añadiera una n de más: está muy extendido llamarla Conchinchina).

Hoy la Cochinchina ya no está tan lejos; de hecho, Vietnam se ha convertido en uno de los destinos más solicitados del sureste asiático y el turismo representa ya el 13,1 % del PIB nacional. Buena parte de ese turismo pasa por el delta del Mekong, la antigua Cochinchine francesa, la mayor y más rica llanura aluvial del sureste asiático. Unos 40.000 kilómetros cuadrados (la superficie de Holanda) de fértiles tierras en las que el Mekong transforma todo en vida.

En sus riberas, si es que puede hablarse de tierra firme en un territorio casi acuático, donde la vida de sus habitantes discurre desde su nacimiento hasta su muerte sobre un palmo de agua, y los límites entre lo húmedo y lo seco son tan difusos como los contornos del gran río, hombres y mujeres se agachan y levantan de forma rítmica, casi coreográfica, sobre los arrozales, tocados siempre con el liviano peso de sus non la, los gorros cónicos tradicionales vietnamitas. Por todos lados se ven canales e islotes cubiertos de una vegetación apabullante. Un escenario similar al que rodeaba la escuela de señoritas de Marie Legrand, la madre de Marguerite Duras, en Sa Dec, y que la escritora francesa utilizó como envoltorio de algunas de sus mejores obras, entre ellas El amante.

 
 
Si os parece, y como dice una de mis amigas, otro día hablamos del "quinto pino", que debe estar también bien, pero bien lejos...

jueves, 21 de octubre de 2010

Miguel Hernandez "La sombra vencida" en la Biblioteca Nacional



En el fin de semana he ido a ver la exposición de Miguel Hernandez que hay en la Biblioteca Nacional "La sombra vencida". Es sugerente el título ¿verdad? Pues además me ha gustado mucho.

La exposición nos va mostrando la vida de este poeta, enseñando su obra pero también cómo era él como persona, a través de doscientas piezas, entre manuscritos, cartas, fotografías, cuadros, objetos personales del autor, documentales y  fragmentos de sus poemas escritos en las paredes.

La muestra se divide en cinco secciones que dan cuenta de la infancia y juventud de Miguel Hernández en Orihuela, de sus viajes a Madrid donde conoció y convivió con intelectuales muy importantes de la época de la República, de su labor como corresponsal (sin dejar de ser poeta) en la guerra, de su paso por la carcel y de la censura y homenajes posteriores tras su muerte.

No sé si le habrá ocurrido a las demás personas que han visitado esta exposición, pero yo a medida que la iba viendo iba encariñándome más con este autor. Me gustaba la personalidad que transparentaba de las palabras que decía en sus cartas a los amigos, a Josefina Manresa (primero su novia y luego su mujer), de los cuentos que escríbía para su hijo.


Porque desde luego son muy emotivos los cuatro cuentos que escribió para su hijo en papel higiénico entre julio y diciembre de 1941. Dos fueron artesanalmente confeccionados por un compañero de carcel y enfermería. Los otros dos se muestran por primera vez. Estos relatos son cuatro metáforas de libertad. Impresiona verlos, impresiona pensar que en ese ambiente pudieran crearse.

No voy a contaros su corta vida porque eso es algo que podéis leer en cualquier parte, y de hecho si vais a la exposición os la van contar de nuevo. Pero quería dejaros con algunos de los párrafos que se pueden leer en ella, con algunas de las curiosidades para que os podais hacer una idea.



"Es el caso, querido don Luis, que quiero estudiar y en casa no pueden o no sé, no quieren mantenerme si no trabajo (mi padre dice si no doy "producto", como una máquina o un pedazo de tierra). Yo me ahogo en mi casa. Me dicen que no hago nada. Y yo no respondo que en los 6 meses que no hago "nada" he hecho más que nunca (dar un salto enorme en la poesía, leer muchos libros y preparar uno para dentro de unos días) porque para qué... Ellos no sabrán nunca que leer y hacer versos e inclinarse sobre la tierra o sobre las cabras, son la misma cosa..."
Carta de Miguel Hernandez a Luis Almarcha
10 de septiembre de 1932

Supongo a la vista de estas palabras, que la inclinación que sentimos algunas personas hacia las palabras, debe ser innata, porque es evidente que en el caso de Miguel Hernandez no había nada en su entorno que le empujara en esa dirección, y ni siquiera le apoyara. La verdad es que emociona su fuerza de voluntad y su claridad en este tema.


Tambien por ejemplo es curioso y emocionaba el menú que le prepararon sus compañeros del Penal con motivo del homenaje que le hicieron el 27 de diciembre de 1940. Lo escribieron en las invitaciones. Aquí os dejo con él:

1. Sopa Sala Once.
2. Intercambio fraterno-microscópico.
3. Ensalada.
4. Empieza el día del azucar: Pastel
5. Pudding
6. Macedonia frutal
7. Café
8 Cigarrillos "plenipotenciarios"



"... si en el caso de Miguel Hernandez se nos hubiera anticipado en aquel momento lo que habría de pasar por él, no lo podríamos haber creído: tan opuesto era, como imagen, ese porvenir funesto a la irradiante naturaleza joven que teníamos ante nosotros."
Juan Gil-Albert
1965


La verdad es que la Biblioteca Nacional siempre que hace alguna exposición sobre una persona en concreto, recuerdo la de Gregorio Marañón del último invierno, lo hace de forma muy exhaustiva y amena. Son garantía de un trabajo bien hecho. Como ha ocurrido en otras ocasiones, también ésta es una exposición muy completa, es un repaso exhaustivo por la vida y la obra de este poeta. Pero también es emotiva y en algunos momentos hasta sobrecoge (recuerdo ahora mismo algunas de las cartas que escribía a Josefina Manresa). A mí me ha gustado mucho. 



"Recordar a Miguel Hernandez que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor"
Pablo Neruda
1960



lunes, 18 de octubre de 2010

"Esperadme en el cielo" de Maruja Torres



La otra noche me terminé “Esperadme en el cielo” de Maruja Torres.

El argumento podríamos resumirlo en que la autora llega al cielo, y allí se encuentra con sus dos queridos amigos Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán. Con ellos visitará los lugares reales e imaginarios que compartieron y ella es feliz allí con ellos. Sin embargo algo ocurre que hace peligrar ese estado de “felicidad”… Y no cuento más porque si no desvelaría más de lo que a mí me hubiera gustado saber antes de comenzar a leerlo.

Este pequeño libro, de 200 páginas es un cuento, un cuento largo donde hace un homenaje a la amistad, a la felicidad, a saber vivir, a la nostalgia por las personas que queremos y dejamos de tener, a los buenos recuerdos.

Está envuelto en una atmósfera mágica, puesto que al estar todos muertos pueden viajar libremente por todo el mundo en un instante… Y ahí los tienes disfrazados de lo que más quieren, de ladrón de Bagdad, de Gran Visir y de Jean Simmons en la película Narciso Negro. Se recrean en los recuerdos, en su barrio natal de Barcelona, y vuelan hasta Alejandría o Beirut…La autora se convierte en Wendy o en Alicia, y hasta aparecen las mascotas de uno de sus amigos. Todo es un poco estrambótico, raro, atropellado.

Se lee bien, es corto y bastante ligera su lectura. Me gusta como comienza, el arranque es bueno. Es una historia curiosa, dulce, con algunos golpes de humor que están bien, la verdad. Aunque tengo que reconocer que a mí no me ha enganchado. Había páginas que disfrutaba leyéndolas, diálogos que me gustaban, sin embargo la historia en sí no llegaba a atraparme, y no estaba, como en otros libros, deseosa por retomarla.

Yo creo que la autora lo ha debido pasar bien escribiéndolo. He leído en muchas entrevistas que incluso le ha servido como escritura terapéutica. Pero sin embargo a mí como lectora no ha acabado de llenarme. He leído otros de libros de ella que me han llegado más. Quizás es que al ser premio Nadal mis expectativas eran más altas. Quizás sea eso.






La autora: Maruja Torres

El 16 de marzo de 1943 se produjo en Barcelona el nacimiento de María Dolors Torres Manzanera, la escritora y periodista española que acostumbra firmar sus trabajos como Maruja Torres.

Esta integrante de una familia murciana debutó en el mundo de las letras cuando sólo contaba con 21 años de vida. Por ese entonces, sólo era una joven que había realizado cursos de taquigrafía y mecanografía, pero el hecho de ser contratada por el diario “La Prensa” como secretaria de redacción le abrió las puertas del universo literario. Poco tiempo después, Torres ya había logrado consolidarse en el rubro y gozaba de un gran reconocimiento.

A lo largo de su trayectoria, esta autora que asegura no ser antisemita sino antisionista y hasta se animó a insultar de forma pública a quienes se identifican con el Partido Popular español, trabajó como periodista en medios como “Garbo”, “Fotogramas”, “Por Favor” y “El País”, fue guionista de la película “El rey del mambo”, corresponsal de guerra y, como es de público conocimiento, probó suerte como novelista.

Maruja Torres es creadora de obras como “¡Oh, es él!” (material irónico inspirado en la figura del cantante Julio Iglesias), “Ceguera de amor”, “Como una gota”, “Mientras vivimos”, “Un calor tan cercano”, “Mujer en guerra: más masters da la vida”, “Hombres de lluvia” y “Esperadme en el cielo”, por citar sólo algunos de los títulos que forman parte de su producción literaria.

Por demostrar un gran talento a la hora de escribir tanto narrativa como artículos periodísticos, esta mujer de perfil polémico que alterna su lugar de residencia entre Beirut y Barcelona ha sido distinguida en diversas ocasiones. El Premio Víctor de la Serna, el Francisco Cerecedo, el Premio Planeta y el Premio Nadal son algunos de los galardones que, hasta el momento, ha recibido Maruja Torres.