Un blog de literatura y de Madrid, de exposiciones y lugares especiales, de librerias, libros y let

viernes, 30 de octubre de 2009

Les Luthiers


Ayer, jueves 29 de octubre, estuve viendo a Les Luthiers. Cuánto me reí.

Nunca había ido a ninguna de sus actuaciones. Y esta vez la verdad es que yo tampoco hice nada por verlos sino que la entrada era el regalo sorpresa de cumpleaños de uno de mis hermanos. Este año resolvió varios cumpleaños familiares de una sola tacada con Les Luthiers, así que fuimos media familia a verlos, todos los últimos homenajeados con un año mas, todos en comandita, madre incluída. Qué buen regalo.

Y es curioso porque yo siempre les había visto en la televisión, y bueno sí me sonreía... Y justamente este verano el guía del viaje a Costa Rica nos lo puso una tarde en el video del autobus para que fuéramos entretenidos... Y luego llega mi cumpleaños y es mi regalo. A veces parece que hay cosas que llaman a otras cosas. Que existe una red invisible que une a las personas, los espectáculos, salvando el tiempo... O quizás no, son simplemente coincidencias. Buenas coincidencias. No sé, quién sabe...

El caso es que ayer estuve allí por primera vez disfrutando de les Luthiers. En el auditorio del Palacio de Congresos, tan nuevo, tan amplio, había reunidas personas de todas las edades, sonriendo, riendo a la vez. "Los premios Mastropiero" es una parodia de las galas de entregas de premios. En el transcurso de la ceremonia habia distintos fragmentos: "El desdén de Desdémona", "Amor a primera vista", Tienes una mirada..., Los milagros de San Dádivo, Ya no te amo Raúl, Ella me engaña con otro, Juana Isabel, Ya no eres mía y Valdemar y el Hechicero, con los que se suponía que se terminaba, que es una comedia musical infantil pero para adultos. Sin embargo al final hubo otro número donde ya se lucieron de verdad con diversos instrumentos, y su forma tan peculiar, original, particular y divertida de tocarlos a la vez.

Daba gusto escucharlos como músicos, con todos esos instrumentos, y sus muecas y su forma de acarrearlos de acá para allá por el escenario, quitando y poniendo, sacando y metiendo, acompañando a lo que se iba diciendo en la narración.

Y qué ocurrentes sus juegos de palabras. Me encantaban con ese sentido del humor culto, tan lleno de giros en la construcción de las frases, jugando al guiño con el lenguaje. Esos equívocos con las palabras, con el inglés, con los géneros... y con ese acento argentino que a veces lo hacía más gracioso aún.

"- ¿Y hay muchas musas?
- Musísimas... Está la musa de la limpieza: ga-musa. Esta la de los escarabajos: Escara-musa..."

- "¡Ah decís la yuxtaposición..."
- "Detrás de mi casa yo tengo muchos, muchos pinos, una pinacoteca sí..."


Qué pena que uno luego no pueda recordar bien cada expresión, cada palabra, ¡cada chorrada!

Qué buenos. Cuánto me han gustado.

jueves, 29 de octubre de 2009

Presentación del libro de José Mª Herranz "Las razones del Lobo y Sofismas"








Ayer, miércoles 28 de octubre José Mª Herranz, autor de varios libros de poesía y relatos y compañero de nuestra tertulia, presentó su último libro “Las razones del lobo y Sofismas” en el Círculo de Bellas Artes.

La presentación fue a cargo de Alfredo Piquer, coordinador de la tertulia del Círculo de Bellas Artes, y Aureliano Cañadas, poeta y compañero de nuestra tertulia y de la del Círculo. Aureliano intentó hacer una presentación más distendida que en otras ocasiones y lo consiguió añadiéndole unas notas de humor a las que no nos tiene acostumbrados.

Fue una presentación muy interesante, y sobre todo contundente. Pues la de este libro es una poesía surrealista, transgresora, con mucha fuerza que aborda temas universales como la muerte, el amor, la religión, el deseo desde un punto de vista casi vulnerador. La lectura de la primera parte del libro fue dramatizada por el autor, Manuela Temporelli y Sonia García. La lectura a tres voces la hacía mucho más dinámica. El juego de anáforas en la voz de José María Herranz sonaba machacante, duro, inquietante, te purgaba hasta casi conseguir revolverte por dentro.

Tras la primera parte, el autor hizo una reflexión sobre la locura colectiva. Y abordó la parte de los Sofismas, una prosa poética en la línea social y dionisíaca de lo anterior. Para acabar leyendo un poema a dos voces con Enrique López Clavel, también poeta y compañero de la tertulia del Círculo de Bellas Artes.

Toda la lectura fue muy interesante y a nadie de los que estuvimos allí creo que nos dejó indiferentes. Qué más se puede pedir ¿No?

Os dejo con un extracto muy pequeño de su poema dramático “Las razones del Lobo” y con uno de los poemas leídos por el autor de la Addenda a los Sofismas.



Soy un atentado contra ti
Soy una carencia que se mezcla con la tuya.
Soy el esclavo de mi impotencia.
Soy mi propio carcelero.
Soy tú número.
Soy la defensa de una caricia.
Soy mi necesidad de engaño.
Para ser mi hermano, debo asesinarte.
Para ser tu negación, qué hacer sino abrazarte.




4.

El pasota anarconazi
Contonea sus muñones anodinos
pertinaz en su vorágine afectiva
buscallando fidedignamente aunque cosa
tráele de cabeza, cosa que repica
en las neuronas, taladrando sus canales.

La condición horripilante se horripila,
tetas y pistolas con banderas, es su deber
de péndulo fisico, que a sarcasmos
son la muchacho y el muchacha indefinidos.

¡Oh pasota anarconazi, el de las cuadripesetas,
la ovocasa, la mutamadre y la osaenduro!
Me apabullan tus designios de balanza,

tus ciegas compulsiones de búsqueda
por túneles de olvido;
acritud enarbola su silencio
cuando claudicas los febreros de desliz
con tu tal vez siempre en discoteca.

Pesan las semanas su vacío
y escupen caridad los holgazanes,
mas trabajan los padres por sus hijos
que se infligen constructivos desarrollos.
Que aprender por paréntesis
corrige el ocio, que follar a las tutías
es revolucionario, que convenir en eufemismos
vivifica al verdugo.

Exorna sus genitales
y acude a misa con frecuencia:
se descocan sus falanjas
contra la libertad en contienda de polmo:
llora mucho pero ríe
de su tránsito burgués hace diez años.
Lo percibo claramente:
quiere hacer el amor conmigo.


José Mª Herranz es autor de numerosos libros de poesía y relatos. Miembro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, del Ateneo y de la Asociación de escritores y Artistas Españoles. Metafísico, místico, heterodoxo son algunos de los adjetivos de su voz poética. También ha publicado Oráculo de la Amistad (Ediciones Vitrubio) e Hijos de la miseria (Taller de poesía Vox). Organizador y ponente de las Jornadas de Homenaje a Miguel Labordeta y los escritores de la O.P.I. celebradas en el Ateneo de Madrid en el mes de octubre de 2008.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Recital homenaje a José Agustín Goytisolo en Blanquerna


Ayer, en el Centro Cultural Blanquerna, en la calle Alcalá, tuve la suerte de estar, junto a varios compañeros de la tertulia, en el recital homenaje que se le hizo a José Agustín Goytisolo, con motivo del décimo aniversario de su muerte. Allí, mano a mano, recitaron Luis García Montero y Joan Margarit varios de sus poemas.


Cuando llegué a la librería Blanquerna aún faltaban veinte minutos para que empezara el acto y ya había varias personas esperando para bajar. Cuando éste comenzó, a las siete y media, la sala estaba ya llena.


García Montero y Margarit hablaron en primer lugar desde la cercanía del Goytisolo hombre, pues ambos compartieron con él más que la poesía, y entre sus palabras se destilaba de forma sencilla el cariño y la admiración que sentían por Goytisolo. Varias veces le definieron sobre todo como una buena persona. Comprometido, irónico, pero sobre todo de gran corazón. Y después fueron leyendo poemas que habían elegido de entre todos sus libros. Para finalizar el acto con un poema escrito por Margarit para él, leído en castellano por García Montero y luego en catalán por el mismo autor.


Creo que todos lo que estuvimos allí pudimos disfrutar de una velada cálida de martes donde con suavidad nos íbamos arropando el alma con versos de Goytisolo.


Una suerte.



* Si os interesa esta entrada, podéis consultar también el blog de mi compañera de tertulia del Galdós, Sagrario del Peral. En su blog "Varios varían en volanderas" habla también de esta velada literaria, pues la compartimos, y a mí me gusta mucho cómo lo hace. Os copio el enlace por si os apetece leerlo:



Aquí os dejo con algunos de los poemas que ayer se leyeron. Disfrutadlos.




Autobiografía


Cuando yo era pequeño
estaba siempre triste
y mi padre decía
mirándome y moviendo
la cabeza: hijo mío
No sirves para nada.

Después me fui al colegio
con pan y con adioses
pero me acompañaba
la tristeza. El maestro
graznó: pequeño niño
no sirves para nada.

Vino luego la guerra
la muerte –yo la vi–
y cuando hubo pasado
y todos la olvidaron
yo triste seguí oyendo:
no sirves para nada.

Y cuando me pusieron
los pantalones largos
la tristeza enseguida
cambió de pantalones.
Mis amigos dijeron:
no sirves para nada.

En la calle en las aulas
odiando y aprendiendo
la injusticia y sus leyes
me perseguía siempre
la triste cantinela:
no sirves para nada.

De tristeza en tristeza
caí por los peldaños
de la vida. Y un día
la muchacha que amo
me dijo y era alegre:
no sirves para nada.

Ahora vivo con ella
voy limpio y bien peinado.
Tenemos una niña
a la que a veces digo
también con alegría:
no sirves para nada.

José Agustín Goytisolo
(Salmos al viento, 1958)




Y saluda a su ausencia

Noche de los amantes: la seducen
los momentos que vive. Ahora se mira,
acaricia su cuerpo muy despacio
mientras piensa por Dios que aún es hermosa.

Noche de los amantes; él se acerca,
la abraza por la espalda ante el espejo
y así enlazados van a la vidriera.
Puso la mano ahí: tacto y dulzura.

Noche de los amantes: ella observa
la ciudad ardiente y cree ver su casa
lejos entre otras muchas. Mueve un brazo
y saluda a su ausencia. Y se estremece.

domingo, 25 de octubre de 2009

El último minuto de Andrés Neuman



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El último libro que he terminado de leer ha sido “El último minuto” de Andrés Neuman. Un libro de relatos que encontré por casualidad en una de las casetas de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Madrid que terminó hace un par de fines de semana. Yo, a Andrés Neuman ya le conocía por un relato que habíamos leído una vez en el taller de Creación Literaria. Así que en cuanto me topé con él no pude por menos que llevármelo. Este libro es una reedición hecha por el propio Neuman en el 2007 de un libro de relatos que ya había editado en el año 2001 con el mismo título. El autor suprime seis cuentos, y considera que al reeditarlo ha hecho una versión corregida y reducida del libro.

A mí me ha gustado bastante. No les sobra, ni les falta nada a éstos cuentos. Son relatos en los que prima la naturalidad, son sobrios, inquietantes. Creo que los que escribimos podemos aprender mucho de ellos. Además la última parte del libro es un ensayo teórico sobre la práctica del cuento, muy interesante.

Os dejo aquí como muestra el dodecálogo que incluye el autor y uno de sus relatos.

Dodecálogo práctico acerca del cuento:
I
Contar un cuento es saber guardar un secreto
II
Los cuentos suceden siempre ahora, aún cuando hablen del pasado. No hay tiempo para más y ni falta que hace.
III
El excesivo desarrollo de la acción es la anemia del cuento. O, mejor dicho, su muerte por asfixia.
IV
En las primeras líneas un cuento se juega la vida; en las últimas líneas, resurrección. En cuánto al título, al contrario de lo que muchos piensan, si es demasiado brillante se olvida fácilmente.
V
Los personajes no se presentan: simplemente actúan.
VI
La atmósfera puede ser lo más memorable de un argumento. La mirada puede ser el personaje principal.
VII
En narrativa, el lirismo contenido produce magia. El lirismo sin freno, trucos.
VIII
La voz del narrador tiene tal importancia, que no debe notarse. Resulta más fácil mentir desde la discreción que desde la exhibición o el ingenio.
IX
Por excepciones que puedan citarse, la frase corta resulta la más natural para un cuento. Corregir: reducir.
X
El talento es el ritmo. Los problemas más sutiles empiezan en la puntuación.
XI
En el cuento, un minuto puede ser eterno y la eternidad caber en un minuto.
XII
Terminar un cuento es saber callar a tiempo.


MONÓLOGO DEL AHOGADO
Cuando los desalmados me encontraron, decidieron que lo más conveniente sería esconderme en la cochera. Como soy corpulento, tuvieron que pedir ayuda para trasladarme hasta aquí. Igual que un saco relleno de agua.
De la playa conservo el sabor salino y el rumor de la espuma absorbida. Mis otros recuerdos son confusos: primero yo nadaba hacia el horizonte; después el estómago se me hacía un nudo y el agua se enredaba a mi alrededor; después no respiraba. En algún momento los brazos de las olas me expulsaron, y mi espalda rebotó contra la arena.
Es todo cuando sé.
O no. Sé algo mas: los otros llegaron más tarde, acompañados del primer desalmado que me había visto. La noche ya era completa y los pájaros huían. Yo también quise huir con ellos, sumarme a su batir de alas, remontarme al infinito. Pero una inercia definitiva me lo impedía, y supe que era cierto. Fue entonces cuando se me acercaron ellos, los desalmados.
El primer desalmado les gritó a los demás que dejaran de mirarme y dándoles instrucciones. De todo cuanto dijeron, solo consigo retener con exactitud cuatro palabras del más joven: “pesa como una boya”. Y fue extraño escuchar eso, porque no me sentía insólitamente ingrávido. El agua había entrado en mis pulmones vaciando todo el resto, volviéndolo transparente y delicado. Sé que mi pecho, ahora es de cristal muy fino. Una vez encontrada la postura, cargaron conmigo casi sin descansar. Me metieron en una camioneta y el tiempo siguiente fue para mí una desconcertante quietud en medio de la velocidad. Y lo último que sé es esto.
Esto, un cubículo oscuro y húmedo. Juraría que puedo oler a algas, no sé si son de entonces o de ahora. No consigo adivinar en qué parte de la cochera me han dejado, aunque intuyo que estoy lejos de la puerta porque no se oyen movimientos. Quizá los desalmados hayan huido. Quizás guarden silencio.
Me queda, sí, la pequeña satisfacción de las cosquillas. Antes de ahogarme jamás hubiera imaginado que la piel permanece sensible durante tanto tiempo, así es. Noto cómo llegan despacio, con la cautela del instinto, y de pronto se lanzan a mis muslos. A ratos maldigo la hora en que cambié de ropa y decidí salir a nadar con las aguas revueltas. Pero enseguida me repito que la queja es inútil y me someto a la inconsciencia, a ese segundo sueño que parece invariable hasta que de golpe despierto al primero y, sin poder traspasar su superficie, regreso al pensamiento.
Todavía no pierdo la esperanza de poder hundirme pronto y para siempre en ese segundo sueño. Lo único que de verdad temo es que los desalmados vuelvan y me sometan a alguna clase de tormento físico. Mi mente ya está a salvo, pero sé que mi piel temblorosa, mis músculos helados, mis huesos huecos, estas articulaciones de papel mojado, no soportarían la humillación. Los cuerpos incluidos los inertes, nunca tienen dueño. Por eso, cuando me asaltan los temores, procuro dejarme arrollar por la cosquilla de las ratas y me pongo a oír el lento roer hacia las ingles.

Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977) es poeta, ensayista y narrador. Hijo de músicos argentinos emigrados, desde su juventud reside en Granada, donde fue profesor de Literatura Hispanoamericana en la Universidad. Con su última novela, El viajero del siglo, ha obtenido el Premio Alfaguara.

Por qué escribo.- Artículo de Javier Cercas del 2007


Por alguna extraña razón muchas veces tengo mala conciencia si no escribo. Sé que es absurdo, que es algo que hago porque quiero. Sin embargo si pasan semanas sin que teclee un relato, dentro de mí una especie de "Pepito Grillo" me lo reprocha.

Muchas veces en la tertulia lo hemos comentado, porque me consta que a alguno de mis compañeros también le ocurre. De ahí a hacernos la pregunta de ¿Por qué escribimos? solo hay un paso.

Esto me ha recordado a un artículo de hace ya más de un par de años de Javier Cercas donde hablaba de por qué él escribía. Reconozco que este autor es uno de mis favoritos. Me siento muchas veces muy identificada con su forma de contar las cosas. Me gusta esa mezcla de humor y cotidianeidad que encuentro en sus escritos.

De hecho ahora que recuerdo su artículo, lo vuelvo a releer y de nuevo me hace sonreír. No consigo que El País Digital me devuelta a la sección del periódico del año 2007 donde venía, es de un suplemento de marzo de ese año. Pero como yo lo tenía copiado, aquí os lo dejo.



"Escribo porque me encanta que me pregunten por qué escribo. Escribo porque me aburro y porque si no escribiera me aburriría muchísimo más. Escribo porque escribir no sirve absolutamente para nada y sin embargo mientras escribo tengo la absoluta seguridad de que sirve absolutamente para todo. Escribo porque absolutamente nada tiene ningún sentido y sin embargo mientras escribo absolutamente todo parece tener un sentido absoluto. Escribo para leer mejor y también para dejar de vez en cuando de leer, porque el mucho leer embota (esto último lo dijo Nietzsche, que escribía pensamientos paseados). Escribo para escribir algún día un libro paseado. Escribo porque a los ocho años leí Pimpinela escarlata y desde entonces no he hecho otra cosa que intentar plagiar esa novela. Escribo porque a los 15 años yo era un salido y un día otro salido que además era un cabrón me dijo que escribiendo se ligaba, y cuando descubrí que me había engañado ya era demasiado tarde para quitarme el vicio. Escribo porque a los 15 años yo tenía una profesora radiante: un día la interrumpí en clase al grito de que estaba buenísima y ella, que estaba explicando a Borges, me expulsó de clase y yo me impuse como penitencia la lectura de las obras completas de Borges, cosa que todavía no he terminado de hacer y que no creo que termine de hacer nunca, porque en realidad es imposible. De más está decir que escribo porque a partir de los 15 años no me ha pasado absolutamente nada que tenga algún interés. Escribo porque me pagan por escribir tonterías. Escribo porque todavía no he encontrado una forma más decente de ganarme la vida. Escribo (me explico) porque no sé hacer nada útil, ni siquiera atarme los cordones de los zapatos: si supiera curar a los enfermos, no escribiría; si supiera rematar en plancha un libre indirecto, créanme, no escribiría. Escribo porque sí y porque me da la gana, y a quien le parezca mal que me lo diga en la calle. Escribo para poder pensar (esto, creo, lo dijo Cabrera Infante). Escribo porque cuando escribo tengo la impresión acusadísima de que soy una persona inteligente y también de que todos los que me rodean son todavía más inteligentes que yo, sólo que ellos no se dan cuenta.
Escribo para que me lea mi madre, que es la única que me leía cuando no me leía nadie y la única que me leerá cuando ya nadie me lea (¡un abrazo, mamá!). Escribo para que me lean dos tipos que están muertos y dos o tres que todavía están vivos. Escribo para que me lea usted (¡sí, usted, el de la tercera fila, no se esconda!). Escribo porque escribo como Dios (esto, Dios me perdone, es mentira). Escribo porque no creo en Dios. Escribo porque en un mundo sin Dios, escribir, como reírse (pero esto lo dijo Kafka), es casi una obligación moral, o quizá metafísica. Escribo para llevar la contraria, pero todavía no he descubierto a quién. Escribo para entender cosas que sé que no hay manera humana de entender, con la esperanza de que ese esfuerzo fracasado por entenderlas sea ya una forma de entenderlas. Escribo porque la vida es una mierda, y los hombres, un hatajo de indeseables y de cobardes, pero cuando escribo salgo a la calle cantando canciones tirolesas y sintiéndome John Wayne y con ganas de abrazarme al primero que pasa y echarme a llorar de tristeza en su cuello. Escribo porque si no escribiera no tendría ni un solo motivo para respetarme, muy pocos para levantarme por la mañana y casi todos para convertirme en un peligrosísimo oligofrénico, de lo que se deduce que el Estado debería subvencionarme para que siguiera escribiendo. (No escribo, por cierto, para que me quieran más: las personas que me quieren me querrían igual si no escribiera, y las personas que no me quieren no me querrían ni aunque dejase de escribir). Escribo para joder a los que no quieren que escriba y para alegrar a los que quieren que siga escribiendo. Escribo porque, entre nosotros, escribir mola (esto, seguro, debió de decirlo alguien, probablemente un chino). Escribo por todas estas cosas y por muchísimas más. En realidad, escribo por casi todo, porque cualquier excusa es buena para escribir. A veces (Dios me perdone) he llegado incluso a escribir para hacerles creer a quienes me leen que no quiero que me pregunten nunca más por qué escribo.
" Javier Cercas (EPS marzo 2007)


jueves, 22 de octubre de 2009

Próximas convocatorias actos literarios: García Montero y Margarit Homenaje a Goytisolo


Recuerdos de José Agustín Goytisolo

Con motivo del décimo aniversario de la muerte del poeta José Agustín Goytisolo, la Generalitat de Catalunya, de la mano del Centro Cultural Blanquerna y del Instituto Cervantes, quieren conmemorar en Madrid la poesía del gran maestro Goytisolo.

Exposición: en el Centro Cultural Círculo de Lectores - C/ O’Donnel, 10 - del 5 al 25 de octubre.
Entidades organizadoras: Centro Cultural Blanquerna, Instituto Cervantes y Círculo de Lectores


PROGRAMA:


27 de octubre - Recital homenaje a José Agustín Goytisolo

Joan Margarit
Luís García Montero

Centro Cultural Blanquerna - 19:30 h

Blanquerna Centre Cultural - C/Alcalá, 44 - 28014 Madrid - 91 524 10 00

Próximas convocatorias actos literarios: Jose Mª Herranz


También tenemos la semana que viene la presentación del último libro de uno de nuestros compañeros de la tertulia del Galdós, Jose Mª Herranz,


"Las razones del lobo-POEMA DRAMÁTICO- y SOFISMAS",
de José María Herranz.

Intervendrán: Alfredo Piquer Garzón, Aureliano Cañadas (presentación), José Mª Herranz, Manuela Temporelli

y Sonia García (voces)
Miércoles, 28 de octubre de 2009 - 20.00 h
Círculo de Bellas Artes - Sala Nueva (5ª planta)
C/ Marques de Casa Riera, 1 Madrid


EL AUTOR:José María Herranz es autor de numerosos libros de poesía y relatos. Miembro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, del Ateneo y de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Metafísico, místico, heterodoxo y dionisíaco son algunos de los adjetivos que calificarían su voz poética. Los dos libros que aquí se presentan, Las razones del lobo y Sofismas, pertenecen a un ciclo radical y vanguardista donde la poesía social cobra matices transgresores y actuales, a pesar de la distancia que marca la época en que fueron concebidos.El autor también ha publicado Oráculo de la amistad (ediciones Vitruvio) e Hijos de la miseria (taller de poesía Vox). Organizador y ponente de las Jornadas de homenaje a Miguel Labordeta y los escritores de la O.P.I. celebradas en el Ateneo de Madrid el mes de octubre de 2008, con el auspicio de la Fundación Conde de Aranda, el gobierno de Aragón e Ibercaja, reunió en las mismas a los poetas zaragozanos Emilio Gastón, Rosendo Tello, Fernando Ferreró y Mariano Altemir.