Ayer, jueves 29 de octubre, estuve viendo a Les Luthiers. Cuánto me reí.
Nunca había ido a ninguna de sus actuaciones. Y esta vez la verdad es que yo tampoco hice nada por verlos sino que la entrada era el regalo sorpresa de cumpleaños de uno de mis hermanos. Este año resolvió varios cumpleaños familiares de una sola tacada con Les Luthiers, así que fuimos media familia a verlos, todos los últimos homenajeados con un año mas, todos en comandita, madre incluída. Qué buen regalo.
Y es curioso porque yo siempre les había visto en la televisión, y bueno sí me sonreía... Y justamente este verano el guía del viaje a Costa Rica nos lo puso una tarde en el video del autobus para que fuéramos entretenidos... Y luego llega mi cumpleaños y es mi regalo. A veces parece que hay cosas que llaman a otras cosas. Que existe una red invisible que une a las personas, los espectáculos, salvando el tiempo... O quizás no, son simplemente coincidencias. Buenas coincidencias. No sé, quién sabe...
El caso es que ayer estuve allí por primera vez disfrutando de les Luthiers. En el auditorio del Palacio de Congresos, tan nuevo, tan amplio, había reunidas personas de todas las edades, sonriendo, riendo a la vez. "Los premios Mastropiero" es una parodia de las galas de entregas de premios. En el transcurso de la ceremonia habia distintos fragmentos: "El desdén de Desdémona", "Amor a primera vista", Tienes una mirada..., Los milagros de San Dádivo, Ya no te amo Raúl, Ella me engaña con otro, Juana Isabel, Ya no eres mía y Valdemar y el Hechicero, con los que se suponía que se terminaba, que es una comedia musical infantil pero para adultos. Sin embargo al final hubo otro número donde ya se lucieron de verdad con diversos instrumentos, y su forma tan peculiar, original, particular y divertida de tocarlos a la vez.
Daba gusto escucharlos como músicos, con todos esos instrumentos, y sus muecas y su forma de acarrearlos de acá para allá por el escenario, quitando y poniendo, sacando y metiendo, acompañando a lo que se iba diciendo en la narración.
Y qué ocurrentes sus juegos de palabras. Me encantaban con ese sentido del humor culto, tan lleno de giros en la construcción de las frases, jugando al guiño con el lenguaje. Esos equívocos con las palabras, con el inglés, con los géneros... y con ese acento argentino que a veces lo hacía más gracioso aún.
"- ¿Y hay muchas musas?
- Musísimas... Está la musa de la limpieza: ga-musa. Esta la de los escarabajos: Escara-musa..."
- "¡Ah decís la yuxtaposición..."
- "Detrás de mi casa yo tengo muchos, muchos pinos, una pinacoteca sí..."
Qué pena que uno luego no pueda recordar bien cada expresión, cada palabra, ¡cada chorrada!
Qué buenos. Cuánto me han gustado.
Nunca había ido a ninguna de sus actuaciones. Y esta vez la verdad es que yo tampoco hice nada por verlos sino que la entrada era el regalo sorpresa de cumpleaños de uno de mis hermanos. Este año resolvió varios cumpleaños familiares de una sola tacada con Les Luthiers, así que fuimos media familia a verlos, todos los últimos homenajeados con un año mas, todos en comandita, madre incluída. Qué buen regalo.
Y es curioso porque yo siempre les había visto en la televisión, y bueno sí me sonreía... Y justamente este verano el guía del viaje a Costa Rica nos lo puso una tarde en el video del autobus para que fuéramos entretenidos... Y luego llega mi cumpleaños y es mi regalo. A veces parece que hay cosas que llaman a otras cosas. Que existe una red invisible que une a las personas, los espectáculos, salvando el tiempo... O quizás no, son simplemente coincidencias. Buenas coincidencias. No sé, quién sabe...
El caso es que ayer estuve allí por primera vez disfrutando de les Luthiers. En el auditorio del Palacio de Congresos, tan nuevo, tan amplio, había reunidas personas de todas las edades, sonriendo, riendo a la vez. "Los premios Mastropiero" es una parodia de las galas de entregas de premios. En el transcurso de la ceremonia habia distintos fragmentos: "El desdén de Desdémona", "Amor a primera vista", Tienes una mirada..., Los milagros de San Dádivo, Ya no te amo Raúl, Ella me engaña con otro, Juana Isabel, Ya no eres mía y Valdemar y el Hechicero, con los que se suponía que se terminaba, que es una comedia musical infantil pero para adultos. Sin embargo al final hubo otro número donde ya se lucieron de verdad con diversos instrumentos, y su forma tan peculiar, original, particular y divertida de tocarlos a la vez.
Daba gusto escucharlos como músicos, con todos esos instrumentos, y sus muecas y su forma de acarrearlos de acá para allá por el escenario, quitando y poniendo, sacando y metiendo, acompañando a lo que se iba diciendo en la narración.
Y qué ocurrentes sus juegos de palabras. Me encantaban con ese sentido del humor culto, tan lleno de giros en la construcción de las frases, jugando al guiño con el lenguaje. Esos equívocos con las palabras, con el inglés, con los géneros... y con ese acento argentino que a veces lo hacía más gracioso aún.
"- ¿Y hay muchas musas?
- Musísimas... Está la musa de la limpieza: ga-musa. Esta la de los escarabajos: Escara-musa..."
- "¡Ah decís la yuxtaposición..."
- "Detrás de mi casa yo tengo muchos, muchos pinos, una pinacoteca sí..."
Qué pena que uno luego no pueda recordar bien cada expresión, cada palabra, ¡cada chorrada!
Qué buenos. Cuánto me han gustado.
Yo iré el día 6 de diciembre. Qué bien que te hayan gustado, aunque Les Luthiers son siempre una garantía de beun humor.
ResponderEliminarUn beso
Javier