Hoy quería hablaros de un poeta, Amando García Nuño, que visitó este último miércoles nuestra tertulia literaria Rascamán, y con quién pasamos una agradable tarde, muy agradable, hablando de creación literaria, de poemas y cuentos, de concursos literarios, y de literatura en general.
Ser poeta no es una ambición mía, es mi manera de estar solo... Puse
estos versos en boca de mi heterónimo, un tal Fernando Pessoa, en alguna
vida anterior. Tiempo después, cuando ya me sentía demasiado viejo,
vine a nacer. Esquivé mi infancia como pude. Desaprendí Ciencias
Químicas y Periodismo. Perdí dinero mensualmente en la nómina de un
trabajo que no entendía... A medida que rejuvenecía, fui archivando
mentiras.
Ahora orlo mis vanidades con marchitos laureles de concursos literarios,
casi dos centenares, donde pierdo cada vez que parezco ganar.
Huido, al fin, de mí, os invito a visitarme en este espejo de retornos
tardíos. Me miro en él con vuestros ojos, me devuelve la imagen rasgada
de ahí arriba, ese gesto de ausencia. Sobre el cristal dejo escritas las
líneas del estupor, del vacío acaso. Escribo para no tirar el alma por
el desagüe. Pero está bien así, es mi manera de estar solo.
Como os comentaba fue una tarde muy provechosa la de nuestro encuentro con él. Quería hoy dedicar esta entrada del blog a este encuentro literario con Amando García Nuño. Creo que hablamos de muchas cuestiones literarias que nos tocan mucho además de saborear bastantes de sus poemas, que creedme, valen mucho la pena.
Le preguntaba Javier Díaz Gil, nuestro coordinador, en primer lugar al poeta el por qué de cuando dice que "desciende de trece generaciones de segovianos". Trece, ni más ni menos. Nos contó Amando García Nuño que él ha hurgado en su pasado recorriendo muchas Iglesias, Casas Parroquiales y demás de los pueblos de alrededor del suyo durante mucho tiempo. Y que ha podido consultar muchos documentos muy antiguos rastreando sus orígenes, consultando las defunciones, los nacimientos... hasta averiguar eso. Nos comenta que esta investigación es "su mejor poema". De ello nos habla en este pequeño vídeo que os dejo aquí debajo:
Inevitablemente hablamos de los concursos literarios. Tiene en su haber cerca de doscientos premios de poesía casi todos. Al poeta los premios le sirven para saber qué tal va escribiendo. Comenta que él cree que en las redes funciona lo que llamaba Mutis "la viruela de los elogios mutuos": yo te leo a ti lo que escribo, tú me lo lees a mí, nos decimos que muy bien, muy bien, y hala. Y claro así no se aprende. Mientras que, enviando lo que escribimos a los concursos, un jurado que no te conoce de nada y a los que se les supone un buen criterio literario te lo evalúa, y te lo elige entre unos finalistas. Si entre doscientos o trescientos trabajos quedas entre los finalistas puedes creer que no lo estás haciendo mal y tienes la satisfacción de que vas avanzando. Los premios es la forma de que más objetivamente te valoren. Además te da una disciplina de escritura.
Después comenzamos ya con la lectura de sus poemas. En primer lugar el poeta nos lee uno dedicado a su madre premiado en Segovia en el año 2009. Nos emociona ese poema tan narrativo, nos conmueve. La verdad es que a mí me gustó mucho.
En este vídeo de encima el poeta nos lee algunos pequeños poemas.
Una compañera le preguntó sobre la creación literaria: Si él pensaba que los poemas nacían de un momento de inspiración o del oficio. Nos contesta que en su caso del oficio. Es verdad, nos dice, que muy probablemente el embrión uno lo tenga ya porque lo ha registrado en cualquier momento: "Una pareja de novios discutiendo que sabes que se van a reconciliar", "la mirada de un niño"... Tú has archivado esa imagen tan potente, ese concepto. Y luego al final escribes sobre eso. Pero te sientas a escribir con disciplina para hacerlo. Después lo dejas descansar. Y vuelves a ello pasado el tiempo de "la decantación" como dicen los bodegueros, dice el poeta, como un mes para leerlo "como si fueras otro". Si supera esa lectura posterior entonces vale la pena, si no pues se tira y ya está.
Hablamos de que distinguimos entre poesía social, o poesía militante al hilo de que nos lee un poema que se podría calificar así. Aunque, en realidad, todos estamos de acuerdo en que no existen más de dos tipos de poesía: La buena y la mala.
A veces, muy pocas veces, el poeta escribe al encargo de las bases de un certamen poético. Como ocurrió por ejemplo con un poema que nos lee sobre hospitales. Da gusto escuchar ese verso suyo: "¿Se apagan igual las luces que las vidas?"
Le comentamos lo buenas que son algunas imágenes de sus poemas. Qué visuales, qué potentes, qué te dejan ahí clavado. Como por ejemplo en el caso del último verso de un poema que dice:
"La incierta soledad que escurre en las lubinas".
Puede que todo, al final,
se reduzca a eso,
estupidez de ojos
a la hora del mercado,
sueños, incertidumbres,
puede que todo, al final,
sea solo el delirio
entre los mostradores
de una pescadería,
el
goteo
de una vida entre espinas
arqueadas, diferentes
besos no dados
en labios similares,
un soplo del deshielo
a media tarde,
algún instante en fuga,
la aprendida,
la incierta
soledad que escurre en las lubinas.
Última entrega del poema premiado en el
II Certamen Internacional Un café con literatos.
Siempre sobrevuela esa idea de "la mirada" del poeta. Yo lo extendería también a "la mirada" de quién escribe, sea poeta, narrador o lo que sea. Me refiero al decir "la mirada" a esa cualidad de ver esas imágenes maravillosas que surgen en la vida cotidiana y rutinaria. Que están ahí siempre, pero tú sabes encontrarlas. Amando nos dice que para él "la poesía lo invade todo". Más o menos es la misma idea. Él puede ver la poesía en cualquier parte y nos habla a este respecto del eslogan de la publicidad del Museo Cerralbo de Madrid que ha sido restaurado, esa publicidad que decía: "Sabemos cómo terminó la partida, la ganó el tiempo".
Nos lee un cuento cortito 100 palabras sobre una despedida. No tiene desperdicio. Os lo dejo en el vídeo de aquí debajo.
Hablamos de la narrativa de Luis Landero, que él encuentra sobresaliente. Hablamos de personajes históricos, o mitológicos que él trae de nuevo a sus poemas. Como ocurrió con Sísifo. Con kafka, a este propósito nos leyó varios cuentos cortitos.
Aquella mañana, el
insecto se despertó convertido en Gregorio Sánchez. La visión frente al espejo le
devolvió un asco infinito, aquella insoportable náusea, el mismo absceso de
sórdida repugnancia.
Como suele ocurrir
en estos casos, añoró aquel tiempo perdido donde simplemente era un pequeño
escarabajo. Y eso que aún ignoraba casi todo de los humanos.
Luego, resignado, se
anudó la corbata a modo de caparazón, y salió a la vida. Si se presta algo de atención, aún resulta visible entre
los restantes escarabajos humanos. Arrastrando tripa y miserias por la acera,
dispuesto a pisar y ser pisado.
Por último, ya que tocamos que también hace narrativa de vez en cuando, le preguntamos que dónde se encuentra más cómodo si en la narrativa o en la poesía. Y Amando nos contesta que indudablemente en la poesía. Y cada vez en el poema más corto. Porque siempre estaría "podándolos".
Os dejo ahora con un poema de amor relacionado con el nacimiento del teléfono móvil que fue Premio Amantes de Teruel en julio de 2014.
Los relatitos que nos leyó del libro de la foto "La cocina y los siete pecados capitales" no tenían desperdicio tampoco, muy buenos.
Y ya por último os dejo con otro poema de amor. Precedido de una cita de Leopoldo (Polo) Alas, sobrino nieto del famoso autor, con quién veraneó siendo niños en Riaza y compartió muchas conversaciones.
En fin, me he extendido un poco con esta entrada. Pero merecía la pena hacerlo. La poesía de Amando Garcia Nuño es una poesía muy narrativa, que cuenta una historia por eso creo que llega tanto. Pero además está salpicada de unas imágenes sobresalientes, unas imágenes visuales muy originales que casi podemos tocar de tan palpables. Unas imágenes potentes y certeras. Además las salpica, como decíamos, de personajes literarios, de personajes históricos o mitológicos universales y de un lenguaje que no pasa desapercibido ya sea porque mezcla palabras de todos los campos semánticos o porque utiliza figuras literarias como la anáfora y demás que lo eleva.
Muy recomendable la poesía de Amando García Nuño. Y muy agradable el encuentro literario con él en nuestra tertulia. Resultó una de esas tardes que en las que hemos disfrutado mucho con esta "manía nuestra de juntar palabras"
Y un último apunte: Vuelvo a recordaros el blog del poeta. Muy recomendable. "Parece que vuelvo tarde" de Amando García Nuño:
http://parecequevuelvotarde.blogspot.com.es/